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Internet es el mensaje

La construcción de la noticia en los diarios


digitales en la época de las redes sociales.

Trabajo Final Integrador


Alumno: Santiago Agustín Fraga
Contacto: santifraga@gmail.com / +5493412531666
Postítulo en Periodismo y Comunicación de la UNR
Fecha de entrega: diciembre 2017
Resumen

El periodismo debe reinventarse. La llegada de Internet creó una nueva variante a un sistema

de medios enfocados en la televisión, la radio y el papel. El crecimiento y la consolidación de

las redes sociales dentro del mundo digital alteró la vida de las personas, convirtiéndose en la

principal vía de comunicación de una sociedad globalizada. Estas nuevas reglas de juego

provocaron que las audiencias se transformen también en informantes, capaces de difundir

información al instante y desde el lugar de los hechos. Ante este panorama, las empresas de

medios han virado sus esfuerzos y se han concentrado en el plano digital, principalmente a

través de los portales. El error llegó cuando éstos intentaron igualar la velocidad y la vorágine

casi caótica de las redes, en desmedro de la calidad informativa y las escuelas tradicionales.

Este trabajo propone dar cuenta de cómo se manejan los principales diarios digitales de

Rosario, con sus virtudes y defectos, y en dónde deben los periodistas poner el foco para

cambiar las malas prácticas y volver a crear un periodismo de calidad.

Abstract

Journalism must reinvent itself. The arrival of the Internet has created a new variant to a

media system focused on television, radio and paper. The growth and consolidation of social

networks has changed people's lives, becoming the main way to stay communicated in a

globalized society. These new rules in the game caused audiences to also become informants,

giving them the possibility of publishing information instantly and from the scene of the

facts. Against this background, media companies have turned their efforts and have

concentrated on the digital area, mainly through news-portals. The error came when they tried

to compete with the speed and the almost chaotic rhythm of the networks, in detriment of the

information quality and traditional schools. This work proposes to show how Rosario's main

digital newspapers works, with their strengths and weaknesses, and where journalists should

focus on to change bad practices and make good quality journalism again.

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Índice

I. Introducción ........................................................................................................................ 3
II. Capítulo 1: La noticia desde su raíz ................................................................................ 7
1. Contexto global .................................................................................................................. 7
2. Recolección de datos y tratamiento de las fuentes............................................................. 9
3. Criterios de noticiabilidad ................................................................................................ 12
III. Capítulo 2: Redacción y ambiente de trabajo ............................................................... 15
1. Inmediatez vs. Profundidad ............................................................................................. 15
2. Redefiniendo el lenguaje: ¿nuevos medios, nuevos modos? ........................................... 19
3. Titulado: ¿se titula como se quiere o como se puede? ..................................................... 23
4. Formas de publicado en las redes sociales ....................................................................... 25
IV. Capítulo 3: Un nuevo periodismo para un nuevo modelo de consumidor .................... 28
1. Agenda-Setting: el empoderamiento de “los chicos” y las audiencias paralelas ............. 28
2. La primicia: ¿factor de excelencia o generador de errores? ............................................ 30
3. Repercusión en redes: ¿cómo se mueven las audiencias? ............................................... 33
V. Capítulo 4: ¿Reinvención de la profesión o precarización laboral? ................................. 39
1. Periodistas polifuncionales .............................................................................................. 39
2. Cámara en el celular, conflicto en puerta ......................................................................... 41
3. Contenidos más rápidos... y más pobres .......................................................................... 43
VI. Conclusiones ................................................................................................................. 44
VII. Bibliografía ................................................................................................................... 48
VIII. Anexo ........................................................................................................................ 52

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I. Introducción

El constante avance de la tecnología, la consolidación de Internet en su formato de

web 2.0 y el posicionamiento de las redes sociales en la vida cotidiana de las personas

repercutieron de igual manera en los medios de comunicación, que han tenido que

transformarse y adaptarse para mantenerse vigentes.

El nuevo paradigma creado para este tipo de medios apunta a la inmediatez como

principal eje y a la viralización como un aditivo clave y necesario, por momentos yendo

ambas en detrimento de la calidad del producto o rompiendo con las reglas tradicionales de

redacción en el periodismo, además de lograr corromper el proceso de tratamiento de fuentes.

Para una mayor precisión, es necesario aclarar que se toma por “viral” a «aquello que

no sólo se ve, sino que además provoca que aquel que lo está viendo sienta la necesidad de

compartirlo, contribuyendo así a su propagación entre sus redes sociales» (Martínez

Velasco, 2016: 7) y en este caso «al uso intensivo de las redes sociales con fines

periodísticos» (Salaverría, 2014: 19). También, a la calidad periodística siendo medida a

través de los ‘criterios de noticiabilidad’, en base a parámetros como «relevancia, impacto,

proximidad, fuentes, actualidad y origen de la información», además de los criterios de

manuales de producción, redacción y libros de estilo, según lo expresado en el libro

“Estándares profesionales e indicadores de calidad periodística” (FOPEA, 2017: 87).

Por un lado, la creación de una noticia pensada para ser viral ya implica una

modificación en sus partes clave, como lo son el título, la bajada y la foto. Por momentos se

apela a la empatía y sensibilidad del lector, y en otras ocasiones al misterio o a la polémica

exagerada. En ambas, el objetivo es hacer que el potencial receptor al que le aparezca la

noticia haga click para ingresar en el enlace, y en todo caso luego la comparta en sus propias

redes. Para ello, el periodista se corre de las formas tradicionales de titulación y armado de la

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noticia y se pone en un rol de creador de ganchos.

En el caso de la inmediatez se ven ejemplos con más asiduidad (caso de eventos

previstos o imprevistos que suceden en el instante, como manifestaciones, tragedias o

policiales). En la vorágine de tener la primicia y de la actualización minuto a minuto, los

medios de comunicación digitales suelen realizar publicaciones transitorias, que distan de

tener una calidad superlativa y para la cual se utiliza una cantidad mínima indispensable de

fuentes, de manera que los propios datos de la noticia pueden variar sustancialmente entre

actualización y actualización.

Ante esta necesidad urgente de los medios de comunicación de tener la nota al

instante, surge el interrogante de qué tan importante es tener un artículo velozmente escrito

pero escaso de profundidad, en relación con un artículo para el que el periodista se tomó

algunos minutos y realizó una labor más destacada. Fácilmente, se puede realizar una

comparación entre las actualizaciones y el producto final de una noticia en el plano digital

con su correlativa en el periódico impreso, en el caso de los medios que dispongan de ambos

soportes.

De estos dos ejes también se desprende la aparición de noticias virales, de escaso

contenido informativo real o que den lugar a una profundización (casos de fotos de mujeres

con poca ropa o de algún famoso en alguna red social), que cobran un rol protagonista en el

sitio digital mientras que no son tan tenidos en cuenta en la edición papel.

Así también, la utilización de cables provenientes de agencias de noticias copiados y

pegados casi sin modificaciones es otro de los flagelos que se repite constantemente en los

diarios digitales de la ciudad.

Todas estas prácticas anteriormente descriptas representan un problema subyacente en

el periodismo de estos días. La normalización de las mismas da como resultado la paulatina

transformación de las noticias en un nivel de calidad cada vez menor, por darle prioridad a

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otros aspectos como la velocidad y la primicia. También, entrar en el juego de Twitter y su

actualización a cada segundo es nocivo para la práctica periodística, que relega así la

posibilidad de armar un artículo de interés y profundidad y en cambio genera contenidos más

bien simplones, que aunque cumplen con su cometido no terminan por otorgar ese plus que

tiene un diario por sobre lo que cualquier persona podría comentar en una red social.

A su vez, se dan casos en donde el periodista debe resignar tiempo o esfuerzo a una

noticia con una investigación más profunda para responder a una publicación escueta sobre

los hechos cotidianos que suceden en el momento. Por todo esto, resulta de importancia

analizar el tratamiento de las fuentes que se realiza a la hora de crear noticias en esta época.

El periodista, docente e investigador colombiano Omar Rincón expresó en un texto

publicado por el diario Página/12 el 14 de abril de 2008, titulado “El aburrimiento del

periodismo de Internet”, que con la mecánica actual «los contenidos no importan» y «han

devenido en lo superfluo», para luego sentenciar: «El artificio ha triunfado, la nada ha

llegado a ser todo el contenido posible. El resultado: un periodismo escrito, audiovisual y

radial aburrido. Y un periodismo digital confuso y caótico. La calidad periodística se ha

reducido. Se escribe mal, se fotografía peor, se narra perverso, el video ilustra o registra; la

responsabilidad ética desaparece; la publicidad intrusiva abunda. Todo se puede, nada se

comunica».

Por todo lo dicho, para el trabajo se tomarán en cuenta estos aspectos reflejados en los

principales diarios exclusivamente digitales de Rosario y la labor del periodista a la hora de

crear las noticias, para intentar explicar el impacto de los nuevos mecanismos de

comunicación.

De igual manera, también se analizará el tratamiento de las fuentes en la producción

de noticias al instante en un diario web junto con las etapas de selección, recolección y

verificación de datos; se reflexionará sobre las decisiones editoriales respecto al tratamiento

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de las fuentes en noticias de último minuto; se intentarán describir los efectos de la

inmediatez sobre el producto periodístico en un diario digital, analizando cómo la búsqueda

de la misma en las publicaciones afecta a la rutina de trabajo e identificando los dispositivos

y mecanismos que lo provocan; y finalmente se reflexionará sobre los nuevos paradigmas y

necesidades que se plantean en el periodismo web.

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II. Capítulo 1: La noticia desde su raíz

1. Contexto global

Antes de ubicarnos en el punto de partida de una noticia publicada en un diario web,

que es la recolección de datos a partir de un hecho y el tratamiento de las fuentes,

necesitamos situarnos en contexto, pensando que transcurren épocas de un mundo

globalizado y transformado totalmente por Internet y las nuevas tecnologías.

De acuerdo con el informe “Digital in 2017: Global overview” del sitio We Are

Social, que todos los años elabora un trabajo estadístico sobre el uso de las redes sociales y

las distintas plataformas, para la fecha en la que fue publicado (24 de enero de ese mismo

año) en América sobre un total de 1.006 millones de habitantes, unas 718 millones de

personas eran usuarias de Internet, de las cuales 519 millones interactuaban en redes sociales.

A la hora de realizar la comparativa por segmentos específicos, uno de los datos

arrojados dio que la Argentina ocupa el tercer lugar a nivel mundial en cantidad de horas que

los usuarios pasan por día en las redes sociales, con un promedio de 3:32, siendo sólo

superada por Filipinas y Brasil (ver figura 11 en anexo).

A su vez, la Argentina también ocupó el séptimo lugar en el ránking mundial

elaborado sobre el tiempo que pasan las personas utilizando Internet, con un promedio de

4:59 horas conectándose a través de computadoras (segundo mayor promedio del mundo) y

3:44 horas a través de celulares (ver figura 9 en anexo). Por si no fuera suficiente, los

argentinos además se encuentran muy por encima del promedio mundial (37%) en cuanto a la

penetración que tienen las redes sociales en cada país en relación con su número de

habitantes, ubicándose sextos a nivel mundial con un 70% de ciudadanos usuarios de redes

(ver figura 10 en anexo).

Dicho esto, no cabe duda que el país está en consonancia con los cambios que la

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tecnología produce en la sociedad y que se encuentra fuertemente influenciada por la

actividad en las redes sociales.

Según el informe realizado por la consultora Latinobarómetro en 2017, sobre una base

de 1.200 personas encuestadas en la Argentina, Whatsapp es la red social con mayor

penetración en el país con un 75%, seguida de Facebook con un 69%, Youtube con 26%,

Instagram 22%, Twitter 12%, Snapchat y Linkedin 3% y Tumblr con 1%, habiendo

contestado un 18% de los consultados que no utilizan ninguna red social (la suma de los

porcentajes dan más de 100% al haber posibilidad de respuesta múltiple) (ver figura 13 en

anexo).

En Rosario, según los datos del Estudio sobre Consumo de Medios en Rosario,

realizado a junio de 2017 por la Maestría en Comunicación Digital Interactiva de la

Universidad Nacional de Rosario y el Centro de Mediciones sobre Opinión Pública

(CeMOP), sobre una muestra de 407 personas el 80,8% de los habitantes tiene acceso a

Internet, de los cuales el 72% accede diariamente y el 77,4% usa redes sociales (un 73,2%

usan Facebook).

Además, en el informe Latinobarómetro 2017 también se indica que, en una tendencia

creciente, un 28% de los consultados a nivel nacional se informa sobre asuntos políticos a

través de las redes sociales, sólo por detrás de la televisión (73%) y la radio (33%), con vistas

a superar a esta última en los próximos años, y habiendo superado ya a los diarios y revistas

(20%), y es ahí en donde entra a jugar la relación entre el masivo nivel de uso que dan los

argentinos a las distintas redes y el proceso de información (ver figura 12 en anexo).

Los medios de comunicación han entendido este viraje que han tomado los

consumidores y el enfoque se ha puesto en los diarios digitales o en las versiones web de los

tradicionales en papel, con el crecimiento de la creación de portales, la ampliación de los

equipos de trabajo destinados a la web en las redacciones y la gran inversión sobre los

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mismos.

De igual manera, también entra en juego una de las principales novedades que trajo la

“web 2.0”, denominada así en 2004 por Tim O’Reilly, que es el cambio de lectores

exclusivamente consumidores a prosumidores, en el marco de una web además colaborativa.

