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1. Resolución:
2. Resiliación:
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Como una especie de resolución del contrato, la encontramos justificada
en los artículos 1602 y 1625 inciso 1 del C. civil, según los cuales, por
mutuo acuerdo de los contratantes deshacen el contrato por ellos
celebrado, sin que medie causa legal sino en virtud del principio de la
autonomía de la voluntad. Al respecto, en varias ocasiones la H. Corte
Suprema de Justicia ha dicho1.
3. Terminación:
1
Corte Suprema de Justicia Sentencia del 5 de noviembre de 1979 M.P. Dr. Alberto Ospina Botero.
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Veamos ahora, dentro de nuestro ordenamiento jurídico (derecho privado)
en dónde encontramos formas de terminación unilateral del contrato:
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- El pasajero puede desistir del transporte en cualquier tiempo dando
aviso al transportador.
- El cargador podrá desistir del transporte de las cosas por mar, antes
de zarpar. Artículo 1620 C. de Comercio.
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recurrir al aparato judicial con el fin de encontrar su resolución o
cumplimiento y de paso evitar contiendas y juicios de largo aliento, en
detrimento económico del contratante cumplido.
4. Nulidades:
“Es nulo todo acto o contrato al que falte alguno de los requisitos
que la ley prescribe para el valor del mismo acto o contrato según
su especie y la calidad o estado de las partes.
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“La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad
producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las
leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en
consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de
las personas que los ejecutan o acuerdan, son nulidades absolutas.
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con base en ellos proponer un entendimiento más claro que debe dársele a
la nulidad.
Los elementos esenciales según el artículo 1501 del C. Civil de todo tipo de
contrato, son aquellos que deben concurrir sin los cuales el mismo no
produce efecto alguno o degenera en otro diferente o que si se
omiten el contrato celebrado deja de serlo. Se trata básicamente de
un ejercicio mental que el intérprete debe hacer con el fin de encontrar en
cada negocio sus elementos esenciales. A modo de ejemplo, y porqué no
decirlo, los más socorridos por la doctrina, encontramos los siguientes:
Capacidad
Consentimiento
Objeto lícito
causa lícita.
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Existirá también nulidad absoluta cuando falte algún requisito o formalidad
que las leyes prescriban para cierto acto o contrato. Tal y como lo vimos
atrás, por ejemplo, en relación con el contrato de promesa, dijimos que el
artículo 1611 del C. Civil, establece los elementos esenciales que el mismo
debe contener y que a falta de alguno produce nulidad absoluta.
La nulidad debe ser declarada por el Juez, de tal suerte que cualquier tipo
de contrato respecto del cual tengamos la absoluta creencia que presenta
nulidad absoluta, no por ello deja de existir en el mundo jurídico y menos
que produzca efectos, pues para ello deberá obtenerse sentencia que así lo
señale, pues el artículo 1742 del C. civil así lo prescribe.
La nulidad a más de que debe ser declarada por el Juez, aun sin que haya
petición de parte, es decir que de oficio lo pueda hacer y esa parte puede
ser cualquier persona. Al respecto es preciso hacer las siguientes
acotaciones y precisiones.
Si bien dicha nulidad puede alegarse por cualquier persona, ella se refiere
a aquella que tenga un interés jurídico derivado del perjuicio que le causa
en la celebración del contrato, es decir que cualquiera no se legitima para
presentarla de tal suerte que ya será el Juez al momento de dictar la
sentencia o cuando resuelva alguna excepción previa que así lo disponga.
Otra persona que también la puede proponer es al Ministerio Público.
Ahora, el hecho de que la norma del artículo 1742 del C. Civil determine
que dicha nulidad pueda ser declarada por el Juez de oficio, deben
concurrir los siguientes requisitos, según el Maestro Fernando Canosa
Torrado2:
2
Las nulidades en Derecho civil, Ediciones Doctrina y Ley
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Que el defecto aparezca de manifiesto en el acto o contrato.
