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Powers, L. and McSorrley, R. (2005). Conservación de los nutrientes. en L. Powers and R. McSorrley.

,
primera edición., Principios ecológicos en agricultura, Madrid: Ediciones Paraninfo, S.A. Disponible en:
http://go.galegroup.com.bdigital.sena.edu.co/ps/aboutEbook.do?
actionString=DO_DISPLAY_ABOUT_PAGE&searchType=BasicSearchForm&docId=GALE
%7C3AUN&userGroupName=sena&inPS=true&prodId=GVRL

Capítulo

14
Conservación de los nutrientes
Según se ha visto en los capítulos anteriores, muchas de las reacciones y transformaciones que aportan
nutrientes a los cultivos tienen lugar en el suelo. Por lo tanto, aquellas prácticas agrícolas que implican con-
servación del suelo son también válidas para conservar los nutrientes. Esto es ampliable a los métodos
empleados para limitar la erosión del suelo, incluyendo los métodos de labranza de conservación; igualmen-
te a los cultivos en bancales y en franjas; arado y plantación por curvas de nivel; uso de cultivos de cobertu-
ra e intercalares; empleo de cubiertas orgánicas, de franjas de contención o de plantaciones cortavientos.
Este capítulo está centrado fundamentalmente en el papel que desempeñan la labranza de conservación, las
cubiertas orgánicas y las enmiendas orgánicas en la conservación del suelo y de los nutrientes.

Conceptos básicos
➤ Función de los residuos de los cultivos y de la labranza en la conservación del suelo.
➤ Ventajas de las cubiertas y residuos de superficie.
➤ Las enmiendas orgánicas y los abonos verdes como fuentes de nitrógeno.
Conservación de los nutrientes

Labranza de conservación estos ahorros se invirtieran en herbicidas, en general,


la labranza y las operaciones de cultivo consumen
más mano de obra que las aplicaciones de herbicidas.
Las ventajas de la labranza y del cultivo cobran espe-
cial relevancia en la formación de semilleros, en la
disponibilidad de una zona favorable para el desarro- Definiciones y clases de
llo de las raíces y en el control de las malas hierbas.
La limpieza total y en profundidad de un terreno labranza de conservación
puede proporcionar a éste una apariencia de campo
agrícola "estupendo" y en "excelente estado" y quizás
sea muy aconsejable cuando se va a establecer en él Son numerosos los términos, algunos de ellos sinóni-
un monocultivo. Pero un campo sometido a esta lim- mos, que se emplean para describir los diferentes
pieza, con su suelo suelto y al descubierto, está métodos de la labranza de conservación. Cada méto-
expuesto a la erosión del agua y del viento. Por esta do en concreto varía según su intensidad y el nivel de
razón, la decisión de cultivar o no, es algo que tiene alteración que produce en el suelo y que, en una esca-
que ver con las contrapartidas y el balance de los la, podría empezar en una situación que no alterase en
beneficios de un posible establecimiento favorable absoluto un sistema en el que se emplea labranza con-
del cultivo frente a los riesgos de la erosión. vencional. Algunas fuentes clasifican los diferentes
métodos de labranza de conservación basándose en la
Por labranza convencional se entiende el con- cantidad total de residuos de cultivo que se abandona
junto de labores en el que los residuos de anteriores en la superficie al usar cada uno de ellos. A conti-
cultivos se entierran y la superficie del suelo se lim- nuación se exponen algunos de los más habituales,
pia y alisa antes de proceder a la plantación. La empezando por los que producen menos alteración en
expresión labranza de conservación se refiere a una el suelo.
serie de métodos (ver sección siguiente) en la que las
operaciones de labranza se reducen o eliminan. La Sin labranza. El suelo y los residuos de la super-
labranza de conservación se caracteriza por una ficie se dejan tal cual están, sin producir en ellos alte-
superficie del suelo irregular y tosca y residuos de ración alguna, excepto la mínima que pueda causar la
plantas que se han dejado en la tierra. En algunas siembra. La alteración puede limitarse a una hende-
definiciones de labranza de conservación se exige dura delgada, con casi toda la superficie del suelo
que al menos un 30% (u otra cantidad establecida (>90%) cubierta por residuos de cultivos. También se
como mínima) de la superficie del suelo esté cubier- puede entender por "sin labranza" a la siembra direc-
ta por residuos de cultivos. Los objetivos de estos ta, a no cultivar nada en absoluto o a la "labranza
programas de labranza son reducir la pérdida de suelo cero".
y conservar su humedad.
Labranza de surcos. En esta modalidad, se abren
El uso de la labranza de conservación en EE.UU., surcos en los que se plantan los cultivos. Después se
se incrementó notablemente durante las dos últimas pasa a la situación de sin labranza en la fase de man-
décadas del siglo XX. La causa principal de este tenimiento, aunque los surcos suelen reformarse
incremento, no sólo en EE.UU., sino en todo el periódicamente.
mundo, fue el enorme uso que se hizo de herbicidas
de amplio espectro que supuso una alternativa para Labranza en franjas. Este método implica labrar
los cultivos en el control general de las malas hierbas. una franja estrecha en la que se plantará el cultivo,
El desarrollo y mejora de equipos adaptados a los dejando sin otra alteración el resto de la superficie del
métodos de la labranza de conservación permitió ace- suelo (figura 14-1). Se consiguen algunas ventajas de
lerar este proceso, al que también contribuyeron unas las labores para la preparación de semilleros, al tiem-
normativas que auspiciaban este tipo de labranza po que se mantienen los residuos cubriendo la mayo-
como un sistema de conservación del suelo. Este tipo ría del terreno. La labranza en franjas se denomina
de labranza también representó un ahorro de energía, también laboreo por franjas o labranza por zonas.
carburantes y mano de obra especialmente cuando
era necesario que los cultivos de menos envergadura Labranza de cobertura. En este método, se labra
se repartieran por el campo. Y aunque quizás parte de el suelo y se le incorpora parte de los residuos de cul-

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Capítulo 14

Figura 14-1. En este sistema de labranza en franjas, han crecido unas plántulas en las fajas labradas,
rodeadas por residuos de una cosecha anterior de centeno. También pueden apreciarse residuos de una
cosecha previa de maíz, anterior a la de centeno.

tivos, aunque debe dejarse una cubierta de los resi- Los diferentes métodos de labranza de conserva-
duos que han quedado sobre la superficie. Entre estos ción que se han descrito no suelen estar perfectamen-
métodos que usan cobertura se incluye una labranza te diferenciados unos de otros. Es frecuente que exis-
poco profunda de superficie concebida para dejar ta un cierto solapamiento entre ellos. Cada punto del
residuos en la misma, así como otros sistemas que terreno puede variar, a lo largo de una escala del 0%
podrían situarse entre la labranza mínima y la llama- al 100% de superficie de suelo cubierta de residuos,
da "menos intensiva". dependiendo del grado de cultivo practicado.

Labranza mínima. En este método, la labranza


realizada es realmente reducida si se compara con la Nula 100%
labranza convencional y algunos residuos de cultivos
se dejan en la superficie. Algunas definiciones esta-
blecen un mínimo para esta cantidad de residuos pre- Superficie
Intensidad de
sentes en la superficie del suelo. La labranza mínima labranza de suelo cubierta
se suele llamar también labranza reducida. por residuos

En estos métodos de labranza de conservación se


tienen en cuenta diferentes grados de labranza de sub- Frecuente 0%
suelo o de subsuperficie, así como diferentes tipos de
gestión de residuos (de siega, de corta, verde versus Figura 14-2. La intensidad de la labranza y la
secos, etc.). Como prueba de que los residuos de culti- acumulación de residuos en la superficie son
vos forman parte de la labranza de conservación (figu- inversamente proporcionales. Si la frecuencia de
ra 14-2), estos métodos se suelen llamar también ges- la labranza disminuye, se incrementará la canti-
tión de residuos de cultivos o labranza de residuos. dad de residuos que cubre la superficie del suelo.

