You are on page 1of 26

Obligaciones de las partes en el contrato de compraventa mercantil

Valeria Margarita Arregoces Olmedo


Camilo Andrés Romero Castilla

Universidad Pontificia Bolivariana


Escuela de Derecho y Ciencias Políticas
2018
Obligaciones de las partes en el contrato de compraventa mercantil

Valeria Margarita Arregoces Olmedo


Camilo Andrés Romero Castilla

Trabajo de grado para optar al titulo de abogado

Asesora
Katherine Gómez García

Doctora en derecho

Universidad Pontificia Bolivariana


Escuela de Derecho y Ciencias Políticas
2018

2
3
LAS OBLIGACIONES DE LAS PARTES EN EL CONTRATO DE
COMPRAVENTA MERCANTIL

4
Valeria Arregoces Olmedo1
Camilo Romero Castilla2

Resumen

El presente artículo tuvo como propósito realizar un análisis del contrato de


comparaventa de forma general e identificar específicamente las obligaciones y
derechos de las partes en el contrato de compraventa mercantil. Para lograr dicho
objetivo se lleva acabo un estudio descriptivo, utilizando fuentes de tipo normativo,
doctrina y libros relacionados con el tema anteriormente descrito. El contrato de
compraventa considerado actualmente como el contrato universal, satisface
necesidades de todas las personas, es por ello que se deben cumplir ciertas
obligaciones y asi mismo identificar desde el principio los derechos con los que
cuenta cada una de las partes. Es por esto que se hace necesario determinar
cuales son esas exigencias y esas garantías con las que cuenta el consumidor a
la hora de realizar un contrato de dicha indole.

Palabras clave: Contrato, Comprador, Vendedor, Obligaciones,


Incumplimiento.

1
Aspirante al título de Abogada Universidad Pontificia Bolivariana. Practicante en Sedic S.A
Ingenieros y Consultores. Email: vale_olme@hotmail.com
2
Aspirante al título de Abogado Universidad Pontificia Bolivariana. Practicante en FM Conasesores
S.A.S. Email: romero.camilo3@hotmail.com

5
Introducción

En la experiencia llevada a cabo se realizaron y revisaron diversos


contratos de compraventa tanto en materia mercantil como en civil, donde se
evidencia que muchas veces las partes no logran entender el alcance que tienen
las diferentes obligaciones que establece el ordenamiento jurídico tanto para el
vendedor como el comprador. Lo que resulta en un problema muy grave en la
medida que el contrato no se va a cumplir a cabalidad por falta de entendimiento
de dichas obligaciones.

Además, se evidencia que en los contratos de compraventa mercantil las


obligaciones de las partes no es simplemente traditar la cosa objeto del contrato
para el caso del vendedor, y pagar el precio desde el punto de vista del
comprador, ya que existen otras obligaciones no menos importantes que son
indispensables para el cumplimiento del contrato como; conservar la cosa,
garantizar el buen funcionamiento de la cosa, responder por los vicios ocultos de
la cosa, recibir la cosa y pagar los gastos de la compraventa.

Igualmente las partes al entender que solamente con traditar la cosa objeto
del contrato y pagar el precio ya quedan libradas de toda responsabilidad que se
presente después de ejecutar dichos actos, lo cual es un grave error que se da
con mucha frecuencia en el mundo de los negocios, litigios, asesorías, entre otros,
ya que se olvida que una vez perfeccionado el contrato pueden surgir problemas
que afecten gravemente la cosa como por ejemplo que esta traiga consigo vicios
ocultos que perturben el normal funcionamiento de esta, entre otros
inconvenientes que se pueden presentar, los cuales se han desarrollado en el
presente artículo.

De igual forma las partes al no cumplir con las otras obligaciones que
conlleva la celebración del contrato de compraventa, trae como consecuencia el

6
incumplimiento del mismo, por lo tanto al presentarse esto, las partes recurren a
figuras como la resolución del contrato ya que posiblemente sea la manera más
rápida y efectiva al momento de ponerle fin a una relación jurídica

En la práctica es muy común que por falta de asesorías tanto las personas
naturales y jurídicas no aseguren los contratos y en el evento de que algunas de
las partes incumplan, se van a unos procesos que demandan mucho tiempo y
dinero afectando así el bolsillo tanto de vendedores como de compradores. Por
tanto no se satisfacen las necesidades de los contratantes.

