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Universidad abierta para adultos

Facultad
Ciencias políticas y jurídicas

Participantes
Omar cabrera reyes

Cristal Paola Almonte Villar

Matriculas
16-1599

16-0803

Facilitadora
Rosanna Salas

Materia
Derecho comercial 1

Tema
Analizar la LEY 126-02, SOBRE COMERCIO ELECTRONICO, DOCUMENTOS Y
FIRMAS DIGITALES.

Fecha
07/10/218
Trabajo final

Analizar la LEY 126-02, SOBRE COMERCIO


ELECTRONICO, DOCUMENTOS Y FIRMAS DIGITALES
Introducción

Las firmas digitales en la República Dominicana están regulados por la Ley No.
126-02 de Comercio Electrónico, Documentos y Firmas Digitales, promulgada en
fecha 4 de Septiembre del 2002, por el Decreto 335-03 sobre su Reglamento de
Aplicación y por las Normas Complementarias, dictadas por el Instituto
Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL) en el ejercicio de las
atribuciones que le confiere la Ley. La promulgación de la Ley No.126-02,
constituye un hito significativo para la inserción de la República Dominicana en la
sociedad de la información, como agente de competitividad del sector productivo,
de modernización de las instituciones públicas y de socialización de la información
a través del acceso universal a los servicios de telecomunicaciones que
intervienen en estos intercambios, como la telefonía e Internet. La Ley 126-02 está
basada en la Leyes Modelos de Comercio Electrónico y Firmas Digitales,
aprobadas por la Comisión Documentos digitales o mensajes de datos o de
cualquier otro medio similar”. En relación con la aplicación de gobierno electrónico,
señala que en toda interacción con entidad pública que requiera de documento
firmado, este requisito se podrá satisfacer con uno o más documentos digitales o
mensajes de datos que sean firmados digitalmente, conforme a los requerimientos
contenidos en la ley y las normas complementarias.
Antecedentes

La 126-02 “Ley Modelo sobre Comercio Electrónico”, elaborado en doce artículos


por la comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional
(CNUDMI), que desde 1986 se ha dedicado a estudiar y proponer soluciones
técnicas y jurídicas a algunos aspectos legales derivados del comercio electrónico
como son los documentos electrónicos y las firmas electrónicas digitales.

La dicha ley fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas
mediante Resolución 51/162 del 16 de diciembre de 1996 y, al mismo tiempo,
recomendaban que los países reconozcan legalmente la validez jurídica y fuerza
obligatoria de las firmas electrónicas y de los documentos electrónicos, así como
su incorporación a los ordenamientos internos de los países miembros.
La Firma Digital

Según la definición legal, se entenderá por Firma Digital, “un valor numérico que
se adhiere a un mensaje de datos y que, utilizando un procedimiento matemático
conocido, vinculado a la clave del iniciador y al texto del mensaje, permite
determinar que este valor se ha obtenido exclusivamente con la clave del iniciador
y el texto del mensaje, y que el mensaje inicial no ha sido modificado después de
efectuada la trasmisión”.

En lenguaje meno técnico, una firma digital es un conjunto de datos asociados a


un mensaje que permite asegurar la identidad del firmante y la integridad del
mensaje. La firma digital no implica que el mensaje este encriptado, sino que, este
no pueda ser leído por otras personas sino que, al igual que cuando se firma un
documento holográficamente puede ser visto por otras personas.

La firma digital brinda un mecanismo de seguridad que permite determinar


irrefutablemente el autor de un documento y la integridad del mismo, o sea si fue o
no alterado ese documento desde que se firmó.

Características

El uso de una firma digital tendrá la misma fuerza y efectos que el uso de una
firma manuscrita, si es única a la persona que la usa y está bajo su control
exclusivo, si es susceptible de ser verificada y está ligada a la información,
documento digital o mensaje al que está asociada, de tal manera que si estos son
cambiados, la firma digital es invalida; y, por último, si está conforme a las
reglamentaciones adoptadas por el Poder Ejecutivo.

Documento notarial y documento digital.

El documento electrónico digital introduce un importante elemento en la tradicional


cultura notarial aposentada en el notariado del tipo latino. Desde el punto de vista
formal, un marco jurídico para la firma electrónica no afectara al régimen jurídico
de otras formalidades no contractuales que precisen firma, sin embargo, el
concepto de documento hasta ahora conocido está experimentando grandes
cambios para dar así cabida al documento digital o electrónico.