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sanearse por aquel medio, puesto que como dice Josserand, “un
escándalo no cesa por el hecho de prolongarse”.
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incapaces relativos a aquellos que presentan incapacidad mental
relativa.
Con el fin de que su estudio, resumido por demás, se haga más didáctico a
manera de comparación se hablará de las dos nulidades, la relativa y la
absoluta:
ABSOLUTA RELATIVA
Puede ser alegada por el Agente del No puede ser alegada por el Agente
Ministerio Público o por el tercero del Ministerio, sino por cualquiera
que demuestre un interés jurídico de los contratantes, sus herederos o
en ella, el cual debe ser serio y sus sucesores.
legítimo.
4
Corte Suprema de Justicia sentencia de 15 de agosto de 2006 M.P. Dr. César Julio Valencia Copete.
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de 2002, en virtud de la aplicación para asuntos comerciales art. 900
del art. 41 de la ley 153 de 1887. C. Comercio.
5 Inexistencia:
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“Será inexistente el negocio jurídico cuando se haya celebrado sin
las solemnidades sustanciales que la ley exija para su formación,
en razón del acto o contrato y cuando falte alguno de sus
elementos esenciales”
Dicha norma guarda una estrecha relación con el enunciado del artículo
1740 según el cual “es nulo todo acto o contrato al que le falten
algunos de los requisitos que la ley prescribe para el valor del
mismo acto o contrato”.
6 Nulidad absoluta:
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absolutamente nulos, aunque se alegue haberse ejecutado o
celebrado en un intervalo lúcido”.
Con todo ello, debemos de tener claro que como las nulidades deben ser
declaradas por el Juez, la inexistencia también debe ser declarada por el
Juez como antes lo vimos.
7 Ineficacia.
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existe, pero que al faltarle un requisito exigido por la ley sobreviene la
ineficacia, sin necesidad de declaración judicial.
5
Casación civil del 6 de agosto de 2010. Jurisprudencia y Doctrina octubre de 2010 pág. 1694.
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8 Anulabilidad:
9. Oponibilidad:
6
Ob. Cit.
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de ejercicio, pues ésta última se refiere a situaciones puramente
subjetivas al punto que si ellas se presentan el negocio puede ser
atacado por la vía de la nulidad, mientras tanto la legitimación
negocial es un asunto puramente objetivo relacionado con el
poder de cada persona para disponer de intereses ajenos al punto
que se debe atacar es como inoponibilidad. Al respecto dijo la H.
Corte Suprema de Justicia7.
2.) Cuando aparece un tercero que una vez lesionado por el negocio
jurídico, impetra la llamada acción pauliana iniciada con el fin de
obtener por parte del acreedor la revocatoria de los actos dolosos
o fraudulentos realizados por el deudor en perjuicio de sus
intereses. Es decir, que dichos actos dolosos no son oponibles a
terceros acreedor quienes tienen a su disposición la acción
mencionada. Así lo dijo la H. Corte Suprema de Justicia 8
10. Conversión:
7
Casación Civil del 15 de agosto de 2006 M.P. César Julio Valencia Copete
8
Sentencia de Casación Civil febrero 15 de 1940 M.P. Dr. Liborio Escallón (Tomada del libro de las nulidades en el
Derecho Civil Fernando Cano Torrado Ediciones Doctrina y Ley 2009, segunda edición pág. 523)
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Señala el artículo 904 del C. de Comercio:
“El contrato nulo podrá producir los efectos de un contrato diferente, del
cual contenga los requisitos esenciales y formales, si considerando el fin
perseguido por las partes, deba suponerse que éstas, de haber conocido la
nulidad, habrían querido celebrar el otro contrato”
1. Elementos esenciales:
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Como elementos esenciales tenemos que son dos: La cosa (objeto) y el
precio.
Debe existir o esperar que exista: así lo señalan los artículos 1869 y
1870 del C. Civil y 917 y 918 del C. de Comercio.
