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Unidad III.

Artrocinemática

¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegre nuevas, del que anuncia la paz,
Del que trae nuevas del bien, del que publica salvación! Isaías 52:7

Articulaciones
Hay tres tipos de articulaciones en el cuerpo humano: fibrosas, cartilaginosas y
sinoviales. Sólo una de ellas, las articulaciones sinoviales o diartrosis, permiten un alto
grado de movilidad. En articulaciones normales jóvenes, el extremo final del hueso de
la articulación de las diartrosis, está cubierto por un tejido conjuntivo blanco, delgado (1
a 6 mm), denso y translúcido llamado cartílago articular hialino.
Este es un tejido muy especializado, adecuado para soportar el medio altamente
cargado de la unión sin fallos durante el tiempo de vida promedio de un individuo. No
obstante desde el punto de vista fisiológico es un tejido virtualmente aislado, sin vasos
sanguíneos, ni canales linfáticos o inervación neurológica. Adicionalmente, su densidad
celular es menor que la de cualquier otro tejido.
En las articulaciones tipo diartrosis el cartílago articular tiene dos funciones
principales:
1) Distribuir las cargas de la unión en un área amplia, de esta manera decrecen
las presiones que soportan las superficies de contacto del acople y
2) Permitir movimientos relativos de las superficies opuestas del acople con el
mínimo de fricción y desgaste.

Sistema articular. Clasificación


Una articulación es simplemente la unión entre dos o más huesos. Permite el
movimiento entre varios segmentos y también es una zona de crecimiento durante los
primeros 15 años de la vida.
Desde un punto de vista MORFOLÓGICO las articulaciones se pueden
clasificar como (el prefijo “Sin” significa “unión”):
1) Sindesmosis: Dos huesos desnudos unidos
por tejido conectivo denso. Es el caso de las
uniones de los huesos de la cabeza en el
recién nacido. Sus huesos, como aún deben
crecer, no están osificados completamente en
sus bordes, sino que poseen una capa de
cartílago (el tejido conectivo denso) que se
va a unir al otro hueso que tiene las mismas
características.
2) Sincondrosis: Dos huesos unidos por
cartílago. Este es el caso de los huesos
largos antes de su osificación completa.
Estos huesos poseen, en la unión de las
epífisis con la diáfisis, la metáfisis que es
la placa de crecimiento del hueso. Esta
zona es netamente cartilaginosa, o sea
que sus células son condrocitos,
esperando su transformación a células
óseas. Mientras no esto no suceda, este
tipo de unión, de falsa articulación, será
una Sin-condrosis

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3) Sinostosis: Dos huesos unidos por tejido óseo. Una vez que la sin-condrosis se
osifica, esta placa de crecimiento desaparece, el hueso no crece más y las epífisis van a
quedar definitivamente unidas a la diáfisis mediante el hueso definitivo. A esta unión se
la considera una Sin-ostosis. Existe una enfermedad, muy rara y poco frecuente, que se
llama Sinostosis radiocubital congénita que, si investigas sobre ella, podrás saber un
poco más de las sinostosis.

4) Sínfisís: Dos huesos recubiertos por cartílago


unidos por tejido conectivo denso. A diferencia de las Sin-
desmosis, en la que los huesos estaban desnudos y unidos
por tejido conectivo denso, en este caso los huesos están
recubiertos por cartílago (como si fuera una articulación
común y corriente) pero unidos entre sí por tejido
conectivo denso, habitualmente un fibrocartílago.

5) Sinovial: (Ovial= ovum= huevo) Dos huesos unidos por un líquido viscoso
como la clara del huevo. Estas son las articulaciones mas móviles del cuerpo y en las
que nos explayaremos en este capítulo.
También tenemos otra clasificación en base a su ANATOMÍA y que también
encierra el componente de movilidad que poseen.
Las que carecen de movilidad suelen denominarse sinartrosis (unidas por tejido
fibroso) y a su vez se clasifican en
tres tipos diferentes atendiendo al tipo
de tejido que una ambos extremos
óseos. Así, tendremos una
sindesmosis cuando el tejido que los
une sea fibroso; una sincondrosis
cuando se trate de cartílago, y una
sinostosis cuando la articulación se
haya obliterado por la fusión de los
huesos.
Las anfiartrosis (unidas por tejido cartilaginoso) son las articulaciones que
poseen movilidad muy escasa y en las cuales los segmentos óseos están recubiertos por
cartílago hialino y unidos mediante fibrocartilago y tejido fibroso fuerte. Puede existir
una pequeña hendidura central como en la sínfisis del pubis, pero no es una verdadera
cavidad articular. En otros casos, como sucede en las articulaciones intersomáticas
vertebrales, existe en el interior una sustancia semilíquida, el núcleo pulposo, único
vestigio de la notocorda embrionaria.
Por último, están las verdaderas articulaciones móviles, denominadas
articulaciones sinoviales o diartrosis (di= separado, arthron= articulación; porque los
dos huesos que las constituyen en cierto modo están separados en la cavidad sinovial).
Las dos superficies articulares óseas están recubiertas por cartílago hialino y unidas