1. Nociones generales de la obligación contractual

1.1. Contrato de compraventa

Generalmente se supone que este acuerdo se cumpla a totalidad por


ambas partes, presumiendo siempre la buena fe que se tienen al momento de
pactar una compraventa, sobre el objeto y la licitud que se compra o vende, sobre
el estado del objeto al momento de firmar el contrato y sobre los vicios que puede
acarrear el contrato si no se llegara a dar una venta en óptimas condiciones.

El contrato de compraventa es vital en cualquier proceso o transacción


donde se quiera adquirir un bien y tiene los siguientes caracteres: es un contrato
Bilateral, conmutativo, consensual, oneroso, principal, nominal, típico, obligacional
y no dispositivo, y es un contrato con finalidad traslativa de dominio

1.2. Código civil colombiano

El código civil colombiano ha regulado el contrato de compraventa en el


artículo 1849, como: “un contrato en que una de las partes se obliga a dar una

7
cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquélla se dice vender y ésta comprar. El
dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio” (p. 260).

Según Tamayo (2004):

Al artículo hay que interpretarlo en su sentido técnico jurídico para


comprender con exactitud la verdadera naturaleza y los efectos del contrato
en el derecho colombiano, por tanto se precisa que los únicos efectos del
contrato de compraventa en el sistema jurídico colombiano son los de crear
obligaciones (p. 17).

En ese orden de ideas, el contrato de compraventa es considerado como la


capacidad de obtener un bien, donde se obliga a una parte (persona natural o
jurídica) a dar el bien (sea bien mueble o inmueble) a cambio de un valor
monetario. Para que la cosa entregada sea catalogada como un bien se necesitan
dos factores: Que exista en la naturaleza, y que sea susceptible de valoración
económica, es decir, que se pueda dar un valor real objetivo sobre la cosa que
este bajo el dominio de alguien.

Cualquier persona con plena capacidad jurídica y de ejercicio puede


celebrar un contrato de compraventa.

La compraventa se clasifica como un contrato oneroso, es decir, aquel


contrato que presume la existencia o legitimidad de beneficios y gravámenes
recíprocos, donde llega a existir una equivalencia de ambas partes; la
compraventa hace que el vendedor obtenga una bonificación o un pago por lo que
vende y al mismo tiempo entrega al comprador lo que pagó.

La onerosidad, valga decirse, comporta la esencia del contrato de


compraventa, que nace del interés humano por intercambiar sumas de dinero o

8
títulos representativos de éste. La onerosidad grava la celebración de un negocio
con un intercambio que sea susceptible de engrosar el patrimonio.

1.3. Código de comercio

El código de comercio define de forma específica el contrato de


compraventa en su artículo 905.

Artículo 905. <Definición de compraventa>. La compraventa es un


contrato en que una de las partes se obliga a trasmitir la propiedad de una
cosa y la otra a pagarla en dinero. El dinero que el comprador da por la
cosa vendida se llama precio (Código de Comercio Colombiano, 2015, p.
137).

La legislación mercantil define el contrato de compraventa de manera


similar a la legislación civil, existen los dos elementos que se exigen para
configurar el negocio jurídico que son el objeto o cosa y el precio.

1.4. Nociones generales del incumplimiento

Suscribir o contraer una obligación comporta una serie de efectos para las
partes en ella inmersas. Toda obligación supone el sometimiento del deudor al
cumplimiento de la prestación que constituye su objeto. La obligación habrá de
cumplirse de acuerdo con lo programado por las partes. En consecuencia, el
efecto cardinal de la obligación es su ejecución y cumplimiento, que puede ser
voluntario o normal, cuando se realiza por el deudor en la exacta forma
establecida o forzoso, involuntario o anormal, cuando por resultar incumplida la
obligación se impone la ejecución forzosa de la mismas (Castán, 1992).

9
Es importante señalar que la ejecución forzosa supone el accionar de la
parte que ha sufrido el incumplimiento antes los tribunales, obteniendo con ello
una sentencia favorable a sus pretensiones, en la cual la Jurisdicción impone la
efectividad de lo pactado y se ordena el pago.

La obligación por esencia representa una inalienable e irreprochable


necesidad de ejecución y cumplimiento, de manera tal que en caso de no
cumplirse en virtud de causas que al deudor le sean imputables, la jurisdicción y la
ley buscan la efectividad y cumplimiento de tal obligación a la luz del cumplimiento
forzoso o anormal; que como ya se dijo, supone necesariamente la actuación de la
parte afectada ante los tribunales.

