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CONTROL DE LECTURA

Teoría Sociológica Clásica I


Profa. Claudia Bodek Stavenhagen
Raya León Omar
La División del Trabajo Social, Libro Tercero, Capítulos I, II “La División del
Trabajo Anómico”, “La División Coactiva del Trabajo”, Conclusiones, Emile
Durkheim.

El autor hace notar en primer lugar que la división del trabajo es un fenómeno
normal, y aun así presenta formaciones patológicas que cabe examinar. Aunque
existen formas irregulares, como las actividades delictivas, éstas no entran en la
investigación de Durkheim, pues aunque son la negación de la solidaridad, no
entran dentro de la división del trabajo. De esta manera, Durkheim se remite a
analizar tres fenómenos en particular, los más generales y graves, pero no los
únicos.

La primera anomalía son las crisis industriales, un fenómeno usual en la


sociedad de su tiempo, señala que entre 1845 a 1869 hubo un aumento de las
quiebras en un 70%, y que ninguna relación tiene el hecho con el aumento de la
vida económica, pues las empresas lejos de haberse multiplicado se concentraron.
Tal pareciera que con la división del trabajo aumentara la incidencia del fenómeno.

Durkheim expone el cómo a medida que las funciones sociales se


especializan, la pugna de clases se acrecienta en lugar de aumentar la
solidaridad, sobre todo en la sociedad industrial, pues Durkheim presenta una
versión idílica y distorsionada sobre la era feudal. Asimismo, existe una coacción
sobre los desposeídos, pues no desean su posición y deben aceptar su condición,
aunque este hecho no produce el fenómeno por sí mismo. No obstante, en la
pequeña industria existe la armonía entre el patrono y el obrero, a diferencia de la
gran industria.

Por otra parte, queda el campo de la ciencia, alguna vez unificada y


totalizada, para la época de Durkheim la especialización se había manifestado.
Para el autor esta división lograría que se dejase de lado un todo solidario.
Estos hechos se agravan al atomizarse la división del trabajo. Dice
Durkheim: “el individuo, hundido por su trabajo, aíslase en su actividad especial;
ya no siente a los colaboradores que a su lado trabajan en la misma obra que él,
ni vuelve jamás a tener la idea de esta obra común.”1. Al especializarse en exceso
las funciones, la división del trabajo juega una influencia de desasociación. El
gobierno, como la filosofía aparentemente juegan un papel de cohesión tanto a la
sociedad como a las ciencias, respectivamente. Sin embargo, la intervención
coactiva y mecánica de ambas dificulta la armonía: la uniformidad no puede
mantenerse por la fuerza. Que la conciencia colectiva se diluya paulatinamente no
es un fenómeno anormal, como tampoco es causa de anormales fenómenos.

Para explicar las crisis, Durkheim recurre al absurdo argumento de la


desregulación y las crisis por sobreproducción, también explicado por el marxismo.
Asimismo, supone que el crecimiento de la industria fuera del entorno local
distorsiona la producción:

Encontrándose los productores muy cerca de los consumidores pueden darse


fácilmente cuenta de la extensión de las necesidades a satisfacer. El equilibrio se
establece, pues, sin trabajo, y la producción se regula por sí misma. Por el
contrario, a medida que el tipo organizado se desenvuelve, la fusión de los
diversos segmentos, unos en otros, lleva la de los mercados hacia un mercado
único (…). O Se extiende incluso más allá y tiende a devenir universal, pues las
fronteras que separan a los pueblos desaparecen al mismo tiempo que las que
separan a los segmentos de cada uno de ellos. (…). Por consecuencia, la
producción carece de freno y de regla; (…) es inevitable que la medida se
sobrepase, tanto en un sentido como en el otro 2.

Por otra parte, Durkheim señala que las reglas pueden producir ciertas
desviaciones patológicas, como la lucha de clases, en la cual “No estando, o no
estando ya satisfechas las clases inferiores del papel que se les ha asignado por
la costumbre o por la ley, aspiran a las funciones que les están prohibidas y
buscan el desposeer a quienes las ejercen”3. Por esta razón no basta con que
cada uno tenga su tarea, sino que le convenga. Esta configuración mórbida es
nombrada división coactiva del trabajo. La coacción no proviene de las normas,
sino cuando la reglamentación; no correspondiendo ya a la verdadera naturaleza

1
Durkheim, Emile. La división del trabajo social. En: Teoría sociológica para todos. [Disponible en línea].
Consultado el 5 de mayo de 2014.
http://investigacion.politicas.unam.mx/teoriasociologicaparatodos/pdf/Teor%eda%201/Durkheim%20-
%20La%20divisi%f3n%20del%20trabajo%20social.pdf p. 262.
2
ibid. p. 270.
3
ibid. p. 273.
de las cosas y, por consiguiente, careciendo de base en las costumbres, no se
sostienen sino por la fuerza.”4. La solidaridad producto de la división del trabajo
sólo puede ser producto de la espontaneidad.

Durkheim describe el proceso mediante el cual las diferencias se atenúan


en las sociedades que adoptan un régimen de castas y lo contrasta con la
diferenciación que suscita la división del trabajo, dice además que “toda
desigualdad compromete la solidaridad orgánica”5. Esta igualdad se vuelve
necesaria para coordinar unas funciones con otras, y que además no solamente
sean velados los contratos por la autoridad central, sino en forma orgánica.

Bibliografía

Durkheim, Emile. La división del trabajo social. En: Teoría sociológica para todos.
[Disponible en línea]. Consultado el 5 de mayo de 2014.
http://investigacion.politicas.unam.mx/teoriasociologicaparatodos/pdf/Teor%
eda%201/Durkheim%20-
%20La%20divisi%f3n%20del%20trabajo%20social.pdf .

4
ibid. p. 276.
5
ibid. p. 278.

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