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Conservación de los nutrientes

Considerando los diferentes rangos de intensidad del El mantenimiento de los residuos de superficie
cultivo implantado y del mantenimiento de la cober- puede reducir la erosión del suelo hasta en un 90%, e
tura de residuos, así como las posibles combinaciones incluso más en algunos casos. En la tabla 14-1 se
con prácticas de cultivo y de labranza del subsuelo, se muestran los beneficios derivados del incremento de
obtiene una serie impresionante, casi infinita, de sis- la cobertura de residuos en la reducción de la erosión
temas distintos posibles, muchos de los cuales se con- producida por el agua. En comparación con los culti-
sideran sistemas de labranza de conservación. vos de limpieza total, una pequeña presencia de resi-
duos de superficie puede suponer una notable reduc-
ción de la erosión del terreno. Con el 30% de cober-
Beneficios y riesgos de la tura de superficie requerida por algunos programas
de conservación, la erosión puede reducirse a menos
labranza de conservación de la mitad del nivel comprobado en los sistemas de
labranza convencional. El mantenimiento de residuos
de superficie normalmente aporta un nivel similar de
Los métodos empleados en la labranza de conserva- protección contra la erosión causada por el agua o el
ción influyen en diversos factores de un agroecosiste- viento.
ma. Dependiendo del que se use, esta influencia
puede ser beneficiosa o perjudicial. La magnitud de Por supuesto, la cantidad de cobertura de residuos
esta influencia está muchas veces relacionada con la varía estacionalmente, dependiendo del crecimiento
amplitud e intensidad de las prácticas usadas, depen- de los cultivos, tasa de descomposición y métodos de
diendo éstas de la cantidad de cobertura de residuos gestión. Normalmente, el maíz proporciona más resi-
retenida y de la frecuencia de las actividades de duos que la soja. Además, la relación C:N más alta del
labranza. A lo largo de lo que queda de esta sección maíz comparada con la de la soja (ver capítulo 4)
se encontrarán comparaciones entre los efectos de la sugiere que los residuos del maíz son más resistentes
labranza convencional y la de conservación en deter- a la descomposición. El nivel más elevado de residuos
minados aspectos. se consigue cuando la especie se planta directamente
en una cubierta vegetal o en cultivo de cobertura, y el
nivel más bajo cuando el cultivo anterior se ha elimi-
Erosión del suelo nado para ensilaje u otros propósitos similares.

La labranza de conservación se ha ido desarrollando La reducción de erosión del suelo, gracias a la


como un método de conservación del suelo. Por esta labranza de conservación, aporta también otros bene-
razón, estos sistemas pueden ser especialmente benefi- ficios medioambientales. Se pueden aminorar las pér-
ciosos en declives y otros tipos de terrenos desiguales. didas de nutrientes y plaguicidas a través de la esco-
Existen dos características de la labranza de conserva- rrentía del agroecosistema. También suele mejorar la
ción que son claves en la lucha contra la erosión. En calidad de las aguas de superficie al reducirse consi-
primer lugar, la presencia de cubiertas y residuos hace derablemente los sedimentos y otros contaminantes.
que la superficie de suelo expuesta a la influencia
adversa del agua y del viento sea menor. Estos residuos
impiden e interrumpen el movimiento y flujo de esos Humedad del suelo
agentes por la superficie del suelo y logran salvar a
parte de éste de la erosión. Además, la reducción de la La presencia de residuos en la superficie reduce la
labranza mantiene a niveles mínimos la presencia de evaporación y aumenta la capacidad de infiltración
una superficie de suelo suelto y fácilmente erosiona- del agua en el suelo. De esta forma, los niveles de
ble. Los métodos de labranza reducida también pre- humedad de un suelo sometido a condiciones de
sentan algunas otras características relacionadas con la labranza de conservación tienden a ser más altos que
estructura de suelos que pueden contribuir a reducir la los de aquellos suelos que no lo están. En la tabla 14-2
erosión, como el incremento de materia orgánica del se muestran los efectos que el incremento de los nive-
suelo y la reducción de costras en el mismo. Los siste- les de residuos opera en la evaporación de la superfi-
mas de labranza de conservación pueden contar con cie del suelo. Los métodos de la labranza de conser-
cultivos de cobertura que pueden contribuir a controlar vación ayudan a estabilizar las fluctuaciones de la
la erosión de forma más efectiva. humedad del terreno, a retener el agua y a reducir las

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Capítulo 14

Tabla 14-1 Relación entre la cantidad de cobertura de residuos y la erosión de superficie


causada por el agua

Porcentaje (%) de superficie Porcentaje (%) de reducción


cubierta por residuos de la erosión

10 30
30 65
50 83
70 91
Datos aportados por Schertz (1994).

necesidades de riego de los cultivos plantados en sue- mayores diferencias en épocas de temperaturas altas y
los bien drenados durante las épocas más calurosas y las menores en las menos cálidas.
secas. Sin embargo, las ventajas de estos métodos
pueden transformarse en inconvenientes si el suelo El que el enfriamiento de la temperatura del suelo
tiene un drenaje pobre o está encharcado. En los cli- durante la época de crecimiento sea una ventaja o un
mas fríos, los suelos húmedos pueden tardar en secar- inconveniente dependerá del clima y de la ubicación
se en primavera si existe sobre ellos una capa de resi- geográfica. En los climas cálidos o tropicales, la
duos. reducción de la temperatura en la superficie del suelo
es algo muy favorable, ya que modera y ralentiza la
descomposición de la materia orgánica. En los climas
Temperatura del suelo fríos, el recalentamiento del suelo en primavera
puede retrasarse por el efecto aislante de los residuos
Los restos de los cultivos después de las cosechas pro- de cultivos, lo que provocaría una germinación de las
porcionan sombra a las capas superiores del suelo, lo semillas y un crecimiento más lentos y una etapa de
que significa que, con el sistema de labranza de con- cultivo más corta.
servación, se reducen las fluctuaciones en la temperatu-
ra del terreno. Durante el invierno, la temperatura de la
capa superior de unos 10 cm puede estar algo más cáli- Estructura del suelo
da en un suelo cubierto que en otro que no lo esté. Sin
embargo, durante las soleadas estaciones de crecimien- Aunque la labranza puede producir cambios en la
to, las temperaturas del suelo son normalmente más estructura del suelo, como formación de compacta-
bajas con el uso de la labranza de conservación que con ciones y suelas de arado, sigue siendo el medio más
el de la labranza convencional. Estas diferencias térmi- conveniente para controlar la compactación del suelo.
cas pueden oscilar entre 1 y 5 ºC, alcanzándose las Evitar la labranza en suelos con tendencia a la com-

Tabla 14-2 Relación entre cobertura de residuos y evaporación de superficie

Porcentaje (%) de superficie Porcentaje (%) relativo


cubierta por residuos de evaporación a

0 100
20 78
40 67
60 61
80 58
a
Expresado como porcentaje de la evaporación producida sin presencia de residuos.
Datos aportados por Schertz (1994).

