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derecho a la educación en contexto de encierro

norberto r. tavosnanska

Derecho a la educación
en contexto de encierro
TEDH, Velyo Velev c. Bulgaria, 27 de junio de 2014

por Norberto Ricardo Tavosnanska (1)

1 | Introducción
El fallo en análisis tiene que ver, básicamente, con el tema de la educación
de personas privadas de libertad —si esto se trata un derecho del interno
o de una facultad que puede ser impedida por alguno de los poderes del
Estado—, pero se vincula con el derecho a la educación como integrante
de los derechos humanos, y con el análisis criminológico de la selectividad
y la composición social de los sectores que ingresan al sistema punitivo.
También se relaciona con el examen de nuestra tendencia jurisprudencial
respecto de los derechos y beneficios legales de los procesados y conde-
nados; y en particular, con la disminución de la pena denominada estímulo
educativo, que encuentra interpretaciones contradictorias.

Los hechos que originaron la presentación ante el TEDH de Velyo Nico-


la Velev denunciando a Bulgaria, país donde se encuentra privado de su
libertad, versaron sobre el cercenamiento del derecho de Velev de conti-
Jurisprudencia anotada

nuar con su educación en la prisión de Stara Zagora.

 (1) Abogado (UBA). Profesor adjunto de Derecho Penal y Criminología (UBA) y de Derecho
Penal I y II (UAI). Juez en lo Penal, Contravencional y de Faltas.
Agradezco la colaboración de Lariza Zerbino.

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2 | La sentencia del TEDH


Velev fue condenado en 2003 por el delito de fraude y cumplió su pena
hasta el 9 de agosto de 2004. El 1 de octubre de ese mismo año fue
arrestado por estar sospechado de la posesión de armas de fuego, y
entre 2004 y 2007 fue detenido con prisión preventiva en la prisión de
Stara Zagora.

Al tiempo que Velev ingresó a la cárcel, no había completado sus estudios


secundarios, y en 2005 decidió acceder al plan de estudios que ofrecía el
establecimiento penitenciario mencionado y solicitó su inscripción para el
ciclo lectivo de 2005/2006.

En diciembre de 2005, meses después de su petición, Velev fue notifica-


do por el Jefe de la Dirección de Ejecución de Penas del Ministerio de
Justicia que no se le haría lugar a la solicitud de acceder a completar sus
estudios, dado que una vez condenado sería trasladado a una prisión para
reincidentes, y que permitir el acceso a la educación en el establecimiento
de Strazagora sería incumplir con la obligación de que las diferentes cate-
gorías de reclusos ni incluírselos en los programas de educación y trabajo,
dado que las normas búlgaras preveen diferentes reglamentaciones para
los condenados diferencia de los reincidentes.

Frente a la negativa, Velev interpuso un recurso alegando que ante la


inexistencia de una segunda sentencia no podía ser tratado como “reinci-
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dente”, y sostuvo que el derecho a la educación estaba garantizado en el


art. 53 de la Constitución bulgara, como así también en la Regla 77 de las
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Privados
de Libertad, que entre otras cosas establece que “se tomaran medidas
para mejorar la instrucción de todos los reclusos capaces de aprovecharla”.

Así, ya en 2006 el Tribunal Regional de Stara Zagora falló a favor de Velev


y ordenó al gobernador que se lo incluya en el programa educativo de la
prisión, y posteriormente el gobernador de la prisión apeló la sentencia.

El derecho interno de Bulgaria no prevé el acceso a la educación para el


privado de libertad “preventivo”, sino solo para aquellos que han obteni-
do una condena firme.
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Lo cierto es que el 6 de mayo de 2014, el TEDH analizó el caso y citó como


marco legislativo relevante la Recomendación 87 de las Reglas Penitencia-
rias de Europa, la Recomendación 89, en cuyo preámbulo específicamen-
te establece que la educación en la prisión resulta ser fundamental para
el desarrollo del individuo y la comunidad, que sin duda alguna ayuda a
humanizar las prisiones y mejorar las condiciones de detención, y que la
educación en la cárcel es una manera importante de facilitar el retorno de
los privados de libertad a la comunidad.

Posteriormente, la Recomendación 87 y la 81 disponen, entre otras cosas,


que todos los reclusos tendrán acceso a la educación, que el sistema pe-
nitenciario en general deberán facilitar y apoyar la educación intramuros, y
alentar al privado de libertad a participar activamente de los aspectos de
la educación.

