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La concepción iusnaturalista, se caracteriza por sostener conjuntamente estas dos tesis;

× Una tesis de filosofía ética, que defiende la existencia de principios morales y de justicia,
universalmente validos y asequibles a la razón humana.
× Una tesis de definición del derecho, según el cual, no puede calificarse un sistema normativo de
jurídico si este contradice aquellos principios morales o de justicia universalmente validos.
Desde el punto de vista de la filosofía del derecho, el iusnaturalismo mantiene que legitimidad de las
leyes del derecho positivo, esto es, el conjunto de leyes efectivamente vigentes en un Estado, depende
del derecho natural. Desde este punto de vista, el que una ley haya sido promulgada por la autoridad
competente cumpliendo los requisitos formales exigibles no es suficiente para que sea legítima.

Postulados básicos del Derecho natural racionalista:


1. Desvinculación del Derecho natural respecto a Dios: Dios ya no es la fuente de toda moral,
sino la naturaleza racional del hombre.

2. Construcción del Derecho natural por la razón: Es decir, mediante operaciones lógico
deductivas que se van ampliando indefinidamente a partir de los preceptos naturales y
conocidos.

3. Status naturalis y status civilis: Lo primero se define como el estado de naturaleza del
hombre previo a su convivencia político-social. Lo segundo es el estado posterior. De ello
se extrae que el hombre es un ser asocial; simplemente se adviene a construir sociedades.

4. Pactismo: El paso de un estado a otro se explica por la teoría del pacto. Se distinguen dos
pactos sucesivos: pactum unionis (constitución del grupo social) y pactum subjetionis
(sumisión del grupo a una autoridad).

5. Naturaleza empírica del hombre: A partir de Grocio se atiende la naturaleza empírica del
hombre, fijándose en sus consideraciones sociológicas. Puffendorf se centra en la
tendencia natural hacia la sociabilidad; Tomasio, hacia la apetencia de felicidad; Hobbes,
el egoísmo; Rousseau, la bondad.

6. Separación entre moral y derecho: Es consecuencia de la separación entre filosofía y


teología. La moral queda como un conjunto de actos internos del sujeto.
GROCIO
Es un jurista interesado por la praxis. Equipara el Derecho natural con la Naturaleza racional (que en
última instancia todavía está en Dios). Además del componente racional, está el social (sociabilidad).

EL IUSNATURALISMO TEOLÓGICO.
Para los iusnaturalistas teológicos los principios del derecho natural se encuentran en Dios, exactamente
en la voluntad y la sabiduría de Dios.
Los primeros cristianos son los primeros iusnaturalistas, porque creen que se tiene que seguir la voluntad
de Dios, lo que Dios rebela a los hombres. Para ellos no hay que seguir al razonamiento humano porque
el hombre es corrupto.

Dentro del iusnaturalismo teológico nos encontramos dos corrientes:


1. Iusnaturalismo teológico voluntarista.
El iusnaturalismo teológico voluntarista es el que predica que los principios morales derivan de la
voluntad divina. Ellos proclaman que no se puede confiar en la racionalidad humana. Para los
iusnaturalistas teológicos voluntaristas las personas tienen que seguir ciegamente la voluntad divina.
El iusnaturalista teológico voluntarista más importante fue Guillermo de Occam.

2. Iusnaturalismo teológico intelectual.


La versión intelectual del iusnaturalismo teológico se basa, principalmente, en el pensamiento tomista
de Santo Tomás de Aquino, para el que son igual de importantes la fe y la razón.
Para los iusnaturalistas teológicos intelectuales los principios morales provienen de la sabiduría de Dios,
porque Éste es sabio y su sabiduría no cambiará jamás.
Para los iusnaturalistas teológicos de corriente intelectual hay tres tipos de leyes:
× Ley eterna: ley que es producto de la sabiduría divina. Es una ley perfecta que gobierna todo,
solo es conocida por Dios y los Santos. Ningún “mortal normal” tiene acceso directo a esta ley.

× Ley natural: principios que los hombres descubren a través del razonamiento, es una intuición
humana de la ley eterna, es decir, es la participación de los hombres en la ley eterna mediante la razón.

