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Servicio Andaluz de Salud

(SAS) 11

Tema 22
Los CostesSanitarios. Concepto.
Tipode Costes.Cálculo de Costes:
Case Mix. Producto Sanitario.
Conceptos de financiación, gestión
y provisión de servicios sanitarios.
Concepto de equidad, eficacia,
eficiencia y efectividad

Ricardo Sotillo Hidalgo


Doctor en Psicología
odio
Enfermero edicione,
Diplomados en Enfermería. Temario específico. Volumen 1

Índice esquemático

l. Introducción

2. Los Costes Sanitarios: concepto

3. Tipos de costes

4. Cálculo de Costes: Case Mix. Producto Sanitario

5. Conceptos de financiación, gestión y provisión de servicios sanitarios

6. Concepto de equidad, eficacia, eficiencia y efectividad

7. Conclusiones

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Tema 22. Los Costes Sanitarios

1. INTRODUCCIÓN
Hablar de Salud y de Economía en términos macro o microeconómicos es con-
trovertido en los tiempos de crisis que corren, pues se ha asociado muchas veces a
una peor calidad asistencial, recortes en la prestación o una dilación en el tiempo
de la atención sanitaria. La realidad es que el gasto en la Atención Sanitaria ha cre-
cido exponencialmente por la necesidad de atender a la población enferma y por
los avances tecnológicos que permiten precisar con mayor exactitud el diagnósti-
co. Hasta hace unos pocos años, en la Sanidad Pública Gubernamental, el cálculo
del coste de un proceso sanitario era impensable para el paciente. Ahora, medidas
como la factura sombra hacen visible precisamente estos costes y favorecen la toma
de conciencia del cliente y del prescriptor ante esta realidad. El hecho de que los
recursos sanitarios son limitados, frente a una demanda que tiene a ser ilimitada
obliga a los responsables sanitarios a incorporar políticas y estrategias que optimi-
cen la asistencia sanitaria.

2. LOS COSTES SANITARIOS: CONCEPTO


Cuando hablamos de coste sanitario nos referimos habitualmente a la cantidad de
recurso sanitario que se emplea para resolver una enfermedad, por el valor económi-
co de éste. Por ejemplo, en una intervención quirúrgica los recursos sanitarios que se
utilizan son: quirófano, instrumental, personal sanitario, medicación, días de hospita-
lización, mantenimiento de las instalaciones sanitarias y un sinfín de recursos más. A
este consumo de recursos necesario, que podemos cuantificar monetariamente, para
obtener el producto final le llamamos coste.

Coste Sanitario = nº de recursos sanitarios x nº de procesos sanitarios x valor


económico de cada uno de ellos.

3. TIPOS DE COSTES
Los costes pueden clasificarse de diversas maneras: en función del grado de con-
trol que se tiene sobre ellos, del volumen de producción y de su demanda, (fijos y
variables). También se pueden clasificar en función del tipo de producto, (sanitario
o no sanitario).

Así, un ejemplo de costes variables sería el servicio de comidas de un hospital,


que al aumentar el volumen se puede abaratar el coste de menú por paciente. En
cambio los gastos de personal, de mantenimiento del edificio o de electricidad son
fijos. Este tipo de costes es fundamental para un presupuesto anual por ejemplo de
un centro sanitario.

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Diplomados en Enfermería. Temario específico. Volumen 1

Costes variables ( ejemplo. Las comidas o los medicamentos)

Volumen

Costes fijos ( ejemplo. Las nóminas de profesionales, la amortización de inversiones)

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Por otro lado, en relación con el paciente los costes pueden ser directos o indi-
rectos. Los que directamente repercuten en la atención al paciente o los que no. Por
ejemplo, un proceso cardiológico, un síndrome coronario agudo tendría los costes
atribuibles al proceso y paciente, los utilizados como los fármacos, fungibles, pruebas
y horas de personal que se precisan para su atención.
En relación con el producto podemos clasificarlos como costes sanitarios o no
sanitarios, entre los primeros estarían los medicamentos, el material fungible, etc., en
los segundos, estarían los gastos de lavandería, de limpieza, etc.

4. CÁLCULO DE COSTES: CASE MIX. PRODUCTO SANITARIO


El cálculo de costes es una necesidad para poder gestionar y administrar eficien-
temente una organización sanitaria. Para el cálculo de costes se tienen en cuenta as-
pectos cuantitativos del consumo de bienes y recursos, junto a los precios unitarios.
Como decíamos antes los costes fijos no dependen del volumen consumido mientras
que los costes variables se ven claramente afectados por el mercado y por el volu-
men de recursos consumidos o contratados. De modo que los costes cambian cuanto
mayor es el número de servicios realizados o cuando aumenta el precio unitario
del recurso a consumir. Hay en cambio ciertos recursos que se optimizan cuando el
número de servicios aumenta, por ejemplo un bioanalizador que tiene un coste de
amortización fijo saldrá más rentable si realiza más determinaciones a pesar de que el
fungible y los reactivos aumenten en número.

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Tema 22. Los Costes Sanitarios

El análisis coste-efectividad (ACE) es, en la actualidad, la forma más común de


llevar a cabo cualquier evaluación económica de las intervenciones sanitarias desti-
nada a determinar qué intervenciones resultan prioritarias para maximizar el bene-
ficio producido por los recursos económicos disponibles. Para realizar un análisis
coste-efectividad (ACE) necesitamos, por tanto, conocer la efectividad del programa
a evaluar. Es decir, debemos formularnos la pregunta ¿Cuánto de lo invertido real-
mente repercute en beneficio para la salud?
El Case Mix es el conjunto de procesos que se tratan en un hospital y es en la actua-
lidad el modo más adecuado de definir el producto hospitalario. Si comparamos una
fábrica de cualquier producto tangible (tuercas y tornillos, p.e.) su producción se mide
por el número de tuercas y tornillos que salen de su línea final, no por los cortes de
acero o los troqueles en las piezas. En el caso del hospital se tiene a medir igualmente
el producto final, es decir, los procesos tratados según su codificación clínica (CIE-9)
y que se agrupan posteriormente en grupos relacionados con el diagnóstico (GRD).
Este concepto representa pues una ventaja como método de evaluación del producto
hospitalario y de sus diferentes servicios en términos de efectividad sobre sus productos
finales y el coste por proceso en términos de eficiencia, lo que hace de esta herramienta
metodológica un modelo para la evaluación de las unidades de gestión clínica.
Como decíamos al comienzo de este capítulo, la demanda sanitaria está creciendo
en las dimensiones cuantitativa y cualitativa, lo que supone un reto por el aumento
del gasto sanitario para dar respuesta a esta demanda creciente. En nuestro entorno,
por otro lado, se da una descentralización de los servicios sanitarios configurado en
un Sistema de Salud interterritorial que gestiona cada Comunidad Autónoma. A esto
hay que sumarle el concepto de racionalización del gasto como el uso consciente y
juicioso del gasto sanitario en los procedimientos o técnicas sustentado en la mejor
evidencia disponible. En este sentido se trata de gestionar los servicios sanitarios mez-
clando el conocimiento clínico y empresarial para garantizar la atención sanitaria con
los mejores índices de eficiencia.
El producto sanitario, en este contexto económico, esencial en una empresa sani-
taria es la salud, por consiguiente, la prestación asistencial se realiza para tratar y pre-
venir la enfermedad o sus consecuencias. Nos referimos al producto intangible Salud,
del mismo modo que la fábrica de botellas de vidrio su producto tangible serían preci-
samente las unidades de botellas de vidrio que salen por su línea de producción final.
De modo que el producto sanitario viene dado por el conjunto de actuaciones
que llevan a cabo los profesionales en una organización sanitaria para mejorar la sa-
lud de las personas atendidas. Y este producto sanitario cuando lo concretamos en
la asistencia sanitaria directa obtenemos dos dimensiones: Productos intermedios
(actividades diversas) y productos finales (episodios de enfermedad atendidos). De
hecho, la actividad de un centro sanitario se mide por la suma de todos los productos
intermedios y se puede evaluar valorando esas acciones.
Así la medida de actividad suele ser un indicador que refleja la marcha de un hos-
pital o un servicio sanitario. Veamos por ejemplo, cuando comparamos un hospital
con otro en función del número de intervenciones realizadas en un trimestre o los
pacientes atendidos en urgencias a lo largo de un año.

