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Un nómada del desierto no migra, puesto que

está minimamente expuesto a los factores climáticos.


El nómada del desierto escava túneles,
fabricándose nichos dentro del desierto, cruzando las
dimensiones de los espacios lisos y estriados,
explotándolos y traicionándolos a partes iguales. Los
escorpiones no son arquitectos. Los escorpiones
toman prestado, no construyen en base a
composiciones solidas o vacías, no se mueven sin
descanso. Los escorpiones devoran volúmenes y
arrancan espacios. Para ellos el espacio
agujereado no es solo una mina (un lugar del que
extraer materiales), ni un lugar donde residir (un nicho
a ocupar). Para ellos el espacio agujereado, es
sobre todo, La Casa de la Guera (dâr al-harb), el
espacio agujereado de la caza indiscriminada.
1. Y BIEN… LA GUERRA

2. UNDERGROUND

3. HAY MILLONES DE MUNDOS OCULTOS DENTRO DE


ESTE

4. ÉTICA DE LA INSURRECCIÓN

5. LA TIERRA HUECA

6. INGENIERÍA DE PLAGA

7. BRUJERÍA

8. NOTAS PARA UNA ECOLOGÍA TERRAQUEA TRANS-


HISTÓRICA POST-APOCALÍPTICA REBAUTIZADA COMO
OIKOPOLÍTICA

9. MANIFIESTO DE LA ASOCIACION DE ASTRONAUTAS


AUTONOMOS

10. 4GW. CONOCIENDO LA DOCTRINA DE GUERRA


IMPERIAL.

11. LECCIONES DE UR-POLITIKA


Y BIEN… LA GUERRA
En todo hay que comenzar por los principios. La acción
justa se sigue de ellos.

Cuando una civilización está arruinada, le hace falta reventar.


No se hace la limpieza en una casa que se derrumba.

Los objetivos no hacen falta, el nihilismo no es nada. Los


medios están fuera de duda, la impotencia no tiene excusa. El
valor de los medios se relaciona con su fin.

Todo lo que es, es bueno. El mundo de las quelipot, el


Espectáculo, es completamente malo. El mal no es una
sustancia, si lo fuera sería bueno. El misterio de la efectividad
del mal se resuelve en el hecho de que el mal no es, pero que es
una nada activa.

El mal radica en no distinguirlo del bien. La indistinción es su


reino, la indiferencia su poder. Los hombres no aman el mal,
aman el bien que hay en él.

En el Tiqqun, el ser regresa al ser, la nada a la nada. El


cumplimiento de la Justicia es su abolición.
La historia no ha terminado, para hacerlo requeriría nuestra
aprobación.

Un solo hombre libre basta para probar que la libertad no ha


muerto.

La cuestión jamás es “vivir con su tiempo”, sino a favor o en


contra de él. Eso no depende.

Todo lo que se jacta de ser un avance temporal admite con eso


mismo que no está por encima del tiempo.
Lo nuevo no es más que la coartada de lo mediocre. Hasta
ahora, el progreso sólo ha designado un determinado
incremento en lo insignificante. Lo esencial se ha quedado en la
infancia. Los hombres se han envuelto de costumbres, pero aún
no las han pensado. Ésta es una negligencia de la cual ya no
tienen los medios. En este punto, la historia comienza.

Las catástrofes de la historia no demuestran nada en contra del


bien. No son los movimientos revolucionarios los que han
suspendido “el curso normal de las cosas”. Invirtamos. Es este
curso ordinario el que es la suspensión del bien. En su
encadenamiento, los movimientos revolucionarios componen la
tradición del bien, o hasta ahora: la tradición de los vencidos. La
nuestra.

Toda la historia pasada se resume en la figura de que una gran


ciudad fue asediada por reyezuelos. Inexpugnable, el resto
permanece.

Absolutamente antes del tiempo está el sentido.

Hay un reloj que no suena. Suya es la realeza.

Es preciso actuar como si fuéramos hijos de nadie. Su filiación


verdadera no les está dada a los hombres. Ésta es la
constelación de la historia que conseguirán reapropiarse. Es
conveniente tener un panteón. No todos los panteones se
encuentran al final de una calle Soufflot.

Los lugares comunes son la cosa más bella del mundo. Hay que
repetirse. La verdad siempre ha dicho la misma cosa, de mil
maneras distintas. En ocasiones, los lugares comunes tienen el
poder de hacer tambalear los mundos. El universo mismo nació
de un lugar común.
Este mundo no está adecuadamente descrito porque no está
adecuadamente discutido, y viceversa. Nosotros no buscamos
un saber que dé cuenta de un estado de hecho, sino un saber
que los cree. La crítica no debe temer ni a la pesadez de los
fundamentos ni a la gracia de las consecuencias.

Esta época es tan furiosamente metafísica que trabaja


incesantemente para olvidarlo.

La Metafísica Crítica: al repelerla, se la abraza.

Algunos han encontrado que la verdad no existe. Son


castigados por ello. No escapan de la verdad, y sin embargo la
verdad se les escapa. No la entierran, y sin embargo ella los
enterrará.

No queremos saber nada de lloriqueos, no le haremos a nadie el


favor de una revuelta moderada. Tienen que empezarlo todo de
nuevo por ustedes mismos. Este mundo tiene necesidad de
verdad, no de consolaciones.

Hay que criticar la dominación, porque la servidumbre domina.


Que haya esclavos “felices” no justifica la esclavitud.

Han nacido. Quieren vivir. Y siguen destinos mortales. Alguna


vez se cansan y entonces dejan hijos, para que nazcan otros
muertos, y otros destinos mortales.

Ha llegado el tiempo de las larvas, las cuales incluso escriben


libritos de los que se habla en sus criaderos.

Desde que hay hombres, y desde que éstos leen a Marx, se


sabe lo que es la mercancía, pero nunca hasta ahora se ha
acabado prácticamente con ella. Algunos, que en otro tiempo
ejercieron la profesión de criticarla, incluso anuncian que se
trataría de una segunda naturaleza, más bella y legítima que la
primera, y que nosotros tendríamos que someternos a su
autoridad. Sus metástasis han alcanzado los confines del
mundo; sería bueno recordar que un organismo completamente
cancerado se derrumba en corto tiempo.

Las alternativas y los litigios antiguos están exhaustos. Nosotros


imponemos otros nuevos.

Rechaza los dos lados por igual. No ames más que al resto.
Sólo el resto será salvado.

Los hombres son responsables del mundo que no han


creado. No se trata de una idea mística, es un dato. Sólo
sorprenderá a quien esté preparado para ello.

De ahí la guerra.

El enemigo no tiene la inteligencia de las palabras, el enemigo


las pisotea. Las palabras anhelan su lugar.

La felicidad nunca ha sido sinónimo de paz. Es preciso


hacerse una idea ofensiva de la felicidad.