× Ley humana: leyes dictadas por los hombres para regir la sociedad. Las leyes humanas son fruto
de la razón porque se ajustan a las leyes naturales que son reflejo, mediante la razón, de la ley eterna.
Para los iusnaturalistas teológicos de corriente intelectual la razón es un elemento básico para conocer
los principios de justicia.
IUSNATURALISMO TEOLOGICO Y RACIONALISTA
EL DESCUBRIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS.
ESCRITO POR Fernando Rovetta Klyver
EL IUSNATURALISMO TEOLÓGICO, de la filosofía medieval con la teología, considera a la
ley natural como una participación de la ley divina y habrá de expresarse en la ley humana o
positiva. Por cuanto exige que esta ultima sea justa. San Agustín afirmaba “no parece que sea
ley la que justa no fuese “y Tomas de Aquino ratifica:” La ley injusta no es ley sino corrupción
de ley” El contenido de la ley natural son los primeros principios prácticos como procurar el
bien y evitar el mal ( bonum faciendium matum vitandum) que son universales e inmutables,
pero también las conclusiones próximas o remotas de tales principios que pueden ser
particulares y mudables.
EL IUSNATURALISMO RACIONALISTA ( XVII-XVIII) suprime la referencia a la Ley divina _
aunque veremos un caso en el que esto no ocurre y sostiene que “ el derecho natural existía
aun cuando Dios no existiese” ( si Deo non daretur)según la experiencia de Hugo Grocio
(1625). El fundamento de tal derecho es la propia racionalidad humana, que es capaz de
descubrir en la naturaleza ciertas leyes universales e inmutables, son como tres reglas de oro
de la jurisprudencia romana (o dar a cada uno lo suyo, vivir honestamente y no hacer daño a
nadie), otorgando un alcance mas inmanente al principio de autoridad tan relevante y
transcendente en la teología medieval.
A partir de tales leyes y por el método deductivo como procede la misma geometría -se podía
inferir otras reglas de conducta mas específicos.

LA ARGUMENTACION JURIDICA
ESCRITA POR ESCUELA NACIONAL DE LA JUDICATURA

El iusnaturalismo teológico: sus máximos representantes son los filosóficos, tomistas y


quienes creen que el origen del derecho natural es Dios y que las leyes positivas deben
derivarse de este.
El iusnaturalismo racionalista representados por los filosóficos iluministas los que
sostuvieron que el origen, de los principios morales se encuentran en la estructura o naturaleza
de la razón humana y quienes trataron de axiomatizar estos principios auto evidentes que
permitían derivar el resto de la normas. Lo común o ambas es que se desarrollan a partir de
una teoría normal desde la cual sostiene se puede analizar mejor la forma de pensar y actuar
en cuestiones jurídicas.

El iusnaturalismo, en sus versiones tradicionales, se compromete con la creencia de que


existen, por encima de las leyes creadas por el hombre, ciertos principios de derecho natural.
Estos principios de moralidad son inmutables y eternos, contrariamente a las leyes humanas
que pueden cambiar de una comunidad a otra y de tiempo en tiempo. Las leyes humanas que
se encargan de regular los asuntos más elevados o importantes de la comunidad deben estar
de acuerdo con los principios del derecho natural. En consecuencia, la validez jurídica de las
leyes humana depende necesariamente de lo establecido en tales principios.

La historia de la doctrina del derecho natural es casi tan larga como la historia europea. Se
pueden encontrar nociones que anticipan las tesis antes mencionadas en Grecia, en las obras
de los estoicos en los primeros años del Imperio romano, y en la teología cristiana medieval.
Además las mismas ideas de fondo inspiraron el pensamiento secular de los representantes
del siglo XVI y fueron la base esencial para la aparición de la doctrina de los derechos
naturales surgida en los siglos XVII y XVIII. Durante el siglo XIX y hasta la primera mitad del
siglo XX sufrió fuertes embates críticos, pero resurgió con fuerza después de la Segunda
Guerra Mundial. Actualmente, sus defensores no se limitan a grupos religiosos, como lo pone
de manifiesto la proliferación de corrientes preocupadas por dotar de fundamentos racionales
a la doctrina de los derechos humanos. Su larga vida, y la pluralidad de propuestas que se
han considerado históricamente como pertenecientes a esta doctrina, explican las dificultades
que existen para poder exponer de forma breve en qué consiste el iusnaturalismo.
Definición
Podemos resumir la doctrina del derecho natural, en su versión tradicional, en las siguientes
tres tesis:
(DN1) existen principios de moralidad eternos y universalmente verdaderos (leyes naturales)
(DN2) el contenido de dichos principios es cognoscible por el hombre empleando las
herramientas de la razón humana y
(DN3) sólo se puede considerar "derecho" (leyes positivas) al conjunto de normas dictadas
por los hombres que se encuentren en concordancia con lo que establecen dichos principios4.