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mediante una cápsula de tejido fibroso que encierra una cavidad articular con líquido
sinovial. Suelen encontrarse en los miembros y permiten gran libertad de movimientos,
pero, a la vez, son menos estables que los otros tipos de articulación.
Vemos que desde el punto de vista morfológico o desde el punto de vista
anatómico hay un tipo de articulación en común que son las sinoviales o diartrosis.
Estas son las más móviles, y se pueden clasificar a su vez de dos formas:
Dependiendo de los ejes de movilidad que tengan pueden clasificarse en
uniaxiales, biaxiales y triaxiales según tengan uno, dos o tres ejes
respectivamente.
Dependiendo de la forma: Planas, Trocleares, Silla de montar, Esferoidea,
Condilea, Pivot.

También se las puede clasificar como no sinoviales o sinoviales. Las no


sinoviales no poseen un mecanismo disipador de energía, motivo por el cual no pueden
realizar movimientos de gran magnitud. Solo realizan pequeños desplazamientos
(sinartrosis, anfiartrosis).
Las sinoviales están constituidas por dos extremos óseos enfrentados y
recubiertos por cartílago hialino, rodeados por una capsula fibrosa que esta tapizada por
membrana sinovial (que aporta liquido sinovial al espacio articular) y que se encuentra
reforzada por ligamentos. Poseen un mecanismo bien adaptado para la disipación de
energía en forma de calor, motivo por el cual pueden realizar movimientos de amplia
magnitud y en diversos planos (aunque no por ello dejen de tener la capacidad para
realizar pequeños movimientos).
Cabe aclarar que se pueden encontrar muchas otras clasificaciones, que van a
depender de los autores de los libros de textos o de las investigaciones en ese campo.
Esta cátedra a adoptado la clasificación antes descripta para hacer mas fácil la
comprensión al estudiante.

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Anatomía de las diartrosis


En una
diartrosis típica Fig. 3.4
(Fig. 3.4) debemos
considerar varios
elementos. Por
una parte, las su-
perficies
articulares,
recubiertas por
cartílago articular
hialino. Por otra, la
membrana
sinovial, que tapiza
todo el interior de
la cápsula
articular, excepto
el cartílago hialino
y los meniscos. La
membrana sinovial
posee la capacidad
tanto de absorber
como de secretar.
Existen también
almohadillas gra-
sas que se
proyectan en los
espacios
periféricos de la
articulación o hacia su interior (grasa de Hoffa, ligamento adiposo en la rodilla).
Externamente, la cápsula fibrosa se engruesa para formar fuertes ligamentos, es-
tabilizadores de la articulación.

Relación entre forma y función


La forma de las superficies de las
articulaciones es diferente de unas a otras y
definen el tipo de movimientos que éstas
pueden realizar. Así, existen articulaciones
planas o artrodias, que realizarán
movimientos de deslizamiento en los tres ejes
del espacio. Un ejemplo de ellas lo
constituyen las articulaciones interapofisarias
Fig. 3.5
vertebrales. (fig. 3.5)

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Fig. 3.6
Por otro lado, hay articulaciones tipo
enartrosis, semiesféricas, con una superficie
articular cóncava y otra convexa. Ésta permite
la movilidad en los tres ejes del espacio, así
como gran amplitud de movimientos. Es la
más móvil de todas y también la más inestable.
Ejemplos de ella son la articulación
coxofemoral (Fig. 3.6) y la escapulohumeral.

Existen dos tipos articulares cuya movilidad sólo se realiza en dos ejes del
espacio, teniendo limitadas las rotaciones. Por una parte, está la articulación tipo
condílea, cuyas superficies articulares son ovoides, una cóncava y la otra convexa. El
ejemplo más típico es la articulación radiocarpiana (Fig. 3.7). Por otra parte, está la
articulación tipo encaje recíproco o articulación en silla de montar, cuyas superficies
son cóncavas en un sentido y convexas en sentido perpendicular (Fig. 3.8). Su
funcionamiento es asimilable al de los anillos de una cadena, los cuales presentan, uno
respecto al otro, las posibilidades ya descritas de movimiento. Ejemplo de ella es la
articulación carpometacarpiana (trapezometacarpiana) del pulgar.

Fig. 3.8 Fig. 3.7

Fig. 3.9 Por último, existen dos tipos


articulares que se mueven sólo en un eje del
espacio. Por una parte, está la trocleartrosis,
en la cual las superficies articulares se
asemejan a una polea y en las que únicamente
se pueden realizar movimientos de
flexoextensión. Dos ejemplos típicos son la
humero cubital (Fig. 3.9) y la de la rótula con
el fémur en la rodilla.

