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TRABAJO FINAL INTEGRADOR

“Nuevas formas de hacer


periodismo en medios
gráficos independientes”
Rutinas productivas de ‘Rosario Gonzo’, ‘Apología’ y ‘Qué Sapa’

Sofía Carla Rosconi


Abril 2018
Indice

Introducción……………………………………………………………………………. 2
Desarrollo……………………………………………………………………………….. 4
* El Nuevo Periodismo frente al Periodismo Digital…………………………..4

* Agenda Setting - Criterios de noticiabilidad……………………………………6


* Contrato de lectura – Recursos para atraer a la audiencia…………….10
* Las fuentes de información……………………………………………………………12
* Las revistas en detalle…………………………………………………………………….15
* Medios alternos y sus limitaciones………………………………………………….21
* Inseguridad informativa………………………………………………………………….25

Reflexiones finales…………………………………………………………………. 29
Entrevistas…………………………………………..….…………………………….. 32
Bibliografía y páginas web consultadas………………………………….. 67
Universidad Nacional de Rosario
Facultad de Ciencias Políticas y RRII
Escuela de Comunicación Social
Postítulo en Periodismo y Comunicación
TFI: “Nuevas formas de hacer periodismo en medios gráficos independientes.”
Rutinas productivas de ‘Rosario Gonzo’, ‘Apología’ y ‘Qué Sapa’.

Introducción
El presente Trabajo Final Integrador tiene como propósito analizar las rutinas de producción de
tres revistas rosarinas y, de esta manera, revelar cómo se sostienen los medios gráficos en tiempos
de digitalización gracias a los recursos que ofrece el Nuevo Periodismo.

“Rosario Gonzo”, “Apología” y “Qué Sapa”, tales son los nombres de las publicaciones en cuestión,
tienen varios puntos en común: son oriundas de la ciudad de Rosario, administradas y redactadas
por periodistas independientes e impresas en papel de manera periódica. Desde el punto de vista
de su contenido, las revistas se valen del lenguaje literario y de la subjetividad de sus redactores
para crear notas, entrevistas y crónicas atemporales capaces de, no sólo captar la atención de los
lectores, sino generar en ellos sensaciones que los motiven a la reflexión y el cambio.

La investigación planteada se enfocará en las múltiples actividades periodísticas que se llevan a


cabo en todas y cada una de las publicaciones, desde el momento en el que se conciben las notas
hasta la comercialización y difusión de las revistas impresas. En este sentido, se buscará detallar
los criterios empleados para seleccionar los temas a tratar, el proceso de construcción de las
notas, las fuentes de información que intervienen en el mismo y el estilo narrativo utilizado en los
escritos.

Además de todo esto y tal como se mencionó anteriormente, la intención del estudio es generar
conocimiento sobre la subsistencia de estos pequeños medios gráficos en la era de Internet, por lo
que se indagará en la viabilidad de éstos ante el apogeo de las plataformas digitales de
información.

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Para dar respuesta a los asuntos desarrollados se realizaron entrevistas en profundidad a uno o
varios de los integrantes de cada una de las revistas. Con el objetivo de completar aún más el
informe, fueron interrogados sobre el tema periodistas experimentados de medios tradicionales
rosarinos y miembros de Nuevos Cronistas de Indias (referentes del periodismo narrativo de
Iberoamérica). No sólo se describirá a las revistas en cuanto a sus características generales, sino
que también se detallarán sus numerosas singularidades. Por último, los datos obtenidos serán
examinados en conjunto con el marco teórico, con el fin de responder los interrogantes
planteados y sacar una apreciación personal a modo de conclusión.

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Desarrollo
El Nuevo Periodismo frente al Periodismo Digital
El Periodismo Digital, entendido como “la especialidad del periodismo que emplea el ciberespacio
para investigar, producir y, sobre todo, difundir contenidos periodísticos” (Ramón Salaverría,
2005), trajo consigo un proceso de profundos cambios, tanto para los trabajadores de prensa en
su labor como para los usuarios a la hora de informarse. No obstante, lo que nos compete es el
impacto a los medios de comunicación gráficos tradicionales, los cuales se vieron obligados a
redefinirse y buscar alternativas para atraer al público. Los investigadores Jordi Alberich y María
Luisa Cárdenas, en la edición número cincuenta y cinco de la revista electrónica ‘Razón y Palabra’,
señalaron: “El nuevo periodismo impreso ha cambiado la presentación de sus contenidos, ha
pasado de unos textos impregnados del estilo informativo a otro más profundo y elaborado, el
denominado estilo interpretativo. También ha buscado nuevos temas y ha humanizado sus
contenidos, haciendo a los ciudadanos protagonistas de las noticias. Para todo ello requiere de
profesionales expertos en el uso, gestión y tratamiento de la información y de la acción
comunicación, tanto para el análisis como para una perfecta elaboración y redacción de sus
contenidos”. (Jordi Alberich y María Luisa Cárdenas, 2007)

La característica principal de las plataformas digitales de noticias tiene que ver con su inmediatez.
Esta particularidad va de la mano con una nueva generación de lectores, con hábitos específicos al
momento de consumir información. Según las palabras del periodista del diario ‘El Ciudadano’
Agustín Aranda: “Hoy en día el tiempo que acostumbramos a darle a las noticias y a la
construcción de los acontecimientos en nuestra vida es acotado. Los medios de comunicación no
te proponen muchas ofertas en donde el tiempo sea el tiempo de la crónica, o sea el tiempo de la
literatura periodística un poco más pesada (‘pesada’ en cuestión de tiempo). Esto es así porque si
en cuatro o cinco párrafos, como hoy algunos teóricos sostienen que debe ser la lectura web, vos
no podés resolver una información, en líneas generales las personas (por la propia estimulación
que tienen del celular, la computadora o lo que sea) se dispersan”. (A. Aranda, comunicación
personal, 4 de mayo de 2017)

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Ante las características propias de la lectura web, es lógico que los medios gráficos impresos se
vean motivados a explorar otras estrategias para captar la atención de los usuarios. La
investigación, la crónica, la entrevista, la mirada subjetiva, el contexto en detalle, el compromiso
social y la riqueza estética en el relato son los principales recursos empleados. “Por ser el mundo
moderno tan complicado y difícil de entender, se ha vuelto necesario no sólo informar acerca de
las noticias, sino de explicarlas e interpretarlas. La interpretación, no ha de entenderse como un
género periodístico sino como un enfoque del propio proceso informativo, es una forma de tratar
la información”. (Concha Fagoaga, 1983)

El denominado Nuevo Periodismo es un movimiento periodístico de origen estadounidense que


actualmente se alza como una alternativa diferente para relacionarse con la información ante el
desafío de los medios digitales. Surgió como tal en 1960 y se caracteriza esencialmente por el uso
de elementos literarios para contar un hecho noticioso, dando como resultado textos de enorme
riqueza estética y narrativa. Asimismo, esta tendencia permite que el periodista se transforme en
un narrador comprometido con una perceptible visión subjetiva. Tal como explicó el cronista
argentino Diego Rosenberg, el Nuevo Periodismo debe alejarse de la prosa informativa y
despersonalizada para asumir un punto de vista. (Diego Rosenberg, 2004)

A pesar de que la metodología del Nuevo Periodismo y el proceso de digitalización no son


necesariamente conceptos incompatibles (sin dejar de lado que la gran mayoría de los medios
gráficos que se comercializan en la actualidad cuenta con un soporte web para difundir sus
contenidos), la realidad es que los medios digitales requieren un estilo de escritura y un modo de
presentar las noticias que son diferentes a los de medios impresos. El periódico británico The
Guardian publicó un artículo en el que señala que el periodismo web debe adaptarse a las
necesidades de un nuevo tipo de lector. En este sentido, los medios gráficos tienen la obligación
de enfocarse en los lectores tradicionales, quienes también tienen una marcada identidad.
Mientras que los consumidores de medios web aprecian la inmediatez, los lectores de medios
impresos priorizan el análisis del acontecimiento, la posibilidad de reflexión, la ocasión de
entretenimiento, la belleza del lenguaje y la calidad narrativa. “Internet, pese a su brutal
disposición de espacio – aunque fraccionado –, para la publicación de información, carece en
demasiadas ocasiones del tiempo necesario para el análisis, la interpretación y la asimilación
adecuada de la misma”. (Jordi Alberich y María Luisa Cárdenas, 2007)

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Las tres revistas a analizar son ejemplos claros de medios gráficos contemporáneos que logran
redefinirse y sostenerse día tras día con perfil independiente en pleno proceso de digitalización de
la prensa. Esto es así gracias a las técnicas del Nuevo Periodismo y al acentuado compromiso que
presentan con los temas que tocan. Asimismo, las publicaciones en cuestión están volcadas a
satisfacer las necesidades de un público específico, el cual prefiere una lectura clásica y demanda
mayor profundización y creatividad en los textos. ¿Cómo dan respuestas al escenario
comunicativo en la ciudad de Rosario? He aquí las rutinas productivas de “Apología”, “Rosario
Gonzo” y “Qué Sapa”.

Agenda setting - Criterios de Noticiabilidad


Donald L. Shaw es uno de los principales referentes de la teoría del establecimiento de la agenda.
El profesor norteamericano sostiene que los medios masivos de comunicación son capaces de
modificar en gran parte la comprensión que las personas tienen de la realidad social. Mauro Wolf,
en su obra “La investigación de la comunicación de masas”, cita el razonamiento de Shaw y
amplía: “Como consecuencia de la acción de los periódicos, de la televisión y de los demás medios
de información, el público es consciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por
alto, elementos específicos de los escenarios públicos. La gente tiende a incluir o a excluir de sus
propios conocimientos lo que los media incluyen o excluyen de su propio contenido. El público
además tiende a asignar a lo que incluye una importancia que refleja el énfasis atribuido por los
mass media a los acontecimientos, a los problemas, a las personas”. (Mauro Wolf, 1987).

Es importante resaltar que los estudiosos del tema agenda setting no pretenden establecer la idea
de que los media son todopoderosos y/o los receptores simples autómatas ante los estímulos de
éstos. No obstante, sí defienden la relevancia de los medios al momento de elaborar el repertorio
de la agenda pública. Shaw explicó que los medios de comunicación presentan al público una lista
de todo aquello en torno a lo que tener una opinión y discutir. “La teoría de la agenda setting – o
de la fijación del orden temático – mantiene que el modo en que la gente ve el mundo – la
prioridad que da a ciertos temas y cualidades a costa de otros – está influida de una manera
directa y mensurable por los medios de difusión. Aunque los periódicos, la televisión y otros
medios de comunicación colectiva no sean la única influencia, veinticinco años de investigación
han mostrado que, individual y colectivamente, ejercen un peso poderoso”. (Maxwell McCombs y
Dixie Evatt, 1995). El historiador estadounidense Bernard Cohen, por su parte, resumió con

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maestría la hipótesis de la agenda setting: “La prensa no consigue decir a la gente lo que tiene que
pensar, pero sí es capaz de decirle sobre qué temas tiene que pensar”. (Bernard Cohen, 1963,
citado por McCombs y Shaw, 1972)

Teniendo en cuenta la teoría de la agenda setting, cabe señalar que una de las características más
sobresalientes de “Apología”, “Rosario Gonzo” y “Qué Sapa” es su acentuada idiosincrasia a la
hora de escoger los temas que serán tratados en sus páginas. Con un índice repleto de crónicas,
entrevistas e informes, las revistas rosarinas intentan instalar en la sociedad asuntos
independientes de los que reproducen los grandes medios de comunicación todos los días. Sin
embargo, el objetivo de estas publicaciones no es sólo que los lectores tengan consciencia de lo
que pasa, si no que reflexionen e incluso actúen respecto a ello. Según el psicólogo McGuire, la
función mayor de los medios es la de “influenciar las cogniciones, actitudes o comportamientos
del receptor en direcciones deliberadas”. (William J. McGuire, 1986). Los equipos de trabajo de
cada una de las revistas coinciden en que los medios de comunicación deben influir en las
personas que los consumen y que, de hecho, las temáticas que seleccionan estás destinadas a
gestar espíritus observadores, fomentar valores sociales y contribuir de alguna manera al cambio.

A pesar de su similitud en cuanto a la disparidad con la agenda de los medios más consumidos en
la ciudad, cada una de las revistas tiene una aspiración propia que se ve reflejada tanto en el
abordaje como en la producción de las noticias. Camila Bettanin, directora de “Qué Sapa”, aseguró
que desde la revista intentan generar un pensamiento propio y un sentido analítico de los hechos.
“Queremos promover ciertos valores que tienen que ver con el trabajo, con el repensar, con el
compromiso, con la organización. Estos valores son los que nos mueven a hacer la revista, y es lo
que proponemos también a los lectores a la hora de elegir los temas, de realizar las entrevistas, de
escribir las notas. Básicamente buscamos establecer otro modo de vida”, expresó la joven. (C.
Bettanin, comunicación personal, 13 de junio de 2017). Santiago Beretta, director de “Apología”,
posee una especial mirada sobre su revista en cuanto a su función de registro urbano. “Tengo la
idea de que sirva, como influencia de alguna audiencia y como un registro de la ciudad actual. Mi
objetivo con la revista es contar cómo es Rosario, entonces cuando la publicación desaparezca van
a quedar los ejemplares en internet, en las bibliotecas, etcétera. Y si algún día alguien quiere
releer la revista va a poder releer también la ciudad de esta época. Funciona como un documento,
y eso me parece un mérito”, indicó Beretta. (S. Beretta, comunicación personal, 17 de mayo de

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2017). Álvaro Marrocco, cronista de “Rosario Gonzo”, estimó que su publicación ofrece lecturas
muy diferentes de las que se pueden encontrar en medios tradicionales. “Es un híbrido: no busca
sólo informar, si no también entretener. La notas son divertidas, amenas y permiten sentir (o no)
empatía por determinados personajes”, señaló el fundador de la revista. (A. Marrocco,
comunicación personal, 8 de mayo de 2017).

A pesar de que sus intenciones con respecto a la llegada al público difieran en ciertos aspectos,
“Apología”, “Rosario Gonzo” y “Qué Sapa” concuerdan en que se apartan del repertorio diario de
noticias de los medios gráficos masivos de Rosario, como por ejemplo “La Capital”. Según datos
del Instituto Verificador de Circulaciones (publicados en diciembre de 2014), este matutino
rosarino es líder indiscutido en ventas dentro de la provincia de Santa Fe y el tercer diario más
vendido del interior del país. Si tomamos el caso de “La Capital” y sus criterios de noticiabilidad –
entendidos como un conjunto de requisitos que se exige a los acontecimientos, desde el punto de
vista de la estructura del trabajo en los aparatos informativos y desde el punto de vista de la
profesionalidad de los periodistas, para adquirir la existencia pública de noticia (Mauro Wolf,
1987) – la diferencia con los valores noticia de las tres revistas es notable. El Trabajo Final
Integrador de Valentín Pastorini es esclarecedor en este sentido: gracias a una serie de entrevistas
a periodistas de “La Capital”, se determinó que actualidad, proximidad geográfica, crisis o conflicto
y política son los principales criterios de noticiabilidad que utilizan en “La Capital”. En
contraposición a esto, “Apología”, “Qué Sapa” y “Rosario Gonzo” presentan otra clase de
principios a la hora de seleccionar los elementos que consideran dignos de incluir en sus páginas.

Marrocco de “Rosario Gonzo” marcó que el interés social es el principal valor noticia de la revista.
“Las notas surgen desde las predilecciones de cada uno, y también de las posibilidades. Por
ejemplo, hicimos un artículo sobre un bar que ya no está más, el Justicialista. Cuando abrió, habían
ido unos políticos y gremialistas a comer ahí. La idea de mi compañero era ir ese mismo día para
observar el movimiento, pero no pudo. Fue otro día (risas). Pero ahí había un criterio de
noticiabilidad: la visita de estos funcionarios a este bar en particular. Después tenemos la crónica
sobre el cine de la cortada Ricardone. El propósito de esa crónica era mostrar un consumo
alternativo de pornografía en la ciudad, porque ese lugar, más allá de que muchos lo conocemos
por ‘pasar y ver’, pocos sabemos qué pasa adentro. Aparte se trató de marcar una época, como los

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setenta o los ochenta, en donde había muchos cines porno en Rosario”, explicó el joven docente.
(A. Marrocco, comunicación personal, 8 de mayo de 2017).

Bettanin de “Qué Sapa” subrayó que su publicación se dedica a temas populares que tienen que
ver con la vida de una mayoría. “Buscamos comprometernos, dar diferentes versiones de un
mismo hecho y conversar con los involucrados en cada asunto. Una discusión constante cuando
proponemos las temáticas es: en qué suma, por qué se quiere hablar de esto, de qué modo se va a
contar y qué se busca transmitir. Entendemos que el poder de lo que comunicamos es bastante
fuerte y tenemos el compromiso de hacerlo con responsabilidad y no salir a hablar cualquier cosa
o repetir lo que otros medios ya dicen”, manifestó Camila. (C. Bettanin, comunicación personal, 13
de junio de 2017).

Beretta de “Apología” explicó que la finalidad de sus artículos es narrar la vida de hombres y
mujeres de la ciudad con la particularidad de la época. “Se trata, por un lado, de contar lo
humano, y por otro lado, de contar lo humano particularmente acá en Rosario. Este tipo de
periodismo está bueno, porque en general los medios tradicionales publican cosas que son obvias.
Siempre publican lo obvio. Pero si uno hace un periodismo que de verdad quiere rascar un poquito
más allá, aparecen cosas que te sorprenden. Como no tenemos nada que ver con la agenda de
actualidad ni con lo noticioso, si no con la vida en las calles, el criterio es justamente contar una
buena historia o hacer una buena entrevista”, detalló el director de la revista. (S. Beretta,
comunicación personal, 17 de mayo de 2017).

Los elementos del Nuevo Periodismo que rigen el estilo de las tres revistas estudiadas contribuyen
a que sus temáticas difieran de la agenda setting de los medios de comunicación rosarinos de
consumo masivo. En éstos prevalece la búsqueda de la primicia (lo cual reduce en gran medida el
tiempo del proceso productivo de las noticias), mientras que “Apología”, “Rosario Gonzo” y “Qué
Sapa” buscan ahondar datos, analizar hechos, brindar perspectivas, engalanar los relatos,
humanizar las temáticas y darle voz a los ciudadanos. De esta manera, el trío de revistas también
se diferencia enormemente de los medios digitales, en los cuales es habitual la inmediatez
informativa, la profundización siempre fraccionada de los acontecimientos y los escritos breves.
“Los periódicos y medios digitales presentan la dificultad de no poder ofrecer fácilmente textos
extensos, debido a los límites de la pantalla del ordenador, que dificultan visualizar más de unas

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veinticinco líneas de texto simultáneamente, imponiendo así una restricción al periodista que opta
por documentos amplios”. (Jordi Alberich y María Luisa Cárdenas, 2007)

Contrato de lectura – Recursos para atraer a la audiencia


El denominado contrato de lectura es un concepto desarrollado por Eliseo Verón. Según el
semiólogo y sociólogo argentino, se trata de la relación entre un medio y su lectura. “El discurso
del soporte por una parte, y sus lectores, por la otra. Ellas son las dos ‘partes’, entre las cuales se
establece, como en todo contrato, un nexo, el de la lectura. En el caso de las comunicaciones de
masa, es el medio el que propone el contrato”. (Eliseo Verón, 1985). En su investigación, Verón
manifestó que el éxito de la prensa escrita se mide por su capacidad de:

– proponer un contrato que se articule correctamente a las expectativas, motivaciones, intereses


y a los contenidos del imaginario de lo decible visual.
– hacer evolucionar su contrato de lectura de modo de “seguir” la evolución socio-cultural de los
lectores preservando el nexo.
– modificar su contrato de lectura si la situación lo exige, haciéndolo de manera coherente.