El incumplimiento en términos generales es aplicable a todos los tipos y


clases de obligaciones consagradas en el Código Civil y las demás disposiciones
de este orden, tal como las de tipo comercial o mercantil consagradas en el
Código de Comercio.

1.4.1. Clases de incumplimiento

La doctrina y los tratadistas han diferenciado y clasificado el incumplimiento


en dos supuestos: el total o falta de incumplimiento, y el defectuoso o inexacto.

 El incumplimiento total o falta de incumplimiento, que también ha sido


definido como propio o absoluto y que constituye una no prestación, el
mismo identifica el caso en que el deudor no ha realizado ningún tipo de
aporte o acto encaminado a satisfacer la prestación pactada o prometida.
Así, este incumplimiento versa sobre aspectos relacionados con la no
satisfacción total de la obligación.

 El incumplimiento defectuoso o inexacto, ha sido clasificado como impropio

10
o relativo, no se presenta una falta total de la prestación, sino que tal
prestación no se adecúa al contenido o esencia real del contrato. Esta
situación puede presentarse en el momento en que, por ejemplo, exista una
falta de identidad de la cosa o del servicio, como quiera que este no se ha
realizado en su integridad.

Debe también precisarse sobre el incumplimiento posterior a la mora. La


mora o demora constituye un retraso en el cumplimiento de la obligación, que
reviste suficiente relevancia jurídica para el efecto de ésta. Sin embargo, la mora
solo se configura cuando el retraso no haga imposible el cumplimiento tardío,
como quiera que, en caso de imposibilitarlo, la posibilidad de satisfacer la
obligación desaparecerá y, en consecuencia, se presentará un incumplimiento
total (Castán, 1992)

1.4.2. Consecuencias del incumplimiento del contrato de compraventa

La ley colombiana dispone penalidades de tipo contractual o sanciones


entre los particulares que van desde afectaciones monetarias hasta cláusulas en
los contratos que permiten la indemnización de los daños y perjuicios ocasionados
al momento de no cumplir con lo pactado. Así, reviste especial importancia
remitirse a lo preceptuado por el artículo 1592 del Código civil, que establece la
posibilidad de que las partes estipulen dentro del contrato una cláusula penal.

La cláusula penal puede definirse como una obligación accesoria, adherida


por las partes a una obligación principal, con la cual se pretende asegurar la
ejecución o prestación y cumplimiento de la obligación contenida en el contrato.
De esta forma, se impone al deudor una prestación especial que será exigible en
el momento en que se presente alguno de los dos tipos de incumplimiento que se
han señalado: el total y el inexacto.

11
Esta cláusula no constituye otra cosa que la previsión de sanciones
encaminadas a resarcir los daños que pudieran causarse con ocurrencia de un
incumplimiento en lo pactado. Es pues esta la primera consecuencia del
incumplimiento en el contrato de compraventa.

En tal orden se ha pronunciado la Corte Suprema de Justicia, que ha


catalogado a la cláusula penal como una “tasación anticipada de perjuicios”, como
quiera que no reviste sentido alguno la solicitud de una indemnización por
perjuicios cuando éstos ya han sido fijados a modo de referida cláusula por parte
de quienes han suscrito el contrato; esta disposición es también aplicable en
materia de derecho comercial. Para ambos casos el legislador ha dispuesto una
serie de consecuencias jurídicas que puede pedir la parte afectada.

Ahora bien, si eventualmente el incumplimiento se presentara por parte del


comprador, la ley estipula otras consecuencias, existen dos opciones consagradas
por la ley: (i) la de exigir el pago o la resolución tácita del contrato, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 1546 del Código Civil, y en virtud de la cual es
exigible la restitución de la cosa así como de los frutos derivados del objeto del
contrato y la retención de las arras recibidas; y (ii) el pago de los daños y/o
perjuicios que se han causado en tanto la cosa ha estado en poder del comprador,
de conformidad con lo dispuesto por el artículo 1932 del mismo código.