Usualmente el documento realizado por notario ha sido entendido como la


escrituración, a mano con tinta indeleble o a máquina en el anverso y reverso de la
hoja de papel, que realiza un oficial público de lo que oye o ve, a requerimiento de
una parte que desea. De esa forma se conserva memoria fehaciente, con
indicación de día, hora y lugar en que el funcionario ha aceptado por sus sentidos,
de manera inmediata, una declaración, un hecho o la suscripción en su presencia
de un documento escrito de un compareciente.

En su elaboración, el documento notarial establece una relación directa entre el


funcionario, el hecho recogido y la presencia de personas que actúan como
declarante o testigos. La compulsa o copia de su protocolo se basta por sí sola, no
requiriendo de la intervención de ningún órgano administrativo que lo certifique a
su vez.

Valor probatorio del documento digital

La ley manda a que los documentos digitales sean admitidos como medio de
prueba con la misma fuerza probatoria otorgada a los actos bajo firma privada en
el código civil y en el código de procedimiento civil, por lo que, en las actuaciones
administrativas o judiciales, no debe negarse eficacia, validez o fuerza obligatoria
y probatoria a ningún tipo de información, por el solo hecho de que se trate de un
documento digital o un mensaje de datos o en razón de no haber sido presentado
en su forma original.

Adicionalmente, la ley No. 126-02 instituye en su artículo 4, que. No se negaran


efectos jurídicos, validez o fuerza obligatoria a todo tipo de información por la solo
razón de que este en forma de documento digital o mensaje de datos, y el artículo
10 establece que para valorar probatoriamente un documento digital o un mensaje
de datos, se tendrá presente la confiabilidad de la forma en que se haya generado,
archivado o comunicado el documento digital o mensaje, la confiabilidad de la
forma en que se haya conservado la integridad de la información, la forma en la
que se identifique a su creador y cualquier otro factor pertinente.

Según el legislador, la fuerza probatoria del documento digital reside en la


confiabilidad del medio técnico que permite certeza sobre su creación, transmisión
y archivo y la jurisprudencia ha reconocido que la presentación de simple datos
bajo firma privada establecen un principio de prueba por escrito, siempre y cuando
el mismo emane “de aquel contra quien se hace la demanda, estos es, debe ser la
expresión de la voluntad consciente, la obra intelectual de aquel a quien se le
opone”.
La conservación del documento digital y del documento
notarial.

Los artículos 11 y 12 de la ley 126-02 permiten la conservación de documentos


digitales y mensajes de datos a través de terceros, siempre y cuando se cumplan
las condiciones siguientes: Que la información que contenga sea accesible para
su posterior consulta, que los documentos digitales o mensajes de datos sean
conservados en el formato en que se hayan generado, enviado o recibido, en
algún formato que permita demostrar que produce con exactitud la información
originalmente generada, enviada o recibida. En el caso del mensaje de datos que
se conserven, de haber alguna, toda información que permita determinar el origen,
el destino, la fecha y la hora en que fue enviado o recibido el mensaje, y en el
caso de documento digital que se conserve para efectos legales, toda información
que permitan determinar la fecha y hora en que el documento digital fue entregado
para su conservación, la persona o personas que crearon el documento, la
persona que entrego el documento y la persona receptora del mismo para
conservación.

El párrafo del artículo 11, aclara que es necesaria la conservación de “información


asociada con un mensaje de datos que constituya prueba de su transmisión desde
su origen hasta su destino, incluyendo pero no limitando al enrutamiento del
mensaje dentro de la red de datos respectiva, su número secuencial único y las
fechas y horas exactas de recepción y retransmisión e identificadores universales
de cada servidor o modo de comunicaciones que esté involucrado en la trasmisión
original del mensaje”.

Para los notarios, el artículo 33 de la ley No. 301 establece que estos están
obligados a conservar los originales de las actas auténticas que escrituren y deben
tener un protocolo de las mismas.

La certificación notarial de firmas digitales.

