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SUMARIO Núm. 96
Núm. 96
Artículos
• Perspectivas pedagógicas sobre el canto en educación primaria,
por Albina Cuadrado Fernández 16
• Actividades musicales en el proceso de atención,
por Vicente Alonso Brull, María del Mar Bernabé Villodre y María de los Ángeles Bermell32
• Aprendizaje de la gestualidad en la música de cámara,
por José Galiano Pérez 44
• El mecanismo respiratorio de los trompistas,
por Gemma Guillem Cardona y Gustavo Juan Samper 58
• El clarinete en el período barroco,
por Vicente Pastor García 72
• Estereotipos femeninos en creaciones narrativas musicales,
por Desirée García Gil y Presentación Ríos Vallejo 92
Noticias
• Investigación musical, por Ana Lucía Frega 108
• XVIII Concurso Internacional de Piano de Valencia “Premio Iturbi”,
por Margarita Morais 110
• Jornadas de Zarzuela en Cuenca
por Alicia Cabrera 112
• La SEM-EE firma un convenio con la Universidad Nacional de Piura,
por Anna Mercedes Vernia Carrasco 114
• Un manuscrito de Vicenzo Bellini entre los fondos de la Biblioteca Nacional
por Biblioteca Nacional de España 116
• Noticias breves 118
Documentos
• Centros de enseñanzas musicales:
Conservatorio Superior de Música de Vigo 154
SUMARIO (continuación)
• El ministerio deja en estado de indefensión a cuarenta mil
estudiantes de Enseñanzas Artísticas 158
• Conclusiones del estudio sobre sociología de los músicos
por María Mercedes Jorge Serra 160
• El mundo de la empresa, la Música y la LOMCE
por Juan D. Martín 162
• El Consejo Escolar apoya la petición de mantener la denominación
de “Grado” de los títulos de Enseñanzas Artísticas Superiores 165
Revista de revistas
• Los conservatorios piden que se les reconozca como universitarios 166
• Alumnos del Conservatorio Superior de Danza reclaman
su adscripción a la Universidad de Málaga 166
• La ópera buffa del 15-M vuelve a los escenarios 167
• Nuevos miembros honoríficos del Claustro Universitario de las Artes 168
• Erasmus: la llave europea de los conservatorios españoles 170
Cursos y concursos
• Cursos 196
Cursos en España 196
Cursos en otros países 197
• Concursos 200
Concursos en España 200
Concursos en Europa 201
Concursos en otros países 204
José Galiano Pérez
Aprendizaje de la gestualidad
en la música de cámara
Separata de la Revista:
Música y Educación
Núm. 96 Año XXVI, 4 Diciembre 2013
(ISSN 0214-4786)
MADRID 2013
ARTÍCULOS
Aprendizaje de la gestualidad
en la música de cámara
Resumen: El objetivo de este trabajo es contribuir al conocimiento del uso de la
gestualidad en la música de cámara y la mejora del aprendizaje de la asignatura.
Una vez establecida la necesidad de un mayor desarrollo de los recursos visuales
utilizados en la interpretación camerística, se aplican los avances realizados
en el estudio de la comunicación no verbal, construyendo un sistema de
análisis que relaciona diferencias instrumentales, signos utilizados,
organización de los grupos y discurso musical.
Palabras clave: música de cámara, aprendizaje, gestualidad, comunicación no verbal,
cinésica, proxémica, análisis de contenido.
1. José Galiano Pérez es profesor de flauta travesera y música de cámara en el Conservatorio Profesional
de Música de Elche, Avda. Alcalde Vicente Quiles Fuentes s/n, 03202 Elche, Alicante (España) y Máster en
Innovación e Investigación en Educación por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. En la ac-
tualidad elabora su tesis dentro del programa de doctorado del Departamento de Didáctica de la Facultad
de Educación de dicha Universidad.
El artículo fue recibido el 16.03.12 y aceptado el 04.10.12.
2. Real Decreto 1577/2006, de 22 de diciembre, por el que se fijan los aspectos básicos del currículo de las en-
señanzas profesionales de música reguladas por la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. BOE de
20 de enero de 2007.