Clasificación
Las teorías iusnaturalistas tradicionales se diferencian por los distintos argumentos que
brindan en apoyo de la existencia de los principios de derecho natural (tesis DN1), por las
diversas elaboraciones de los contenidos de esos principios que proponen (tesis DN2) y por
las consecuencias que consideran que de ellas se siguen en el campo del derecho (tesis DN3).
Según Nino (1984) las principales discrepancias entre iusnaturalistas surgen respecto del
origen de los principios morales que forman el “derecho natural”. Así distingue dos formas
básicas de lo que hemos dado en llamar "teorías iusnaturalistas tradicionales":
(1) el IUSNATURALISMO TEOLÓGICO, cuyos representantes más conspicuos son los
filósofos tomistas, quienes creen que el origen del derecho natural es Dios y que las leyes
positivas deben derivarse del mismo;
(2) el IUSNATURALISMO RACIONALISTA, representado por los filósofos iluministas, los que
sostuvieron que el origen de los principios morales se encuentra en la estructura o naturaleza
de la razón humana y quienes trataron de axiomatizar esos principios autoevidentes que
permitían derivar el resto de las normas.

Lo común a todas ellas es que se desarrollan a partir de una teoría moral desde la cual,
sostienen, se puede analizar mejor la forma de pensar y actuar en cuestiones jurídicas.

Una derivación: El Derecho Natural y de Gentes


Una derivación clara de la influencia de Aristóteles es el desarrollo en la Edad Moderna del
Derecho Natural y de Gentes, que podría constituir por sí misma una colección independiente
y con entidad propia.
Se podrían distinguir dos tendencias, una constituida por la tradición teonómica y aristotélico-
tomista, llamada también clásica, donde quedarían situados, de un lado, la Escuela de
Salamanca (con sus derivaciones) y, de otro, la tradición ilustrada católica española y europea.
La otra tendencia es conocida como escuela de Derecho Natural moderno o racionalista, que
tiene su comienzo con Alberico Gentili y Hugo Grocio y continúa hasta el dominio de la filosofía
kantiana.
Los representantes del iusnaturalismo coinciden en afirmar que hay unos principios morales y
de justicia universalmente válidos y asequibles a la razón humana. También afirman que toda
norma jurídica puede recibir este calificativo sólo si no contradice estos principios morales y
de justicia supremos. Estos principios están llamados a actuar como fundamento legitimador
y como instancia crítica de todo derecho positivo. Tales principios, que suelen y pueden ser
designados con el nombre genérico e impreciso de Derecho Natural, representan una síntesis
o paradigma del verdadero derecho correcto, un derecho no creado por el hombre que
desempeña también la función de servir de pauta directriz para el establecimiento y aplicación
de los diversos derechos positivos.
Igualmente, el Derecho Natural cumple el papel de patrón de control que ha de aplicarse a
cualquier derecho histórico para medir el nivel que éste ha alcanzado en su intento de
realización concreta de la juridicidad. El Derecho Natural es un derecho correcto en el que
nuestra conciencia jurídica –el sentimiento inmediatamente evidente para lo justo y lo injusto–
queda satisfecha. Se trata, de “un derecho superior que da respuesta a todas las preguntas,
que coloca ante un espejo el derecho positivo, un derecho correcto en el que nuestra
consciencia jurídica –el sentimiento inmediatamente evidente para lo justo y lo injusto– queda
satisfecha. Es derecho en el sentido supremo, está por encima de todo derecho positivo, es
su patrón y su conciencia, es el rey de las leyes, la norma de las normas

El iusnaturalismo ha sido muy criticado y puesto en tela de juicio en multitud de ocasiones,


