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¿Sujeto u objeto?

El artista es ese niño que juega a ser adulto.

Daniel Mejía Ramírez

Pensé quesería sumamente sencillo hacer este texto - al fin y al cabo lo más
difícil lo había hecho ya, curiosamente mi obra se complejizo de tal manera,
que todo el trabajo que no se vio, pero está presente, me exige salir a la luz y
darle un seguimiento a mi proceso de producción, porque claro todo se hace
por algo -aunque lo neguemos- actuamos de tal a cual forma por una razón,
todo lo que hagamos y no hagamos tiene una fuerte repercusión en lo que
resultara después.

Empecé con una sincera preocupación por mi pasado infantil, dada mi


fascinación con el mundo del niño y esa increíble forma de vivir cada instante,
como si fuera la primera vez que está en el mundo, lleno de curiosidad y de
dudas, el niño exige que se le instruya en el mundo, con preguntas tan simples
que nosotros nos dejamos de hacer, el ¿Qué es esto y para qué sirve? Son
preguntas constantes en el niño. Diría que el niño es el mejor investigador del
mundo, esa visión primigenia y plasticidad que fascino a Rousseau, forman
parte de un interesante aprendizaje empírico-fenomenológico del niño, el toca,
huele, escucha, degusta y ve, no viendo los sentidos como algo separado, sino
como la totalidad de lo que constituye nuestra percepción.

Para comprender ese estado perfecto del niño y, que es lo que pasa después
que termina esa etapa, decidí asumir el papel del niño, regresando a mi
pasado, desempolvando todos los objetos que corresponden a ese periodo,
en resumidas cuentas hice una máquina del tiempo. Esto desemboco en mi
primera idea del proyecto. En la que salgo a lugares cotidianos y empiezo a
crear escenas fantásticas de personajes de otro tiempo y otro espacio, escenas
que vistas por los espectadores externos parecerán las acciones de un joven
adulto loco de remate, jugando con juguetes de niños en espacios públicos,
que ahora que lo pienso es muy cómico. Pero claro yo estaba tan inmerso en el
papel del niño que no me preocupaban esos pequeños detalles. Como
tampoco a Alexander Calder le importo el que dirían de un viejo jugando con
juguetes de alambre, él se divertía haciéndolo y eso se notaba.

En este pequeño ejercicio descubrí la pequeñez y la totalidad del espacio, ya


que al alejarme de estas escenas, ellas se perdían ante la grandeza de todo a
su alrededor, y justamente sentí la totalidad del mundo abrumando mi ser,
haciendo más evidente mi pequeñez ante él,- cosa que hice presente en la
obra ecosistema infantil, que tratare en un momento.
Posteriormente decidí hacer un registro obsesivo en el intento de descubrir,
que es lo que hace tan especial, al juguete o a los objetos pertenecientes a
esta etapa – ¿es necesario que se le diga al niño que eso y no aquello es un
juguete? O ¿el transforma todo lo que toca, como la leyenda del rey midas en
oro? ¿Cualquier objeto puede ser un juguete para él?

Estas reflexiones desembocaron en la obra ecosistema infantil en la que se


presentando el espacio íntimo del niño, que curiosamente juega a ser adulto,
con su pequeña computadora de juguete, su enorme teléfono y su libreta con el
registro de todos los juguetes, detonaban en el espectador cierta extrañeza y
alegría por recuerdos similares con juguetes que le resultaban conocidos, esta
obra invitaba a interactuar al espectador, pero curiosamente ellos se
conformaban con mirar los objetos, parecía que jugar y divertirse con ellos
como lo hacían antes estuviera prohibido, o que alguien o algo les decía que
esa etapa había terminado y tenían prohibido divertirse como lo hacían
entonces

Compaginado con esto descubrí la obra del pintor uruguayo Ignacio Iturria, el
cual pinta fantásticas escenas de juguetes, o pequeños soldaditos como él
dice, mostrando esa actividad del niño interactuando con sus juguetes, que me
revelo a muchos artistas más que trabajan con el juguete o la infancia, -y valla
que la infancia es digna de estudio- ya sea desde los juguetes de madera de
Torres García o las marionetas de Klee hasta los juguetes de los
constructivistas, hay una reflexión exhaustiva entorno del juguete y la infancia

Lo que hace que me empiece a cuestionar sobre la importancia del juguete en


la niñez y como marca el desarrollo del niño.

Con todo esto empecé a desarrollar un concepto que será de suma importancia
en mi producción ``juguete``. El cual lo defino como el contenedor del mundo
del niño, de todos sus sueños, sus fantasías, vivencias y experiencias, un
objeto cargado de significado y el cual es abandonado.

Proseguí con la propuesta de la perdida de esos juguetes, a través de carteles


de Desaparecido, representando no la perdida de esos juguetes si no la
perdida de lo que hay detrás de él juguete, pero lamentablemente caían en la
obviedad y en lo ilustrativo

Fue así como descubrí mediante la interacción con los juguetes y el constante
reflexionar en torno a la pila de juguetes amontonados, que el niño no solo
tiene juguetes, si no que tiene ``el juguete`` un compañero fiel, protagonista de
sus más increíbles y maravillosas aventuras. Así depure mi objeto de estudio
para centrarme solo en ese juguete tan especial para mí que abandone al
crecer, el vínculo tan grande que se construyó entre nosotros hace muy potente
lo que hice con el, en mi intento de descubrir que hace tan especial al juguete
de un niño inicie la despresa de un descuartizador, buscando esa esencia del
juguete – por no decir alma- y descubrí que curiosamente la pintura al igual
que el juguete había sido abandona por mi parte y no solo yo sino muchos
abandonan ese mundo mágico quedando solo el recuerdo de lo maravilloso
que había sido antes.