“La primera cuestión es saber por cuáles mecanismos y en qué nivel de funcionamiento del
discurso de un soporte de prensa se construye el contrato de lectura. La respuesta nos la da la
teoría de la enunciación, que es sin lugar a dudas, el desarrollo más importante en las ciencias del
lenguaje en estos últimos años. Se trata, primeramente, de distinguir, en el funcionamiento de
cualquier discurso, dos niveles: el enunciado y la enunciación. El nivel del enunciado es aquel de lo
que se dice (en una aproximación gruesa, el nivel del enunciado corresponde al orden del
“contenido”); el nivel de la enunciación concierne a las modalidades del decir. Por el
funcionamiento de la enunciación, un discurso construye una cierta imagen de aquel que habla (el
enunciador), una cierta imagen de aquél a quien se habla (el destinatario) y en consecuencia, un
nexo entre estos ‘lugares’”. (Eliseo Verón, 1985).

Si se contrapone el pensamiento de Verón con los casos de “Qué Sapa”, “Apología” y “Rosario
Gonzo”, es posible afirmar que tanto lo que se dice como las modalidades del decir distinguen
notablemente a las revistas de los grandes medios de comunicación locales. En primer lugar y con
respecto al contenido, las tres publicaciones rosarinas evidencian un alejamiento significativo de la

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agenda periodística tradicional (gráfica y digital). En segundo lugar y en relación a la enunciación,
sus equipos de trabajo no sólo se valen de temáticas diferentes y atemporales sino también de
estrategias de escritura imaginativas para atraer la atención de los lectores. Tal como señala Mar
Fontcuberta, no existen fórmulas para escribir noticias creativas, pero sí es primordial conocer en
profundidad el lenguaje, saber narrar y tener dominio sobre la información a tratar. “Una
característica fundamental es que esté construida como un todo en el que cada elemento de la
historia desempeña un papel preciso, no tan determinado por la estructura externa como por la
coherencia interna del relato. Una noticia de creación ni rehúye los datos ni los colecciona. El
único objetivo es conseguir interesar al receptor e introducirlo en el relato”. (Mar Fontcuberta).

Si nos enfocamos puntualmente en la enunciación, cada una de las revistas pone en juego sus
propias herramientas creativas para captar y estimular a la audiencia. Los redactores de
“Apología” otorgan especial énfasis a la voz de los protagonistas de sus relatos. “Un recurso
interesante es utilizar comillas y reproducir la oralidad del entrevistado. Cada persona tiene un
lenguaje distinto, el cual está relacionado con su mundo, con su subjetividad, con sus inquietudes.
Alguien que vive en la calle usa palabras que aprende en la calle, entonces nosotros como
periodistas entrevistamos a esa persona e incluimos ciertos términos y formas de construir
sentido. Si sabés cómo trabajar esto y cómo dejarlo reflejado en la transcripción, le brindás al
lector una relación mucho más directa con lo que estás contando y la nota cobra mucho valor”,
ilustró Santiago Beretta. (S. Beretta, comunicación personal, 17 de mayo de 2017).

Desde “Rosario Gonzo” se inclinan por el peculiar abordaje de noticias que caracteriza al
denominado Periodismo Gonzo, un subgénero del Nuevo Periodismo. Este estilo de reportaje,
cuyo creador e ícono es el norteamericano Hunter S. Thompson, no pretende separar la ficción de
la realidad y convierte al periodista en uno de los protagonistas de la historia (en lugar de que éste
sólo aporte su visión del mundo). “El Periodismo Gonzo puede ser como cualquier texto
periodístico tradicional a la hora de informar. Más allá de que sea una cuestión subjetiva, porque
sale de la subjetividad del periodista, hay una medida ideológica en lo que uno está tratando o
analizando”, explicó Álvaro Marrocco. (A. Marrocco, comunicación personal, 8 de mayo de 2017).

Los integrantes de “Qué Sapa” apelan a las emociones de sus lectores para que reaccionen ante
las injusticias cotidianas. Johanna Báez, una de las redactoras de la revista, aseguró que su

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propósito es que la gente se enoje, razón por la cual sus textos deben ser “tan atractivos como
chocantes.” (J. Báez, comunicación personal, 13 de junio de 2017). Camila Bettanin, por su parte,
utiliza herramientas de la literatura para remarcar las buenas historias. “Trato de poner énfasis en
aquellas cuestiones que pueden producir ciertas sensaciones, o que por lo menos me las generan
a mí”, manifestó. (C. Bettanin, comunicación personal, 13 de junio de 2017). Elías Miguel, otro de
los integrantes de “Qué Sapa”, coincide con sus compañeros en la búsqueda de un cambio social:
“Una de las maneras de intervenir en el sistema es generar ideas y con ellos darle para adelante.
Por lo tanto, los recursos que utilizo están destinados a que los lectores puedan hacer un clic y
construir su propio proyecto.” (E. Miguel, comunicación personal, 13 de junio de 2017).

Las fuentes de Información


Las fuentes de información son fundamentales para garantizar veracidad y calidad en el quehacer
periodístico. Según las palabras del sociólogo alemán Herbert J. Gans, fuente de información es la
persona o grupo de personas que el periodista observa o entrevista y que le proporcionan los
datos de base o los apuntes para una noticia. También consideró como tal a los documentos o
depósitos de la información que pueden ser consultados, tales como archivos, libros, revistas,
etcétera. (Herbert J. Gans, 1979). “Una adaptación justa del dicho popular podría ser: ‘Dime
cuántas y qué tipo de fuentes tienes y te diré qué clase de periodista eres’. Un periodista vale el
número de personas que le pasen al teléfono. Por eso es tan importante saber cultivar las fuentes,
saber estar lo suficientemente cerca de ellas para conocer lo que hacen desde adentro, pero lo
suficientemente lejos para guardar una distancia prudente y una independencia respetuosa con el
lector”, expresó la académica colombiana Juanita León García (J. León García, 2004).

Una de las premisas más importantes del periodismo, si no la básica, tiene que ver con la defensa
del “derecho de la sociedad a saber la verdad completa, comprobable, en forma oportuna, sin
intereses ni prejuicios personales”. (C. Suárez y P. Pedelaborde). Por esta razón, quienes se
desempeñan como comunicadores sociales - más allá de la innegable mirada subjetiva - tienen un
compromiso necesario: ser fieles a los hechos, no distorsionar la información y amparar sus
publicaciones con datos verídicos para resultar confiables ante la mirada de los lectores. En este
punto es donde entra en juego la relevancia de las fuentes periodísticas, las cuales se pueden
categorizar en base a diversos aspectos, como por ejemplo la posición desde la que actúan, su
actividad, su ubicación o su relación con el periodista. Según distinguieron Suárez y Pedelaborde

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en su Cuaderno de Cátedra, existen tanto fuentes informativas como informadores. Las primeras
“mantienen una relación habitual con los periodistas y entre ambos se sostiene un proceso
informativo bidireccional”, mientras que los segundos “tienen un contacto ocasional y unilateral
con el periodista, ya que se limitan a suministrarle unos datos concretos en un momento
determinado”. (C. Suárez y P. Pedelaborde).

Otra clasificación es la que construyeron los periodistas y docentes argentinos Sibila Camps y Luis
Pazos. Se trata de una de las distinciones más estables y orientadoras a la hora de estudiar los
distintos métodos de búsqueda de datos en el quehacer periodístico. Dichos autores basan su
criterio en la índole de las fuentes informativas, y realizaron una separación de cinco grandes
grupos, la cual fue citada por los académicos Adela Ruíz y Emiliano Albertini:

1. La observación directa
2. La gente, categoría en la que consideran:
• los protagonistas (víctimas, culpables/ sospechosos, familiares, autoridades, etc.)
• los voceros y jefes de prensa (de funcionarios, políticos, empresarios, etc.)
• los contactos (personas a las que el periodista recurre con cierta asiduidad y con las que
mantiene una relación de cierta confianza)
• las agencias de prensa (equipos de periodistas o licenciados en comunicación que contratan
instituciones o empresas de forma permanente o por una actividad determinada) • los
periodistas de otros medios (colegas de otras ciudades del país o del exterior que son
consultados sobre hechos que ocurren en sus áreas de influencia)
3. Los documentos, donde incluyen: cables, documentos propiamente dichos (con autoría y
procedencia plenamente probada), documentos no convencionales (materiales escritos –
impresos o manuscritos- que en determinadas circunstancias cumplen el rol de fuentes),
archivos periodísticos, redes informáticas, estadísticas, encuestas y sondeos de opinión,
material bibliográfico, fotos, videos, discos, CD, cassetes, etc.
4. Otros medios, entre ellos: diarios y revistas, radios, televisión, agencias de noticias e Internet
5. La parainformación, considerando aquí a la información “no buscada expresamente por el
periodista” sino generada a partir de fuentes no convencionales, los autores consignan: visitas y
llamados a la redacción, anónimos, rumores, chistes y apodos, campañas y avisos clasificados y

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“leer” la ciudad (en alusión a la capacidad del periodista de obtener información de afiches,
volantes, pasacalles, pintadas, graffitis, etcétera). (A. Ruíz y E. Albertini, 2008)

Está claro que la relación entre los periodistas y sus fuentes es de suma importancia. Tal como
afirmó la catedrática española Mar De Fontcuberta, “un medio sin fuentes es un medio muerto”.
(M. De Fontcuberta, 1993). A raíz de esta innegable realidad, no es extraño que “Rosario Gonzo”,
“Qué Sapa" y “Apología” cuenten con vías propias para recabar información. De esta manera se
alzan como medios fiables entre el recelo informativo actual. En este sentido, el docente
universitario Emilio Cicco admitió: “Hoy en día hay un bombardeo de información tal que nadie
sabe bien a quién creerle”. (E. Cicco, comunicación personal, 14 de agosto de 2017). Allí es donde
las fuentes de información adquieren una relevancia notable. El periodista Agustín Aranda explicó
que contar con ellas permite elaborar un recorte más honesto respecto de los objetivos de cada
periodista. “Compartir tus fuentes es contribuir, pero también implica defenderte frente a un
hipotético ‘este tipo dice eso porque es K, porque es M, porque es J’. Ofrecer cuáles son tus
fuentes te ubican en un lugar genuino”, aseguró el joven. (A. Aranda, comunicación personal, 4 de
mayo de 2017).

“Nuestras fuentes para generar una noticia o una crónica generalmente son directas. Por ejemplo:
cuando fui al Ejército de Salvación estuve hablando con uno de los que regenteaba el lugar y él me
proporcionó la información. Más allá de mi mirada individual, el testimonio de alguien que trabaja
ahí es muy importante para armar la crónica. No obstante, en otras ocasiones nos manejamos sólo
con la propia subjetividad y la lectura personal sobre el asunto”, reconoció Álvaro Marocco de
“Rosario Gonzo”. (A. Marrocco, comunicación personal, 8 de mayo de 2017). Esto último tiene que
ver con la misma esencia del denominado periodismo Gonzo, del cual realizaremos las
especificaciones pertinentes más adelante.

Santiago Beretta, por su parte, indicó que en “Apología” también disponen de fuentes de
información propias, tanto fijas como otras que se cruzan o buscan ellos mismos. “Desde gente
con las que nos topamos una vez - que nos han contado cosas y que podemos volver a ver o no -
hasta un par de personajes que nos revelan más o menos lo que necesitamos saber sobre distintos
ambientes. En general es gente trabajadora, que ha estado en la calle y tiene sus historias. No
tenemos demasiados contactos estables, pero hay algunos. En definitiva, hay personas que

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consultamos bastante y otras que simplemente aparecen en el momento”, apuntó el director de la
revista. (S. Beretta, comunicación personal, 17 de mayo de 2017).

Desde el equipo de trabajo de “Qué Sapa” indicaron que los redactores generalmente no se
manejan con fuentes periodísticas estables, sino que éstas varían según las notas que elaboran.
“Tratamos de ir directamente a los involucrados del tema sobre el cual estamos laburando. Nos
manejamos con los contactos de manera personal y realizamos entrevistas”, comentó Camila
Bettanin. (C. Bettanin, comunicación personal, 13 de junio de 2017).

Las revistas en detalle


Qué sapa
Esta publicación nació en el año 2014 de la mano de un grupo de jóvenes que integra la
cooperativa Communitas, ubicada en la zona sur de Rosario, más precisamente en Dr. Riva 1080.
Allí personas con adicciones, problemas de salud mental o vulnerabilidad social no sólo reciben un
tratamiento sino que trabajan y perciben un ingreso. Elaboran productos de panificación (en torno
a un emprendimiento gastronómico denominado “El Mejunje”) y otros elementos con materiales
reciclados, tales como mochilas y estuches. No obstante, lo que nos compete es que en dicho
centro de día también se edita periódicamente la revista en cuestión. “Surgió como una inquietud
entre un conjunto de personas con la intención de generar un contenido, tanto de historietas
como de entrevistas o de noticias en la ciudad. No veíamos lugar donde publicarlo y decidimos
poner una revista propia y apostar a imprimirla”, recordó sobre los inicios de Qué Sapa su
directora Camila Bettanin. (C. Bettanin, comunicación personal, 13 de junio de 2017).

La agrupación responsable de Qué


Sapa está compuesta por
periodistas, dibujantes, poetas,
diseñadores e informáticos, entre
otros. El equipo fue variando con el
correr de los años, no obstante, las
personas que le dieron origen
continúan fieles al proyecto. “Ese
grupo chiquito que tuvo la idea

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sigue estando todavía, pero se ha ampliado. También hemos tenido colaboraciones especiales en
algunos números”, indicó Bettanin. Además, sobre la adhesión de nuevos integrantes al staff de la
revista, la directora agregó: “El sistema mediante el cual incorporamos gente al grupo es bastante
complejo, porque implica todo un engranaje de cuatro cooperativas en las que nosotros
participamos. Entonces, las personas van llegando a alguna de esas cooperativas por distintos
motivos y —por una selección o gusto personal— eligen (o no) sumarse de algún modo a nuestro
proyecto. Para nosotros Qué Sapa es más que la revista: es un grupo que produce contenido
audiovisual y gráfico, porque hace la revista, tiene un soporte web, filma, saca fotografías,
etcétera. Entonces, en ese sentido, las personas se van acercando a alguna de esas cooperativas y
si tienen un interés o un deseo en algo de lo que hace Qué Sapa se pueden sumar”. (C. Bettanin,
comunicación personal, 13 de junio de 2017).

Qué Sapa se involucra con severidad en numerosas problemáticas que azotan los barrios de la
ciudad de Rosario y sus alrededores. Aborda asuntos culturales y de interés general, sin dejar de
lado que también guarda espacio para los más creativos, ya que allí se pueden leer poemas y
relatos cortos de ficción de autores que predican la autogestión. Asimismo la estética tiene un
lugar importante, puesto que cada edición suma fotógrafos e ilustradores de toda índole. Se
imprime a color aproximadamente cada dos meses y es posible comprarla en numerosos kioscos
de diarios y revistas de la ciudad de Rosario. Otra alternativa para los lectores es suscribirse y
recibir el producto directamente en sus hogares.

El trabajo de los técnicos escénicos locales, las huertas públicas, los graffitis y murales de Rosario,
el aloe vera como medicina natural, el movimiento sindical en la ciudad, las listas negras durante
la última dictadura, la rutina en el barrio toba, el Quinteto Municipal de Cuerdas, el secuestro y la
desaparición de Luciano Arruga, la muerte (en manos de fuerzas policiales) de Jonatan Herrera…
son sólo algunos de los temas que se han tocado a lo largo de las trece ediciones de la revista.
Como punto fuerte de Qué Sapa es imposible dejar de mencionar las entrevistas a diversos
personajes, como por ejemplo la documentalista Lucrecia Mastrángelo, el escritor Cristian Alarcón,
el actor Rodrigo de la Serna, la fotógrafa Sara Fabio o los músicos Lito Nebbia, Juan Carlos
Baglietto y Lito Vitale.

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Tal como se mencionó con anterioridad, el equipo de Qué Sapa no sólo se aboca a la producción
de la revista. También realiza numerosas presentaciones en vivo para difundir sus contenidos, las
cuales cuentan con bandas musicales, muestras de dibujos, proyecciones audiovisuales, radios
comunitarias al aire libre y charlas sobre su labor periodística. Todo esto es divulgado a diario en
las redes sociales y la página web de Qué Sapa. Por otro lado, los jóvenes participan activamente
de foros culturales, campañas globales contra el consumo problemático de sustancias e incluso de
marchas de carácter político-social, como la movilización para reclamar justicia por el femicidio de
Micaela García o los actos anuales por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia (24
de marzo). “Estamos en coordinación con cada movida. Siempre que alguien se está organizando,
Qué Sapa está ahí a la par, vendiéndose como producto y a la vez preguntando y haciendo más
notas. Tratamos de que el contenido de la revista se vincule con esto y así se enriquezca la
redacción”, agregó sobre el asunto Johanna Báez (J. Báez, comunicación personal, 13 de junio de
2017).

Apología
Sus orígenes datan de mayo de 2010, cuando
Santiago Beretta —influenciado por autores como
Charles Bukowski o Enrique Symns— decidió
producir una revista similar a “El Porteño” o “Fin de
Siglo”. Según las propias palabras de su creador,
Apología utiliza los mismos recursos que dichas
publicaciones y trata de reflejar la vida en la ciudad
de Rosario. “Tiene crónicas, entrevistas,
aguafuertes, ensayos y algunas notas que son
especies de informes periodísticos con temas
concretos, que van desde una cárcel de menores
hasta por qué se prohibió la música en el colectivo”,
señaló Beretta. (S. Beretta, comunicación personal,
17 de mayo de 2017).

La revista tiene quince puntos de venta, que son librerías en su mayoría. Además, algunos de sus
propios inventivos se encargan de comercializar el producto por la vía pública, especialmente en la

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zona céntrica y en los parques de la ciudad. A propósito del equipo fijo de creativos, cabe señalar
que está compuesto por editores, redactores, ilustradores, correctores, diseñadores gráficos,
fotógrafos y trabajadores de la serigrafía. Por si esto fuera poco, Apología desborda de
colaboradores que prestan de modo intermitente su ingenio en las diferentes ediciones que, con
tres publicaciones anuales, ya suman un total de diecinueve. Según su director, todos siguen cierta
estructura para que Apología salga de la mejor manera posible. “Ya sabemos los meses en los que
va a salir y ya conocemos los tiempos de trabajo, entonces tenemos un mes para escribir las notas,
quince días para corregirlas… entre tal fecha y tal fecha tienen que estar listos los artículos, entre
tal fecha y tal fecha éstos se corrigen y entre tal fecha y tal fecha se diseña por completo la
revista”, explicó Beretta. (S. Beretta, comunicación personal, 17 de mayo de 2017).