La resolución tácita del contrato de compraventa surge como consecuencia


del incumplimiento del pago de la cosa por parte del comprador, que como se ha
visto y de conformidad con el artículo 1.932 del Código civil da lugar a la retención
de las arras y la restitución de la cosa y los frutos de ésta durante la permanencia
en manos del comprador. La resolución es, por tanto, una institución que prevé la
devolución del objeto o bien vendido y la culminación del contrato, buscando la
cesión de todos los efectos que hubiese podido causar; por lo que la cosa se
restituye y se reponen los perjuicios causados por la inexistencia de ésta en el

12
patrimonio del vendedor. En el caso en que la cosa hubiera sufrido deterioro
alguno, se tendrá al comprador como poseedor de mala fe, en atención a una
presunción legal que admite prueba en contrario, como quiera que el comprador
puede demostrar con idoneidad probatoria que el incumplimiento se debe a una
afectación de sus finanzas, ocasionada sin culpa, de modo que se le imposibilitara
cumplir con el contrato de forma integral. En tanto no se pruebe que el
incumplimiento obedece a afectaciones en la economía del comprador, resulta
exigible la restitución de los frutos no solo percibidos, sino aquellos que se
hubieran percibido en el evento en que la cosa estuviera en poder del vendedor.
Se tiene aquí una restitución no solo del valor real sino del eventualmente
obtenido sin la ocurrencia del contrato, cuando se configura la mala fe.

Ahora bien, cuando el incumplimiento es consecuencia del vendedor,


el comprador cuenta con el derecho de exigir la restitución de lo que haya
cancelado por la cosa, así como el reconocimiento de las expensas para la
conservación del objeto, con observancia de si existió la buena o la mala fe en
referido incumplimiento. En todo caso, los perjuicios pueden ser causados a favor
del comprador, así como del vendedor, en el caso, por ejemplo, en que producto
del incumplimiento se ocasionaran detrimentos o afectaciones en el patrimonio,
por lo cual debe revertirse en la medida de lo posible las consecuencias que se
derivan del contrato celebrado.

En materia comercial, cuando el contrato es incumplido por el vendedor, se


rescinde, ante lo cual el Código de Comercio estipula una sanción a favor del
comprador, consistente en el pago del interés comercial que corresponda al valor
pagado sobre el precio de la cosa. Tal estipulación se regla en el artículo 942 del
Código de Comercio:

En caso de resolución de una compraventa por incumplimiento del


vendedor, el comprador tendrá derecho a que se le pague el interés legal

13
comercial sobre la parte pagada del precio o a retener los frutos de la cosa
en proporción a dicha parte, sin menoscabo de la correspondiente
indemnización de perjuicios (Código de Comercio, 2015, p. 142).

Sin embargo, esta obligación puede suscitarse solo en el caso en que el


comprador haya cumplido con su parte dentro del contrato, esto es, el pago del
valor de la cosa en los términos y las condiciones pactadas, como quiera que el
mutuo incumplimiento no puede ponderarse de forma favorable solo para una de
las partes del contrato. Además, sea valido esclarecer que tal reconocimiento no
se incluye dentro del pago de los daños y perjuicios causados al comprador, como
quiera que éstos son una consideración independiente que se debe exigir por vía
judicial.

2. Contrato de compraventa mercantil

2.1. Definición

El contrato de compraventa surgió para remplazar formas de intercambio


precarias como la permuta. A través del tiempo el hombre se valió de esta figura
jurídica para satisfacer necesidades propias y de su familia. Con la aparición de la
moneda se sustituyó esta etapa primitiva, desde entonces ha sido la compraventa
el contrato más utilizado y extendido de todos los tiempos y constituye el medio
idóneo para trasladar los bienes de productores y consumidores.

“El derecho mercantil clásico se consideró como el principal regulador de


los actos intromisorios especulativa entre productores y consumidores, la
compraventa por consiguiente paso a ser el acto mercantil por excelencia”
(Garrigues, 1969, p. 66).

14
Nuestra legislación como ya lo hemos mencionado consagra una regulación
dual del contrato de compraventa: la civil y la comercial. Dicha regulación
en materia mercantil obedece al deseo del legislador de integrar una
institución acorde con las necesidades propias del tráfico jurídico comercial
actual (Rengifo, 1981, p. 5).

La compraventa es un contrato en el cual una de las partes se obliga a


transmitir la propiedad de una cosa y la otra a pagar un precio en dinero por ella.
En sentido amplio el contrato de compraventa incluye dos acto, el de compra y el
de venta, vínculo que sirve para categorizar dicho contrato como comercial, en
cuanto implica el sustrato económico de circulación (Rengifo, 1981).