No obstante, el propio O’Reilly en 2011, en una entrevista con la agencia española EFE

previo a la V edición del Foro Internacional de los Contenidos Digitales, realizado en Madrid,

declaró que ese concepto ya estaba “obsoleto”, y adelantó como uno de sus grandes

pronósticos el papel de las redes sociales, que “con mucho poder” desplazarían “a otros tipos

de medios de comunicación”, considerando además que Facebook se convertía “en una suerte

de sistema operativo social” que transforma Internet e incidió en la idea “de que los medios

sociales no deben servir únicamente para retransmitir las ideas propias, sino para crear

comunidad”.

Por un lado, dentro de esas comunidades fue donde los medios de comunicación

vieron una ventana para entrar y por ello hoy en día concentran sus esfuerzos en captar el

mayor rango de público de las distintas redes sociales existentes, pero por otro es también en

esas comunidades que los propios usuarios han tomado en sus manos el rol de informadores.

Una publicación en Twitter o en Facebook tiene la posibilidad de viralizarse y terminar

consiguiendo repercusión a nivel global, y es por eso que muchas personas deciden informar

o denunciar por su propia cuenta a través de sus páginas personales, con la ventaja de saltear

intermediarios pero también el peligro a la calidad informativa que eso conlleva.

A lo largo de esta investigación nos centraremos en los mecanismos de trabajo de

algunos de los diarios puramente digitales que lideran el promedio de visitas en Rosario,

como lo son Rosario3, RosarioPlus y Conclusión.

2. Recolección de datos y tratamiento de las fuentes

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Adentrándonos en lo que refiere a la construcción de una publicación en un medio

digital, pero aún manteniéndonos inmersos dentro del panorama del contexto global, el

primer paso por el que un periodista desarrolla la transformación de ‘hecho’ a ‘noticia’ tiene

que ver con la recolección de datos.

En una época donde Internet influye tan fuertemente a la población, las redes sociales

se han transformado en vehículos de información de los que los medios de comunicación

constantemente se nutren a la hora de buscar primicias o novedades. Retomando un concepto

acuñado por Malcolm Gladwell en su trabajo “La revolución no será twitteada” (2010), «las

plataformas de las redes sociales se construyen alrededor de lazos débiles».

Es decir: «Twitter es una forma de seguir (o ser seguido por) gente que uno

probablemente jamás conoció. Facebook es una herramienta para organizar eficientemente a

los conocidos, para estar al tanto de las vidas de gente que, de otra manera, uno no estaría

en contacto. Por eso uno puede tener mil amigos en Facebook, cosa que nunca pasa en la

vida real».

Detrás de esos seguidores, integrantes de los lazos débiles, se encuentran los

periodistas que trabajan en los distintos medios de comunicación, y es por eso que cualquier

persona, sin importar su trabajo, clase social, perfil o relevancia mediática se transforma en

un comunicador directo con la capacidad de lanzar una información de último momento,

mantener una cobertura de un episodio en vivo o narrar una situación que vivió.

Sin embargo, he ahí también el peligro que eso conlleva para el periodismo a la hora

de tratar la información que alguien pueda lanzar en una red social. Mientras algunos portales

manejan esos datos con el debido cuidado, haciéndolos pasar por distintos filtros en donde se

chequea la veracidad de los dichos, otros portales no lo hacen –sea por una intencionalidad o

por caer en el juego de la inmediatez– y reproducen esa información sin más, cometiendo un

grave error periodístico.

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Al respecto de cómo manejan los portales rosarinos las publicaciones en las redes

sociales, Damián Schwarzstein, director del medio exclusivamente digital con mayor

audiencia de la ciudad, Rosario3, sostuvo que a las redes sociales se las toma “como una

fuente más” y que “como con cualquier fuente” se tienen que hacer “los procedimientos

correspondientes para no estar publicando cosas que son falsas o rumores”.

“Si quien tuitea es la intendenta, por ejemplo, es una declaración de la intendenta y

no se necesita hacer ningún chequeo, se toma como tal. Lo mismo con cualquier personaje

por el estilo, ya que es el medio que eligen para hacer su declaración. Ahora, si un periodista

tuitea y dice que hay un incendio en tal lugar, no se puede publicar sin chequearlo antes”,

diferenció Schwarzstein.

En ese sentido, indicó: “Twitter es un lugar que nos permite de alguna forma

informarnos rápido sobre lo que se está discutiendo sin necesidad de entrar en todos lados,

pero es una fuente, sólo eso”.

Por otro lado, Luis Bastús, subeditor del diario digital RosarioPlus y además redactor

en el periódico en papel Rosario/12, manifestó que “el filtro en el periodismo web suele ser

más laxo que en una producción editorial de papel, gráfica, por una cuestión de tiempo y por

la lógica del medio, que es distinta”.

No obstante, aclaró que desde su medio evitan “producir o publicar un material sólo

por la aparición de un tuit en la red o de un posteo”, ya que “si bien son de alguna forma

documentos”, lo que consideran principalmente es que son “puntas”.

“Por ahí si la información se empezó a tuitear y a deslizarse, sería poco serio

publicar algo con ‘las redes dicen tal cosa’. Tratamos de que el filtro sea el chequeo”,

definió Bastús, quien luego agregó que otro de esos filtros es “la línea editorial de todo

medio y el criterio de los editores, donde se tallan cuestiones como el buen gusto, la posible

vulneración de derechos, cuestiones vinculadas al género o la infancia, dependiendo el caso

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del que se hable”.

3. Criterios de noticiabilidad

En ese filtro que marcó el subeditor de RosarioPlus es cuando entra otro de los

aspectos claves a investigar en las prácticas periodísticas de los medios digitales, que es el

criterio de noticiabilidad que utilizan los portales ante un panorama en el que generalmente

las noticias más leídas de los mismos son notas de color o de chimento, sin demasiado rigor

periodístico, y donde la ‘búsqueda de clicks’ muchas veces va en fomento de esa tendencia.

Carl N. Warren fue uno de los primeros en dar cuenta de cuáles serían los criterios

periodísticos en 1975, dividiéndolos en diez categorías: actualidad (que puede ser sincrónica,

reciente, prolongada o permanente), proximidad (geográfica, cultural, emocional, etc.),

consecuencias del hecho, relevancia personal (personajes de interés público), suspense

(incertidumbre), rareza, conflicto, sexo (utilizado como reclamo), emoción y progreso.

Para Stella Martini, en su libro “Periodismo, noticia y noticiabilidad” (2000), «los

criterios de noticiabilidad constituyen un conjunto de condiciones y valores que se atribuyen

a los acontecimientos, que tienen que ver con órdenes diversos», y que para la elaboración de

los mismos «los medios evalúan el valor de la noticia como información práctica, como

impacto emocional y como formadora de la opinión pública», apuntados «a la concepción de

la noticia como un servicio público».

En este sentido, la investigadora, según los efectos que un acontecimiento puede tener

sobre la sociedad, catalogó los valores-noticia más importantes en: novedad; originalidad,

imprevisibilidad e ineditismo; evolución futura de los acontecimientos; importancia y

gravedad; proximidad geográfica del hecho a la sociedad; magnitud por la cantidad de

personas o lugares implicados; jerarquía de los personajes implicados; e inclusión de

desplazamientos.

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Al respecto de los medios de la ciudad, donde no son pocos los que incluyen noticias

basadas en videos o imágenes de carácter viral (por su contenido tierno, morboso,

humorístico o erótico) y les dan una ubicación protagonista en su portada, en Rosario3 según

especificó Schwarzstein se da “lo que sería ese tipo de temática clickera o de color”, pero sin

“ponerlo arriba”.

Cuando de ubicación en la página se trata, se utiliza un criterio editorial, en el cual

priorizan “lo actual y lo importante”. Asimismo, marcó la diferencia con los medios

tradicionales de papel que cuentan con su versión digital, como el diario La Capital, y

sostuvo que en el caso de su portal “al ser un medio puramente digital” no les gusta “tener

un ‘título de ayer’, por más que sea muy importante”.

“En todo caso si porque es muy importante necesitamos tenerlo, le vamos a buscar

una segunda lectura para tenerlo arriba, pero uno de los criterios es ese, que tiene que ser

una página que esté actualizada y que se vea desde el inicio mismo de la página”, agregó.

No obstante, reconoció también que no subestiman “la búsqueda del click” porque

“viven” de eso, pero que en todo caso se intenta combinar, siempre teniendo “un cuidado con

las cuestiones vinculadas al género, la cosificación de la mujer”, que es algo que han

“aprendido a cuidar” gracias a la lucha de los movimientos feministas.

En RosarioPlus, por su parte, Bastús aseguró que la discusión sobre si publicar o no

esas noticias de poca relevancia informativa pero de gran impacto viral es “una tensión

permanente” en la redacción. En concreto, indicó que muchas veces las noticias que más

polémica despiertan sobre si se publican o no son las de “contenido sexual o esa clase de

morbo”, sabiendo “que si mostrás un culo o una teta garpa, pero también después el discurso

feminista te señala, te apunta, y eso también es un estigma” que no quieren “llevar encima”.

Asimismo, también contó que muchas veces ven que otros portales titulan con

“bizarreadas” o “títulos que no son noticia ni aportan nada” pero “que hacen mucho al

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universo de lo que es el contenido web y de portales de noticias” y se lamenta: “Estos se van

a llenar de clicks con eso, pero nosotros no podemos ponerlo”.

En resumen, los valores de noticiabilidad son parte de los criterios que determina

como estilo propio cada medio de comunicación, decidiendo si priorizar la calidad

informativa y los criterios periodísticos tradicionales o la demanda actual de “noticia basura”

que genera clicks en los portales y repercusión en las redes. Así también, estos criterios

«varían en el tiempo y según las transformaciones socioculturales» (Martini, 2000), por lo

cual tanto lo que hoy es informativamente relevante como lo “viral” o “clickero” puede dejar

de serlo poco tiempo más tarde, lo que amerita una análisis constante del público por parte

del medio, que es algo que desarrollaremos más adelante.

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III. Capítulo 2: Redacción y ambiente de trabajo

1. Inmediatez vs. Profundidad

Una vez que la primera información con la que el periodista se encontró en las redes

sociales ha pasado los filtros de chequeo de su veracidad y relevancia y esté en consonancia

con el criterio editorial del medio, comienza la no menos polémica etapa de redacción de la

noticia, donde lo que primero entra en juego es la rutina misma de trabajo del periodista web,

muy distinta de la del profesional en un medio gráfico.

Damián Schwarzstein define esta rutina, marcada por la necesidad de inmediatez

informativa y actualización constante, como “propia” de los medios digitales, ya que desde

hace varios años se ha forjado así. En esta modalidad, la información se trabaja “por capas”:

“Ejemplo: el primer dato que tengo es que un motociclista chocó y murió en tal lugar. Yo

subo eso, porque es algo que ya tengo como cierto, chequeado, con identidad de la persona y

todo. Luego, mientras tanto, sigo produciendo y profundizando en lo que son las capas de la

información. Cuando uno trabaja este tipo de noticias en la web puede tener muchas

publicaciones de un mismo tema y muchas etapas de publicación, porque la noticia se va

construyendo y alimentando a lo largo del día. La posibilidad de profundizar, de tener más

datos y de contar más detalladamente lo que se está narrando”.

De esto se desprenden dos grandes diferencias entre las redacciones de diarios online

y en papel: el tiempo de producción y la alterabilidad de la publicación.

Respecto de los tiempos, a la hora de comparar su antiguo trabajo en el diario en papel

El Ciudadano con su actual rol en Rosario3, Schwarzstein manifestó, al igual que Bastús, que

son dos rutinas de trabajo “completamente diferentes”. En este sentido, volviendo al ejemplo

de un choque automovilístico, contó: “Si el choque se produjo a las 10 de la noche, a las 10 y

media está la noticia. En el diario en papel si se produjo algo a la mañana, como cuando

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explotaron las Torres Gemelas a las 9 de la mañana, tenés todo el día para trabajarlo.

Entonces esa es una primera diferencia muy importante que cambia la rutina por completo”.

En esta misma temática, Luis Bastús también marcó un paralelismo entre su trabajo

de redactor en Rosario/12 y la labor que realizan los redactores de RosarioPlus, asegurando

que cada uno de ellos en una jornada de trabajo de seis horas (como marca el convenio

laboral) “tal vez hacen ocho o nueve materiales”, entendiéndose por materiales a “contenidos

diferentes con títulos distintos”, mientras que él en el diario papel en esa misma cantidad de

horas solamente se encuentra abocado a un tema, o a lo sumo a dos o tres cosas más de

relleno (“los famosos pirulos sueltos”).

“En ese caso, el estar concentrado en un asunto me da mayor posibilidad de

producción y mayor espesor informativo, mayor densidad. Los contenidos web son más

ligeros, salvo cuando quien los realiza es, por ejemplo, un colaborador externo, que no

cumple horario pero por eso mismo se le pide un material desarrollado para abrir cada

semana”, detalló el subeditor de RosarioPlus, que también catalogó este aspecto como de

“tensión permanente”.

Sobre esa inmediatez, que el mismo medio y las mismas redes sociales de constante

actualización exigen, Bastús opinó que “desmejora a veces la calidad de la información”,

ante la imperiosa necesidad de publicar “tres o cuatro párrafos al toque, lo más rápido

posible, como para estar”, pero también ahí es donde entra la otra diferenciación respecto de

un diario gráfico, que es la posibilidad de “volver y reeditar la información, corregir, agregar,

sacar, mejorar”, lo que ambos editores coinciden en que es una ventaja.