En sus casi ocho años de existencia la publicación cosechó un público pequeño pero fiel, que se
muestra interesado en el registro que ésta realiza de la cotidianidad en la ciudad. Como bien la
definen sus ideólogos, Apología es una revista de investigación existencial en Rosario. Sus notas —
con un marcado tinte inconformista— combinan lo mejor del periodismo y la literatura para
contar “aquello que está a la vista pero nadie ve” (S. Beretta, comunicación personal, 17 de mayo
de 2017). La crítica hacia lo establecido también está presente en la estética de Apología, gracias a
ilustraciones que en la portada exhiben —por ejemplo— a las torres Dolfines de la zona norte de
Rosario siendo embestidas por un avión (en clara alusión al atentado terrorista del 11 de
septiembre de 2001). Los artículos, por su parte, abordan temáticas como el alma del cementerio
“El Salvador”, la vida de las mujeres en el Barrio Ludueña, el centro de la Cuna de la Bandera tras
el sacudón de la rutina laboral semanal, el abandono de la estación ferroviaria de “La República”
(situada en el oeste rosarino) y la educación primaria en el Instituto de Recuperación del
Adolescente de Rosario, entre muchos otros asuntos que generalmente exaltan la marginalidad.

Apología dispone de un soporte web en el que se publican sus crónicas, entrevistas, ensayos y
editoriales, escritos con completa libertad tanto por el grupo estable de redactores como por los
colaboradores itinerantes. Los planes a futuro de la revista tienen que ver con el ciberespacio, ya
que la idea es renovar el viejo blog para dar lugar a un sitio mejorado. Allí se subirán textos
antiguos y material propio de Apología. Internet no es el único método que tienen para darse a
conocer, ya que existe un sistema cultural que ampara la difusión del contenido de la revista,

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compuesto por ferias del libro, festivales de poesía y bares nocturnos en donde se realizan las
respectivas presentaciones de cada número.

Rosario Gonzo
Rosario Gonzo es una particular revista que surgió en 2012 para aportar una mirada periodística
diferente en la ciudad, primero en versión impresa y luego de forma online. Se trata de una
publicación alternativa que se diferencia notoriamente de los grandes medios (e incluso de otros
medios independientes) por el particular estilo narrativo que exhiben sus crónicas. Estos
reportajes rebasan la dicotomía entre el sujeto-periodista y el objeto-hecho periodístico. Está
basado explícitamente en el característico método de escritura que tenía Hunter S. Thompson a la
hora de informar. Conforme a lo expresado por el propio escritor y periodista estadounidense,
“con la posible excepción de cosas como puntuaciones de box, resultados de carreras y
tabuladores del mercado de valores, no hay tal cosa como ‘periodismo objetivo’. La frase misma es
una pomposa contradicción de términos.” (Hunter Stockton Thompson, 2013).

Los escritos que se publican en Rosario


Gonzo están dotados de vulgaridad y
cinismo, pero también cuentan con grandes
cuotas de astucia e inteligencia. Todos están
narrados en 1era persona, desbordan de
detalles, se enfocan más en el contexto que
en el suceso en sí y presentan una estética
muy particular en cuanto a su lenguaje. Sin
dudas es una forma muy inusual de hacer
periodismo (hecho que —entre otros
motivos— derivó en que los jóvenes fueran
mutando de a poco a la crónica social), pero
es importante conocerla para dejar de lado
convencionalismos con respecto a la
profesión. Las ventas en el Ejército de
Salvación, el trasfondo de la Librería Americana, el cine porno de la cortada Ricardone, el estilo de
investigación periodística de Rolando Graña, la visita a un bar temático peronista… son algunos de

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los temas elegidos para las crónicas que, junto con mordaces ilustraciones y un formato similar al
diario tabloide, configuran la revista.

Sobre el origen de Rosario Gonzo, Álvaro Marocco explicó: “Fue en la facultad. Nos encontramos
con intereses comunes en relación a la crónica. Éramos cuatro compañeros, cinco en realidad,
pero cuatro activos. A todos nos gustaba la crónica y veníamos escribiendo en distintos blogs cada
uno. Dos de ellos eran más 'nerds', en el sentido de que les gustaban los cómics y videojuegos. A
Damián y a mí nos interesaba la crónica social, leíamos a Enrique Symns. Para una materia
específica teníamos que preparar un tema y elegimos la crónica. Nos basamos en un libro de
Fernández Cicco y luego decidimos producir algo relacionado con eso”. (A. Marrocco,
comunicación personal, 8 de mayo de 2017). A propósito del tema, el mismísimo Cicco avaló que
los periodistas involucren su punto de vista en la noticia, no sólo con sus ideas sino también con su
propia obra. “El periodismo sólo pierde credibilidad cuando no cuenta la verdad, cuando recorta la
realidad y cuando se alinea con los intereses del medio”. (E. Cicco, comunicación personal, 14 de
agosto de 2017).

Retomando el asunto de las fuentes informativas en cuanto a las especificidades del Gonzo, es
imposible dejar de lado que éste subgénero del Nuevo Periodismo es “muy personal, ya que el
periodista tiene un rol casi de actor y protagonista de los hechos”. (E. Cicco, comunicación
personal, 14 de agosto de 2017). Por este motivo, es común que las fuentes resulten importantes
pero no imprescindibles. “El Gonzo se caracteriza por eso: tiene más ficción y te permite jugar con
el contexto. Vos creás tu escenario en el Gonzo, tranquilamente podés concebir historias sobre
algo y quizás no necesitás esa fuente directa o testimonio. Tenés la posibilidad de idearlo vos,
porque hay mucha invención y mucho de lo literario metido ahí”. (A. Marrocco, comunicación
personal, 8 de mayo de 2017). De esta manera, Damián Pettinari, Eloy Gauna, Cristian Oliva y
Álvaro Marrocco convierten en Rosario Gozo situaciones de lo más cotidianas en verdaderas
sátiras e historias seductoras.

Antes de volcarse por completo a otros proyectos web —“El Monoambiente” dedicado a la crónica
social y “Central Mutante” abocado a videojuegos, cómics y series— los integrantes de Rosario
Gonzo realizaban la difusión de la revista a través de presentaciones en facultades, colegios,
centros culturales y, por supuesto, a través de las redes sociales. Con respecto a su alejamiento del

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Gonzo, Marrocco aclaró: “De alguna manera murió con Thompson porque, aunque fue
fortuitamente, fue él quien lo creó. La subjetividad y la primera persona en cierto modo te
terminan envileciendo o haciéndote creer poderoso o alguien que puede decir lo que quiera. No
está mal la cuestión ególatra, pero es positivo correrse de ese lugar y no estar siempre en la
primera persona. Yo ya adopté esa postura”. (A. Marrocco, comunicación personal, 8 de mayo de
2017).

Medios alternos y sus limitaciones


Así como los medios autogestionados tienen sus propias rutinas de trabajo, también deben sortear
a diario numerosas barreras para sostenerse en el largo plazo. Existen claros obstáculos
económicos y temporales; pero la dinámica de producción, los temas a tratar y el estilo de
escritura también pueden implicar un límite en sí mismos. No caben dudas de que el Nuevo
Periodismo —en cuyas herramientas se apoyan Rosario Gonzo, Apología y Qué Sapa— no es para
cualquier público. Los potenciales consumidores de este tipo de publicaciones se encuentran
estrechamente vinculados con la literatura y disponen de un tiempo de lectura dilatado, rasgos
que los separan de los habituales usuarios de Periodismo Clásico y Periodismo Digital. Robert S.
Boynton, profesor de la Universidad de Nueva York e investigador del Nuevo Periodismo, resumió
muy bien esta cuestión: “El periodismo de formato extenso es todo lo que no es el de formato
corto. Es caro y su creación requiere mucho trabajo. Su consumo exige mucho tiempo. Es
impredecible. No apunta a grupos demográficos particulares cuyas preferencias y
comportamientos pasados se conozcan de antemano; los consumidores de noticias largas no
acuden a ellas por razones predecibles o fácilmente identificables. Dado que es creado de la nada,
el periodismo de formato extenso debe seducir, convencer y cautivar a sus consumidores”. (R. S.
Boyston, 2015).

En otro orden de cosas, para que el pueblo pueda ser correctamente informado, tan importante
como las fuentes informativas (o incluso más) resulta la previa investigación de las noticias a
publicar. Luisana Colomine, profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la
Universidad Bolivariana de Venezuela, citó de modo más que apropiado a Carlos Marx para
referirse a esto: “¿Es realmente cierto lo que observamos? (…) Si la apariencia y la esencia de las
cosas coincidieran, no habría ciencia”. Periodísticamente hablando, la catedrática fue más allá que
el filósofo alemán: “Si nos vamos a quedar con lo que nos dicen o con lo que vemos, ¿qué sentido

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tiene el periodismo?”. (L. Colomine, 2014). Las tres revistas examinadas en el presente trabajo
llevan a cabo una importante labor de investigación para concebir sus crónicas, entrevistas e
informes. Considerando esta situación, el tiempo suele ser una de las aristas principales a la hora
de generar un producto informativo de calidad (pero también lo es el ingenio de quien escribe).
“Es un muy buen desafío para los periodistas, porque entienden que en la crónica el rédito está en
el hecho de que 'si yo te voy a contar las cosas con más tiempo es para que vos pienses más sobre
esto, es para que yo te vaya llevando a una complejización en el relato, para que yo te lleve a
reflexionar un rato conmigo’. Ahora el tema es: yo al principio y en el medio y en el fin te tengo
que atraer, te tengo que seducir. Si yo no estoy haciendo eso y especialmente si no lo estoy
haciendo al comienzo, adiós, no hay sustento para la crónica. El otro tema básicamente es ese: el
tiempo”, ilustró Agustín Aranda al respecto. (A. Aranda, comunicación personal, 4 de mayo de
2017).

Si hablamos de impedimentos para medios de comunicación independientes, no caben dudas de


que el económico es el más frecuente y difícil de soslayar. La competencia de los medios
alternativos con los grandes medios de comunicación es absolutamente desleal, ya que éstos
últimos no sólo reciben ingresos sino que ya cuentan con dinero a futuro. Como bien manifestó
Jorge Gabarrón (redactor de la revista y blog bonaerense “Prensa Impresentable”), “los medios
más importantes son dueños del papel, de la distribución, de los camiones y hasta de los kioscos
de diarios”. (J. Gabarrón, comunicación personal, 16 de agosto de 2017). Además, el periodista
agregó: “Si sos escritor está bueno que te paguen por escribir y que todo tu tiempo y tu mente
estén volcados a eso. Tener que trabajar de otra cosa para poder editar tu revista y que esa plata
que agarres no sea una ganancia, sino el recurso para mantenerla... todo ese tiempo te consume y
todo lo que querés escribir se termina reduciendo a la mitad. Se te escapan notas, tenés que
combinar horarios con los entrevistados que no van de la mano con los de tu laburo ni disponés de
recursos porque nadie te financia el café, el transporte o lo que sea”. (J. Gabarrón, comunicación
personal, 16 de agosto de 2017). Lo expresado en último lugar por Gabarrón se ve claramente
reflejado en la situación de la revista Apología que, según las propias palabras de su director, se
puede solventar porque el equipo de trabajo no pretende vivir de ella. “Si quisiéramos hacerlo, la
cuestión monetaria sería un gran problema, directamente no podríamos”, admitió Beretta. (S.
Beretta, comunicación personal, 17 de mayo de 2017).

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Agustín Aranda esclareció todo este asunto muy acertadamente: “Qué tan sustentable es el Nuevo
Periodismo si yo tengo una muy buena crónica, un muy buen trabajo periodístico, pero no tengo
estructura o no hay economía a la que le interese mirar a fondo. No hay economía a la que le
guste criticar todo el tiempo a la fiscalía, a menos que tenga algo en agenda. Los medios son
justamente eso, medios para algo. Hoy en día casi nadie gana por publicidad o por venta de tapa.
No hay economía a la que le interese hacer periodismo en estado puro, periodismo que critique,
periodismo de largo aliento. Porque el Nuevo Periodismo lleva su tiempo, y nadie te garpa una
crónica, porque en ese tiempo que te lleva hacerla hay un montón de monitos que se sientan y
escriben el triple, de informaciones que no son realmente tan importantes para poder mover un
poquito la opinión pública, para poder reflexionar, para abrir un poco la discusión legislativa, para
lo que vos quieras. Del sueño hermoso de querer hacer una revista los límites de llegar a fin de
mes con eso, te debe imponer. Y en las empresas hay casi cero espacio para eso. Porque no lo
permiten, porque un día te dicen: 'vos tenés que escribir eso' o 'vos no podés escribir eso'.
Entonces, situación a situación, te vas haciendo más amigo del fiscal, del funcionario, del policía.
Te vas quedando contento con que llegás a fin de mes. Te vas enajenando”. (A. Aranda,
comunicación personal, 4 de mayo de 2017).

A pesar de ser muy similares en esencia, cada revista consta de sus correspondientes hábitos de
trabajo y —de esta misma manera— afrontan inconvenientes de distinta índole. Así pues, los
miembros de Rosario Gonzo, Qué Sapa y Apología expresaron cuáles son los inconvenientes de sus
respectivas publicaciones. En primer lugar, Álvaro Marrocco aseguró que los medios alternos,
independientes y alejados del perfil de los grandes medios de comunicación tienen todas las
limitaciones, aunque éstas son —tal como se mencionó antes— fundamentalmente económicas y
de tiempo. “Hay que moverse mucho: contratar a la Municipalidad, tener algún tipo de apoyo,
buscar fuentes alternativas y hallar formas de sustentar el proyecto para que ese dinero no
termine saliendo de tu bolsillo”, indicó el periodista. No obstante, el joven destacó lo positivo de la
experiencia más allá de los sacrificios cotidianos: “Lo lindo de estos proyectos es que uno no busca
desesperadamente el lucro cuando los hace. Lo que se anhela es la experiencia y el hecho de
reunirte, de pasarla bien, de hacer lo que a uno le gusta, de aportar socialmente”. (A. Marrocco,
comunicación personal, 8 de mayo de 2017).

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Con respecto a Apología, Santiago Beretta consideró la difusión como un problema frecuente,
tanto para su producto como para cualquier proyecto cultural dentro de Rosario. “En la ciudad hay
bandas muy buenas que las van a ver sólo veinte personas o hay escritores que son geniales y les
cuesta llenar un auditorio si brindan una lectura. Noto que Rosario tiene un montón de figuritas
culturales que son puro humo y que se sostienen por el mismo ambiente de artistas y por el
mismo público que evidentemente le gusta el chamullo, lo barato, lo efímero, la 'atorrantada'
cultural. Luego no duran nada porque las cosas de verdad se sostienen con trabajo. El público de
Rosario, y no lo digo específicamente por Apología porque estoy muy satisfecho con la revista,
deja mucho que desear. Y también nosotros tenemos nuestra responsabilidad porque somos un
poco vagos a la hora de difundir lo nuestro. Pero hay algo que pasa a nivel estructural que
trasciende y nos deja en un círculo de amigos y conocidos. Yo salgo a vender la revista en la calle.
Nosotros imprimimos mil números por revista y se venden. Entonces estoy contento. Sé que el día
que no salga a vender más esos mil números me van a quedar acá en cajas, pero bueno. Ése es el
límite, la llegada”, manifestó el director. (S. Beretta, comunicación personal, 17 de mayo de 2017).

Por último, Camila Bettanin aseguró que el límite en Qué Sapa tiene que ver con el espacio con el
que cuentan para publicar, es decir, las cincuenta y dos páginas de las que se compone la revista.
(C. Bettanin, comunicación personal, 13 de junio de 2017). Para los redactores Elías Miguel y
Johanna Báez, la traba reside en los temas a investigar. “Como la revista está orientada a
diferentes asuntos —más que nada sociales, políticos y de derechos humanos— para seguir con
esa línea hay cosas que no tratamos. Personalmente, desde que estoy en Qué Sapa me hubiera
gustado incluirlos. Son cuestiones de la nueva era: ciencia, espiritismo, yoga y meditación…
aunque se pueden tocar, la revista no está orientada a ellos”. (E. Miguel, comunicación personal,
13 de junio de 2017). En este sentido, Báez añadió: “Es lógico, Qué Sapa tiene una línea editorial
donde ya está planteada de antemano cada sección, como pasa con todas las revistas. No es que
no se pueden tocar los temas que nombró Elías, claro que es posible, pero la redacción debe ser
diferente. Nosotros tenemos que pensar en los lectores que consumen Qué Sapa asiduamente y
están acostumbrados al estilo que venimos trabajando. Hay que vender tres mil números, pero
sabemos más o menos cómo ir llevándolo”. (J. Báez, comunicación personal, 13 de junio de 2017).

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Inseguridad informativa
Allí donde medios gráficos independientes como Qué Sapa, Apología y Rosario Gonzo tienen
grandes limitaciones, también emergen como alternativas sólidas en un entorno periodístico
regido —tal como subrayó Pascual Serrano— bajo “estructuras empresariales insostenibles”. (P.
Serrano, 2014). Según el periodista español Ignacio Ramonet, la sociedad actual está inmersa en
un estado notable de “inseguridad informativa”. (I. Ramonet, 2005). Esto es así debido al
tratamiento de baja calidad que le dan a las noticias, al establecimiento de una agenda
redundante y a la evidente complicidad con las autoridades políticas o económicas. Sobre este
asunto, Ramonet explicó: “La información prolifera, pero sin ninguna garantía de fiabilidad.
Asistimos al triunfo del periodismo de especulación y de espectáculo, en detrimento del
periodismo de información. La puesta en escena (el embalaje) predomina sobre la verificación de
los hechos”. (I. Ramonet, 2005). Por si esto fuera poco, el director de Le Monde Deplomatique
(publicación mensual francesa) agregó: “La información que difunden los medios de comunicación
generalistas está contaminada por toda clase de falsedades, porque están al servicio del poder
financiero”. (I. Ramonet, 2010). En este sentido, el polaco Richard Kapuscinski sentenció que el
periodismo se acaba cuando la noticia se hace mercancía. (R. Kapuscinski, 2002).

