PADRE AMADO, MI CREADOR, MI PADRE, MI PROVEEDOR, MI PROTECTOR, MI SALVADOR, MI
SANADOR, MI AMIGO, cuando recibí mi diagnóstico positivo de VIH a los 23 años, nunca creí llegar a los 30 años, en aquella ocasión hice un agradecimiento. Ahora a mis 41, siento que voy envejeciendo, aún tengo el VIH, superé las promesas rotas e incumplidas, me levanté de la tristeza y frustración de sueños no logrados, sobreviví a la violencia, al desprecio, la discriminación y el estigma, a la burocracia y a la negligencia, pero TODO lo hice porque Tú estás conmigo, Tú nunca me abandonas y por eso hoy levanto este ALTAR DE GRATITUD PARA TI en presencia de mi familia, hermanos en Cristo, amigos y compañeros de lucha. GRACIAS por perdonarme tantos errores y pecados. Te hice tantas promesas que no cumplí y Tú no te rindes conmigo. Tú realmente me haces sentir que tu gracia es nueva cada mañana. Me haces vivir por gracia, dependo de Ti para vivir, para sonreír, para seguir adelante, para dormir y despertar también. Gracias porque nunca me abandonas, siento tu mano acariciándome cuando duermo, siento Tu voz alertándome del peligro y siento Tu Espíritu Santo guiando mis pasos. Gracias porque me das tu salvación y me renuevas tu gracia. Gracias porque puedo llamarme HIJA DE DIOS. Gracias por tenerme en cuenta aunque he fallado tanto al nombre de “cristiana”. Gracias por amarme aun cuando sabes que te traiciono poniendo otros asuntos como la prioridad en mi corazón. GRACIAS por mi papá CARLOS ROSS y mi mamá BETHZABÉ QUIROGA, ellos me cuidan, me alimentan, oran por mí, me siguen enseñando como ser tu hija, son realmente UNO DE LOS MEJORES REGALOS que me diste. GRACIAS por mis hermanas Dorcas, Dámaris y mi hermano Samuel, y gracias por sus esposos (Dante, Raúl) y esposa (Ely), además por sus hijas e hijos, así, en estos años, me he llenado de seis sobrinas y sobrinos que me alegran la vida y me hacen estremecer de amor. Gracias por la ayuda amorosa de Micaela, Lizbeth y Shirel de mi papá y mamá para esta ocasión en especial. GRACIAS por la vida y la salud, gracias por los medicamentos y por todas las personas que atienden a las personas con VIH incluida a mí. GRACIAS porque el nivel del virus en mi sangre se ha mantenido indetectable posibilitando así que no me enferme. Gracias por no permitir que este en el hospital nunca. Te agradezco porque cuando me fracturé la muñeca derecha, aunque sin seguro médico, pude pagar las cuentas y recuperar completamente la fuerza de mi mano derecha. GRACIAS por las iglesias Cabod, Kairos, Bethel, Comunidad Cristiana de Restauración, el Centro de Capacitación Misionera y muchos más lugares donde los hermanos y hermanas en Cristo se reúnen. Allí siempre hay personas que oran por mi, gracias porque ellos son una familia donde quiera que voy. Me hospedan, me reciben, me alientan y son compañeros de aprendizaje de la vida cristiana. GRACIAS por los hermanos y hermanos en Cristo que me enseñan, oran, cuidan de mí y con quienes he estudiado la palabra. GRACIAS por darme TUS palabras ante tantas diferentes audiencias y gracias por todos los espacios de influencia que me das, ayúdame a ser integra en todo. GRACIAS por llevarme a tantos lugares donde fui recibida como una princesa, gracias por tanta hospitalidad en distintas ciudades y países, especialmente gracias por Iván y Ely Gonzales que siempre me reciben como a una hermana y como a una hija. Gracias por Diddie Schaaf, mi amiga en las tierras lejanas. Gracias porque inclusive mis ex-enemigos me han mostrado hospitalidad y gracia. GRACIAS por todos los proyectos, tareas, roles, responsabilidades asignados a mi persona a través de los cuales pude generar recursos y cambios en las políticas para bien de las personas con VIH. GRACIAS por los amigos y compañeros de lucha con quienes hemos podido mantener la defensa de los derechos humanos de las personas con VIH estable en estos 10 años y gracias por renovar mis fuerzas para estas luchas. GRACIAS por las amigas que no me abandonan y en los momentos más difíciles estuvieron allí para escucharme y apoyarme sin juzgar. Los amigos, amigas y compañeros de lucha son tantos que no puedo mencionar a todos, gracias por cada uno de ellos. Gracias por las compañeras de la universidad y las profesoras que más que compañeras son amigas que no abandonan, cada una es especial y amo salir a los cafés y películas con ellas. GRACIAS por todos los viajes y por viajar conmigo, gracias porque velas mi sueño y guías el volante del transporte público que uso. GRACIAS por tu provisión que nunca me hizo faltar el alimento y el vestido, en realidad me regalas tantos lindos vestidos que hice un álbum de agradecimientos con las etiquetas porque todo lo bueno solamente proviene de Ti. GRACIAS por regalarme el que pudiera completar mi título y exonerarme de los pagos y la tesis. GRACIAS por los aprendizajes en libros leídos, gracias por los sueños que me enviaste con los cuales reflexioné, gracias por los diarios que me inspiras a escribir donde te cuento todo. GRACIAS por la naturaleza de Bolivia, realmente es un país hermoso y te agradezco por hacerme boliviana. Estoy encantada con las montañas que pusiste en Bolivia, las flores me fascinan, la lluvia es una bendición, los lagos y ríos, todo lo hiciste hermoso. GRACIAS por el silencio, gracias por la música, gracias por los libros que me inspiraste a leer, gracias por cada pensamiento que me has susurrado con el cual he crecido un poco más. GRACIAS porque Tú ERES MI SUSTENTADOR y aunque no tuve trabajo estable desde que tuve el VIH, nunca me hiciste faltar nada. GRACIAS porque soy feliz, gracias porque no todos los días son perfectos pero yo sé que voy hacia Ti a TU CASA donde terminará la enfermedad, el dolor y la muerte. GRACIAS por librarme de la muerte en manos del hombre violento e iracundo. GRACIAS por librarme de relaciones tóxicas con personas que no te honraban. GRACIAS por aquellos deseos que te pedí y que no se lograron y quizás fue mejor así. Te agradezco Padre Santo por todo, inclusive aquello por lo cual estuve molesta, también por aquellos caprichos por los que discutí contigo. Gracias por la LIBERTAD y gracias por la responsabilidad. Gracias por el anhelo y el trabajo. Gracias por el pasado, el futuro y gracias por este día. En estos nuevos 10 años concluyo que aunque no tengo nada, tengo todo y mucho más de lo que necesito. PADRE SANTO no soy perfecta y, de forma tan increíble, Tú me sigues amando, lo bueno que hice, lo que logré es porque Tú estás conmigo, eres mi TESORO en una vasija de barro. A mis 41 años te digo Padre:
Enséname a vivir mis días sabiamente. HEME AQUÍ SEÑOR, yo iré,
envíame a mí que dispuesta estoy, llevaré tu gloria a las Naciones. Soy una vieja vasija de barro, valiosa porque dentro está el Tesoro, estás Tú Padre.