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Por otra, siempre hablando de un eje, están las


trocoides, cuyas superficies articulares son Fig.
cilíndricas, una cóncava y otra convexa, y que 3.11
permiten sólo movimientos de rotación, como la
articulación radiocubital superior (Fig. 3.10) e
inferior (sin graficar) y la articulación Atlanto
odontoidea (Fig. 3.11).
Fig.
3.10

Composición y estructura del cartílago articular


Los condrocitos, las células esparcidas en el cartílago articular, son responsables
de menos del 10% del volumen del tejido. A pesar de su baja densidad, los condrocitos
generan, secretan, organizan y mantienen los componentes orgánicos de la matriz
extracelular. La matriz orgánica está compuesta por una densa red de delgadas fibrillas
de colágeno que están inmersas en una solución concentrada de proteoglicanos. En un
cartílago articular normal el contenido de colágeno varía entre el 15 y el 22 % por peso
húmedo, y el contenido de proteoglicanos entre el 4 y el 7% por peso húmedo. El
contenido restante, entre el 60 y el 85%, es fundamentalmente agua, sales inorgánicas,
así como pequeñas cantidades de otras proteínas.
Las fibras de colágeno y los proteoglicanos, capaces cada uno de formar una red
estructural de resistencia significativa, son los componentes estructurales que soportan
las presiones mecánicas internas que resultan de las cargas aplicadas al cartílago
articular.
El cartílago articular está conformado entonces por:
 60 a 85 % de agua
 4 al 7 % de proteoglicano
 15 al 22 % de fibras colágenas
El proteoglicano es un gel de glucoproteína rico en ácido hialurónico. Su
hidrofilia le confiere gran higroscopicidad (capacidad de recuperar el agua perdida
durante una compresión). O sea lo comprimo y saca agua, lo dejo de comprimir y el
agua vuelve a entrar (como una esponja).
El colágeno está compuesto por hileras paralelas de moléculas de tropocolágeno
que posee gran resistencia mecánica. Según la composición de aminoácidos en las
cadenas polipeptídicas, el colágeno va a ser de tipo I (tendones, huesos, dermis), tipo II

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(cartílago), tipo III (aparatos cardiovascular y gastrointestinal), o tipo IV (membranas


básales).

Propiedades mecánica del cartílago articular


Las propiedades mecánicas del cartílago articular son:
- Bajo coeficiente de fricción
- Gran resistencia al desgaste
- Compresibilidad
El grosor del cartílago articular depende de las demandas locales de carga y
movilidad. (El diseño de las uniones articulares depende exclusivamente de las
demandas funcionales de la región en que las mismas se encuentran).
Por no estar vascularizado ni inervado (el cartílago NO duele) puede ser
comprimido hasta un 40 % de su altura.
La nutrición es realizada por difusión desde el líquido sinovial (el nivel
metabólico del cartílago articular es bajo, por lo que el consumo de 02 requerido es
mínimo y no necesitando de aporte vascular para la correcta nutrición).
La falta de inervación determina que la destrucción del cartílago sea indolora (el
dolor es secundario a la lesión del hueso subcondral, la cápsula articular, y el resto de
las estructuras periarticulares).
El envejecimiento determina una menor capacidad hidrofílica del gel
glucoproteico, lo que incrementa el riesgo de lesiones ante cargas que antes eran
soportadas sin inconvenientes.
La falta de carga sobre una articulación puede generar una disminución en la tasa
de producción del proteoglucano, lo que es igual a una atrofia por desuso.
La unión del cartílago con el hueso se produce de manera gradual: hueso - hueso
subcondral - cartílago calcificado - cartílago no calcificado

Capsula articular y ligamentos


La cápsula fibrosa consta de haces fibrosos paralelos y entrelazados, que en
conjunto forman un manguito que se inserta de manera continua alrededor de los
extremos óseos; muy cerca de las superficies articulares. Está perforada por los vasos y
nervios articulares, y puede presentar aberturas a través de las cuales sobresale la
membrana sinovial para formar bolsas sinoviales. Generalmente está reforzada por:
engrosamientos localizados que reciben el nombre de ligamentos capsulares
(generalmente de fibras casi paralelas). También suele estar reforzada por los tendones
de los músculos periarticulares, y por ligamentos accesorios (los que se distinguen
claramente de la cápsula articular, pero que embriológicamente derivan de la misma)
que pueden ser tanto extra como intracapsulares, y estar ubicados sobre la cápsula
articular o a distancia de la misma.
Los ligamentos periféricos presentan grandes variaciones en su configuración
morfológica; aplanados, cilíndricos, triangulares, trapezoidales, romboidales, de haces
paralelos o cruzados, configurados en una o varias capas.
Los ligamentos interóseos no se ubican como los anteriores en la periferia de los
huesos adyacentes, sino que lo hacen entre las superficies articulares de los mismos. Si
bien se ubican entre ambas superficies articulares no son intraarticulares, debido a que
la membrana sinovial los separa de la cavidad articular; por lo tanto interóseo no es lo
mismo que intraarticular.