“El medio tiene eso: te demanda inmediatez, celeridad, pero también te da la

oportunidad de revisar y reeditar. Aún así por la misma inmediatez que exige el medio a

veces no llegamos. Suele pasar con los policiales, que si bien nosotros no les damos tanta

bolilla los que publicamos tratamos de tenerlos actualizados, pero a veces surge otra cosa

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que nos impide volver a corregir, y como no somos un medio como PuntoBiz o algo de nicho,

como tratamos de dar cuenta de todo, se transforma en un problema”, concluyó Bastús.

Schwarzstein, por su parte, también manifestó algo similar, aclarando que las

redacciones digitales son más chicas que las de un diario en papel y asegurando que “hay un

montón de noticias que se publican y después no se profundizan, se trabajan sobre su capa

más básica” en un diario online, y que en ese contexto es normal. “Hoy en el diario papel si

vos trabajas sobre una capa básica sos un tonto, porque no tiene ningún sentido que la

noticia que se está produciendo a las 8 de la mañana la subas para el diario de mañana,

como era antes. Hoy esa noticia es viejísima. El diario papel tiene que tener algo más. Tiene

ese deber si quiere seguir vigente”, continuó.

Así también, yendo al otro punto diferencial, consideró que es positivo que la noticia

ya no sea algo “fijo” y dé la posibilidad de ser editada. Si bien una de las principales

problemáticas que esa posibilidad de edición genera es que le brinda la oportunidad a los

medios de publicar algo sin realizar la primera etapa de chequeo de fuentes, por el simple

hecho de poder editar luego la información en caso de que se haya incursionado en un error,

él en el caso de Rosario3 partió desde la consideración de que tienen “buena fe” y no van a

“publicar notas falsas”.

“Podemos equivocarnos alguna vez en algún dato, que no era tal calle sino tal otra, y

está bueno poder corregirlo. Lo que sí, a veces cabe aclarar esa corrección, que era en tal

lugar y no en tal otro como informamos en un principio. No veo que se haga en otros medios

y nosotros lo solemos hacer, sobre todo si se instaló y dependiendo la magnitud de ese error.

Si no es significante no, pero si es significativo y se necesita aclarar, lo hacemos. También

están las fe de erratas, que las hacemos sin problemas porque quizás a veces esa corrección

llega más tarde”, contó el actual director del portal fundado en 2006.

Esta última parte de su aclaración es importante, ya que entendiendo las ventajas que

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la posibilidad de edición sobre un artículo ya publicado significa para el periodista se

presenta otro problema para el lector, que es la alta probabilidad de que la noticia que acabó

de leer en un medio digital de un momento para otro haya cambiado sustancialmente o haya

tenido actualizaciones significantes que no fueron debidamente aclaradas.

Sobre este último aspecto, Rosario3 trabaja de dos maneras: por un lado, la

publicación original se edita lo más posible para que a posteriori, cuando tiempo más tarde

uno utilice el buscador para encontrar esa noticia, no se encuentre con un archivo incompleto

ni tampoco se encuentre cinco archivos distintos de cómo fue evolucionando en el día una

misma noticia. Este artículo vendría a ser “el hecho principal”. Por otro lado, lo que además

se hace es abrir otros títulos complementarios dentro de la misma nota o, en caso de que la

información se haya extendido a más publicaciones, relacionar (con hipervínculos o enlaces

apartados) todas las noticias sobre el mismo tema en cada uno de los artículos publicados.

Otro de los conceptos interesantes que aporta Schwarzstein es “la tapa constante” que

tienen los diarios digitales: “El diario (papel) tiene la posibilidad de pensarse integralmente,

mientras que lo web se va haciendo a espasmos, a borbotones. En el diario en papel tenés la

posibilidad de ir pensando una estrategia todo el día, de pensar una tapa. Una, que no es

poca diferencia porque acá tenés que estar todo el tiempo actualizando una portada”.

Bastús comparte la opinión, agregando además que “como periodista, es más

agotador el trabajo de la web que en el papel”, sobre todo por el hecho de que “en el diario

tenés 6 horas hasta que publicás, pero en el online estás constantemente publicando, tenés

cierre a cada rato”.

Finalmente, Franco Albornoz, uno de los editores del diario digital Conclusión,

sostuvo por su parte que no cree que sean antagónicas la inmediatez y la calidad de

contenidos.

“Se puede ser relativamente inmediato sin que pierda calidad el contenido. Las

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producciones de calidad hoy están por sobre la primicia. La inmediatez me parece un punto

importante pero la calidad y la rigurosidad (chequear la fuente, la veracidad, etc.) me

parecen más importantes, y creo que se puede lograr un equilibrio entre la inmediatez y la

calidad de la noticia”, aseguró, teniendo la particularidad de ser un periodista joven que dio

sus primeros pasos en el contexto de un periodismo ya inmerso en la vorágine digital, a

diferencia de los otros colegas consultados.

2. Redefiniendo el lenguaje: ¿nuevos medios, nuevos modos?

Otra de las particularidades que ha traído el periodismo web es un nuevo lenguaje,

distinto a la escritura tradicional de las redacciones de los diarios. El colombiano Fernando

Ávila, en el prólogo del libro “Cómo escribir para la web” (2008) de Guillermo Franco, la

primera diferenciación que hace es en la caducidad del concepto (aún enseñado en las

facultades) de “pirámide invertida”. La misma, utilizada en su perfección, «debía permitir la

eliminación sucesiva de párrafos, desde el último hasta el segundo, sin que el lector

advirtiera la falta de ninguno de ellos». Para Ávila, si bien el esquema se siguió utilizando en

agencias de noticias, los académicos y sus alumnos comenzaron pronto a revaluarlo y

aparecieron otras formas de contar los hechos noticiosos, dejando caer en desuso el

tradicional recurso. Guillermo Franco, al respecto, asegura en el mismo material que «la

pirámide invertida pasó a ser la pirámide pervertida».

Yendo a comparaciones puntuales, Ávila da cuenta de que la vieja pirámide narraba

tres veces el hecho: «Primero en el título de seis palabras, enseguida en el lid, y finalmente

en el cuerpo. Se anunciaba el hecho (título), se ampliaba con los datos esenciales (lid) y

luego se desglosaban esos datos (cuerpo) ». Sin embargo, la ‘nueva pirámide’ «narra una

sola vez, sin repetir, desde el título, que viene a ser el mismo lid, hasta el final del cuerpo.

Título y lid pasan a ser uno solo, y el cuerpo agrega información».

19
En este camino, esa nueva composición del artículo periodístico exige «palabras

cortas, conocidas y precisas», y ejemplifica: «Es un estilo que nos exige escribir ‘fin’ en vez

de ‘propósito’, porque es más corto; ‘trabajo’ en vez de ‘rol’, porque es más conocido, y

‘colibrí’ en vez de ‘ave’, porque es más preciso (si efectivamente es un colibrí) ».

«La frase debe ser corta, sin exceso de incisos ni de circunstancias. El ritmo de frase

larga + frase corta + frase larga resulta ideal para conformar un párrafo eficaz e

impactante. El núcleo de cada frase, el verbo, debe ser fuerte y directo, ‘aclaró’, y no débil y

sinuoso, ‘hizo la aclaración’». Adverbios y adjetivos no pueden ser valorativos, sino

descriptivos y exactos. Además, se debe extremar la mesura en figuras y juegos de palabras.

La escritura en Internet requiere más que ninguna otra la economía de palabras”, continúa

describiendo.

Guillermo Franco manifiesta en su trabajo que la información vista a través de un

celular o computadora se lee «configurando un patrón en F, donde los usuarios sólo ven el

primer tercio de los titulares, primera frase de los párrafos y de intertítulos cuando exploran

la página». Por ende, «a la izquierda debe ir la palabra más significativa y no

necesariamente la primera palabra del sujeto de la frase. En consecuencia, lo que en un

medio tradicional se podría anunciar como Guerrillera de las FARC se desmoviliza, en la red

hay que anunciarlo como Desmovilizada guerrillera de las FARC».

«La nueva sintaxis –que sin duda lo es– acude con menos prevención a la voz pasiva,

recupera el recurso de los dos puntos, unifica el uso de cifras para todas las cantidades y en

muchos casos, especialmente títulos e intertítulos, prescinde de los artículos», concluyen.

Esto es claramente visible en los medios digitales de Rosario, la Argentina y el mundo en la

actualidad.

Acerca de la extensión de las noticias, en el trabajo “Nuevos medios, nuevos modos,

nuevos lenguajes”, que reúne las conclusiones del 1º Foro de Periodismo Digital de Rosario,

20
en 2008, una de las lecturas que se reflejaron fue que hubo «marcadas diferencias entre los

grandes medios de la ciudad y los más pequeños». Mientras los grandes «abonaron a la

teoría de que los internautas no tienen demasiadas ganas de leer y trabajan sobre textos

informativos muy cortos y preferían presentar textos informativos muy breves» (teoría

avalada por investigaciones como “EyeTrack del 2000”, realizada por el Poynter y la

Universidad de Stanford, que decía que las historias cortas era tres veces más vistas que las

largas y que, en general, la lectura era superficial), los medios más pequeños, institucionales

o cooperativos en cambio «no le temen a la longitud del texto».

«Acorde a sus estructuras prefieren producir menos contenido y abordajes más

profundos», postura que también estaría avalada por investigaciones como la del Eye track

07, que trabajaron comparativamente con un grupo de lectores de medios digitales y medios

impresos y concluyeron: «Para una industria de periódicos nerviosa, una preocupación entre

muchos es si los lapsos de atención de los lectores se han acortado irreversiblemente. Al

menos entre los 582 lectores del EyeTrack 07 (de los 605 totales, cuyos registros de sesión se

pudieron usar) no ha sido así. En este estudio, independiente del formato o del medio

(impresos en tamaños sábana y tabloide, u online) cerca de dos tercios de las historias

elegidas fueron leídas. Y, desafiando la noción de que los lectores online particularmente se

mueven rápidamente adentro y afuera de las historias, nuestros lectores online leyeron

incluso más profundamente las historias que los lectores del impreso» (dice el informe oficial

de la investigación, publicado por el Poynter, cuyos autores son Pegie Stark Adam, Sara

Quinn y Rick Edmonds).

En este sentido, las conclusiones del foro llegaron a que «quizá esta diferencia

también está marcada por los objetivos de unos y otros», entendiendo que «los grandes

medios de la ciudad tienen como objetivo principal mantener ‘informados’ a sus lectores, en

cambio las instituciones o medios de nicho intentan llegar a sus comunidades con medios

21
digitales concebidos como una prolongación del encuentro físico». No obstante, cabe

recordar que estas conclusiones fueron alcanzadas en 2008 y que mucho ha cambiado en

estos años, especialmente en lo que refiere a los objetivos de medios grandes y especialmente

de los chicos.

Al respecto, Luis Bastús opinó que actualmente “la clave está en el medio o en los dos

extremos” en la elección entre redactar noticias cortas o largas.

“Hay mucha noticia que no merece realmente más de dos párrafos, aunque a lo mejor

en un diario papel ocupe media página. Pero, y por experiencia, alguna de las notas más

leídas históricamente que hemos tenido en RosarioPlus muchas veces han sido notas

extensas pero bien contadas, y la clave es que hay contada una historia, y pasiones humanas.

Por lo tanto, concluyo en que no creo que la clave esté en acortar. Yo creo que una historia

bien contada y bien condimentada con todo lo multimedia que te permite la web, es leída y

además la gente quiere leerla, no creo que la gente sólo quiera fugaces”, explicó.

Schwarzstein, por su parte, aportó que además la mecánica de los medios digitales de

hoy dan “una posibilidad de hacer una convergencia en el lenguaje que es muy interesante”,

sosteniendo que “el webperiodismo lo que hace es contar un hecho con la mayor cantidad de

miradas posibles”.

“Si bien lo digital trabaja con una mecánica de ir más a ‘espasmos’ (por su necesidad

de constante actualización), igualmente permite abrir el juego a otros lenguajes, a otras

miradas, y eso enriquece mucho la posibilidad de cómo enfocas un hecho noticioso”,

manifestó, incluyendo también como otra cuestión interesante la interactividad que un medio

web posibilita. Es decir, la posibilidad de poder tener un contacto más fluido con la audiencia

y una comunicación más dialógica.

22
3. Titulado: ¿se titula como se quiere o como se puede?

Los títulos de las noticias son otro de los ejes que han sufrido una modificación

notable respeto del estilo tradicional en consecuencia del desarrollo del periodismo web.

Según expresa el “Manual de Estilo y Ética Periodística” (1997) del diario La Nación,

«un buen titular debe expresar el contenido del texto al que corresponde y atraer la atención

del lector hacia su tema informando sintéticamente sobre el material que encabeza, sin

exagerar el énfasis con que la parte noticiosa está concebida».

Sin embargo, la mecánica de las redes sociales ha modificado sustancialmente dicha

definición. En el contexto actual, las Social Media son una de las fuentes de mayor ingreso de

usuarios a los sitios web de noticias, muy por encima del acceso a las mismas a través del

propio portal. Con estas reglas, los medios digitales han tenido que buscar la manera de que

sus títulos resalten o llamen la atención en redes sociales atestadas de publicaciones, y a raíz

de ello el periodismo web a creado sus propias leyes de titulado.

En el caso de los medios rosarinos, por el lado de Rosario3 aseguraron que se busca

combinar los llamados títulos ‘gancho’ (que por su naturaleza atraen al usuario a hacer click)

con los tradicionales, pero sin abusar y además aprovechando otra de las posibilidades que

brindan redes como Facebook, que es la de utilizar un título en la publicación de la red social

y otro en el artículo del diario.

No obstante, Schwarzstein aclaró que muchas veces no es posible combinar ambos

estilos por la misma mecánica “apurada” a la que está sometido el periodista de un medio

web, pero también porque todavía “es como una batalla”.