pero este planteamiento cuenta a su favor con que los hombres, a través de todos los tiempos
y en las más variadas circunstancias culturales, han vuelto de forma ininterrumpida una y otra
vez sobre él durante más de dos mil años en una especie de ‘eterno retorno’, como señala H.
Rommen
La razón de esta continua recurrencia se debe a que trata de un tema muy importante para la
vida del hombre en la sociedad, porque “discute si la eterna aspiración humana a la justicia no
pasa de ser una ilusión irracional o, por el contrario, puede concretarse en resultados
racionalmente fundamentables”
Esta pretensión llevó a desarrollar dos escuelas de Derecho Natural que hemos citado y cuyos
representantes se esforzaron por buscar unos principios supremos, absolutos, y de validez en
todo tiempo y lugar, o unos principios inmanentes al propio sujeto que él mismo descubría,
deducía y aplicaba. Estas dos tendencias tuvieron sus épocas doradas y circunscripción
territorial.
La escuela clásica florece sobre todo en la España de los siglos XVI y XVII, es la famosa
Escuela de Salamanca, que le debe mucho a su fundador, Francisco de Vitoria, que trató de
hacer una síntesis poderosa entre la tradición jurídica romana, los principios de la filosofía
griega, la filosofía tomista y los preceptos de la religión católica. A la vez, pero sin mucha
fuerza al principio y en un tono conciliador, comienza a dar sus primeros pasos el
iusnaturalismo racionalista de la mano de Alberico Gentili, aunque su gran iniciador fue Hugo
Grocio, al que todas las Historias del Derecho Natural consideran como el instrumento elegido
por la Providencia para restaurar el verdadero Derecho Natural.
Como ocurre con los comentaristas, la relación es sólo indicativa y está sujeta a
modificaciones y ampliaciones.

EL IUSNATURALISMO RACIONALISTA

La teoría del derecho natural racionalista no sólo es la filosofía de los derechos Naturales y la
bandera de las revoluciones burguesas, sino también una nueva manera de acercarse al
estudio de la sociedad y de sus construcciones morales, políticas y jurídicas. Como ha
apuntado José Vericat, «Lo peculiar de los iusnaturalistas no es, por tanto, el concepto
propiamente tal de derecho natural-ni de ley natural- sino el postular a partir del mismo, por
vez primera, la posibilidad de un conocimiento de la sociedad como ciencia de lo moral. El
derecho natural pasaría a ser expresión, así, tanto de una nueva fundamentación
metodológica del conocimiento de la sociedad, como de la naturaleza de los contenidos
primordiales de ésta»
TOMO I: TRÁNSITO ALA MODERNIDAD. SIGLOS XVI YXVII 575
A partir de ahora vamos a comentar algunos de los rasgos que caracterizana la corriente de
pensamiento del derecho natural racionalista.
1.0 El iusnaturalismo racionalista representa, en el ámbito de la historia del pensamiento
filosófico-jurídico, la consecución de un hito muy importante dentro del amplio, complejo y
nada homogéneo movimiento de secularización del mundo moderno
• Dicho proceso de secularización se delimita aquí a una nueva concepción del antiguo
problema de la ley natural Como ha señalado Elías Díaz: «Precisamente la ruptura del
monolitismo y la uniformidad religiosa por obra de la Reforma protestante, iba a llevar
coherentemente a la necesidad histórica de un iusnaturalismo no fundado de modo ineludible
en la ley eterna... Si se quiere encontrar un concepto unitario de Derecho natural, aceptado
por todos los hombres, sean cuales fueren sus ideas religiosas, se hace preciso independizar
aquél de éstas. En el nuevo clima de incipiente racionalismo (siglos XVI y XVII) de afirmación
de la autonomía e independencia de la razón humana frente a la razón teológica, se piensa
que la base y el fundamento de ese
La evidencia que se presume y pretende demostrar de los PRINCIPIOS DEL
DERECHO NATURAL se reclamará del «more geométrico», y ello abarcará no solamente el
mundo del Derecho (GrociO)12, sino también la Ética (Spinoza)y la política (Hobbes).3.0 el
mundo y los medios para conocerle, propia de los creadores de la ciencia
y la filosofía de la ciencia moderna, un estudio histórico más pausado ha hecho ver que la
innovación ha coincidido con la dependencia de formas de pensamiento más tradicionales.
Por tanto, para hacer justicia en el tema de la novedad de planteamientos del Derecho natural
racionalista, habría que tener en cuenta que éste expresa además otra vinculación y
otros tributos que generalmente se subestiman: la filosofía escolástica y, principalmente, la
Segunda Escolástica española. Y ello no sólo porque todavía durante el siglo XVII la filosofía
dominante en los centros académicos y universidades es la escolástica.