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Los ligamentos a distancia unen entre sí dos segmentos óseos que no poseen
superficie articulares que se relacionen entre sí.

Membrana y líquido sinovial


La membrana sinovial recubre la superficie interna de la cápsula articular, y todas
las demás estructuras intraarticulares (exceptuando al cartílago articular). Está
constituida por dos partes:
Capa íntima: señala los límites del espacio articular. Es predominantemente
celular (sinoviocitos, adipocitos, fibroblastos) y posee una abundante irrigación
sanguínea.
Capa subíntima: se encarga de la función de soporte. Está formada por tejido
fibroadiposo, y posee menos vascularización que la capa íntima. La capa subíntima
pertenece a la membrana sinovial, por lo que no es correcto llamarla capa subsinovial
La superficie de la membrana sinovial es lisa, poseyendo solo unas pocas
vellosidades pequeñas, las que crecen en número y tamaño al aumentar la edad.
La abundante irrigación sanguínea que posee la articulación, proviene de grandes
vasos que atraviesan la cápsula, y por lo general se dividen en tres ramas destinadas a la
epífisis ósea, la cápsula articular, y la membrana sinovial. En la membrana sinovial las
arterias se dividen y anastomosan formando plexos cuyos capilares se encuentran por
debajo de la capa íntima.
La membrana sinovial está muy poco inervada, estando la principal inervación
articular localizada en la cápsula y los ligamentos.
La membrana sinovial posee tres funciones principales:
a) Provee lubricación a través de la secreción del hialuronato del líquido sinovial
(no secreta líquido sinovial, solo secreta el hialuronato), y del dializado plasmático.
b) Fagocitosis (por acción de los sinoviocitos A) y posterior, eliminación de los
detritus provenientes de los diversos componentes de la articulación y del líquido
sinovial.
c) Regulación de la circulación de solutos, electrolitos y proteínas al interior
articular.
El Líquido sinovial es un fluido viscoso, y de color amarillento claro. Está
constituido por un dializado (ultrafiltrado) plasmático, posee añadido ácido hialurónico
(secretado por los sinoviocitos B), en una proporción de 4 g/l. El hialuronato es el
responsable de la alta viscosidad que posee el líquido sinovial (a 37°C es de 235 veces
más viscoso que el agua). Es altamente hidrófilo, por lo que es responsable de la
higroscopicidad del cartílago. (¿Recordás lo que era la capacidad higroscópica, no?)
La cantidad y el tipo de proteínas que están presentes en el líquido sinovial es
regulada por la membrana sinovial.
El volumen de líquido sinovial es muy pequeño, 1ml en la rodilla y menos en las
articulaciones menores.
Las funciones del líquido sinovial son:
- Lubricación
- Protección del cartílago ante lesiones mecánicas.
- Transporte de nutrientes al cartílago articular (el cartílago no se nutre de
líquido sinovial sino de la glucosa que este transporta).
- Disipa energía de tensión en forma de calor.

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Ante la presencia de una enfermedad inflamatoria, como es la artritis reumatoidea,


la concentración de ácido hialurónico disminuye hasta menos de la tercera parte de lo
normal por acción de enzimas lisosómicas, lo que determina una menor viscosidad
(alterando su propiedad de lubricante). Así mismo disminuye la concentración de
glucosa (por la actividad glucolítica de los leucocitos en la artritis reumatoidea, y por la
utilización de la glucosa por parte de los microorganismos en la artritis séptica). Ambos
factores, disminución de la viscosidad y menor concentración de glucosa, contribuyen a
la erosión articular provocada por la enfermedad.

Artrocinemática.
Es la parte de la biomecánica que se ocupa de los mecanismos de reposo y
movimiento más íntimos (intrínsecos) de las articulaciones.
El movimiento de un hueso puede ser de dos tipos:

1) Giro: Se da en un plano
horizontal, y es una rotación
del hueso sobre si mismo,
alrededor de su propio eje
mecánico. Como se puede
observar en la Fig. 3:12
vista superior, de un giro del
humero en el movimiento de
rotación interna y externa, Fig. 3:12
sobre su eje longitudinal

2) Balanceo: Se da en los planos sagital y frontal. Es un movimiento pendular


del hueso alrededor de uno de sus extremos. Fig. 3:13 donde vemos los
movimientos de flexo extensión de la articulación escápulo humeral (A) y de
Abducción aducción (B). Cuando el balanceo se combina con una rotación
intrínseca, el hueso sale del plano y se llama balanceo impuro.

Fig. 3:13
A B

Desde la artrocinemática y metiéndonos en la intimidad articular, veremos que el


giro y el balanceo visibles dependen de tres tipos de movimientos que ocurren entre dos
superficies articulares incongruentes.

