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Una respuesta adecuada a esta pregunta requiere partir de la premisa de que los flujos
migratorios, en tanto movimientos de personas, no representan por sí mismos un riesgo
para la seguridad ciudadana. Varios argumentos desmienten la validez de posturas que
responsabilizan a las personas migrantes del deterioro de la seguridad y promueven el
endurecimiento de las políticas y acciones en materia migratoria:
La gran mayoría de las personas migrantes no delinquen. Los registros
criminales de los países de la región son claros en este sentido.
Las estadísticas disponibles indican que las personas migrantes no presentan
una incidencia delictiva significativamente superior a la de los nacionales.
Los datos confirman que no hay relación evidente entre la presencia de
personas migrantes y mayores índices de inseguridad.
Por estas y otras razones, es claro que no es atribuible a las personas migrantes la
situación de inseguridad que existe en partes de la región y que las políticas que
restringen y criminalizan a la migración y a las personas migrantes, pretendiendo así
mejorar la seguridad ciudadana, se sustentan en una relación causa-efecto errada y
contraria a los derechos humanos. Antes bien, estas posturas generan discriminación y
exclusión y pueden servir como justificante para violaciones de los derechos de las
personas migrantes.
Es necesario entonces que desde el ámbito regional se sigan impulsando iniciativas que
combatan la criminalización y discriminación de las personas migrantes. Sólo así se
podrá cumplir uno de los mandatos derivados de la VI Cumbre de las Américas: superar
la marginación y la victimización que viven las personas migrantes y proteger sus
derechos humanos, independientemente de su situación migratoria. En este sentido, la
OIM ha contribuido al combate de los mitos y posturas que criminalizan la migración y a
las personas migrantes, realizando intervenciones preventivas de conflictos y
promoviendo una mayor integración de las personas migrantes.
Si bien existe una relación entre migración y seguridad ciudadana, ésta es indirecta y no
se da bajo todas las circunstancias. La migración puede incidir indirectamente en la
seguridad ciudadana, por ejemplo, en dos casos muy concretos:
La migración de personas que huyen de la justicia. En la medida en que estas
personas cumplen su cometido, ello puede tener un impacto en la seguridad
ciudadana al generar, en el mediano y largo plazo, impunidad.
La migración de personas cuyo propósito es delinquir en el país al que se dirigen.
Ésta incluye desde personas que pretenden cometer delitos menores, hasta
personas ligadas al crimen organizado que se desplazan para traficar armas,
municiones, drogas y migrantes; blanquear dinero; tratar personas; cometer
fraudes o actos terroristas, entre otros.
En las Américas, como en cualquier parte del mundo, la movilidad de estas personas se
da entre todos los países. El mejoramiento de las capacidades de detección en las
fronteras de personas que huyen de la justicia o pretenden delinquir, exige la cooperación
bilateral, subregional, regional e internacional, así como la generación y el uso de
información relevante y oportuna, y la coordinación interinstitucional, tal y como ha sido
señalado durante la VI Cumbre. Precisamente por ello, la OIM ha coadyuvado en la
región a restringir la movilidad de estas personas, mediante el fortalecimiento de las
capacidades de las autoridades migratorias y fronterizas, proveyendo capacitación y
herramientas técnicas y tecnológicas para detectar, por ejemplo, pasaportes y documentos
de viaje falsos y alterados, así como tratantes de personas y traficantes de migrantes.
Asimismo, la OIM trabaja en el desarrollo e instalación de sistemas tecnológicos
automatizados de registro y análisis de entradas y salidas y, a través de su trabajo en
diferentes plataformas y mecanismos regionales y subregionales promueve la generación
y el intercambio de datos e inteligencia migratoria entre los países de las Américas.
La respuesta a esta pregunta cobra especial interés hoy en día para la región,
principalmente debido al hecho de que la seguridad ciudadana tiene impactos directos en
la migración y en las personas migrantes.
La incidencia directa
¿Qué hacer con estos flujos? Para las comunidades y países de origen es necesario
mejorar la seguridad de las personas. Para los países de destino, la pregunta aguarda
respuesta. Si bien una respuesta humanitaria, que coloque en el centro a los individuos,
resulta natural en los casos de personas que han sido víctimas directas de estas bandas, en
el caso de los migrantes cuyo desplazamiento responde a un clima generalizado de
inseguridad y no a una agresión directa, la respuesta amerita mayor reflexión.
El bajo nivel de seguridad ciudadana, en algunos casos, también está determinando las
características de los flujos migratorios. La inseguridad en ciertas comunidades
fronterizas ha significado, por ejemplo, el cambio de rutas y de características de la
movilidad de las personas y violenta su derecho humano al libre tránsito. Éste es uno de
los grandes retos que enfrenta la región.
La incidencia indirecta
La OIM concentra precisamente gran parte de su labor al objetivo de coadyuvar para que
las personas migrantes vulnerables (en particular los niños, niñas y adolescentes no
acompañados, las mujeres y las víctimas de trata de personas) reciban la protección y
asistencia que requieren para garantizar sus derechos humanos. Para ello, entre otras
cosas, promueve la cooperación interinstitucional, así como binacional, subregional y
regional. Asimismo, realiza actividades de sensibilización a las autoridades, promoviendo
los derechos de personas migrantes y el establecimiento de marcos regulatorios y
mecanismos de respuesta para brindar protección y asistencia a estas personas y
eventualmente favorecer su reintegración. De igual manera promueve el empoderamiento
de las personas migrantes, incluidas aquéllas en situación migratoria irregular, para
promover la denuncia y su acceso a la justicia en caso de violaciones a sus derechos.
Asimismo trabaja en la reintegración de víctimas, facilitándoles capacitación y
oportunidades.
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