A su turno, la recomendación R (2006) enunció una serie de principios bási-


cos en los cuales se proclama globalmente el derecho del acceso a la educa-
ción de los privados de libertad como un derecho fundamental al que se les
debe garantizar el acceso irrestricto.

En la sentencia del caso, el TEDH sostuvo que los presos en general gozan
de todos los derechos y libertades garantizados por la Convención Euro-
pea de Derechos Humanos, salvo el derecho a la libertad, donde impuso
legalmente la detención y que la restricción de otros derechos, que no sea
el estrictamente mencionado, conlleva justificar su acotamiento.

En cuanto al derecho a la educación, sostuvo que si bien reconoce la esen-


cial importancia de este derecho, resulta no ser absoluto, y admite limita-
ciones, que se encuentran permitidas implícitamente ya que este derecho
por su naturaleza debe estar regulado por el Estado. Lo cierto es que a
Velev se le negó el pleno ejercicio de su derecho del acceso a la educa-
ción por ser considerado, en primer lugar, preso preventivo, situación que
obliga a separarlo en su alojamiento de los que sí obtuvieron condena, y
Jurisprudencia anotada

luego por ser considerado prematuramente “reincidente”, por cuanto el


tratamiento del privado de libertad “reincidente” y el de el que no lo es
admite diferencias sustanciales en el derecho interno búlgaro.

Finalmente, luego del análisis de la petición de Velev, el TEDH entendió


que ninguno de los motivos expuestos por el gobierno búlgaro fueron

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convincente para denegar el acceso al derecho a la educación, hizo hin-


capié en que el valor de proporcionar educación en prisión en relación
al recluso, al entorno de la prisión, y a la sociedad en su conjunto, ha
sido reconocido por el Comité de Ministros del Consejo de Europa en
sus recomendaciones sobre la educación en la cárcel y en las reglas
mínimas europeas, y concluye admitiendo la solicitud y obligando al Es-
tado búlgaro a pagar al demandante 2000 euros en concepto de daño
moral.

Así, con el análisis de este fallo se entiende el valor intrínseco que se le


otorga al acceso a la educación en el marco del derecho europeo. Un de-
recho inalienable por encima de cualquier situación procesal.

3 | Nuestro derecho interno


y el alcance de la ley 26.695
El derecho a la educación es un derecho humano inalienable, plasmado en
todo instrumento jurídico en el marco nacional e internacional. Sin embargo,
la educación en contexto de encierro se encuentra específicamente reglada
por la ley 26.695 —denominada Ley de Estímulo Educativo— integrada a
la ley 24.660, de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad.

Adelanto que no haré un análisis sobre las bondades de la ley 26.695, que
ya ha sido explicada por numerosos artículos de distinguidos colegas, sino
que nos centraremos en el alcance y aplicación de la nombrada ley. De tal
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forma, el art. 140 dice:

Estímulo educativo. Los plazos requeridos para el avance a tra-


vés de las distintas fases y períodos de la progresividad del
sistema penitenciario se reducirán de acuerdo con las pautas
que se fijan en este artículo, respecto de los internos que com-
pleten y aprueben satisfactoriamente total o parcialmente sus
estudios primarios, secundarios, terciarios, universitarios, de
posgrado o trayectos de formación profesional o equivalentes,
en consonancia con lo establecido por la ley 26.206 en su Ca-
pítulo XII: a) un (1) mes por ciclo lectivo anual; b) dos (2) meses
por curso de formación profesional anual o equivalente; c) dos
(2) meses por estudios primarios; d) tres (3) meses por estudios

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secundarios; e) tres (3) meses por estudios de nivel terciario;


f) cuatro (4) meses por estudios universitarios; g) dos (2) meses
por cursos de posgrado. Estos plazos serán acumulativos hasta
un máximo de veinte (20) meses.

La aplicación de dicho artículo en los casos concretos ha generado un


interesante y agudo debate que ha generado distintas miradas acerca del
alcance que tiene su implementación y diferencias en los criterios de los
jueces que la aplican.

