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Sus exponentes son: Vicente Huidobro, César Vallejo, Jorge Luis Borges, Pablo
Neruda. Demostraron con su obra poética la madurez del vanguardismo como
expresión del mundo contemporáneo.
Octavio Paz
(Ciudad de México, 1914-id., 1998) Escritor mexicano. Nieto de escritor (Ireneo
Paz), los intereses literarios de Octavio Paz se manifestaron de manera muy
precoz, y publicó sus primeros trabajos en diversas revistas literarias. Estudió en
las facultades de Leyes y Filosofía y Letras de la Universidad Nacional.
Octavio Paz
En 1955 fundó el grupo poético Poesía en Voz Alta, y posteriormente inició una
colaboración en la Revista Mexicana de Literatura y en El Corno Emplumado. En
las publicaciones de esta época defendió las posiciones experimentales del arte
contemporáneo.
Cerró su actividad diplomática en 1968, cuando renunció como protesta contra
la política del gobierno mexicano ante el movimiento democrático estudiantil.
Durante sus años de servicio Octavio Paz residió en París, donde trabó amistad
con André Breton, pero también viajó por diversos países europeos y asiáticos
(en 1962 fue nombrado embajador de México en la India).
Conforman su obra poética quince títulos: Luna silvestre (1933); Bajo tu clara
sombra y otros poemas sobre España (1937); Entre la piedra y la
flor (1941);Libertad bajo palabra (1949); Águila o sol (1951);Semillas para un
himno (1954); La estación violenta(1958); Salamandra (1962); Ladera
este (1969);Topoemas (1971); Renga (1972); Pasado en
claro(1975); Vuelta (1976); Poemas (1979) y Árbol de adentro (1987).
Decir, hacer
A Roman Jakobson
La calle
Las palabras
Dales la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.
Viento
Cantan las hojas,
bailan las peras en el peral;
gira la rosa,
rosa del viento, no del rosal.
Nubes y nubes
flotan dormidas, algas del aire;
todo el espacio
gira con ellas, fuerza de nadie.
Todo es espacio;
vibra la vara de la amapola
y una desnuda
vuela en el viento lomo de ola.
Silencio
Pablo Neruda
En tal sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la guerra civil y
escribió España en el corazón. Progresivamente sus poemas experimentaron
una transición hacia formas herméticas y un tono más sombrío al percibir el paso
del tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana.
De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra
experimentó un giro hacia la militancia política que culminó con la exaltación de
los mitos americanos de su Canto general. En 1945 fue el primer poeta en ser
galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo,
desde su escaño de senador utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las
desigualdades del sistema. Tal actitud provocó la persecución gubernamental y
su posterior exilio en Argentina.
De allí pasó a México, y más tarde viajó por la URSS, China y los países de
Europa Oriental. Tras este viaje, durante el cual Neruda escribió poemas
laudatorios y propagandísticos y recibió el Premio Lenin de la Paz, volvió a Chile.
A partir de entonces, la poesía de Pablo Neruda inició una nueva etapa en la que
la simplicidad formal se correspondió con una gran intensidad lírica y un tono
general de serenidad.
Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, año en que se le concedió el
Premio Nobel de Literatura. El año anterior Pablo Neruda había renunciado a la
candidatura presidencial en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco
después embajador en París. Dos años más tarde, ya gravemente enfermo,
regresó a Chile. De publicación póstuma es la autobiografía Confieso que he
vivido.
Poemas de Pablo Neruda
Soneto
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angola, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Si tú me olvidas
Amor
Rilke
Sus dos últimas obras, las Elegías de Duino (1923) y los Sonetos a
Orfeo (1923), suponen otro cambio radical en su concepción poética. Se
apartan tanto de la inicial lírica de sentimientos como de la objetualidad
de los "poemas-cosa" posteriores. Tampoco parece que sea posible
transformar la angustia en cosas. Tras una larga etapa de crisis en la que
el escritor incluso se plantea la posibilidad de dejar la poesía, publica unos
poemas de cariz existencial que son una interpretación de la existencia
humana. Las Elegías de Duino buscan la definición del ser humano y su lugar
en el universo, así como la misión del poeta, que en esta obra desarrolla
un mundo cerrado en sí mismo de imágenes y símbolos, cargados de
recuerdos y de referencias autobiográficas. Rilke se sirve del ritmo
dactílico de la tradición elegíaca alemana, tal como lo habían
empleado Goethe y Hölderlin.
El ciclo de las Elegías, una de las obras más herméticas de la literatura
alemana del siglo XX, parte de la lamentación para arribar hasta la dicha.
Se inicia con la experiencia del ángel terrible separado del hombre por un
abismo para llegar a la posibilidad del acercamiento humano a lo angélico.
Es el poeta quien lleva al mundo angélico, liberándonos así del mundo
interpretado. Pero para ello es preciso recorrer un largo camino en el que
son claves los moribundos, los animales, los amantes y los niños. Todos
ellos parecen figuras capaces de sustraerse al mundo cerrado del hombre,
orientado hacia la muerte.
El júbilo final de las dos últimas elegías muestra una nueva vida que
consigue crear un ámbito común con la muerte, una alegría que se funde
con el dolor. Los Sonetos a Orfeo, aunque formalmente son más abiertos y
variados que las Elegías, están temáticamente ligados a éstas. También
aquí la determinación de la existencia humana lleva a los límites de lo que
es posible expresar en palabras. En ellos están presentes imágenes,
simbolismos, recuerdos y elementos autobiográficos que remiten a
las Elegías, y no en vano fueron definidos por el poeta como un "regalo
adicional" surgido "simultáneamente con el impulso de los grandes
poemas".
Poemas de Rainer María Rilke
Día de otoño
Ofrenda
Sé que el tiempo
no se llama como tú.
Saint-John Perse
Las campanas
El muro
Viernes
Este es otro.
Un marino tartamudo lo había dado a la vieja que lo venció.
Está sobre el rellano, cerca de la lumbrera, allí donde se mezcla al negror
la sucia bruma del día color de callejón.
Con un doble grito, a la noche, te saluda, Crusoe,
cuando, subiendo de las letrinas del patio,
abres la puerta del pasillo y levantas ante ti el astro precario de tu lámpara.
Vuelve su cabeza para volver su mirada.
Hombre de la lámpara, ¿qué quieres de él?...
Miras el ojo redondo bajo el polen averiado del párpado;
miras el segundo círculo como un anillo de muerta savia.
Y la pluma enferma se remoja en el acuoso excremento.
¡Oh miseria! Apaga tu lámpara, El pájaro lanza su grito.
Está entre el olor agrio del polvo, bajo el alero del granero.
Está bajo una mesa de tres patas: está entre la caja de arena para la gata
y el tonel desaherrojado en que se hacina la pluma.