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ARTÍCULOS Aprendizaje de la gestualidad en la música de cámara
–Las limitaciones físicas de cada ins- see comunicar, desde aspectos sonoros a
trumento dificultan el desarrollo de un los más puramente emotivos, pero a los
sistema de signos unificado. que no renuncian la mayoría de los direc-
–Hay un temor, justificado ante ciertos tores.
excesos, de que la gestualidad esconda Obviamente, lo más razonable es una
deficiencias técnicas o falsee el conteni- utilización eficiente de los recursos, sin
do de la obra musical. excesivo histrionismo. Pero, indepen-
Sin embargo, si comparamos la gestua- dientemente de su utilización como me-
lidad en la música de cámara con la de- dio de comunicación entre los intérpre-
sarrollada en la dirección orquestal, ve- tes, el gesto va unido indisolublemente a
remos que en este último campo hay, por la interpretación musical.
un lado, una serie de signos de uso gene-
2. El gesto en la ejecución
ralizado, comprensible para la mayoría
instrumental
de los músicos que integran los grupos
orquestales y, por otro, un abanico amplio Por lo que se refiere a la técnica instru-
y diverso de posibilidades expresivas en mental, es habitual referirse al gesto co-
función del tipo de contenidos que se de- mo al movimiento necesario para la pro-
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Música y Educación Núm. 96 Año XXVI, 4 Diciembre 2013
pia emisión del sonido, sea durante dicha tación genuinamente musical. Más bien,
emisión o durante una fase preparatoria. pueden ayudar, por un lado, a reforzar el
Precisamente en este segundo punto en- mensaje (la redundancia previene pérdi-
contramos uno de los principios en co- das de información en algunos sistemas
mún con la dirección orquestal: la antici- de comunicación) e, incluso, a recordar
pación visual. En el gesto directriz, todo aspectos emotivos o retóricos de la obra.
cambio o evento que ocurra en la música De hecho y según los experimentos de
se da una pulsación antes (Higueras, Iacoboni en la UCLA, las neuronas espe-
2006), comunicándose por la forma en jo pueden inducir en el individuo las
que es realizado contenidos adicionales emociones reflejadas en la expresión fa-
a los propios de la agógica. Puesto que el cial, algo que ya anticipó Darwin en
cuerpo del instrumentista experimenta 1873, al formular el “principio de antíte-
una programación anticipada diferente sis”, por el que una emoción podía con-
ante un “legato” o un “staccato” (Klein- trarrestarse induciendo la contraria me-
Vogelbach y Spirgi-Gangert, 2010), un diante la expresión facial.
observador experimentado puede reco- Sin embargo, mientras que en la direc-
nocer cómo y cuándo se producirá la si- ción orquestal es posible identificar un
guiente acción del instrumentista. determinado sistema de signos y se re-
En consecuencia y dependiendo de la curre sin reparos a la expresión facial de
libertad de movimiento que permita la otros contenidos menos normalizados
técnica de cada instrumento, la informa- (aspectos emotivos, tensiones armóni-
ción sobre el tipo de ataque, acentos, etc. cas, desarrollo formal, etc.), ya hemos
puede transmitirse tanto con gestos adi- visto cómo la situación en lo que respec-
cionales como con los gestos preparato- ta a la comunicación entre instrumentis-
rios a la emisión del sonido. La capacidad tas es muy distinta. En consecuencia,
para percibir dichos mensajes depende debemos plantearnos el interrogante de
de los conocimientos y la experiencia hasta qué punto o en qué dimensiones es
previa de los demás intérpretes, aunque posible establecer generalidades, orde-
estos mensajes no siempre se perciben nando toda esta información de forma
conscientemente. Desde el descubri- que el intérprete pueda utilizar todos es-
miento de las neuronas espejo sabemos tos recursos para mejorar la actuación del
algo más sobre el mecanismo en que el grupo en su conjunto.