La sensibilidad ha sido durante mucho tiempo una mera


disposición pasiva al sufrimiento, ahora tiene que devenir el
medio mismo del combate. Arte de convertir el sufrimiento en
fuerza.

La libertad no tiene nada que ver con la paciencia, más bien es


la práctica en acto de la historia. Inversamente, las
“liberaciones” no son más que el opio de los malos esclavos. La
crítica nace de la libertad, y le da a luz.

Los hombres están más seguros de liberarse cuando se


desprenden, que de acceder a la felicidad cuando reciben.
Persigue la libertad, todo lo demás te vendrá con ello. Quien
quiera mantenerse a salvo se irá a la ruina.

Al igual que todo aquello cuya existencia debe ser previamente


probada, la vida que obedece a este tiempo tiene poquísimo
valor.

Un orden antiguo subsiste en apariencia. En realidad, sólo está


ahí para ser descrito en todas sus perversiones.

Se dice que no hay punto de peligro en tanto no se produzcan


motines; se dice, considerando que no hay desorden material en
la superficie de la sociedad, que la revolución está muy lejos de
nosotros. Lo que ocurre, realmente, es que las fuerzas
aniquiladoras están comprometidas en un camino muy distinto
de aquel donde primero se esperaría encontrarlas.

Sepan, jóvenes imbéciles, pequeños hocicones realistas, que


hay más cosas en el cielo y sobre la tierra de las que
sueñan sus solipsismos inconsecuentes.

Esta sociedad funciona como un llamado incesante a la


restricción mental. Sus mejores elementos le son extraños.
Éstos se rebelan en su contra. Este mundo gira alrededor de
sus márgenes. Su descomposición lo excede. Todo lo que
continúa viviendo vive en contra de esta sociedad.

Abandona el barco, no porque se hunda, sino para hacer que se


hunda.

Quienes no comprenden hoy tienen ya desplegada toda su


fuerza desde ayer, para no comprender. En su fuero interno, el
hombre está al tanto del estado del mundo.

Todo se radicaliza. Tanto la estupidez como la inteligencia.


El Tiqqun desprende las líneas de ruptura dentro del universo
de lo indiferenciado. El elemento del tiempo se reabsorbe dentro
del elemento del sentido. Las formas se animan. Las figuras se
encarnan. El mundo es.

Cada nuevo modo del ser arruina el modo del ser precedente, y
es sólo entonces, sobre las ruinas del viejo, que el nuevo
comienza. Y esto es llamado los “dolores del parto”, a fin de
designar un período de grandes tumultos. Parece que el viejo
modo del ser será arruinado dentro del mundo, algo que
cambiará diversas cosas.

Un día, una sociedad intentó, por medios innumerables y


repetidos sin cesar, aniquilar a los más vivos de entre sus hijos.
Estos hijos sobrevivieron. Ahora desean la muerte de esta
sociedad. No sufren de ningún odio.

Ésta es una guerra que no está precedida por ninguna


declaración. Por lo demás, nosotros no la declaramos, la
revelamos solamente.

Dos campos. Su desacuerdo yace en la naturaleza de la guerra.


El partido de la confusión querría que no hubiera más que un
campo. Lleva consigo una paz militar. El Partido Imaginario
sabe que el conflicto es padre de todas las cosas. Vive disperso
y en exilio. Fuera de la guerra, no es nada. Su guerra es un
éxodo, en el que las fuerzas se componen y las armas se
descubren.

Deja a este siglo los combates entre espectros. No se batalla


contra los ectoplasmas. Se los aparta, para despejar el blanco.

En un mundo de mentira, la mentira no puede ser vencida por


su contrario, sino únicamente por un mundo de verdad.
La complacencia engendra odio y resentimiento, la verdad
aproxima a los hermanos.

“Nosotros”, en otras palabras nosotros y nuestros


hermanos.

La inteligencia tiene que volverse un asunto colectivo.

And the rest is silence.


UNDERGROUND
1. Subsuelo. Subterraneo. Por debajo de la tierra. Por debajo
del espacio habitado por el hombre. Espacio de lo invisible, de
la oscuridad. Allá donde los animales viven en túneles
excavados en la tierra y no poseen sentido de la vista.

2. (Cultura) Underground. Contracultura. “Que se desarrolla


al margen de la actividad pública cultural”. Cultura de
resistencia frente a la cultura hegemónica. Término
popularizado en los años 60 y 70 junto al nacimiento de las
tribus urbanas. Llegada a la época cultural de la minería
(experiencia humana del subsuelo).

3. Espacio del inconsciente. Movimiento de involución hacia


estratos primitivos, hacia la fundación.

4. Agregaciones y movimientos (sociales, humanos,


animales, materiales, abstractos, etc) como conspiración
frente a estructuras babilónicas, estatales o imperiales. A
través de la infraestructura subterranea se pretende afectar a la
estructura terraquea y a la supraestructura aerea: taqyya.
Estrategias de contraminería, ej. Siege mines and underground
warfare.

5. Agua o tierra como materia del subsuelo frente al aire


como medio del suprasuelo. Espacio de ultravibración y de
intensa propagación del sonido frente a la nula propagación en
el vacio (espacio más allá de la esfera material). Sentido
desarollado de los animales a este respecto. Ecuación: a más
altura y distancia respecto a la materia menos vibración y
propagación del sonido. Rascacielos vs tuneles. El underground
es el espacio de la teoría hidraúlica o telúrica. A este nivel los
mundos subterraneos y submarinos cumplen una funcion
similar.
HAY MILLONES DE MUNDOS
OCULTOS DENTRO DE ESTE
Huele, respira, saborea, observa, puedes notarlo. Solo hace
falta que prestes atención en tu camino de vuelta a casa. Cada
esquina, cada rincon de esa ciudad guarda tras de sí una
puerta. Solo tienes que atravesarla. Coge una tiza, dibuja un
cuadrado, un pomo… empuja. Ya está.

El capitalismo demasiado tardio abotarga la mente con su


sensación de omnipresencia, pero solo una pequeña rasgadura
tras las cortinas rojas permite traspasar la “ilusión que el
hombre burgués considera como cierta” -lo que Hess llamó “la
realidad”. El mundo es ya fractal, la realidad solo puede emitir
reflejos de su triunfo. En neones anuncia el fin de la historia,
pero nosotros sabemos: “Babilonia nunca existió, a Eros nunca
le creció barba”. Ya eres un ser libre, el mundo está a tus pies.

La pregunta no es ¿que hacer después de la revolución? o ¿que


hacer después del apocalipsis?. El siempre postergado deber-
ser. Esa tensión que solo conduce a la apatía y a la miseria o en
el peor de los casos al martilogio o a la auto-destrucción. La
pregunta correcta es ¿que hacer ahora?. La verdadera
revolución solo puede ser la del deseo. Moléculas agitandose,
siempre moviendose, en direcciones que no comprenden de un
mundo único.

