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ANÁLISIS DE LOS ELEMENTOS QUE INTEGRAN

EL CONCEPTO DE DERECHO

HECHO, NORMA, VALOR


HECHO

→ Vamos a hacer referencia a diversos elementos que son de suma importancia y que forman parte del
«Derecho». Me refiero a los hechos jurídicos, que así como los actos jurídicos que veremos más
adelante, ambos son fuente de creación del concepto de Derecho.

Definición de hechos.
• Hecho jurídico: Los hechos jurídicos se clasifican de dos maneras:
1.- hechos de la naturaleza que provocan consecuencias jurídicas y;
2.- hechos del hombre, ya que en ellos, quien los lleva a cabo no tiene la voluntad de que se
generen consecuencias jurídicas (consecuencias de derecho), sin embargo, su acción u
omisión, provoca dichas consecuencias que también se conocen como efectos jurídicos.
EJEMPLOS

EJEMPLO DE UN HECHO DE LA NATURALEZA. Un fuerte granizo destruye la cosecha de maíz


de un agricultor días antes de ser transportada para ser vendida a un cliente que a su vez, la vendería en
su negocio de frutas, verduras y hortalizas en la Central de Abastos. Como consecuencia, el agricultor no
podrá cumplir con la obligación a la que se comprometió en el contrato de compraventa con su cliente.
El granizo es un hecho natural, pero en este caso tiene consecuencias jurídicas: impedir el cumplimiento
de un contrato de compra venta.

HECHO DEL HOMBRE. Un ladrón se introduce a una vivienda asegurándose primero que no
se encuentra nadie dentro, al estar dentro logra apoderarse de una cantidad importante de joyas y
dinero, pero al salir del domicilio es atrapado por elementos policiacos que habían recibido el aviso de
un vecino que fue testigo de la escena. En este caso, el ladrón, al introducirse a un domicilio ajeno y
apoderarse de diversos bienes en dicho lugar, no tiene en ningún momento la intención de que se
aplique la ley y sea sancionado por la autoridad, es decir, no lo hace con la intención de que se
produzcan consecuencias jurídicas, sin embargo, las consecuencias jurídicas se producen.
EJEMPLOS

Otro ejemplo de un hecho del hombre. Una madre se encuentra bañando a su bebé
recién nacido, de pronto en un descuido, el infante se le resbala de las manos, cae y muere. Esta persona
no tiene la intención de hacerle daño a su hijo, pero por su descuido el niño fallece y este hecho tiene
consecuencias jurídicas.

DIFERENCIAS ENTRE HECHO JURÍDICO DE LA NATURALEZA Y HECHO JURÍDICO DEL HOMBRE

Existen claras diferencias entre un hecho jurídico proveniente de la naturaleza y un hecho


jurídico proveniente del hombre: el hecho de la naturaleza (la fuerza mayor), es una fuerza que sale del
control de los seres humanos. Los hechos del hombre siempre están relacionados con las personas, pues
interviene un individuo o varios individuos para que se realice, pero no hay voluntad en ellos de que haya
consecuencias de derecho por estos hechos, como el ejemplo del ladrón, donde su intención es robar,
pero no desea que lo atrapen y se aplique la ley.
CONCLUSIÓN

El hecho jurídico ya sea proveniente de la naturaleza o del hombre, implica total ausencia de
voluntad de los seres humanos de que se produzcan consecuencias jurídicas, con esto me refiero a
que las personas no decidimos si los acontecimientos de la naturaleza se producen o no; y en el caso
de los hechos jurídicos provenientes del hombre, quienes los llevan a cabo son seres humanos, que
algunas veces tienen la voluntad de realizar el hecho, como en el ejemplo del ladrón; pero en otras
ocasiones no tiene la voluntad de llevar a cabo la conducta, como en el ejemplo del bebé que muere,
sin embargo, en todos los ejemplos anteriores, no existe una sola persona que busque que se
materialicen, los efectos jurídicos.
NORMA

Ahora estudiaremos y definiremos otro elemento


fundamental del Derecho: la «norma jurídica».
NORMA = REGLA DE CONDUCTA

La norma regula la conducta de los individuos.


Las normas jurídicas son reglas de
conducta, que en la mayoría de las veces son
de carácter general ( están dirigidas a las
mayorías), que confieren facultades o
imponen deberes (obligaciones) u otorgan
derechos a los individuos que conforman una
sociedad, con la finalidad de que esa sociedad
sea armónica y se procure el bien común que
es el bien público (lo que beneficia a todos).
VALIDEZ

EFICACIA
VIGENCIA

COERCIBLE

LA NORMA JURÍDICA HETERÓNOMA


BILATERAL
Si hacemos un análisis de las normas jurídicas notaremos que, en su mayoría, tienden a favorecer
conductas útiles a la sociedad, además, reprimen conductas antisociales.

