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PASO 3 IDENTIFICAR TIPOS DE CONTRATOS

ESTUDIANTE
HUGO MARTÍNEZ

TUTORA

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA- UNAD


FUNDAMENTOS LEGALES
CEAD VALLEDUPAR
2018
Contenido

Pág.
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 3

OBJETIVOS ............................................................................................................ 4

GENERAL ............................................................................................................... 4

ESPECÍFICOS ........................................................................................................ 4

DESARROLLO ........................................................................................................ 5

Referencias bibliográficas ..................................................................................... 13


INTRODUCCIÓN
El país ha avanzado en materia legislativa y ha fortalecido normativamente

muchos de los aspectos referentes a la contratación estatal, de forma que maneja

los principios regulatorios, desde una perspectiva que infiere directamente en el

control de cumplimiento de los parámetros y condiciones que se deben cumplir en

la unión de voluntades que es el contrato público.

Así, desde este conjunto de ideas, se desglosa en el contenido de este análisis

sobre los tipos de contrato, el punto de vista comparativo en cuanto a los términos

que se imponen con la entrada en la norma matriz Ley 80 de 1993 o Ley de

Contratación Estatal, de forma que se contemple cuáles han sido las adiciones,

modificaciones y las disposiciones orientadas a fortalecer la contratación pública en

Colombia, la ley de infraestructura y los demás conceptos que entran para que los

demás elementos de ley sirvan como parte de las directrices que deben cumplirse

actualmente en materia contractual en lo público.


OBJETIVOS
GENERAL
Identificar los elementos de importancia que constituyen el contrato de

concesión dentro de los términos de contratación pública.

ESPECÍFICOS
Desarrollar análisis de los aspectos normativos y conceptos que son parte de

los tipos de contrato.

Describir los detalles y el marco normativo del contrato de concesión.


DESARROLLO
Se define que el contrato de concesión otorga el derecho de uso, gozo y

provecho sobre el interés. Es decir, que se integra como parte del factor de garantía

en utilidad para cubrir con el producido de la actividad, el compromiso contraído.

Como el consignatario puede hacer uso de la prenda por derecho, en concesión de

la disposición que se deriva de la decisión del juez, no obstante, se debe, ceder el

derecho hasta el momento en que el compromiso pecuniario, haciendo uso de

mueble e inmuebles para tal fin, pero, además, la continuidad de la explotación, no

exime los contratos o proyectos, ya que éstos hacen parte del objeto sociales del

deudor.

El tipo de contrato seleccionado es el de Concesión, acorde con lo normado

en la Ley 80 de 1993, en el capítulo III. Del contrato estatal, Artículo 32. De los

Contratos Estatales. Inciso 4º o. Contrato de concesión

Son contratos de concesión los que celebran las entidades estatales con el objeto de

otorgar a una persona llamada concesionario la prestación, operación explotación,

organización o gestión, total o parcial, de un servicio público, o la construcción,

explotación o conservación total o parcial, de una obra o bien destinados al servicio o

uso público, así como todas aquellas actividades necesarias para la adecuada

prestación o funcionamiento de la obra o servicio por cuenta y riesgo del

concesionario y bajo la vigilancia y control de la entidad concedente, a cambio de una

remuneración que puede consistir en derechos, tarifas, tasas, valorización, o en la

participación que se le otorgue en la explotación del bien, o en una suma periódica,


única o porcentual y, en general, en cualquier otra modalidad de contraprestación que

las partes acuerden (Ley 80, 1993, art.32).

No obstante, se parte de la reforma de la Ley 1882 de 2018, en su Artículo 7°.

Modifíquese el artículo 33 de la Ley 1508 de 2012, el cual quedará así:

Artículo 33. La elaboración de estudios, la evaluación de proyectos de iniciativa

privada y las interventorías de los contratos, se podrán contratar mediante el

procedimiento de selección abreviada de menor cuantía o mínima cuantía según su

valor. Artículo 33. Modificado por el art. 7°, Ley 1882 de 2018. Contratos para la

elaboración de estudios, la evaluación de proyectos de iniciativa privada y las

interventorías. Se tiene como menor cuantía lo dispuesto en el artículo 23 de

la ley 80 de 1993, que define en su literal a) Menor cuantía. Se entenderá por menor

cuantía los valores que a continuación se relacionan, determinados en función de

los presupuestos anuales de las entidades a las que se aplica la presente ley,

expresados en salarios mínimos legales mensuales. Para interpretar el concepto,

se toma el artículo 22 de la Ley 80 de 1993, en su texto “No se requerirá de este

registro, ni de calificación, ni clasificación en los casos de contratación de urgencia

a que se refiere el artículo 42 de esta Ley; contratación de menor cuantía a que se

refiere el artículo 24 de esta Ley; contratación para el desarrollo directo de

actividades científicas o tecnológicas; contratos de prestación de servicios y

contratos de concesión de cualquier índole y cuando se trate de adquisición de

bienes cuyo precio se encuentre regulado por el Gobierno Nacional”.