El pensamiento más temido por Zaratustra: el “etorno retorno a


lo mismo”. Pero, ¿que es lo mismo? que puede significar
retornar siempre a un punto que no existe: no hay esencias, no
hay realidad ontológica, ni geometría sagrada, ni verdad. Dios
ha muerto después de todo. Ningún atractor extraño -o no tanto,
sabemos demasiado sus nombres- que ate la vida. Zaratustra
entonces descubre la alegría del etorno retorno. Este no es sino
“eterno retorno de la diferencia”. El ser mismo del devenir.
Tenemos asegurada la existencia de millones de mundos, no te
preocupes de ello espíritu compañero. Descubre mundos,
crealos, conéctalos: vive. Pues el muerto es simplemente aquel
que ya no conoce el devenir, absorvido en un agujero negro.

Un ultimo secreto: tu ya eres el mayor de lo mundos secretos.


Cada hombre y mujer es una estrella, también un principito
viajando entre ellas.
ETICA DE LA INSURRECCIÓN
No hay más vida que aquella que busca la máxima
intensidad en cada momento. Más allá solo existe el reino de
los muertos vivientes, la forma última de gobierno. El clinamen
es la forma ontológica de oposición al gobierno.

La única afirmación que cabe hacer sobre los cuerpos es


¿Qué puede un cuerpo? Cualquier pregunta sobre la
identidad, cualquier constitución del cuerpo en órganos solo
dirige al gobierno, la muerte y a la inhibición del clinamen.

La única imagen de la que cabe que nos dotemos es la


de la presencia. No se entenderá más cesión a la sociedad del
espectáculo que una cesión táctica. Cualquier otra cesión al
espectáculo será una cesión al mundo de los muertos.
Cualquier otra cesión, nos alejará más del clinamen y nos
acercará más al gobierno. No puede existir otra postura política
respecto al espectáculo que no sea la de la iconoclastia.

No hay más verdad en la imagen que aquella que se nos


da en la presencia. La única verdad posible es aquella que se
deriva del clinamen. Cualquier otra imagen que consideremos
verdadera es una mentira a la que dotamos el contenido de
verdad, un espectro.

La mediación es la condena a la vida vivida como


espectro. La espectrolagía es la renuncia última al mundo y por
tanto la renuncia última a la creacción del mundo. Las épocas
que han abdicado ante la espectrología no han hecho sino que
abdicar al mundo.

¿Qué es la felicidad? El sentimiento de que la potencia crece,


de que un obstáculo está a punto de ser superado. El máximo
de intensidad solo puede derivarse del máximo de potencia y
viceversa. Este es el climax y escatología, si es que existe, de la
insurrección.
LA TIERRA HUECA
Regiones subterraneas del subsuelo continente excavadas
en cavernas ciclópeas, catedrales de redes fractales,
laberínticos túneles gargantuanos, lentos ríos negros
subterráneos, inmóviles lagunas estigias, puras y ligeramente
luminíferas, esbeltas cataratas precipitándose sobre roca
desgastada por el agua, cayendo entre bosques petrificados de
estalactitas y estalagmitas en la complejidad del asombro del
pez ciego ante el espeleólogo e insondable vastedad...

¿Quién excavó esta tierra hueca bajo el hielo que vislumbraron


Poe, ciertos ocultistas paranoicos alemanes, sectarios OVNI
shaverianos? ¿Fue la tierra una vez colonizada en los tiempos
de Gondwana o MU por alguna antigua raza? ¿con sus
esqueletos reptilianos todavía enmoheciéndose en los laberintos
secretos más lejanos del sistema cavernario?

Calmas aguas estancadas, canales sin salida, pozas


embalsadas lejos de los centros de la civilización como la
Pequeña América, la Ciudad del Transporte, o Nan Chi Han, allí
abajo en los oscuros recodos y en las zonas más remotas de las
grutas antárticas, hongos y helecho albino. Sospechamos sus
mutaciones, manos y pies de membranas anfibias, hábitos
degenerados; kallikaks de la tierra hueca, renegados
lovecraftianos, heremitas, incestuosos contrabandistas
escondidos, criminales fugitivos, anarquistas forzados a
ocultarse después de las Guerras Entrópicas, tránsfugas del
Puritanismo Genético, Tongs chinos disidentes y fanáticos del
Turbante Amarillo, piratas índicos de cueva, indolentes parias
macilentos de las prolecolmenas de las cúpulas industriales a lo
largo de la Lengua de Thwait y la costa de Walgreen y la tierra
de Edsel-Ford; los trogs han mantenido viva durante 200 años
la memoria folk de la Zona Autónoma, el mito de que algún día
aparecerá otra vez... taoísmo, filosofía libertina, brujería
indonesia, el culto a la Cueva Madre (o Madres), identificado
por algunos estudiosos con la diosa javanesa del mar/luna Loro
Kidul, por otros con una deidad menor de la Secta de la Estrella
del Sur, la "Diosa de Jade"... manuscritos (en ingliss de Bahasa,
el macarrónico dialecto pidgin de las cuevas profundas) con
citas mutiladas de Nietzche y Chuang Tzu... El comercio se
basa en ocasionales piedras preciosas y en el cultivo de
amapola blanca, hongos, más de una docena de especies
diferentes de setas "mágicas"... el pando lago Erebus, 5 millas
de largo, moteado con islotes estalagmíticos ahogados de
helechos y kudzu y pino enano negro, contenido en una cueva
tan vasta que a veces crea su propio tiempo... La ciudad
pertenece oficialmente a la Pequeña América pero la mayoría
de sus habitantes son trogs que viven del Subsidio Perezoso; y
el país tribal de las profundidades cavernarias se encuentra
justo al otro lado del Lago. Chusma, artistas, drogadictos,
hechiceros, contrabandistas, infiltrados y pervertidos que viven
en ruinosos hoteles de basalto y sintoplast medio encostrados
de viñas verde pálido, a lo largo del frente del lago, una avenida
de escuálidos cafés, comercios de gemas vigilados por ninjas
armados, tiendas chinas de fideos con krill, el salón engalanado
de cristal para bailarines de gamelán de fusión lenta,
muchachos practicando sus mudras en las soñolientas tardes
de azul oscuro electrónico al compás de sintegongs y
metalofones... y bajo el muelle quizás unos cuantos bañistas
desacompasados a lo largo de la playa negra, genuinos turistas
de bajos ingresos papando moscas en el templo detrás del
bazar donde pálidos viejos pamongs trog tranceados en hongos
babean con los ojos en blanco, respirando el humo de un
pesado incienso, todo parece de repente amenazadoramente
luminoso, vibrante de significado... sólo unos pocos casos de
dedos amembranados pero los rumores de promiscuidad ritual
son lo suficientemente ciertos.