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5. CONCEPTOS DE FINANCIACIÓN, GESTIÓN Y PROVISIÓN DE


SERVICIOS SANITARIOS
Como adelantábamos al comienzo de este capítulo, el aumento creciente del gas-
to sanitario es un asunto que preocupa a los gobiernos de los países desarrollados.
Este aumento se debe tanto por la demanda de servicios asistenciales en su dimen-
sión cualitativa (nuevos servicios, más pruebas, mayor nivel de atención ...) como
en su dimensión cuantitativa (mayor número de usuarios debido a la pirámide de
edad, mayor exigencia y/o mala utilización de los servicios sanitarios). Por lo que
su financiación también es más compleja. A este fenómeno le añadimos en nuestro
entorno una distribución descentralizada, en diferentes Comunidades Autónomas,
lo que hace que deba repartirse ya de forma previa con todas sus limitaciones de
recursos y racionalización consecuente de los servicios que se ofrecen.
Así, la toma de decisiones en materia económica está mediada por la prioridad
de adecuar los recursos limitados a aquellas situaciones que realmente resulten de
utilidad, es decir, gastar en sanidad pero en aquello que es necesario y efectivo y
además eficiente (recordemos que eficiencia es utilizar lo que hace más efecto con el
menor coste). Otra cuestión es cómo saber qué es necesario y efectivo. Además hay
que prestar servicios de manera equitativa y accesible a toda la población, si esta-
mos hablando del Sistema Sanitario Público Gubernamental. En la sanidad privada
la financiación procedería fundamentalmente de las cuotas que pagan de forma
directa los asegurados. En nuestro modelo sanitario de financiación a través de la
Seguridad Social, la sanidad se financia mediante las cotizaciones sociales de los
trabajadores, las cuotas de las empresas y la aportación del Estado Central. Este
sistema cubre tanto a los cotizantes como a sus familias, aunque se extiende tam-
bién a no cotizantes. Con este sistema el usuario debería tener una conciencia entre
el coste sanitario y su sustentación financiera, lo que llevaría a pensar que podría
moderar su demanda, pero en realidad no es así, No existe una conciencia de lo
que realmente cuesta sostener el Sistema Sanitario y se utiliza como sinónimo de
Sanidad gratuita. Esto lo hemos visto en los medios de comunicación cuando se
ha propuesto el copago en determinadas situaciones, lo que ha sido contestado por
diversos sectores que hacían alusión al repago puesto que ya pagamos la sanidad
mediante las cotizaciones.
En la práctica de los centros sanitarios, los servicios se distribuyen y organizan
en unidades de gestión clínica, lo que trata de dotar de una autonomía no sólo
clínica sino financiera. La gestión clínica integra la administración de los servicios
sanitarios en su faceta asistencial con su faceta empresarial, es decir, un proceso
de toma de de decisiones en la orientado a conseguir el máximo beneficio para el
paciente y aumentar la calidad del servicio sanitario implicando a todos los pro-
fesionales intervinientes. Por ello, la gestión clínica precisa de herramientas como
la coordinación y la motivación de sus profesionales, pues se persigue alcanzar re-
sultados con los recursos disponibles de forma eficiente, en el que el paciente es el
centro del sistema.

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Tema 22. Los Costes Sanitarios

6. CONCEPTO DE EQUIDAD, EFICACIA, EFICIENCIA Y EFECTIVIDAD


La palabra "eficacia'' viene del Latín efficere que, a su vez, es derivado defacere, que
significa "hacer o lograr". El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia
Española señala que "eficacia'' significa "virtud, actividad, fuerza y poder para obrar".
María Moliner interpreta esa definición y sugiere que "eficacia'' "se aplica a las cosas
o personas que pueden producir el efecto o prestar el servicio a que están destinadas".
Algo es eficaz si logra o hace lo que debía hacer. Aplicando estas definiciones a un
fármaco la eficacia podría entenderse como el grado en que se alcanzan los resultados
en términos teóricos, es decir, tiene utilidad clínica.
Efectividad y eficacia son sinónimos y se pueden utilizar en forma intercambiable.
Vienen las dos palabras de la misma raíz etimológica y sus definiciones generales
(de diccionario) son parecidas. El matiz diferencial se sitúa en la práctica, ese mismo
fármaco del ejemplo anterior sería igualmente efectivo porque hace efecto en condi-
ciones normales y habituales. La eficiencia se refiere a la producción de los bienes o
servicios más valorados por la sociedad al menor coste social posible. Por tanto, para
lograr la eficiencia es preciso contar con la efectividad y con la eficacia previamente.
Por último, el concepto de equidad se fundamenta en tres valores sociales: igual-
dad, cumplimiento de derechos y justicia. Hace referencia a la cualidad que consiste
en atribuir a cada uno aquello a lo que tiene derecho. En términos sociales, hablaría-
mos de la distribución equitativa de los recursos, de la accesibilidad a los servicios
públicos de manera equitativa en función de las necesidades a satisfacer.

7. CONCLUSIONES
La Salud y la Economía son dimensiones que parecían no encontrarse hasta que
la creciente demanda, los recursos limitados y la necesidad de una buena gestión en
términos de costes, de eficacia, de resultados de actividad en los procesos asistenciales
y de calidad asistencial, los ha unido para mantener un Sistema Sanitario sostenible.
El aumento en las dimensiones cualitativa (más exigencias de pruebas) y cuantitativa
(más personas solicitando atención sanitaria) junto con una conciencia del cliente,
alejada de los costes reales que representa dicha atención sanitaria hace que la salud
suponga uno de los capítulos más amplios en materia presupuestaria, quedando los
gestores, responsables sanitarios y políticos obligados a buscar fórmulas de mayor
eficiencia en Salud.

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