La Enciclopedia Jurídica define a la norma jurídica de la siguiente manera:


Regla que regula el comportamiento de los individuos en la sociedad y cuyo incumplimiento se encuentra
sancionado por el propio ordenamiento. La norma jurídica tiene la siguiente estructura: una hipótesis,
o supuesto de hecho, y una consecuencia jurídica, de manera que la concurrencia de
ciertas circunstancias determina la aplicación del mandato establecido por la ley.

Es la unidad mínima que integra el ordenamiento jurídico; es decir, es la regla o precepto que forma parte
del Derecho objetivo. La norma ordena la conducta humana prescribiendo determinados comportamientos o
señalando determinados efectos a los actos humanos. Las normas jurídicas, en cuanto son impuestas desde
fuera del individuo sometido a ellas, son heterónomas. Toda vez que las normas o reglas jurídicas se refieren a
la conducta de una persona en relación con otra u otras personas, se dice que se caracterizan por su
bilateralidad. Y en tanto la aplicación de las normas está garantizada por la actuación del Estado, se dice que
aquéllas se caracterizan también por su coercitividad.
VALOR

La igualdad, la libertad y la justicia, son valores atribuibles al Derecho; debiéndose tomar en


cuenta, para crear las normas jurídicas.
IGUALDAD
La noción de igualdad ha estado presente desde tiempos remotos en el
amplio arco de todo el pensamiento político y filosófico de occidente, “… desde
los estoicos al cristianismo primitivo, para renacer con un nuevo vigor durante la
reforma y asumir forma filosófica en Rousseau y los socialistas utópicos”
(Bobbio, 1979: 68). Sin embargo, recién desde fines del XVIII y con el
advenimiento de la modernidad se convertirá en un principio básico del orden
institucional de las sociedades contemporáneas.
El fundamento de la igualdad reside en el principio de la comunidad de
origen y destino de la humanidad y, más allá de diferencias innegables (rasgos
físicos, color de la piel, etc.), en la consideración de la naturaleza común de
todos los hombres. En tanto atributo que deriva de la misma condición humana,
la formulación más corriente acerca de la creencia en la universalidad de la
igualdad es: “Todos los hombres son o nacen iguales”.
Pero a pesar de su uso generalizado y de la aparente claridad de su
significado, la noción de igualdad es equívoca y se lo puede colmar con los
contenidos más diversos cuando se lo utiliza con relación a la problemática
social. Se habla de igualdad sustancial o material, igualdad formal, igualdad de
oportunidades, igualdad de todos, etc. Debido a su ambigüedad, “muchos sostienen que se trata de un
concepto con significados dispares que pueden
interpretarse de forma diferente.
La dificultad del término estriba en su
indeterminación y, por esto, no significa nada sino se determina entre quienes
se da la relación de igualdad y en que cosas o en que medida ha de aplicarse.
Dicho de otro modo, para el autor la vaguedad de la noción de igualdad se da
hasta que no se precise el contenido de la relación de igualdad con referencia a
situaciones específicas y determinadas.
Como el espacio en que puede aplicarse la igualdad es multidimensional, el
contrato social sobre cuya base se produce el ordenamiento de la sociedad debe
definir los dominios en los que se ha decidido promover la igualdad. En el mundo
moderno estas esferas son fijadas en sus rasgos fundamentales por los tratados
internacionales, las Constituciones políticas y las principales disposiciones
económicas y sociales que rigen la vida social.
Desde un punto de vista sociológico se sabe que no existe la igualdad como
un concepto trascendental sino como una definición histórica relativa al orden
social en que opera. En todos los contextos donde se la invoca, la igualdad de
que se trata esta socialmente determinada (Marx 1997), recibiendo su contenido
axiológico de esa determinación que especifica su significado. Cada sociedad,
cada grupo, cada época tiene una idea de igualdad, una manera de ajustar
derechos y deberes, honores y privilegios, una concepción general del hombre y
de la sociedad donde primen representaciones acerca de si lo que debe recibir
cada uno es en relación a sus méritos, sus necesidades, sus esfuerzos, etc.
No obstante la igualdad no es sólo una cuestión de cultura e ideología.
Sociológicamente, tampoco, se desconoce que los fundamentos de la igualdad
están continuamente amenazados por el conflicto de intereses, las disposiciones
del poder y las luchas por el control de recursos estratégicos en las relaciones
sociales.
A efectos de romper con las nociones de sentido común y de contar, al
modo de un ideal típico weberiano (Weber, 1973), con un instrumento de
conocimiento que al actuar como una “vara para medir” la realidad permita avanzar por el camino de la
investigación empírica (especialmente en el campo
tributario) y determinar contraposiciones existentes entre la igualdad formal y
material o igualdad de derecho y de hecho, en el presente trabajo mediante la
utilización de información secundaria se esbozará una aproximación conceptual a
las nociones de igualdad jurídica e igualdad fiscal. Así mismo y con el propósito
de allegarme aún más a esta definición se tratará de plantear algunas relaciones
entre las nociones de igualdad, justicia y equidad.
IGUALDAD JURÍDICA
La igualdad es un principio básico del orden institucional del mundo
moderno que, definido a partir de los intereses de clase de la burguesía y bajo el
amparo de la ideología liberal que parte del supuesto que el derecho es el
mecanismo más adecuado para nivelar situaciones heterogéneas y desiguales,
impulsó la sustitución de un ordenamiento jurídico que legitimaba como
inmutable un sistema social de privilegios, discriminaciones y profundas
desigualdades, por otro sustentando en la igualdad de los hombres ante la ley y
los derechos fundamentales.
Efectivamente entre las diversas manifestaciones históricas de la máxima
que proclama la igualdad de todos los hombres “la única universalmente
recogida, cualquiera que sea el tipo de constitución en la que esté inserta y
cualquiera que sea la ideología sobreentendida”. Todos los seres humanos deben tener el mismo
trato ante la ley y, por ello, merecen una consideración semejante en la
distribución de los derechos fundamentales y las obligaciones concomitantes.
El concepto de igualdad preconizado en los ordenamientos normativos del
mundo moderno encierra tres dimensiones íntimamente relacionadas,
desglosables con fines analíticos:
· En un primer nivel, la noción de igualdad jurídica supone el reconocimiento de
que todos los seres humanos como personas son sujetos dotados de
capacidad jurídica.
La consideración de todo individuo como sujeto de derechos plantea una
ruptura con el sistema social esclavista cuyo ordenamiento normativo, en la
medida que parte del supuesto que por naturaleza un hombre no pertenece a si mismo sino que es
propiedad de otro, no reconoce a todos sus miembros
como personas jurídicas.
La declaración de todos los individuos como sujetos jurídicos fue plasmada en
la célebre fórmula de la «Declaración de los Derechos del Hombre y el
Ciudadano» de 1789, (documento precursor de los derechos humanos a nivel internacional ), que
proclamó “Los hombres nacen y permanecen libres e
iguales en los derechos” (Art. 1). Desde entonces, se fue incorporado en las
Leyes Fundamentales de los Estados nacionales y en Tratados y Acuerdos
Internacionales sobre Derechos Humanos.
En el caso de México, el Artículo 4o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ,
Promulgada en 1917, recoge
este principio en los siguientes términos:
«Artículo 4o. El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia.
Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos.

Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará. Párrafo adicionado DOF 13-10-
2011

Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y
establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la
fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución. Párrafo adicionado DOF 03-02-1983

Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El
daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley. Párrafo adicionado
DOF 28-06-1999. Reformado DOF 08-02-2012

Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre,
aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y
sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la
participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines. Párrafo adicionado DOF 08-02-2012
Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de
alcanzar tal objetivo. Párrafo adicionado DOF 07-02-1983

Toda persona tiene derecho a la identidad y a ser registrado de manera inmediata a su nacimiento. El Estado garantizará el cumplimiento
de estos derechos. La autoridad competente expedirá gratuitamente la primera copia certificada del acta de registro de nacimiento.
Párrafo adicionado DOF 17-06-2014

En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de
manera plena sus derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y
sano esparcimiento para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas
públicas dirigidas a la niñez. Párrafo adicionado DOF 18-03-1980. Reformado DOF 07-04-2000, 12-10-2011

Los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y principios. Párrafo
adicionado DOF 07-04-2000. Reformado DOF 12-10-2011

El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez. Párrafo adicionado DOF
07-04-2000. Fe de erratas al párrafo DOF 12-04-2000

Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el
ejercicio de sus derechos culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad
cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá los mecanismos para el
acceso y participación a cualquier manifestación cultural. Párrafo adicionado DOF 30-04-2009