Estuve viviendo en un pueblo de pescadores trog al otro lado


del lago desde Erebus en un habitación alquilada sobre la
tienda de cebos... pereza rural y degenerados ritos
supersticiosos de abandono sexual, los misterios larvales e
insalubres de los oprimidos mutantes ctónicos trog, vagos
paletos ineptos... la Pequeña América, tan cristiana y libre de
mutación, tan eugenésica y ordenada, donde todo el mundo
vive enchufado a un reino desencarnado de antiguo software y
holografía, tan euclidiana, newtoniana, limpia y patriótica; la P.A.
nunca entenderá esta inocente magia de lo sucio, este
"materialismo espiritual", esta esclavitud a los volcánicos
deseos de las secretas pandillas de muchachos de las cavernas
que como flores risueñas ríen lanzando con erecciones de
dínamo bombeantes surtidores de pura vida curvados como
arcos tensos, y el olor del agua, de la zupia de charca, de las
blancas flores nocturnas al abrirse, jazmín y datura, orín, pelo
húmedo de niño, esperma y barro... poseído por los espíritus de
la cavernas, quizás los fantasmas de antiguos alienígenas que
ahora deambulan como demonios buscando renovar viejos
placeres perdidos de carne y substancia. O quizás la Zona ya
ha renacido, ya es un nexo de autonomía, un virus del caos que
se extiende en su forma clandestina más exuberante, las
blancas setas venenosas crecen en los rincones donde los
niños trog se han masturbado solos en la oscuridad..
INGENIERÍA DE PLAGA
No hay que ser hipocondríaco para saber que estamos
rodeados de virus. Nuestras abuelas nos lo han repetido
constantemente y existe una especie de ímpetu en nuestra
sociedad por intentar librar al aire de esta “carga” para los seres
humanos. Todos nos vemos afectados por estos “seres vivos”,
continuamente. Los virus son, de hecho, la partícula biológica
más abundante del planeta. El número de microorganismos de
la atmósfera cambia según la altura (10-104 por m3),
obteniéndose el más alto junto al suelo, sobre todo en los dos
metros inferiores, que constituyen el microclima del hombre;
disminuyendo hacia los 200 metros y siendo mucho más
escasos ya a los 5.000 metros hasta la estratosfera donde ya
desaparecen. El número de microorganismos del aire en las
zonas pobladas depende de la actividad en esa zona, tanto
industrial o agrícola, como de los seres vivos y la cantidad de
polvo. Igualmente aumenta en las zonas pobladas y en el mar,
cerca de las costas. En las zonas desérticas no hay más que lo
que aportan los vientos de las zonas habitables próximas y en
los casquetes polares no hay.

Tradicionalmente se ha asociado los microorganismos con


enfermedades y otros límites humanos que delimitan el campo
de la propia vida biológica. Como iremos viendo, los virus
incluso nos servirían como modelo de una teodicea (teoría
acerca del mal) basándonos en su caracterización clásica como
negatividad. El virus infecta, se replica y degrada el cuerpo
receptor. Los mismos virus están en el límite de la definición de
ser vivo. Las bacterias portan el cólera, el ántrax y la
tuberculosis. Los parásitos no reportan ninguna ventaja y
suponen un gasto extra de energía. Todo ello ha llevado a que
nuestros hospitales se preocupen por la híper-esterilización de
sus hábitats para defenderse de las infecciones. No ha sido
hasta hace unas décadas que se ha descubierto el papel que
estos microorganismos han jugado en la evolución. Esta función
“positiva” es doble. Por un lado sus mecanismos adaptativos
han tenido una fuerte presencia e influencia en el resto de las
especies. La placenta podría así tener un origen vírico. Los virus
son seres autónomos con una adaptabilidad tan alta que les
permite gozar un puesto privilegiado en nuestro estado actual
de las cosas, sea este cual sea. No solo transmiten
enfermedades sino que forman parte del (al menos) 8% de
nuestro material genético. Sin duda alguna “los seres humanos
somos virus”, así lo afirma nuestro ADN. Esta parte del material
genético pertenece a lo que tradicionalmente se ha llamado
epigenética, un conjunto amplio de estudios que abarcan
diversos fenómenos que van mas allá del material genético
(ADN) propiamente dicho y que influyen en el efecto que este
material tiene en nuestra formación. El papel de los
microorganismos en la epigenética es fundamental, pues a
través de las infecciones y contagios no solo trasladan y
transmiten su propio material genético sino que sirven de enlace
inter-especies aportando proteínas con información epigenética
entre todo tipo de seres vivos, desafiando así la teoría arbórea
de la evolución genética -aquella que únicamente apunta a la
reproducción sexual, a la genética de poblaciones y a las
mutaciones como motor evolutivo capaz de generar
modificaciones en el material genético. Esto significa: tu perro
transmite una increíble cantidad de información genética cada
vez que te da un lametazo, a través de virus y otros
microorganismos por supuesto. A escala humana: información
(genética) en transmisión continúa según el espacio de afección
que nuestro propio cuerpo delimita. Una máxima podría decir
así: a más capacidad de afección, más virus y por lo tanto mas
cantidad de comunicación genética. Es, así, en los sitios
congestionados, saturados de virus, ahí precisamente, donde
se producen los fenómenos más extremos de transporte de
información genética y emergencia de nuevas características
genéticas. Fenómenos, todos ellos, que en filosofía estarían
sometidos a dinámicas del acontecimiento (postestructuralismo)
y por lo tanto se supondrían “ingobernables”. Aparición de una
nueva epidemia o lo que es lo mismo: gran variedad biológica
gracias a la acción de los virus.