En el contrato de compraventa debemos tener muy claro que produce


efectos para el vendedor de entregar la cosa y transferir el dominio de la misma y
para el consumidor entregar el precio.

2.2. Requisitos para que exista compraventa

Para que el contrato de compraventa exista se requiere, primero el


consentimiento de las partes, este requisito se centra en la intención o voluntad de
transferir la propiedad de una cosa, y también se requiere el objeto y el precio.

 Consentimiento: el consentimiento es la manifestación libre y espontanea


de cada parte de realizar un negocio jurídico. En el caso del contrato en
cuestión, el consentimiento lo perfecciona cuando existe un acuerdo en
obligarse, uno a entregar la cosa y el otro a entregar el precio de dicho
objeto. Normalmente se presenta cuando el comprador en la mayoría de los
casos, acepta la propuesta, que, con carácter obligatorio, le ha hecho el
vendedor de celebrar el contrato, y se supone que este ha recibido la
aceptación cuando el destinatario de la oferta la acepta inmediatamente

15
después de oída, si se trata de una propuesta verbal entre presentes; si es
escrita, cuando el destinatario de la oferta (consumidor-comprador) pruebe
la remisión de la aceptación dentro de los seis días siguientes a la fecha
que tenga la propuesta, todo esto si se trata de un contrato de compraventa
donde cada una de las partes residan en el mismo lugar. En el evento en
que ninguna de las partes que hacen parte del contrato de compraventa
residan en el mismo lugar, se agregara el termino de la distancia, todo esto
cuando no se haya establecido un pazo en la propuesta. Ahora bien en el
campo comercial la consensualidad se da con mayor amplitud que en
materia civil y por esto el artículo 824 manifiesta que los comerciantes
podrían expresar su voluntad de contratar u obligarse verbalmente, por
escrito o por cualquier medio inequívoco.

Es importante anotar que son aplicables respecto de la formación del


consentimiento las normas relativas a la propuesta y aceptación. Nuestro
código de comercio no adopta un sistema único respecto al momento en
que debe entenderse que fue aceptada la propuesta del oferente y por
consiguiente el momento en que se da el consentimiento (Pérez González,
1984, p. 11).

 El objeto: es un requisito indispensable para que pueda hablarse de


compraventa, es así como su falta constituye la falta de objeto del contrato.
La cosa debe cumplir con los siguientes requisitos:

- Que exista o que se espera que exista: el artículo 1518 del código civil
que es aplicable a la compraventa mercantil regula que pueden ser
objeto de este contrato las cosas que se esperan que existan. Dentro de
este requisito encontramos las siguientes modalidades: - venta de cosa
futura y venta de la esperanza: la venta de cosa futura solo quedara
perfecta en el momento en que exista el objeto, salvo que se exprese lo

16
contrario o que de la naturaleza del contrato aparezca que se compra el
aleas, en el evento en que la cosa exista parcialmente podrá el
consumidor desistir del contrato. La venta de cosa futura constituye un
contrato conmutativo condicionado a que se dé la condición suspensiva
de existir la cosa. En la venta de cosa futura, pese a que el acuerdo de
voluntades se da en una fecha anterior al de la existencia de la cosa, tal
acuerdo solo empieza a producir sus efectos desde el momento en que
se cumpla la condición. Diferente a lo que ocurre con la venta de la
esperanza, como por ejemplo, la venta de los frutos que produzca la
explotación de una empresa agrícola, las obligaciones surgen desde el
momento en que se celebra el acuerdo de voluntades y por ello mismo
el consumidor puede ser obligado a pagar el precio,
independientemente de que existan o no esos frutos. El artículo 918
regula la venta del aleas o de la suerte, que dice que la compra de un
cuerpo cierto que al momento de perfeccionar se supone existente y no
existe no producirá ningún efecto, salvo que las partes tomen como
objeto del contrato el alea de su existencia y el vendedor ignore su
perdida.

- Que sea susceptible de ser vendida: este requisito tiene que ver con la
comercialidad o disponibilidad del bien en el comercio. La ley nos trae
casos específicos de cosas que no se pueden comercializar. Se debe
hacer una distinción entre las cosas que son inapropiables como lo son
los bienes fiscales y de uso publico, sobre estas cosas no puede recaer
ningún tipo de contrato y el que se celebre dará lugar a la inexistencia.
De esta característica se nos desprende otra característica y es que la
cosa debe ser determinada y singular, la singularidad hace relación a
que la cosa se designe por su individuo o genero, por ejemplo la venta
de una moto zuzuki de placas XKJ, color gris.

