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Dr. Octavio
En esta interrogante, a los docentes de la directora Carmen señalan con un 69.5% que si se
siente identificada y un 30.4% que no se siente identificada. Los docentes de la Directora
Fernanda señalaron con un 100% que si se siente identificada con su establecimiento. Los
docentes del Director Antonio señalaron en un 100% que si se siente identificado y los
docentes del Director Francisco respondieron con un 100% que sí; lo que da como resultado
la gran labor como líderes de los directivos que tienen un 100%.
CONCLUSIÓN
La presente tesis, tuvo por objetivo Determinar el estilo de gestión desde la condición de
género de cinco Directores de establecimiento municipales de la ciudad de Temuco.
Tema que a su vez fue tratado en la pregunta de investigación: ¿Cuál es el estilo de gestión
que se da desde la condición de género, de cinco Directores de establecimiento municipales
de la ciudad de Temuco?, cuya respuesta se encuentra dada en el presente análisis tanto de
Directivos, que fueron entregadas ante lo que se propuso como uno de los objetivos
específicos de la presente investigación, a saber:Indagar elementos teóricos y creencias
culturales, con los cuales se fundamentan roles y atributos en la función directiva. Las que
fueron abordadas en preguntas a los directivos acerca de si asumían todas sus funciones
propias del liderazgo en forma adecuada a lo que en su mayoría respondieron, un 80% que
siempre, reforzando así lo señalado por El marco de la Buena Dirección dado como
orientación por el Mineduc (2005), que da a conocer al área de Liderazgo como un ámbito
fundamental para la gestión del establecimiento, ya que incorpora habilidades y
competencias que permiten dar direccionalidad y coherencia al proyecto educativo
institucional del mismo; el liderazgo escolar es visto en el Marco de la Buena Dirección como
el desarrollo personal y profesional de un director y equipo directivo, orientado a coordinar
los esfuerzos de la comunidad educativa que conduce. En ese sentido, las competencias
involucradas en este dominio se demuestran principalmente en la capacidad del director y
equipo directivo de orientar a los actores escolares al logro de las metas del establecimiento;
en esta pregunta no se observa diferencias de género, sino que el ejercicio de liderazgo se da
sin la intervención del tipo de género, sino del acto propio de su función dentro de su
establecimiento. También se observa su liderazgo en consultas acerca de si resuelve los
problemas que llegara a tener, ellos señalaron en un 60% (2 mujeres y un hombres) que el
procedimiento se realiza de acuerdo al problema y un 40% (hombres) lo hace aplicando el
reglamento. Pregunta que presenta el estilo de dirección, ante esto Sergiovanni (tomado en
Beare,Caldwell y Millikan, 1992) considera que será difícil que un solo director pueda ejercer
todos los estilos de dirección, donde se deja entrever que no existe una manera de dirigir que
sea válida para todas las situaciones que se puedan presentar, más aún si tenemos en cuenta
que las instituciones educativas son complejas, porque en ellas interactúan diferentes actores,
cuya diversidad generará conflictos imprevistos, por lo que creemos que la flexibilidad no
sólo debe ser una característica del currículo, sino también, que debe tenerse en cuenta, al
momento de asumir determinado estilo para el tratamiento satisfactorio de las diferentes
situaciones que se puedan presentar. Otra pregunta de liderazgo estuvo dada en si todos sus
docentes participan en las reuniones, Esta afirmación da a conocer que en un 60% los
docentes participan dentro de las reuniones de consejos escolaree; con ello se observó lo que
Burns (tomado en Beare, Caldwell y Millikan, 1992), señala, los directores y su estilo de
liderazgo presenta, en la mayoría de los casos en las reuniones es transaccional, es decir,
cambia una cosa por otra, éstas podrían ser: trabajos por votos, como es el caso del líder
político y el electorado; seguridad y una atmósfera de trabajo agradable a cambio de la
dirección sin interferencias y/o, satisfacción en el caso de un director y profesorado. Álvarez
(1996) describe a este liderazgo como aquel que centra todo su poder o capacidad de
influencia en el intercambio de unos valores por otros. Este intercambio puede darse entre el
director y los demás actores educativos, así se podría intercambiar una buena atmósfera de
trabajo agradable, propiciada por los docentes, a cambio de una dirección no intrusiva o la
satisfacción de los docentes a cambio de trabajo de mayor calidad de los profesores. También
se observa en la consulta sobre la opinión que tienen los docentes acerca del trato mutuo, si
es positivo; ante esto ellos señalaron en un 80% que si lo era, tema básico del liderazgo pues
se trabaja el clima de la organización , Según Bass (1988), es básica, pues el líder
transformacional debe motivar a los demás actores educativos, a que hagan más de lo que en
un principio esperaban, despertando no sólo, la importancia y el valor de los resultados, sino
también, el modo de alcanzarlos. Conseguir además que superen sus intereses inmediatos en
beneficio de la institución. Velar por una interpretación armónica y coherente de los
principios y valores del proyecto educativo. Es decir, convertir lo que podría ser un
documento burocrático, en una referencia viva de un modelo educativo diferente y asumido
por todos. Identificar sus intereses con el interés de la educación de los niños. El líder