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Rozamiento, lubricación y desgaste


Desde el punto de vista mecánico puede considerarse al cartílago articular como
un sólido poroso permeable lleno de líquido.
El funcionamiento normal del cartílago articular implica deformación y cambios
de volumen, de los que resulta un movimiento de líquido intersticial a través de la
matriz sólida; movimiento que es de importancia fundamental para el normal
funcionamiento articular.
Al aplicarse una carga el cartílago puede reducir su grosor hasta un 40%, pero esta
gran pérdida de volumen es totalmente recuperable al retirar la carga.
Cuando realizamos un movimiento en una articulación cualquiera se va a producir
un rozamiento de las superficies articulares entre si. Si estas no están lubricadas se va a
producir un desgaste del cartílago articular que derivará en una posterior artrosis, por
ejemplo.
Imaginemos una puerta con sus bisagras. Tanto abrir y cerrar la puerta, las
bisagras comienzan a hacer ruido, el típico “chirrido” molesto que, si no las lubricamos,
comienzan a desgastarse por el rozamiento que se produce entre los metales. Ahora
desarrollaremos cada uno de estos conceptos para comprender mejor el mecanismo
artocinemático.

Rozamiento
Todas las superficies (hasta las que aparecen más lisas) presentan superficies
irregulares. Por lo que, al enfrentarse dos superficies, las rugosidades de ambas se
acoplan de modo tal, que para lograr deslizar una superficie sobre la otra se necesita una
fuerza que separe ambos cuerpos, o que rompa las partes acopladas.
Dicha resistencia al movimiento tangencial de un objeto con respecto al otro con
el que está en contacto, se denomina rozamiento. Este rozamiento es proporcional a la
fuerza perpendicular a las superficies en contacto (o sea la fuerza que aplica una
superficie sobre la otra). Normalmente la energía producida por ambas superficies que
se rozan disipa energía en forma de calor.
El rozamiento va a depender de la naturaleza de las superficies en contacto. Se
determinaron diversos coeficientes de rozamiento para las diferentes superficies
materiales en contacto. Se sabe, por ejemplo que el del cartílago articular en
condiciones normales es de 0,00013, es decir, extremadamente bajo.
El rozamiento es proporcional a:
1. mayor fuerza perpendicular que las comprime.
2. mayor extensión de las superficies en contacto.
3. mayor velocidad de las superficies en contacto.
La fuerza de rozamiento puede disminuirse si entre ambas superficies se coloca un
lubricante que las separe y llene las rugosidades.
Vamos a dar un ejemplo como para que se aclare el asunto (Como diría el cantor:
Vamos aclarando el panorama…..). Supongamos que tengo fría las manos, como vimos
anteriormente al producirse un rozamiento se libera energía en forma de calor, entonces
lo que voy a hacer es rozarlas entre sí. Si este rozamiento lo hago muy superficialmente
no voy a tener muchos resultados entonces las voy a comprimir un poco mas (1). Si
rozo solo las puntas de los dedos no voy a obtener el resultado deseado por lo que sería
ideal ampliar la zona rozando toda la mano (2) y por último si lo hago lentamente voy a
demorar mucho para calentarlas, por lo que lo voy a hacer en forma rápida (3)

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Lubricación
Las articulaciones sinoviales están sujetas a un enorme rango de condiciones de
carga, mientras en circunstancias normales la superficie del cartílago tienen poco
desgaste. El deterioro mínimo del cartílago normal asociado con tal variedad de carga es
un indicio del sofisticado proceso de lubricación que existe en el trabajo de la
articulación, así como dentro y sobre la superficie del tejido. Estos procesos se
atribuyen a una película de fluido lubricante que se forma entre la superficie del
cartílago articular y aun lubricante de frontera o límite absorbido sobre la superficie
durante el movimiento y la carga. La variedad de requerimientos de la articulación
también sugiere que varios mecanismos son los responsables de la lubricación de la
articulación tipo diartrosis. Para entender ésta, hay que utilizar los conceptos básicos de
lubricación de la ingeniería. Desde esta perspectiva, hay dos tipos fundamentales de
lubricación.
Una es la lubricación frontera o límite, que involucra una mono capa simple de
moléculas de lubricante absorbida sobre cada superficie de contacto. Brinda protección
en el movimiento después del reposo absoluto. Cuando nuestra mamá cocina algo frito
vemos que la olla en donde cocinó, el aceite queda adherido y que debo fregarlo mucho
para que salga; justamente el aceite queda adherido por la absorción química de las
moléculas del lubricante (en este caso el aceite) en la superficie del sólido (en este caso
la olla)
La otra, es la lubricación por película de fluido, en la cual una capa fina de éste
suministra una gran separación superficie-superficie. Al parecer, ambos tipos de
lubricación ocurren en el cartílago articular en dependencia de las circunstancias. La
articulación sinovial intacta tiene un coeficiente de fricción extraordinariamente bajo tal
como se mencionó más arriba. Las superficies lubricadas mediante lubricación frontera
o límite tienen coeficientes de fricción típicos de magnitud uno o dos órdenes mayores
que las superficies lubricadas por película de fluido, lo que sugiere que las
articulaciones sinoviales están lubricadas, al menos parcialmente, por el mecanismo de
película de fluido. Es muy probable que las articulaciones sinoviales usen el mecanismo
que probablemente les proporcione una lubricación más efectiva en una determinada
condición de carga. Sin embargo, no está resuelta la manera en la cual la articulación
sinovial genera la película de fluido lubricante.
En la lubricación por película de fluido (Fig. 3.14) La capa de lubricante (mucho
más gruesa en comparación con la existente en la lubricación límite) produce una
separación relativamente mayor entre las superficies. Este tipo de lubricación es
llamado elastohidrodinámico.
Hidrodinámico porque como las superficies articulares no son paralelas, se forma
una cuña de líquido en la periferia de la cavidad articular. Al moverse las superficies el
líquido es expulsado hacia el extremo contrario al movimiento, obligándolo a
introducirse en el espacio existente entre ambos puntos de contacto; por lo que se genera
una presión de sustentación que tiende a mantener separadas a las superficies
articulares. El movimiento del líquido es fundamental para una correcta nutrición del
cartílago; además de colaborar a disipar el calor que se genera durante el
funcionamiento articular.
Elástico porque debido a que el
Fig. 3.14 cartílago articular es un material
blando, la presión ejercida por la
película de fluido puede causar
deformación de las superficies