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Conservación de los nutrientes

pactación puede provocar sistemas radiculares redu- semillas, es posible que se produzcan calcinaciones
cidos. Este problema puede aliviarse labrando en pro- en las plántulas. Por otra parte, si se aplica demasia-
fundidad en el subsuelo mientras se mantenga intacta do lejos de las semillas aumenta el riesgo de inmovi-
la mayoría de los residuos de superficie. Otra opción lización de nitrógeno y acidificación del suelo. La
es plantar cultivos de cobertura de raíces profundas, aplicación precisa se puede conseguir usando equipos
como pasto o guisante (figura 14-3), que puedan especiales o sistemas de labranza en franjas.
mejorar la porosidad y estructura del suelo con el
paso del tiempo. La aplicación de otros elementos fertilizantes
también puede resultar complicada en los sistemas de
labranza de conservación. Normalmente, el fósforo
Fertilidad del suelo se mezcla en las capas superiores del suelo durante la
labranza. Es fundamental que se produzca bien esta
La materia orgánica del suelo decrece lentamente con mezcla en el caso de un elemento inmóvil como el
el tiempo en aquellos sistemas cultivados convencio- fósforo que puede tener dificultades para llegar hasta
nalmente, pero pueden mantenerse en los sistemas de las raíces si se queda en la superficie. Por lo tanto, en
labranza de conservación. La diferencia de materia estos sistemas de labranza es vital una colocación de
orgánica del suelo entre estos dos tipos de sistemas de los fertilizantes más profunda, para lo que se pueden
labranza es más evidente en los primeros 5-10 cm de formar, por ejemplo, capas superpuestas de fósforo
la capa superior y menos en las más profundas. junto a las semillas y plántulas.
Algunos expertos han informado acerca de incremen-
tos de materia orgánica en algunos sistemas de Los iones NO-3, Ca 2+ y otros solubles en agua, se
labranza de conservación. Shertz (1994) aporta un pueden lixiviar más fácilmente en los sistemas de
ejemplo de una granja de Illinois en la que la materia labranza de conservación que en otros convenciona-
orgánica del suelo se incrementó desde el 1,87% les, debido a que los niveles de humedad son, nor-
hasta el 4,0% durante quince años sin labranza. malmente más altos en los primeros. El Ca 2+ lixivia-
do se puede reemplazar por H+, lo que originaría, con
el tiempo, un incremento de la acidez del suelo. Otro
factor que contribuye a un aumento de la acidifica-
ción del suelo es la liberación de H+ a partir de los
iones NH4+ que se han empleado como fertilizantes o
que se han desprendido de la descomposición de los
residuos. Esta acidificación mediante iones NH4+ se
puede producir cerca de la superficie del suelo si el
fertilizante se aplica sobre ella o cerca de ella y no
consigue incorporarse a la misma. Por esta razón, la
acidificación del suelo se produce más rápidamente
en la labranza de conservación que en los sistemas de
labranza convencionales. Sin embargo, debido a que
la acidificación en el caso de la labranza de conser-
vación suele localizarse en las capas superiores del
suelo, es conveniente realizar una aplicación de
Figura 14-3. Guisante de paloma, una superficie de abono calizo para corregir este inconve-
leguminosa tropical de raíces muy profundas. niente. A medida que el suelo va siendo más ácido,
puede afectar a la disponibilidad de los nutrientes y la
efectividad de los herbicidas.
La inmovilización del nitrógeno es motivo de
especial preocupación allí donde la relación C:N se Gracias a los sistemas de labranza de conserva-
presente alta. Por esta razón, es esencial añadir ferti- ción, algunos factores que influyen en la fertilidad del
lizantes de nitrógeno en algunos sistemas de labranza suelo (como la materia orgánica, por ejemplo) mejo-
de conservación. Las modalidades para incorporar el ran y otros (como la disponibilidad de los nutrientes)
fertilizante son limitadas. Si se aplica en una hende- empeoran a diferentes niveles. La colocación adecua-
dura estrecha que esté demasiado en contacto con las da del nitrógeno y de otros elementos fertilizantes es

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Capítulo 14

posiblemente el tema más crítico de los relacionados de labranza de conservación durante bastantes años.
con la fertilidad del suelo. No obstante, esta fertilidad Las malas hierbas perennes y otras que sean mejores
se preserva mejor y durante más tiempo, empleando estrategas K pueden reemplazar a las estrategas r que
métodos de labranza de conservación en lugar de sis- habitualmente colonizan los campos cultivados.
temas convencionales, debido a que los primeros con- Además, el empleo frecuente de herbicidas puede
siguen controlar mejor la erosión del suelo. hacer que aumenten las oportunidades para que se
desarrollen y prosperen malas hierbas resistentes a
los herbicidas.
Control de malas hierbas
El control de las malas hierbas es un tema esencial en Control de enfermedades
los sistemas de labranza de conservación, en los que,
normalmente, se hace frente a mayores densidades de La incidencia relativa de problemas relacionados con
malas hierbas que en otros sistemas en los que se enfermedades en una labranza convencional y en otra
emplean más regularmente el arado y el cultivo. El de conservación, dependerá del patógeno involucrado
aumento experimentado en el empleo de métodos de en cada caso, del cultivo y de las condiciones
labranza de conservación en EE.UU. y Europa se ha medioambientales específicas. Son numerosos los
debido al desarrollo y disponibilidad de un amplísimo factores que pueden contribuir a aumentar los proble-
espectro de herbicidas para controlar las malas hier- mas producidos por patógenos de plantas en los sis-
bas. Los herbicidas se emplean mucho más en estos temas de labranza de conservación:
métodos de labranza que en los convencionales.
Johnson (1994) elaboró una relación de los incremen- • Unas condiciones muy estables del entorno
tos de superficie sin labranza en EE.UU. desde 1988, del suelo y un grado alto de humedad del
junto al incremento de ventas de plaguicidas desde ese mismo, pueden favorecer la supervivencia de
mismo año. Una buena parte de estos incrementos se algunos patógenos, especialmente de hongos
debieron a las ventas y al uso de herbicidas. del suelo y habitantes de rizosfera, como el
Rhizoctonia y el Pythium.
Los métodos de labranza de conservación pueden
ayudar a reducir la escorrentía de superficie y a res- • Algunos patógenos pueden crecer en los resi-
tringir el movimiento de los plaguicidas. Sin embar- duos de los cultivos anteriores.
go, estas ventajas pueden verse contrarrestadas, hasta
cierto punto, por el incremento en el uso de herbici- • Existen menos oportunidades de que aumente
das y la relativamente escasa proporción de herbicida la mortalidad de algunos patógenos que suelen
que se aprovecha. Sin embargo, aunque una parte morir sepultados cuando se emplea el arado.
considerable del herbicida empleado en operaciones
sin labranza permanece en la superficie del suelo, Por otra parte, un entorno del suelo muy estable
siempre está menos expuesto a la escorrentía que el debido a labranza de conservación puede favorecer
que se produce en aquellos sistemas de labranza más a la planta que al organismo que cause la enfer-
donde las pérdidas de sedimentos son elevadas. medad. Concretamente, en un caso real, la conserva-
ción del agua y la moderación de la temperatura, en
Cada día son más numerosos los esfuerzos que se condiciones sin labranza, redujo la tensión en las
hacen para reducir las tasas de aplicación de herbici- plantas en una explotación de sorgo, con lo que dis-
das, buscando métodos alternativos para controlar las minuyó enormemente la infección de los tallos
malas hierbas en los sistemas de labranza de conser- (Kommedahl y Todd 1991). En otros casos, los sub-
vación. En estos sistemas se usan muchas veces los productos procedentes de la descomposición de resi-
herbicidas para eliminar los cultivos de cobertura y duos pueden resultar tóxicos o inhibir a determinados
los residuos de las cosechas. En algunos casos sería patógenos.
posible coordinar la plantación de un cultivo de
cobertura para que complete su ciclo y muera de Existen dos situaciones que preocupan especial-
forma natural antes de que se plante el siguiente cul- mente en relación con el control de enfermedades en
tivo. Pueden surgir nuevos problemas de malas hier- los sistemas de labranza de conservación. Plantar un
bas en terrenos que han estado sometidos a métodos cultivo sobre los residuos de especies de ese mismo

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Conservación de los nutrientes

cultivo es un riesgo, ya que los patógenos que se obra de conductores de tractores. Sin embargo se
hayan desarrollado en esos residuos podrán atacar a necesita mucha energía para fabricar los herbicidas
las nuevas plantas. Este problema se puede minimizar que tan generosamente se usan en estos sistemas de
mediante rotación de cultivos, plantando un cultivo labranza. Cuando este consumo de energía es consi-
en los residuos de otro preferentemente diferente y no derable, el ahorro que se produce en combustible casi
relacionado con él. Los hongos que se adaptan a las se compensa en muchos sistemas de labranza reduci-
condiciones de frío y humedad pueden causar graves da. Lal y otros (1990) informan que se puede produ-
enfermedades en los suelos que tardan en templarse y cir un ahorro en el uso total de energía del 3-7%
secarse en primavera. La germinación y el desarrollo cuando se cambia de un sistema convencional a otro
lento, en condiciones de bajas temperaturas del suelo, de labranza de conservación, por lo que concluyen
puede provocar que se prolonguen las etapas de cre- que la energía ahorrada no supone una gran ventaja
cimiento, vulnerables a infecciones. para la mayoría de los sistemas de labranza de con-
servación.