En relación con los artículos 1869 del C. Civil y 917 del C de Comercio le
dan diferente tratamiento. Mientras que el primero admite la posibilidad de
que exista el contrato bajo condición, el segundo lo denomina como
inexistente puesto que la norma parte de la existencia del contrato. En la
parte final de las dos normas surge otra hipótesis la cual consiste en que el
comprador ha asumido el riesgo, es decir, compró la suerte o el alea caso
en el cual estará obligado a pagar el precio. Ahora, en el evento en que la
cosa que se espera que exista, ella existe parcialmente, el mismo Código
de Comercio prevé la posibilidad para que el comprador desista del
contrato o lo preserve solicitando la rebaja del precio. Esta posibilidad
también la trae el Código Civil en su art. 1870.
Vale la pena destacar las acciones que nacen cuando la cosa existe o no
existe. En la primera será contractual y la segunda extracontractual, bajo
el entendido de que el contrato no produce efecto alguno.
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trata de predios rurales mencionar el nombre y vereda si se cuenta con
dicha información.
Debe ser lícita: el objeto del contrato debe recaer sobre las cosas que
estén en el comercio, no respecto de las cosas que la ley dispone que
existe objeto ilícito en virtud del artículo 1866 del C. Civil. Igualmente el
artículo 1521 señala otra lista. A continuación según la Constitución
Política en sus artículos 63, 72, 75 y 81, existe objeto ilícito cuando se
trate de:
Parques naturales
Tierras de resguardos
Patrimonio arqueológico
Patrimonio cultural
Espectro Electromagnético
Residuos tóxicos-.
Artículo 1521:
Que la cosa pueda ser vendida. Artículo 1866 C.C. Pueden venderse
todas las cosas corporales e incorporales, muebles o inmuebles, cuya
enajenación no esté prohibida por la ley. Están prohibidos por la ley:
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La venta del derecho a pedir alimentos (artículo 424 CC).
Los derechos que nacen del pacto de retroventa (artículo 1942 CC)
Los bienes de uso público y los bienes fiscales (artículo 674 CC).
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designar tanto el título como el modo, razón para suponer que no se
puede validar ni aún la celebración del contrato mismo, porque estaría
también afectado de nulidad absoluta.
El objeto no solo debe existir, sino que debe ser determinado para que
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exista contrato porque de lo contrario tampoco llegará a formarse por
ausencia de objeto. Si se trata de géneros debe tenerse en cuenta, a pesar
de lo establecido en el artículo 1566 del Código Civil, que el objeto debe
estar determinado en cuanto al género o especie y su cantidad. Lo que se
exige es que la cosa esté determinada, no debe confundirse con la
individualización, que es propia de las obligaciones de especie o cuerpo
cierto.
También puede ser determinable, con tal que se fijen reglas que permitan
determinarla posteriormente. Por la misma razón es que se prohíbe la
venta de universalidades en bloque o en abstracto.
II. EL PRECIO.
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a) Que consista en dinero o parte en dinero y parte en otra cosa.
Se tiene por tal la moneda de curso legal en un país. Por lo tanto,
cualquier moneda puede conformar el precio, siempre que pueda circular
legalmente en Colombia. Este precio debe ser determinado porque de lo
contrario no existiría contrato. No es necesario que el pago sea de
contado, puede ser por instalamentos porque la norma se refiere a que se
determine el precio pero no obliga a que se determine una forma de pago
en particular.
Teniendo en cuenta las regulaciones cambiarias nacionales será necesario
que el precio, así se haya pactado en moneda extranjera, la obligación del
comprador será pagar su equivalente en moneda nacional.
b) Que sea determinado.
El precio debe estar determinado en el contrato o ser determinable. Puede
ser que el precio no se determine en el momento del contrato y aún así
este se perfeccione, como cuando se señalan fórmulas matemáticas o
lógicas que permiten determinarlo, sin lugar a especulaciones o dudas.
Artículos 1864 y 1865 CC. La determinación del precio corresponde a los
contratantes. Por ningún motivo debe quedar al arbitrio de uno de ellos.