La jurisprudencia nacional otorga a la firma tanto valor que ella es requisito


esencial en las escrituras públicas y en actos bajo firma privada. Sin firma no hay
instrumento, ni público ni privado, porque estamos frente a un requisito esencial,
sin el cual, como hemos estudiado, no hay documento.
En ese mismo sentido, para que las firmas estampadas en un documento bajo
firma privada sean oponibles las mismas deben ser autenticadas por su notario. Ya
que sabemos que es posible que un notario pueda válidamente certificar una firma
digital. De acuerdo a lo expuesto revisamos el artículo 6 de la ley 126-02, que
establece en su primera parte que en los casos que alguna norma exija la
presencia de una firma o establezca cierta consecuencias en ausencia de la
misma, se entenderá satisfecho dicho requerimiento en relación con un
documento digital o un mensaje de datos, si este ha sido firmado digitalmente y la
firma digital cumple con los requisitos de validez establecidos en la presente ley.

La certificación de las firmas manuscritas estas dentro de la competencia material


de los notarios, por tanto, es obvio que un notario, en ejercicio de tal competencia,
pueda válidamente certificar una firma digital. Además la parte in-fine del artículo 1
de la ley No. 301, sobre notariado, sostiene que los notarios tendrán facultad “para
legalizar las firmas o las huellas digitales de las partes, en la forma establecida en
la presente ley”.

Concretamente, al regular la legalización de firma, el artículo 56 de la citada ley


301, establece que. Los notarios tendrán facultades para dar carácter de
autenticidad a las firmas estampadas por los otorgantes de un acto bajo firma
privada. El notario dará carácter de autenticidad a dichas firmas sea declarando
haber visto poner las mismas voluntariamente, sea dando constancia de la
declaración jurada de aquella persona cuya firma legaliza, de que la misma es
suya y que fue puesta voluntariamente en la fecha indicada en el acto.

Ya que hemos demostrado que, en principio, un notario podría válidamente


certificar una firma digital puesta en su presencia ahora veremos de qué manera
podría hacerlo.

La firma digital debe estar puesta en un documento electrónico o digital, el que,


según el artículo 2, letra b, de la ley No, 126-02, se define como. La información
codificada en forma digital sobre un soporte lógico o físico, en la cual se unen
método electrónico, fotolitográfico, óptico o similar que se constituyen en
representación de actos, hechos o datos jurídicamente relevantes,
consecuentemente, la certificación notarial de firmas debería ser utilizada en
soporte digital, de manera tal de poder ir unida al documento en el que ha sido
puesta la firma.
Validación administrativa o certificación

En lo expuesto anteriormente, conocimos algunas definiciones doctrinarias y


legales de lo que conceptualmente debe entenderse por firma, coincidiendo de
manera general, que se trata de un trazo grafico realizando de puño y mano por
una persona natural en un soporte físico cualquiera papel, cartón, pergamino, etc.
Validando con ello el contenido de lo expresado en el documento.

En el artículo 32, el legislador definió como firma digital segura como aquella que
puede ser verificada de conformidad con un sistema de procedimiento de
seguridad que cumpla con los lineamientos trazados por la primera ley y por su
reglamento, mientras que, la firma estampada por notario, de acuerdo al artículo
56 de la ley 301 del notario, tiene carácter de autenticidad. La jurisprudencia
dominicana había ratificado el carácter de acto autentico a todo acto cuyas firmas
fueran legalizadas por el notario.

Considerando que, por su propia naturaleza, el documento digital puede ser


alterado y reimpreso con relativa facilidad se requiere de una validación
administrativa mediante la intervención de agentes autorizados que los certifiquen.

Esos agentes autorizados, en la óptica conceptual acostumbrada de los


documentos escritos, son los notarios, pero en los documentos digitales hay que
acudir ante una entidad de certificación, que, según define la ley en el literal k) del
artículo 2, es una “ institución o personas jurídica que, autorizada a la presente ley,
está facultada para emitir certificados en relación con las firmas digitales de las
personas, ofrecer y facilitar los servicios de registro y estampado cronológico de la
transmisión y recepción de mensajes de datos, así como cumplir otras funciones
relativas a las comunicaciones basada en las firmas digitales”.

A esa validación con potencial probatorias, el legislador le denomina “Certificado”,


y lo define, en el artículo 2, literal I), como “el documento digital emitido y firmado
digitalmente por una entidad de certificación, que identifica unívocamente a un
suscriptor durante el periodo de vigencia del certificado, y es que se constituye en
prueba de que dicho suscriptor es fuente u originador del contenido de un
documento digital o mensaje de datos que incorpore su certificado asociado”.