Plagas de insectos y de otros


Cosecha
animales
Debido a las limitaciones de la erosión y a la conser-
Determinadas plagas de insectos suelen ser más habi- vación de la capa superficial del suelo, los métodos
tuales en los sistemas de labranza de conservación de labranza de conservación suponen a largo plazo
que en los terrenos cultivados convencionalmente. (¡muchos años!) ventajas en el rendimiento de las
Los gusanos de alambre y los blancos son más fre- cosechas en relación con las de los sistemas conven-
cuentes después de céspedes y otras hierbas que pue- cionales. Estas diferencias son más discutibles cuan-
den proporcionar residuos al cultivo. Los rastrojos de do se habla de rendimientos a corto plazo. Algunas
superficie se convierten en excelentes escondrijos fuentes (por ej. Johnson 1994; Sprague y Triplett
para la oruga podadora y otras plagas, aunque tam- 1986) han realizado un resumen sobre las compara-
bién lo son para los escarabajos Carabidaes, que son ciones de rendimientos a corto plazo entre algunos
depredadores beneficiosos. Gardamas y pequeños sistemas de labranza de conservación y otros conven-
insectos devoradores de tallos de maíz pueden ser cionales en diferentes lugares. El resultado resultó
muy comunes en los sistemas de labranza de conser- favorable en varias ocasiones para la labranza de con-
vación. Debido a que varias de estas plagas atacan servación, pero otras veces este sistema ofreció des-
plántulas, el control de insectos al comienzo de la ventajas o no se produjeron diferencias. La inconsis-
estación es fundamental en algunos cultivos cuando tencia de estos resultados proviene de la naturaleza
se usa este tipo de labranza. tan variada y de tantos tipos diferentes como existen
de sistemas de labranza de conservación, entre los
Los residuos de superficie propician que aumente que se pueden incluir una gama de valores de intensi-
la cobertura disponible para ratones y otros tipos de dad, que puede ir desde labranza mínima hasta la no
plagas. A las babosas les favorece la humedad y las labranza. Además, los diferentes tipos de labranza de
coberturas que producen los sistemas sin labranza y conservación se llevan a cabo, a su vez, en una varie-
pueden provocar grandes daños en algunas regiones dad amplia de suelos, climas y condiciones medioam-
en las que se den esas condiciones. La aparición y los bientales. Cualquiera de estos factores puede contri-
daños de los nemátodos parásitos de plantas depen- buir a esas diferencias sorprendentes.
den mucho más de los tipos de cultivos previos que
del método de labranza. Se han elaborado diferentes modelos para com-
parar el rendimiento de los sistemas de labranza de
conservación y de los convencionales. Los de con-
Energía servación pueden aportar más ventajas de rendi-
miento de cosechas en suelos bien drenados (sobre
La disminución de cultivos y operaciones de campo todo en caso de cultivos expuestos a temperaturas
suponen un considerable ahorro de consumo de com- templadas), secos o húmedos. En este aspecto, los
bustible para los sistemas de labranza de conserva- sistemas convencionales tienen ventajas en suelos
ción. También se precisa menos tiempo y mano de escasamente drenados, especialmente en climas

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Capítulo 14

fríos. A menudo, las desventajas en el rendimiento Aunque algunas consideraciones de futuro sobre
de la labranza de conservación en suelos fríos y los costes a largo plazo relacionados con la fertilidad
húmedos pueden provenir de las dificultades en la del suelo o los herbicidas pueden afectar a las deci-
preparación de semilleros y el establecimiento de la siones de optar por la labranza convencional versus la
plantación. La plantación puede mermar por pérdi- de conservación, en muchos casos la elección de un
das debidas a enfermedades de las plántulas o a sistema se basará, probablemente, en consideraciones
insectos del suelo o por la dificultad de algunas económicas a corto plazo. Si el ahorro en costes de
plantas para poder despuntar a través de capas espe- combustible y de labores menores del campo se com-
sas de residuos. Las cosechas pueden verse afecta- pensan con los costes de herbicidas propios de la
das por el acortamiento de la estación de creci- labranza de conservación, se puede concluir que no
miento si la germinación y el despunte se han retra- existen grandes diferencias de orden económico entre
sado debido a temperaturas más frías de las habi- los sistemas de labranza convencionales y de conser-
tuales. vación. Excepto algunas diferencias de importancia
debido al coste de los equipos, los beneficios econó-
micos dependerán, probablemente, de la cosecha
Selección de métodos de relativa que se consiga con cada uno de los sistemas.
Por lo tanto, se puede decir que, en general, la labran-
labranza de conservación za de conservación puede tener alguna ventaja en
suelos bien drenados de zonas templadas y puede
ofrecer desventajas en zonas frías, en aquellos suelos
Los casos específicos en los que se deben utilizar con un drenaje pobre. En la bibliografía que figura al
métodos de labranza de conservación y el grado en final del capítulo se puede encontrar información adi-
que éstos deben aplicarse, ya se han examinado en cional y ejemplos concretos de métodos de labranza
las secciones anteriores. Las ventajas y desventajas de conservación.
relativas al control de la erosión, la humedad, la
temperatura, la estructura del suelo, la fertilidad,
las malas hierbas, las enfermedades, las plagas y el
uso de energía, se deberán estudiar y sopesar en Cubiertas
cada situación. También deben tenerse en cuenta
otros factores adicionales. La labranza de conserva-
ción tiene ventaja en la reducción del tiempo de Una cubierta (mulch) es una materia que se aplica
reformas y cambios necesarios entre dos cultivos a la superficie del suelo. Una enmienda es una
sucesivos en los sistemas de cultivos múltiples. sustancia mezclada con el suelo que se usa, nor-
También es un sistema útil en la conservación de la malmente, para mejorar la fertilidad o la estructura
fauna del suelo, sobre todo los invertebrados más de éste. Por lo tanto cualquier materia orgánica
grandes, como las lombrices de tierra, que pueden puede considerarse enmienda o elemento de cubier-
sufrir daños y desaparecer tras sucesivas y frecuen- ta, dependiendo de su uso. En la labranza mínima y
tes labranzas. En la labranza de conservación se en otros sistemas que impliquen labranza limitada,
reduce, por supuesto, el tiempo que el cultivador una parte de los residuos de cultivos anteriores
tiene que emplear en labores de cultivo y prepara- puede permanecer en la superficie actuando como
ción del terreno. Por otra parte, es posible que se cubierta, mientras que otra porción puede ser ente-
requiera el empleo de equipamiento especializado rrada y sometida a descomposición como una
en este tipo de labranza para que resulte más eficaz enmienda (figura 14-4).
(ver ejemplos citados por Sprague y Triplett 1986),
por lo que la disponibilidad de estos equipos va en A veces, las cubiertas orgánicas se descomponen
aumento. Puede que mediante la labranza de con- y liberan nutrientes. A la larga, sus efectos pueden ser
servación aumente el riesgo de que falle algún cul- similares a los de una enmienda, en cuanto a la mejo-
tivo debido a problemas de sus plántulas en deter- ra de la fertilidad del suelo se refiere. Pero, a corto
minadas situaciones. También con este sistema de plazo, las cubiertas se usan para reducir la erosión,
labranza se pierde ese nivel de "pulcritud" de los conservar la humedad del suelo, moderar la tempera-
campos al que muchas personas se han acostumbra- tura de éste, eliminar las malas hierbas o mejorar la
do por estar usando la labranza tradicional. calidad del agua de superficie. En muchos casos, los

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Conservación de los nutrientes

beneficios de su uso son idénticos a los que se consi- Las cubiertas sintéticas incluyen papel, telas o
guen manteniendo los residuos de los cultivos en la materiales plásticos. Algún componente, como el
superficie del suelo, como se expone al comienzo de papel, es biodegradable y se descompone con el
este capítulo. Las plantas vivas también pueden apor- tiempo como cualquier otro material orgánico. Sin
tar buena parte de estas ventajas. Las cubiertas vege- embargo pueden continuar en el suelo pequeñas can-
tales pueden usarse como cultivos intercalares con tidades de metales procedentes del papel prensa y de
otras plantas, como coberturas de terreno en los huer- otras tintas.
tos o como un substrato relativamente rico en nitró-
geno y libre de malas hierbas en el que se puede plan- Las cubiertas plásticas no son biodegradables y su
tar otro cultivo. producción puede resultar costosa en términos econó-

Figura 14-4. Plantas jóvenes de calabacines cubiertas por paja de centeno proveniente de un cultivo de
cobertura anterior del mismo lugar.