Cuando se delega en un tercero no puede hablarse que haya
indeterminación de precio, por el contrario el extremo de esa relación
respecto del comprador (precio) se está aceptando de antemano en el
valor que determine dicho tercero. La naturaleza de este tercero es la de
un MANDATARIO. No es ni puede ser un perito o árbitro, teniendo en
cuenta las particularidades que dichas calidades comportan, las cuales no
se reúnen. El dictamen del perito no es obligatorio, el del tercero que fija
el precio sí; el árbitro adquiere competencia cuando existe un litigio, en
este caso no hay una situación litigiosa.
ARTICULO 1864. DETERMINACION DEL PRECIO. El precio de la venta debe
ser determinado por los contratantes.
Podrá hacerse esta determinación por cualesquiera medios o indicaciones
que lo fijen.
Si se trata de cosas fungibles y se vende al corriente de plaza, se
entenderá el del día de la entrega, a menos de expresarse otra cosa.
ARTICULO 1865. DETERMINACION POR UN TERCERO>. Podrá asimismo
dejarse el precio al arbitrio de un tercero; y si el tercero no lo determinare,
podrá hacerlo por él cualquiera otra persona en que se convinieren los
contratantes, en caso de no convenirse, no habrá venta.
No podrá dejarse el precio al arbitrio de uno de los contratantes.
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precio medio que tenga la cosa en el día y lugar de la entrega.
c) El precio debe ser serio y real.
No puede ser i) simulado o ii) irrisorio. La primera de las exigencias hace
que sea necesario un real traslado patrimonial del comprador al vendedor,
porque lo contrario significaría una simulación contractual, que haría
impugnable el acto.
i) Simulado. En contraposición a real. En este caso se dan varias
situaciones mirada la intención de los contratantes:
1.2. El precio:
Características:
Debe consistir en dinero: Según los artículos 1849 del C. Civil y 905 del
C. de Comercio señalan que debe ser en dinero, no propiamente el negocio
se perfecciona de esa manera, pues existe la posibilidad que el mismo se
haga por el equivalente, en títulos valores, CDT, U.V.R. o dólares.
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acuerdo en el precio, si se deja al arbitrio que lo fije uno de los
contratantes, tal fijación no será válida al tenor del inciso final de artículo
1865 del C. Civil que al efecto dice “No podrá dejarse el precio al
arbitrio de uno de los contratantes”. Pero si el asunto es de carácter
comercial las cosas cambian. Qué pasa si se acude a un supermercado con
el fin de comprar una libra de café y en la estantería aparece el precio de
la libra previamente fijada y establecida por el personal del supermercado.
El comprador procede a tomar del estante el producto y a realizar el
respectivo pago. Se pregunta. Será que esa venta es válida?. La respuesta
la trae el artículo 920 del C. de Comercio que al respecto menciona: “No
habrá compraventa si los contratantes no convienen en el precio o
en la manera de determinarlo. Pero si el comprador recibe la cosa,
se presumirá que las partes aceptan el precio medio que tenga en
el día y lugar de la entrega”
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tienen varias opciones en tratándose de comprobar que existió lesión
enorme de acuerdo a quien sea el accionante, al momento de contestar la
demanda. Veamos:
1.
ACCIONANTE ACCIONADO
VENDEDOR COMPRADOR
2.
ACCIONANTE: ACCIONADO:
COMPRADOR VENDEDOR
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Si el comprador ha enajenado la cosa (se pretende el reembolso-
restitución del exceso). (art. 1951).