Ocurre que la cantidad de virus es tal que podría hablarse de


una virosfera: un plano continuo de influencia y transmisión de
información (genética) permanente entre virus y otros
organismos a unas velocidades que podría recorrer la tierra
rápidamente. Este plano de circulación vírica transcendería y
transversalizaría secciones de otros planos que incluyen las
células de nuestro cuerpo o del resto de seres vivos, el aire en
que se mueven, etc. Fíjese el lector, hablamos de una
globalización vírica 500 millones de años anterior a la humana.
Lo cual añade matices interesantes a la teoría de la evolución
darwiniana que pierde puntos de historia lineal y los gana de
circulación homeostática. Ahora bien, esta globalización no ha
tenido ni tiene una distribución uniforme sino que depende
fundamentalmente de la hostilidad del espacio (como ya
anunciamos anteriormente), los procesos de emergencia y las
formas de distribución espacial. Todos los microorganismos se
mueven en un medio aéreo que como ya dijimos comprende la
altura de un hombre, entre los cero y dos metros. Ya que la
inmensa mayoría de microorganismos no posee movimiento
propio se encuentran así sometidos a una teoría eólica como
forma de distribución de las poblaciones víricas. Así puede
haber unos flujos más intensos que otros o concentraciones
accidentales. La meteorología puede resultar una buena ciencia
para el entendimiento de estos fenómenos pudiendo utilizarse
sus modelos para estudiar estos flujos que desplazan los
microorganismos. Desde aquellas dinámicas relacionadas con
el movimiento de las nubes, las borrascas, etc. hasta aquellos
fenómenos de emergencia o saturación como pueden ser los
torbellinos o las tormentas. Todo ello juega un papel
fundamental en la dinámica de los microorganismos como seres
eólicos sometidos a una serie de flujos.
Ciertas culturas del desierto han desarrollado una ciencia eólica
muy desarrollada. En hábitats especialmente hostiles como
estos se pueden observar con más facilidad las migraciones de
microorganismos a través de las tormentas de arena o nieve y el
movimiento del polvo. Ocurre además que los lugares aislados y
con alta concentración de microorganismos pueden ser más
dados a procesos de emergencia, lo que lleva a la imagen de
tormentas de arena arrastrando antiguos y peligrosos
microorganismos como pueden ser habituales en relatos
monoteístas o nómadas –como el caso de la maldición de
Tutankamon. En la antigua Persia (post-paleolítico, 1.000 AC),
cuna de las civilizaciones humanas, la ciencia eólica aplicada a
plagas cobró una gran importancia. Y lo hará tanto de manera
política como religiosa bajo la forma del demonio sumero-asirio
de las epidemias: Pazuzu. Aunque Pazuzu fuera considerado el
“rey de los demonios del aire”, existía además toda una
tradición que relacionaba plagas, teoría eólica y demonios, Así
se llamaba Al Azif al ruido que generaban los diferentes
insectos o tormentas que poblaban el desierto. Esta palabra, Al
Azif, señalaba tanto estos insectos como a los demonios que no
dejaban de amenazar la vida cotidanea resguardada por los
muros de la ciudad. El ruido de las plagas es aquí el chillido de
los daemons. Muchos pueblos y civilizaciones del desierto han
aprendido de las plagas diferentes formas de distribución
espacial. Cabe destacar por ejemplo el caso del zoroastrismo
ario cuyos modelos han llevado al origen de las grandes
migraciones. Pero Pazuzu es la representación de un saber
acerca de las dinámicas de los microorganismos
extremadamente profundo, incluso superior en muchos
aspectos al que, nosotros, humanos modernos occidentales
poseemos en apariencia. Todos los demonios tienen sus
diagramas. Las Clavículas de Salomón, grimorio de demonios
monoteísta, es un ejemplo tardío de estos demonogramas. Los
demonogramas muestran la distribución abstracta de demonios,
sus líneas de incidencia y recorrido, sus planes de movilización
(en un sentido cuasi-militar). El Zoroastrismo Ario desarrolló una
de las cartografías más complejas sobre demonios en su ímpetu
purificador. En la Vendiana aparece un catálogo de
aproximadamente seis mil demonios dispuestos a asaltar la
pureza del pueblo ario. Las políticas acerca de los demonios de
todos estos pueblos (incluidos ciertas ramas como pueden ser
las religiones monoteistas) se traducían luego en reglamentos
sociales que impedían precisamente su llegada y que producían
una serie de principios securitarios, morales e higiénicos. Los
arios estaban obsesionados con impedir la llegada de estos
demonios por lo que no hacían más que acotarlos y catalogarlos
en un esfuerzo infinito por encerrarlos a todos. Nuestros cultos
sumeroasirios llevaban, en cambio, políticas radicalmente
diferentes que pasaremos a relatar más adelante.

Dentro de los demonogramas guardan especial interés para


nosotros aquellos relacionados con los demonios de epidemias,
pues en ellos podemos encontrar ejemplos de diferentes
dinámicas y políticas de los microorganismos. Podríamos ver a
estos demonios como el pensamiento y movimiento de un virus
y por extensión de la virosfera. Un intento de pensarlos sin el ser
humano, imaginar sus formaciones sociales y políticas de una
forma más acertada de lo que puede hacerlo la ciencia
contemporánea y sus límites epistemológicos. Entre todos estos
seres, Pazuzu jugará un papel esencial debido especialmente a
su complejidad y a su capacidad para la infección de otras
culturas (incluido el zoroastrismo ario o el Corán). Su fama ha
llegado incluso al punto de aparecer en nuestra cultura popular.
Como en el caso de El Exorcista donde Pazuzu es el demonio
que se dedica a parasitar/poseer a los seres humanos. Por lo
tanto este ser, esta idea, este demonograma, que es Pazuzu
debe facilitarnos la tarea de entender mejor las dinámicas y
políticas de los microorganismos. Ese es el argumento.

Este demonio exhibe diferentes anomalías y peculiaridades


morfológicas que lo separan de otros demonios acadios, asirios
o babilónicos. De acuerdo con la primera estatua de Pazuzu
encontrada (Iraq, Bronce, 800-600 A.C.) estas características
incluyen:

1. Un cuerpo antropoinsectoide, que refleja -a través de un torso


famélico- tanto las extremas condiciones del desierto y la
hambruna que las propias plagas soportan en busca de nuevos
espacios de predacción como su naturaleza de enjambre. Si la
figura de Beelzebub (ba'al zebub) nos sugiere una legión de
moscas y su entusiasmo colectivo en la búsqueda de carne en
descomposición o excrementos; el cuerpo de Pazuzu nos
muestra una sustancia negra, activa, conformada por el
conjunto de las carnes y cuerpos de los cuales se apodera y
corrompe. El imperativo de Pazuzu parece decir de esta
manera: “¡Rompe tu cuerpo y conviértete en carne! ¡deviene así
un enjambre de muchos!”. Lo que no deja a recordar al “somos
legión”, ya sea de Anonymous o de Asmodeo. La multiplicad y
no el yo. El enjambre, la manada, lo imperceptible, la materia y
no el individuo. La misma filosofía católica, en su lucha contra
los demonios, esta llena de relatos que enfrentan el cuerpo con
la carne.

2. Genitales con cabeza de serpiente y en estado de


descomposición que describen a Pazuzu es una máquina
engendradora de pestes. Para los brujos adoradores de Pazuzu
ocurrían dos cosas respecto a la negatividad y las epidemias.
La primera, que toda la descendencia de este demonio iba a
estar desde el primer momento contagiado y por lo tanto iba a
ser portadora de estas epidemias. Por otro, y como
consecuencia, que una vez entrado en contacto con Pazuzu -y
todos hemos entrado ya en contacto con él- significa estar ya
infectado, sin posibilidad de salvación ni de pureza. Esto explica
porque el paladín del bien de los mitos maniqueístas queda
siempre infectado por el mal que precisamente quería erradicar.
Para los seguidores de este demonio, la única teleología posible
era, precisamente, la infección completa del mundo. Cualquier
intento de resistencia estaba, así, destinado a la futilidad
-incluso era contraproducente. En la filosofía de Baudrillard
ocurre algo parecido, de hecho. Bajo este punto de vista, la
conspiración que idearon los antiguos brujos de los desiertos de
Irak e Irán sigue presente en nuestra cultura: Pazuzu no para de
trabajar en su proceso de infección del mundo.