Los colaboradores de las revistas investigadas fueron consultados sobre la inseguridad informativa
que hace tambalear a los medios y la calidad de sus noticias. Según Álvaro Marrocco de Rosario
Gonzo, esto se relaciona íntimamente con el exceso de información. “Hay un autor, no recuerdo
su nombre, que habla de 'infoxicación'. Tiene que ver con la actividad de las noticias, la cual es casi
como un bombardeo constante, que la gente consume activa o pasivamente”. (A. Marrocco,
comunicación personal, 8 de mayo de 2017). A propósito de la referencia de Marrocco, fue el
escritor inglés Alvin Toffler quien acuñó en su libro “Future Shock” el término “sobrecarga
informativa” o “infoxicación”. En relación con dicha predicción del futurólogo, el escritor y
semiólogo italiano Umberto Eco afirmó: “La inmensa cantidad de datos que circulan es peor que la
falta de información. Este exceso provoca amnesia. Por esto, una sugerencia a las universidades es
elaborar una teoría para el filtro del conocimiento, ya que conocer es saber separar”. (U. Eco,
2012). Por si esto fuera poco, a dicha superabundancia se le suma la tendencia de información
inmediata y breve, lo que trae consigo una gran crisis de identidad de medios. “Interesa más dar
una información lo antes posible que contrastarla”, se lamentó Ramonet. (I. Ramonet, 2005).

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La ínfima calidad de las noticias y el condicionamiento de poderes externos son las reprobaciones
más frecuentes a la tarea periodística actual, cuya credibilidad está seriamente afectada. Elías
Miguel de Qué Sapa apuntó al sistema mediante el cual se maneja el grueso de los grandes medios
de comunicación. “Los dueños tienen mucho dinero, entonces están en la búsqueda de no perder
ese poderío económico. Por esta razón, lo único que hacen con la información es manipularla, a la
vez que manipulan la cabeza de la gente para que siga consumiendo noticias basura. No generan
crítica ni formas de pensamiento propio (que es lo que intentamos hacer en Qué Sapa).
Personalmente creo que está todo arreglado para que la sociedad no despierte y constantemente
sufra las penas que ellos mismos imponen. En ese caso, nuestra revista puede ser una alternativa,
pequeña pero válida”. (E. Miguel, comunicación personal, 13 de junio de 2017). Al respecto,
Johanna Baez respaldó a su compañero: “Yo pienso un poco más de lo mismo. Los grandes
monopolios tienen sus escalafones, esos que la gente consume a diario o, mejor dicho, esos que
más consume. Pero bueno, todo lo que contenga información es manipulación. Sólo que algunos
medios, como Qué Sapa, proponen algo diferente”, manifestó. (J. Baez, comunicación personal, 13
de junio de 2017).

Según la mirada de Santiago Beretta de Apología, el periodismo hoy día es el principal arma que
tiene el sistema para obtener una sociedad ignorante, sumisa y asustada. (S. Beretta,
comunicación personal, 17 de mayo de 2017). El periodista Nicolás Grossman, colaborador de
Prensa Impresentable, reforzó esta idea y también lo propuesto por Ignacio Ramonet. “Existe un
campo teórico que define la seguridad no sólo como la protección ante la violencia, si no que
también tiene que ver con una experiencia de vida en la cual uno tenga asegurados los derechos
básicos fundamentales, como pueden ser la salud, la educación, la alimentación, la vivienda.
Dentro de esos derechos, y más que nunca en esta época, está el de una información certera y
confiable tanto para tomar las decisiones individuales como para aportar a las discusiones y los
debates de los temas públicos que hacen a toda la sociedad. Entonces cuando uno no tiene esa
información o cuando está tergiversada o atravesada por intereses que la vuelven sesgada,
estamos ante esa situación que Ramonet llama 'inseguridad informativa'. Uno no puede satisfacer
las necesidades básicas de conocer procesos, hechos e historias que ocurren dentro de su
sociedad, lo cual la comunicación debería garantizar”, explicó Grossman. (N. Grossman,
comunicación personal, 16 de agosto de 2017).

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Jorge Gabarrón desarrolló aún más el anterior planteo de su colega: “La prensa diaria lleva a una
inmediatez que a veces está plagada de errores, por los que no se pide perdón, simplemente se
sigue adelante. Los medios saben que un error que se da en una semana deja de existir para
siempre solamente con taparlo con otro escándalo la semana siguiente. Son indomables porque
manejan muchísimo dinero, porque su exposición es enorme, porque controlan la agenda del país,
porque se enriquecen con la publicidad y porque tienen demasiados recursos. La capacidad de
sutileza de los periódicos es ilimitada, porque su modo de manejarse no es perceptible para todo
el mundo, para el ciudadano común o las personas que estudiaron otra profesión. Les resulta muy
complicado, por más que se los expliques, entender cómo un periódico puede estar manipulando
su vida. No sólo 'tu vida' en relación con quién votás, por ejemplo, si no también con tu estado de
ánimo o con qué decisiones tomás con respecto a tu economía. Eso también es la inseguridad
informativa para mí”, expresó. (J. Gabarrón, comunicación personal, 16 de agosto de 2017).

Ante los problemas del periodismo contemporáneo, profundizados enormemente por Internet, los
usuarios pueden encontrar alivio en los artilugios del Nuevo Periodismo y sus derivados,
especialmente si son empleados por medios de comunicación gráficos e independientes. Esta
suma, (la autogestión, la publicación en papel y los recursos del Nuevo Periodismo) puede resultar
más que positiva a la hora de obtener información de calidad, libre de los vicios del poder
económico y de la inmediatez de la novedad. Para Emilio Cicco, el Nuevo Periodismo es una
alternativa interesante porque “apunta al periodismo de autor, a que la firma sea el mayor capital
de confianza que tenga el lector”. (E. Cicco, comunicación personal, 14 de agosto de 2017).
Santiago Beretta clasificó al Nuevo Periodismo como un respiro ante los grandes medios y sus
escollos. “Es liberador en tanto y en cuento es literatura. La literatura hace bien a la gente”. (S.
Beretta, comunicación personal, 17 de mayo de 2017). Nicolás Grossman fue más puntilloso con
respecto a la autonomía: “Personalmente pienso que lo que puede marcar la diferencia son las
condiciones materiales bajo las cuales se produce la información que circula en ella. Es decir, si son
las grandes empresas las que van a financiar la producción y la circulación de información, por más
que existan periodistas que escriban con la mayoría de los requisitos del Nuevo Periodismo, la
situación no va a cambiar. Si hablamos de un Nuevo Periodismo autogestionado, sí es una opción
para contrarrestar la inseguridad informativa”, manifestó. (N. Grossman, comunicación personal,
16 de agosto de 2017).

27
Para Pascual Serrano, los medios deben modificar su inclinación de brindar noticias veloces,
banales y breves. “Entiendo que la primicia es un valor periodístico, pero querer contar cinco
minutos antes que todos los demás que se ha muerto Peret lleva a que se cuente que había
muerto cuando aún estaba vivo. Como todos los medios están diciendo lo mismo, creen que lo
único que puede diferenciarles es ser más amenos, más escuetos y más raudos. Lo que debemos
hacer es recuperar un periodismo en profundidad, que analice e interprete. Pero también es cierto
que la ciudadanía ha ido incorporando vicios, y pide a menudo amenidad y rapidez. Los periodistas
no podemos dejarnos llevar por esa corriente y debemos fomentar un periodismo sereno y con
rigor. La gente está aplastada con datos superficiales y el único modo de contribuir es dar
información que ayude a comprender las cosas”, desarrolló el ensayista español. (I. Ramonet,
2014). En lo que corresponde a la manutención de la prensa, Serrano apostó por los lectores como
la vía más conveniente para que el periodismo no pierda su independencia. “Es fundamental
dignificar el periodismo y decirle a la gente que hay que pagarlo. El ciudadano nunca ha sentido
que tenía que colaborar con el sostenimiento de los medios de comunicación. Y ahora menos,
porque como tiene tanta información a su alcance, piensa que para qué pagarla. Pero si quieres
calidad, no hay otro remedio. La opinión es fácil, pero el verdadero periodismo hay que pagarlo”,
remató. (I. Ramonet, 2014).

28
Reflexiones finales
La sociedad se transforma continuamente en todos los sentidos. La globalización, el
neoliberalismo y el avance desmesurado de Internet han modificado significativamente a los
medios de comunicación. Éstos, especialmente cuando son de llegada masiva, responden al poder
político y empresarial en lugar de —precisamente— funcionar como denunciantes de los abusos
de las distintas autoridades. Cuando el periodismo sólo protege sus privilegios, termina por
oprimir al pueblo y socavar el derecho de los ciudadanos de recibir información verídica. Por si
esto fuera poco, la revolución digital convirtió a las noticias en una verdadera mercancía, carentes
de profundidad e ingenio narrativo. Esto es así debido al estilo propio de los medios web, definido
por la inmediatez y la brevedad. Las coberturas mediáticas de esta índole resultan difíciles de
verificar, están cargadas de errores y son simplificadas a más no poder.

Con un presente informativo compuesto por prensa guiada bajo las leyes del mercado (oferta y
demanda), sobreabundancia de información, periodistas influenciados por intereses económicos y
consumidores viciados por la rapidez y la trivialidad inherentes de Internet, no es extraño que los
medios de comunicación se enfrenten a una profunda crisis de identidad y que se viva en un
estado —como definió el periodista español Ignacio Ramonet— de “inseguridad informativa”. Allí
es donde irrumpen los medios gráficos alternativos e independientes, cada vez más consumidos
por aquellas personas que persiguen la veracidad por sobre el interés monetario y que prefieren la
subjetividad asumida de modo sensato antes que la objetividad hipócrita de los medios masivos.
Estos usuarios buscan lecturas creativas, riqueza lingüística y contenidos comprometidos con la
realidad diaria. Se trata de otro tipo de lectores, con tiempos más holgados a la hora de
informarse y con un elevado nivel de exigencia intelectual.

El fenómeno periodístico en cuestión se circunscribe perfectamente a Rosario. En líneas generales,


los medios tradicionales más consumidos en la ciudad están sugestionados por dominios externos
y sujetos a cánones tan rígidos como lineales en cuanto a la selección y producción de contenido.
Sus versiones digitales, lejos de perfilarse como un respiro ante la pérdida de credibilidad de la
prensa, generan aún más pesimismo con una superabundancia de información que sólo persigue
la primicia y no garantiza fiabilidad ni calidad. Ante este contexto mediático tan particular, no es
extraño que surjan medios alternativos con identidad propia y un lugar concreto entre los
receptores. Qué Sapa, Apología y Rosario Gonzo son tres revistas que demuestran que la

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independencia y la subsistencia son compatibles y que la revolución digital no implica el fin de los
medios impresos, si no la oportunidad perfecta para que éstos se redefinan y consoliden.

Como hemos detallado a lo largo de la investigación, las revistas cuentan con marcadas rutinas
productivas que difieren enormemente de la actividad relativa a la gran prensa de la ciudad. Los
recursos del Nuevo Periodismo (no tan nuevo en los tiempos que corren) son los principales
amuletos con los que se desenvuelve el terceto estudiado para seducir y alterar a sus lectores. Los
periodistas de Qué Sapa, Apología y Rosario Gonzo asumen un punto de vista, buscan con tozudez
la reflexión, aplican el poder del lenguaje y describen detalladamente personas, lugares y
situaciones. La finalidad de las revistas —con sus crónicas, entrevistas, aguafuertes,
investigaciones y hasta poemas— no es sólo informar. Cada una de ellas se constituye como una
forma de entretenimiento, un propulsor del cambio social e incluso una herramienta para que el
hombre pueda conocerse a sí mismo.

Embarcarse en este trabajo de investigación significó conocer la labor de jóvenes que hoy día
dignifican una profesión tan maltrecha como es el periodismo. Son apasionados, incansables,
desinteresados, sensibles e ingeniosos. Tienen consciencia de clase, empatía con los grupos más
débiles y claridad en sus intenciones: criticar las injusticias del sistema, ir a contracorriente del
desafortunado modus operandi de los medios masivos de comunicación e iluminar aquellas
circunstancias que el faro de la prensa dominante mantiene en la oscuridad. Guardan fidelidad a
sus principios durante cada etapa de la concepción de los textos, con el convencimiento de que a
la realidad no basta con contarla si no que también hay que interpretarla. Desde Qué Sapa,
Rosario Gonzo y Apología saben muy bien que al lector —además de brindarle información
verídica— hay que seducirlo y motivarlo a transformar la realidad.

Lo más valioso del asunto es que los integrantes de Qué Sapa, Rosario Gonzo y Apología llevan
adelante tres medios que brindan información fidedigna sin condicionamiento alguno de poderes
extrínsecos, mientras se enfrentan a diario con obstáculos propios de la prensa autogestionada y
alternativa. La subsistencia, la llegada al público, la difusión del producto, los tópicos a investigar…
todo suma a que cualquier proyecto independiente de esta índole no sea para nada sencillo de
afrontar. Por fortuna, la presente investigación dejó en claro que —aunque los contratiempos son
reales y opacan la actividad— también existe más de una razón para apostar al negocio del

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periodismo libre, gráfico, literario e interpretativo.

Los problemas del periodismo contemporáneo se pueden resolver, en primer lugar, mejorando el
modelo educativo de la sociedad. Por otro lado, es menester magnificar nuevamente la calidad de
la información en detrimento de la búsqueda imprudente de la primicia y la mera amenidad.
Resulta saludable para los trabajadores de prensa desarrollar filtros para determinar qué es noticia
y qué no, o cómo contar los acontecimientos de un modo diferente. El periodismo necesita
recobrar el análisis y la trascendencia, sin importar que el público —especialmente aquel que
consume asiduamente los medios digitales— parezca demandar lo contrario. La prensa no puede
dejarse llevar por el rebaño, si no que debe fomentar la rigurosidad para despabilar a una
ciudadanía adormecida con un exceso de datos que no hacen más que desinformar. Tal como
obran los jóvenes de Qué Sapa, Apología y Rosario Gonzo, los periodistas deben estar en el lugar
de los hechos, escuchar a los protagonistas y pensar en qué aporta aquello que se va a investigar.
Por último, es esencial honrar la profesión e inculcar a los usuarios que el periodismo de
excelencia se debe pagar como cualquier otro servicio.

Los medios gráficos no cesarán de existir. No tiene la posibilidad de competir con la prensa digital,
la televisión o la radio en lo que respecta a ligereza y novedad. No obstante, sí puede convivir con
ellas y marcar la diferencia al momento de brindar reflexión, contexto, reportajes, recursos
literarios, interpretación, crítica, talento, dedicación. El papel no va a desaparecer porque hay
quienes exigen saber más allá de lo que ofrece la agenda de los medios masivos, desean generar
un sentido crítico, quieren oír la voz de los perjudicados por el sistema y pretenden comprender lo
que acontece cada día a la vez que desarrollan su intelecto. Estas personas ansían ser
conquistadas por las palabras, anhelan palpar la textura de la revista en sus manos y gustan de
oler el papel impregnado en tinta. Y, afortunadamente, hay periodistas —como los que
representan Qué Sapa, Apología y Rosario Gonzo— que todavía están dispuestos a complacerlas.

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Entrevistas
Álvaro Marrocco. Periodista y docente. Fundador y cronista de la revista “Rosario Gonzo”.

*¿Cómo definirías al Periodismo Gonzo?


Es una especie de casualidad y un misterio. En realidad es un invento también. Es un invento de
Hunter S. Thompson, que en su momento una revista le había pedido que cubra una nota, y el tipo
al verse en el tiempo límite de entregar el material no llega a resolverlo y envía los apuntes. Por
eso digo que es una casualidad. Tiene que ver con planetas que se chocan y producen algo, con un
estallido de locura de aquel periodista y del editor, que permitió que eso sea una nota. Es una
especie de encuentro fortuito entre la irresponsabilidad, una lectura nueva y la locura de
Thompson.

*¿De qué manera creés que el Nuevo Periodismo puede influir en la audiencia?
El Gonzo, por ejemplo, cuando surge en los setenta, era algo nuevo y totalmente distinto.
Pensemos que se origina y tiene cabida en lo que eran las revistas (en este caso en lo que era la
Rolling Stone) que trataban de forma diferente lo que era una crónica, que no tenía que ver con
algo demarcado con la crónica policial, si no que eran crónicas con temática social que
encontraban gente dispuesta a leerlas y a conocer algo distinto. También tenía que ver con una
época. Tuvo gran aceptación porque las personas tenían la posibilidad de leer algo diferente que
no te ofrecían los medios tradicionales. En este tipo de medios no se encuentra esa vuelta. Acá en
Argentina, cuando se hizo, tuvo aprobación pero no puede ser masivo. En Crítica de la Argentina,
el periódico de Lanata, se publicaba crónicas del periodista Sietecase y eran buenísimas. Pero no
tuvo mucho éxito. Básicamente porque estaba en gráfica y la gráfica está viendo cómo sobrevivir.
Para mí, la idea de la crónica pasada a otro formato puede funcionar. En televisión seguramente
funciona mucho más que en gráfica.

*¿Cuál es la relación actual entre el Nuevo Periodismo y los medios masivos de comunicación?
Es limitada en cuanto a su difusión. Vuelvo a que puede ser el formato una de esas limitaciones. Si
pensamos en las crónicas sociales, hechas desde el formato audiovisual o radial, al tener
testimonios reales en tiempo y por el hecho de que el periodista visite los lugares el informe es
más atractivo. En los setenta, cuando surgía esto, quizás no había tantas posibilidades técnicas
como para desarrollarlo. Aparte se leía mucho más en esa época. Entonces todo ese camino y todo
eso que experimentaba el periodista, añadiéndole elementos literarios y de la narrativa, eran

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fuertes. Con el tiempo, el formato sí o sí te lleva a cambiar eso, por lo que actualmente la crónica
se encuentra mucho más en lo audiovisual y en lo sonoro que en lo escrito. Quizás por eso los
medios masivos no tengan tanto interés en darles difusión.

*¿Qué convierte a las crónicas de Rosario Gonzo en textos periodísticos?


El Periodismo Gonzo puede ser como cualquier texto periodístico tradicional a la hora de informar.
Totalmente. Más allá de que sea una cuestión subjetiva, porque sale de la subjetividad del
periodista, hay una medida ideológica de lo que uno está tratando o analizando. Un buen ejemplo
es el Gonzo trabajado como hacía Emilio Fernández Cicco en la década de los noventa, que con su
mirada y con la línea editorial de la revista “Noticias” iba a cubrir la campaña de Duhalde y él
incluía cuando éste hacía el viaje en tren con otro político. Él iba bajando línea: veía los políticos en
acción y les iba quitando las caretas. Entonces también hay una formación en todo eso, y se hace
la nota divertida, y se hace la nota amena y sentís cierta empatía por determinado personaje o no.
También había una nota a Dolina, que es un personaje que todos queremos, y Emilio Cicco cuenta
que Alejandro tenía una obsesión con las cremas. Lo descubre cuando va al baño, abre el botiquín
y ve que tiene miles de cremas. Eso lo incluye en la nota, y Dolina se puso verde, porque
realmente no quería que salga eso. En definitiva, el Gonzo es un hibrido: no busca sólo informar, si
no también entretener.

*¿Cómo surgió la idea de hacer la revista Rosario Gonzo?