El artículo 1880 del C. Civil, señala que son dos. Dar y sanear, no
obstante, la doctrina considera que de estas dos obligaciones nacen otras
que en razón a su estudio debemos disgregar así:
Tradición
DAR: Entrega
Conservación
Por Evicción
SANEAR:
Tradición: En los términos de los artículos 1849 y 1605 del C. Civil, una
de las principales obligaciones del vendedor es la de transmitir el derecho
de dominio sobre las cosas. Ella, en los inmuebles se perfecciona, según el
artículo 756 del C. Civil con la inscripción de la escritura en la Oficina de
Registro de Instrumentos Públicos del lugar donde se encuentra ubicado el
bien o círculo registral. En caso de muebles, ella se perfecciona con la
entrega según los artículos 754 del C. Civil y 923 del C. de Comercio, no
obstante, algunos bienes muebles requieren por efectos administrativos de
la inscripción del título así: para automotores ante la Oficina de Tránsito
donde se encuentra inscrito y ahora último en el RUNT (Registro único
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nacional de tránsito) por disposición del artículo 47 del Código Nacional de
Tránsito. Si se trata de naves en la Capitanía de Puerto según el artículo
1445 del C. Comercio y si se trata de aeronaves en la Aeronáutica civil
según los artículos 1795, 1781 y 1445 del C. Comercio.
Mostrándola
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que para efectos de la identificación del bien se lo asigne un área
aproximada, así lo señala el artículo 1887 del C. Civil.
No se debe olvidar que las acciones de rebaja del precio en relación con la
venta por cabida prescriben en un año a partir de la entrega, según el
artículo 1890 del C. Civil. Al respecto algunos autores consideran que este
término es de caducidad y no de prescripción por el corto tiempo a que se
refiere.
Ahora, existe una excepción a la entrega del bien por parte del vendedor y
está relacionada con la insolvencia comprobada del comprador cuando éste
tiene pendiente de pagar el precio. Así lo disponen los artículos 1882 del C.
Civil y 926 del C. de Comercio.
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El artículo 1607 del C. Civil, norma que es reiterada en los artículos 1876 y
1877 señala que el riesgo lo asume al acreedor. En este caso, según los
elementos que compone el régimen de las obligaciones, quien está
obligado a cumplir con la obligación de entregar es al vendedor (deudor) y
quien está llamado a recibirle se llama es al comprador, en este caso
acreedor. Entonces, según este entendido y alcance del artículo 1607
citado, es al comprador a quien le corresponde asumir el riesgo del bien
vendido pendiente de entregar.
Entre tanto, el artículo 929 del C. de Comercio, más acertado y justo como
puede entenderse, el riesgo en caso de fuerza mayor o caso fortuito, antes
de entregarse la cosa lo asume el vendedor. Posición parecida trae el
artículo 66 de la Convención de Naciones Unidas, aprobada por la ley 518
de 1999 (compraventa internacional de mercaderías), en cuanto que
corresponde al vendedor la obligación de cubrir los riesgos de la cosa
vendida a no ser que los mismos se hayan transmitido del vendedor al
comprador, a menos que sea por un acto u omisión del vendedor caso en
el que el comprador tampoco los debe asumir.
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No en vano, se han radicado diferentes proyectos de ley tendientes a
modificar el alcance del artículo 1607, entre ellos, el último presentado
No. 73 del Senado de la República de fecha 1 de septiembre de 2011,
iniciativa de la doctora Olga Lucía Suárez, por medio del cual se
pretendía modificar el artículo 1607 del C.C. el que se esperaba que el
artículo fuera del siguiente tenor: “ El riesgo de cuerpo cierto cuya
entrega se deba, es siempre a cargo del deudor, salvo que el
acreedor injustificadamente se constituya en mora de recibirla,
evento el en cual, éste asume el riesgo de la cosa hasta su
entrega”
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Que sea por vicios anteriores a la venta
Devolver el precio
Pagar el aumento del valor que haya tomado la cosa evicta cuando
estuvo en poder del comprador. En este caso deberá tenerse en
cuenta que si el aumento se debió por causas naturales y no hubo
mala fe del vendedor, sólo estará obligado a pagar la ¼ parte de
ellas, pero si fue de mala fe, deberá asumir la totalidad. Ahora, si la
evicción se presentó luego de una venta forzada, no hay lugar a
reconocer mejoras.