17
- La venta de cosa ajena: El código de comercio en su artículo 907
consagra la venta de cosa ajena, puede ocurrir que en el momento de
perfeccionarse el contrato el vendedor no tenga la cosa pero espera
adquirirla en una fecha posterior al contrato y anterior a la fecha en que
de efectuar la tradición. En el artículo 907 del código de comercio, le
impone la obligación al vendedor la obligación de adquirir la cosa y
entregarla al consumidor, so pena de indemnizar los perjuicios.

 Precio: este es otro de los elementos esenciales del contrato de


compraventa. Si este elemento no existiera, no habrá contrato de
compraventa sino otro que se determinara según la intención de las partes,
según el artículo 920 del código de comercio dice que no habrá contrato de
compraventa si los contratantes no convienen en el precio o en la manera
de determinarlo. Este requisito está consagrado en el artículo 905 del
código de comercio, que establece que el precio es el dinero que el
comprador da por la cosa vendida. Este elemento tiene unos requisitos que
son: que sea en dinero, que sea determinado o determinables y que sea
real.

- Que el precio sea en dinero: en el artículo 905 del código de comercio se


hace una distinción entre la compraventa y la permuta, lo que se da en el
contrato de compraventa a cambio de una cosa recibida es dinero, en el
contrato de permuta se realiza un cambio de una cosa por otra.

- Que sea determinado: en el artículo 920 del código de comercio nos dice
literalmente que “si el comprador recibe la cosa, se presumirá que las
partes aceptan el precio medio que tenga en el día y lugar de la entrega”
(Código de Comercio, 2015, Artículo 920). Al momento de la entrega el
precio es indeterminado pero se determinara cuando se concrete el hecho
externo del precio medio en la plaza, el día de la entrega o cumplimiento de

18
la obligación del comprador (Rengifo, 1981). La determinación del contrato
puede dejarse en manos de un tercero y si este no lo fija puede hacerlo
cualquier persona que acuerden los contratantes; si ninguna de estas
situaciones sucede no habrá compraventa.

- Que el precio sea real: lo que esto nos quiere decir es que el precio debe
ser acordado entre vendedor y consumidor en el contrato, para que pueda
este ultimo exigirlo al primero. El precio de ninguna manera puede ser
irrisorio, es decir desproporcionado con el valor real de la cosa, objeto del
contrato.

2.3. Función económica del contrato de compraventa mercantil

“La compraventa esta elevada al rango de contrato tipo en los contratos


bilaterales. Es uno de los contratos más antiguos y frecuentes, cuya prestaciones
sirvieron de base a otros contratos de prestaciones reciprocas” (Garrigues, 1969,
p. 62).

El hombre siempre ha necesitad el intercambio de bienes para poder


subsistir, es así como se originó el trueque que es:

El trueque es el intercambio de bienes materiales o de servicios por otros


objetos o servicios, y se diferencia de la compraventa habitual en que no
intermedia el dinero como representante del valor en la transacción.
Al contrato por el cual dos personas acceden a un trueque se le
denomina permuta (Wikipedia, 2001).

Con la aparición de la moneda y con las desventajas que trajo el trueque


surgió la compraventa como el medio más idóneo para el intercambio de bienes,

19
es por esto que el contrato de compraventa adquiere un papel importante y se
convierte en el principal contrato para establecer el tráfico mercantil.

2.4. Obligaciones de las partes

2.4.1. Obligaciones del vendedor

 Traditar la cosa objeto del contrato:

Se debe tener en cuenta de que clase de bien se va traditar si es un bien


inmueble es indispensable que se lleve a cabo en la oficina de registro de
instrumentos públicos la inscripción de la escritura pública, y se debe realizar
entrega material del bien. Como establece el tratadista Ramiro Rengifo (1981):

Se trata de un innovación que viene desde el proyecto del C. de C. de 1958


y allí se justifica con la inadecuada explicación de que de esa manera el
comprador queda en condición de desarrollar con propiedad la función
social que a ella le asigna la constitución (p. 39).

Se debe tener en cuenta que si solamente se inscribe la escritura pública en


la oficina de registros de instrumentos públicos, sin llevar a cabo la entrega del
bien, el comprador deberá realizar un trámite judicial con la finalidad de recuperar
del tradente la cosa que está en sus manos, o también que podría estar en manos
de un tercero.

