El frotis es la extensión de una gota de sangre extendida sobre un porta
y teñida con un colorante apropiado, como el May-Grünwald-Giemsa. Permite el estudio de la morfología de los hematíes y las alteraciones de su color y tamaño, y confirmar los índices eritrocitarios, como la microcitosis y la macrocitosis aportadas por el VCM y la anisocitosis revelada por la ADE (figs. 2 y 3). Si los eritrocitos son pálidos se denominan hipocrómicos, y habitualmente es la consecuencia de una disminución del contenido de hemoglobina por ferropenia o talasemia. La policromasia (tonalidad gris azulada en los eritrocitos) se observa en caso de reticulocitosis. Las alteraciones morfológicas más frecuentes de los eritrocitos se recogen en la tabla IV. Los eritroblastos o eritrocitos nucleados en sangre periférica pueden aparecer en las anemias hemolíticas con intensa reticulocitosis, y son un reflejo de una intensa eritropoyesis. Además de las alteraciones en la forma de los hematíes, también pueden verse inclusiones en su citoplasma (tabla V). En el frotis también es necesario observar la morfología de los leucocitos y las plaquetas, ya que puede ayudar al diagnóstico: -Disminución o ausencia de granulación de los neutrófilos, que puede ocurrir en los síndromes mielodisplásicos o las leucemias. - Bastones de Auer, que se observan en las leucemias agudas. -Hipersegmentación de los neutrófilos, que es característica de la anemia megaloblástica.