“El periodista quiere titular como periodista, como si no existiera esta cuestión de las

redes y los buscadores, de generar incógnita. La formación periodística te lleva a ir a lo

clásico, a cómo titularía esto en un diario, al quién y qué, que en general, si vos te vas a la

estructura clásica es así. Pero yo como editor trabajo a la vez con la cuestión de que sea lo

23
más ganchero posible, a la vez que estén respetando lo informativo, que no estén jugando

con la gente, o a que la gente haga click sólo por hacer click”, explicó, al mismo tiempo que

contó que de todas formas en el diario papel uno también “tiene que hacer un título que

venda lo máximo posible”, pero que el tema principal es ser honesto y no excederse con la

venta. En otras palabras, titular algo que luego en la noticia no se encuentre reflejado.

Por su parte, Bastús fue más allá y afirmó que incluso “no importa tanto cómo

publiques en el portal como sí en las redes”.

“Se apela a la receta del título incógnita, cosa de estimular el click a través de la

curiosidad (que es algo que no inventamos nosotros, lo hace todo el mundo). Ejemplo: en

Newell’s no se lesionó Nery Leyes, ‘se lesionó un jugador de Newell’s’”, profundizó.

Para reflejar un poco más la importancia que tienen las redes sociales y la necesidad

de elaborar un título especial para ellas, un informe elaborado por el Instituto Reuters,

“Digital News 2016”, sobre una encuesta realizada a 50.000 usuarios de 26 países, arrojó que

las redes son la mejor forma de acceder a las noticias, indicando que el 51% de los

consultados acceden a los artículo a través de ellas y no ingresando desde la página web del

diario. En la edición de 2017, y haciendo hincapié específicamente en la Argentina,

concluyeron en que el 74% de los usuarios accede a través de redes sociales, siendo Facebook

la más consultada para encontrar, leer y/o compartir noticias (65%) seguida de Whatsapp

(33%), Youtube (28%), Twitter (19%) y Facebook Messenger (10%). Estos números

coinciden bastante con los de los informes de We Are Social y Latinobarómetro

anteriormente citados (ver figura 14 en anexo).

Al mismo tiempo, adentrándonos más en Rosario y volviendo sobre los datos del

Estudio sobre Consumo de Medios (realizado por la UNR y CeMOP), el 77,4% de los

rosarinos usan redes sociales, encabezando Facebook con un 73,2%. El constante crecimiento

anual de esta cifra es importante también si se tiene en cuenta que en lo que a información,

24
consumo y entretenimiento refiere, el 96% de los ciudadanos de Rosario consumen

contenidos televisivos (casi el 70% diariamente), teniendo un 81,4% cable y repartiéndose en

un 34% los televidentes de Canal 5 y un 33,8% los de Canal 3. Ante semejantes cifras, las

publicaciones digitales ven en las redes sociales su ventana para imponerse como una

alternativa a aquellos medios tradicionales, lo que en forma directa está relacionado con el

concepto de agenda-setting, que veremos más adelante.

4. Formas de publicado en las redes sociales

El trabajo no está ni mucho menos terminado una vez que se publica el artículo en el

sitio web. Ya hemos dado cuenta de la importancia que tienen las redes sociales en lo que a

visitas y lectores refiere, y para el concepto actual de los diarios digitales, el posteo de las

noticias es casi tan o más importante que la propia redacción del artículo en sí.

Es por esto que se ha creado, popularizado y consolidado la función del ‘community

manager’, encargado de pensar y ejecutar estrategias para manejar las cuentas de distintas

plataformas de un medio de comunicación. No obstante, existen muchos medios digitales

donde los propios periodistas son quienes ejercen esa labor, lo que forma parte de un punto de

intenso debate que trataremos más adelante, que es la precarización laboral.

El deber de este community manager es encontrar la forma de llamar la atención de un

usuario que muy probablemente se encuentre haciendo scroll –desplazamiento de la pantalla

que realiza el usuario, generalmente de forma horizontal– entre un mar de publicaciones de

amigos, conocidos, extraños, famosos, marcas, medios, sitios de entretenimiento, videos,

memes, fotos de gatos y más.

Para ello, el simple copiado y pegado del artículo es una práctica obsoleta, simplona y

que fácilmente pasa desapercibida ante el desinterés del usuario pasivo. Por eso es que los

medios digitales han comenzado a desarrollar distintas formas de presentar sus noticias, de

25
las cuales veremos algunas a continuación junto con ejemplos de portales rosarinos en

Facebook.

Modo clásico: esta práctica sería la más similar a la del copiado y pegado y se realiza,

generalmente, cuando no hay demasiado tiempo para buscarle una vuelta para hacer más

atractiva la noticia o cuando simplemente no la amerita. Se apega al modo tradicional de

redacción y titulado, generalmente incluyendo la volanta o la bajada de la noticia, y describe

el hecho con claridad (ver figura 1 en anexo).

Título incógnita: usarla en el momento preciso puede generar una gran cantidad de

clicks a la página, pero no es para abusar de la misma ya que es una de las que más odian los

lectores al, precisamente, obligarlos a realizar el ‘paso extra’ de ingresar en la nota y, en cierta

forma, jugar con su curiosidad o en algunos casos su inteligencia. Es el extremo opuesto al

modo clásico, ya que no hace mención de los datos primordiales de la noticia (ver figuras 2 y

3 en anexo).

“Más información en la nota”: una especie de combinación entre el modo clásico y el

título incógnita. Generalmente, utiliza el título de la noticia original en donde narra el hecho,

pero se guarda los datos de interés para generar el click a la publicación (ver figura 4 en

anexo).

Noticia en video: muy utilizada, refiere a las noticias que giran en torno a un archivo

de video o audio (que muchas veces no es propio). Generalmente, el título de la publicación

suele utilizar adjetivos de exageración para alimentar la curiosidad del usuario y generarle la

‘necesidad’ de abrir la nota para ver el tan mentado registro (ver figura 5 en anexo).

Audiovisual (gifs, memes, videos): creación exclusiva del mundo de las redes sociales,

muchos medios de comunicación han adoptado algunas de las formas en las que se

comunican los usuarios para publicitar sus artículos. Es así como algunos portales presentan

sus noticias con un gif explicativo, un meme gracioso, un “trailer” en video u algún otro

26
diseño (ver figuras 6, 7 y 8 en anexo).

Sobre estos modos de publicado, Federico Vega, community manager de Conclusión,

aseguró que en su experiencia personal, lo que más atrae al lector a hacer click son “los

diferentes medios audiovisuales, ya sea foto o video”, teniendo siempre presente “el enlace en

la publicación para poder direccionarla”.

Otra de las alternativas que utilizan es la de “crear una publicación donde esté lo

relevante pero falte información a la vez, para que la gente se interese en la nota y pueda

hacer click”, señala Vega, y abunda: “Es decir, dar una parte de la noticia y dejar alguna

incógnita para que a la gente le llame la atención”.

Finalmente, otra de las metodologías utilizadas por el diario digital es “crear

preguntas o dejar alguna duda planteada en la publicación para que se resuelva entrando a

la nota y así tener mayor interacción”.

Al ser consultado respecto de estos cambios en el modo producir información y si le

parecían positivos o negativos, Luis Bastús sostuvo, a su tradicional modo de ver el

periodismo, que sobre todo cuando incide en lo que es la redacción de la noticia o el título de

la misma estas prácticas “propician la mugre, a que haya más ruido”.

Además, indicó: “Aparte hay tanta producción, tanto contenido, que llega un punto

que al final del día ya no sabés si tal información la escuchaste o la leíste, y dónde, o si lo

viste en la versión papel o web. Y si encima le agregamos estas trampitas...”. No obstante,

pese a que no le satisface, entiende que “son las reglas del medio” y las acepta, aunque insista

en que contribuye a sumar más ruido a un lugar de constante vorágine y poca calma como

son las redes.

27
IV. Capítulo 3: Un nuevo periodismo para un nuevo modelo de consumidor

1. Agenda-Setting: el empoderamiento de “los chicos” y las audiencias paralelas

En 1963, Bernard Cohen aseguró que «la prensa quizás no sea todo el tiempo exitosa

en decirle a la gente qué pensar, pero es increíblemente exitosa en decirle a sus lectores

sobre qué pensar». Dicha frase es citada luego en 1976 por Maxwell McCombs y Donald

Shaw en el trabajo que sentaría un precedente sobre uno de los conceptos más importantes de

la prensa moderna: “The Agenda-Setting Function of Mass Media”.

En resumidas cuentas, lo que la teoría de la “agenda-setting” plantea es que los

medios de comunicación tienen una fuerte influencia sobre sus audiencias a partir de los

temas que imponen como de “mayor relevancia” dentro de sus agendas, que pasan a ocupar

ese nivel de importancia en la agenda pública y se relacionan directamente con la agenda

política.

De esta forma, independientemente del pensamiento que imponga el medio sobre ‘x’

cuestión, lo que logran es que ‘x’ pase a un primer plano en la opinión pública y la gente

discuta sobre el tema, sea cual sea su postura.

La agenda en sí es, además, el conjunto de contenidos que poseen relevancia

informativa en un determinado momento y para un determinado sector de la población.

A lo largo de muchos años, siempre se sostuvo que la agenda-setting era

principalmente marcada por los medios de comunicación de mayor influencia, mientras que

los más pequeños eran contagiados por esa agenda. No obstante, el panorama de las redes

sociales ha abierto un abanico de posibilidades para los sitios alternativos o de menor caudal

económico.

Si bien Facebook ofrece herramientas de publicidad pagas que los medios de

comunicación de mayor poder adquisitivo aprovechan para instalar su poderío en el mundo

28
digital, en cierta forma también plantea una paridad interesante, ya que todos los portales

tienen la posibilidad de aparecer en el inicio de cualquiera de los usuarios de la red social, ya

sea de manera directa (siguiendo a la página), de manera paga (como publicidad) o de forma

indirecta (algún usuario que compartió con sus amigos la publicación o interactuó con la fan

page). Esta última forma es, si se quiere, una de las más involuntarias (ya que, precisamente,

el medio no tiene injerencia directa sobre el último receptor) pero a su vez es una de las que

más visitas generan a los sitios.

En todo caso, es así como los medios alternativos han tenido la capacidad de poder

instalar dentro de la agenda mediática, la política y la pública aquellos temas que quizás, en

épocas anteriores, eran silenciados (ya sea por intereses económicos, políticos o personales

del medio).

Luis Bastús, al respecto, opinó que este nuevo panorama abre el juego y deja “todo

más sujeto a que cada uno lleve la agenda que quiera o que pueda”, y recordó lo que

sucedió, por ejemplo, con la llamada “Megacausa” en Rosario.

La misma fue una serie de detenciones, investigaciones y procesos que la justicia

santafesina llevó a cabo en 2017 que finalizaron con once imputados, entre los que estaban

involucrados grandes ejecutivos, financistas y hasta el gerente del diario de mayor tirada de la

ciudad, La Capital, por una seguidilla de presuntas estafas inmobiliarias y lavado de activos.

Por razones obvias, los medios de comunicación relacionados con las personas

involucradas omitieron dar información en el momento, algo que históricamente había

ocurrido con distintos episodios. Sin embargo, en esta ocasión y con las nuevas posibilidades

tecnológicas, distintos medios digitales dieron seguimiento del caso con la importancia que el

hecho ameritaba, y ello obligó a que los grandes medios que no se habían expresado sobre el

tema tuvieran que hacerlo por la presión de la opinión pública.

“Poder publicar esa clase de información a veces te da un plus, que a nosotros nos

29
significa un salto de audiencia porque era una información que en la calle se comentaba,

pero cuando iban a La Capital no la encontraban y en cambio explotaban por otros medios

como Conclusión o RosarioPlus. Así forzás a que los grandes hablen de lo que vos publicaste

antes”, opinó Bastús.

Así también, el subeditor de RosarioPlus hizo hincapié sobre un concepto interesante,

al cual denomina “audiencias paralelas” o “públicos paralelos”.

En efecto, se refiere a que el sistema de las redes sociales, cuya mecánica se basa en

“seguir” determinadas personas o páginas, posibilita que dentro de los espacios de

información de una persona (o sea, el inicio de su cuenta) tenga igual o mayor relevancia un

medio chico que uno grande, independientemente de la cantidad de seguidores que tenga cada

uno.

“Si La Capital publica una noticia que no tenemos y pasaron ya dos horas, yo antes

me agarraba la cabeza y decía ‘Uh, ¿cómo nos perdimos esto?’. Ahora me di cuenta que no

importa, que hay que hacerlo igual, porque a lo mejor para nuestras redes rinde, porque

alguien que tenemos en el listado de Facebook a lo mejor no vio esa noticia en La Capital y

se va a enterar por nosotros”, ejemplificó, y reflexionó: “Eso es algo maravilloso. Me parece

muy bueno, porque hay lugares bajo el sol para todos, para los grandes y también para los

chicos”.

Esto, además, está directamente relacionado con el concepto de la primicia, algo que,

aunque aún existente, también ha ido perdiendo su validez en el periodismo web.

2. La primicia: ¿factor de excelencia o generador de errores?

La primicia es uno de los aspectos más buscados y deseados por los periodistas y los

medios de comunicación. Básicamente, es el hacer pública una información por primera vez,

lo que en ciertas ocasiones es bien visto por la audiencia y la competencia y otorga una

30
especie de “crédito extra” a quien haya conseguido la novedad.

No obstante, el mecanismo de las redes sociales ha alterado un poco el concepto de la

primicia. Al vivir en un mundo globalizado e híperconectado, es más probable que cualquiera

se entere al instante por una fuente paralela de la mayoría de los hechos que luego se ven

reflejados en los medios de comunicación.