Este constante hacer, reflexionar e investigar origino mi pieza final y el breve


texto presentado en la exposición colectiva ``vislumbraciones``.

¿Sujeto u objeto?

Como menciona la Real Academia española un juguete es; ``una Persona o


cosa dominada por alguna fuerza externa o por alguien que la mueve y maneja
a su antojo``. Con esta definición podríamos decir fácilmente que el juguete
puede ser una persona y una persona puede ser un juguete. En tal caso el
juguete que se presenta en esta obra sería el sujeto abandonado y destruido y
no solo un objeto abandonado y destruido. Pero dado el carácter de este esté
juguete sabemos que es solo un simple objeto inanimado, que necesita de una
persona para manipularlo. ¿Pero será solo eso?

Si reflexionamos un poco sobre el juguete diremos, que es un objeto


manipulado por el niño para complacer su imaginación, creando escenarios
fantásticos y maravillosas historias alrededor del juguete, pero en este punto es
importante poner énfasis en que el niño elije un juguete determinado para que
sea el protagonista de sus historias, ese y no otro juguete será su
``compañero`` en las más sorprendes aventuras durante toda su vida –o por lo
menos hasta que termine su infancia-.

Este juguete al terminar la infancia es abandonado puesto en cajas o en


repisas –en la mejor de las suertes- y pasa a ser una reliquia, un objeto
cargado de significado. El juguete es el espectador del más puro aprendizaje
en todos los seres humanos, ese ver para después probar y metérselo a la
boca y descubrir que efectivamente no se come, es un bello ejemplo de como
el niño investiga con sus sentidos, el necesita sentir para aprender, y que más
bella forma de aprender que jugando, curioso parecido con los artistas, ya
decía Picasso ``Cada niño es un Artista el problema es cómo seguir siendo
artista una vez que crezca``.

El juguete se vuelve de tal suerte en el contenedor de toda la imaginación


desbordante del niño, de todos sus sueños y fantasías, de un mundo sensitivo
perfecto para generar conocimiento, un mundo en el que no hay límites, el niño,
solamente lo hace.

Entonces al saber esto el juguete es ¿un sujeto o un objeto?, ¿Qué es lo que


se abandona en realidad?, ¿Un sujeto, un objeto, o algo más? ¿Sera acaso
que abandonamos el juguete para aceptar nuestro estado de juguetes?
Conclusiones

Tener el objeto terminado me hace sentir muy complacido, no solo por el


resultado si no por todo el proceso que desembocó en esta pieza haciéndola
muy potente.

Pero curiosamente en vez de contestar preguntas esta obra hace más


preguntas, y genera nuevas líneas de investigación.

Entre ellas y abordando la definición De la Real Academia española, el estado


de juguete está presente en todas las persona ya que como dice un gran
maestro de esta facultad, el artista es ese ser que moldea su pensamiento,
pero cuando alguien más moldea nuestro pensamiento nos convertimos en
materia, en objetos.

¿Y quien es este poder externo que manipula nuestro pensamiento?

¿Quién es el que le quita al niño aquello que lo hace tan especial?

Es así como como delimito más aun mi objeto de estudio, para centrarme en la
primera infancia que va de 1 a los 5 años edad a la que aun el niño no va a la
escuela.
Como se menciona en un ensayo La infancia desde la visión de Walter B. no
puede ser vista al modo de un estado por superar. Verla así implica la
complicidad con la idea burguesa del progreso, o sea la concepción de que una
etapa cronológica supera y borra la otra.

(Ideas que se están gestando en este momento)

La escuela en vez de fomentar y avivar eso que hace tan especial al niño lo
suprime y lo mata, presamente porque al niño se le enseña como si fuera un
adulto pequeño

¿La institución educa o adiestra?

Ser niño no es una etapa de ser, sino fundamentalmente un estado de ser, una
manera de ser, una actitud de ser.

Este proyecto fue el detonante de una larga cadena de prueba y error, sin la
cual estoy seguro no habría llegado a descubrir lo que quiero hacer después de
esto.
Bibliografía

Walter Benjamin. Escritos. La literatura infantil, los niños y los jóvenes. P 106.
Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires. 1989.

Lev S. Vigotsky. El desarrollo de los procesos psicológicos superiores P.224.


Editorial Crítica. Barcelona. 1978.

MORS – BUSCK Susan. “Dialéctica de la mirada. Walter Benjamín y el


proyecto de los pasajes” P 289 – 290. Visor Madrid. 1995.

Jean Jacques Rousseau, Emilio, o De la educación. Alianza, Madrid. 1998

MAURICE MERLEAU-PONT, Fenomenología de la percepción, Alianza


PLANETA-AGOSTINI 1994

http://elpais.com/diario/2011/01/01/babelia/1293844358_850215.html

http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/119683/1/EB21_N174_P73-75.pdf

Referentes Artísticos

Alexander Calder

Joan Miro

Ignacio Iturria

Picasso

Torres García

Constructivistas

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