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guadaluperadio.blogspot.com /2013/01/adoracion-10-formas-de-adoracion.html
2. LOS SALMOS Los sacerdotes, diáconos y religiosos rezan la Liturgia de las Horas cada día para
santificar las horas en distintos momentos específicos. De hecho, muchos de los Salmos son salmos
de alabanza. Por ejemplo, si ve los últimos tres salmos de la Salmodia verá que se rezan salmos de
alabanza. Pero no sólo aquí se rezan salmos de alabanza, ¡hay muchos más! Esté más atento al
rezar los Salmos en cuanto a la carácter de la alabanza. La Salmodia est á compuesta de 150 salmos
y es el libro de oración por excelencia. Forme el buen hábito de rezar los Salmos m ás a menudo y as í
alabará a Dios.
3. SAN FRANCISCO: EL CÁNTICO DEL SOL . Una de las oraciones m ás famosas de san Francisco,
junto con la oración, "Hazme un instrumento de tu paz" es "El c ántico del sol". Este hermoso himno
poético, atribuido a san Francisco nos invita a alabar a Dios al contemplar la belleza de la naturaleza.
Toda la naturaleza alaba a Dios por su mera existencia. Como cristianos no alabamos a la creación;
sino alabamos al creador, el autor de la creación--- a Dios mismo. Al admirar la belleza de la creaci ón,
nuestros ojos, nuestra mente y nuestro corazón se eleva a la fuente de toda belleza, Dios mismo.
5. COROS ANGÉLICOS Santo Tomás de Aquino clasifica a los ángeles en jerarquías o grupos
llamados "Coros": Ángeles, Arcángeles, Principados, Virtudes, Potestades, Dominaciones, Tronos,
Querubines y Serafines. Los coros más altos de ángeles se dedican a alabar a Dios - Padre, Hijo y
Espíritu Santo. Por lo tanto, una devoción a los ángeles puede elevar nuestra capacidad de alabar a
Dios. De hecho, la oración y el ejemplo de los ángeles, ¡pueden motivarnos a hacer lo mismo! Esa
primer Noche Buena los pastores supieron del nacimiento del niño Jesús por el anuncio de los
ángeles. En esa noche oscura y fr ía, "De pronto hubo una multitud del ej ército celestial, que alababa
a Dios, diciendo: Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se
complace." (Lc 2:13-14)
6. EL ÁNGEL DE FÁTIMA Antes que nuestra Se ñora de Fátima se le apareciera a los tres
pastorcitos - Jacinta, Francisco, y Lucia - el ángel de la guarda de Portugal se les apareci ó tres veces.
El ángel les enseñó como orar; igual les enseñó una postura de oración y alabanza que es rostro en
tierra ante la grandeza, majestad y divinidad de Dios. Además, el ángel les invitó a que ofrecieran
oraciones de reparación. Por último, en la tercera y última aparición del ángel, apareció el Santísimo
Sacramento suspendido en el aire, que es el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesús. Se veía
una gran Hostia y debajo de la Hostia el Cáliz con la Sangre de Jes ús. El ángel les invitó a recibir la
Comunión y ofrecerla en reparación por los pecados contra este más sublime y grande de
sacramentos - Jesus Sacramentado. En resumen, el mensaje de Fátima puede servir para que de
rodillas adoremos humildemente a Jesús Eucaristía; ¡nuevamente los ángeles son el instrumento que
nos ayudan! ¡Venid, adoremos a nuestro Señor!
8. NUESTRA VIDA -- En uno de sus brillantes comentarios, el gran san Agust ín advierte que seamos
auténticos. Él dice que debemos tener cuidado de no contradecir la alabanza que pronunciamos con
nuestros labios con la hipocresía de nuestra vida. Es decir, la alabanza que resuena de nos labios y
nuestro corazón se debe reflejar en el amor que manifestamos a nuestros hermanos. Recuerde el
último y más grande mandamiento de Jes ús: "Améis los unos a los otros como yo os he amado.''
10. MARÍA María nos puede enseñar a orar. En toda aparición siempre nos invita a orar. En la Biblia
la oración más larga y bella de María es su Magníficat, que es precisamente una invitación a la
oración, o más bien, una alabanza a Dios. Escuche las palabras que el Esp íritu Santo inspiró en el
Inmaculado Corazón de María: "Mi alma magnifica al Señor... Que es otra forma de decir: "Mi alma
glorifica al Señor..." ¡Que nuestra Señora nos enseñe a alabar a Dios aquí en la tierra y en el cielo por
toda la eternidad!