Jay Rosen, profesor de periodismo de la Universidad de Nueva York, diferenció

cuatro tipos de primicias actuales en su publicación de abril de 2012 “Four Types of Scoops”,

del blog Public Notebook.

La primera de ellas es la llamada “primicia clásica”, digna del periodismo de

investigación, que representa a las noticias que nunca habrían salido a la luz de no ser por el

trabajo investigativo del periodista. «Es la más importante, la más valida, la más útil y por

supuesto... la menos común», sostiene Rosen, en épocas donde el periodismo de investigación

está cada vez más ausente.

En segundo lugar se ubica “la primicia del ego”, que es el extremo opuesto de la

primera y refiere a cuando un periodista logra publicar antes que sus colegas. Rosen asegura

que desde el punto de vista del usuario tiene «cero importancia quien llegó primero» con la

noticia. Asimismo, sostiene que los periodistas que defienden la primicia del ego están

«inmersos en una competición intramuros que no tiene nada que ver con un servicio público

y todo que ver con el derecho a fanfarronear».

La tercera, y la más común en las redes sociales, es la “primicia de los ciudadanos”,

que sucede cuando es la gente quien consigue primero la información. El problema aquí,

como describimos anteriormente, es que la información puede ser falsa o inexacta, lo que

lleva a una cadena en donde esa noticia errónea comienza a viralizarse y, en muchas

ocasiones, termina siendo capturada por un medio de comunicación que la reproduce. Esto

ocurre a diario, aunque muchas veces los errores de este estilo de mayor impacto posterior

31
suelen ser las “falsas muertes”, bastante comunes en Twitter.

Finalmente, el cuarto tipo es la “primicia intelectual” o “conceptual”, que según

Rosen es «la más infravalorada de todas». Estas noticias son las “historias con nuevas ideas”

que pueden crear terminologías, definir tendencias o dar a conocer personas o

acontecimientos que están teniendo lugar antes de que cualquiera los reconozca.

Josu Mezo, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y dueño del español

Malaprensa, especializado en comprobar los errores que cometen los medios de

comunicación, expresó que «la búsqueda de la inmediatez por encima de todo conduce a una

distorsión de un principio originalmente bueno, que es la primicia, es la perversión de una

buena idea», según publicó el periodista Pablo Romero dentro del trabajo “Cuadernos de

comunicación evoca: 8. Los riesgos del periodismo en tiempos de redes” (2012).

Otra de las particularidades que brindan las redes sociales es que, al ser todos capaces

de generar información, diversas instituciones y otros actores públicos han comenzado a

difundir por su propia cuenta (y en su propia cuenta) sus informaciones o declaraciones, por

lo que allí también se elimina el papel del medio de comunicación como intermediario entre

la información y la población y se transforma en costumbre una práctica que podría ubicarse

dentro del tipo de primicia ciudadana.

Franco Albornoz, editor del diario digital Conclusión, suscribió dicho análisis y

afirmó que “con el avance de las redes sociales perdió valor la primicia, en el sentido de que

hoy cualquiera que tenga un celular o una computadora con acceso a las redes sociales

puede generar contenidos”.

“Antes a lo mejor el lector o la audiencia tenían un rol más pasivo. Ahora no sólo

consumen sino que generan contenidos, lo que obliga a los medios digitales a tener que dar o

producir contenidos innovadores o novedosos, con mucho más audiovisual y productos con

más profundidad, porque cualquiera que hoy pasa por un lugar y ve un incendio saca una

32
foto, graba un video y lo sube a Internet. ¿Y vos cómo competís con eso siendo un medio de

comunicación?”, interrogó, al mismo tiempo que marcó como un detalle negativo que los

medios digitales mantienen a los periodistas en las redacciones y no van a la calle “en busca

de un valor extra”.

En otro aspecto, muchas veces el concepto de las audiencias paralelas termina

perjudicando al medio de comunicación más chico. Las estadísticas de repercusión en

Facebook y Twitter dan cuenta de que en reiteradas ocasiones, una información que fue

publicada con anterioridad en medios digitales como por ejemplo Conclusión o RosarioPlus

(en algunos casos estamos hablando de semanas de anticipo) igualmente termina teniendo

más repercusión y más interacción cuando medios más asentados y con mayor número de

seguidores toman la noticia y la publican.

De todo esto, se desprende que la primicia en sí misma ya carece de real importancia

en el mundo digital, mientras que lo verdaderamente relevante es que el medio de

comunicación proporcione la mayor cantidad de información verídica sobre ese hecho que ya

se dio a conocer públicamente por la misma audiencia.

3. Repercusión en redes: ¿cómo se mueven las audiencias?

Habiendo dejado ya en claro la importancia que tiene la posterior publicación de un

artículo periodístico en las redes sociales, recordando las distintas formas de posteo y el

concepto de los distintos tipos de alcance por los que el mismo llega luego a una persona

(directo, indirecto o pago), los medios de comunicación se encargan de realizar un

seguimiento en tiempo real de cómo los usuarios interactúan con esas publicaciones y con la

página web.

Dicho seguimiento es el que les permite dar cuenta de qué tema le interesa más a la

gente (los más vistos, más compartidos o más comentados), cuál es la mejor de las formas de

33
publicar algo para que la gente ‘pique’ en las redes, a qué público se deben dirigir y hasta qué

modificaciones editoriales es necesario tomar.

Tanto RosarioPlus como Conclusión y Rosario3 utilizan el sistema de Google

Analytics para medir segundo a segundo las visitas que reciben sus páginas webs, y las

herramientas propias de las demás redes sociales para analizar la interacción y el alcance que

tuvieron los contenidos.

Además de las conclusiones mencionadas anteriormente a las que un medio puede

llegar a través de esos datos, en el caso de Rosario3, Schwarzstein apuntó a un cambio de

paradigma que se dio una vez que las redes sociales se consolidaron como el mayor aportante

del volumen de visitas por sobre la página web misma.

Siendo muchas veces las noticias más clickeadas las de ‘color’, de no tanta relevancia

periodística o interés editorial, el hecho de que la misma ‘pegue’ en las redes sociales ahora

da la posibilidad de que no sea necesario darle una ubicación de relevancia dentro del portal,

lo cual termina siendo un factor positivo para el periodismo tradicional, que durante varios

años del periodismo web padeció de noticias de dudoso rigor informativo real en ‘las

primeras planas’ de medios importantes.

En el caso de Conclusión, la mediciones históricas y en tiempo real son utilizadas para

saber a qué artículo es necesario darle una mayor tracción en las redes sociales (ya sea

publicándolas nuevamente tal cual estaban, programándolas para que se publiquen en días

posteriores o publicándolas de nuevo con otra forma de posteo o con distintas etiquetas),

como así también para saber qué noticias mantener más o menos tiempo dentro de la home y

dentro de las ubicaciones principales.

Su community manager, Federico Vega, indicó que el Analytics es “una herramienta

clave para entender qué está viendo la gente y qué es lo que más le interesa”.

“Lo vamos siguiendo minuto a minuto y a partir de ahí nosotros tratamos de ver si

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hay alguna nota de la que se puede extender la información. Que si tiene impacto y está

siendo leída buscamos algo que pueda complementarla para potenciar este tráfico en nuestra

página. Lo mismo en Twitter, especialmente”, continuó. Además, contó que en Facebook no

es tan eficiente realizar una misma publicación más de una vez, pero que en Twitter sí y es

por eso que a las publicaciones con más interacción se las republica “dos o tres veces al día”

y a veces se arranca la jornada siguiente con esas mismas.

Por el lado de RosarioPlus, Bastús aseguró que en el constante monitoreo de la

repercusión del contenido ponen el foco en ver si el mismo es ignorado, consumido o

replicado. Si se da este último caso, la orden editorial es “buscar la segunda nota”, es decir,

tratar de realizar más noticias sobre el mismo tema, hasta que el mismo no dé para más o deje

de ser replicado.

Así también, dentro de este análisis y estudio son factores importantes los días y

horarios, ya que los medios de comunicación siguen las tendencias que marcan las redes

sociales en cuanto a las ‘horas pico’ de flujo de usuarios. Esto lleva a determinar también en

qué momento es más conveniente publicar una noticia dentro del mismo portal.

Sobre cuáles son los horarios de más tráfico de usuarios, los informes arrojan

resultados muy diversos. El acortador de links “Bitly”, utilizado por muchos de los medios de

comunicación, realizó en 2012 una investigación (“Time is on your side”) a base de sus

propios datos, en donde concluyeron que el mejor horario de publicación en Twitter es entre

las 9 y las 15 todos los días de semana, comenzando a decaer el viernes y en especial a la

noche y con una vida media de 2.8 horas después de publicado. En Facebook el prime time es

entre las 13 y las 16 de los días de semana, con un pico los miércoles a las 15 y una vida

media de 3.4 horas. Cuando hablamos de “vida media”, hacemos referencia a la persistencia

de los enlaces en las plataformas sociales y la atención que les prestan los usuarios, según

Bitly.

35
No obstante, en medios como Conclusión, a base de los propios datos que recolectan a

partir del Analytics y de las redes sociales concluyen en que el mejor nivel de interacción en

Facebook se da al mediodía, entre las 12 y las 13, y por la noche entre las 19 y las 21. En

Twitter, por otro lado, el horario pico se da entre las 21 y las 23.30, cuando está la mayor

cantidad de retuiteos y comentarios.

En lo que todos coinciden es en que sábado y domingo el nivel de visitas e interacción

decae drásticamente en todas las plataformas. Sin embargo, aquí también se dan distintos

criterios entre los medios de comunicación rosarinos. Conclusión, por ejemplo, pone su foco

en publicar informes propios de fuerte importancia editorial en distintos horarios claves de las

jornadas del fin de semana (9, 12, 18 y/o 20). En cambio, RosarioPlus pone su mayor

esfuerzo en ver con qué ‘abre’ el diario el lunes en vez de publicar algo fuerte el domingo.

En este punto, además, es en donde se suele encontrar otra gran diferencia entre

medios digitales y de papel. En los portales web, durante los fines de semana predomina

siempre lo relacionado con los equipos de fútbol de la ciudad, Newell’s y Central, con la

crónica del partido como eje principal y varias notas satélites alrededor, que se terminan

llevando la mayor cantidad de interacción en las redes sociales y los principales puestos de

ubicación en las páginas.

Al haber tanta producción futbolística, el resto del sitio web “descansa” la mayor parte

de su contenido al estar centrado en sólo ese tema (teniendo en cuenta, además, que el

personal de las redacciones los fines de semana es mucho menor).

No obstante, en un diario de papel esto resulta imposible, ya que sea cual sea la

importancia del partido de fútbol de esa jornada todo ese material va dirigido a la sección

Deportes, mientras que el resto del diario tiene que completarse de igual manera.

Dicho esto, otra de las diferencias es que, mientras el nivel de producción de noticias

es menor en los sitios digitales durante los fines de semana, la edición de los domingos en los

36
diarios en papel suele ser la más cargada de la semana.

En efecto, Luis Bastús realizó una comparación personal situándose en el rol de lector

de ambos tipos de diarios, asegurando: “Cuando llega el domingo a mí me gusta sentarme

con el diario papel, que cuanto más gordo mejor, y zambullirme en eso; y la web son las

noticias que miro mientras tomo el mate antes de salir de mi casa”.

Otro de los conceptos interesantes del periodismo web y las redes sociales es la

“atemporalidad” en el consumo de las noticias. Esto hace referencia a que,

independientemente de las noticias del día, muchas veces se da que uno de los artículos con

más visitas o mayor repercusión en ese momento es una publicación de días, semanas, meses

o incluso años atrás.

Una de las explicaciones suele ser que aquel artículo “viejo” fue descubierto por una

persona relevante de una comunidad o un referente y este decidió compartirla en sus redes,

con lo cual la noticia vuelve a recircular entre los contactos de esa persona, que a su vez

pueden hacerlos circular entre los suyos, y así sucesivamente, sin importar la antigüedad de

la publicación (de hecho, en muchos casos ocurre que el lector no se da cuenta de la misma, y

varias veces ocasiona confusiones).

También suele suceder cuando un hecho del día es la continuación de algún episodio

sucedido en el pasado, como puede ser, por ejemplo, el juicio de un crimen, donde a raíz de

una condena o una novedad en el caso los usuarios utilizan el buscador o las mismas redes

para leer la noticia del hecho original.

Finalmente, dentro del plano negativo, Franco Albornoz marcó que algo que nota en

los medios digitales es que todo el tiempo están viendo “cómo reaccionaron las redes a tal

tema, o los memes que surgen en las redes sociales y después se trasladan a los medios” en

forma de nota.

“No es que las redes hablan sobre la noticia de los medios, sino que los medios

37
hablan sobre la noticia que surgió de la red social”, sentenció.

38
V. Capítulo 4: ¿Reinvención de la profesión o precarización laboral?

1. Periodistas polifuncionales

En tiempos pasados, un periodista que aspiraba a conseguir un lugar dentro de un

diario debía pasar por un examen o distintas pruebas en las que se evaluaba su capacidad de

redacción e investigación. Hoy en día, las prioridades han cambiado demasiado.

Los medios digitales se encuentran “obligados” a contar con un personal de

periodistas que necesariamente deben saber mucho más que aquello que les fue enseñado

tradicionalmente en su carrera universitaria.

«La convergencia digital cuando es convergencia mediática requiere profesionales

polivalentes capaces de dar respuestas multimediales», se aseguró en las conclusiones del

trabajo “Nuevos medios, nuevos modos, nuevos lenguajes”.