En la facultad. Nos encontramos con intereses comunes en relación a la crónica. Éramos cuatro
compañeros, cinco en realidad, pero cuatro activos. A todos nos gustaba la crónica y veníamos
escribiendo en distintos blogs cada uno. Dos de ellos eran más nerds, en el sentido de que le
gustaban más los cómics y videojuegos. A Damián y a mí nos gustaba más la crónica social, leíamos
a Enrique Symns. Para una materia específica teníamos que preparar un tema y elegimos la
crónica. Nos basamos en un libro de Fernández Cicco y luego decidimos hacer algo en relación a
eso. Sacamos una edición en papel y después continuamos haciendo más notas porque el
proyecto siguió en la web.

*¿Cómo abordabas y elaboradas las noticias para la revista?


Cuando estábamos los cuatro o cinco nos reuníamos y debatíamos qué estaría bueno cubrir o qué
estaría bueno sacar a la luz de la ciudad. Hacíamos como una especie de charla sobre lo que a cada
uno le gustaría hacer. Muchas notas surgían porque, por ejemplo, yo viajaba a determinados
lugares fuera del país entonces me ocupaba de cubrir esa nota de viaje. En lo que respecta a la

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ciudad, si había algún evento, los cubríamos desde una mirada Gonzo. Las notas surgían desde el
interés de cada uno, y también de las posibilidades.

*¿Cuáles eran los criterios de noticiabilidad que prevalecían?


El interés social. Había una nota que hizo Eloy que quizás tenía cierto criterio de noticiabilidad
porque era sobre un bar, que ya no está más, el Justicialista. Cuando abrió, habían ido unos
políticos y gremialistas a comer ahí. Su idea era ir ese mismo día para observar el movimiento,
pero no pudo. Fue otro día (risas). Pero ahí había un criterio de noticiabilidad: la visita de estos
funcionarios a este bar en particular. Después, por ejemplo, tenemos la crónica sobre el cine de la
cortada Ricardone. La idea de esa nota era mostrar un consumo alternativo de pornografía en la
ciudad, porque ese lugar, más allá de que muchos lo conocemos por “pasar y ver”, pocos sabemos
qué pasa adentro. Aparte se trató de marcar una época, como los setenta o los ochenta, en donde
había muchos cines porno en Rosario.

*¿Cuáles eran las fuentes de información de las que se valían?


Las fuentes de información para generar una noticia o una crónica generalmente son directas,
como cuando fui al Ejército de Salvación y estuve hablando con uno de los que regenteaba el lugar
que me proporcionó información. Más allá de mi mirada subjetiva, el testimonio de alguien que
labura ahí es importantísimo para armar tu crónica. En otras ocasiones es posible manejarse con la
propia subjetividad y lectura sobre el asunto. El Gonzo lo que tiene es eso, porque tiene más
ficción y te permite jugar con el contexto. Vos creás tu escenario en el Gozo, tranquilamente
podés concebir historias sobre algo y quizás no necesitás esa fuente directa o testimonio. Tenés la
posibilidad de idearlo vos, porque hay mucha invención y mucho de lo literario metido ahí.
Thompson muchas veces hacía eso: cuando se la pasaba en cualquiera y cuando llegaba el
momento de hacer algo creaba ficciones.

*¿Cuáles son las características de un medio alterno, independiente y alejado de los medios
masivos de comunicación?
Lamentablemente tiene todas las limitaciones. Pero lo lindo de estos proyectos es que uno no
busca el lucro cuando los hace, lo que se anhela es la experiencia y el hecho de reunirte, de
pasarla bien, de hacer lo que a uno le gusta, de generar un cambio. Hay que moverse mucho
también: contratar a la Municipalidad, tener algún tipo de apoyo, buscar fuentes alternativas y
formas de sustentar el proyecto para que ese dinero no termine saliendo de tu bolsillo. Como dije,
hay grandes limitaciones, fundamentalmente económicas y de tiempo.

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*¿Por qué se dejó de escribir Rosario Gonzo?
El proyecto se terminó porque Eloy y Cristian decidieron armar una web en donde hacían lo que
más les interesaba, que era escribir sobre cómics, videojuegos, música. Ellos dos se corrieron y
formaron “Central Mutante”. Quedamos Damián y yo por el otro lado haciendo Rosario Gonzo en
la web, que después se llamó “El Monoambiente”. Dejamos de hacer exclusivamente gonzo, pero
continuamos con las crónicas sociales y crónicas de viajes. También hicimos varias entrevistas,
incluyendo a periodistas de México y de Estados Unidos. Después seguís conectado con estas
personas, eso está bueno y es gratificante de los proyectos alternativos: conocer gente.
Finalmente, con el tiempo, me encontré con que mi compañero se empezó a meter mucho más
con el diseño. Dejó de escribir, y se volvió muy perfeccionista: no le gustaba tal nota y la
eliminaba, por ende no subía nada. Entonces estaba prácticamente solo produciendo el material.
En un momento intentamos convocar a más gente, pero éramos muy detallistas con esto de la
edición y yo no podía estar editándole las notas a la gente que se quería sumar. Había problemas
internos y de lo que podía ser publicable o no. Ahí fue cuando dijimos “hasta acá hemos llegado”.

*¿Por qué mutaron del Periodismo Gonzo a la crónica social?


El tema del Gonzo es que tenés ciertas barreras, porque te encierra en un género. Hay que ser una
mezcla entre cómico bizarro y, a la vez, tenés que encontrar siempre diferentes temáticas.
También necesitás mucho tiempo. La verdad es que nosotros nunca hicimos un Gonzo real, que
tiene que ver con viajar a determinado lugar, introducirte en determinado grupo. Para nosotros
eso era imposible. De hecho, salió una crítica en Rosario 12 en la que nos habían crucificado,
porque decían que éramos “periodistas de monoambiente” o que teníamos “departamentitis
aguda”. Y tenía razón (risas).

*¿Por qué considerás que los grandes medios de comunicación provocan – tal como lo definió
Ignacio Ramonet – “inseguridad informativa”? ¿Qué papel juega el Nuevo Periodismo en este
asunto?
La inseguridad informativa tiene que ver con el exceso de información. Hay un autor, no recuerdo
su nombre, que habla de “infoxicación”. Tiene que ver con la actividad de noticias, que es casi
como un bombardeo constante, que la gente consume activa o pasivamente. El Nuevo
Periodismo, como decía Fernández Cicco, ya es viejo periodismo. Todo lo nuevo es viejo. Si lo
entendemos como el tipo de periodismo que incluye elementos de la literatura y salirse de lo
estrictamente objetivo, hay que decir que la objetividad como tal no existe. Hay que entender la

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información como una mercancía. Detrás de eso están las empresas que negocian con esa
mercancía. La objetividad no corre, es como un lente: uno observa algo y en base a su mirada
surge el texto. Por eso nos gustaba el Gonzo a nosotros, porque tiene que ver con el enfoque de
uno en un hecho en particular. La verdad es relativa, no hay una verdad sino muchas.

*¿Existe o tenés conocimiento sobre algún tipo de capacitación para los trabajadores de prensa
que desean volcarse al Periodismo Gonzo o algún estilo similar?
En Rosario no hay nada específicamente de Gonzo. Pero hay talleres de periodismo y de crónica
social. Quizás lo mejor que puede haber son los que organiza el Sindicato de Prensa de Rosario. No
obstante, hay poco y nada en este sentido.

*¿Cuál te parece que es el perfil de un buen cronista?


El que se dedica al periodismo Gonzo es ególatra. Thompson lo fue, y de alguna manera el
Periodismo Gonzo murió con él porque, aunque fue fortuitamente, él fue quien lo creó. La crónica,
la subjetividad y la primera persona de alguna manera te terminan envileciendo o haciéndote
creer poderoso o alguien que puede decir lo que quiera. A veces hay que correrse de la primera
persona. No está mal la cuestión ególatra, pero está bueno correrse de eso y no estar siempre en
la primera persona. Yo ya adopté esa postura, me corrí de ese lugar.

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Camila Bettanin, Johanna Báez y Elías Miguel – Directora y redactores de Revista Qué Sapa

* ¿Cómo surgió la revista Qué Sapa?


Camila: Surgió hace un par de años, en 2014, como una inquietud entre un grupo bastante chico
de personas que teníamos la intención de generar un contenido, tanto de historietas como de
entrevistas o de noticias en la ciudad. No veíamos lugar donde publicarlo y decidimos poner una
revista propia y apostar a imprimirla por una cuestión un poco fetichista, digo eso porque
apostamos a eso por más que el auge de Internet no lo haga fácil. Me parece que, a pesar de eso,
hay mucha gente que aún prefiere tener la revista o un libro en la mano, olerlo, tocarlo, guardarlo,
marcarlo. Uno ve en los kioscos de diarios que Qué Sapa no es la única revistas que se vende, hay
mil quinientas más, sobre todos los temas, y la gente va cada sábado y domingo para llevarse su
revista bajo el brazo. Es algo que culturalmente sigue en circulación y apostamos a sumar a eso.
De todas maneras tenemos un soporte web, lo cual me parece bien también. En ese sentido, no es
que renegamos de Internet, la utilizamos y nos parece válido para difundir y para producir cosas.
No obstante, teníamos ganas de hacer la revista en papel y todavía las seguimos teniendo, es una
elección que hacemos constantemente.

*¿Siguen manteniendo el mismo grupo desde el inicio o ha variado?


Camila: Ese grupo chiquitito con el que surgió la idea sigue estando todavía, pero se ha ampliado.
En algunos números hemos tenido colaboraciones especiales también. El sistema mediante el cual
incorporamos gente nueva al grupo es bastante complejo, porque implica todo un engranaje de
cooperativas en las que nosotros participamos (es un grupo que lo integran cuatro cooperativas).
Entonces, las personas van llegando a alguna de esas cooperativas por distintos motivos y por una
selección o gusto personal elijen o no sumarse de algún modo al espacio de Qué Sapa que es un
grupo de producción audiovisual. O sea, para nosotros Qué Sapa es más que la revista: es un grupo
que produce contenido audiovisual y gráfico, porque hace la revista, tiene un soporte web, filma,
saca fotografías, etcétera. Entonces, en ese sentido, las personas se van acercando a alguna de
esas cooperativas y si tienen un interés o un deseo en algo de lo que hace Qué Sapa se pueden
incorporar.

* ¿Es redituable hacer la revista?


Camila: Uno lo piensa como un trabajo. Obviamente, como todos los medios y no solamente los
impresos, son deficitarios. Por lo tanto, hay bastantes apuestas en lo que tiene que ver con

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mecanismos de suscripción, con formas de venta, con nosotros que decidimos tener publicidad.
Pero, por ahora, siendo una revista bastante accesible para el que la compra (mantenernos así es
uno de los objetivos que tenemos) se intenta que, por el lado de la publicidad o el lado de la venta,
se puedan cubrir las producciones que cada uno tiene. Luego los ingresos difieren entre los que
solamente producen una noticia con los que también se animan a vender la revista o los que
consiguen publicidad. No obstante, tratamos de que las producciones puedan estar bien pagas.
Johanna: Es redituable en el sentido de lo que es la pasión. Uno, como yo, que está básicamente
desde el principio de la revista, se da cuenta de que es redituable en cuanto al laburo y a la calidad
de tu producción. Vos vas creciendo, eso es lo mejor que te puede pasar. Al ser un medio
independiente en un comienzo cuesta muchísimo, pero cuando uno va trabajando demasiado en
esto se da cuenta de que se puede ir logrando no sólo que te paguen por una nota, si no conseguir
un poquito más de publicidad y decir “bueno, ahora para la impresión se puede mejorar esto” y de
esta manera ir escalando. Eso es redituable. Podés llegar a un medio que ya está establecido en la
ciudad, que te paguen bien… pero no es lo mismo. La pasión es diferente.
Elías: Participar en la revista es mi primera experiencia como cooperativa, entonces yo considero
que trabajar de esta forma, en la que todo se tiene que hacer a pulmón, es valedero más que
redituable.

* ¿Qué Sapa está dedicada a algún público en especial?


Camila: Si, aunque no lo sabemos a ciencia cierta, uno trata de hablarle a alguien preocupado por
los problemas de la mayoría y trata de llegar o de trascender incluso las clases sociales. No
obstante, esté enfocado o no, me parece que termina consumiéndola en gran parte la clase
media, aunque uno está pensando también en clases más populares.

* ¿Cómo establecen el precio de la revista y dónde se comercializa?


Camila: De 2014 a 2017 lo hemos aumentado, pero tratamos de que sea accesible para quienes la
compran, por eso no nos hemos excedido. Está pensado para que se pueda cubrir la impresión y
se puedan pagar las producciones de una manera justa. Podría tranquilamente ser más cara, de
hecho hay otras revistas que lo son, pero por ahora ése es el mecanismo con el que nos
manejamos. Con respecto a la comercialización, Qué Sapa está en los kioscos de diarios y revistas,
está en librerías. También las vendemos en la calle o a través de las redes sociales. Hay algunas
cosas fijas y otras que forman parte de la inventiva de cada uno.
Johanna: El tema de la venta en Qué Sapa es diferente a otras revistas de Rosario, porque siempre

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estamos en combinación con las diferentes organizaciones de la ciudad porque simplemente nos
sobrepasa, laburamos todo el tiempo con ellas. Entonces nos pueden encontrar en las calles
mayormente, y es muy raro ver que una revista cultural esté tan ligada a eso. Aparecen diferentes
autores, pero no la revista en sí marcándose. En cambio nosotros sí, siempre estamos en
coordinación con cada movida. Siempre que alguien se está organizando, Qué Sapa está ahí a la
par, vendiéndose como producto y a la vez preguntando y haciendo más notas. Tratamos de que
el contenido de la revista se vincule con esto y de esta manera se enriquezca la redacción.

* ¿Cómo se abordan los temas a tratar?


Camila: Hay una línea editorial que va para cierto lugar, relacionado con poder tocar temas
populares que tengan que ver con la vida de una mayoría, y poder comprometernos y dar
diferentes versiones de un mismo tema o poder conversar con los involucrados en cada asunto.
Me parece que más importante que el tema que se elige es cómo se cuenta el mismo. Más o
menos, por el recorrido, por los gustos o por lo que sea, cada uno de los redactores tiene una
senda por la que va eligiendo las cosas que le interesan, pero la discusión está puesta en desde
dónde uno lo cuenta o qué quiere transmitir con eso que desea investigar, cuál es el sentido, para
qué le puede servir al lector. Esa me parece que es una discusión constante cuando proponemos
las temáticas: en qué suma, por qué se quiere hablar de esto, de qué modo se va a contar y qué se
busca transmitir, porque entendemos que el poder de lo que uno comunica es bastante fuerte y
tenemos un compromiso de hacerlo con cierta responsabilidad y no salir a decir cualquier cosa o
repetir lo que otros medios ya dicen. Como a uno le cuesta y lleva toda una organización bastante
intensa tratamos de aprovechar cada partecita de la hoja y estar seguro de qué es lo que
queremos transmitir. En ese sentido hay como una especie de desafío y compromiso de pensar
mucho qué es lo que a uno le interesa y cómo puede aportar desde la revista con esos diferentes
temas. Me parece que es una construcción diaria, que se va enriqueciendo entre cada uno de los
que estamos dentro del proyecto. Lo que está en discusión es cómo se trata un tema. En ese
sentido, uno está acostumbrado a leer otros medios y también en relación con toda esta
disyuntiva que existe entre los que son medios tradicionales y medios vinculados al Nuevo
Periodismo, lo que uno siempre escucha de colegas mucho mayores (en términos de experiencia,
del lugar desde donde publican, de la cantidad de lectores que tienen) son sus quejas en cuanto a
líneas editoriales de medios tradicionales donde los mandan de acá para allá para cubrir un
montón de notas en un mismo día. Estos periodistas tienen que andar corriendo, yendo de un lado
para otro según les indique el editor o director, y ya sabiendo qué frase le tienen que robar al

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protagonista de esa situación, que probablemente sea algo muy recortado. Bueno, en Qué Sapa es
distinto. Yo, como directora, trato de estimular cien por ciento exactamente lo contrario: que la
persona que viene con ciertos intereses e inquietudes las pueda reforzar y pueda encontrar cuál es
su voz propia para contar eso y cómo lo puede enriquecer del mejor modo posible. Y si esto le
lleva más tiempo, mucho mejor. Y si tiene que hablar con más personas para poder llegar a lo que
él o ella cree que es la verdad sobre ese tema, bueno, mucho mejor. Trato de proponer
totalmente lo opuesto de la situación que viven esos periodistas que se quejan. Quiero que cada
uno, y yo me incluyo porque también escribo en la revista, pueda superarse a sí mismo sabiendo
sus propias posibilidades. Cuando uno presiona es porque sabe que el otro puede dar un
productor mejor, no un copiar y pegar o una repetición de lo mismo. Buscamos pensar realmente,
y pensar con el otro y con uno mismo qué es lo que realmente vale la pena publicar.

* ¿Cómo identificar una buena historia?


Elías: Para mí una historia es buena cuando choca, no sólo contra la estructura de los medios de
comunicación, si no con esa estructura que está basada en el capital. Yo creo que el capital es
sinónimo de poder en la sociedad, entonces culturalmente nosotros estamos atravesados por
cuestiones que tienen que ver con gente que maneja mucho dinero, como son los grandes medios
de comunicación, entonces se encargan de tergiversar el contenido para que a nosotros nos llegue
una información que no es totalmente valedera. Cuando nos cambian la forma de pensar o nos
estructuran, empezamos a responder a eso, a cierto emplazamiento impuesto de manera directa.
Por lo tanto, todo lo que choque contra ese mecanismo y resulte “contracultural” yo considero
que encierra una buena historia.
Johanna: Para mí es diferente, todos somos diferentes en Qué Sapa y abarcamos los temas de
maneras distintas. Considero que todo puede ser una buena historia. El tema está (es lo que nos
ponemos a pensar los redactores en las reuniones) en por qué tiene que resaltar. Creo que se
trata de darle la vuelta y darse cuenta de que no se pueden naturalizar ciertas cosas que se tienen
que saber. Hay asuntos a los que no se le presta atención porque se naturalizan. Eso tiene que
cambiar. Y básicamente el trabajo que hacemos tiene como fin concientizar a los lectores de que
algo no está bien, que se fijen y sea posible cambiar un poco la realidad. No obstante, cuando se
hace periodismo, como cuando se escribe ficción, el tema es la redacción. Si no llama la atención,
no te leen. Y si no te leen, sigue todo igual. Queda en tu redacción atraer al lector, así que la
cuestión está en cómo contás más que en qué contás. Las historias están ahí, a la vista.

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Camila: Yo identifico una buena nota con lo que me produce y si me aporta algo nuevo, como una
visión distinta. Me parece que, de algún modo, es algo intuitivo. Pero en definitiva tiene que ver
con eso: si me aporta algo nuevo o no.

* ¿Qué recursos narrativos utilizan para atraer a los lectores?