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articulares; disminuyendo el área de contacto y produciendo una película de lubricante


más gruesa y duradera que incrementa la capacidad de sostén.
Para dar una idea práctica de esto es como que si tienes un globo lleno con un
poco de agua colocado sobre una mesa. Si con una mano lo comprimes un poco en el
medio, el agua escapará hacia los costados. Si, luego, comprime con tu otra mano uno
de esos costados, notarás como el agua tenderá a pasar por debajo de la primer mano,
levantándola, para ir hacia el otro costado. Esto es precisamente lo que sucede en la
articulación. Al pasar el líquido de un lado al otro, logra una separación de las
superficies articulares disminuyendo el rozamiento y su consecuente desgaste.
c) Mixta: coexistencia de áreas con lubricación límite y áreas con lubricación por
película de fluido.

Desgaste
Se define al desgaste como la Eliminación de material de las superficies sólidas
debido a acción mecánica.
Según el mecanismo de producción se divide en desgaste interfacial, y desgaste
por fatiga.
 Desgaste interfacial: se debe a la interacción de las superficies en contacto
(interfacial: entre dos caras). Puede ser por adherencia o por abrasión.
o Adherencia: (Este tipo se describe pero no se da en las
articulaciones) se produce si la unión provocada por el contacto de
las superficies es más fuerte que el material subyacente; lo que va a
provocar arrancamiento de fragmentos de una de las superficies,
los que van a adherirse a la otra superficie. Es el típico caso de un
raspón al que lo cubrimos con una venda. Cuando vamos a sacar la
venda, esta se adhirió a la herida y……. para que te voy a contar!
o Abrasión: se produce cuando un material blando es arañado por
uno más duro (abrasivo), se trate de una superficie o de partículas
libres. Ejemplo: Cuando lijamos una pared: La pared es el material
blando y la lija es el abrasivo. Otro: ibas en bici y te caíste en el
asfalto: la rodilla es el blando y el asfalto el abrasivo, después te
pusiste la venda y cuando te la quisiste sacar se te adhirió y…….
bueno, ya te lo conté arriba.
Los múltiples modos de lubricación efectiva que trabajan de forma simultánea
son los mecanismos que hacen improbable el desgaste interfacial del cartílago articular.
No obstante el desgaste adhesivo y abrasivo puede tener lugar en una articulación
sinovial afectada o degenerada. Una vez que la superficie del cartílago tenga defectos
ultraestructurales y/o disminuya su masa, se vuelve más suave y más permeable. De esta
manera, el fluido de la película lubricante que separa las superficies de contacto puede
filtrarse más fácilmente a través de la superficie del cartílago. Esta pérdida de fluido
lubricante de entre las superficies incrementa la probabilidad de contacto directo entre
las asperezas y exacerba el proceso de abrasión.
 Desgaste por fatiga: Se produce a causa de acumulación de lesiones microscópicas
(creeps) en un material que es repetidamente sometido a situaciones de stress; lo
que puede ocurrir incluso en superficies bien lubricadas. El grado de dichas
lesiones es suficiente para que se produzca la aparición y propagación de una

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Unidad III. Artrocinemática

fisura microscópica. Las cargas que generan desgaste por fatiga son generalmente
muy inferiores al límite de resistencia real del material.