Allí mismo dan cuenta del perfil del nuevo profesional, para el que se exige «la

capacidad de redactar textos pensados para la web, comprender la lectura hipervincular y

ponerlos a dialogar con fotografías, audios y videos que, en muchos casos, también

necesitarán de producción y posproducción propias». A esas características, enumeradas casi

diez años atrás, también se les debe sumar en la actualidad la de saber leer las redes sociales,

cómo publicar e interactuar en ellas y cómo crear contenido a partir de las nuevas plataformas

y herramientas.

«Estamos hablando de un nuevo tipo de periodista que debe dar cuenta de

habilidades multitarea, escribir específicamente pensando en el soporte web, conocer

principios básicos de código HTML, poder registrar y luego retocar digitalmente fotografías,

audios y video y ponerlos a dialogar con sus textos. Este nuevo perfil es necesario para

abordar la noticia urgente, el último momento», profundizaron.

Por supuesto, esta exigencia al profesional también redefine la relación de trabajo

39
entre el periodista y sus empleadores, ya que por un lado todavía no existe una figura dentro

del convenio colectivo de trabajo que represente lo que hace el periodista digital, que

generalmente son tareas que antes realizaban un equipo entero de personas.

Esto mismo da como resultado que la cantidad de producción sea la misma pero con

menos personas trabajando, lo cual atenta de forma clara y grave contra las fuentes de trabajo

del periodismo, además de contra la calidad final del producto. A su vez, ese trabajo extra no

es debidamente reconocido (ni monetariamente ni moralmente) por los empresarios.

Los que comenzaron llevándose la peor parte fueron los periodistas más viejos,

acostumbrados a la escuela tradicional, que tuvieron que empezar obligadamente a aprender a

utilizar herramientas y a entender plataformas que, en su mayoría, no les interesaban.

“Hasta para mí mismo fue un reaprendizaje, y ahora me pasa al revés: cuando

escribo una nota para el papel que en un párrafo a lo mejor enuncio un hecho relacionado,

siento la necesidad de poner un hipervínculo, o linkear tal cosa, porque lo trato de hacer en

RosarioPlus. Pero esto fue todo un aprendizaje del intertexto, cosa que antes con el

periodismo gráfico no pasaba”, manifestó Bastús, en relación con su trabajo en Rosario/12.

Desafortunadamente, no todos los periodistas cuentan con esa capacidad de reinvención.

Con estas nuevas reglas y estas nuevas costumbres, otra de las principales

problemáticas que se presentan es que se dificultan las posibilidades de los periodistas para

conseguir trabajo. En Rosario3, por ejemplo, si bien en estos momentos no están tomando

nuevos ingresos, el director Damián Schwarzstein manifestó: “Si hoy por hoy tuviera que

buscar un periodista buscaría uno bastante completo, que incluso maneje edición de video y

herramientas para manejar también eso”.

Esa tendencia se replica en los demás medios de la ciudad. Luis Bastús, subeditor de

RosarioPlus, manifestó que es algo que se está empezando a establecer y que, “siendo

sincero”, si tienen que tomar a un periodista “se le pregunta: ‘¿sabes manejar redes?’. Ni

40
hablar; ‘¿sabes grabar, filmar, te animás a hacer un Vine?’”.

En las conclusiones del 1º Foro de Periodismo Digital de Rosario (2008), se expresó

también que pese a la polivalencia, «todos los medios coincidieron que mantener el concepto

de expertise en distintos campos como redacción, fotografía, producción y realización

audiovisual y conformar equipos interdisciplinarios, es la mejor manera de abordar la

convergencia mediática sin afectar la calidad de los contenidos».

En la práctica, en la actualidad, esto es algo que no ocurre demasiado, y los que

primero pusieron el grito en el cielo fueron los reporteros gráficos.

2. Cámara en el celular, conflicto en puerta

Los celulares son uno de los aparatos más útiles y más polémicos en el periodismo

digital. Su funcionalidad no cabe en duda: permite escribir, grabar audios, videos, tomar

fotos, transmitir en vivo, publicar en redes y casi todo lo que uno se imagine al instante y en

el lugar de los hechos. El tema es que, precisamente, parte de ese trabajo que ahora pareciera

poder suplantar el celular en realidad corresponde a otro tipo de profesional, quien estudió

para ello, gastó plata en equipamiento y cuya figura está representada en el convenio

colectivo de trabajo.

Los reporteros gráficos, parte fundamental de los diarios y revistas en papel, no

perdieron su protagonismo en el mundo digital pero sí cuentan con una competencia bastante

complicada. El hecho de que la mayor parte de los habitantes cuente con un celular y la

posibilidad de que estos puedan tomar una foto y publicarla o compartirla in situ genera un

dolor de cabeza para los fotógrafos y para los medios de comunicación, lo que llevó a que los

mismos dieran varios debates para defender su puesto y su trabajo.

Bastús, al respecto, opinó que los celulares y demás aparatos tecnológicos “están

poniendo en crisis las fronteras entre el oficio del reportero y del reportero gráfico”, lo que,

41
insistió, lleva camino, “aún sin darnos cuenta, a una flexibilización laboral de la tarea”.

“No falta el dueño que le dice al director, el director al editor y el editor al periodista:

‘Che, andáte a cubrir la bajada de los estudiantes de medicina; pero hay color, así que

después vas a escribir la nota, pero mientras tanto hacéte unas fotos, un videito; tuiteá ya

que estás, si total no te cuesta nada’”, ejemplificó.

En el caso de Rosario3, Damián Schwarzstein contó que ellos cuentan con un

fotógrafo en la calle y principalmente se manejan con él, pero que las fotos con el celular no

las desprecian “para nada”, “sobre todo porque muchas veces son las capturas del

momento”.

“Por supuesto que la calidad no es lo misma, pero si hay un choque, que es lo más

común, y alguien saca una foto y la manda, yo no la voy a dejar de publicar porque no tenía

el fotógrafo ahí en ese momento, porque además esa foto es única e irrepetible. Entonces es

absurdo pelearse con eso. Nosotros en su momento tuvimos algunas discusiones y los

fotógrafos tienen que entender que tienen que reconvertirse. Ahora está pasando esto, que

está lleno de fotos. No es como antes que iba el fotógrafo y lo que él sacaba era el único

registro que había, hoy hay miles de registros que son muy valiosos. Lo que hay que hacer es

tener un tratamiento profesional de esos registros”, profundizó el director, sacando a relucir

un concepto que es compartido en los medios de comunicación, y es la redefinición del

oficio.

La calidad y el mensaje de la fotografía hecha con el celular y por una persona que no

es fotógrafa van a ser, obviamente, de peor nivel que la que pueda tomar un reportero gráfico

especializado en su labor.

42
3. Contenidos más rápidos... y más pobres

Todos estos factores que estarían llevando al periodismo a un conflicto de

precarización laboral, también inciden en que indefectiblemente se incursione en una cada

vez mayor precarización de los contenidos.

Y es que la ecuación es simple: fotografías que no están sacadas por fotógrafos,

videos que no están filmados por camarógrafos, imágenes que no están editadas por

diseñadores gráficos, videos que no están editados por un realizador audiovisual o diseñador

y audios que no están editados por un experto en sonido. Por si fuera poco, el periodista

encargado de escribir debe minimizar la importancia de su tarea al tener que prestarle

atención a todas las demás aristas.

En definitiva, el producto final termina siendo de una dudosa calidad, o como lo

expresó más críticamente el periodista, docente e investigador colombiano Omar Rincón en

su texto “El aburrimiento del periodismo de Internet”: «El artificio ha triunfado, la nada ha

llegado a ser todo el contenido posible. El resultado: un periodismo escrito, audiovisual y

radial aburrido. Y un periodismo digital confuso y caótico. La calidad periodística se ha

reducido. Se escribe mal, se fotografía peor, se narra perverso, el video ilustra o registra; la

responsabilidad ética desaparece; la publicidad intrusiva abunda. Todo se puede, nada se

comunica».

43
VI. Conclusiones

Las nuevas tecnologías sin dudas que suponen un beneficio para la comunidad. Un

mundo globalizado y más conectado permite a cualquiera en cualquier parte del mundo tener

un mejor entendimiento de la realidad, como así también acceder a conocimientos que en

tiempo pasado era una utopía pensar en conseguir. Sin embargo, tantas conexiones terminan

por debilitar los verdaderos lazos humanos y tanta información atenta contra su peso mismo,

ya que de los miles y miles de millones de textos que se producen diariamente sólo nos

interesarán algunos pocos y el resto no harán más que generar ruido.

En ese contexto, en ese mundo, el periodismo debe encontrar su lugar y para hacerlo

debe, necesariamente, despegarse de su lado más tradicional y reinventarse. No obstante, eso

no significa que haya que resignar calidad periodística o a las enseñanzas básicas de la

facultad para ingresar dentro de ese mar revuelto de información.

Precisamente, esa formación académica debería de ser el filtro para diferenciar entre

lo que serían evoluciones positivas en la profesión y las que son negativas tanto para los

profesionales, como las audiencias y las empresas de medios.

Internet obliga al humano a estar permanentemente conectado para no perderse de la

última noticia ni de ese video viral del que están hablando todos sus amigos, y las redes

sociales obligan al periodismo a tener que generar constantemente ese contenido. El resultado

es una cadena de apuros y errores causados para la rápida construcción de algo que quizás no

tenía tanto sentido o importancia real.

Visto de otra forma, Internet tiene su propia agenda-setting, con sus propios tiempos,

que se regenera constantemente, y los medios de comunicación y las audiencias se encuentran

rehenes de las reglas que el sistema tecnológico impone, de manera casi imposible de

combatir.

44
Sin embargo, estas no son excusas para incurrir en un periodismo de mala calidad. En

la organización está la clave, y se ha podido comprobar que los medios con una mejor

organización interna son menos propensos a caer en el nerviosismo que la vorágine de las

redes sociales impone. Con un sistema de organización estable, Conclusión produjo un

promedio de entre 60 y 70 notas diarias, incluyendo informes y entrevistas propias. En el

momento en que ese sistema tambaleó y algunas de las partes fueron reestructuradas, el

rendimiento decayó a un promedio de entre 30 y 40 artículos diarios, con publicaciones de

menor profundidad.

Lo mismo ocurre con cada periodista particular dentro de la redacción. Si bien la

polivalencia es un hecho real, comprobable y que ha alcanzado a todos los profesionales, “el

que mucho abarca poco aprieta” y también se ha podido comprobar en distintos medios que

los mejores resultados se dan cuando a cada periodista se le asignan roles específicos por

sobre la improvisación del momento.

Continúa siendo un tema preocupante, además, la precarización laboral que esa

polivalencia significa para la labor del periodista. Por un lado, pone en riesgo las fuentes de

trabajo de otros actores como los fotógrafos, camarógrafos, diseñadores, infografistas,

técnicos o editores que son parte vital de un diario, y por el otro produce que el periodista

tenga que hacer un inmenso trabajo extra que no le corresponde y que no le es redituado

económicamente, ya que los convenios laborales todavía no han encontrado la forma de

categorizar el rol del periodista digital.

Demás está decir que esa polivalencia sigue contribuyendo, además, a un claro

detrimento de la calidad del producto final, ya que el autor no puede enfocarse correctamente

en su escritura y además debe concentrarse en temas que no le competen y para los cuales

quizás no tenga los conocimientos básicos, como la fotografía, la edición o la filmación. Las

flamantes transmisiones en vivo también representan un problema en ese sentido.

45
Esa misma redacción de las noticias también está en un período de crisis, ya que los

medios todavía no han aprendido cómo lidiar con las redes sociales y lo van haciendo “a

prueba y error”, causando destrozos periodísticos en el medio.

El concepto de primicia se ha perdido, pero en cambio surgió el de la necesidad de

tener que tener la noticia. Es decir, ya no es tan necesario ser el primero en publicar una

información, pero sí es indispensable que si al menos dos medios de la competencia tienen un

artículo, el propio portal también debe publicarlo.

Esto genera malas prácticas como el “robo” (copiado y pegado) de una noticia a un

medio sin citar las fuentes, que posiblemente ese medio también haya robado con

anterioridad de otro portal. Lo mismo ocurre con las fotografías, y también los cables de las

agencias de noticias, que se pueden comprobar con total facilidad cómo son replicados sin

cambiar ni una sola coma en infinidad de medios del país.

Entendiendo que “el medio es el mensaje” y que la mecánica de las redes sociales es

simplemente el reflejo del uso que el usuario le da a ese medio, sometiéndose las invisibles

reglas impuestas por Internet, cuando el rival plantea el partido de esa forma, lo mejor que se

puede hacer es parar la pelota. Combatir el caos con cordura. Los medios de comunicación

deben reinventarse, el periodista debe reinventarse, pero para hacerlo debe pensar, y en ese

pensamiento debe encontrar la mejor forma de continuar con el oficio respetando sus leyes

más básicas. Internet llegó para quedarse, y el periodismo debe estar a la altura de las

circunstancias.

46
47
VII. Bibliografía

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51
VIII. Anexo

1. Figuras

Figura 1: Modo clásico

Capturas de pantalla de las páginas de Facebook de los portales Rosario Plus y Conclusión
(Redacción Rosario Plus y Redacción Conclusión, 2017).

52
Figura 2: Título incógnita

Captura de pantalla de la página de Facebook del portal RosarioTres (Redacción


RosarioTres, 2014).
Figura 3: Título incógnita

53
Captura de pantalla de la página de Facebook del portal Rosario Plus
(Redacción Rosario Plus, 2017).
Figura 4: “Más información en la nota”

Capturas de pantalla de las páginas de Facebook de los portales Rosario Plus y


Rosario3 (Redacción Rosario Plus y Redacción Rosario3, 2017).