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Si el comprador deja transcurrir el término de prescripción que es de
4 años para el C. Civil, artículo 1913 o de 2 años para el C. de
Comercio, artículo 941, contados desde la sentencia o desde la
restitución de la cosa.
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con diligencia al punto que si conocía los vicios o debió conocerlos por su
profesión u oficio e insistió en el negocio al punto de perfeccionarlo no
tendrá derecho a solicitar el reconocimiento de perjuicios en su favor.
Ahora si el vendedor no debió conocer el daño que por su razón u oficio
debió conocerlos, sólo será responsable a los efectos de la restitución o
rebaja del precio, a opción del comprador.
Cuando los vicios ocultos no son tan graves como para tornar
inservible la cosa, el comprador podrá pedir la rebaja del precio.
Las soluciones la traen los artículos 1923, 1926 y 1546 que señalan:
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no hubieren ampliado o restringido este plazo. El tiempo se
contará desde la entrega real”.
1926: “La acción para pedir rebaja del precio, sea en el caso del
artículo 1915 o en el artículo 1925, prescribe en un año para los
bienes muebles y diez y ocho meses para los bienes raíces”.
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“El vendedor tendrá derecho a exigir del comprador el inmediato
reconocimiento o el recibo que acredite la entrega de la cosa a
satisfacción, y si el comprador no hace reserva de su facultad de
protestar o de examinar posteriormente la cosa, se estará a lo
dispuesto en el inciso primero de este artículo” (resaltado fuera de
texto).
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Prestación de servicios donde se incluya el bien para garantía (3) meses a
partir de la entrega.
Demás casos: (1) dentro del año siguiente en que el consumidor tenga
conocimiento de la reclamación.
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perciben a simple vista, se pueden determinar sin recurrir a otras formas
para establecerlos, en este caso, deberá darse aplicación al artículo 939
del C. de Comercio, siempre que el vendedor haya hecho la exigencia o
que el comprador no haya hecho ninguna salvedad cuando ha recibido las
mercancías.
Los vicios internos u ocultos, son los que protegen las normas propias de
las acciones de saneamiento por vicios redhibitorios o la resolutoria
general. Se acude al saneamiento por vicios redhibitorios de que trata el
artículo 934 mercantil cuando el bien no sirve para los fines en que fue
comprador o en los términos de la norma, para su natural destinación, es
decir, se atiende un criterio puramente funcional o contractual, como por
ejemplo, si se compra una máquina empacadora de leche con el fin de
tecnificar la planta por el hecho que empaca 2000 bolsas de leche por
hora, pero cuando la misma empezó a funcionar y luego de los ajustes
necesarios, solamente empacaba 200 bolsas hora. Si bien la máquina no
presenta en principio un vicio que la haga inservible, para el comprador
este vicio es contundente pues no cumple con el fin funcional o natural
destinación advertida por el fabricante en el manual de especificaciones,
para el que fue comprada. Bajo este entendido al comprador le queda i)
hacer la reclamación bajo la típica acción redhibitoria pidiendo la
resolución del contrato, ii) pedir la rebaja del precio a justa tasación con
indemnización de perjuicios si se demuestra la mala fe. Esta acción deberá
intentarse en todos los casos dentro de los seis (6) meses siguientes a la
entrega como lo señala el artículo 938 del C. de Comercio. 9
Por otra parte, cuando los vicios sean internos y se compruebe que la
cosa entregada se torna inservible, no solo por funcionamiento para lo cual
fue comprada sino que el vicio es tan grave que se puede equiparar a una
falta de entrega, como del ejemplo anterior, que la máquina no empaca ni
siquiera 200 bolsas de leche, tampoco enciende pues la tarjeta de
memoria está descompuesta, la acción reservada para este reclamo se
encuentra en el artículo 870 del C. de Comercio, como norma general de
resolución por cuanto este vicio se traduce en un verdadero
incumplimiento asimilable a una falta de entrega, ante lo cual el
comprador cuenta con diez (10) años para proponerla, por remisión del
artículo 822 del C. de Comercio, en concordancia con el artículo 2536 del
C. Civil, subrogado por la ley 794 de 2002.
9
Sentencia de Casación Corte Suprema de Justicia, 14 de enero de 2005, M.P. Dr. Edgardo Villamil Portilla.
