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SUPRESIÓN, DESTRUCCIÓN U OCULTAMIENTO DE DOCUMENTOS

CONCEPTOS PRELIMINARES

Por la diversificación de la realidad social en la que vivimos existe únala posibilidad de lesionar
bienes jurídicos que tutela el ordenamiento jurídico consecuencia de ello se debe de cerrar todo
espacio de impunidad, de esta manera imponiendo una pena a todas estas conductas que tienden a
vulnerar el ordenamiento jurídico.En este caso, las propiedades que porta el documento pueden
verse afectadas cuando el agente elabora total y/o parcialmente un documento falso o adultera sus
elementos esenciales “validez, legitimidad, genuinidad” o cuando inserta o hace insertar declara
raciones falsas en un documento público.

En definitiva, al suprimirse u ocultarse un documento, no afecta ni la autenticidad ni la legitimidad


del documento, sino más bien, su función probatoria, pues su titular se ve privado de poder
emplearlo en concretas relaciones socio- jurídicas.En ese sentido debemos mencionar que en las
falsedades por destrucción, supresión, ocultamiento de documento no se realiza acción alguna de
falsario sobre texto en un sentido representativo o de sentido, el cual se mantiene intacto en su
formación de origen.

En este caso en específico el agente actúa con el propósito de evitar que la representación de sentido
del documento cumpla su función de medio de prueba, pues la destrucción, sustracción,
ocultamiento del soporte indirectamente excluye la imagen o representación autentica del tráfico
jurídico, con la afectación de su función probatoria en el mismo.

Podría decirse en estos casos que toda falsedad se traduce en ese juicio falso, y por ello puede
afirmarse que, en cierto sentido, este hecho constituye una figura intermedia entre la falsedad
material y ideológica; con la particularidad que el objeto material puede ser tanto un documento
público como un documento privado.

Podemos concluir que nos encontramos ante la inexistencia de la verdad conformada por el
documento que se suprime.

Entonces, la supresión seria la vía tendiente a conseguir que no se acepte como verdadero lo que en
realidad lo es.
ARTICULO Nro. 430: SUPRESIÓN, DESTRUCCIÓN U OCULTAMIENTO DE
DOCUMENTOS

1. TIPO PENAL

“El que suprime, destruye u oculta un documento, en todo o en parte de modo que pueda resultar
perjuicio para otro, será reprimido, con la pena señalada en los artículos 427 y 428, según sea el
caso”.

2. TIPICIDAD OBJETIVA
2.1 Bien jurídico

A simple vista, y en base a la redacción del tipo, parecería que estamos ante un delito de daños, en
la medida en que el objeto material, el documento, resulta afectado mediante conductas que
conllevan una destrucción, supresión u ocultación de su sustancia. El mantener esta interpretación
nos llevaría a admitir como bien jurídico protegido en este delito al patrimonio, es decir, un bien
jurídico individual.

No obstante, consideramos que si el bien jurídico protegido en los delitos de falsificación de


documentos es la funcionalidad del documento en el tráfico jurídico, esto es, un bien jurídico
colectivo, no hay inconveniente en afirmar que el delito del art. 430 CP afecta a dicha
funcionalidad.

La diferencia con los artículos precedentes estriba en que aquí se pretende, bien la total desaparición
del documento en el tráfico jurídico, mediante su destrucción u ocultación, o bien, la inutilidad de
éste para el tráfico mediante su supresión parcial. En cambio, la principal finalidad que
caracterizaría a cada una de las conductas anteriores sería precisamente el introducir el documento
falso en el tráfico jurídico para servir a las mismas funciones que habría de cumplir de ser
verdadero.

2.2 El Sujeto Activo

Según la redacción del artículo 430° de nuestro código penal, consideramos que el autor de este
delito o injusto puede ser cualquier persona, no exigiendo alguna cualidad especial de carácter
funcional; por tales motivos, pude serlo tanto el particular como el funcionario público. Podemos
decir que también se le puede atribuir responsabilidad penal al formante del documento, quien
obligado a presentar un documento en juicio no lo hace, al haberlo destr5uido y/o ocultado.
Se aplica la coautoría cuando son dos los sujetos que se reparten las tareas, en cuanto a la supresión
de cada uno de los elementos esenciales del documento siempre que concurran todos los elementos
subjetivos exigidos en el tipo penal.

También tenemos que abarcar aquellos supuestos en el que el sujeto no ejecuta materialmente la
acción, pero proporciona una contribución necesaria para que el protagonista principal pueda
suprimir o destruir el documento, en ese sentido tendrá que responder a titulo de participación
delictiva; es decir hablamos de la complicidad por parte del colabora dador.

También se presenta la autoría mediata cuando quien ejecuta formalmente la acción típica, obra con
ceguera sobre los hechos, con error de tipo, instrumentalizado por el hombre de atrás, quien
pretende impedir que el documento sea empleado en el tráfico jurídico.