transformacional sabe que los buenos resultados de los alumnos implican el éxito de su
gestión. Considerar a los profesores como instrumento clave para el éxito de la educación de
los alumnos y del proyecto educativo. Entonces incentivar el desarrollo de las capacidades
personales y profesionales de los docentes: Integrar a los profesores en el diseño del proyecto
educativo, de forma colaborativa. Facilitar información periódica y continua a los profesores,
sobre su trabajo y el de la institución, que le permitan reconvertir resultados. Se quiere
finalizar añadiendo lo que Burns (tomado en Beare, Caldwell y Millikan, 1992) afirma sobre
los conceptos de liderazgo, que se van asentando, especialmente el que estamos tratando:
relaciones entre el director y los demás actores educativos, en donde será necesario que los
estilos de liderazgo, según género, vayan cambiando en función a que el directivo se
preocupe más y mejor por la satisfacción de las necesidades inmediatas y potenciales de todos
los involucrados en la gestión educativa. Lo mismo sucede en preguntas acerca de su utilizan
los resultados y procesos en la constatación del cumplimiento de las funciones de su equipo
de trabajo, señalando en un 100% realizarlo siempre, se toma del presente Marco teórico, la
idea del estilo interpersonal, donde el director que presenta este estilo tiene siempre las
puertas abiertas de la dirección, porque prefiere observar directamente a las personas y demás
actores educativos, en lugar de hacer reuniones para ello o enviar comunicaciones; esto le
permite ser más visible ante los demás y sondear opiniones. Con la informalidad en las
relaciones, busca crear la sensación de un clima de confianza en la escuela, a pesar de que la
comunicación es en un sólo sentido de abajo hacia arriba. El director del estilo de gestión
interpersonal demuestra flexibilidad en la consideración a las personas, por lo que se observa
una ausencia de estructura, procedimientos y métodos, quedando sólo la persona y los favores
individuales que el poder de ser director puede otorgarle. Por último se puede vislumbrar en
la pregunta acerca de si se sienten bien trabajando en su institución, donde todos ellos
señalaron en un 100% que si; si se analiza, en estos momentos o por lo menos con los
directivos encuestados no se observa la distinción de género en el ejercicio de las tareas del
líder, ambos géneros realizan un trabajo adecuado, lo que se grafica muy bien en la pregunta
a los docentes acerca de si su directores asumían bien o no sus funciones, más del 80% de
los profesores encuestados de los 5 colegios señalaron que sí.
Ante el segundo objetivo específico que busca Indagar elementos teóricos y creencias
culturales, con los cuales se fundamentan roles y atributos en la función directiva. Se pudo
observar en la consulta a los directivos acerca de si creen que el grupo de profesores al cual
dirige se siente estimulado profesionalmente un 40% dijo hacerlo frecuentemente (fue una
mujer y un hombre) mientras que el 60% de los encuestados dijo hacerlo Ocasionalmente,
pues se llegaba a un acuerdo. Como se señaló en la pregunta anterior, la estimulación del
docente por parte del líder es clave en su desarrollo profesional y resultados; pues incentivar
el desarrollo de las capacidades personales y profesionales de los docentes es Integrar a los
profesores en el diseño del proyecto educativo, de forma colaborativa. Facilitar información
periódica y continúa a los profesores, sobre su trabajo y el de la institución, que le permitan
reconvertir resultados; por lo tanto preocupa que este ámbito esencial del líder no se dé de
forma sistemática; se observa a su vez, que es una mujer quien lo hace de forma frecuente
con sus docentes. Tema que también tiene que ver con el tipo de liderazgo, ante eso en
presente marco teórico evidenció que en cuanto a género, las mujeres líderes se interesan por
los demás, quieren estar accesibles, sobre todo para los subordinados inmediatos; a diferencia
de los hombres, les preocupa mucho el largo plazo y los planteamientos globales. La visión
de las mujeres es más amplia (la familia, la educación, el entorno, la paz mundial), tal vez
porque son conscientes que están tomando parte en una revolución de las expectativas y
oportunidades para las mujeres y porque la noción de pertenencia a un grupo es más
importante que la de los logros individuales; Helgesen nos muestra características
interrelacionadas, que refuerzan unas a otras y nos hace notar las palabras que usamos las
mujeres como: flujo, interacción, acceso, conducta, compromiso, alcanzar, etc.; que se
centran más en el proceso y las relaciones, que en terminar las cosas. Para las mujeres el
trabajo y las personas no son un medio para alcanzar un puesto. Son un fin en sí mismos. En
cambio, los líderes hombres dedican escaso tiempo a la familia, llegando a considerar su casa
como una “sucursal” donde se hace trabajos extra. Van poco al teatro, a conciertos, leen pocas
lecturas que no se relacionen con su trabajo. Su trabajo es poco intelectual: en profundidad,
pero con miras estrechas. Consideran a las tareas de representación como un aspecto esencial
de su trabajo, por lo que dedican entre un 22 y un 38% de su tiempo en relacionarse con
colegas, competidores o clientes, especialmente como medio de obtener información. Para
Blanchard (citado en Álvarez 1998, p. 56), esta teoría también toma en cuenta las variables
que conforman el contexto en el que se desarrolla la gestión y que afectan e influyen en ella
para que consiga sus objetivos, tales como: