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4. CULTURA Y POLITICA OBRERAS EN LONDRES, 1870-1900: NOTAS SOBRE LA RECONSTRUCCION DE UNA CLASE OBRERA Como bien recordaba Charles Masterman, todo el mundo habia previsto para el Londres de la década de 1880 un futuro de Tucha de clases y la formacién de un partido obrero. Pero ese futuro no se habfa materializado. Porque «una ola de impe- rialismo ha barrido el pais y todos estos esfuerzos, esperanzas y visiones se han desvanecido como si se hubiera pasado una esponja>'. Masterman escribia estas palabras en 1900, al afio de la victoria de Mafeking, Ninguno de los que vieron cémo se congregaba la multitud en la noche de Mafeking podria olvi- darlo jamés. La palabra «mafficking» entré a formar parte del vocabulario inglés y el recuerdo estaba atin vivo en las déca- das de 1920 y 1930, cuando los libros de recuerdos, cada vez mas abundantes, consolaban a los desanimados habitantes de las casas sin servicio con la leyenda de una edad de oro ya des- aparecida. «En aquellos dfass, afirmaba un antiguo corredor de bolsa, «el East End se mezclaba con el West End. Y sin embargo cada uno “sabia cual era su sitio”: ése era el orgullo de la época [...] Se podian ver grupos de hombres y mujeres, en aquelias manifestaciones nacionales, saliéndose de las aceras congestionadas para bailar hasta olvidarse de las tristes realida- des de Bermondsey y Bethnal Green mientras se lamaban unos a otros en una orgia de aullidos y arménicas>?, La extraiia si- tuacién era sorprendentemente revivida por Thomas Burke cua- Tenta afios después: «Estaba en la calle la noche del armisticio, pero no recuerdo que los taberneros perdieran la cabeza y se negaran durante todo el dia a recibir dinero de nadie. No recuer- do que ningtin joven arrugara billetes de cinco libras y los lan- zara al aire para que los cogiera quien quisiera. ‘No recuerdo que los avaros hombres de la City se volvieran tan locos como Publicado en En Teoria, 8/9, octubre de 1981 - marzo de 1982, pp. 3398. 1 The heart of the Empire (1901), p. 3 2. ShaweDesmond,Landon nights of long aga (1977),pp_9495, 316 Gareth 8. Jones para ensefiar soberanos y pufiados de plata en medio de la mul- titud, No recu::do haber visto a los hombres quitarse el som- brero y saltar sobre él»®, La celebracién no se limité a la zona de esparcimiento del centro 0 a los barrios de clase media. Se- gin la informacién de Jos acontecimientos ofrecida por el Ti- ‘™mes, «las noticias fueron acogidas con extraordinario entusiasmo en el East End, y por lo general el sdbado se celebré como un dia de fiesta. Whitechapel Road y Bow Road eran un hervidero de banderas y gallardetes, mientras que todos los tranvias y auto- buses portaban banderas [...] une gran masa de trabajadores con banderas y pancartas deambulaban por Bow Road entonando canciones patridticas, mientras que centenares de ciclistas, lle- vando fotogratias del coronel Baden Powell, formaban una pro- cesién y desfilaban por las principales calles de Poplar y Step- ney>‘, No es de extrafiar que liberales asombrados, como Masterman, creyeran estar presenciando la aparicién de una snueva raza [...] el tipo de la ciudad [...} voluble, excitable, con escasa firmeza, energia 9 aguante, que busca estimulo en la bebida, en las apuestas, en cualquier ins6lito conflicto en el pais © en el extranjero»5, Este cuadro, pintado por liberales preocupados y conserva- dores satisfechos de si mismos, debe ser ligeramente modifica- do. El sentimiento predominante en la noche de Mafeking no era de agresién, sino de alivio tras los desastres de la «semana negra». Apenas Se produjeron actos de gamberrismo o violencia. Recientemente se ha comprobado que no eran obreros, sino es- tudiantes y oficinistas quienes formaban las bandas de feroces Jingoistas que reventaban los mitines en favor de los béers y Saqueaban las propiedades de los little Englanders, Recientes investigaciones sugieren también que la guerra de los béers no fue la principal preocupacién de los votantes obreros en las «elecciones caquiv de 1900. La afluencia a Jas urnas estuvo por debajo de la media, y las cuestionés decisivas en los colegios electorales mas pobres de Londres fueron de carécter local y material: los elevados alguileres, las posibilidades de empleo, la inmigracién judia, la proteccién de los oficios en crisis y la mejora del abastecimiento de agua’. Por tiltimo las cifras de 2 Thomas Burke, The streets of London (1940), p. 136, 4 Times, 21 de mayo de 1900, 3 Heart’ of the Empire, pp. 78. ¢ Richard Price, An imperial war and the British working class (1972), capitulo 1. 7 Price, ob. cit, cap. mm; Henry Pelling, Social geography of British elec- tions 1885-1910 (1967), pp. 45, 41, 52, 57; Pelling, Popular politics and society 4n late Victorian Britain-(98)-p94. Cultura y politica obreras en Londres, 1870-1900 m7 reclutas indican que los trabajadores no se enrolaron como vo- luntarios en nuimero significativo hasta el retorno del desempleo en 1901, Estas puntualizaciones son importantes, pero no es probable que contribuyeran mucho a disipar la preocupacién de los ra- dicales y socialistas de la época. Pues aungue la clase obrera no fomentara activamente el jingofsmo, no hay duda de que lo aceptaba pasivamente. Es cierto que la celebracién de la noche de Mafeking no estuvo claramente definida desde un punto de vista politico, Hay muchas razbnes para creer que fue una ex- presién de admiracién por el valor de los maridos, hermanos ¢ hijos en el frente, mas que un respaldo general a la guerra, Y que esta identificacién con el soldado raso fue la principal forma de relacién de los obreros londinenses con la campaia de Sudafrica. Pero, con todo, es importante recordar que los obreros no habfan expresado anteriormente tales sentimientos bailando en las calles y fraternizando con los ricos. Los historiadores modernos han tendido a minimizar la preocupacién de Masterman y la perplejidad de radicales y so- cialistas. Las interpretaciones habituales de a época, 1870-1914, han tendido a centrarse en los grandes movimientos de expan- sién del sindicalismo, el desarrollo-del socialismo, la fundacién del partido laborista, el abandono del liberalismo por la clase obrera, la exigencia de reformas sociales y los imicios del Esta- do del’ bienestar. Fenémenos como Mafeking y el predominio del conservadurismo entre la clase obrera en ‘una gran ciudad como Londres han sido considerados —si es que han sido ana- lizados— como rasgos accidentales o aberrantes de un perfodo cuya tendencia basica fue el auge del taborismo y la creciente presién en favor de Ja reforma social. Cuando se han hecho in- tentos de explicar tales desviaciones en el periodo de la guerra de los béers, éstos se han centrado casi exclusivamente en las causas a corto plazo y en los factores subjetivos: las disensio nes en el Partido Liberal, la ausencia de una figura «carismé- ticax, como Gladstone o Bradlaugh, capaz de desencadenar un movimiento contra la guerra, la falta de teorias apropiadas acer- ca del imperialismo y la incapacidad de radicales y socialistas a la hora de formular un programa politico alternative y atractivo. Cualquier tipo de explicaci6n histérica que se vea obligada a Tecurrir a una“teorfa del carisma revela. inmediatamente su insuficiencia, En realidad, la debilidad de la plataforma, la * Price, ob. cit. cap. v.

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