3. Curiosamente, este demonio servía como protección contra


las epidemias al mismo tiempo que él era el rey de las
epidemias. Así, Los brujos sumero-asirios utilizaban a Pazuzu
como amuleto contra enfermedades y sus estatuas guardaban
las puertas de varias ciudades perteneciendo a lo que en
arqueología se ha denominado eje del mal-contra-el-mal. Un
conjunto de demonios que aun reconociendo su carácter nocivo
eran utilizados precisamente para dosificar esta nocividad y
ajustarla a los límites humanos. En las figuras que nos han
llegado de Pazuzu esto se ve representado por una barba de
dignatario, propia de los demonios que pertenecían a dicho eje.

4. Dos pares de alas emplumadas que no solo denotan su


placer demoniaco por el vuelo, la velocidad y la migración -parte
de su naturaleza aérea- sino que también están vinculadas a las
dinámicas de precipitación y emergencia en fenómenos como
las tormentas de arena. Simbólicamente, este tipo de dinámicas
generativas han estado asociados tanto a la esvástica, a la
espiral como a los brazos que señalan movimiento circular y
aditivo de Pazuzu.

Los torbellinos, huracanes y tormentas llevan un tiempo en el


punto de mira de los científicos bajo diversos nombres:
“procesos de orden a partir del caos”, “teoría de la
singularidad”, “estudios sobre el ruido” o sobre las
“turbulencias”, “dinámicas de poblaciones”, etc. No solo los
antiguos se inspiraban en la espiral. Estas teorías sin duda nos
pueden ayudar a a producir modelos de distribución para virus,
plagas, Pazuzu o cualquier otra “población” -tomando toda la
carga genealógica de este concepto, desde la biología hasta la
estadística- jugando un papel fundamental en la teoría aérea ya
observado por los antiguos habitantes de oriente medio.

Durante mucho tiempo, las turbulencias han sido identificadas


con el desorden o el ruido. Hoy en día sabemos que esto no es
cierto. De hecho, mientras que estos movimientos resultan
irregulares o caóticos a una escala macroscópica, son, al
contrario, altamente organizados a una escala microscópica.

Las múltiples escalas espacio-temporales involucradas en las


turbulencias corresponden a comportamientos coherentes de
millones y millones de moléculas. Visto bajo este punto de vista,
la transición de flujos laminares a la turbulencia es un proceso
de auto-organización (para nuestra escala) espontánea y
caótica. Donde antes había un conjunto de flujos y partículas
aparentemente autonomas ahora hay un proceso de
cooperación altamente complejo.

Estos puntos de transición, se llaman “singularidades” en


ciencia de “orden a partir del caos”. En filosofía (post-
estructuralista, por ser específico), al contrario, se suele
emplear más bien término “acontecimiento”. Por acontecimiento
se entienden todos aquellos procesos, que siendo imposibles
de preplanificar y cuyos resultados son desconocidos, producen
nuevas propiedades en el continuo de la materia. Tenemos
acontecimientos y singularidades históricas como es la llegada
de Jesucristo para los cristianos o la temporalidad del Mesías
de toda la filosofía judía (Walter Benjamin), también tenemos
aquello más puramente materiales como puede ser la formación
del universo, o el cambio de estados entre la materia. Según la
filosofía del acontecimiento la materia, incluso en estado de pre-
materia, es proclive a estos procesos de emergencia aunque
sea únicamente por la infinita posibilidad generada por una
infinitud y continuidad espacio-temporal. En lenguaje popular:
las cosas siempre se van a la mierda (shit happens),
continuamente se introducen nuevas plagas en el mundo pero
es gracias a que la cosa siempre se ha ido al garete que el
mundo mismo ha sido creado (Una constante en parte de la
historia de la filosofía), pues este “solo” puede tener su origen
en uno de estos acontecimientos. La lógica que suelen seguir
estos procesos según nuestra ciencia es aquella de la “masa
crítica”, siendo sus principales parámetros la velocidad y el
número –ambos jugaran un papel importante en diversas teorías
de guerra como veremos. Una vez alcanzado ese punto de
“singularidad” que origina los torbellinos sucede algo
sorprendente, todos estos procesos parecen seguir a partir de
ese momento estructuras matemáticas similares. Los procesos
a través de los cuales los fotones de un láser se organizan
espontáneamente y devienen coherentes (“cooperando” todos
para emitir luz a la misma fase) han resultado ser esencialmente
similar a aquellos de las moléculas en un líquido “cooperando”
para formar vórtices, o en otros casos, estructuras cristalinas.

Lo mismo es igualmente aplicable a las poblaciones de plagas


como los casos especialmente estudiados de langostas, ratas y
microorganismos. Todas ellas siguen las dinámicas de las
turbulencias. La mente de la plaga es la mente de la turbulencia
y la teoría aérea. Por esta razón estos “mecanismos
independientes”, estas singularidades constructoras han sido
conceptualizadas como “máquinas abstractas”: Es decir,
“mecanismos matemáticos” capaces de verse encarnadas en
diferentes mecanismos físicos.

Todas estas características han sido empleadas tanto por


pueblos nómadas como por civilizaciones imperiales en teorías
de la comunicación y la guerra especialmente interesantes y
refinadas para nuestra investigación. Sírvannos, además, como
caso concreto para la aplicación de la ingeniería de plaga. Sería
fácil hacer una teoría (aero)materialista de la comunicación y el
lenguaje. Si tenemos en cuenta que el aire es el medio a través
del cual los humanos han desarrollado el lenguaje es fácil
imaginar esta hipótesis. El lenguaje, la comunicación se tiene
que ver forzosamente adherido a la teoría aérea. “Las palabras
se las lleva el viento”, como dice aquella frase popular. Las
palabras están sometidas a barreras arquitectónicas, a las
corrientes y el aire, a barreras sonoras, etc. Toda mutación
posterior de la palabra llevará inscrito en su ADN esta
naturaleza aérea que figura en su genealogía, incluso en los
tiempos de la electricidad. Pero las palabras son algo más o
parecerían serlo, pues mutan, evolucionan, tienen usos
complejos y llegan a tomar vida propia. Hasta tal punto que la
filosofía moderna “ha descubierto” que estamos poseídos -en
mayor o menor medida- por las palabras pues estas determinan
nuestras visiones del mundo. O de modo psicoanalista
literalmente nos poseen.