Johanna: Yo los hago enojar. Creo que se empieza por ahí. Es más, nos enojamos nosotros mismos,
pensamos en aquellas situaciones que están mal y se les puede dar una vuelta de tuerca. El texto
tiene que ser tan atractivo como chocante, porque la idea es justamente que se lea y genere algo.
Camila: Trato de remarcar las cuestiones que pueden llegar a producir ciertas sensaciones o
emociones, o que por lo menos me las producen a mí, y cuando veo que hay una buena historia en
algo (porque me parece que en un solo texto puede haber varias buenas historias) trato de
remarcarlo. Lo hago con recursos de la literatura más que nada.
Elías: Para mí los recursos importantes son aquellos que logran generar un poco de cambio y de
alternativa. En el sentido de que el lector, cuando lea la nota o la entrevista, pueda hacer un clic e
incluso construir un poco su propio proyecto. Yo creo mucho en los proyectos tanto individuales
como grupales, y una de las maneras de poder intervenir en el sistema es generándolos y con ellos
darle para adelante.

* ¿Cuáles son las fuentes de información de las que se valen?


Camila: Tratamos de ir directamente a los involucrados del tema del cual estamos laburando. Nos
manejamos con los contactos de manera personal y realizamos entrevistas.
Johanna: En general no tenemos fuentes de información fijas, éstas se varían según las notas que
vamos haciendo.

* La Revista Qué Sapa es un medio alterno, independiente y alejado del perfil de los medios
masivos de comunicación. ¿Tiene limitaciones?
Camila: Creo que el límite tiene que ver con el espacio con el que contamos, es decir, las cincuenta
y dos páginas de las que se compone la revista.
Elías: Para mí uno de los límites son los temas. Como la revista está orientada a diferentes asuntos,
más que nada sociales, políticos y de derechos humanos, para seguir con esa línea hay cosas que
no tratamos. Personalmente, desde que estoy en Qué Sapa me hubiera gustado incluirlos. Son
temas de la nueva era: ciencia, espiritismo, yoga y meditación… aunque se pueden tocar, la revista

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no está orientada a ellos.
Johanna: Es lógico, Qué Sapa tiene una línea editorial donde ya está planteada de antemano cada
sección, como pasa con todas las revistas. Por ahí los vamos viendo a cada tema, eso lo charlamos
en cada asamblea. No es que no se pueden tocar los temas que nombró Elías, claro que es posible,
pero la redacción tiene que ser diferente. Nosotros tenemos que pensar en los lectores que
consumen Qué Sapa asiduamente y están acostumbrados al estilo que venimos trabajando. Hay
que vender tres mil números, pero sabemos más o menos cómo ir llevándolo.

* Ignacio Ramonet definió como “inseguridad informativa” a lo que provocan los grandes medios
de comunicación en este último tiempo. ¿Qué papel juega el Nuevo Periodismo y la Revista Qué
Sapa en este asunto?
Camila: Yo creo que la información es poder y que cada uno utiliza eso, cada medio maneja su
propio interés. Me parece que está en uno consumir con cierto espíritu crítico, sabiendo más o
menos de dónde viene eso que estás leyendo.
Elías: Yo creo que hay un sistema bajo el cual se manejan los grandes medios de comunicación. Los
dueños de éstos son personas que tienen mucho dinero, entonces están en la búsqueda de no
perder ese poder económico. Por esta razón, lo único que hacen con la información es
manipularla, a la vez que manipulan la cabeza de la gente para que sigan consumiendo noticias
basura, noticias que son contaminantes para las personas. No generan crítica, no generan formas
de pensamiento propio (que es lo que intentamos hacer en Qué Sapa). Personalmente creo que
está todo arreglado para que la sociedad no despierte y constantemente sufra las penas que ellos
mismos imponen. En ese sentido, nuestra revista puede ser una pequeña alternativa, pero válida.
Johanna: Yo pienso un poco más de lo mismo. Los grandes monopolios tienen sus escalafones,
esos que la gente consume a diario o, mejor dicho, lo que más consume. Pero bueno, todo es
manipulación igual, todo lo que contenga información. Sólo que algunos medios, como Qué Sapa,
proponemos algo diferente. Todo es una manipulación constante, hasta tu vecina que a su modo
te cuenta lo que pasó en la esquina.

* En este sentido, ¿qué aporta Qué Sapa de diferente?


Camila: Yo creo que va por el lado de lo que decía Elías. Tratamos de generar un pensamiento
propio y un sentido crítico de las cosas, queremos promover ciertos valores que tienen que ver
con el trabajo, con el repensar, con el compromiso, con la organización. Estos valores son los que

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nos mueven a hacer la revista, y es lo que proponemos también a los lectores a la hora de elegir
los temas, de realizar las entrevistas, de escribir las notas. Buscamos establecer otro modo de vida.

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Santiago Beretta – Director de Revista Apología.

* ¿Cómo se te ocurrió iniciar Apología?


Yo venía de leer a Enrique Symns, a Bukowski. También leía mucho la revista “El Porteño” (donde
escribía Enrique Symns), la revista “Fin de Siglo” (que la dirigía Zito Lema y en donde también
escribía Enrique Symns). Lo nombro tanto a Symns porque gracias a él llegué a esas dos revistas,
fue mi primer referente en ese sentido. A mí me gusta la literatura y también me gusta mucho
poder contar e investigar la vida cotidiana de las personas que viven en la ciudad. De leer mucho a
Bukowski, que era completamente ficcional, lo descubrí a Enrique Symns. La mayoría de sus
relatos, si bien mucho de lo que dice es “mentira”, está todo basado en una supuesta realidad.
Primero conocí sus novelas y luego su trabajo periodístico, así llegué a las revistas que mencioné
antes. Finalmente se me ocurrió hacer lo mismo, tuve la idea de crear Apología. Es más o menos lo
mismo, es decir, utiliza los mismos recursos que “El Porteño” o “Fin de Siglo” y trata de reflejar lo
que es hoy en día Rosario. La revista tiene crónicas, entrevistas, aguafuertes, ensayos, algunas
notas que son especies de informes periodísticos con temas concretos que van desde una cárcel
de menores hasta por qué se prohibió la música en el colectivo. Básicamente, la revista lo que
trata de investigar es la vida en la ciudad.

* ¿Cómo es el grupo de trabajo?


Va variando. Tenemos un grupo fijo y otro, que son los colaboradores, que cambia.

* ¿Qué opinás del Nuevo Periodismo?


Que ya es viejo, pero a mí me parece lo más lindo que dio el periodismo. En realidad existió
siempre, lo que pasa es que en los sesenta Tom Wolfe inventa el término para proponer una
forma nueva de hacer periodismo y literatura, que es una mezcla de las dos cosas o ambas a la
vez. Siempre los periodistas salieron a la calle y usaron recursos de los escritores, como por
ejemplo Roberto Arlt con sus “Aguafuertes” o los primeros cronistas que fueron los españoles que
hacían las “Crónicas de Indias” y le contaban a Europa cómo era América. Tenían todos los
recursos literarios y brindaban impresiones totalmente subjetivas sobre lo que significaba para
ellos venir a América. Walsh con “Operación masacre”, Truman Capote con “A sangre fría”.
Posteriormente Wolfe inventa el término, lo que le sirve a él para promocionarlo, para
posicionarlo y quizás en el momento habrá necesitado un montón de escritores y periodistas que
salgan a la calle. Fue una etapa de muchos cambios los sesenta, entonces un lugar de cruce entre
periodismo y literatura les permitía salir e investigar la época, tomar testimonios y contarla, y fue

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quizás el género más interesante o viable. Ahora se sigue usando y me parece que está bien. A mí
como periodista me parece que es lo más lindo, pero no todos los periodistas son escritores ni
tienen ganas de serlo. No necesariamente todo lo que se hace desde el periodismo tiene que ser
así. Pero para uno que le gusta la literatura y que en definitiva llegó al periodismo por eso, este
estilo es el mejor.

* ¿El periodismo pierde credibilidad cuando el periodista involucra su punto de vista en la noticia?
A esta altura, es decir, después de la Ley de Medios… no sé qué piensa la mayoría de la gente,
pero es imposible ver, por ejemplo, TN o 678 y no darse cuenta que están hechos para que la
gente le crea a uno u otro. El Día del Periodista se festeja porque Mariano Moreno fundó un
periódico que era totalmente partidario y el periodismo empezó con la Revolución Francesa para
defender ideas, no para ser objetivo. No se inició como una búsqueda de objetividad. Después de
la disfrazó de prensa liberal, para que haya una supuesta verdad y que la gente lo crea, pero era
una verdad totalmente burguesa, entonces si me preguntás si el periodismo es menos serio por
ser subjetivo te digo que no. Ahora bien, cómo lo interpreta la gente… no creo que en este
momento esté tan unificado el criterio social. Por un lado hay gente que sigue creyendo en la
objetividad y le cree a TN aunque no sean para nada objetivos… y hay gente que no. Me parece
que estamos en un momento más bien fragmentado en ese sentido, respecto a la consolidación
del sentido.

* ¿Por qué pensás que los medios masivos de comunicación gráficos no incluyen más periodismo
literario o crónicas en sus páginas?
Primero porque la gente no lee mucho, entonces no hay a quién venderle ese tipo de periodismo.
Por otro lado, porque es mucho más barato producir noticias rápidas, sin contenido, cuya mano de
obra es barata para las empresas. Y porque no le interesa a los dueños de los grandes medios
producir contenido interesante. Quizás en algún momento, por más liberales que hayan sido, hubo
medios de comunicación que se preocupaban por el estilo, por el arte, por la cultura, por contar la
vida… y ya se perdió eso. Entonces me parece que hay revistas de crónicas para un público
especializado o seguidor de eso y después la gran parte de la producción periodística es chatarra.
Se piensa como chatarra, se consume como chatarra y se paga como chatarra.

* ¿Es redituable hacer la Revista Apología?


No es redituable. Yo la vendo en la calle, y algunos compañeros también. No da pérdidas pero

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tampoco te deja plata. Se le puede sacar una que otra moneda, pero vendiéndola en la calle, en el
parque, en las librerías. Es todo muy de abajo. Pero hay que laburar, qué se yo.

* ¿Qué capacidad tiene el Nuevo Periodismo de comunicar los hechos?


La misma que el periodismo común, pero desde otro punto de vista. Me parece que un tipo que
no estuvo en el hecho puede informarlo tan bien como uno que sí estuvo. Por ejemplo, Rodolfo
Walsh no estuvo en la matanza del basurero de José León Suárez cuando matan a los obreros
peronistas, pero reconstruye lo que sucedió con una maestría total, incluso mejor de lo que haría
el mismo Hunter Thompson estando en los hechos. El tipo sin estar relacionado con nada se
involucra en la investigación y logra contar lo que pasó. Quizás otro periodista estando en el lugar
que ocurre el hecho, como protagonista o como testigo, también lo puede hacer. Son dos maneras
de llegar a lo mismo, que es contar algo. En ese sentido cualquier cosa es válida. Los
estadounidenses son buenos porque se han creado marcas. Tom Wolfe inventó el “Nuevo
Periodismo” como marca, lo mismo hizo Hunter Thompson con el “Periodismo Gonzo”. Por eso
nadie más hizo gonzo: es como si Borges le hubiera puesto un nombre a su estilo u Onetti al suyo.
No es más que eso. Servía, sí, para una época en donde la cosas estaban más estructuradas y así se
desestructuraron un poco. Ahora estamos en una etapa donde la desestructuración es un poco la
clave. Un escritor dijo: “El surrealismo ya no tiene sentido porque ahora hay relojes con forma de
Mickey Mouse”. Este movimiento tenía sentido cuando la sociedad era mucho más estructurada,
ahora perdió fuerza. Sirve, a lo mejor, como búsqueda estética pero no como irrupción colectiva.
El Periodismo Gonzo sirvió porque Thompson escribía muy bien, pero lo que quería en realidad era
hacer quilombo. Entonces se ponía él como protagonista de los hechos, rompía los huevos y batía
cualquiera. Le funcionaba bárbaro y a la gente le encantaba, y sigue gustando incluso ahora
porque está genial lo que hizo. Pero la potencialidad que tuvo el periodismo que propuso
Thompson la tuvo porque él era un tipo potente. Incluso él como novelista era muy potente, me
parece. Entonces lo que funcionaba de Thompson era que escribía bien más que nada. Y él lo
sabía. Eso sumado a todo el show que hizo después para poder vender. Pero yo de Hunter
Thompson rescato su pluma, su gran capacidad narradora.

* ¿De qué manera crees que el Nuevo Periodismo puede influir en los lectores en lo que respecta a
la Revista Apología?
No es una revista masiva, así que no sé qué influencia puede tener en término de que otros
periodistas han tenido una repercusión que de verdad trasciende en algunas cosas. Creo que

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puede gustarle a la gente, y eso es lo que yo quiero. Tengo la idea de que sirva, como influencia de
alguna audiencia y como un registro de la ciudad actual. Mi objetivo con la revista es contar cómo
es Rosario, entonces cuando la publicación desaparezca van a quedar los ejemplares en internet,
en las bibliotecas, etcétera. Y si algún día alguien quiere releer la revista va a poder releer también
la ciudad de esta época. Funciona como un documento, un registro urbano y eso me parece un
mérito. Después me importa que a la gente le guste más o menos, ojalá le encante. Pero eso
depende de qué tan bien escribimos, dibujamos y armamos nuestra revista.

* ¿Cuál es la relación actual entre el Nuevo Periodismo y el que hace la Revista Apología y los
medios masivos de comunicación?
Casi ninguna. La relación que tenemos es la misma que la que tiene cualquier ciudadano, es decir,
que los medios masivos te organizan el mundo y vos vivís en el mundo que organizan los medios.
Entonces nuestra cabeza, como la de cualquier persona y aunque no creamos del todo en los
medios, se acomoda un poco en base a eso. Enrique Symns me dijo una vez en una entrevista: “No
importa que vos veas o no televisión, porque todo el mundo lo hace. Entonces da igual, porque el
mundo está compuesto de personas que miran televisión. Es un mundo que termina funcionando
como lo organiza la televisión”. La relación que tenemos con los grandes medios es que nuestra
subjetividad está constituida por ellos, entonces nosotros lo que tratamos de hacer es contar la
ciudad desde otro lugar, desde el Nuevo Periodismo si se quiere. De esta manera partimos y
atravesamos el mundo que consolidaron los grandes medios, cuya agenda domina el sentido
común de la gran mayoría de la gente. Nos relacionamos básicamente porque somos parte de esta
sociedad.

* ¿Cómo surgió la idea de hacer la Revista Apología?


Me lo propuso un amigo y yo acepté por todo lo que comenté anteriormente. Uno era más pibe, y
en general lo que hace uno cuando es pibe es copiar un poco de lo que le gusta. A medida que lo
vas siguiendo, el proyecto va a encontrar un sentido propio. Me lo propuso un amigo y yo venía de
leer todas las revistas que dije, así que me gustó la idea. Me costó darle forma a algún número, o
esa forma se fue perfeccionando, pero era un poco por eso. Mi amigo era el primer diseñador y
estuvo hasta el número seis, desde el número siete que tenemos otra diseñadora. Es una revista
que tiene su llegada en el ambiente, tiene su pequeño público.

* ¿Cómo abordan y elaboran las notas para la revista?


Somos varios escribiendo, entonces cada uno propone lo que quiere hacer. Como yo soy el

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director, me consultan sobre los temas. Por ejemplo una vez uno de los chicos me dijo: “Para la
número quince quiero hacer una nota sobre Tablada, cómo era en los ochenta y cómo se convirtió
en lo que es ahora”. Me gustó, porque contamos Tablada para contar la ciudad, o sea contar la
parte por el todo. Fue una idea de mi compañero, él hizo la nota y yo solamente la edité. Apenas la
corregí y se publicó. Como director, por un lado mi trabajo es ese: escuchar las ideas de los demás
o sugerir ideas. Más que decir sobre lo que tienen que escribir ayudo sobre cómo hacerlo. Pero no
porque yo sepa más, si no porque soy el que tiene la totalidad de la revista en la cabeza. Como
tengo más en cuenta “el todo”, sé cómo va a funcionar cada cosa en relación a la otra y por eso
puedo sugerir y acotar, no porque sepa escribir mejor que los demás. A mí me gusta mucho ir a un
barrio que no conozco, caminarlo, ver su paisaje, escuchar sus historias, conocer a su gente y
porque me gusta eso generalmente hago crónicas sobre los barrios. En uno de los números de la
revista hice una sobre la Estación Rosario Oeste, que está en zona oeste. Yo fui, vi eso y me
impactó. No la conocía, es una estación de trenes que tuvo su esplendor en una época y que
ahora está abandonada. Tiene una estructura edilicia importante y el barrio quedó muy marcado,
porque hasta los noventa tuvo actividad ese lugar. A mí me sorprendió cuando me llevaron ahí. Así
como es importante lo que te impacta, el elemento principal para ser periodista es la curiosidad y
que te interesen ese tipo de cosas. Así surgen nuestras notas. Hay un escritor que te gusta y
querés hablar con él sobre literatura, eso va a la revista. A veces hacemos encuestas un tanto
locas: le preguntamos a la gente qué sienten el domingo a la noche sabiendo que al otro día
empieza nuevamente la rutina, qué sienten cuando están yendo a trabajar, qué sienten cuando
están trabajando, qué sienten cuando salen de trabajar… son inquietudes que tengo yo y que me
doy el gusto de preguntar a los demás, para saber qué les pasa a ellos. En base a eso después se
seleccionan diez respuestas y se publican en una página de la revista. Así surgen las notas: un poco
son las propias curiosidades, preguntas que uno tiene en esta vida donde no es muy lindo trabajar
o no es muy fácil el mundo para nadie, entonces la idea es contar la vida en la ciudad y también
contar cómo cada persona se siente con todas estas complejidades que es estar vivo, y
específicamente, estar vivo en Rosario hoy en día. Por un lado es contar la vida del hombre y de la
mujer que es siempre igual para mí (hay gente que va a decir que no, pero yo pienso que la vida es
siempre igual) pero con la particularidad de la época. Entonces contamos los sentimientos, los
sueños, los anhelos de las personas y por otro lado lo relatamos en un contexto del aquí y ahora
que, por supuesto, da forma y estructura a toda esa subjetividad. Esa es la idea de la revista,
porque qué siente alguien cuando trabaja se lo podés preguntar a un húngaro, se lo podés

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preguntar a cualquiera. Cada persona de cada ciudad te va a decir algo distinto, pero hay cosas de
todos los seres humanos que son comunes a todas las personas. Entonces a eso voy: por un lado a
contar lo humano, y por otro lado contar lo humano particularmente acá en Rosario. Este tipo de
periodismo está bueno, porque en general los medios tradicionales publican cosas que son obvias.
Siempre publican lo obvio. Pero si uno hace un periodismo que de verdad quiere rascar un poquito
más allá de lo obvio, aparecen cosas que te sorprenden. Uno aunque no quiera se estructura y se
llena de prejuicios, por la propia mentalidad humana de ver de una manera las cosas. Todos
pensamos que tenemos razón y todos sostenemos que las cosas son como nosotros creemos y nos
manejamos con esos parámetros. Incluso nosotros, que hacemos esta revista e intentamos ser
desprejuiciados y ver un poco más allá, tenemos nuestro propio formateo. Entonces cuando
escuchás lo que dice la gente te maravillás. Eso está bueno de hacer este periodismo, ese
momento de alguien te dice algo que realmente no te esperabas. Y está llena de historias la
ciudad, y de gente que está de la cabeza o de gente que te dice algo y vos no lo esperabas. Eso es
lo mejor de hacer Apología.