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Capítulo 14

micos y energéticos. En el capítulo 10, ya se vio el Enmiendas orgánicas


empleo de plástico transparente en el asoleamiento de
los terrenos para controlar plagas, malas hierbas y
enfermedades que se propagan por el suelo. En algunos En agricultura se han usado innumerables sustancias
agroecosistemas se usan plásticos opacos, que pueden como enmiendas (tabla 14-3). Prácticamente todos los
ser blancos, grises, negros o de otros colores. Aunque materiales biodegradables se podrían incorporar a esa
los opacos pueden absorber algo del calor solar, el suelo lista. La palabra compost es un término general en el que
que se encuentra debajo de ellos no alcanza las altas se engloban muchas sustancias o combinaciones de ellas
temperaturas a las que llega en el caso de los plásticos en diferentes estados de descomposición (ver capítulo 4 y
transparentes, por lo que su empleo es compatible con Aplicación 4-5). El emplear una sustancia depende a
el crecimiento de las plantas. La cubierta plástica es veces de la disponibilidad o conveniencia de transportar-
relativamente uniforme y se adapta con facilidad a las la en grandes cantidades. Sin embargo, los residuos de
aplicaciones mecanizadas. Se puede aplicar después de cultivos y el estiércol animal son, con gran diferencia, las
haber fumigado el suelo para no dejar escapar a los enmiendas que más se usan en agricultura.
fumigantes volátiles. Los fertilizantes y las tuberías del
riego por goteo se deben incluir antes de cubrir con el
plástico. El manto plástico limita la lixiviación de los Diferentes usos de las
fertilizantes que se encuentran debajo de él, aunque una
lluvia copiosa sobre la superficie plástica puede anegar enmiendas orgánicas
zonas sin cubrir (como las situadas entre bancales) con-
centrando allí la escorrentía. La cubierta plástica puede
eliminar algunas malas hierbas, pero las aristas de las Las enmiendas orgánicas se aplican a los suelos agrí-
almendrillas pueden perforar el plástico, en cuyo caso colas por diferentes razones. La mayoría de estas
las malas hierbas pueden crecer por estos orificios. La enmiendas mejoran la estructura del suelo y su con-
limpieza y retirada de los plásticos que quedan en el tenido en materia orgánica, dependiendo de la sus-
campo después de su uso pueden convertirse en un pro- tancia empleada, también puede aportar otros benefi-
blema (figura 14-5). cios a la fertilidad del suelo y de los cultivos.

Figura 14-5. Un antiguo campo de vegetales en el que los cultivos han crecido en una cubierta de
plástico gris.

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Conservación de los nutrientes

Las enmiendas orgánicas como nes difieren mucho en sus respectivas relaciones de C:N
y en la velocidad relativa a la que liberan nitrógeno (figu-
fuentes de nitrógeno ra 14-6). Con una relación C:N de 20:1 o menos, la
mayoría de los abonos verdes son excelentes fuentes de
La utilidad de una enmienda como fuente de nitrógeno nitrógeno orgánico para los cultivos. La liberación del
dependerá no sólo de la cantidad de nitrógeno de la que nitrógeno de las enmiendas con relaciones C:N de 30:1 o
disponga sino del ritmo con el que el nitrógeno pasa a las más, puede resultar demasiado lenta para que sea efecti-
plantas a través de la descomposición y mineralización. va a las plantas de los cultivos. En la Aplicación 14-1 se
Como ya se vio en el capítulo 4, son varios los factores examinan con más detalle las implicaciones que conlle-
que intervienen en la velocidad de descomposición va el uso de enmiendas como fuentes de nitrógeno, cuan-
(suelo, estación, labranza y la relación C:N de la enmien- do sus respectivas relaciones de C:N son muy diferentes.
da). Si muchos de estos factores medioambientales fue-
ran constantes, la elección del corrector y su relación de Las concentraciones relativas de formas mineraliza-
C:N serían fundamentales para determinar la disponibi- das de N (NO3 - , NH4 +) que están disponibles para las
lidad de nitrógeno. Las enmiendas orgánicas más comu- plantas, se supone que se incrementan continuando apli-

Tasa de incremento de descomposición y liberación de nitrógeno

Residuos de cultivos antiguos


Abono verde de leguminosas
Materia orgánica del suelo
Estiércol de aves de corral

Residuos de hierbas

Tallos de maíz
Paja de arroz
Bacterias

Lodo
Urea

Relación 0 5:1 10:1 15:1 20:1 25:1 30:1 35:1 40:1


C:N
Figura 14-6. Relación C:N de las enmiendas orgánicas más comunes.

Tabla 14-3 Lista de algunas de las substancias que se han utilizado como enmiendas
orgánicas

Residuos de cultivos, abonos verdes.


Estiércol animal.
Residuos sólidos urbanos (papeles, restos de alimentos, residuos de corral).
Biosólidos, lodos de aguas residuales.
Productos del mar (algas marinas, emulsión de peces, quitina de los cangrejos).
Subproductos de fabricación (residuos de alimentos, tortas para el ganado).
Subproductos animales (harina de huesos).
Celulosa (astillas de madera, serrín, papel).
Ceniza.
Musgo de turba.
Compost.

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Capítulo 14

cando enmiendas orgánicas ricas en N. En la figura 14-7 das y la plantación de cultivos deben hacerse a un
se expone un ejemplo de una posible secuencia de ritmo muy calculado para conseguir el máximo apro-
hechos. Se parte del supuesto de que la concentración de vechamiento del N liberado. Si la enmienda se des-
NO3 - en el suelo está al mismo nivel de equilibrio que compusiera durante algún tiempo antes del momento
antes de añadir la enmienda orgánica. Inmediatamente de plantación señalado con una B en la figura 14-8, se
después de añadir éste, los niveles de NO3 - en el suelo podría entonces liberar y perder algo de NO3 - antes de
pueden bajar a medida que las bacterias del suelo apro- que el cultivo pudiera aprovecharlo. Esto podría repre-
vechen este NO3 - libre para experimentar un crecimiento sentar una pérdida importante si la descomposición de
estimulado por la presencia de una fuente de carbono la enmienda se produjera a gran rapidez en climas tem-
(estas bacterias emplean la enmienda para poder dispo- plados. En un caso teóricamente ideal, el cultivo debe-
ner de más carbono que de nitrógeno). Aunque este perí- ría plantarse en el tiempo A que aparece en la figura 14-8,
odo de liberalización o inmovilización del nitrógeno, antes de que se libere el NO3 - y cuando las raíces del
puede ser mínimo para el caso de muchas enmiendas cultivo que está germinando están ya listas para absor-
orgánicas, su importancia crece a medida que lo hace la ber NO3 - tan pronto como esté disponible. Un cultivo
relación C:N de la enmienda. A la larga, el nitrógeno en crecimiento tiene asociada una curva de demanda
orgánico de la enmienda se mineraliza y se produce el característica de NO3 - válida para el transcurso de toda
lógico incremento de NO3 - del suelo, aunque, con el la estación (figura 14-9). En una situación ideal, la
tiempo, caen y vuelven al nivel de equilibrio a medida curva de suministro del NO3 - liberado desde la
que el NO3 - se reduce a través de la absorción de la plan- enmienda (figura 14-8) se aproximaría bastante a la
ta, la lixiviación, la desnitrificación y otras causas. curva de demanda de la planta (figura 14-9). La sin-
cronización del suministro y la demanda de N es un
Se supone que se está aplicando una enmienda ade- objetivo importante de los estudios que se realizan para
cuada que permita que se incrementen cuanto antes los conocer si se están usando eficientemente las fuentes
niveles de NO3 - en el suelo. La aplicación de enmien- de nitrógeno orgánico.

