You are on page 1of 2

INSTITUCIONALIZACIÓN

Las instituciones, por el hecho mismo de existir, controlan el comportamiento humano


estableciendo pautas definidas de antemano que lo canalizan en una dirección determinada, en
oposición a las muchas otras que podrían darse teóricamente. Importa destacar que este carácter
controlador es inherente a la institucionalización en cuanto tal, previo o aislado de cualquier
mecanismo de sanción establecido específicamente para sostén de una institución. Estos
mecanismos (cuya suma constituye lo que en general se denomina sistema de control social)
existen, por supuesto, en muchas instituciones y en todos los conglomerados de instituciones que
llamamos sociedades.
Decir que un sector de actividad humana se ha institucionalizado ya es decir que ha sido sometido
al control social. Solamente se requieren mecanismos de control adicionales cuando los procesos
de institucionalización no llegan a cumplirse cabalmente. En la experiencia concreta las
instituciones se manifiestan generalmente en colectividades que abarcan grandes cantidades de
gente. Empero, tiene importancia teórica acentuar que el proceso institucionalizador de tipificación
recíproca se realizaría aun cuando dos individuos empezaran a interactuar de novo. La
institucionalización es algo incipiente en toda situación social que se continúe en el
tiempo.
La institucionalización aparece cada vez que se da una tipificación recíproca de acciones
habitualizadas por tipos de actores. Dicho en otra forma, toda tipificación de esa clase es una
institución. Lo que hay que destacar es la reciprocidad de las tipificaciones institucionales y la
tipicalidad no solo de las acciones sino también de los actores en las instituciones. Las
tipificaciones de las acciones habitualizadas que constituyen las instituciones, siempre se
comparten, son accesibles a todos los integrantes de un determinado grupo social, y la institución
misma tipifica tanto a los actores individuales como a las acciones individuales. La institución
establece que las acciones del tipo X sean realizadas por actores del tipo X. Por ejemplo, la
institución de la ley establece que las cabezas se corten de maneras específicas en circunstancias
específicas, y que las corten tipos específicos de individuos (por ejemplo, verdugos, o miembros
de una casta impura, o vírgenes de una edad determinada, o los que hayan sido designados por un
oráculo).
En principio, la institucionalización puede producirse en cualquier zona de comportamiento de
relevancia colectiva.
No puede existir ninguna parte de la institucionalización sin el conocimiento particular producido
socialmente y objetivado con referencia a esta actividad. Implica existir en un mundo social
definido y controlado por dicho cuerpo de conocimiento. Lo mismo es aplicable a cualquier área
de comportamiento institucionalizado.

Berger, Peter L., Luckmann, Tomhas (2003). La construcción social de la realidad. Buenos Aires:
Amorrortu editores, p. 74, 75, 83, 88.
La institucionalización es un proceso destinado a regular el comportamiento de la sociedad (es
decir, el comportamiento supraindividual) dentro de las organizaciones o sociedades enteras. Se
pueden distinguir al menos tres acciones en el proceso: (1) elaboración de normas o plazos, (2)
adaptación de reglas, o desarrollo de mejores prácticas, y (3) cambio de reglas, o reemplazo de
reglas antiguas por otras nuevas.
La institucionalización es una actividad humana que instala adapta y cambia las reglas y
procedimientos tanto en el ámbito social como en el político. Afecta el comportamiento interactivo
de individuos y organizaciones, así como de entidades políticas (por ejemplo, estados).
El análisis institucional ha producido varias explicaciones para el surgimiento y cambio de las
configuraciones de reglas y el comportamiento relacionado con respecto a los resultados políticos
y sociales. Los tres tipos principales de explicación pueden caracterizarse como elección racional,
asuntos culturales, y conmoción y crisis.
En la teoría de la elección racional. La institucionalización es considerada como la necesidad de
promover el bienestar general, donde las reglas de comportamiento restringen al actor a la hora de
elegir estrategias para alcanzar sus metas. Este es un enfoque bien establecido y extendido dentro
del análisis institucional y es adecuado para comprender el surgimiento de la gobernabilidad en
todas sus variaciones (de lo público a lo privado, etc.), asumiendo que las preferencias de los
actores son estables y sus intereses están revelados. de manera transparente (como, por ejemplo, se
asume bajo condiciones democráticas en relación con la competencia de los partidos).
En la explicación de temas culturales, la incorporación de los valores y las normas y su influencia
en las relaciones sociales y políticas se considera parte constitutiva del proceso de
institucionalización. En el enfoque cultural, la confianza mutua es la base para la aceptación y
justificación de la reglamentación y la perseverancia. Por ejemplo, se piensa que el proceso de
democratización depende del contexto cultural en el que operan las reglas formales vinculantes.
Este enfoque parece adecuado para comprender la variación de comportamiento de los actores
políticos bajo arreglos institucionales aparentemente similares como la democracia liberal.
De acuerdo con la teoría del shock y la crisis, las instituciones cambian como resultado de choques
exógenos e indígenas a un sistema. La adaptación de las reglas o la instalación de nuevas reglas y
procedimientos se pueden concebir como respuestas diferentes de los sistemas políticos a una crisis
(percibida). Además de un desglose, esto también puede significar adaptar el marco de referencia
existente para la resolución de problemas por parte del gobierno. Alternativamente, los choques
endógenos a menudo son vistos como fuentes de cambio institucional radical. La reorganización
de la adaptación de reglas de una entidad política y los procedimientos relacionados se considera
luego como una redistribución de los recursos de poder.
La institucionalización es un proceso complejo de reglas y procedimientos en evolución que, por
definición, es dinámico. Dado que las instituciones deben considerarse como contratos ideados por
el ser humano de actores sociales y políticos, el funcionamiento real y el desempeño relacionado
de las instituciones es propicio para los cambios en la sociedad y su modo de gobierno.

Keman, Hans (2010). “Structure of goverment”. Encyclopedia of life support sistems (EOLSS)
vol. 1, pp. 159- 195, pp. 159-162

You might also like