* ¿Cuáles son los criterios de noticiabilidad que prevalecen? ¿Cómo identifican una buena historia?
Esas cosas pasan a ser inconscientes, cuando vos hacés algo sostenido en el tiempo ya adquirís
una forma que funciona. Nosotros la tenemos, lo que no quita que en algún momento se puede
llegar a agotar. Al mismo tiempo, tenemos variantes para que no sea siempre igual. Algunas cosas
que probamos no dieron resultado y otras sí. Entonces de alguna manera se va dando solo, pero
uno trata de estar siempre atento igualmente. Como no tenemos nada que ver con la agenda de
actualidad ni con lo noticioso, si no con la vida en las calles, el criterio es justamente contar una
buena historia o hacer una buena entrevista. Y las buenas historias creo que las reconoce
cualquier persona que va por la calle, que no es periodista, y que le comentan algo de interés.
Cualquiera identifica una buena historia, el tema es que como periodistas eso solo no alcanza.
Tenés que escuchar una buena historia y tenés que saber contarla, darle forma, ponerle un
contexto para que tenga sentido y el lector pueda disfrutarla. Por un lado el trabajo consiste en
saber recoger testimonios. Más que identificar la buena historia el tema es cómo llegás a esa
historia: con quién hablás es fundamental. Una vez que llegás el paso siguiente es determinar
cómo la contás. Se trata de trabajo, trabajo, trabajo e ir aprendiendo y hacerlo cada vez mejor en
la medida en la que se pueda. Hay que escribir y seguir escribiendo hasta que se logre algo bueno
y si no se logra seguir. Ésa es la forma.

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* ¿Qué recursos utilizan para que la historia sea atractiva a la hora de plasmarla en el papel?
Un recurso interesante es que la voz de los entrevistados tenga importancia en el relato. Poner
comillas y reproducir la oralidad del entrevistado, porque cada persona habla diferente, tiene un
lenguaje diferente y ese lenguaje tiene que ver con su mundo, con su subjetividad, con sus
inquietudes. Alguien que vive en la calle usa palabras que aprende en la calle, entonces vos como
periodista entrevistás a esa persona y, si bien a lo mejor no la reproducís tal cual te habla, pero
incluís ciertos términos y formas de construir sentido. Si sabés cómo trabajar esto y sabés cómo
dejarlo reflejado en la transcripción la nota cobra mucho valor. Uno usa las palabras que son de su
mundo, entonces están describiendo ese mundo y, en última instancia, develando el sentido de
ese mundo. Por qué a la policía se le dice “yuta”, eso tiene toda una explicación detrás. Y cada vez
que se emplean ese tipo de términos por más que no se ejemplifiquen en la nota, gracias a ellos la
estás cargando de sentido. Al rescatar la oralidad del entrevistado le estás dando al lector una
relación mucho más directa con lo que estás contando.

* ¿Cuáles son las fuentes de información de las que se valen?


Tenemos fuentes de información fijas y otras que nos vamos cruzando o que nosotros mismos
buscamos. Contamos desde gente con las que nos topamos una vez, que nos han contado cosas y
que podemos volver a ver o no hasta un par de personajes que nos revelan más o menos lo que
necesitamos saber sobre distintos ambientes. En general es gente trabajadora, gente que ha
estado más en la calle y tiene sus historias. No tenemos demasiados contactos estables, pero hay
algunos. En definitiva, hay gente que consultamos bastante y otras que simplemente aparecen en
el momento.

* La Revista Apología es un medio alterno, independiente y alejado del perfil de los medios masivos
de comunicación. ¿Tiene limitaciones?
A la hora de la difusión. Tiene las limitaciones que tiene cualquiera que quiere moverse dentro de
la cultura de la ciudad. O sea en Rosario hay bandas muy buenas que las van a ver veinte personas
o hay escritores que son geniales y les cuesta llenar un auditorio si brindan una lectura. Ésas son
las limitaciones de la cultura rosarina. Por un lado noto que Rosario tiene un montón de figuritas
culturales que son puro humo y que se sostienen por el mismo ambiente de artistas y por el
mismo público que evidentemente le gusta el humo, el chamullo, lo barato, lo efímero, la
atorrantada cultural. Son figuritas que no duran nada porque justamente son figuritas y las cosas
de verdad se sostienen con trabajo. Por un lado el público de Rosario, y no lo digo específicamente

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por Apología porque estoy muy contento con la revista, deja mucho que desear. Son los límites
culturales de esta ciudad, que no va nadie a ver nada. Y también nosotros tenemos nuestra
responsabilidad porque somos un poco vagos a la hora de difundir lo nuestro. Pero hay algo que
pasa a nivel estructural que trasciende y nos deja en un círculo de amigos y conocidos. Yo salgo a
vender la revista en la calle. Nosotros imprimimos mil números por revista y se venden. Entonces
estoy contento. Sé que el día que no salga a vender más esos mil números me van a quedar acá en
cajas, pero bueno. Ése es el límite, la llegada. La cuestión monetaria no es problema porque no
queremos vivir de la revista. Si quisiéramos hacerlo, sí sería un gran problema, porque
directamente no podríamos.

* ¿Cómo organizan el tiempo para publicar la revista?


Ya sabemos los meses en los que va a salir (se publica tres veces por año) y ya conocemos más o
menos los tiempos de trabajo, entonces tenemos un mes para escribir las notas, quince días para
corregirlas… entre tal fecha y tal fecha tienen que estar las notas, entre tal fecha y tal fecha tienen
que estar corregidas y entre tal fecha y tal fecha se diseña. Así se hace la revista. Hay una cierta
estructura para que todo salga lo mejor posible.

* Ignacio Ramonet definió como “inseguridad informativa” a lo que provocan los grandes medios
de comunicación en este último tiempo. ¿Qué papel juega el Nuevo Periodismo y la Revista
Apología en este asunto?
Lo que pasa es que el Nuevo Periodismo es casi literatura, con el gancho de que el ocasional lector
que no es muy amante de la ficción quizás se anime a leer algo así para que vea, por ejemplo,
cómo vive un grupo social que le llama la atención o cómo se sobrevive con $2,50 por día… desde
gente que come de la basura hasta un tipo que sale a robar vacas para repartirlas por el barrio. Al
tipo que no le gustan los cuentos por ahí eso, como un registro más real, sí le interesa. Y lo que
tiene el Nuevo Periodismo es que, al ser literario, yo creo que cualquier cosa que sea literatura
hace bien a las personas. Entonces en ese sentido se puede combatir la “inseguridad informativa”.
El periodismo es la principal arma que tiene el sistema para que la gente no piense, para que la
gente viva asustada. Es una gran psicopateada a nivel masivo. Eso es el periodismo: una persona
que te hace la cabeza para que seas su esclavo. Y lo que puede tener el Nuevo Periodismo es que
es liberador en tanto y en cuanto es literatura y la literatura hace bien a la gente, el periodismo
hace mal. No obstante no alcanza con hacer Nuevo Periodismo, hay que terminar con los grandes

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medios y con esta vida y hay que hacer otra vida. Pero bueno, eso no se puede. Hasta ahora no se
pudo, se podrá en otro momento. Mientras tanto sirve como un respiro nada más.

* ¿Existe o tenés conocimientos sobre algún tipo de capacitación para los trabajadores de prensa
que deseen volcarse al Nuevo Periodismo?
Cada tanto hay talleres, hay charlas con colegas, hay jornadas con algún profesor. Pero para mí la
mejor capacitación es leer mucho. El que quiere hacerlo puede, como todas las cosas se aprende.

* ¿Cuál te parece que es el perfil de un buen cronista?


Tiene que ser curioso y tiene que ser atrevido para conseguir la información que necesita.
Después, es fundamental que escriba bien. Lo que de verdad importa cuando vos escribís algo, es
que le guste al que lo lee. Después si usás la primera persona o no, si sos autorreferencial o no,
cómo hiciste para conseguir lo que conseguiste… eso es todo secundario. Al fin y al cabo, lo que
importa de un texto es que den ganas de leerlo.

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Agustín Aranda – Periodista y redactor del diario “El Ciudadano”.

*¿Qué opinas del Nuevo Periodismo?


Opino que está en un momento muy particular, si entendemos al Nuevo Periodismo como aquello
que empezó con Tom Wolfe, tenemos que comprender que no solamente pasaron muchas
décadas si no que pasaron muchos subgéneros que trataron de poner en duda a ese tipo de
narrativa. Creo que el Nuevo Periodismo que se basaba en la idea de salir de lo estrictamente o
presuntamente objetivo de la noticia para incluir la mirada de quien escribía hoy está en jaque a
partir de que la construcción del acontecimiento está siendo interpelada por los usuarios. Éstos ya
son quienes, no solamente deciden si creen o no, si no que efectivamente participan en la
reproducción y multiplicación de esos acontecimientos. El Nuevo Periodismo de alguna manera se
guía en un momento en donde había menos frentes abiertos para crear un acontecimiento, es
decir, si yo hacía una crónica como hizo Hunter S. Thompson sobre los Hell’s Angels (una de las
grandes obras de él), eso salía ahí y después tenías dos o tres coberturas más. Y más allá de dónde
esté posicionada cada una, ése era el universo de relatos que daba cuenta de esos hechos y de
esas personas. Hoy no tenemos eso. Hoy tenemos una multiplicidad que, si bien no está
legitimada, como esos “canales” lo estaban, sí tienen la oportunidad de interpelar, de criticar y
hasta de sumar. La apertura al lector es un lugar donde nos sentimos súper plurales y
democráticos, y en cierto punto no sé si estamos contribuyendo a desinformar, a generar una
opinión más nociva o poco saludable. A mí me parece que el problema principal del Nuevo
Periodismo tiene que ver con no solamente elegir por qué mi mirada es importante, si no armarla
y protegerla lo suficiente como para que sea un recorte más honesto respecto a mis objetivos. Hoy
en día las posibilidades de Internet permiten que vos puedas compartir tus fuentes, lo cual es
contribuir pero también implica defenderte frente a un hipotético “este tipo dice eso porque es K,
porque es M, porque es J”. El problema principal del Nuevo Periodismo tiene que ver con
encontrar un lugar genuino y honesto a partir de ofrecer cuáles son tus fuentes.

*¿El periodismo pierde credibilidad cuando el periodista involucra su punto de vista en la noticia?
Yo no sé si pierde credibilidad. A mí no me parece tan importante la mirada del periodista a menos
que lo demuestre. Pienso esto, argumento esto. ¿Tu argumento es válido o es solamente una
forma de egoísmo más? ¿O es una forma de reducir la experiencia al mínimo común denominador
y realmente no apelar a buscar e interpelar a nadie? El periodismo, al menos así yo lo entiendo,
tiene que pensar en un lector y no tiene que pensar en ese “lector modelo” que es solamente uno

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ni pensar lo mucho que me va a gustar que la gente me mire a mí. El periodismo tiene que pensar
en qué información necesitan las personas para formar opiniones que permitan poner en debate
problemáticas que, hasta el día de hoy, no se resuelven; como políticas de género, violencia y un
montón de cuestiones que nosotros, si no pensamos en qué escribimos, estamos reproduciendo. Y
si yo en el medio bajo ningún tipo de explicación pongo cuál es mi aproximación a eso, no sé en
qué estoy aportando. Y para mí el periodismo también debe tomarse el tiempo necesario para
aportar algo a la discusión.

*¿Por qué pensás que los medios masivos de comunicación no incluyen más periodismo literario o
crónicas en sus páginas?
Hay dos temas: uno está cruzado por hábitos. Hoy en día el tiempo que acostumbramos a darle a
las noticias y a la construcción de los acontecimientos en nuestra vida es acotado – recordar que el
periodismo, junto con la literatura, es una de las formas más populares de resolver cosmovisión.
Cuando vos estás resolviendo cosmovisión con los medios de comunicación no se te proponen
muchas ofertas en donde el tiempo sea el tiempo de la crónica, osea el tiempo de la literatura
periodística un poco más pesada (“pesada” en cuestión de tiempo). Si en cuatro o cinco párrafos,
como hoy algunos teóricos sostienen que debe ser la lectura web, vos no podés resolver una
información, en líneas generales las personas (por la propia estimulación que tienen del celular, la
computadora o lo que sea) se dispersan. El muy buen desafío de periodistas que todavía intentan
hacer crónica porque entienden que en la crónica el rédito está en que “si yo te voy a contar las
cosas con más tiempo es para que vos pienses más sobre esto, es para que yo te vaya llevando a
una complejización en el relato, para que yo te lleve a reflexionar un rato conmigo”. Ahora el tema
es: yo al principio y en el medio y en el fin te tengo que atraer, te tengo que seducir. Si yo no estoy
haciendo eso y especialmente si no lo estoy haciendo al comienzo, adiós, no hay tiempo para la
crónica. El otro tema básicamente es ese: el tiempo.

*¿Cómo identificás una buena historia?


Muy buena pregunta. A mí personalmente hay temáticas que me gustan, entonces cuando
encontrás un punto de partida que tiene un arraigo en una persona en particular y encontrás que
a esa persona el mundo le cambió ahí ves el principio de una historia. Yo hice varias crónicas,
participé en unos cuantos talleres de crónica; de hecho ahora estoy concursando para la beca de
Cosecha Roja. Lo que me ocurre es lo siguiente: cuando encuentro una persona a la cual le puedo
explicar un montonazo de la vida en uno o varios acontecimientos que son comunes a un

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contexto… ahí hay un “historión”. La última buen historia que yo encontré fue la de Rubén Landini
que tenía 25 años y que en la madrugada del 24 de marzo iba a trabajar en bicicleta a Granadero
Baigorria desde la zona oeste y a las 4 de la madrugada, por razones que nunca se pudieron
establecer, alguien lo lleva por delante con un auto. Pasan dos horas y, como no tenía
identificación, cuando lo encuentran él pasa todo el Día de la Memoria como “NN”. Eso me
pareció muy fuerte: el trabajo de la fiscalía es tan paupérrimo que no lograron dar con ningún
responsable, entonces esa causa de archiva como “NN”. A mí los “NN” siempre son una buena
historia.

*¿Cuál te parece que es el perfil de un buen cronista?


Primero te tienen que gustar las historias, te tiene que gustar la narrativa, te tiene que gustar la
ficción. Tenés que poder ver la ficción en la realidad. Tenés que leer mucho, te tiene que gustar
leer, porque tenés que entender lo que significar ser seducido por un texto y tratar de hacer eso,
que es lo más difícil. El cronista tiene que seducir todo el tiempo. Cristián Alarcón, que es un gran
escritor, nos dijo en uno de sus talleres que un buen cronista es una persona que siempre se
pregunta cosas, que en su día a día se pregunta cosas, que se pregunta mucho cómo y por qué, y
que muy pocas veces está satisfecho con eso, entonces tiene su pedazo historiográfico, de
biográfico y de alguna manera busca sentidos. No es una persona a la cual la vida le pasa por al
lado y entiende que la vida es siempre lo mismo y que es aburrida. Todos los días hay cambios
muy grandes en nosotros y eso vale la pena contarlo.

*¿Qué capacidad tiene el Periodismo Gonzo de comunicar los hechos?


Tiene todas las capacidades y posibilidades, el tema es que tiene que estar bien hecho. Hunter
Thompson entendía el Gonzo como la única forma en la que él podía hacer periodismo. Me parece
que el Gonzo muere con él, pero las posibilidades para contar a partir de este subgénero son
muchísimas. No obstante hay que hacerlo con la responsabilidad de ese involucramiento, el cual
yo no estoy convencido que se pueda dar en todos los casos. Thompson pudo hacer muchas cosas,
entre ellas meterse en algunos lugares y contar algunas realidades y llevarlas hasta el extremo de
lo real, formando parte y, a la vez, sacándole la matriz de por qué eso está ocurriendo. Y eso es
dificilísimo. Porque cuando uno es parte, no nos preguntamos cosas. En la carrera de Kentucky los
tipos no se estaban preguntando “por qué nos vamos a emborrachar, nos vamos a gastar toda la
plata mal habida que tenemos, y ponernos del orto en este lugar”. Nadie se lo preguntaba. Bueno,
Hunter Thompson, que no es de ese palo, puede meterse ahí y preguntárselo. Yo no creo que

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todos los cronistas puedan estar preparados, por la propia ley de empatía que te ocurre cuando
vos hacés una crónica, a poder criticar desde adentro. Lo que propone Thompson es: yo voy a
estar adentro. Yo voy a ser uno más de los Hell’s Angels. Y aun así, cuando me despierte de esta
borrachera, voy a tratar de explicarte por qué a estos tipos se los ve de estar manera. Y los voy a
criticar. Y probablemente me van a odiar. Eso, cualquier periodista no está preparado para
hacerlo. Porque pensá cómo funciona el periodismo policial en Rosario: te la pasás hablando con
canas hasta que un momento terminás diciendo “masculino”, “femenino”. Terminás
compartiendo muchas instancias que no son las tuyas y, por la propia ley de empatía, por la propia
necesidad de hacer fuente, vos te terminás amigando con esa gente. Terminás perdiendo
posibilidades de criticarlos. Eso no lo permite el Periodismo Gonzo. Y por eso te digo que no
cualquiera lo puede hacer. Porque necesitamos en el mundo de la primicia, que es el cáncer del
periodismo, ser amigo del funcionario, del policía, del fiscal, porque me resuelven el problema
productivo y económico del periodismo. Y cómo correlato, ¿qué tipo de información podés dar?
Ninguna, o la que ellos quieren. Es muy potencial para informar el Gonzo, pero no creo que
muchas personas estén en condiciones de hacerlo. Yo no estoy en condiciones de hacerlo. Hay que
tener un desapego de todo vínculo. La empatía es algo que se da porque tratamos con seres
humanos como uno, por eso es fundamental enajenarse de todo eso, estar midiendo todo el
tiempo al otro y, al mismo tiempo, tratar de entender como ese otro funciona.