Congruencia articular
A mayor incongruencia, mayor movilidad y menor estabilidad
La congruencia articular suele ser considerada en términos de puntos de contacto
entre las superficies enfrentadas. Dicha consideración, si bien es válida para ser aplicada
ante situaciones de soporte y transmisión estática de cargas, resulta inapropiada cuando
se refiere a superficies en movimiento. Por lo tanto, debido a que coexisten ambas
situaciones, la congruencia articular debe ser considerada de manera diferente para cada
una de ellas.
1) En lo que al movimiento se refiere, la congruencia articular implica la
capacidad de una articulación para recorrer fluidamente su rango de
movimiento fisiológico sin necesidad de separación o excesiva
deformación de las superficies articulares. Por lo tanto la congruencia
articular es una medida de la esfericidad que una determinada articulación
posee; ya que una articulación no esférica totalmente congruente, lo será en
una sola de todas las posiciones posibles que dicha articulación pueda
alcanzar; o mantendrá su congruencia a costa de una excesiva deformación de
las superficies.
2) En la situación de soporte y transmisión estática de cargas, si bien la total
aposición de las superficies articulares puede en un principio parecer
ventajosa; es inadecuada en lo que a distribución de las presiones se refiere.
La existencia de pequeñas incongruencias entre las formas mejora la
distribución de presiones. El propósito de tal incongruencia es, por lo tanto,
producir un estado lo más cercano posible al isobarismo1, dentro de la
articulación.
La no total congruencia entre las superficies articulares, sumada a la capacidad de
deformación que posee el cartílago articular, permiten lograr una distribución presiones
más uniforme a medida que se incrementa la carga articular.
En una relación más concordante las superficies estarían en contacto en todos los
puntos, tal posición restringiría la articulación y restringiría la lubricación (porque
exprimiría todo el líquido, como si aplastásemos una esponja). Así, las superficies
articulares incongruentes, favorecen el movimiento y la lubricación. Cuentan también
con dos dispositivos accesorios denominados meniscos y cojinetes adiposos.
*Los meniscos aumentan la curvatura mecánica cuando las superficies articulares
tienden a ser planas.
*Los cojinetes adiposos disminuyen la curvatura de superficies demasiado curvas.

Regla del cóncavo convexo


Como hemos visto hasta acá todas las articulaciones, aún las llamadas planas,
presentan una superficie articular cóncava y la otra convexa. Así, por ejemplo, en la
articulación escapulo humeral la parte cóncava es la glenoides del omóplato (fija) y la
parte convexa la cabeza humeral (móvil). La misma situación se da en la cadera. Sin
embargo a nivel de rodilla tenemos que habitualmente la parte fija son los cóndilos
femorales (convexos) y la parte móvil está representada por las mesetas tibiales
(cóncavas). Se da igual situación a nivel de matacarpofalángicas. Estas situaciones
1
Puntos de igual presión

Material de uso interno de Biomecánica I. UAP 43


Unidad III. Artrocinemática

ejemplificadas se comportan de esa manera en una situación normal, pero si movilizo


rodilla (sentándome, por ejemplo) con la tibia fija, la que queda fija es la meseta tibial
(cóncavas) y lo móvil son los cóndilos (convexos) invirtiendo la situación.
¿Qué importancia tiene esto? La importancia reside en que no va a ser igual
movimiento un extremo óseo en una situación cóncava-convexa que en una situación
convexo-cóncava. Veamos:

A) Con una superficie cóncava móvil y una convexa


fija (situación convexo-cóncava): En el movimiento
de flexión, por ejemplo, tanto el extremo proximal
como el distal del hueso móvil van a ir en la misma
dirección. Por ejemplo: articulación metacarpo-
falángica. Ambos extremos del hueso (falange) van
hacia adelante

B) Con una superficie cóncava fija y una


convexa móvil: En el movimiento de abducción
el extremo proximal y el distal del hueso móvil
se van a mover simultáneamente pero en
direcciones opuestas. Por ejemplo: articulación
escápulo-humeral. Mientras el extremo distal
del húmero va hacia arriba, el proximal va hacia
abajo.

44 Material de uso interno de Biomecánica I. UAP


Unidad III. Artrocinemática

Tipos de movimientos

Rotar: (Fig. 3.15) Es la Fig. 3.15


rotación alrededor de un eje. Es
cuando a varios puntos de la
superficie móvil le corresponden
un punto de la superficie fija.
(Por ejemplo: la rueda de un
automóvil que gira en falso sobre
el barro).

Rodar (Fig. 3.16): Una superficie circular con un eje central, rueda sobre otra
cuando cada uno de los puntos de la superficie móvil coincide con uno y sólo un punto
de la superficie fija, consecutivamente. (Por ejemplo: la rueda del automóvil rueda sin
problemas sobre el asfalto).

Fig. 3.16

Deslizar (Fig. 3.17): Se considera cuando un sólo punto de la superficie móvil


(esférica y con un eje central) coincide progresivamente con todos los puntos de la
superficie fija (por ejemplo: una frenada sobre piso mojado y resbaladizo).