Es igualmente fácil imaginarse una teoría de los virus aplicada


al lenguaje y la comunicación. Damos dos de las posibles
razones. Una, por ser los virus el ser vivo más numeroso en la
franja inicial de propagación del lenguaje (nota: entendemos
comunicación como un campo más amplio que el del lenguaje),
entre los cero y los dos metros por encima de la superficie
terrestre, nuestra altura. Por otro lado, veremos como la
naturaleza de los virus se aplica excepcionalmente bien a estas
dos ciencias. Hagamos demagogia y utilicemos la retórica: Si el
lenguaje es un ser vivo sin duda debe ser un virus. Toda teoría
vitalista sobre el lenguaje, toda teoría que dote cierta autonomía
debería tener esto en cuenta, ¡sobre todo aquellas que
empiezan a “confundir” medio y mensaje! ¡el problema no es
ese, podríamos responderle!. Pero frente a esta teoría
materialista del “lenguaje como virus” –común en cierta
genealogía de la filosofía- existe la teoría clásica de la
comunicación, cuyo origen se puede rastrear en la metafísica
monoteísta e imperial de la comunicación y las evoluciones
idealistas, en donde se suele mapear el acto del habla en una
teoría que incluye tres personajes: a un emisor, un receptor y un
mensaje. La palabra y su contenido sería el mensaje que el
emisor manda a un oyente a través de un medio concreto. Boca
y oreja se ven conectados por un tubo que traslada el mensaje
con más o menos problemas, más o menos cambios, al
receptor. Un modelo hiper-esterilizado del acto del habla que
además presupone la existencia de un sujeto enunciador ajeno
absolutamente al resto del mundo –de inevitable origen
teológico. Con esto quiero decir, nadie habla sin haber hablado
antes con alguien (aunque sea sus padres). Nadie habla sin
hablar por otros. En cambio, será problema fundamentalmente
del medio en el que se desplaza el mensaje y también del
oyente el que el mensaje llene con su pleno contenido. Cada
una de las enunciaciones, aquella de la metafísica monoteísta
de la telecomunicación y aquella de la ingeniería de plaga lleva
parejas unas políticas propias y bien diferentes. Fijémonos
hasta que punto llega el asunto, mientras que para la teoría
imperial el lenguaje es una tecnología inventada y utilizada por
los humanos; para la ingeniería de plaga, nosotros, los
humanos, somos tecnologías utilizados por el lenguaje,
poseídos por él, en sus políticas de la infección. El lenguaje
como virus no hace más que corromper nuestra lengua (física o
nacional), hacerla balbucear, decir cosas que no decimos, al
igual que lo hacía con el cuerpo y su conversión en carne. El
lenguaje es un ente extraterrestre, un alien. Yo no te estoy
intentando transmitir ningún mensaje, un virus ancestral –el del
concepto de ingeniería de plaga- está parasitándome (¿quizá en
forma de pensamiento?) y ahora te parasitará a ti de una u otra
manera mientras que sigue sometido a los flujos de la virosfera
como mundo de vida de las palabras, de los mensajes, de los
contenidos, de los signos, de los virus que nos atraviesan.

Junto a estas políticas de la comunicación de lo virus, existe,


igualmente, una historia de las teorías militares y la ingeniería de
plaga. El conjunto conocido como teorías de la guerra nómada
guardan una fuerte relación con la dinámica de los virus y la
teoría eólica. Muchos grandes generales y teóricos han
observado esta peculiaridad. Por ejemplo. Fernand Braudel
cuando decía “La fortaleza de las barrearas en la Europa
oriental y sur-occidental varían de siglo en siglo. El mundo de los
nómadas rotaba entre estas dos áreas de defensa, negligentes,
débiles y en ocasiones inefectivas. Una ley física los dirigía de
un lado al otro. […] El trabajo clásico de Eduard Fueter enfocó
una zona ciclónica en 1494 sobre la Italia fragmentada de
príncipes y repúblicas urbanas. Toda Europa era atraída hacia
esta tormenta creando zonas de baja presión. De la misma
manera los huracanes empujaban a la gente de las estepas a
un lado u otro dependiendo de las líneas que eran menos
resistentes”. Al igual que los virus atacan a las células más
débiles, los nómadas atacaban las fronteras más débiles de
Occidente.

Durante mucho tiempo las teorías nómadas de la guerra han


tenido amplia superioridad sobre aquellas imperiales o
estatales. Solo hasta la llegada de las armas del fuego, y la
maquinaria económica del capitalismo temprano, el estado no
consiguió empezar a dominar el campo de batalla. Y aún a partir
de entonces han seguido calcando las tácticas nómadas. Por
ejemplo, Heinz Guderian, general del ejército nazi, aprendió de
la guerra nómada la importancia de la movilidad y la velocidad
en Achtung Panzer, teoría militar que le dio las victorias al
ejército alemán y supuso toda una revolución pocas veces
igualada. En nuestro tiempo, la globalización y el fin de la URSS
ha supuesto un nuevo giro en las teorías acerca de la guerra.

Antonio Negri y Michael Hardt defienden que los estados-nación


han perdido su papel como formación política primaria para
dejar lugar a un mecanismo global de poder difuso y
descentralizado compuesto por diferentes actores constituidos
en red, a ello es a lo que llaman, precisamente, Imperio. Estos
actores incluyen a los propios estados-nación, a organismos
como las, los medios de comunicación de masas y a las
mencionadas empresas transnacionales. Este imperio se define
precisamente por no poseer un afuera (globalización) y volcar
sus mecanismo inmunitarios y securitarios hacia dentro, hacia el
conjunto de los cuerpos de sus ciudadanos entendido como un
continuo biológico susceptible a padecer de enfermedades.

Frente a este cuerpo unificado de los ciudadanos imperiales se


erige la amenaza de los terroristas –principal enemigo del
Imperio desde hace unas décadas- que haciéndose pasar ellos
mismos por células imperiales (infectadas) lo amenazan desde
dentro y propagan la enfermedad anti-imperial. Estas tácticas
de la jihad contemporánea han sido descritas por parte de los
analistas militares bajo lo que se conoce como guerra
asimétrica –o taqyya en el lenguaje de la jihad, una forma de
disimular las propias creencias en un entorno hostil como el
caso de los moriscos en España. Por guerra asimétrica
entendemos cuando los protagonistas de un conflicto disponen
de medios y fines muy diferentes, ya sean estos tecnológicos,
numéricos, políticos, etc. En la guerra asimétrica no existe un
frente determinado, ni acciones militares convencionales. Por el
contrario, se basa en golpes de mano, combinación de acciones
políticas y militares, implicación de la población civil y otras
operaciones similares. En el comportamiento de los virus
podemos identificar perfectamente este componente de guerra
asimétrica. Los virus son, posiblemente, los “seres vivos” que
más han perfeccionado esta estrategia. Su principal
característica es la de ser los “seres vivos” mas sencillos
tecnológicamente, hasta el punto de que se hayan en el mismo
límite de la definición de seres vivos. Incapaces de moverse por
sí mismos, incapaces de multiplicarse sin infectar células ajenas
son los seres vivos con “más éxito evolutivo”. En Unrestricted
Warfare, los generales chinos Qiao Liang y Wang Xiangsui
argumentaban que la principal deficiencia de estados como los
EEUU era precisamente centrarse en los componentes
tecnológicos de la guerra. Para estos generales ese enfoque era
totalmente equivocado. Las tecnologías siempre pueden ser
parasitadas y usadas en contra de sus propios creadores. Al
igual que las propias células de nuestro cuerpo son utilizadas en
nuestra contra por parte de los virus. Más ejemplos: los aviones
del 11S o el uso de las redes sociales que la primavera árabe o
sus replicas ha hecho.

