Professional Documents
Culture Documents
al imputado que ha sido absuelto -en primera instancia-, ha sido proscrita por la reiterada y
uniforme jurisprudencia penal. Por tanto, el Ministerio Público pretende el imposible jurídico de
condenar al absuelto, no teniendo sustento legal la variación de facto de la pretensión
impugnatoria de revocatoria a nulidad, sustentada intempestivamente en la misma audiencia
de apelación de sentencia por el Fiscal Superior y que supone una fundamentación fáctica y
jurídica distinta entre la una y la otra como ha sido precisado en el Acuerdo N° 5-2017-SPS-
CSJLL, lo cual vulnera los principios de congruencia procesal, preclusión e igualdad, al haberse
admitido durante todo el tramite recursal únicamente la pretensión de revocatoria.
SENTENCIA DE APELACIÓN
RESOLUCIÓN NÚMERO QUINCE
Trujillo, doce de septiembre del dos mil dieciocho.-
• Imputado: José Armando Chiroque Montalván
• Delito: Abuso de autoridad
• Agraviado: Federico Agustín Amaya García
• Procedencia: Cuarto Juzgado Penal Unipersonal de Trujillo
• Impugnante: Tercera Fiscalía Provincial Corporativa de Trujillo
• Materia: Apelación de sentencia absolutoria
• Especialista: Luis Mendoza Rojas
VISTOS: El recurso de apelación interpuesto por la Fiscal Martha Gemaly Rosales Echevarria de
la Tercera Fiscalía Provincial Corporativa de Trujillo, contra la sentencia absolutoria contenida
en la resolución número ocho del treinta de enero del dos mil dieciocho, emitida por el Juez
Dyran Jorge Linares Rebaza del Cuarto Juzgado Penal Unipersonal de Trujillo. La audiencia de
apelación se realizó el veintinueve de agosto del dos mil dieciocho, en la sala de audiencias de
la Tercera Sala Penal Superior de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, con la presencia de
los Jueces Superiores Titulares Walter Cotrina Miñano, Carlos Merino Salazar y Giammpol
Taboada Pilco (Director de Debates); el Fiscal Superior Fernando Carrasco Landeras; el Defensor
Público del imputado Ricardo Córdova Flores, sin la concurrencia del imputado José Armando
Chiroque Montalván.
Interviene como ponente el Juez Superior Giammpol Taboada Pilco.
ANTECEDENTES:
Acusación
1. Con fecha cuatro de julio del dos mil dieciséis, la Fiscal Martha Gemaly Rosales
Echevarria de la Tercera Fiscalía Provincial Corporativa de Trujillo, formuló acusación
contra el imputado José Armando Chiroque Montalván como autor del delito contra la
administración pública en la modalidad de abuso de autoridad, tipificado en el artículo
376 del Código Penal, en agravio de Federico Agustín Amaya García.
2. El hecho punible consiste en que el día seis de abril del dos mil quince a las cinco horas
con quince minutos, en circunstancias que el agraviado Federico Agustín Amaya García
se encontraba realizando el servicio de taxi por el mercado La Hermelinda, ubicado en
la avenida Federico Villarreal de la ciudad de Trujillo, departamento La Libertad, en el
momento que uno de los pasajeros bajaba de su taxi, se le acercó el imputado José
Armando Chiroque Montalván vestido con el uniforme de policía nacional indicándole
que avanzara, ante lo cual el agraviado le contestó que avanzaría después que el
pasajero baje, reiterándole la orden el imputado, ante lo cual nuevamente el agraviado
le respondió diciéndole que esperara un momentito que ya terminaban de bajar sus
pasajeros, lo que originó que el imputado le gritará y dijera palabras soeces (“hijo de
puta”, ente otros), procediendo el agraviado a avanzar, pero luego dio la vuelta,
estacionando su vehículo en la misma avenida Villarreal, bajando del mismo con el fin
de identificar al policía, observando el membrete con el nombre “Chiroque”, quien
reaccionó sujetándolo del cuello y lo maltrató físicamente por diferentes partes del
cuerpo con puñetes y lapos, y lo llevó a su vehículo, haciéndolo ingresar en el mismo y
tiró la puerta, originando que se golpeara la ceja con el filo de la puerta, exigiéndole que
le entregara los documentos del vehículo, para luego jalarle el bolsillo de la camisa
donde tenía el carnet familiar en que aparece que es padre del SO PNP Amaya Arteaga
Avelardo Ademir, ante lo cual el imputado le dijo “así fuera el padre del presidente no
le tiene miedo a nadie”, el agraviado arrancó dejando al imputado en posesión de su
carnet familiar y se comunicó con su hijo comentándole lo sucedido, ante lo cual su hijo
se dirigió al Escuadrón Nor Este en Florencia de Mora, conversando con un Mayor PNP
(no identificado), quien le dijo que denunciara al imputado ante Inspectoría de la PNP
porque ya registraba muchas quejas, luego al llegar el imputado le hizo entrega del
carnet familiar al hijo del agraviado.