Toda persona tiene derecho a la cultura física y a la práctica del deporte. Corresponde al Estado su promoción, fomento y estímulo
conforme a las leyes en la materia. Párrafo adicionado DOF 12-10-2011 Artículo reformado DOF 31-12-1974 Reforma DOF 14-08-2001:
Derogó del artículo el entonces párrafo primero (antes adicionado por DOF 28-01-1992)».
El derecho de toda persona al reconocimiento de su status legal, además de
las Cartas Magnas, lo encontramos entre otros en: el Preámbulo de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre de 1948
(Primer Acuerdo Internacional sobre Derechos Humanos); el artículo 6ª de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 de la ONU; el
artículo 3 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de
San José de 1969; el artículo 5 de la Carta Africana sobre Derechos Humanos
y de los Pueblos de 1981.
· En una segunda acepción la noción de igualdad supone lo que Bobbio llama
la “igualdad frente a la ley” o “igualdad ante la ley”.
Este enunciado que filosóficamente postula que todas las personas tienen la
misma dignidad y quedan, por lo tanto, excluidas de toda discriminación
arbitraria o no justificada, rompe en el orden legal con la división jerárquica
de los agentes sociales en categorías jurídicas distintas y rígidas en función de la raza, color, sexo, idioma, religión,
origen nacional o social, nacimiento o
cualquier otra condición.
Divisiones jerárquicas sustentadas sobre estatutos normativos que
construyeron y legitimaron regímenes sociales como el de castas y el
estamental. Tipos de sociedades en las que si bien todos los individuos son
sujetos de derecho, no todos son iguales en los derechos fundamentales y
tampoco son iguales frente a la ley. Cada estamento o casta está regulado
por leyes diversas; los superiores tienen privilegios que los inferiores no
tienen, mientras que estos últimos tienen cargas de las que los primeros
están exentos.
El paso del estado y la sociedad estamental al Estado liberal burgués y la
sociedad clasista “aparece claro por quien tome en consideración la diferencia
entre el Código prusiano de 1794 – que contempla tres órdenes en que queda
dividida la sociedad civil, los campesinos, los burgueses y la nobleza- y el
Código napoleónico de 1804, donde sólo hay ciudadanos”
La garantía de igualdad es recogida también en la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre (Art. 2); la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Art. 2); El Pacto de San José
(Art. 24) y la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos (Art. 3). Específicamente
la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, hace saber
que:

“Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en


esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional
o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición
política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya
jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país
independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria,
no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía”.
Si todos los agentes sociales son sujetos de derecho e iguales ante la ley, la
noción de igualdad en términos jurídico tiene un tercer sentido, el de la
igualdad en los derechos (o de los derechos).
Desde la perspectiva de Norberto Bobbio la igualdad en los derechos significa
algo más que la mera igualdad frente a la ley:
“Mientras que la igualdad frente a ley es sólo una forma específica e
históricamente determinada de igualdad de derecho… la igualdad en
los derechos comprende más allá del derecho a ser considerados
igual frente a la ley, todos los derechos fundamentales enumerados
en una constitución, como son los derechos civiles y políticos,
generalmente proclamados (lo que no quiere decir reconocidos) por
las constituciones modernas”.
El concepto de igualdad en los derechos supone, tanto, un criterio de
distribución de derechos, como también un criterio de distribución de
obligaciones concomitantes, ya que:
“Si a una persona se le atribuye el derecho de profesar libremente
su culto…todas las demás tienen el deber de respetar ese derecho.
De forma paradójica, cada derecho atribuido resguarda un ámbito
de acción (en este sentido, aumenta el espacio protegido de la
libertad) e implica la atribución de un deber correlativo hacia los otros (y en este sentido, disminuye el espacio
protegido de la
libertad). Cuanto mayor sea la cantidad de derechos atribuidos de
manera igual, también será mayor la cantidad de deberes” (Corti,
2002: 140)
LA LIBERTAD

La libertad que debe expresarse en las normas jurídicas. Es otro valor del Derecho. El sistema
jurídico es un medio para que el individuo pueda desarrollar sus relaciones con otros individuos y pueda
ejercer plenamente sus capacidades. El desarrollo de esas capacidades sólo se logra en un ambiente social que
fomente la expresión individual de sus miembros. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
brinda varios ejemplos normativos en este sentido:
«La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial y administrativa» (art. 6).

«No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito» (art. 9).

«Todo hombre tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar su
residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes»
(art. 11).
Las anteriores son solo algunas normas que promueven la libertad, ya sea en el
derecho a expresar libremente las ideas, asociarse, desplazarse, etc. Se trata de conductas que la
norma jurídica protege y promueve. Sin embargo, la libertad también es un valor que requiere
que el individuo cuente con los medios necesarios para gozar de esa libertad. Libertad que debe
ser entendida con ciertos límites para no entorpecer los derechos de terceros, a fin de que esa
libertad colectiva se logre.

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