Así es que, el documento notarial sustenta su fidelidad sobre la base del registro
protocolar que el notario debe dar a los actos que realiza, documentos que, de
acuerdo a la ley, debe numerar y foliar el libro índice que debe llenar y registrar
anualmente por ante el Presidente del Tribunal de Primera Instancia del Distrito
Judicial a que pertenezca, libre de cualquier tipo de pago impositivo.

Diferencia entre el valor jurídico de la certificación


digital y la certificación notarial.

En relación con los “certificados” dados por proveedores de servicios de firma


electrónica, el artículo 6.1 del Decreto No 335-03, del 8 de abril del 2003 que
aprueba la reglamentación de la ley No. 126-02, instaura que:
“Los certificados y demás servicios de certificación prestada por los proveedores
de servicios de Firma Electrónica no tienen el valor jurídico que la ley otorga a la
firma digital, esta circunstancia deberá constar en la información que suministren
sobre sus servicios tanto en forma expresa como en formato digital, en el sitio de
Internet de que dispongan y en general, en toda comunicación vinculada a la
mismos”.

Sin embargo, el acto notarial, como acto autentico, “hace plena fe respecto a la
convención que contiene entre las partes contratantes y sus herederos o
causahabientes”, de acuerdo por lo dispuesto por el artículo 1319 del código civil.

Esta evidente diferencia de la calidad probatoria del documento autentico y del


documento digital tendrá su impacto eventual en cuanto a los incidentes relativos a
la prueba en caso de Litis.

Así, el documento digital, como acto bajo firma privada, pudiera ser objeto del
procedimiento de verificación de escritura previsto en los artículos 195 y siguientes
del código del procedimiento civil. Y, aunque el texto de la ley No 126-02 no hable
expresamente de esta situación, es razonable considerar, haciendo una aplicación
extensiva del artículo 195 del código de procedimiento civil que, en caso de
demandados que nieguen la firma digital que se le atribuye o declaren no
reconocer la que se atribuye a un tercero, la verificación se hará mediante las
Entidades de Certificación establecidas en el marco de la novedosa Ley sobre el
Comercio Electrónico, Documentos y Firmas Digitales.

Por su pare como ya hemos explicado, los efectos del acto notarial solo pueden
ser atacados y suspendidos provisional o definitivamente en caso de falso
principal, cuando exista acusación principal, o en caso de inscripción en falsedad
hecha incidentalmente, si el juez lo considera apropiado, de acuerdo al efecto
combinado de los artículos 1319 del código civil y 214 y siguientes del código de
procedimiento civil.

Notario como testigo electrónico

Como una forma de encajar el escribano tradicional en el mundo de la informática


contractual, algunos notarialitas han propuesto que el notario actúe en la
contratación electrónica de manera de testigo virtual o electrónica, o sea, como
una persona en las que las partes confían y acuerdan que presencie el acto
jurídico que se va a celebrar por medios electrónicos, participando atreves de un
ordenador que tendrá los requisitos de seguridad y confiabilidad exigibles, de los
que el testigo electrónico Será responsable.

El testigo electrónico aparecerá, por ejemplo, en el supuesto en que dos empresas


deciden realizar un contrato electrónico, por lo que una de ella realiza un pedido
de mercancías a la otra a través de su página de Internet, para otorgarle seguridad
y certeza jurídica ambas partes deciden contactar a un tercero, el cual actuaría
como testigo electrónico, contactándose a un notario público que este facultado
para otorgar fe de este tipo de actos de comercio a traveseé de Internet.

Se establece un contrato entre los tres, así que se establezca la oferta y la


aceptación manifestada en las propias declaraciones de las partes contratantes,
las cuales pasan por el computador del testigo electrónico, el cual estará en la
obligación de guardar en su forma original el contrato para su consulta posterior,
en caso de que exista un conflicto entre las partes, facultándose al notario público
para resguardar el acto jurídico en su forma original.
Conclusión

La firma digital se hace muy necesaria en la actualidad ya que diariamente se


hacen muchos negocios y tramite vía Internet y era importante tener algo que la
certificara dentro de la misma Web. La firma digital permite certificar la autoría e
integridad de los documentos que viajan por la red.

La firma digital al estar certificada se comporta como una manuscrita ya que esta
se toma como una firma holográfica plasmada en los documentos físicos.

La firma digital además de autenticar un documento le ofrece mayor seguridad a


las partes ya que no podrá ser plasmada y está acreditada por la ley cuando ella
cuenta con un carácter de firma avanzada.

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