Ahora bien, la cuestión medular de la interpretación de esta norma se


encuentra signada a dos análisis, el primero se basa en lo previsto especí-
ficamente en el art. 140 de la ley 26.695, que sostiene que aquellos sujetos
privados de libertad que completen sus estudios reducirán las distintas fa-
ses y periodos de progresividad previstos en la ley 24.660 y de esta forma
acelerar el proceso de una etapa a la otra.

La segunda interpretación se basa en la reducción de períodos que coli-


guen a que se obtenga más rápido el derecho a libertad asistida, libertad
condicional o semilibertad.

En cuanto a la primera interpretación, López y Iacobusio sostienen que


el régimen progresivo está conformado por tres etapas: observación,
tratamiento y prueba establecidas por el decreto 396/1999, que no es-
tablecen un límite temporal para su cumplimiento. Pero más allá de esta
falencia del legislador, la norma se refiere inequívocamente a las fases
y periodos del régimen progresivo del sistema penitenciario, por cuanto
el derecho a la libertad asistida, condicional y semilibertad quedarían
excluidas. (2) De tal forma, ambos autores entienden que no resultaría vá-
lido sostener que la ley 26.695 puede ser aplicable en función de una re-
ducción de las exigencias temporales previstas para obtener la libertad
anticipada, dado que si bien la libertad condicional aparece contenida
como el cuarto período del régimen progresivo penitenciario (art. 12
Jurisprudencia anotada

ley 24.660), se encuentra fuera de gradación respecto de las otras etapas


que figuran en la referida norma.

 (2) López, Axel y Iacobusio, Valeria, Educación en la cárcel. Un nuevo paradigma en la ejecución
de las penas. Ley 26.695, Bs. As., Di Plácido, 2011, p. 66 y ss.

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Lo cierto es que la libertad condicional no es un período del régimen pro-


gresivo penitenciario sino un instituto previsto en el Código Penal; y de esta
interpretación del art. 140, ley 24.660 surgiría que la libertad condicional se
encuentra ajena al sistema de fases y períodos de régimen progresivo.

Por su parte, el Dr. Delgado abonó la interpretación contraria: una inter-


pretación amplia en la que entendió que es posible adelantar el plazo re-
querido para gozar del derecho de libertad condicional siguiendo lo que
exegéticamente establece el art. 12, ley 24.660. (3)

Asimismo, en un principio, la Sala II de la Cámara Federal de Casación


Penal optó por la interpretación restrictiva. (4) Posteriormente, ante el re-
chazo de la aplicación de la reducción de los plazos establecidos en
el art. 140, ley 24.660 modificada por ley 26.695, la Cámara Nacional
de Casación Penal planteó una interpretación armónica y amplia del
artículo respecto de la procedencia del estímulo educativo, tendiente
a reducir el tiempo de encarcelamiento de los detenidos que acredita-
ran avances en su educación. En este sentido hubo dos precedentes de
importancia vital para el tema, “Guzzetti” (5) y “Prieto”, (6) que constituyeron
el punto de partida para que, posteriormente, la Sala II de la Cámara re-
solviera favorablemente la procedencia amplia del estímulo educativo en
el fallo “Carabajal” (7).

Posteriormente, el Juzgado de Ejecución Penal 4 resolvió acceder a la


interpretación amplia en el caso “C.J.M.”, en el que sostuvo que, si
bien la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal mantiene un
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criterio restrictivo,

… en la actualidad se cuenta a favor de la aplicación de la menta-


da ley, con opinión concordante y coincidente de siete de los ca-
maristas que integran la Excma. Cámara Federal de la Casación

 (3) Delgado, Sergio,“Educación en cárceles”, Charla debate, Departamento de Ejecución Penal,


Facultad de Derecho (UBA), 14/10/2011.

 (4) CFed. Cas. Penal, Sala II,“Domínguez, Mario Andrés s/ recurso de casación”, 24/05/2012.

 (5) CFed. Cas. Penal, Sala IV, causa n° 15.049, 18/08/2012.

 (6) CFed. Cas. Penal, Sala IV, causa n° 15.022, 21/08/2012.

 (7) CFed. Cas. Penal, Sala II, causa n° 15.504, 26/09/2012.

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Penal, en el caso, los Dres. Madueño, Cabral, Ledesma, Slokar,


Borinsky, Hornos y Gemigniani, que conforman mayoría en tres
de las cuatro Salas de ese Tribunal (…) En ese marco, dadas las
circunstancias mencionadas en cuanto a que de la sumatoria de
votos en favor de la aplicación de la norma cuestionada nada
hace presumir que pudiera existir un cambio de esa jurispruden-
cia, es que, estimo que tal posición se ha convertido —sin serlo
formalmente— en un plenario sobre la materia, debiendo ser
acorde mi decisión con las directivas allí impartidas.