Se contempla así la viabilidad, dado el tipo y la naturaleza del contrato; en el

que se condiciona un rubro presupuestal menor, el cual puede convenirse su


ejecución bajo los criterios de regulación estatal y que su mismo proceso no lo

requiera.

Por lo tanto, en cuanto a lo que expone Urueta (2006) quien expresa que “la

concesión de obras públicas como un negocio jurídico de naturaleza financiera y de

administración de recursos, cuyo objeto no se restringe a la simple realización de

trabajos materiales de obra pública” (p.16). Desde el ámbito internacional “la

concesión de obras públicas como un negocio jurídico de naturaleza financiera y de

administración de recursos, cuyo objeto no se restringe a la simple realización de

trabajos materiales de obra pública” (p.12).

Resulta importante el tema de la concesión en los contratos de obras públicas,

toda vez, que en Colombia, ha venido rigiendo en forma constante esta modalidad,

en materia de construcción de la infraestructura de obra civil o de manejo de

programas estatales como los de política de seguridad alimentaria nacional, no

obstante, los contratistas en el manejo de lo público, pero que se financian dentro

de la ejecución de los proyectos, del usufructo que se deriva de la tarifa cobrada,

pero que no se refleja totalmente en obras y entran a hacer parte del patrimonio de

quien tiene la concesión.

Queda claro en lo que dice Benavides (2010) “Si un concesionario gana una

con-cesión y aporta un bajo nivel de equity (más o menos del 10% del valor total del

proyecto), el gobierno se ve obligado a aportar vigencias futuras”. Porque existen

problemáticas ligadas a la inoperancia de los operadores de contratos estatales en

Colombia, por ello la ley 80 de 1993 y 1882 de 2018 normatividad de seguimiento y

contratos de obra e interventoría en la ley, mecanismo de fortalecimiento de la

contratación pública en Colombia en materia de licitación pública funge como la


respuesta a esto, a fin de no tener como juicio de valor la opción de pensar en el

elemento de corrupción como el hecho más probable en cuanto a la asignación de

licitaciones a personas allegadas a los funcionarios públicos que tienen la

responsabilidad de otorgar un contrato administrativo dentro de los términos de

tercerización.

Con respecto a este último término es donde comienza a configurarse la

cuestión problemática, porque quien entra como operador, siendo un tercero en la

relación Estado y comunidad, tiene una responsabilidad de cumplir hasta donde el

objeto contractual esté definido y las cláusulas de la minuta pueden estar

condicionadas a tal grado que se especifique un hecho causante de insatisfacción

o que agudice la situación para la cual fueron vinculados en cuanto a la satisfacción

de las demandas y necesidades sociales que son la razón de ser de estos contratos.

Esto ocurre porque son vulnerados los principios de transparencia e imparcialidad.

Puede prorrogarse, si fuere necesario el término o plazo del contrato. En esta

eventualidad y en la siguiente, como lo dispone el decreto reglamentario 4828 de

2008 – artículo 12, inciso 2º – procede el reajuste o ampliación de la garantía en

cuantía o vigencia, según el caso; como también se requiere el pago de los

impuestos que sean del caso en el porcentaje pertinente a la adición.

Deben reconocerse y pagarse los nuevos costos – variaciones –, para no

alterar la ecuación financiera del contrato. Si la modificación unilateral apunta a la

supresión de aspectos del objeto contractual y el valor del contrato se altera en un

veinte por ciento (20%) o más del valor inicialmente pactado, el contratista podrá

resistirse a seguir ejecutando el contrato; caso en el cual se liquidará el contrato y

deberán reconocerse y pagarse los perjuicios ocasionados al contratista; y por


consiguiente, la Entidad contratante adoptará las medidas que fueren necesarias,

tendientes a garantizar la terminación del objeto contractual.

Cuando la adición del contrato sea producto del acuerdo de los contratantes,

se perfeccionará mediante un otrosí, suscrito por éstos, que formará parte integrante

del contrato inicial, suscrito por éstos. Si es resultado de la aplicación de la potestad

de modificación unilateral, constará mediante el respectivo acto administrativo

motivado.

En caso del ejercicio de las facultades excepcionales, puede recurrirse a los

mecanismos de solución de controversias contractuales;

Las demás cláusulas excepcionales, por ser obligatorias y constar o

entenderse estipuladas en el contrato primitivo, no pierden su eficacia;

La adición del contrato debe publicarse en la misma forma y condiciones

dadas para el contrato original.

Por lo demás, si por circunstancias de impericia no se pudieron tipificar y

distribuir ciertos riesgos en principio previsibles, si ello se presenta durante la

ejecución del contrato, se considera que no corresponde al contratista asumirlos.

Bajo esta hipótesis, verdaderamente se produce un imprevisto, y debe recurrirse a

la adición del contrato para cubrirlo, lo contrario constituiría una injusticia, porque se

rompería el equilibrio contractual (Cuellar, 2012).