54
Figura 5: Noticia en video

Capturas de pantalla de las páginas de Facebook de los portales Rosario Plus y Rosario3
(Redacción Rosario Plus y Redacción Rosario3, 2017).

Figura 6: Audiovisual (gif)

Captura de pantalla de la página de Facebook del


portal Cooperativa de Comunicación La Brújula
(Cooperativa La Brújula, 2016). 55
Figura 7: Audiovisual (memes)

Captura de pantalla de la página de Facebook del portal Conclusión (Redacción Conclusión,


2017).

Figura 8: Audiovisual (video)

Captura de pantalla de la página de Facebook del portal Conclusión (Redacción Conclusión,


2017).

56
Figura 9: We Are Social

Extraído del informe Digital in 2017: Global overview (We Are Social, 2017: 34)

Figura 10: We Are Social

Extraído del informe Digital in 2017: Global overview (We Are Social, 2017: 43)

57
Figura 11: We Are Social

Extraído del informe Digital in 2017: Global overview (We Are Social, 2017: 47)

Figura 12: Latinobarómetro

Extraído del informe Latinobarómetro 2017 (Latinobarómetro, 2017: 42)


58
Figura 13: Latinobarómetro

Extraído del informe Latinobarómetro 2017 (Latinobarómetro, 2017: 43)

Figura 14: Digital News Report 2017

Extraído del informe Digital News 59


Report 2017 (Reuters Institute, 2017:
105)
60
2 - Desgrabaciones

2.1. Luis Bastús, subeditor de RosarioPlus

— ¿Cuáles son los filtros por los que pasa una información antes de ser noticia en el

periodismo web? Ahora con todo el tema de las redes sociales y la inmediatez.

— El filtro en el periodismo web suele ser más laxo que en una producción editorial de papel,

gráfica, también por una cuestión de tiempo y la lógica del medio, que es distinta. No

obstante, evitamos producir o publicar un material sólo por la aparición de un tweet en la red

o de un posteo, que si bien son de alguna forma documentos, lo que consideramos es que son

puntas. Por ahí si la información se empezó a tuitear y a deslizarse, sería poco serio publicar

algo con “las redes dicen tal cosa”. Tratamos de que el filtro sea el chequeo, y después otro

filtro que hay es la línea editorial de todo medio y el criterio de los editores, donde se tallan

cuestiones como el buen gusto, la posible vulneración de derechos, cuestiones vinculadas al

género o la infancia, dependiendo el caso del que se hable.

— ¿Cuáles son los criterios de noticiabilidad? ¿Se prioriza la nota que consiga más

clicks, sin importar su naturaleza, por sobre otras?

— Eso es lo que está en cuestión. Muchas veces vemos en otros portales títulos que decimos

“uh, que hijos de puta, estos se van a llenar de clicks con eso pero nosotros no podemos

ponerlo”. Muchas bizarreadas o títulos que no son noticia ni aportan nada pero que hacen

mucho al universo de lo que es el contenido web y de portales de noticias. En este medio

algunos editores tienen la vara más alta, yo a veces por cuestiones que tienen contenido

sexual o esa clase de morbo muchas veces despierta polémica de decir si se publica o no, si se

muestra o no, sabiendo que si mostrás un culo o una teta garpa pero también después el

discurso feminista nos señala, nos apunta, y eso también es un estigma que no queremos

llevar encima. Es una tensión permanente.

61
— ¿Qué diferencias ves entre los modos de titular en un medio web y uno en papel?

— Yo trabajo en un portal y en un diario de papel, Rosario12, y la forma de titular y hasta de

redactar es distinta. Es más, no importa tanto cómo publiques en el portal como sí en las

redes. Se apela a la receta del título incógnita: en Newell’s no se lesionó Leyes, “se lesionó

un jugador de Newell’s”. Cosa de estimular el click a través de la curiosidad, que es algo que

no inventamos nosotros, lo hace todo el mundo.

— Que es distinto al modo tradicional que te enseñan en la facultad.

— Yo creo que sí, que ya evolucionó. No sé si para bien o para mal, pero cambió muchísimo

y ya no sé lo que es lo tradicional. Yo que soy bastante antiguo a veces pienso que estas

formas de producir información a veces propician la mugre. Que haya más ruido, que todo

sea... aparte hay tanta producción, tanto contenido, que llega un punto que al final del día

llegas y ya no sabes tal cosa si la escuchaste o si la leíste o dónde o si lo viste en la versión

papel o web... y encima si le agregamos estas trampitas... Yo la verdad a mí no me satisface,

pero sé que son las reglas del medio y ahí vamos, las aceptamos, pero creo que contribuyen a

sumar ruido. De hecho creo que uno trata de preservarse a veces como consumidor de

noticias y no...

— ¿Influyen las nuevas tecnologías en la labor periodística?

— Totalmente. Es más, yo creo que son partes inherentes y que aparte abren muchos debates

hasta desde lo laboral, del oficio mismo del periodista. Estos aparatitos están poniendo en

crisis las fronteras entre el oficio del reportero, del reportero gráfico, y me llama a

preguntarme si no vamos camino sin darnos cuenta a una flexibilización laboral de la tarea,

porque no falta el dueño que le dice al director, el director al editor y el editor al periodista:

“Che, andáte a cubrir la bajada de los estudiantes de medicina, pero hay color, así que

después vas a escribir la nota pero mientras tanto hacéte unas fotos, un videito, tuiteá ya que

estás, si total no te cuesta nada”.


62
— A la hora de contratar un nuevo periodista, ¿es necesario que sea polifuncional?

— Y... se empieza como a establecer. De hecho, siendo sincero, si tenemos que tomar a un

periodista y se le pregunta: “¿Sabes manejar redes?” Ni hablar; “¿Sabes grabar, filmar, te

animás a hacer un Vine?”. Y antes yo cuando entré a un diario se me tomó una prueba de

redacción, nada más. De hecho los compañeros reporteros gráficos tienen algo que decir

acerca de esto.

— Y los periodistas que vienen de la otra escuela, más viejos, tienen que readaptarse.

— Hasta para mí mismo fue un reaprendizaje. Y ahora me pasa al revés, cuando escribo una

nota para el papel que en un párrafo a lo mejor enuncio un hecho relacionado y siento como

la necesidad de: “Uy, acá tendría que meter un hipervínculo”, o linkear tal cosa, porque lo

trato de hacer en RosarioPlus. Pero esto fue todo un aprendizaje del intertexto, cosa que antes

con el periodismo gráfico no pasaba.

— ¿Se ha dado una discusión con respecto al periodista que sabe hacer todo?

— Sí. Hay una tensión con compañeros del oficio, que en Rosario nos conocemos todos, con

los fotógrafos. De hecho nosotros tenemos un fotógrafo contratado a quien le pagamos

colaboraciones y él también suele polemizar a veces cuando muchas veces las fotos

provienen de nosotros al ir a cubrir. Me parece que es una discusión o un conflicto de algo

que está encumbrando una redefinición del oficio.

— ¿Cuánto influye la inmediatez en la calidad periodística?

— Para mi gusto desmejora a veces la calidad de la información. Lo que sí, la ventaja que

tiene el medio es que está bien, publicamos tres o cuatro párrafos como para estar, al toque, lo

más rápido posible, pero después me da la oportunidad de volver y reeditar la información,

corregir, agregar, sacar, mejorar. Aún así por la misma inmediatez que exige el medio a veces

no llegamos. Suele pasar con los policiales, si bien nosotros no le damos tanta bolilla, pero

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los que publicamos tratamos de tenerlos actualizados, pero a veces resulta otra cosa que nos

impide volver a corregir. El medio tiene eso, te demanda inmediatez, celeridad, pero también

te da la oportunidad de revisar y reeditar. Como no somos un medio como PuntoBiz o algo de

nicho, como tratamos de dar cuenta de todo, es un problema también.

— ¿Estás de acuerdo con que las audiencias prefieren notas más cortas en los medios

digitales o hay que aprovechar el hecho de que no haya límite de espacio?

— Opino que la clave está en el medio de eso, o en los dos extremos. Hay mucha noticia que

no merece realmente más de dos párrafos, aunque a lo mejor en un diario papel ocupe media

página. Pero, y por experiencia, alguna de las notas más leídas históricamente que hemos

tenido en RosarioPlus muchas veces han sido notas extensas pero bien contadas, y la clave es

que hay contada una historia. Y pasiones humanas. Por lo tanto, concluyo en que no creo que

la clave sea en acortar, yo creo que una historia bien contada y bien condimentada con todo lo

multimedia que te permite la web, yo creo que es leída y la gente quiere. No creo que la gente

sólo quiera fugaces.

— ¿Te parece una ventaja o algo negativo que una nota publicada se pueda editar?

— Si da la posibilidad de corregir me parece que es una ventaja poder hacerlo. Si bien somos

un medio chico, tratamos de hacerlo seriamente. No significa que podamos hacer cualquiera.

Y si alguna vez metemos la pata lo reconocemos y está bueno corregirlo.

— Una vez que se publica la nota, ¿qué es lo que se ve?

— Constantemente se está monitoreando la repercusión de ese contenido. Si es ignorada por

los lectores, si es consumida, si es replicada. Si es así, la orden es tratar de buscar la segunda

nota, seguir, tratar de continuar con el tema por el lado de ver por dónde más se puede

continuar, sino pasamos a otra cosa. El redactor pasa a otro tema. Muchos de los contenidos

no solamente se leen por la mano nuestra en las redes sino por todos los que lo comparten, lo

retuitean. Los compartidos son una parte importante del consumo.


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— Comparando los dos lugares donde trabajas, ¿cuáles son las diferencias y si son para

bien o para mal?

— Cada uno de ellos en una jornada de trabajo de 6 horas tal vez hacen 8 o 9 materiales,

noticias o no, contenidos diferentes con títulos distintos, mientras que ayer por la tarde

cuando voy al diario yo estoy abocado a un tema o a lo sumo dos o tres menores o cositas de

relleno, los famosos pirulos sueltos, pero estuve concentrado en un asunto y eso me da mayor

posibilidad de producción y mayor espesor informativo, mayor densidad. Los contenidos web

son más ligeros, salvo tenemos por ejemplo colaboradores externos, como Andrés Actis, que

es un chico que no tiene que cumplir un horario, que de hecho se le paga a colaboración, no a

salario, y la consigna de él es: “No te queremos todos los días, pero queremos abrir el lunes o

el martes con una nota desarrollada”.

— ¿Son más las ventajas o las desventajas?

— Es esa tensión permanente. Tratamos de que las desventajas no sean tantas o no incidan

tanto en el producto. Cuando llega el domingo a mí me gusta sentarme con el diario papel,

que cuanto más gordo mejor, y zambullirme en eso, y la web son las noticias que miro

mientras tomo el mate antes de salir de mi casa. Como periodista, es más agotador el trabajo

de la web que en el papel. Sobretodo porque en el diario tenés 6 horas hasta que publicas. Acá

estás constantemente publicando, tenés cierre a cada rato.

— ¿Los fines de semana cae la producción en los medios digitales?

— Los sábados y domingos decae el consumo y por tanto también la producción. Nosotros

nos esforzamos más por ver con qué abrimos el lunes que con meter algo el domingo.

También si hay fútbol una web puede descansar en que la mayor parte de su contenido de ese

día sea el partido y todas las noticias satélites alrededor. En un diario papel no, porque tenés

la sección deportes y el resto tenés que llenarlo.

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— ¿Qué otra diferenciación harías de los medios digitales?

— Otro de los valores de la lógica de los contenidos digitales son los tiempos de consumo.

En el diario papel vos sabes que hoy se vendieron tantos diarios y los que no se vendieron

mañana pasa el camión y se los llevó. Acá pasa que a lo mejor publicamos una noticia hoy y

mañana vemos que sigue estando en el ranking de las más leídas. Después desaparece y a lo

mejor dentro de dos semanas a lo mejor aparece. ¿Por qué? Porque la descubre alguien de

una comunidad, un referente, y entonces empieza a recircular. O capaz uno se lo mandó a un

tío en España y eso explota otra bombita allá. Son esas islas que de pronto se activan.

También eso requiere cierta atemporalidad a la hora de escribir, porque a lo mejor googlearon

vaya a saber qué y picaron. Después otra cosa sobre esta cuestión es lo que yo le llamo las

audiencias paralelas, o los públicos paralelos. Por ejemplo, si La Capital publica una noticia

que no tenemos, si ya pasaron dos horas antes yo me agarraba la cabeza y decía “Uh, ¿cómo

nos perdimos esto?”, y ahora me di cuenta que no importa, que hay que hacerlo igual, porque

a lo mejor para nuestras redes rinde, porque alguien que tenemos en el listado de Facebook a

lo mejor no vio esa noticia en La Capital y se va a enterar por nosotros. Eso es algo

maravilloso, me parece muy bueno, porque hay lugares bajo el sol para todos, para los

grandes y también para los chicos.

— Antes la agenda la marcaban los medios grandes. ¿Se emparejó eso ahora?

— Sí, ahora es cómo que se abre y queda todo más sujeto a que cada uno lleve la agenda que

quiera o que pueda, y eso también va para los grandes, pensando por ejemplo en lo que fue la

Megacausa, donde están involucrados grandes ejecutivos, financistas y hasta el gerente de La

Capital. Poder publicar esa clase de información a veces te da un plus, y que a nosotros nos

significa un salto de audiencia, porque era una información que en la calle se comentaba,

pero cuando iban a La Capital no la encontraban y explotaban por otros medios como

Conclusión o RosarioPlus. Así forzás a que los grandes hablen de lo que vos publicaste antes.