TOMO I: TRÁNSITO A LA MODERNIDAD. SIGLOS XVI YXVII 579


El fundamento y el objeto del Derecho Natural, es decir la naturaleza humana, son aspectos
menos novedosos que la manera de afrontar el problema de cómo deducir sus principios. Así
es, a pesar de que bajo la tradicional etiqueta de «escuela de derecho natural» se encuentren
autores y, corrientes de pensamiento diversas, existe un principio unificador entre unos. y
otras, «tal principio no es este o aquel contenido, sino una cierta manera de abordar el estudio
del derecho y en general de la ética y de la filosofía derecho y lo moral (además XVII y XVIII».
semiteológico Gracio naturaleza... Gracio Y19. ~~ e1emeftto C8:raderísRco del iusnaturalismo
racionalista, quizá consecuencia derivada del principio metodológico que antes se ha
señalado. Como resultado de ello se va a propiciar la construcción de una étíca social por un
lado universal y por otro mínima. Universal porque sus principios se van a obtener de común
razón humana, y mínima, porque se pretende su validez sin negar las diferencias culturales o
religiosas. Ese intento va a unir a un conjunto bastante heterogéneo de autores. Consiste en
«la construcción de una ética racional, separada definitivamente de la teología y capaz por sí
misma de garantizar la universalidad de los principios de la conducta humana, precisamente
porque está basada finalmente sobre un análisis y una crítica racional de los fundamentos
mucho más que la teología perdida en contrastes de opinión irresolubles»20. El que la mayor
parte de los representantes del iusnaturalismo racionalista sean defensores de la tolerancia
en materia religiosa es, me parece, una feliz coincidencia con el objetivo que se acaba de
indicar. Todo esto no es, por otra parte, nada extraño ya que el artículo de la Enciclopedia
dedicado
al «Derecho Natural o Derecho de la Naturaleza»
Es decir, el siguiente rasgo caracterizador del derecho natural racionalista es que va a albergar
en su seno la posibilidad de construir toda una teoría de los derechos naturales.
Alessandro Passerin D'Entreves se ha referido a ello en el capítulo tercero de su conocido
libro sobre el Derecho Natural. Este autor parte del Preámbulo de la Declaración francesa de
los derechos del hombre y del ciudadano, 26 de agosto de 1789, parándose en el comentario
de algunas frases de dicho Preámbulo y considerando como rasgos más significativos de esta
teoría de los derechos naturales los tres siguientes: racionalismo, individualismo y radicalismo.
Obviamente de los tres rasgos tiene ahora especial interés el primero de ellos. D'ALEMBERT.
Tanto los contenidos del Derecho natural como los propios derechos naturales son verdades
evidentes por sí mismas, algo sobre lo que no cabe
discusión, al menos para los autores de las declaraciones de derechos americanas y
francesas. Como se verá posteriormente, Grocio y Pufendorf, con todos los matices que se
deseen añadir y a pesar de ellos, sostienen que es posible construir una teoría del Derecho
Natural con el sólo apoyo de la razón humana y al margen de presupuestos y
fundamentaciones teológicas. El esfuerzo de los iusnaturalistas no solamente irá en pos de la
evidencia sino que ésta se completará con la necesidad de que la claridad y la coherencia
acompañen a los contenidos de sus construcciones. El nuevo paradigma tomado de las
matemáticas y aplicado a la moral, la política y el Derecho cuenta con el apoyo sólido de los
filósofos y juristas más representativos de la época.
7.° Finalmente, hay que recordar que el iusnaturalismo racionalista no sólo representa la
versión moderna y secularizada del Derecho Natural y será el fundamento de las teorías de
los derechos naturales, sino que, una vez asumidas estas teorías por la burguesía ilustrada
europea, se convertirán en el pensamiento casi predominante en el mundo jurídico, económico

HUGO GROCIO
HISTORIA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
La confianza de Hugo Grocio en la razón natural humana es completa. Para él la razón es el
método de conocimiento de los principios del Derecho Natural estos PRINCIPIOS son tan
evidentes a la razón como las verdades matemáticas.
Así, el Derecho Natural es para Grocio «un dictado de la recta razón, que indica que alguna
acción por su conformidad o disconformidad con la misma naturaleza racional, tiene fealdad
o necesidad moral, y por consiguiente está prohibida o mandada por Dios, autor de la
naturaleza.
Los actos sobre los cuales recae tal dictado son lícitos o ilícitos de suyo, y por lo tanto, se
toman, como mandados o prohibidos por Dios, necesariamente: en el cual concepto se
diferencia este derecho, no solamente del humano, sino también del divino voluntario, el cual
no manda o prohIbe lo que de suyo y por su misma naturaleza es lícito o ilícito, sino que
prohibiendo o mandando hace las cosas lícitas o ilícitas»
La confianza de Grocio en la naturaleza y razón humanas y la importancia concedida al instinto
de sociabilidad y a la conservación de la sociedad como fundamentos del derecho natural van
unidas a una cierta fundamentación filosófica de algunos derechos naturales.

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