Aplicación 14-1 Respuesta a la demanda de los cultivos de fuentes de nitrógeno orgánico

Supongamos que un cultivo determinado necesita 100 kg de N/ha. Esta necesidad se podría cubrir, teórica-
mente, por una cantidad apropiada de algún fertilizante inorgánico u orgánico. Pero la composición de las
posibles fuentes de fertilizantes orgánicos pueden variar enormemente. En la tabla 14-4 figuran ejemplos de
algunas fuentes de nitrógeno.

Supongamos que se ha usado una de las enmiendas de esta tabla como fuente de nitrógeno, aplicado
como fuente de fertilizante orgánico cerca del tiempo de plantación de un cultivo vegetal de dos - tres meses.
La cantidad de enmienda necesaria para conseguir los 100 kg de N/ha, aparece en dicha tabla en su colum-
na derecha. Algunas de estas cantidades son elevadas y pueden ser difíciles de manejar y aplicar, pero exis-
ten otras consideraciones más preocupantes en la validez y oportunidad de emplear estas enmiendas como
fuente de nitrógeno. Obviamente, es un tema crucial el que coincida el nitrógeno que se libera con el que
demanda el cultivo. La tasa de descomposición del heno de las leguminosas podría ser la apropiada, siem-
pre que el nitrógeno se desprenda y esté disponible durante la mayor parte de la estación de crecimiento del
cultivo. La urea, como otro ejemplo posible, con una relación C:N demasiado baja, tendría que descompo-
nerse y mineralizarse rápidamente. Pero esta rapidez podría provocar algún tipo de fitotoxicidad en las jóve-
nes plántulas. Incluso si esto no sucediera, la mayoría del nitrógeno se liberaría demasiado pronto en la vida
del cultivo y podría no estar ya disponible más tarde cuando el cultivo realmente necesite ese nitrógeno en
cantidades considerables. El problema contrario se originaría con las astillas de madera o la paja de centeno
compostadas. Estas substancias podrían descomponerse tan lentamente que muy probablemente no pro-
porcionarían una cantidad relevante de nitrógeno para el cultivo. Incluso si la cantidad de paja de centeno se
duplicara hasta los 40.000 kg/ha, un equivalente de unos 200 kg de N/ha se inmovilizarían en los residuos de
la paja y no estarían disponibles para ser aprovechados por los cultivos. Queda claro que la paja de centeno
o las astillas de madera no deben considerarse como una fuente de nitrógeno para los cultivos de ciclo de
vida corto.

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Conservación de los nutrientes

Tabla 14-4 Composición de algunas enmiendas que teóricamente podrían usarse como
posibles fuentes de fertilizantes de nitrógeno

Fuente de N Relación C:N Porcentaje (%) de N Cantidad necesaria para


100 kg N/ha

Urea 0,43:1 45 220 kg


Heno de leguminosa 20:1 2,5 4.000 kg
Astillas de madera compostadas 40:1 0,9 11.000 kg
Paja de centeno 60:1 0,5 20.000 kg

Enmiendas orgánicas como res, también se producen oportunidades similares


con el reciclaje de otros elementos nutrientes.
fuentes de otros elementos Algunos cultivos de raíces profundas pueden resul-
tar muy útiles en la recuperación del potasio que se
nutrientes ha lixiviado en las capas del suelo más profundas.
Los cultivos de cobertura ricos en fósforo y su
Además de nitrógeno, muchas enmiendas orgáni- micorriza pueden aprovecharse en determinados
cas contienen fósforo, potasio y otros elementos sistemas de cultivo.
nutrientes. El guano y otros estiércoles animales
pueden contener cantidades significativas de P y No todos los elementos que aportan las enmien-
K. La harina de huesos es especialmente rica en P das orgánicas son deseables. Los residuos sólidos
y Ca. Las cenizas pueden ser una buena fuente de urbanos y los biosólidos pueden contener cantida-
potasio. Las algas marinas y otros productos del des variables de metales pesados, como Cd, Cu, Pb,
mar se pueden considerar como fuentes de P, K, Ni y Zn. Aunque en una aplicación su presencia sea
Ca, S y de varios micronutrientes y oligoelemen- mínima, con el paso del tiempo se pueden ir acu-
tos. mulando en cantidades mayores tras repetidas apli-
caciones de enmiendas ricas en metales. Además
Aunque una buena parte de este capítulo se ha de metales, otras sustancias inertes como plásticos,
centrado en la conservación y en el reciclaje del cristal o caucho pueden también acumularse a par-
nitrógeno en los cultivos de cobertura e intercala- tir de operaciones relacionadas con residuos sóli-
dos urbanos.
Enmienda añadida

Aumento de
nitratos

A B
de nitratos en el suelo

Cantidad relativa de nitrato


liberado por la enmienda
Concentración

Nivel de
equilibrio
Tiempo

Disminución Tiempo
de nitratos

Figura 14-7. Concentración relativa de nitratos Figura 14-8. Cantidad de nitrato disponible en
disponible en un suelo tras la adición de una un suelo tras la descomposición de una
enmienda orgánica. enmienda orgánica.

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Capítulo 14

Cantidad relativa de nitrato


que necesita el cultivo
Tiempo

Figura 14-9. Demanda de nitrato de un cultivo a lo largo de su período de crecimiento.

Enmiendas orgánicas y gestión Las enmiendas orgánicas pueden propiciar un


medio ambiente favorable para las enfermedades de
de plagas una determinada planta o pueden servir incluso como
fuentes de inoculantes para esas mismas enfermeda-
La descomposición de residuos orgánicos afectan a des. Los residuos y enmiendas que están más estre-
las plagas y enfermedades de varias formas. En la chamente relacionados con el cultivo comercial son
descomposición se pueden liberar amoníaco, ácidos los que más probablemente escondan patógenos de
orgánicos, alcaloides y otros subproductos que, en un rango similar al de los huéspedes que podrían
concentraciones determinadas, pueden afectar a las afectar a ese cultivo. El uso de materiales proceden-
plagas. También es posible que la mejora de la ferti- tes de plantas enfermas entraña un gran riesgo, inclu-
lidad del suelo, junto con la materia orgánica resul- so aunque se hayan compostado. Aunque las elevadas
tante de la adición de enmiendas, permitan el estable- temperaturas del compostaje acaban con la mayoría
cimiento de un medio ambiente en el que las plantas de los patógenos, el material enfermo que se encuen-
toleren mejor ciertas plagas y enfermedades y en el tre en los bordes de las pilas de compost o en un com-
que los competidores o enemigos naturales de las pla- post inmaduro, pueden no alcanzar esas temperaturas
gas y de los patógenos prosperen mejor. No es fácil letales.
sacar conclusiones válidas de los resultados de los
experimentos realizados con enmiendas orgánicas
para luchar contra las plagas, ya que estas enmiendas Empleo de abono verde como
pueden estimular el crecimiento de las plantas por sí
mismas, tanto si las plagas y patógenos están presen- enmienda orgánica
tes como si no. Se necesita una información muy pre-
cisa para demostrar que se ha conseguido realmente
controlar las plagas a un nivel significativo. El sostenimiento de la fertilidad del nitrógeno en los
agroecosistemas mediante la descomposición de las
Los resultados del empleo de enmiendas orgá- enmiendas orgánicas puede llegar a complicarse
nicas para controlar plagas son, a menudo, muy debido a las enormes cantidades de nitrógeno que se
variables y dependen, en gran parte, de las condi- eliminan periódicamente con las labores recolectoras.
ciones medioambientales. Sin embargo, está cada Robertson (1997) estima que se eliminan de 100 a
vez más comprobado que los residuos de coles, 200 kg de N/ha durante la cosecha de la mayoría de
semillas de colza y otras crucíferas pueden ayudar los cultivos. Las cifras promedio de fertilizante de
a eliminar ciertos patógenos de las plantas. Los nitrógeno sintético necesarias para producir los tres
efectos contra nemátodos parásitos de plantas han granos más importantes de la agricultura se resumen
resultado menos consistentes. Los residuos del en la tabla 14-5. En general, estas cifras de entradas
árbol del nim (Azadirachta indica) han demostrado de nitrógeno son algo menores que las estimadas
alguna posibilidad como enmienda para el control como pérdidas de este elemento por causa de las
de nemátodos. cosechas. Por supuesto, parte de este déficit se pro-