Fig. 3.17

A estos movimientos se los ha tratado de asimilar a los movimientos articulares


pero, luego de observar y analizar distintos escenarios hemos llegado a la conclusión
que este modelo mecánico explicado anteriormente no es correlacionable con el
anatómico de manera general, dado que en el modelo mecánico una de las superficies es
completamente plana mientras que en el anatómico todas son de forma cóncavas y
convexas.
Sin embargo es posible explicar lo siguiente:

Material de uso interno de Biomecánica I. UAP 45


Unidad III. Artrocinemática

 El movimiento de rodadura si se da con todas sus características en


algunas articulaciones como por ejemplo en la rodilla, en el complejo
movimiento de flexo extensión y viceversa.
 Los otros dos movimientos, la rotación y el deslizamiento, se van a dar
según algunas circunstancias.
Antes de avanzar e introducirnos de lleno en la explicación consideramos
pertinente traer algunos conceptos de la física que nos ayudaran a entender mejor este
dilema.
Cuando un objeto cambia de posición en el espacio se denomina traslación,
por ejemplo la traslación de la tierra en su órbita alrededor del sol, o la rueda de un auto
que se traslada de un lugar a otro.
Esta traslación puede ser:
Rodando: un auto avanzando sin dificultad
Deslizando: el auto avanza o retrocede pero con la rueda frenada.
Rotando: ya sea en el sentido de la traslación (un auto que sale patinando
por una brusca acelerada) o en el sentido contrario a la traslación (un auto
patinando en la nieve tratando de salir de una pendiente)
Cuando el objeto gira sobre su eje sin cambiar su posición en el espacio y los
distintos puntos del cuerpo presentan velocidades proporcionales a su distancia al
eje se dice que hay una rotación.
En las articulaciones también se van a dar estos movimientos con estas
particularidades;
o Situación cóncavo convexo: Si
pensamos en una situación
cóncavo convexo (escápulo
humeral, tibio astragalina,
cúbitoradial superior y otras)
podemos ver como la superficie
articular del hueso móvil va a
rotar sobre su eje central
haciendo contactar todos sus
puntos con un punto determinado
de la superficie fija lo que
representaría una rotación que, de
acuerdo a lo explicado, este
movimiento se da cuando a varios
puntos de la superficie móvil y
que posee un eje central le
corresponde un punto de la
superficie fija. En la figura 3:18
está representada, de forma
esquemática la articulación gleno
humeral. En la cavidad glenoidea
se ha colocado una flecha blanca que representa el punto fijo que contactará
sucesivamente con cada uno de los puntos (línea puntuada) de la cabeza humeral
en los movimientos de rotación de está. Como vemos en el gráfico, el eje se
encuentra dentro de la cabeza humeral y cuando se dé el movimiento cada uno
de los rombos (superior e inferior) habrán recorrido la misma distancia (y a la

46 Material de uso interno de Biomecánica I. UAP


Unidad III. Artrocinemática

misma velocidad) y la cabeza humeral habrá quedado en la misma posición, sin


trasladarse (En realidad se sabe que la cabeza humeral se traslada
aproximadamente 1 a 3 mm durante una abducción de 0 a 30°). Sin embargo esto
no sucede en la situación Convexo cóncavo por lo que se explica a continuación.
o Situación convexo cóncava: Si pensamos en una situación convexo cóncavo
(metacarpo falángica, rodilla, humero radial y otras) podemos ver como la
superficie articular del hueso móvil no va a rotar sobre su eje central sino que se
va a mover sobre un eje que se encuentra alejado de el, en una proyección sobre
el otro hueso que conforma la articulación sobre el que se deslizará o trasladará.
De acuerdo a lo explicado, este movimiento de deslizamiento se da cuando un
punto de la superficie móvil y que posee un eje central le corresponden varios
puntos de la superficie fija. En la figura 3:19 se ha representado una articulación
metacarpo falángica en la que se observa la flecha blanca que hace las veces del
punto que se va a deslizar y que va a contactar con todos los puntos (línea
puntuada) de la superficie fija, en este caso la cabeza metacarpiana. De esta forma
la base falángica se deslizará sobre la cabeza metacarpiana.

Fig. 3:19

En la figura 3:20 se ha representado el


movimiento de Flexión de la metacarpo falángica.
Podemos constatar que la base de la falange ha
cambiado de posición desde “A” cuando estaba en el
extremo de la cabeza metacarpiana, a “A’” que se ha
ubicado en la cara palmar de esta última. Por otra parte
también podemos ver que la (+) ha recorrido una
distancia notablemente superior (y a mayor velocidad)
al (.) demostrando con esto que se ha llevado a cabo
una traslación, en este caso con deslizamiento, de la
base falángica.

Material de uso interno de Biomecánica I. UAP 47


Unidad III. Artrocinemática

En resumen, en una situación cóncavo convexa va a haber rotación, mientras


que en una situación convexo cóncava existirá un deslizamiento. Por otra parte
siempre que haya deslizamiento va a haber traslación, pero cuando haya traslación
puede ser con rotación (a favor o en contra), deslizamiento o rodadura.

48 Material de uso interno de Biomecánica I. UAP

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