4. Con fecha doce de febrero del dos mil dieciocho, la Fiscal Martha Gemaly Rosales
Echevarría de la Tercera Fiscalía Provincial Corporativa de Trujillo, presentó recurso de
apelación contra la sentencia absolutoria, solicitando que se revoque la resolución
impugnada y reformándola se condene al imputado José Armando Chiroque Montalván,
argumentando como agravio la existencia de una motivación aparente en la valoración
conjunta de la actividad probatoria al constar sólo de seis párrafos (una sola hoja); no
habiendo valorado correctamente la sindicación incriminatoria del testigo-agraviado,
corroborado con la declaración testimonial de su hijo Amaya Arteaga Avelardo Ademir,
ni tampoco ha valorado la apropiación arbitraria del carnet familiar y el record de faltas
y sanciones del acusado como miembro de la PNP.
5. Con fecha nueve de marzo del dos mil dieciocho, mediante resolución número nueve,
el Cuarto Juzgado Penal Unipersonal de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, concedió el recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público y elevó
los actuados al Superior en grado. Luego, con fecha diez de abril del dos mil dieciocho,
la Tercera Sala Penal Superior de La Libertad corrió traslado del recurso de apelación
por el plazo de cinco días a los demás sujetos procesales, sin que hayan procedido a
absolverlo. Asimismo, con fecha tres de mayo del dos mil dieciocho, se admitió el
recurso de apelación de sentencia, no se ofrecieron nuevos medios
probatorios. Finalmente, con fecha veintinueve de agosto del dos mil dieciocho, se
realizó la audiencia de apelación, habiéndose programado para el día doce de
septiembre del dos mil dieciocho la expedición y lectura de sentencia.
CONSIDERANDOS
6. Las reglas que delimitan las facultades de la Sala Penal Superior para resolver el recurso
de apelación de sentencias son las referidas a la pretensión impugnatoria y a la
valoración probatoria. En tal sentido, el artículo 419.1 del Código Procesal Penal precisa
que la apelación atribuye a la Sala Penal Superior, dentro de los límites de la pretensión
impugnatoria, examinar la resolución recurrida tanto en la declaración de hechos
cuanto en la aplicación del derecho. En el mismo sentido, el artículo 409.1 del Código
Procesal Penal reafirma que la impugnación confiere al Tribunal competencia solamente
para resolver la materia impugnada, así como para declarar la nulidad en caso de
nulidades absolutas o sustanciales no advertidas por el impugnante.
8. De otro lado, el artículo 425.2 del Código Procesal Penal prescribe que la Sala Penal
Superior sólo valorará independientemente la prueba actuada en la audiencia de
apelación, y las pruebas pericial, documental, preconstituida y anticipada. La Sala Penal
Superior no puede otorgar diferente valor probatorio a la prueba personal que fue
objeto de inmediación por el Juez de primera instancia, salvo que su valor probatorio
sea cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia.
11. El recurrente ha señalado que el análisis jurisdiccional absolutorio tiene sólo seis
párrafos (una sola hoja); no habiendo valorado correctamente la sindicación
incriminatoria del testigo-agraviado, corroborado con el certificado médico legal
005466-L de seis de abril del dos mil quince practicado al agraviado, que ha acreditado
la existencia de lesión de origen contuso en canto externo de la ceja izquierda que ha
requerido de un día de atención facultativa y dos días de incapacidad médico legal, así
como la declaración testimonial de Amaya Arteaga Avelardo Ademir (hijo del agraviado)
sobre la apropiación arbitraria del carné del agraviado por el imputado, por último
tampoco se ha tenido en cuenta el récord de faltas y sanciones del imputado como
miembro de la PNP, por tanto, el fiscal recurrente concluye que debe revocarse la
sentencia absolutoria y condenarse al acusado en segunda instancia.
12. La pretensión impugnatoria del Ministerio Publico de condenar -en segunda instancia-
al imputado que ha sido absuelto -en primera instancia-, ha sido proscrita por la
reiterada y uniforme jurisprudencia penal (ver: Casación 454-2014-Arequipa, de veinte
de octubre del dos mil quince; Casación 194-2014-Ancash, de veintisiete de mayo del
dos mil quince y Casación 280-2013-Cajamarca, de trece de noviembre del dos mil
catorce, entre otras). Por tanto, el Ministerio Público pretende el imposible jurídico de
condenar al absuelto, no teniendo sustento legal la variación de facto de la pretensión
impugnatoria de revocatoria a nulidad, sustentada intempestivamente en la misma
audiencia de apelación de sentencia por el Fiscal Superior y que supone una
fundamentación fáctica y jurídica distinta entre la una y la otra como ha sido precisado
en el Acuerdo N° 5-2017-SPS-CSJLL, lo cual vulnera los principios de congruencia
procesal, preclusión e igualdad, al haberse admitido durante todo el tramite recursal
únicamente la pretensión de revocatoria.
