Los corticoides son ampliamente utilizados para tratar diversas patologías inflamatorias y del sistema inmunológico debido a su potente efecto antiinflamatorio. Pueden ser producidos naturalmente por las glándulas suprarrenales o ser versiones semisintéticas. Se usan en enfermedades respiratorias, dermatológicas, oftalmológicas, renales y musculares, así como en trasplantes. Existen varias presentaciones incluyendo inhaladores, comprimidos, cremas, gotas y inyecciones.
Los corticoides son ampliamente utilizados para tratar diversas patologías inflamatorias y del sistema inmunológico debido a su potente efecto antiinflamatorio. Pueden ser producidos naturalmente por las glándulas suprarrenales o ser versiones semisintéticas. Se usan en enfermedades respiratorias, dermatológicas, oftalmológicas, renales y musculares, así como en trasplantes. Existen varias presentaciones incluyendo inhaladores, comprimidos, cremas, gotas y inyecciones.
Los corticoides son ampliamente utilizados para tratar diversas patologías inflamatorias y del sistema inmunológico debido a su potente efecto antiinflamatorio. Pueden ser producidos naturalmente por las glándulas suprarrenales o ser versiones semisintéticas. Se usan en enfermedades respiratorias, dermatológicas, oftalmológicas, renales y musculares, así como en trasplantes. Existen varias presentaciones incluyendo inhaladores, comprimidos, cremas, gotas y inyecciones.
Los corticoides o corticoesteroides son un tipo de
las hormonas denominadas esteroides, que se producen en las glándulas suprarrenales. Sus formas sintéticas o semisintéticas se usan por su efecto antiinflamatorio e inmunosupresor en el tratamiento de diferentes patologías: enfermedades respiratorias, oftalmológicas, respiratorias, reumáticas, etc., así como en el trasplante de órganos para evitar el rechazo.
Entre los corticoides más conocidos figuran prednisona, hidrocortisona,
betametasona, beclometasona, etc., siendo numerosos los procesos patólogicos para cuyo tratamiento se utilizan:
Enfermedades respiratorias (asma, EPOC, etc.)
Enfermedades dermatológicas (alergias, dermatitis atópica, etc.) Enfermedades oftalmológicas (conjuntivitis alérgicas) Enfermedades renales (síndrome nefrótico) Trasplantes de órganos Lesiones inflamatorias musculares (tendinitis) Tratamientos oncológicos paliativos En función de su indicación, los corticoides tienen diferentes presentaciones farmacéuticas:
Inhaladores (aerosol y polvo seco)
Tratamiento oral (comprimidos, cápsulas, jarabes, gota) Tópico (pomadas y cremas dérmicas, gotas oftálmicas y óticas) Spray nasal Inyectables (vía intravenosa y vía intramuscular)
1. USOS CLÍNICOS DE LOS ESTEROIDES:
1.1. EN ENFERMEDADES HORMONALES COMO TERAPÉUTICA SUSTITUTIVA. Insuficiencia adrenal, primaria o secundaria, hiperplasia adrenal congénita (secundaria a déficit enzimático) 1.2. TRATAMIENTO SINTOMÁTICO EN ENFERMEDADES NO HORMONALES, En razón de su efecto antiinflamatorio, inmunodepresor y antialérgico: Enfermedades reumáticas, lupus eritematoso, enfermedades alérgicas (asma bronquial), eczema, leucemia linfoide, colitis ulcerosa.
2. ¿QUÉ ESTEROIDE UTILIZAR?
En terapéutica de sustitución: cortisol y 9-alfa-fluorocortisol. Para usos no hormonales: glucocorticoides de acción intermedia y si es posible en terapéutica intermitente para minimizar la inhibición del eje hipófiso- adrenal.
Los corticoesteroides se usan para reducir la inflamación y el dolor
provocados por el cáncer que se ha propagado a otras partes del cuerpo, como los huesos, la médula espinal o el cerebro. También pueden administrarse con determinados medicamentos quimioterapéuticos para aliviar las náuseas y los vómitos.