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Conservación de los nutrientes

Tabla 14-5. Cifras promedio de fertilizantes de nitrógeno que se aplican en diferentes


zonas geográficas.

Tipo promedio Región con Promedio para Norteamérica


Cultivo por regiones) el promedio Norteamérica
(en kg de N/ha) mas alto (en kg de N/ha)

Trigo 23-146 Este de Asia 56


Arroz 37-127 Este de Asia 117
Maíz 59-173 Europa occidental 157
Resumen de la información facilitada por People, Herridge y Ladha 1995

duce a partir de formas orgánicas e inorgánicas de N inorgánico. Sin embargo, bajo unas condiciones
ya presentes en el suelo. En conjunto, las entradas de que propicien la fijación de N, podría ser posible en
nitrógeno al agroecosistema procedentes de fertili- muchos cultivos de leguminosas una adición de 100
zantes, materia orgánica y precipitaciones contrarres- kg de N/ha.
tan las pérdidas por tareas de recolección, lixiviación,
erosión, desnitrificación y volatilización. El resultado El abono verde de las leguminosas es una fuen-
neto es algo deficitario, con unas pérdidas estimadas te muy interesante de nitrógeno fijado biológica-
de nitrógeno en torno a los 24 kg/ha/año en el caso de mente. Si se usa el cultivo mientras aún esté verde,
Canadá, 112 kg/ha/año para Kenya y 20-70 kg/ha/año los contenidos de nitrógeno y humedad serán muy
para diferentes regiones tropicales (Giller y Cadisch altos y la relación C:N resultará relativamente baja.
1995; Peoples, Herridge y Ladha 1995). Estos factores influirán en una rápida descomposi-
ción de residuos y liberación de nitrógeno orgánico.
Aunque, por otra parte, quizás no se tenga claro el
Los abonos verdes y la fijación propósito de eliminar una cosecha de un cultivo aún
verde e inmaduro. Si se usa como abono verde en su
del nitrógeno totalidad, tanto los cereales como las leguminosas
forrajeras pueden suministrar niveles similares de
El retorno de los subproductos recolectados a su enriquecimiento de nitrógeno. Sin embargo, si el
emplazamiento original agrícola para reciclarse, es grano es recolectado en una leguminosa es posible
una de las formas en las que el nitrógeno puede que el nitrógeno eliminado por las labores de la
conservarse y reducir su déficit, antes comentado. cosecha pueda superar al que se añadió por fija-
Sin embargo, la fijación del nitrógeno representa ción. Esto limita la efectividad de los residuos de
una vía para que una cantidad muy apreciable de leguminosas como fuente de fertilizante para otros
nuevo nitrógeno pueda entrar en el agroecosistema. cultivos.
En condiciones óptimas, algunas leguminosas pue-
den conseguir más del 80% de su nitrógeno a través
de la fijación biológica de este elemento. En Los abonos verdes como
muchos casos, en una plantación de leguminosas se
puede llegar a producir una fijación de 50-200 kg fertilizantes para cultivos
de N/ha. Sin embargo, dependiendo de las condi-
ciones, la cantidad de N fijado puede variar mucho subsiguientes
aumentando o disminuyendo estas cantidades. En
las tasas de fijación de nitrógeno influyen mucho la Los abonos verdes nuevos se suelen descomponer
especie de cultivo, las variedades, la salud de las enseguida, por lo que actúan rápidamente cuando se
plantas, la especie de Rhizobium presente, la venti- aplican. Giller y Wilson (1991) afirman que más del
lación del suelo, la temperatura, el agua, el pH y 40% del nitrógeno de algunos abonos verdes de legu-
muchos otros factores. La fijación de N disminuye minosas se puede liberar durante las dos semanas
si se incrementan los niveles de NO3 - del suelo, siguientes a su adición al suelo. La descomposición
como puede ocurrir al aplicar un fertilizante de N es más rápida aún en climas tropicales. En estos

© ITES-Paraninfo / 301
Capítulo 14

casos, puede ser necesario plantar el cultivo siguien- subsiguiente. Las cifras de absorción de N que apare-
te inmediatamente después de que se entierre el cen en la sección anterior son la muestra más eviden-
abono verde o un cultivo de relevo en la cubierta te de la naturaleza variable de la liberación del nitró-
orgánica de abono verde. Algunos de estos abonos se geno orgánico inmovilizado. Aunque el nitrógeno de
pueden cortar y almacenar como forraje para usarlos fuentes orgánicas está menos expuesto a pérdidas y
más adelante. filtraciones, su absorción por las plantas es menos
predecible que la del nitrógeno procedente de fuentes
Puesto que el nitrógeno de un abono verde está inorgánicas. Sin embargo, algunos estudios han
contenido en una forma orgánica, su disponibilidad demostrado que se pueden añadir cantidades muy
dependerá de la descomposición. Aunque los abonos significativas de N fijado biológicamente a muchos
verdes nuevos pueden liberar grandes cantidades de sistemas de cultivo.
nitrógeno con una rapidez enorme, la liberación de
alguna cantidad de N orgánico puede producirse de Muchas leguminosas se pueden usar como abono
una forma tan lenta que no esté disponible para el verde o como cultivo de cobertura. Algunas de éstas
siguiente cultivo. se han visto en este capítulo y en el 13, aunque exis-
ten otras abiertas a diferentes posibilidades (ver
En Minnesota, se suele usar entre el 18% y el 70% ejemplos en Peoples, Herridge y Ladha 1995; Power
del nitrógeno de los residuos de leguminosas en un cul- 1990; Thomas 1995). Casos más concretos de legu-
tivo sucesivo de maíz (Power 1990). En los sistemas minosas y abonos verdes empleados en sistemas
tropicales, en cultivos consecutivos se suele aprovechar intercalares de América Central, se han examinado
entre el 12% y el 74% del nitrógeno de las leguminosas por Thurston y otros (1994). También se usan legum-
(Peoples, Herridge y Ladha 1995). Estos porcentajes bres en cultivos intercalares para suministrar N a las
son muy variables y dependerán de la naturaleza de las gramíneas de los cultivos mixtos de legumbres y
sustancias empleadas, de la velocidad de la descompo- cereales o de pastos mixtos. El recorte de hojas oto-
sición y de las condiciones medioambientales. ñales de los árboles o arbustos leguminosos, como los
de la especie Leucaena, pueden facilitar N orgánico a
Se han realizado numerosos experimentos en los algunos sistemas agroforestales. Los helechos de la
que se ha usado abono verde para cubrir todas las especie Azolla, aunque no sean plantas leguminosas,
necesidades (o al menos parte) de fertilizantes de son excelentes proveedores de N fijado biológica-
nitrógeno de un cultivo subsiguiente. A menudo se mente para algunos arrozales.
comparan los rendimientos relativos de un cultivo fer-
tilizado con abono verde y con fertilizante de nitróge- A pesar de las ventajas de los abonos verdes como
no sintético. En la tabla 14-6 se muestra un resumen fuente de nitrógeno, su uso está actualmente en decli-
de algunos ejemplos. En algunos casos, el uso de los ve, mientras que aumenta el empleo de fuentes de
residuos de leguminosas produjeron un beneficio en nitrógeno sintéticas. En algunos sistemas pueden exis-
el siguiente cultivo equivalente al empleo de 95 - 112 tir poderosas razones para no usar cultivos de cober-
kg de N/ha de fertilizante sintético. Parte de las nece- tura ni abonos verdes. En las zonas semiáridas con un
sidades adicionales de N de algunos cultivos pueden bajo nivel de lluvias y tasas altas de evapotranspira-
satisfacerse mediante las reservas de nitrógeno pre- ción, los cultivos de cobertura, especialmente aquellos
sentes en el suelo. Estas reservas se pueden conservar de raíces profundas, pueden mermar más rápidamen-
e incluso aumentar a lo largo del tiempo mediante te las reservas de agua del suelo necesarias para el cre-
métodos (como añadir abono verde o una enmienda cimiento de los cultivos. En estos casos, la reducción
orgánica) que favorezcan la formación y el manteni- de la humedad del suelo puede afectar a la cosecha del
miento de materia orgánica de suelo. cultivo subsiguiente, ya que esta pérdida de humedad
no se compensaría con la ganancia de N suministrada
por el anterior cultivo de cobertura. Sin embargo, la
Perspectivas en el empleo de reducción del empleo de abonos verdes no se ciñe sólo
a las zonas semiáridas, en las que estaría más justifi-
abono verde cada por las razones que acaban de exponerse. Las
preferencias por el N sintético se han incrementado en
Es difícil predecir si usando un determinado abono la mayoría de las regiones y de los tipos de agroeco-
verde se cubrirán las necesidades de N de un cultivo sistemas. Es más probable, hoy en día, que un cultivo