receptor procesa la información: se ha La cuestión planteada presenta no po-
identificado un tipo de estas neuronas cos problemas, pues un mismo mensaje
que codifica los movimientos previos o es emitido de forma simultánea a otros e
los que están relacionados con la acción integrado dentro del mensaje sonoro, su-
en forma lógica cuando el sujeto los ob- jeto además a diferencias específicas de
serva (Iacoboni, 2009). cada individuo o grupo de individuos. No
Pero, por lo que respecta a los mucho obstante, estas mismas dificultades han
más discutidos gestos añadidos a la eje- sido enfrentadas desde hace décadas por
cución instrumental, no necesariamente los investigadores en la comunicación no
han de suponer una traición a la interpre- verbal ligada al lenguaje hablado, esta-
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Música y Educación Núm. 96 Año XXVI, 4 Diciembre 2013
mas atraían a líderes orientados a objeti- musical de cada época. Por ejemplo, en
vos concretos. En esta última posición es el trío con piano clásico casi todo el dis-
más fácil mantener un contacto visual curso gira alrededor de este instrumento
con el resto del grupo, algo muy impor- y frecuentemente el violín y, especial-
tante para marcar entradas y finales en la mente, el violoncello parecen intervenir
música de cámara, especialmente en gru- únicamente para enfatizar y aumentar la
pos grandes. sonoridad de lo ya expuesto en el teclado
La visibilidad del líder y la emisión del (Figur a 2). En la actualidad y de acuerdo
sonido suelen ser los aspectos fundamen- con esta realidad, ya no son tan raros los
tales en la colocación de los grupos, pero grupos en que ambos instrumentos de
no ha de ser el único. La recuperación de arco se colocan a los lados del piano.
la práctica con instrumentos antiguos Por lo que respecta a otras formacio-
durante la segunda mitad del siglo XX nes, la colocación en extremos opuestos
vino acompañada de la adopción de co- de violines primeros y segundos ha per-
locaciones más acordes con la escritura mitido recuperar el diálogo y contraste
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ARTÍCULOS Aprendizaje de la gestualidad en la música de cámara
entre las dos voces agudas, presente en la relación entre música y movimiento, su
mayoría de la música del siglo XVIII. variedad dependerá de la libertad de mo-
Pero éste no es el único criterio a con- vimientos de cada instrumento. Contri-
siderar, especialmente cuando el grupo buyen a reforzar el contenido del mensa-
alcanza unas dimensiones que aconsejan je pero, salvo indicación del autor, no
un liderazgo claro desde una posición conviene que el espectador reciba más
visible. El contacto visual facilita la re- estímulos en el plano visual que en el au-
cepción de órdenes y el establecimiento ditivo.
de la empatía, estrechamente relaciona- –Muestras de afecto: Configuraciones
da además con los movimientos de sin- faciales que expresan estados afectivos.
cronía. Éstos son fácilmente identifica- Además de los relacionados con el con-
bles en el desarrollo de una conversación, tenido emocional de la música, algunos
anunciando su disminución y un paulati- gestos pueden mejorar el clima relacio-
no alejamiento hacia el fin del diálogo. nal del grupo.
Este vínculo entre la intensidad de la –Reguladores: Que regulan el acto de
comunicación y la del movimiento tam- hablar y escuchar. Los más habituales en
bién ha sido objeto de estudio en la inter- el habla son el contacto visual y los mo-
pretación musical. De hecho, si se reali- vimientos de cabeza. Su ausencia puede
zan varias grabaciones de un mismo contribuir a destacar lo novedoso de una
grupo con diferentes grados de intensi- idea. Por ejemplo, Rosen recuerda cómo
dad emotiva, será posible identificar mu- Skrowacewski le pidió que no apartara
chas de ellas sin necesidad de reproducir las manos del teclado en el cuarto con-
cierto de Beethoven, como si fuera el
la pista de audio (Davidson, 2002).
pianista y no la orquesta la que hubiera
En este caudal informativo se dan si-
de continuar la frase inicial.
multáneamente movimientos de muy
–Adaptadores: Actos dirigidos a obje-
distinta índole y no siempre con la misma
tos y/o el propio cuerpo, con diferentes
calidad en la información. Para clasifi-
funciones sociales o de dominio de las
carla es necesario establecer unas tipolo-
propias emociones. La auto-observación
gías, aspecto al que se dedica la Cinésica
permite detectar gestos compulsivos que
(o Kinésica), es decir, el estudio de los
distraen al público o dan una idea de ex-
movimientos en la comunicación no ver-
cesiva inseguridad.