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La garantía de buen funcionamiento, está consagrada en el artículo 932
del C. de Comercio, sólo para aquellos eventos de origen contractual, es
decir, cuando sea pactado por las partes, muy diferente a la del Estatuto
del Consumidor que prevé la garantía en ausencia de pacto entre las
partes y solo para los eventos de consumo regulados en la ley 1480 de
2011.
CUADRO DE RESUMEN:
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pactado
Productos
perecederos:
Hasta la fecha
del vencimiento.
Productos
usados: (3)
meses
Prestación de
servicios donde
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se incluya el bien
para garantía (3)
meses a partir
de la entrega.
Para inmuebles:
(10 años)
estabilización de
la obra.
Para muebles: (1
año) para
acabados.
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bienes que de manera enunciativa se determinan en dicho artículo sino,
todos aquellos bienes que hacen parte del establecimiento destinados a los
fines del empresario.
Para el vendedor:
Esta es una exigencia que trae el artículo 527 ibídem, con el fin de determinar responsabilidades con
el nuevo adquirente.
Me refiero a su escrito radicado en esta superintendencia con el número 2012-01-110385, mediante el cual
eleva algunas inquietudes relacionadas con los establecimientos de comercio, venta parcial del mismo, etc., las
cuales paso a resolver en los términos siguientes:
R/. Sobre el particular, resulta pertinente partir del concepto “empresa”, del cual deriva la figura del
establecimiento de comercio. Es así como, el artículo 25 del Código de Comercio, al definir la empresa como tal,
determina en el mismo articulado el concepto “establecimiento de comercio”:
“Artículo 25. Se entenderá por empresa toda actividad económica organizada para la producción,
transformación, circulación, administración o custodia de bienes, o para la prestación de servicios. Dicha
actividad se realizará a través de uno o más establecimientos de comercio.” (negrilla fuera del texto).
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Por su parte, el artículo 515 ídem define el establecimiento de comercio así:
“Se entiende por establecimiento de comercio un conjunto de bienes organizados por el empresario para
realizar los fines de la empresa. Una misma persona podrá tener varios establecimientos de comercio y, a su
vez, un solo establecimiento de comercio podrá pertenecer a varias personas, y destinarse al desarrollo de
diversas actividades comerciales.” (resaltado extratextual).
Ahora, tal como lo dispone el artículo 516 del mismo código los elementos que integran el establecimiento de
comercio no se limitan a la maquinaria y equipo con que éste adelanta operaciones ya que, como dicho artículo
denota, son varios los elementos que la ley contempla resultan de la esencia de dicho bien mercantil. Así
mismo, el artículo 525 ejúsdem preceptúa que la enajenación de uno de estos establecimientos se presume
hecha en bloque o como unidad económica (salvo que la enajenación sea parcial), normas éstas concordantes
con base en las cuales deduce esta oficina que la venta de la planta de producción de un establecimiento de
comercio, por sí misma no significa la enajenación del establecimiento como tal.
Ahora, las disposiciones contenidas en los capítulos I y II del Titulo I del Libro Tercero del mismo estatuto,
regulan todas las situaciones atinente s a los establecimientos de comercio, entre éstas las operaciones que
proceden en relación con los mismos y particularmente los artículos 525 y siguientes consagran el
procedimiento y los requisitos a que está sujeta su enajenación.
Así el artículo 526 ibídem, expresamente advierte que para que la enajenación de un establecimiento de
comercio produzca efectos entre las partes, se hará constar en escritura pública, o en documento privado
reconocido por los otorgantes ante funcionario competente.