3. FUNCIONAMIENTO Y USO DE CORTICOSTEROIDES
Los corticosteroides imitan los efectos de las hormonas que el cuerpo
produce naturalmente en las glándulas suprarrenales. Cuando se recetan en dosis que exceden los niveles normales del cuerpo, los corticosteroides suprimen la inflamación, reduciendo así los signos y síntomas de enfermedades inflamatorias, como la artritis y el asma. También suprimen el sistema inmunológico, lo que puede servir de ayuda en condiciones en que este sistema ataca por error a sus propios tejidos.
Los corticosteroides se utilizan para tratar la artritis reumatoide, lupus,
asma, alergias, y muchas otras condiciones, como la enfermedad de Addison, en la que las glándulas suprarrenales no producen suficiente cantidad de esteroides. Además ayudan a prevenir el rechazo de órganos en pacientes trasplantados.
Los corticosteroides se pueden consumir:
Por vía oral. Los comprimidos, cápsulas o jarabes ayudan a tratar la inflamación y el dolor asociado con ciertas condiciones crónicas, como la artritis reumatoide y el lupus. Por vía intranasal. Estas formas ayudan a controlar la inflamación asociada con el asma y las alergias nasales. Por vía tópica. Las cremas y ungüentos pueden ayudar a curar muchas enfermedades de la piel. Por inyección. Esta forma se utiliza para tratar las señales y síntomas como el dolor y la inflamación de la tendinitis.
4. APLICACIONES TERAPÉUTICAS
A partir de la experiencia acumulada desde la introducción de los
glucocorticoides para su uso clínico, se han extraido por lo menos seis usos clínicos:
Para cualquier enfermedad y cualquier paciente, la dosis apropiada para
lograr un efecto terapéutico dado debe ser determinada en forma empírica y re evaluada periódicamente a medida que varía el estadio y actividad de la enfermedad. Una sola dosis de corticosteroides, incluso si es elevada, carece de efectos nocivos. En ausencia de contraindicaciones específicas unos pocos días de tratamiento con corticosteroides no producen resultados nocivos excepto en dosis extremadamente elevadas. Cuando el tratamiento con corticosteroides se prolonga durante semanas o meses y en la medida en que la dosis supera la terapia de reposición, la incidencia de efectos incapacitantes y potencialmente letales aumenta. Excepto en la insuficiencia suprarrenal, la administración de corticoides no es específica ni curativa, sino solo paliativa en virtud de sus efectos antiinflamatorios e inmunosupresores. La interrupción abrupta de la terapia prolongada con dosis elevadas de corticosteroides está asociada con un riesgo significativo de insuficiencia suprarrenal que puede poner en peligro la vida del paciente. Insuficiencia suprarrenal crónica. Si es primaria, se administra cortisol a la dosis de 20 mg por vía oral por la mañana y 10 mg a media tarde. Con este programa, la mayoría de los pacientes necesitan 0,05-0,1 mg del mineralocorticoide fludrocortisona una vez al día por vía oral. Si se administra prednisona, hay que tener en cuenta que 5 mg corresponden a 20 mg de cortisol. En casos de infecciones, operaciones, traumatismos, etc., es preciso aumentarla dosis a 80-100 mg/día de cortisol o incluso más. Si la insuficiencia es secundaria a insuficiencia hipofisaria,la dosis de cortisol es la misma, pero puede no ser necesaria la fludrocortisona. Insuficiencia suprarrenal aguda (crisis addisniana).La carencia más importante es la de glucocorticoides, por lo que se deben administrar en grandes cantidades por vía IV, junto con suero salino isotónico y glucosa (50 g en el primer litro). La inyección inicial es de 100 mg de hemisuccinato de cortisol en bolo; posteriormente se administran 100-200 mg en infusión continua(o 50 mg/6 h en bolo IV directo); a estas dosis, la actividad mineralocorticoide