66
2.2. Damián Schwarzstein, director de Rosario3

— ¿Cómo reailzan el tratamiento de las fuentes y la recolección de datos con las redes

sociales y el Twitter?

— A Twitter lo tomamos como una fuente más, y cómo con cualquier fuente tenemos que

hacer los procedimientos correspondientes para no estar publicando cosas que son falsas o

rumores.

Si quien tuitea es la intendenta, por ejemplo, es una declaración de la intendenta y no se

necesita hacer ningún chequeo, se toma como tal. Lo mismo con cualquier personaje por el

estilo. Es el medio que eligen para hacer su declaración. Si un periodista tuitea y dice que hay

un incendio en tal lugar no se puede publicar sin chequearlo antes. Twitter es un lugar que

nos permite de alguna forma informarnos rápido sobre lo que se está discutiendo sin

necesidad de entrar en todos lados, pero es una fuente, sólo eso.

— ¿Cuánto afecta la inmediatez a la rutina de trabajo?

— La rutina es diferente a lo de los medios en papel pero ya es una rutina propia porque hace

muchos años se viene trabajando así. La información la vamos trabajando por capas.

Ejemplo: el primer dato que tengo es que un motociclista chocó y murió en tal lugar, yo subo

eso, porque es algo que ya tengo como cierto, chequeado, con identidad y todo. Después

mientras tanto sigo produciendo, y sigo profundizando en lo que son las capas de la

información. Cuando uno trabaja este tipo de noticias en la web puede tener muchas

publicaciones y muchas etapas de publicación, porque la noticia se va construyendo y

alimentando a lo largo del día. La posibilidad de profundizar, de tener más datos y de contar

más detalladamente lo que se está narrando. Después prefiero editar la nota original (por

sobre crear otras nuevas sobre el mismo tema) para que no quede un archivo incompleto.

Trabajamos sobre la misma nota. Lo que hacemos es abrir otros títulos complementarios

dentro de la misma noticia, pero el hecho principal se cuenta en un archivo, cosa de que vos

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el día de mañana uses el buscador y encuentres una sola nota y no cinco sobre cómo

evolucionó la información de ese mismo hecho.

— ¿Pensás que es positivo o negativo que la noticia se pueda editar después de

publicada?

— Yo veo como algo positivo que se pueda editar las notas. Yo parto de la buena fe de que

tenemos buenas intenciones y no vamos a publicar notas falsas. Podemos equivocarnos

alguna vez en algún dato, que no era tal calle sino tal otra, y está bueno poder corregirlo. A

veces cabe aclarar esa corrección, que era en tal lugar y no en tal otro como informamos en

un principio. No veo que se haga en otros medios, nosotros lo solemos hacer, y sobre todo si

se instaló y la magnitud de ese error. Si no es significante no, pero si es significativo y se

necesita aclarar, lo hacemos. También están las fe de erratas, que las hacemos sin problemas

porque quizás a veces esa corrección llega más tarde.

—¿Cuáles son los criterios de noticiabilidad? ¿Se prioriza la nota que consiga más

clicks, sin importar su naturaleza, por sobre otras?

— Damos lo que sería ese tipo de temática clickera o de color, pero no lo ponemos arriba.

Para lo que ponemos arriba editorializamos, usamos un criterio editorial, donde dividimos

entre lo actual y lo importante. Además somos un medio digital, nosotros a diferencia de La

Capital somos un medio puramente digital y no nos gusta tener un título de ayer, por más que

sea muy importante. En todo caso si porque es muy importante necesitamos tenerlo, le vamos

a buscar una segunda lectura para tenerlo arriba. Uno de los criterios es ese, que tiene que ser

una página que esté actualizada y que se vea desde el inicio mismo de la página. No

subestimamos la cuestión de la búsqueda del click porque vivimos de eso. En todo caso

intentamos combinarlo. También hay que ver cómo se construye el volumen de visitas, que

hoy se construye en gran parte por las redes sociales y no por la home, entonces no tengo la

necesidad de mostrarte en la parte superior de la página lo que más se está clickeando. En

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otro momento, cuando las redes sociales no tenían tanto peso sobre cómo llegaban las visitas

al sitio, quizás hubiéramos mandado alguna nota más chichonera al inicio. Igual también

tenemos un cuidado con las cuestiones vinculadas al género, la cosificación de la mujer, es

algo que hemos aprendido a cuidar. Trabajamos con la medición minuto a minuto (ahora

Analytic), y mes a mes analizamos los comportamientos de las visitas.

— ¿Ha habido conflicto con los fotógrafos por las fotos sacadas con el celular?

— Nosotros tenemos un fotógrafo en la calle y principalmente nos manejamos con él. Ahora,

las fotos con el celular no las despreciamos para nada, sobre todo porque muchas veces son

las capturas del momento. Por supuesto que la calidad no es lo misma, pero si hay un choque,

que es lo más común, y alguien saca una foto y la manda, yo no la voy a dejar de publicar

porque no tenía el fotógrafo ahí en ese momento, porque además esa foto es única e

irrepetible. Entonces es absurdo pelearse con eso. Nosotros en su momento tuvimos algunas

discusiones y los fotógrafos tienen que entender que tienen que reconvertirse. Ahora está

pasando esto, que está lleno de fotos. No es como antes que iba el fotógrafo y lo que él

sacaba era el único registro que había, hoy hay miles de registros que son muy valiosos. Lo

que hay que hacer es tener un tratamiento profesional de esos registros.

— ¿Es necesario para un periodista que quiera ingresar al medio que sepa hacer de

todo?

— Hay distintos perfiles. Por supuesto que hace falta que sepan escribir, es el básico, pero

después vienen bien otras cuestiones, puede ser un capo con las redes sociales...

— ¿Pero eso sería un plus o son requerimientos necesarios?

— Depende para que lo querés, pero yo creo que hoy por hoy si yo tuviera que buscar un

periodista buscaría uno bastante completo, que incluso maneje edición de video y

herramientas para manejar también eso.

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— ¿Se buscan títulos gancho por sobre los métodos tradicionales?

— Buscamos las dos cosas, que sea un buen título para las redes y para la página, pero

también lo que hacemos es titular de una forma en las redes y de otra en las páginas. Igual

muchas veces no lo hacemos porque trabajas muy apurado y también porque es como una

batalla. El periodista quiere titular como periodista, como si no existiera esta cuestión de las

redes y los buscadores, de generar incógnita. La formación periodística te lleva a ir a lo

clásico, a cómo titularía esto en un diario, al quién y qué, que en general, si vos te vas a la

estructura clásica es así. Pero yo como editor trabajo a la vez con la cuestión de que sea lo

más ganchero posible, a la vez que estén respetando lo informativo, que no estén jugando con

la gente, o a que la gente haga click sólo por hacer click (aunque hay algunas donde sí se

puede jugar). En el diario uno también tiene que hacer un título que venda lo máximo posible,

el tema es también ser honesto y no irse al carajo con la venta. Que vos tenés un título y

después en la noticia no está lo que dice ese título.

— ¿Es distinta la rutina en un medio digital y uno en papel?

— Es completamente diferente. De entrada te digo que ahora me levanto a las 7 de la mañana

y en el diario me levantaba al mediodía, porque tenía que hacer la tapa que es al cierre.

Después en las diferencias, hay una cuestión que es de tiempo: si el choque se produjo a las

10 de la noche, a las 10 y media está la noticia. En el diario se produjo algo a la mañana, te

explotaron las Torres Gemelas a las 9 de la mañana, y tenés todo el día para trabajar.

Entonces esa es una primera diferencia muy importante que cambia la rutina por completo, y

después es un lenguaje diferente. Son redacciones más chicas las digitales, y hay un montón

de noticias que se publican y después no se profundizan, se trabajan sobre su capa más

básica. Hoy en el diario si vos trabajas sobre una capa básica sos un pelotudo, porque no tiene

ningún sentido que la noticia que se está produciendo a las 8 de la mañana la subas para el

diario de mañana, como era antes, porque hoy es viejísima. El diario papel tiene que tener

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algo más. Tiene ese deber si quiere seguir vigente. El diario tiene la posibilidad de pensarse

integralmente, mientras que lo web se va haciendo a espasmos, a borbotones. En el diario en

papel tenés la posibilidad de ir pensando una estrategia todo el día, de pensar una tapa. Una,

que no es poca diferencia porque acá tenés que estar todo el tiempo actualizando una portada.

Lo digital nos da una posibilidad de hacer una convergencia en el lenguaje que es muy

interesante, y hay otra cuestión que es la interactividad. La posibilidad de poder tener un

contacto más fluido con la audiencia y una comunicación más dialógica. Yo creo que el

webperiodismo lo que hace es contarme un hecho con la mayor cantidad de miradas posibles.

Si bien lo digital trabaja con esto de ir más a espasmos, igualmente te permite abrir el juego a

otros lenguajes, a otras miradas, y eso enriquece mucho la posibilidad de cómo enfocas un

hecho noticioso.

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2.3. Franco Albornoz, editor del diario digital Conclusión

— En esta época de redes sociales y medios digitales: ¿sigue importando la primicia?

— Con el avance de las redes sociales perdió valor la primicia, en el sentido de que hoy

cualquiera que tenga un celular o una computadora con acceso a las redes sociales puede

generar contenidos. Antes a lo mejor el lector o la audiencia tenían un rol más pasivo, ahora

no sólo consumen sino que generan contenidos, lo que obliga a los medios digitales a tener

que dar o producir contenidos innovadores o novedosos, con mucho más audiovisual,

productos con más profundidad, noticias más profundas, porque cualquiera que hoy pasa por

un lugar y ve un incendio saca una foto, graba un video y lo sube a Internet. ¿Y vos cómo

competís con eso siendo un medio de comunicación? Y más como están hoy los medios

tradicionales que tienen a los periodistas en la redacción y no van en busca de un valor extra,

entonces en ese terreno no podes competir y estás obligado a darle un valor extra que no tiene

que ver con la primicia. Lo que noto también es que los medios digitales tradicionales se

quedaron muy atrás en relación a lo que ofrecen las redes sociales en cuanto a la presentación

de la noticia. Todo el tiempo estamos viendo cómo reaccionaron las redes a esto, o los memes

que surgen en las redes sociales y después se trasladan a los medios, no es que las redes

hablan sobre la noticia de los medios, sino que los medios hablan sobre la noticia que surgió

de la red social.

— ¿La agenda del medio en base a qué se define? ¿Los medios más grandes tienen

injerencia en esos temas o es al revés?

— Creo que se define en dos partes, una de acuerdo al perfil o a la editorial que tiene el

medio de comunicación con sus temas propios y después obviamente sí creo que hay parte de

una agenda diaria que hay que seguir y que muchas veces la marcan los medios más grandes.

Algunos medios alternativos dicen que no hay que tener la misma agenda, pero lo que yo

creo que hay que hacer es disputarle esa agenda a los medios grandes.

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— ¿La necesidad de inmediatez afecta a la calidad de los contenidos?

— Creo que no son antagónicas la inmediatez y la cantidad de contenidos. Se puede ser

relativamente inmediato sin que pierda calidad el contenido. Las producciones de calidad hoy

están por sobre la primicia. La inmediatez me parece un punto importante pero la calidad y la

rigurosidad (chequear la fuente, la veracidad, etc.) me parecen más importantes, y creo que se

puede lograr un equilibrio entre la inmediatez y la calidad de la noticia.

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2.4. Federico Vega, community manager del diario digital Conclusión

— ¿Cuáles consideras que son las claves para atraer a los lectores en las redes? (Que les

llame atención la publicación y hagan click)

— Nosotros consideramos que para atraer al lector, para que haga click en nuestra página,

tratamos de trabajar siempre con los diferentes medios audiovisuales, ya sea foto o video.

Siempre tener presente el enlace en la publicación para poder direccionarla y sino crear una

publicación donde esté lo relevante pero falte información a la vez para que la gente se

interese en la nota y pueda hacer click. Es decir, dar una parte y dejar alguna incógnita para

que a la gente le llame la atención. Otra de las metodologías que usamos es crear preguntas o

dejar alguna duda planteada en la publicación para que se resuelva entrando a la nota y así

tener mayor interacción.

— ¿Cuáles son los horarios de mayor audiencia en Twitter y Facebook?

— Los horarios que tenemos comprobado que hay más interacción en Facebook y en Twitter,

que son bastante parecidos los horarios, en Facebook el mediodía es una hora que hay

interacción, cerca de las 12 hasta la 1, y otro horario en donde empieza a subir la interacción

es de 19 a 21. En Twitter en cambio tenemos un horario que va desde las 21 a las 23.30 donde

nos resulta mayor cantidad de compartidos y comentarios.

— En caso de que usen Analytics o las estadísticas de Facebook y Twitter: ¿para qué te

sirven esos números?

— Nosotros hace un tiempo ya venimos siguiendo las estadísticas. El Analytics nos parece

una herramienta clave para entender qué está viendo la gente y qué es lo que más le interesa.

Lo vamos siguiendo minuto a minuto y a partir de ahí nosotros tratamos de ver si hay alguna

nota que se puede extender la información. Que si tiene impacto y está siendo leída buscamos

algo que pueda complementarla para potenciar este tráfico en nuestra página. Lo mismo en

Twitter sobre todo. En Facebook no publicamos la nota dos veces, pero Twitter como nos da
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la posibilidad la nota que tiene más interacción la publicamos dos o tres veces al día y a veces

arrancamos la jornada posterior con esas publicaciones, que fueron las que más interacción

tuvieron.

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