Yeiner Eduardo Pinilla Amaya Cód:40151337

Evaluación de Proyectos de Infraestructura-Grupo 01

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EL HOMBRE MÁS RICO DE BABILONIA
Actualmente en el mundo se observa como en el transcurso de la vida de cada persona, a
medida que comienza su vida financiera el dinero cada vez les alcanza para comprar menos,
es decir, los gastos aumentan mientras por otro lado aumentan los gastos y los ingresos se
mantienen igual o incluso pueden llegar a disminuir. Es de esta manera que la pobreza se
sigue disipándose de manera global y que en países como el nuestro este alcance niveles
extremos, y debido a que la prosperidad de una nación esta sujeta a la prosperidad
económica que posea cada uno de los ciudadanos, es aquí cuando nos damos cuenta de
que cada que aumentamos nuestra columna de activos estableciendo recursos económicos
sólidos, estamos contribuyendo al desarrollo de todo un país.
Sin embargo, muchas personas siendo conscientes de su baja capacidad económica,
continúan en lo mismo, recibiendo un salario cada mes y viendo como este se va incluso en
el solo pago de las facturas. Muchas veces envidiamos el capital de otro, deseamos tener la
oportunidad que otros han tenido ya que la ambición de tener más de lo que poseemos es
un sentimiento que la mayoría de las personas experimentamos de forma natural, y esto
no es malo, está bien querer crecer económicamente, poder obtener todo lo que creemos
necesario para vivir bien y cumplir nuestros sueños, la riqueza proporciona seguridad y
poder garantizando un estilo de vida ideal para la mayoría. Pero todo esto que deseamos
no nos llega si seguimos esperando nuestro día de suerte ni tampoco quedándonos en
codiciar lo ajeno, la fortuna crece donde el hombre emplea su energía, para obtener todo
lo que se desea hay que tener iniciativa y empezar a trabajar para conseguirlo, sin dejar de
lado que siempre debemos estar haciendo una buena administración de nuestro capital.
Las cinco leyes de oro son una guía excepcional para que cualquiera pueda mejorar su estilo
de vida y empezar a forjar fortuna, para muchos estas leyes establecidas en el libro podrán
resultar superficiales, algo muy obvio o tal vez ya conocidas, más sin embargo no son
puestas es práctica. Esto nos permite concluir que la fuerza de voluntad es otro factor
circunstancial para que una persona pueda alcanzar a desarrollar su riqueza, ya que para
esto no se puede llegar por el camino fácil si no por lo contrario hay que sortear obstáculos
y superar fracasos, adquirir fortaleza para levantarnos y creer que detrás de nuestro
siguiente intento vamos a encontrar el éxito o tal vez mucho más de lo que en un principio
soñamos lograr. Una vez alcanzado nuestro propósito debemos disfrutarlo, aquí es cuando
hay que darle un uso adecuado a el dinero para satisfacer nuestros deseos y no convertirnos
en esclavos de él, nosotros también merecemos una pago, es en este momento cuando
debemos aprovechar para realizar todo aquello que nos haga felices, sin dejar de lado que
con nuestra riqueza también podemos hacer felices a otros y que ayudar a los demás no
esta mal, por el contrario, poder sentir la satisfacción de que con la riqueza construida se
puede contribuir al beneficio del otro, te convierte en más rico de lo que ya eres.

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Clason, G. S. (1926). El hombre más rico de Babilonia. Ediciones Castillo.