suele ser suficiente, pero si se inyectan esteroides sintéticos que carecen de actividad mineralocorticoide pueden asociarse 2 mg de acetato de desoxicorticosterona en inyección oleosa por vía IM. Puede ser necesario administrar agentes inotrópicos para mejorar la actividad hemodinámica, como la dobutamina. Superado el episodio agudo, el cortisol se administra por vía IM, 25 mg cada 6-8 horas durante 2 días, y después por vía oral. Enfermedades alérgicas: edema angioneurótico, asma bronquial, picaduras de insectos, enfermedad del suero, reacciones farmacológicas, urticaria, dermatitis por contacto y fiebre del heno. El esteroide tarda en actuar por lo que, en situaciones graves como en la reacción anafiláctica o en el edema angioneurótico, hay que recurrir a la adrenalina, 0,5-1,0 mg SC. La administración de esteroides en casos graves ha de ser por vía IV y a dosis elevadas (p. ej., 80-100 mg de metilprednisolona). En casos concretos se puede recurrir a los preparados más específicos para uso tópico. Enfermedades oculares: uveítis aguda, conjuntivitis alérgica, coroiditis y neuritis óptica. Para las afecciones de la cámara anterior y del ojo externo se emplean soluciones de colirio; los preparados son muy numerosos. Para las inflamaciones del segmento posterior se requiere la vía oral: prednisona, 30 mg/día en varias dosis. Están contraindicados en el herpes simple; tampoco se deben emplear en caso de ulceraciones o abrasiones del ojo porque demoran la cicatrización. Enfermedades pulmonares: asma bronquial, en la que adquieren particular protagonismo los preparados inhalatorios, neumonía por aspiración, prevención del distrés respiratorio infantil y sarcoidosis. En el caso del niño prematuro que puede desarrollar insuficiencia respiratoria, se administra a la madre betametasona, 12 mg por vía parenteral, seguida de otra dosis de 12 mg a las 18-24 horas. En la sarcoidosis se administra1 mg/kg/día de prednisona para generar remisión;después se mantiene con 10 mg/día o menos. Afectaciones dermatológicas: dermatitis atópica, dermatosis, micosis fungoide, pénfigo, liquen simple, dermatitis seborreica, xerosis, etc. En el pénfigo se precisa una dosis de hasta 120 mg/día de prednisona para controlar la enfermedad. Para muchas de las afectaciones dérmicas se utilizan cremas y pomadas, pero debe recordarse que también por esta vía se puede absorber el esteroide y llegar a provocar efectos sistémicos.
CONCLUSIONES:
Los corticoides son fármacos ampliamente utilizados endiversas patologías debido a su
potente efecto antiinflamatorio. Éstosson hormonas producidas por la corteza adrenal o semisintéticos. Los esteroides pueden ser de acción breve (cortisol), de acción intermedia (prednisolona, metilprednisolona) y de acción prolongada(dexametaxona).
RECOMENDACIONES:
Utilizar corticoesteroides sólo cuando sea necesario.
Observar atentamente al paciente para detectar signos tempranos de efectos secundarios graves. Si es posible, usar corticoesteroides locales para problemas locales. Utilizar la dosis más pequeña necesaria para controlar la enfermedad. Reducir la dosis gradualmente mientras la enfermedad permanezca bajo control. Vigilar la presión arterial con frecuencia.
BIBLIOGRAFÍA:
Geosalud [internet] [actualizado 23 de abril 2018, citado 3 de julio de
2018] disponible en: https://www.geosalud.com/medicamentos-corticoesteroides.html Corticoides[internet] [actualizado 13 de setiembre 2015, citado 3 de julio de 2018] disponible en: https://www.corticoides.org/#Como_funcionan_y_para_que_se_utiliz an_los_corticosteroides
Omicrono español [internet] [actualizado 25 de mayo 2018, citado 3
de julio de 2018] disponible en: https://omicrono.elespanol.com/2015/07/corticoides-que-son-y-para- que-sirven-realmente/