Según lo que expone Mañas (2013), “En efecto, el desarrollo de las normas

sobre contratos públicos refleja la necesaria flexibilidad y evolución que se está

reclamando de la actuación de los poderes públicos” (p.17). Desde esta perspectiva,

se puede concebir que dicha flexibilidad, es la que da origen a que quien maneja un

contrato de concesión, asegure su continuidad en virtud del beneficio final, pese a


que pueda dilatarse el periodo y/o plazos prefijados, solo porque en algún momento

se verán los resultados positivos.

Se considera dentro del contrato de concesión, el concepto de provisión para

el pago a un tercero, que el cedente otorga dominio en propiedad, para amortizar

los costos de la obligación contraída y dejada de pagar por incapacidad del

cesionario origina, ante el endeudamiento, en esta situación, el tercero que entra a

administrar se obliga a la acción contractual habilitadora del avío o provisión en el

fin que le permita realizar todos los trabajos, adecuaciones, inclusiones,

transformaciones e incluye los procesos de explotación del área concedida.

Los titulares de contratos de concesión, preferirán a personas naturales

nacionales, en la ejecución de estudios, obras y trabajos mineros y ambientales

siempre que dichas personas tengan la calificación laboral requerida. Esta

obligación cobijará igualmente al personal vinculado por contratistas

independientes. Las autoridades laborales así como los alcaldes deberán impedir el

trabajo de menores de edad en los trabajos y obras de la minería, tal como lo prevén

las disposiciones sobre la materia.

. En la ejecución de proyectos mineros, los concesionarios preferirán en sus

adquisiciones de bienes y servicios a la industria nacional siempre que los mismos

ofrezcan similares condiciones tanto en la calidad como en la oportunidad y

seguridad de las entregas

Sin perjuicio de las obligaciones señaladas en los artículos 74 y 75 del Código

Sustantivo del Trabajo, los concesionarios de minas deberán pagar al personal

colombiano en conjunto, no menos del setenta por ciento (70%) del valor total de la

nómina del personal calificado o de especialistas, de dirección o confianza, y no


menos del ochenta por ciento (80%) del valor de la nómina de trabajadores

ordinarios.

En los trabajos mineros y ambientales del concesionario de minas la autoridad

minera, oídos los interesados, señalará los porcentajes mínimos de trabajadores

oriundos de la respectiva región y domiciliados en el área de influencia de los

proyectos que deberán ser contratados. Periódicamente estos porcentajes serán

revisables.

Los concesionarios de demostrada trayectoria técnica y empresarial y

poseedores de infraestructura y montajes adecuados, podrán establecer, con la

autorización previa de la autoridad minera, planes y programas concretos de

transferencia de tecnología, de estructuración o de reconversión de pequeñas

explotaciones de terceros o de asistencia jurídica o técnica, en convenio con

universidades debidamente reconocidas, con el objeto de mejorar su eficiencia y

nivel de crecimiento.

Las inversiones y gastos debidamente comprobados en dichos planes y

programas, serán deducibles de las regalías a que estén obligados por su propia

producción, en una cuantía que no exceda del 10% de dichas contraprestaciones.


CONCLUSIÓN

Las condiciones que expone el análisis comparativo, intervienen de manera

clave en el ámbito regulatorio, tras las adiciones, modificaciones y mejoramiento del

marco normativo de las leyes que se manejan dentro del contexto de la contratación

pública, esto permite un mejoramiento en el cumplimiento de los requisitos y los

estudios, encaminados a una clara y/o transparente administración y ejecución de

los rubros del Estado en pro de la satisfacción real de las necesidades sentidas de

la ciudadanía.

Se puede concluir que estás leyes no son parte de un mecanismo coactivo

sino de fortalecimiento, si bien no se trata de una falencia dentro de la política

pública de contratación, si bien, en el marco constitucional político de Colombia

(1991), se concibe que, en ningún momento, forma o lugar, se hayan de favorecer

a alguna empresa en cuanto al otorgamiento de contratos de interés público si no

cumple con las condiciones necesarias para tal fin.


Referencias bibliográficas

Benavides, J. (2010). Contratación pública y debilidad institucional en


infraestructura en Colombia. Revista de Ingeniería de la Universidad de los
Andes, 32, 80-87.

Cuellar Duran, A. M., Halaby, L., & Rosa, J. (2012). El contrato de concesión de
obra pública en la legislación colombiana: desnaturalización hacia el contrato
de obra pública o existencia real (Master's thesis, Universidad Libre).

Departamento Nacional de Planeación (sf) Estatuto general de contratación de la


administración pública, Ley 80 de 1993. Recuperado
dehttps://www.sgr.gov.co/

Mañas, P (2013) El régimen de contratación de los poderes adjudicadores que son


administración pública, Cap. 2 Configuración general de la contratación (p
70-80). Recuperado
dehttp://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action?docID=
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Prieto, H. (2014), Proyectos: enfoque gerencial, Cap. 2 Formulación de Proyectos,


(p 141-143). Recuperado
dehttp://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action?ppg=15
8&docID=11162313&tm=1498790807040

Urueta Rojas, J. M. (2006). El contrato de concesión de obras públicas. Universidad


del Rosario.

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