2.3 El Sujeto pasivo

En principio es el colectivo, que se ve defraudado con la acción que ejecute el autor, al destruir o
suprimir, sin embargo, podrán identificarse como víctimas directamente afectadas, merced a la
imposibilidad de que el documento sea usado en concretas relaciones socio- jurídicas.

2.4 Modalidad típica

Es preciso señalar que el soporte material dañado, es el medio por el cual el agente se vale para
neutralizar las funciones esenciales del documento, es decir que la cuestión importante es que la
materialidad típica, recae sobre el soporte material del documento sobre todo en la acción de
destruir.

Se debe mencionar que la materialidad típica debe de recaer sobre un documento le cual este
revestido de autenticidad y/o idoneidad para generar efectos probatorios con su empleo en el trafico
jurídico.

La configuración de este tipo de falsedad material, requiere verificar que no puede obtenerse fuente
alguna para probar un determinado hecho jurídico y social; es así que si es que se destruyó alguna
copia pero queda la matriz, no podrá afirmarse la observación de la tipicidad objetiva, pero ello
dependerá también las posibilidades reales de poder obtener esa otra fuente documental.

En ese sentido el primer verbo que se tiene que analizar es:

a) Supresión total y/o parcial del documento:


En principio significa borrar, hacer desaparecer algún elemento esencial del documento, que
precisamente resulta imprescindible para poder garantizar sus efectos probatorios en el tráfico
jurídico.

Suprimir, es hacer cesar, hacer desaparecer. Un documento se suprime cuando se le hace


desaparecer materialmente como documento.

La finalidad de actuar del agente es que el documento no cumpla sus efectos jurídicos.

El documento también se suprime cuando se obra sobre el contenido, de modo que resulta inútil
como tal documento. Según la doctrina nacional para poder ejemplificarlo mejor supongamos que
el agente hace ilegible el documento en su totalidad o en partes que impiden entenderlo en su
sentido específico. En tal caso no puede ya advertirse por los terceros de la vida social la aptitud
probatoria para el tráfico, dado que la materia transformada no resulta idónea para servir de medio
de prueba, pues aunque permanece a la vista de los agentes del tráfico el sentido representativo ya
no puede ser comprendido por los demás.

Para establecer si un hecho constituye supresión, debe tomarse en cuenta la posibilidad de que el
documento desarrolle oportunamente su específica función probatoria: el autor debe haber
procedido rerum non appareat.

Conforme lo anotado, se presenta la materialidad típica de sustracción, cuando quien tiene la


obligación de presentar el documento ante las autoridades judiciales (judiciales y/o administrativas),
no lo hace, neutralizándose las funciones probatorias de aquel. Habrá supresión, en los casos de
supresión total del documento, puede significar a la larga la destrucción, con lo que podría
presentarse una total un documento es algo negativo que resulta de un hacer, que también puede
consistir en su destrucción.

Mediando la acción material de supresión que ha de rehacer sobre sus elementos esenciales, el
documento ha de perder sus funciones de garantía y de probática, al neutralizar su intrínseca
validez; por ejemplo, cuando se suprime el nombre del comprador del bien o el tenedor del
documento, donde se hace alusión al objeto del contrato.

Se dice también, que mediante la acción de supresión, toma lugar una actividad de desaparición del
documento, en el sentido de que el autor no lo presenta Ante las autoridad, en un procedimiento
judicial y/o administrativo, pese a estar obligado a ello; por eso a esa acción típica puede
corresponder una comisión por omisión (el caso de quien no presenta el documento cuando está
obligado a hacerlo).

Conforme lo anotado, se asimilaría la acción de supresión del objeto material. Entiéndase esa
expresión en un sentido vulgar y amplio, no en sentido técnico, porque aquí la acción interesa
solamente en la medida de que priva una persona de lago dotado de poder simbólico o
representativo, y no cuando el sujeto se apodera del papel.

Cuando la supresión es total, es decir en el caso de que se borran todos los elementos esenciales
del documento, el tenor, la fecha y la firma del declaran, que dando integro el soporte lo contiene,
pero cuando la supresión es entendida como su desaparición, prácticamente se obvie el mismo
resultado de una destrucción total de documento.

La supresión parcial, por su parte, significa únicamente el borrado y/o dejar ilegible uno de los
elementos esenciales del documento.