Ahora bien si la venta tiene por objeto un vehículo automotor es necesario


inscribir el título en la oficinas de transito correspondiente, y al comprador se le
debe entregar el respectivo vehículo. Si se trata de bienes muebles la obligación
de traditar estará cumplida con la entrega que se realice de estos.

20
Cabe mencionar que:

Tratándose de muebles la ley considera que la entrega-tradición se ha


efectuado cuando se transfiere el documento representativo de las
mercaderías, como sería el conocimiento de embarque o la carta de porte o
incluso una factura, cuando se trate de bienes que se están transportando
por tierra, mar o aire (Rengifo, 1981, p. 40).

 Conservar la cosa:

Se debe tener en cuenta que si el objeto de la venta es un cuerpo cierto


para el vendedor se genera la obligación de conservarlo hasta el día de la entrega
al comprador. Por tanto si el cuerpo cierto se deteriora o perece por causa
imputables al vendedor, este debe indemnizar los perjuicios ocasionados. “Estos
perjuicios se tasan dentro de la acción que el comprador inicie contra el vendedor
para exigir la ejecución forzada o resolución del contrato” (Rengifo, 1981, p. 43).

Es importante tener en cuenta que cuando el cuerpo cierto se deteriora o


pierde por fuerza mayor o caso fortuito la obligación del vendedor de indemnizar
los perjuicios queda extinguida.

Si la venta tiene por objeto un género y como este no perece, el vendedor


no tiene la posibilidad de excepcionar fuerza mayor o caso fortuito para no
entregar la cosa que vendió.

 Garantizar el buen funcionamiento de la cosa:

Es necesario decir que esta obligación para que tenga validez en un


contrato, debe ser pactada expresamente por los contratantes, en donde el

21
vendedor garantiza de manera expresa que la cosa que vendió tendrá un
adecuado funcionamiento durante el término de la garantía.

Es importante tener en cuenta que:

La obligación de garantía se pacta entre las partes o se deduce por los


usos. Tanto el pacto como los usos determinan el tiempo de duración de la
garantía. Si de ellos no se puede deducir, supletoriamente la ley determina
que dicho plazo será de dos años contados a partir de la fecha del contrato,
independientemente de cual haya sido la fecha de la entrega del bien
(Rengifo, 1981, p. 45).

Igualmente si la obligación de garantía llegara a exigirse esta tendrá como


objetivo principal la indemnización de perjuicios ocasionados al comprador. Sin
embargo no se podrá alegar resolución del contrato siguiendo lo establecido en el
Código de Comercio artículo 932.

 Responder por vicios ocultos de la cosa:

De acuerdo al tratadista Ramiro Rengifo y siguiendo lo establecido en el


artículo 934 del código de comercio existe vicio oculto:

- Cuando el bien es traditado con el germen del vicio o defecto;


- cuando dicho germen sea anterior al contrato;
- cuando sea oculto;
- cuando el vicio sea ignorado sin culpa por el comprador
- cuando el vicio haga la cosa impropia para su destinación natural o para
la que haya tenido en mente el comprador al perfeccionar el contrato
(Rengifo, 1981, p. 46).

22
Es importante decir que según los literales a y b no se configura o concreta
la obligación de responder por los vicios ocultos, cuando estos se desarrollen
después de la entrega y cuya causa se dé con posterioridad al negocio jurídico
celebrado. Esto tiene razón de ser en que sería ilógico que la ley obligara al
vendedor por actos o hechos que se le sale de las manos controlar debido que no
tiene la cosa a su cuidado.

Igualmente el vendedor no puede responder por vicios ocultos, cuando el


comprador no tiene un comportamiento que un hombre prudente y diligente lo
haría en sus propios negocios, en revisar la cosa objeto del contrato en el instante
que le he es entregada. Es decir, no se dio cuenta de los vicios por su culpa.

2.4.2. Obligaciones del comprador

 Pagar el precio: Esta obligación es la principal pero no la única. Como lo


hemos mencionado si no se paga el precio, el contrato será incumplido, ya
que este es un de los requisitos esenciales del contrato de compraventa.