bal. Knapp (Op. cit.) resumió los estudios Se observará que estas categorías no
precedentes en los siguientes apartados: son excluyentes entre sí, tanto en la inter-
–Emblemas: Actos no verbales que ad- pretación camerística como en el lengua-
miten una trasposición oral directa o una je hablado, en el que es posible utilizar un
definición de diccionario. Los gestos de emblema para ilustrar lo que se dice o
anacrusa y “de corte” tienen un signifi- incluso para introducir dudas o dobles
cado evidente, aunque también pueden sentidos. Ésta es una dificultad notable
considerarse reguladores. para realizar un análisis de contenido del
– Ilustradores: Que acompañan al habla flujo no verbal, incrementada en la prác-
e ilustran sobre lo que se dice. Dada la tica musical por el hecho de que un mis-
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que sí captarán acciones más amplias en no es otra que identificar el punto concre-
los brazos, la tensión en la espalda o el to en que se producen y que ya es cono-
desplazamiento visual habitual en los cido por los ensayos, percibiendo los
cambios de posición en la guitarra o los demás instrumentistas, merced a la inte-
grandes saltos en el teclado. riorización del ritmo musical, la prepara-
En ocasiones, estos movimientos más ción de estos movimientos de forma
amplios se deben circunstancias muy acompasada al pulso de la música. Es de
concretas, como la posición de un acorde esta manera cómo la gestualidad ayuda
en la guitarra. En los primeros trastes, hay en muchos momentos a la interpretación
un visible desplazamiento del codo para en grupo.
pasar de una posición “directa” (los de- En cuanto a los gestos directrices, tam-
dos pulsan sobre trastes diferentes) a otra bién es posible, partiendo de la observa-
“transversal” (todos los dedos en el mis- ción de las diferencias, encontrar rasgos
mo traste). Al realizar la misma opera- generales, como es el de la verticalidad.
ción a partir del traste número doce, esta Al igual que en la dirección de orquesta
misma operación altera la inclinación del los compases se baten sobre una línea
tronco propia de los guitarristas al pisar horizontal imaginaria (figura 7), lo que
sobre la caja, lo cual es visible tanto por permite a los instrumentistas anticipar
el cambio de altura de los ojos como en cuándo el movimiento volverá a la altura
el mismo codo izquierdo (figuras 5 y 6). inicial, esta constante parece mantenerse
Ahora bien, estas posiciones pueden en las anacrusas, gestos de corte o de ini-
verse alteradas al repetir un mismo frag- cio de un nuevo compás. Por ejemplo,
mento musical en otra tonalidad, lo que mientras que violines y violas suelen
resulta decepcionante si pretendemos marcar las anacrusas con el arco, violon-
establecer un código que relacione de chelistas y contrabajistas lo hacen con un
forma inequívoca determinados gestos movimiento vertical de cabeza.
con elementos de la composición musi- En nuestras observaciones hemos en-
cal. En realidad, la utilidad de los gestos contrado muchos trompetistas que sue-
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Figura 5. Cambios en
la posición corporal
con posición directa
y transversal de los
dedos en la caja de la
guitarra. Vista frontal
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ARTÍCULOS Aprendizaje de la gestualidad en la música de cámara
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Figura 8. Número total de gestos registrados en los primeros veintinueve compases del Cuarteto Op. 18
núm. 1 de L. van Beethoven
–De sincronía: se perciben como un nía, en cierto modo inevitable en los ins-
reflejo conjunto de la interpretación co- trumentos de arco por la necesidad de
lectiva. Se traducen como una oración en compensar los esfuerzos y desplaza-
primera personal del plural (“nosotros”) mientos musculares, pero coincidente
Se observará que en todos los grupos con lo registrado con los clarinetes.
hay movimientos de liderazgo después Es obvia la relación con los movimien-
de los silencios en los compases 2 y 3, tos de liderazgo con las entradas tras un
así como en los dos primeros pasos de la silencio, puntos en los que (aunque en
progresión (compases 13 y 15). En ésta menor medida que en los reguladores)
se destacan los movimientos de sincro- también se dan algunos movimientos de
nía en los reguladores, al igual que en los sincronía en los intérpretes más activos
compases 6 y 7 (Figura 9) o los sforzan- gestualmente. En estos casos, los movi-
do de los compases 22 y 24. Estas prime- mientos de sincronía se diferencian de
ras observaciones parecen indicar una los de liderazgo al registrarse en un fo-
fuerte relación entre sonoridad y sincro- tograma posterior.
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Figura 11. Solo de violonchelo en los compases 30 a 37 y 101 a 108 del Cuarteto Op. 18 núm. 1 de Beethoven
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