La justicia de la provincia de Córdoba fue más allá de esta interpretación y


redujo la pena de un joven que solicitó acceder anticipadamente a la liber-
tad condicional por haber concluido la educación secundaria. Lo novedoso
y alentador de este fallo no es solo la aplicación armónica de esta ley junto
con la normativa establecida en la ley nacional de ejecución de la pena, sino
que el derecho de anticipar la recuperación de la libertad fue otorgado a un
joven que tenía 17 años al momento de la sentencia y había sido condenado
a 15 años de prisión por el sistema de régimen penal juvenil. Consecuente-
mente, la magistrada —Dra. Merlo— expresó que su obligación es velar por
que “se garanticen los derechos reconocidos a todas las personas, más los
que se deriven de la protección especial por tratarse de un condenado por
un hecho cometido durante su minoría de edad”. (8)

4 | Consideraciones finales
Hasta aquí, hemos observado cómo se desarrolló el avance jurisprudencial
que concluyó a favor de la interpretación amplia del art. 140, ley 24.660 mo-
dificada por ley 26.695. Más allá de las interpretaciones que puedan soste-
nerse, quienes defendemos el objetivo de la reintegración comunitaria de
aquellos que se encuentran privados de libertad, entendemos que toda me-
dida legislativa que promueva la “desprisionización” resulta ser alentadora.
Jurisprudencia anotada

De acuerdo con este objetivo, y de acuerdo con lo establecido por el dicta-


men de Comisiones que acompañó el proyecto de reforma de la ley 24.660
introducida por la ley 26.695, y que contó con la colaboración del diputado

 (8) JPenal Juvenil 6a Nom., Córdoba, “V.D.A. P.S.A. s/ homicidio agravado por el uso de arma
de fuego”, 01/11/2013.

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Gil Lavedra, la diputada Adriana Puiggrós, el diputado García Méndez,


miembros del Centro Universitario de Devoto (CUD) y del Centro de Estu-
dios de Ejecución Penal del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias
Penales y Sociales (INECIP), la modificación tiene por fin:
... garantizar el acceso de toda persona privada de su libertad a
la educación pública en línea con la Constitución Nacional (ar-
tículo 18), Ley de Educación Nacional, la Declaración Universal
de Derechos Humanos (1948), el Pacto Internacional de Dere-
chos Civiles y Políticos (1966), la Carta Africana de los Derechos
del Hombre y de los Pueblos, la Convención contra la Tortura y
otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y las
Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos (1955).

Con dicha modificación se propuso generar un reconocimiento efectivo


de las personas privadas de su libertad a la educación pública, la instaura-
ción de la escolaridad obligatoria para los internos que no hayan cumplido
el mínimo establecido por la ley, la creación de un régimen de estímulo
para los internos, y el establecimiento de un mecanismo de fiscalización
de la gestión educativa. De esta forma, se buscó transformar la realidad
actual de nuestras cárceles en la que gran mayoría de las personas que
conforman nuestra población carcelaria tienen niveles de instrucción muy
bajos, no tienen oficio ni profesión, y no participan de programas educati-
vos o de capacitación laboral o de formación profesional.

El fundamento legislativo de ese proyecto que hoy es ley recordó también


que la educación es un derecho universal que hace a la condición del ser hu-
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mano, pues le permitir construir lazos de pertenencia a la sociedad, a la tra-


dición, al lenguaje, y a la transmisión y recreación de la cultura. La educación
resulta esencial para la integración comunitaria de quienes se encuentran pri-
vados de libertad, por lo que debe ser respetado y garantizado en todas sus
instancias, estimulando al detenido a participar de los programas educativos.

Acogemos la tesis de la interpretación amplia porque entendemos que el


derecho a la educación es supremo, y que armonizar esta legislación junto
con el derecho a la libertad condicional, a libertad asistida y a la semiliber-
tad, significa abonar a la “desprisionización”; y trabajar para evitar seguir
replicando el estigma del encierro es tarea de todo operador judicial que
se apega a la ley interna y los estándares internacionales.

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