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Conservación de los nutrientes

Tabla 14-6 Relación de algunos casos en los que se han usado abonos verdes o cultivos
de cobertura como fuentes de nitrógeno para un cultivo subsiguiente

Abono verde Cultivo Beneficio Localidad Referencia


o cultivo de cobertura producido (kg de N/ha) a

Arbeja Tomate Necesidades del Maryland, EE.UU. Abdul-Baki y Teasdale


cultivo cubiertas 1994
Arbeja Algodón 68 Alabama, EE.UU. Power 1990
Trébol carmesí Algodón 68 Alabama, EE.UU. Power 1990
Arbeja Maíz 95 Kentucky, EE.UU. Power 1990
Trébol carmesí Maíz 83 Kentucky, EE.UU. Power 1990
Alfalfa/trébol dulce Maíz 45-112b Midwest, EE.UU. Power 1990
Cacahuete Maíz 60 Ghana Giller y Wilson 1991
Frijol de vaca (caupí) Maíz 60 Ghana Giller y Wilson 1991
Guisante de paloma Maíz 38-49 India Giller y Wilson 1991
Arbeja Sorgo 90 Georgia, EE.UU. Power 1990
Frijol de vaca (caupí) Arroz Se usó el 28% Indonesia Peoples, Herridge y
del N del caupí Ladha 1995
Varios cultivos Arroz 30-80 China, India Rao 1993
Leguminosas de
pastizales Pasto animales Latinoamérica Thomas 1995
a. Cantidad equivalente de fertilizante de N necesaria para conseguir una cosecha igual a la del abono verde.
b. Datos promedio de suelos.

esté absorbiendo N sintético a que esté aprovechando aportar un sinfín de beneficios a los sistemas de cul-
el N orgánico de los residuos de cosechas. La elabo- tivo, como la reducción de la erosión, la supresión de
ración de abonos verdes es un trabajo arduo si se com- las malas hierbas, la moderación de la temperatura
para con el de la simple aplicación de N sintético. del terreno y la conservación de la humedad y de los
Parte de los recursos de los terrenos de una granja, nutrientes de su suelo. Las enmiendas orgánicas se
que pueden ser limitados, se interrumpen durante la usan principalmente para mejorar la estructura del
producción del cultivo del que saldrá el abono verde. suelo y la materia orgánica que contiene, aunque
Aunque quizás la razón más poderosa para estas pre- algunas de ellas, como los abonos verdes, se emplean
ferencias sea el hecho de que, en muchos casos, los básicamente como fuentes de nitrógeno. Cuando se
fertilizantes de nitrógeno sintéticos están fácilmente suministra N a un futuro cultivo a partir de abonos
disponibles y sus precios son bajos en comparación verdes o de enmiendas orgánicas, es esencial que
con los costes de producción de abonos verdes. coincida la cantidad de N liberada y suministrada por
la enmienda con la demanda de N del cultivo a lo
largo del tiempo.

Resumen
Temas para revisar y debatir
La labranza de conservación abarca una serie de
métodos que implican una reducción en la frecuencia
de las tareas de la labranza tradicional y el manteni- 1. Hacer una relación de las ventajas y los incon-
miento de los residuos de los cultivos en la superficie venientes de la labranza de conservación.
del suelo. Estos métodos son beneficiosos para limi-
tar la erosión y conservar la fertilidad y humedad del 2. Basándose en las condiciones climáticas y del
suelo, aunque quizás sean necesarios métodos alter- suelo de una zona local conocida, estudiar si
nativos para el control de las malas hierbas si la fre- la labranza de conservación sería beneficiosa
cuencia de los cultivo se reduce. Los abonos pueden para los cultivos de esa zona.

© ITES-Paraninfo / 303
Capítulo 14

3. Exponer y debatir diferentes métodos para Management in Agriculture, 2d ed., Vol. I, ed. D.
optimizar la cantidad de N suministrada a un Pimentel, 339-361. Boca Raton, Fla.: CRC Press.
cultivo por un abono verde.
6. Lal, R., D. J. Eckert, N. R. Fausey y W. M.
4. Describir cómo pueden estar relacionados Edwars. 1990. Conservation tillage in sustai-
entre sí, en un mismo sistema de cultivo, los nable agriculture. En Sustainable Agricultural
métodos de labranza, los cultivos múltiples, Systems, eds. C. A. Edwards, R. Lal, P.
las enmiendas orgánicas y los cultivos de Madden, R. H. Miller y G. House, 203-225.
cobertura. Delray Beach, Fla.: St. Lucie Press.

5. Es difícil demostrar la efectividad de las 7. Peoples, M. B., D. F. Herridge y J. K. Ladha.


enmiendas orgánicas en el control de plagas, 1995. Biological nitrogen fixation: An effi-
ya que los posibles incrementos experimenta- cient source of nitrogen for sustainable agri-
dos en la cosecha podrían deberse a la libera- cultural production? Plant and Soil 174: 3-28.
ción de N o de otros nutrientes procedentes de
la descomposición de las enmiendas. ¿Cómo 8. Power, J. F. 1990. Legumes and crop rotations.
podría diseñarse un experimento que demos- En Sustainable Agriculture in Temperate Zones,
trara que un resultado beneficioso debido a eds. C. A. Francis, C. B. Flora y L. D. King,
una enmienda orgánica proviene más del con- 178-204. New York: John Wiley and Sons.
trol de plagas conseguido que de la liberación
de nutrientes? 9. Rao, N. S. S. 1993. Biofertilizers in
Agriculture and Forestry. 3ª ed. New York:
International Science Publisher.

Literatura citada 10. Robertson, G. P. 1997. Nitrogen use effi-


ciency in row-crop agriculture: Crop nitrogen
use and soil nitrogen loss. En Ecology in
1. Abdul-Baki, A. A. y J. R. Teasdale. 1994. Agriculture, ed. L. E. Jackson, 347-365. San
Sustainable Production of Freh-Market Tomatoes Diego, Calif.: Academic Press.
with Organic Mulches. Farmer´Bulletin FB-
2279. Washington, D.C.: USDA. 11. Schertz, D. L. 1994. Conservation Tillage- A
national perspective. En Proceedings of the
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