Por su parte, y sin perjuicio de las obligaciones generales que la naturaleza del negocio jurídico imponen para el
enajenante y el adquirente, el artículo 527 determina que el enajenante del establecimiento de comercio debe
entregar un balance general acompañado de una relación discriminada del pasivo. Esta medida tiene como
objetivo procurar por el medio idóneo el conocimiento exacto de todos los bienes que integran el
establecimiento, así como de las obligaciones a su cargo, lo que a su vez está atado con la responsabilidad
solidaria que les asiste tanto al enajenante como al adquirente por las obligaciones que se hayan contraído en
desarrollo de las actividades a que se encuentre destinado el establecimiento hasta el momento de la
enajenación y que consten en los libros obligatorios de contabilidad, en el entendido que conforme a los
artículos 528 y siguientes, la responsabilidad del enajenante en principio cesa al cabo de los dos meses contados
a partir de la fecha en que se haya inscrito la enajenación, siempre que se hayan observado los requisitos para
ese fin exigidos. No obstante continuarán a cargo del enajenante todas aquellas obligaciones que no consten en
los libros de contabilidad o en el documento de enajenación, a menos que el adquirente no demuestre su buena
fe exenta de culpa, en cuyo caso responderá solidariamente con aquél por tales obligaciones, todo lo cual
explica la razón de exigir la entrega del documento aludido, no precisamente para el perfeccionamiento del
contrato.
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De otra parte, en relación con su consulta sobre el alcance de la frase “siempre que subsista la identidad del
establecimiento” contenida en el artículo 67 del Código Sustantivo del Trabajo al referirse al tema de la
sustitución patronal, considera esta entidad que según dicho precepto, para establecer si existe o no sustitución
de patronos, deberá analizarse el giro ordinario y la actividad económica de la empresa, esto es, que a pesar de
la enajenación del establecimiento, el trabajador continúe desarrollando las mismas actividades que hasta el
momento de la transacción ha venido ejecuta ndo, es decir, la aludida sustitución simplemente se presenta
como consecuencia de un acuerdo comercial entre el anterior y el nuevo dueño de la empresa que se adelanta a
través del establecimiento.
En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, los cuales tienen el alcance a que alude el
artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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Que los acreedores no se hayan opuesto a la venta dentro de los
dos meses siguientes al habérseles dado aviso. Considero que es
a partir de ésta fecha, porque es cuando se da la publicidad y se
ejerce la oponibilidad al negocio.
Con relación a éste último requisito, el acreedor que quiera hacer oposición
debe inscribirla dentro de los dos meses siguientes al haber tenido noticia
del negocio mediante la publicidad, pues son tres momentos diferentes en
la celebración de la compraventa de establecimientos de comercio con los
requisitos que traen las normas. Una, la fecha del contrato, otra la fecha
en que se registra en la Cámara de Comercio del lugar donde se encuentra
situado el establecimiento y otra la fecha en que se hace la publicidad.
Como quiera que los terceros acreedores no tuvieron cómo conocer las
primeras dos fechas, lógicamente debe concluirse que en todo caso, en
razón de la publicidad es que debe contarse a partir de la última.
Ahora, qué pasa sino se cumple con estos requisitos?. Pues simplemente se presenta el fenómeno de
la inopobilidad de que trata el artículo 901 del C. de Comercio ante lo cual el enajenante deberá
responder por obligaciones nacidas con anterioridad a dicha enajenación, aun en caso de haberse
pactado que correspondían al comprador, pues el pacto en contrario no opera sino entre los
contratantes mas no para los terceros ajenos al negocio.
Para el comprador:
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comprador, aun, en caso de haberse pactado otra cosa entre ellos,
disposición que no afecta a los terceros con el fin de encontrar la
satisfacción de sus acreencias, pero solo de aquellas, obviamente nacidas
del tráfico mercantil del establecimiento comercial, pues sería insostenible
y cuestionable entender que se abarque obligaciones personales de los
contratantes que nada han tenido que ver con las relaciones comerciales
surgidas del marco de su negocio mercantil.
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