*¿Por qué considerás que un medio alterno, independiente y alejado del perfil de los medios
masivos de comunicación tiene tantas limitaciones?
Inicialmente porque los medios están hechos de periodistas y los periodistas, vuelvo a decir,
tienen estas cuestiones, como que son bastante cómodos. Sobre todo el periodista que no está en
los alternativos. Cuando no estás en los alternativos es porque tenés un modus vivendi asegurado.
Pero ese modus vivendi significa que vos no hagas periodismo muchas veces. Entonces qué tan
sustentable es si yo tengo una muy buena crónica, un muy buen trabajo periodístico, pero no
tengo estructura o no hay economía a la que le interese mirar a fondo. No hay economía a la que
le guste criticar todo el tiempo a la fiscalía, a menos que tenga algo en agenda. Los medios son
justamente eso, medios para algo. Hoy en día casi nadie gana por publicidad o por venta de tapa.
No hay economía a la que le interese hacer periodismo en estado puro, periodismo que critique,
periodismo de largo aliento. Porque el periodismo interpretativo lleva su tiempo, y nadie te garpa
una crónica, porque en ese tiempo que te lleva hacerla hay un montón de monitos que se sientan
y escriben el triple, de informaciones que no son realmente tan importantes para poder mover un

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poquito la opinión pública, para poder reflexionar, para abrir un poco la discusión legislativa, para
lo que vos quieras. Del sueño hermoso de querer hacer una revista los límites de llegar a fin de
mes con eso, te debe imponer. Y en las empresas hay casi cero espacio para eso. Porque no lo
permiten, porque un día te dicen: “vos tenés que escribir eso” o “vos no podés escribir eso”.
Entonces, situación a situación, te vas haciendo más amigo del fiscal, del funcionario, del policía.
Te vas quedando contento con que llegás a fin de mes. Te vas enajenando.

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Álex Ayala Ugarte - Periodista y escritor español. Miembro de Nuevos Cronistas de Indias.

* ¿Qué te resulta significativo del Nuevo Periodismo?


El periodismo narrativo fomenta la curiosidad del periodista. Ese es el motor que creo que nos
mueve a todos los que nos dedicamos a esto.

* ¿Por qué considerás que los grandes medios de comunicación provocan - tal como lo definió
Ignacio Ramonet - "inseguridad informativa"? ¿Es el Nuevo Periodismo una buena alternativa ante
este desencanto?.
En general me parece que los grandes medios también tratan de hacer un trabajo serio. Pero el
modelo de negocio ya no funciona. Y eso está haciendo tambalear a los medios. El modelo no
funciona y se despide gente. Se despide gente y la calidad disminuye. El Nuevo Periodismo no es
ninguna aspirina ante este dolor de cabeza. Es una manera distinta de reportear y contar las cosas.
Pero no la piedra filosofal.

* ¿Cuáles son las limitaciones de un medio alterno, independiente y alejado del perfil de los medios
masivos de comunicación?
La falta de plata. Cuando no hay plata y no puedes pagar a la gente no sueles durar mucho como
medio.

* ¿El periodismo pierde credibilidad cuando el periodista involucra su punto de vista en la noticia?
Un periodista, de una manera u otra, siempre involucra su punto de vista en la noticia. El
periodista jerarquiza la información y ahí ya interviene. Lo que tiene que hacer un periodista es
reportear todo lo posible, con profundidad, buscando partes y contrapartes, etc. Y, por supuesto,
no inventar, exagerar o tergiversar los hechos.

* ¿Qué beneficios tiene combinar periodismo con literatura?


Produces textos más agradables de leer. Que mantienen la atención de los lectores. Que se leen
como si fueran un cuento.

* ¿Cómo identificar una buena historia? ¿Qué puede derivar en crónica y qué no?
Esta pregunta es demasiado amplia. Me remito a la primera pregunta. El punto de partida es que

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la historia despierte tu curiosidad y la curiosidad del lector. También es importante que tenga
ingredientes que la vuelvan universal y personajes con los que la gente pueda identificarse.

* ¿Cuál te parece que es el perfil del cronista?


El cronista es un periodista normal y corriente. Lo que debemos pedirle, como al resto de los
periodistas, es que lea mucho. Esa es la base de todo lo demás.

* ¿El periodismo debe salir a contar historias a través de la narrativa?


Supongo que sí. Pero el periodismo narrativo no va a salvar a nadie. Los medios que se dedican al
periodismo narrativo también cierran. El periodista lo que debe hacer es salir a la calle y
comprometerse. No me acuerdo quién decía que la realidad escribe siempre mejor que nosotros.

* Teniendo en cuenta tu experiencia, ¿por qué crees que la crónica periodística no tradicional, el
periodismo literario y la literatura de no-ficción son recursos poco utilizados en el medio?
Imagino que porque obligan a los medios y a los periodistas a invertir tiempo y dinero. Y son muy
pocos los que están dispuestos a eso.

* ¿Qué te motiva a escribir crónicas? ¿Cuáles son tus influencias?


Escribo crónicas porque todavía hay historias que me llaman la atención. Simplemente por eso.
Influencias tengo muchas: Alma Guillermoprieto, Jon Lee Anderson, Marco Avilés, Susan Orlean,
Juan Manuel Robles, Ander Izagirre, Gay Talese, Martín Caparrós, Leila Guerriero, Josefina Licitra y
un sinfín de periodistas más. Sólo te he mencionado algunos.

* ¿Para qué sirve una crónica?


Sirve para contar las cosas de otra manera. Y da importancia no sólo a lo que se cuenta, sino a
cómo se cuenta. Ahí creo que está su valor añadido.

* ¿Existe el periodismo objetivo?


No. En una noticia se jerarquiza. Y en una crónica siempre hay un punto de vista, una mirada.

* ¿Qué capacidad tiene el Nuevo Periodismo de comunicar los hechos?


Los textos son más vívidos y más intimistas porque todo pasa por el filtro del periodista. Pero

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también se centran en unos hechos que hay que contar. En ese sentido, me parece que su
capacidad de comunicar algo es la misma que la del periodismo tradicional o que ya de aquellos
periodistas que prefieren utilizar la tercera persona. Lo que hay que tener en cuenta es que no
todos los temas sirven para hacer . Y tampoco, obviamente, todos los periodistas.

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Emilio Cicco – Docente universitario, creador del Periodismo Border y autor del libro de crónicas
“Yo fui un porno star”.

* ¿Qué te resulta significativo del Nuevo Periodismo?


Lo más significativo es que de nuevo no tiene nada. Ya pasaron más de 50 años desde que
irrumpió el nuevo periodismo y no ha salido nada que lo supere. Por eso, hace diez años concebí el
Periodismo Border, como un modo de aportar novedad al género. Y además, empecé a dar talleres
de algo que llamo Nuevísimo Periodismo.

* ¿Por qué considerás que los grandes medios de comunicación provocan - tal como lo definió
Ignacio Ramonet - "inseguridad informativa"? ¿Es el Nuevo Periodismo una buena alternativa ante
este desencanto?
Porque hay un bombardeo de información tal que nadie sabe bien a quién creerle. El Nuevo
Periodismo siempre es interesante porque apunta al periodismo de autor. A que la firma sea el
mayor capital de confianza que tenga el lector.

* ¿Cuáles son las limitaciones de un medio alterno, independiente y alejado del perfil de los medios
masivos de comunicación?
La gran limitación es siempre la limitación económica. Es difícil solventar un medio independiente
hoy en día.

* ¿El periodismo pierde credibilidad cuando el periodista involucra su punto de vista en la noticia?
Para nada. El periodismo sólo pierde credibilidad cuando no cuenta la verdad, cuando recorta la
realidad y cuando se alinea con los intereses del medio. Todo eso lleva a que pierda credibilidad.

* ¿Cómo identificar una buena historia? ¿Qué puede derivar en crónica y qué no?
Siempre les digo a mis alumnos que busquen lo singular en cada historia. Aquello que la hace
excepcional, irrepetible. Siempre funcionan todas las historias que van contra la corriente.
Impensadas. Que tiran abajo preconceptos. Esas me encantan.

* ¿Qué posibilidades hay de que una crónica forme parte de la agenda setting?
Hay posibilidades, claro. Porque contar una buena historia también puede aportar una primicia. Es

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decir, narrar una crónica no significa que uno deje de perseguir un título y una novedad y quiera
provocar una reacción en cadena de lectores.

* ¿Cuál es el perfil de un buen cronista?


Curioso. Intrépido. Buscador. Con mirada propia. Y con herramientas suficientes de escritura para
convertirse en un periodista de autor.

* Teniendo en cuenta tu experiencia, ¿por qué crees que la crónica periodística no tradicional, el
periodismo literario y la literatura de no-ficción son recursos poco utilizados en el medio?
Por falta de tiempo, por falta de educación, por falta de espacio.

* ¿Qué te motiva a escribir crónicas? ¿Cuáles son tus influencias?


Me mueve siempre la curiosidad. Todo me da curiosidad. Todo me genera preguntas y sobre todo
me dan ganas de escribir historias, en especial en aquellos temas y personajes que nadie les presta
atención.

* ¿Existe el periodismo objetivo?


No. Pero existe el periodismo sincero y auténtico. El que te muestra sin tapujos lo que descubrió,
el que elige la brutalidad en lugar del filtro.
*En el marco de una sociedad cuya noción de periodismo es que los trabajadores de prensa deben
ser ajenos al hecho que informan, ¿considerás que es viable el Nuevo Periodismo?
Siempre lo es. Siempre los lectores aspiran a leer textos que tengan más condimentos que el sólo
hecho de enunciar datos y dar información. Quieren una trama, una trastienda, quieren espiar por
la cerradura. Quieren compartir también los descubrimientos de quien escribe. Pero para eso,
claro, es necesario periodistas que estén a la altura del desafío.

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Jorge Gabarrón y Nicolás Grossman – Redactores de la revista y blog “Prensa Impresentable” de
Buenos Aires
(Nota: La entrevista se realizó de modo inconcluso vía Skype y, al día de la fecha de entrega del
trabajo de investigación, no volvió a retomarse)

* ¿Qué te resulta significativo del Nuevo Periodismo? ¿Qué capacidad tiene de comunicar los
hechos?
Gabarrón: Me resulta significativo que utilice las técnicas periodísticas del periodismo
convencional: el tipo de escritura corta, concisa, con sujeto – verbo – predicado, oraciones y
párrafos breves. Va directo a los hechos, utiliza una pirámide invertida en donde se va de lo más a
lo menos importante y siempre se responde a los cinco grandes interrogantes (qué, quién, cómo,
cuándo y dónde). Estas características el Nuevo Periodismo las utiliza rompiendo ciertos
márgenes, algo que el periodismo tradicional no se permite. Esto hace que el Nuevo Periodismo
llegue a otro tipo de lectores, no sólo al tipo que lee el diario, si no a aquellos que están
interesados en la literatura u otra clase de medios de comunicación. El Nuevo Periodismo tiene la
posibilidad de “empatizar” con el lector mediante sus vivencias. Busca un tipo de público que
comparta el mismo punto de vista, así como también gente que no lo haga.
Grossman: La capacidad que tiene de comunicar los hechos es grande, porque tiene márgenes
más amplios, con otras técnicas y quizás extensiones un poco más largas. Es mucho más
descriptivo, entonces se pueden informar los hechos de una manera distinta, con un enfoque
diferente, quizás una misma idea se puede hacer más visual o más sensible que si fuera expresada
a través del periodismo tradicional, que es más directo. Se le puede entrar por distintas aristas a
una historia y no sólo a hechos concretos.

* ¿Por qué considerás que los grandes medios de comunicación provocan - tal como lo definió
Ignacio Ramonet - "inseguridad informativa"? ¿Es el Nuevo Periodismo una buena alternativa ante
este desencanto?
Grossman: Yo creo que viene de un campo teórico que define la seguridad no sólo como la
protección ante la violencia, sino que también tiene que ver con una experiencia de vida en la cual
uno tenga garantizado los derechos básicos fundamentales, como pueden ser la salud, la
educación, la alimentación, la vivienda. Dentro de esos derechos, y más que nunca en esta época,
está el de una información certera y confiable tanto para tomar las decisiones individuales como

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para aportar a las discusiones y los debates de los temas públicos que hacen a toda la sociedad.
Entonces cuando uno no tiene esa información o cuando está tergiversada o atravesada por
intereses que la vuelven sesgada, estamos ante esa situación que Ramonet llama “inseguridad
informativa”. Uno no puede satisfacer las necesidades básicas de conocer procesos, hechos e
historias que ocurren dentro de su sociedad, lo cual la comunicación debería garantizar.
Gabarrón: Con respecto a eso también nosotros, en nuestra edición número cuatro, publicamos
una cita que aparece en el libro de Hunter S. Thompson “Los Ángeles del Infierno”. La frase es de
Kirkegaard, un filósofo y teólogo del siglo XIX y dice: “La prensa diaria es el principio maligno del
mundo moderno y el tiempo no hará sino poner de manifiesto este hecho con una claridad
progresiva. La capacidad de degeneración del periódico es de una sutileza ilimitada, puesto que
siempre puede hundirse más y más en su elección de lectores. Al final inflamará a todas estas
escorias de humanidad que ningún Estado ni gobierno puede controlar”. El tipo en el siglo XIX
predijo que los gobiernos no iban a poder controlar a un tipo de prensa que publica todos los días.
La prensa diaria lleva a una inmediatez que a veces está plagada de errores, uno no puede revisar
todos los hechos. Y eso que Kirkegaard no conocía Internet o el cable, donde se publican noticias
todo el tiempo. Pero, justamente, no se pide perdón por esos errores, simplemente se sigue
adelante. Los medios saben que un error que se da en una semana deja de existir para siempre
solamente con taparlo con otro escándalo la semana siguiente. Son indomables porque manejan
muchísimo dinero, porque su exposición es enorme, porque controlan la agenda del país, porque
se enriquecen con la publicidad y porque tienen demasiados recursos. Como dice la cita, la
capacidad de sutileza de los periódicos es ilimitada, porque su modo de manejarse no es
perceptible para todo el mundo, para el ciudadano común o las personas que estudiaron otra
profesión. Les es muy difícil, por más que se los expliques, entender como un periódico puede
estar manipulando su vida. No sólo “tu vida” en relación con quién votás, por ejemplo, si no
también con tu estado de ánimo o con qué decisiones tomás con respecto a tu economía. Eso es la
inseguridad informativa para mí.
Grossman: Con respecto al Nuevo Periodismo, yo creo que depende de la definición estricta. Si
para vos el Nuevo Periodismo es simplemente una manera de narrar, un modo de acercarse a una
historia, quizás no sea “la” solución ante la inseguridad informativa. Personalmente yo creo que lo
que puede diferenciar a una sociedad que tiene seguridad informativa de una que no son las
condiciones materiales bajo las cuales se produce la información que circula en ella. Es decir, si son
las grandes empresas las que van a financiar la producción y la circulación de información, por más

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que existan periodistas que escriban con la mayoría de los requisitos del Nuevo Periodismo, la
situación no va a cambiar. Si hablamos de un Nuevo Periodismo autogestionado, sí puede ser que
contrarreste la inseguridad informativa.
Gabarrón: En la época en la que surgió el Nuevo Periodismo el que lo practicaba conseguía
trabajo. Hoy en día, no es tan así. Antes existían medios alternativos, existían medios como la
Rolling Stone, existían columnas de diferentes diarios del país, donde se permitía ese tipo de
escritura. Entonces, con esas facultades, vos podías ejercer el Nuevo Periodismo. Hoy en día que
te contraten de la nada porque escribís buenas columnas, tenés buena cabeza y hacés una buena
relación de hechos, bagaje histórico y literatura (y encima empatizás con la gente), es difícil. No te
contratan por eso, te contratan para escribir en Internet, rápido, inmediato y hasta mal si es
necesario. Y el Nuevo Periodismo definitivamente no es así.
Grossman: Lo que pasa también es que si eventualmente aceptaran una historia así dentro de un
diario sería una gota en el mar, queda tapada por lo cotidiano.
Gabarrón: Sí. Encima el que practica el Nuevo Periodismo se nutre de ese periodismo que critica,
lamentablemente lo tiene que leer todos los días, porque si no está aislado de lo que es una de las
supuestas realidades que vivimos.

* ¿Cuáles son las limitaciones de un medio alterno, independiente y alejado del perfil de los medios
masivos de comunicación?
Gabarrón: La limitación es el dinero. Pura y exclusivamente. Es muy difícil vender publicidad si no
sos conocido. Todo es mucho canje. Hay gente que te paga obviamente, pero hablamos del
volumen. Lográs todo, lográs que te paguen, lográs financiarte. Pero dependés mucho de la
situación económica del país. Nosotros, entre el 2009 y el 2012, imprimimos periódicamente de
tres a cuatro revistas por año y ahora en 2017 nos resulta imposible imprimir sólo una. Por esto
financiamos una página web. Pensar en el volumen de los medios masivos de comunicación que
no sólo reciben ingresos si no que ya cuentan con dinero a futuro. Todo va destinado a los grandes
medios, no se distribuye entre muchos medios. A la larga es muy difícil mantener a la gente en un
proyecto, los colaboradores se acaban y el dinero te agobia.
Grossman: La principal limitación, concuerdo, es el dinero. El dinero se transforma en tiempo. Si
vos tenés dinero para asegurar el tiempo de la gente es otra cosa. También se traduce en una
inversión inicial que no existe.
Gabarrón: Es una competencia muy desleal la que existe entre grandes medios y medios

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alternativos, porque los más importantes son dueños del papel, dueños de la distribución, de los
camiones y hasta de los kioscos de diarios. Además, el nivel publicitario que tienen es tremendo.
Nosotros llegamos a hacer tirada de revistas súper publicitarias, las regalábamos en el subte, con
la web en letras bien grandes y eso es absolutamente nada pensando que ellos pueden poner un
cartel en el medio de la autopista, más las propagandas en la radio y en la televisión. Son redes
grandes en las que te gustaría trabajar por el simple hecho de saber cómo es a ese nivel, no por
ninguna otra razón. En definitiva, la limitación es económica.
Grossman: Tiene que ver también con la competencia desleal, con un acaparamiento del mercado
y las herramientas de difusión.
Gabarrón: Además, si sos escritor está bueno que te paguen por escribir y que todo tu tiempo y tu
mente estén volcados a eso. Tener que trabajar de otra cosa para poder editar tu revista y que esa
plata que agarres no sea una ganancia, sino el recurso para mantenerla... todo ese tiempo te
consume y todo lo que querés escribir se termina reduciendo a la mitad. Se te escapan notas,
tenés que combinar horarios con los entrevistados que no van de la mano con los de tu laburo ni
disponés de medios porque no te financian el café, el transporte o lo que sea.

* ¿El periodismo pierde credibilidad cuando el periodista involucra su punto de vista en la noticia?
Grossman: El periodista siempre involucra su punto de vista. Es inevitable.
Gabarrón: Yo no creo que pierda credibilidad por eso, sí lo hace cuando hay plata de por medio. Si
yo te pago para que digas tal cosa, bueno, ahora si vos decís lo que pensás… es lo que pensás. En
el caso del Nuevo Periodismo, que de hecho se plantea involucrar su punto de vista, puedo decir
que no pierde credibilidad porque es claro en ese sentido. De todas formas no es lo mismo, como
periodista, involucrar tu punto de vista porque sí y hacerlo cuando es tu opinión de acuerdo a
parámetros periodísticos. Tu punto de vista porque sí no sirve para nada, si no explicás de dónde
viene y por qué lo incluís. Tiene que haber un trabajo periodístico antes para que incluyas tu
opinión. Además, tiene que ser sutil, hasta casi literario en el sentido de la armonía, de cómo
escribís y qué palabras usás. Eso está muy bueno para que el lector asimile mejor tu visión sobre
un hecho.

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