El comprador puede pagar de contado, el precio total convenido en una sola


cuota o a plazos, que son distintas cuotas en las que se divide la totalidad
del precio pagado por instalamentos previamente acordados con el
vendedor. Si no se pacta plazo se entiende que le precio se pagará de
contado. El precio además debe pagarse en el lugar estipulado y en el
tiempo estipulado esto es, hay autonomía de la voluntad, según el artículo
876 el lugar en el que debe hacerse el pago será el domicilio del acreedor al
tiempo del vencimiento y agrega que si el vendedor cambia de domicilio con
relación al que tenia al momento de celebrar el contrato y esto hace mas
difícil el cumplimiento de la obligación, el consumidor podrá pagar el precio
en su domicilio con previo aviso al vendedor. El comprador no se debe pone

23
en mora respecto del precio o la entrega del precio no obstante saber que el
vendedor le va a incumplir en la entrega.

El artículo 948 del código de comercio dice que:

La solicitud del vendedor se tramitara como los juicios de tenencia, pero


podrá solicitarse el embargo o secuestro preventivo de la cosa. Cuando el
vendedor obtenga que se decrete la restitución de la cosa tendrá derecho el
comprador a que previamente se le reembolse la parte pagada del precio,
deducido el valor de la indemnización o pena que se haya estipulado, o la
que en defecto de estipulación fije el juez al ordenar la restitución.

Esta norma nos resulta un poco cuestionable debido a que el legislador


asimila erróneamente al consumidor como un mero tenedor, sabiendo que es
dueño de la cosa porque le ha sido traditada de manera pura y simple, y por tanto
le permite al vendedor recuperar el objeto mediante un proceso abreviado, por otro
lado le otorga el derecho al comprador para retener la cosa vendida hasta que se
le devuelva la parte del precio pagado y por otro lado le quita derecho al conceder
las medidas de embargo y secuestro.

 Recibir la cosa: Luego de pagar el precio por el objeto del contrato de


compraventa surge la obligación de recibir la cosa, si el consumidor no lo
hace deberá indemnizar los perjuicios al vendedor.

Ahora bien, si el comprador se niega a recibir la cosa porque esta presenta


defectos o vicios ignorados al momento del contrato, o que dicha cosa ha
sufrido perdidas, averías o daños, cuyo responsable es el vendedor, se
someterá esta controversia al procedimiento abreviado o se tramitará como
un incidente a elección del comprador, y tal cual como lo estipula el artículo
945 del código de comercio.

24
 Pagar los gastos de la compraventa: el artículo 909 del código de
comercio estipula que los gastos ocasionados por la celebración del
contrato de compraventa se dividirán en partes iguales, salvo pacto en
contrario, pero los gastos de recibo de la cosa es una obligación
exclusivamente del comprador de la misma.

Conclusiones

A partir del análisis descriptivo que se realizó quedan en evidencia que


tanto compradores y vendedores tienen obligaciones que no se limitan solamente
a traditar la cosa objeto del contrato y pagar el precio. Por tanto las partes que van
a celebrar un contrato de compraventa tienen que evaluar los distintos escenarios
que se pueden presentar a lo largo de la relación jurídica suscrita.

Es importante dejar claro que cualquiera de las obligaciones tanto de


vendedores y compradores al ser incumplidas tiene una transcendencia jurídica
importante ya que pueden extinguir el contrato, cambiar el objeto de la obligación,
pagar perjuicios entre otras consecuencias negativas para alguna de las partes o
para ambas.

En materia mercantil el tema de la solemnidad es mas amplio que en


materia civil, y es por esta razón que se presentan muchos fraudes al momento de
realizar contratos compraventa.

Referencias bibliográficas

Castán, J. (1992). Derecho civil español, común y foral, T. III, derecho de


obligaciones. Madrid: Reus.

25
Colombia. Código Civil. (2010). Artículo 1849. Bogotá: Legis.

Colombia. Código de Comercio (2015). Artículos 905 – 920 – 942 y 948. Bogotá:
Legis.

Garrigues, J. (1969). Derecho mercantil. Madrid: Aguirre.

Pérez, S. (1984). Compraventas especiales en el código de comercio. Tesis


(Abogada y Socio-economista). Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de
Ciencias Jurídicas y Socio-Económicas, Bogotá, Colombia.

Rengifo, R. (1981). Compraventa mercantil, el transporte, el suministro. Bogotá,


Colección Pequeño Foro.

Tamayo, A. (2004). El contrato de compraventa, su régimen civil y comercial.


Bogotá: Doctrina y Ley Limitada.

Wikipedia. (2001). Qué es el trueque. Recuperado de www.wikipedia.org

26

You might also like