Puede presentarse un entrecruzamiento normativo, entre la falsedad material por adulterio, con la
supresión de alguna parte esencial del documento; a tal efecto, debe anotarse que en el primero de
las mencionadas, el agente no solo suprime por ejemplo la fecha o el nombre del titular, sino que
consigna un dato irreal, a fin de emplearlo luego en el tráfico jurídico, en cambio, en la falsedad
documental por supresión, la materialidad típica se limita al borrado del nombre o de la fecha u otro
elemento esencial del documento, acá no se consigna un elemento ajeno a la realidad de las cosas,
esto es, no se tiene la deliberada finalidad de otorgar el documento una representatividad probatoria
distinta a la declarada por su titular , máxime en la modalidad de destrucción lo que el autor
pretende es hacer desaparecer por completo todo rasgo el documento; podría decirse, que en la
hipótesis de la supresión aun se está en la posibilidad de re confeccionar el documento en cambio,
en la acción de destrucción ya el objeto documental se encuentra definitivamente imposibilitado de
re confeccionarse, en tanto, su integridad ha sido completamente dañada.

Se dice que el documento se suprime cuando se hace imposible su utilización en la oportunidad en


que debe ser utilizado, cuando, estando legalmente en su poder tiene la obligación de hacerlo,
colocando en lugares donde no puede ser localizado, etc. Lo destruye el que lo rompe, borra su
escritura o la inutiliza de tal modo que el documento deja de revelar el tenor que contenía.

b) Ocultar:
Es la segunda modalidad típica , el cual implica colocarlo a buen recaudo, ubicarlo en un lugar que
no pueda ser localizado por los sujetos interesados y emplearlo en el trafico jurídico o simplemente,
no entregarlo a quien legalmente tiene el derecho de tenerlo en su poder, aunque de todas maneras
se encuentra fuera de alcance de quien lo requiere; acá nos e suprime, borra o hace inelegible los
elementos esenciales del documento, sino que lo mantiene fuera de la vista de quien tiene la
necesidad de utilizarlo. Por consiguiente, la acción de ocultamiento no es esconder, en sentido
semántico, la prueba sino el sustraerla al uso del tráfico que potencialmente puede basarse en la
misma por parte de terceros.

Según la doctrina nacional considera que en el ocultamiento hay una realidad distinta a la que
aparece en las acciones de supresión o de destrucción, en tanto la existencia física del documento
no se ve alterada o afectada, en tanto la existencia física del documento nos e ve alterada o afectada,
por lo que aun puede haber oportunidad, de quien lo tiene en su poder lo haga visible ante quien lo
requiera legalmente.

c) Destruir:

Tercera modalidad típica es “destruir”, lo que importa es la desaparición del objeto documental,
dejarlo en añicos, alterándose su propia esencia, su estructuración material es objeto de una total
modificación, impidiendo que el documento pueda ser re confeccionado. Equivale a desintegrar lo
que estaba unido por la naturaleza o par artífico humano.

Destruir parcialmente o totalmente un documento es o bien hacerlo desaparecer lo del todo, de


manera de que no exista mas (quemarlo, borrarlo totalmente) o bien romperlo, de manera que los
trazos restantes carezcan de significado o adquiere uno diferente del que tenía antes de la acción
destructiva.

La finalidad del agente es hacer desaparecer los elementos esenciales del documento; por lo que
será parcial, cuando lo que hace es romper la parte del papel donde consta la firma del titilar del
derecho.

La acción sobre el medio físico que aparece fijado el tenor del documento, para hacerlo como
materia, lleva consecuencialmente a que el contenido de representación siga la suerte de la
destrucción de su contenido, perdiéndose la función probatoria del documento.
El documento se destruye cuando se da fin a su existencia material total o parcialmente. Lo mismo
que para la acción de suprimir, la destrucción parcial debe de incidir en el contenido específico del
documento.

Cuando la destrucción es parcial puede tratarse de un documento que contiene folios, justamente el
autor destruye aquel folio, que contiene su obligación pecuniaria frente a su acreedor.

La destrucción parcial en su sentido material todavía no constituye delito de falsedad por


destrucción si el documento mantiene o preserva, no obstante la función de medio de prueba que
bien cumpliendo desde su introducción al tráfico, ante el hecho evidente de que su aptitud
probatoria no se afecta, y por lo mismo todavía puede servir de prueba.

Sin embargo si aquella destrucción tiende a hacer desaparecer de la materialidad documental un


elemento esencial de aquel, si perderá su función probatoria.

En la destrucción parcial no se altera la representatividad del documento, se la hace desaparecer;


ella por tanto, ocurrirá cuando pese a ser parcial, la destrucción sea de tal magnitud que no permita
conocer el tenor del documento contenido.

3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Se requiere el dolo, es decir, el conocimiento y voluntad de destruir, su¬primir u ocultar un
documento.

4. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN

El delito se consuma con la supresión, ocultación o destrucción parcial o total del documento. No
hay inconveniente en admitir la tentativa.

5. AGRAVANTES

Según la calidad del sujeto activo, es decir, si es funcionario, servidor público o Notario y actúa con
abuso de sus funciones (art. 432 CP).

6. PENALIDAD

Se establece la pena según que los hechos se definan como falsedad material (art. 427 CP) o como
falsedad ideológica (art. 428 CP).

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