13. El Acuerdo N° 5-2017-SPS-CSJLL, de dos de agosto del dos mil diecisiete, adoptado por
los Jueces Titulares de las Salas Penales Superiores de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, ha precisado que los recursos impugnatorios sólo serán admitidos por los
jueces de primera y segunda instancia mediante auto motivado, si contienen en forma
expresa, clara y precisa los requisitos mínimos legales, entre ellos, la pretensión
impugnatoria: pedir la revocatoria o nulidad de la resolución. Pueden ser propuestos en
forma de disyunción (o) o en forma de conjunción (y/o). Si la pretensión impugnatoria
es de revocatoria y/o nulidad (conjunción), deben ser fundamentadas en forma
separada. En el caso de autos, como se verifica claramente del recurso de apelación
escrito interpuesto por el Ministerio Público, la pretensión impugnatoria versa
exclusivamente sobre la revocatoria de la sentencia absolutoria y la condena del
imputado en segunda instancia, lo cual como se ha anotado se encuentra vedado en la
jurisprudencia penal vinculante.
19. Conforme al artículo VII del Título Preliminar del Código Penal, la pena requiere de la
responsabilidad penal del autor. Al respecto, cabe precisar que el principio de
culpabilidad es uno de los pilares sobre los que descansa el Derecho Penal.
Concretamente constituye la justificación de la imposición de penas dentro del modelo
de represión que da sentido a nuestra legislación en materia penal y,
consecuentemente, a la política de persecución criminal, en el marco del Estado
constitucional. El principio de culpabilidad brinda la justificación de la imposición de
penas cuando la realización de delitos sea reprobable a quien los cometió. La
reprobabilidad del delito es un requisito para poder atribuir a alguien la responsabilidad
penal de las consecuencias que el delito o la conducta dañosa ha generado [Sentencia
recaída en el Expediente Nº 3-2005-PI/TC, de tres de agosto del dos mil seis,
fundamento jurídico 53].
20. El testigo Avelardo Ademir Amaya Arteaga (hijo del agraviado) no estuvo presente en el
momento en que el imputado supuestamente insultó y golpeó al agraviado en la vía
pública. El testigo ha referido en juicio que tomó conocimiento del hecho punible
descrito en la acusación por versión del agraviado, quien le contó sobre lo sucedió con
el imputado a través de una llamada telefónica. De otro lado, el testigo ha manifestado
que posteriormente a la llamada telefónica se dirigió al local del Escuadrón Nor Este de
la Policía Nacional en el distrito de Florencia de Mora, logrando que el imputado le
devuelva el carné de su padre; empero, no se ha actuado en juicio ninguna prueba que
corrobore la presencia del testigo en dicho local policial, tampoco que haya conversado
con el imputado y menos que éste le haya devuelto el carné de su padre; es más ni
siquiera se ha acreditado la preexistencia del susodicho carné.
23. Por lo expuesto, deberá confirmarse la sentencia absolutoria, al haber el Juez a quo
valorado y concluido que en la sindicación incriminatoria del testigo-agraviado Federico
Amaya García, no concurren las garantías de verosimilitud y persistencia como lo exige
el Acuerdo Plenario Nº 2-2005/CJ-116; en otras palabras, la valoración de la prueba
personal no ha infringido las reglas de la lógica, la ciencia o las máximas de experiencia,
cumpliéndose de ésta manera el deber de motivación de las resoluciones judiciales
reconocido en el artículo 139.5 de la Constitución, no verificándose en el presente caso
ninguna causal de nulidad de la sentencia y/o del juicio que amerite su declaratoria de
oficio. En tal sentido, no se ha acreditado más allá de toda duda razonable la
responsabilidad penal del imputado en el delito de abuso de autoridad, manteniéndose
incólume la presunción de inocencia por insuficiencia probatoria como lo prevé los
artículos II.1 y 398.1 del Código Procesal Penal.
24. Finalmente, conforme al artículo 499.1 del Código Procesal Penal no corresponde fijar
costas al recurrente, al estar exento de pago el Ministerio Público.
DECISIÓN
S.S.
COTRINA MIÑANO
MERINO SALAZAR
TABOADA PILCO