Una lección tremendamente importante para la ingeniería de


plaga. Los virus no solo utilizan tácticas de dispersión por todo
el espacio y contaminación, no solo aprovechan las debilidades
y periferias del enemigo sino que además parasitan sus
tecnologías de las más diversas maneras. La taqyya, táctica y
política generada en los mismos territorios donde Pazuzu
ejerció su influjo se demuestra como una de las teorías sobre la
guerra definitivas. Una teoría que hunde sus raíces en el propio
origen de la civilización y los primeros Imperios y toma a los
virus como modelo.

Y la epidemia apenas ha comenzado…


BRUJERIA
El universo quiere jugar. Aquellos que por reseca avaricia
espiritual lo rehusan y eligen la pura contemplación
desperdician su humanidad; aquellos que por tonta angustia lo
rehusan, aquellos que dudan, pierden su oportunidad y su
divinidad; aquellos que se moldean ciegas máscaras de Ideas y
siembran cizaña buscando alguna prueba de su propia solidez
acaban viendo a través de los ojos de un muerto.

Brujería: el cultivo sistemático de la conciencia dilatada o de la


percepción no ordinaria y su despliegue en el mundo de los
hechos y los objetos para convocar los resultados deseados.

El ensanchamiento de aperturas en la percepción destierra


gradualmente los falsos yos, nuestros cacofónicos fantasmas; la
"magia negra" de la envidia y la venganza se dispara por la
culata porque el deseo no sabe ser forzado. Allí donde nuestro
conocimiento de la belleza armoniza con el ludus naturae,
empieza la magia.

No, ni doblar cucharas, ni horoscopia, ni Amanecer Dorado23,


ni chamanismo de pega, ni proyección astral, ni Misa Satánica;
si se trata de chismografía hay que ir al meollo, a la banca, a la
política, a las ciencias sociales; y no a esa enclenque basura
blavatskiana24.

La brujería funciona creando a su alrededor espacios


físico/psíquicos o aperturas a un espacio de expresión sin
límites --la metaformosis del lugar cotidiano hacia una esfera
angélica. Esto implica la manipulación de los símbolos (que
también son cosas) y de la gente (que también es simbólica);
los arquetipos facilitan un vocabulario en este proceso y por
tanto se tratan como si fueran a un tiempo reales e irreales,
como palabras. Yoga imaginario.
El brujo es un Simple Realista: el mundo es real --así la
conciencia tiene que ser pues real dados sus tan tangibles
efectos. Para el zoquete hasta el vino resulta insípido pero el
mago puede intoxicarse con sólo mirar el agua. La calidad de la
percepción define el mundo de la intoxicación; pero sostenerla y
expandirla para incluir a otros exige una actividad de un cierto
tipo -brujería-. La brujería no rompe ley de la naturaleza alguna
porque no hay tal Ley Natural, sólo la espontaneidad de la
natura naturans, el tao. La brujería viola leyes que buscan
encadenar este flujo; sacerdotes, reyes, jerofantes, místicos,
científicos y tenderos todos califican al brujo de enemigo por
amenazar el poder de su charada, la fuerza tensora de su trama
ilusoria.

Un poema puede actuar como un conjuro y viceversa; pero la


brujería rehusa ser metáfora de la mera literatura; insiste en que
los símbolos deben provocar tanto sucesos como epifanías
privadas. No es una crítica sino una reconstrucción. Rechaza
toda escatología y toda metafísica de la mudanza, toda
nebulosa nostalgia y todo futurismo estridente, en favor de un
paroxismo o posesión de la presencia.

Incienso y cristal, daga y espada, varita, túnica, ron, habanos,


velas, hierbas como sueños secos -el muchacho virgen
contemplando la vasija de tinta- vino y ganja, carne, yantras y
pases-- rituales de placer, el jardín de houris y sakis-- el brujo
trepa por estas serpientes y escaleras a un momento que está
enteramente saturado de su propio color, donde las montañas
son montañas y los árboles son árboles, donde el cuerpo se
convierte todo en tiempo, el amado todo en espacio.

Las tácticas del anarquismo ontológico están enrraizadas en


este arte secreto; los objetivos del anarquismo ontológico
aparecen en su floración. Caos conjura a sus enemigos y
recompensa a sus devotos... este extraño panfleto amarilleante,
este seudónimo polvoriento lo revela todo... escribe pidiendo un
microsegundo de eternidad.
NOTAS PARA UNA ECOLOGÍA TERRAQUEA
TRANS-HISTÓRICA Y POST-APOCALÍPTICA
REBAUTIZADA COMO OIKOPOLÍTICA
1. Gaia es una perra dura. Las plantas estuvieron antes que
nosotros y estarán después. No te preocupes de la cantidad de
glifosato con que envenenas la tierra. Se recuperará en
unasdécadas. Chernobil es un buen ejemplo. Preocúpate de
que tú y tus hijxs no pilléis cáncer. Tú, humano.

2. Todo, absolutamente todo, es natural o bien todo,


absolutamente todo, es artificial. El universo se reduce a
una partícula infinitamente pequeña que no para de
diferanciarse y recombinarse. La síntesis de moléculas
empleada por los humanos solo significa una simplificación y
aislamiento de elementos. La naturaleza es una. La materia es
continua y relativa. Átomos-moléculas-seres humanos-tierra-
sistema solar-via lactea-creacción.

3. El antropoceno no existe. Creerse que el ser humano ha


tomado el control estratográfico sobre el destino de la tierra no
es más que un sueño colonial e histórico del hombre blanco. La
oikopolítica es esta recuperación a escala humana y relativa de
la ecología egolatra y antropocéntrica. El tiempo humano no es
nada. Sus procesos de sedimentación no son más que una
estrategia política terraquea eventual que extrae materiales
desde el interior al exterior. Llámalo estrategia del volcán o de la
esfera de dyson. Lograr la máxima superficie con el mínimo de
material. Elevarse lo máximo sobre su superficie: los seres
humanos somos plantas. Los volcanes, de hecho, nos llevan
ventaja en “cambios ecológicos”, ellos lograron glaciaciones,
nosotrxs soñamos con cambios climáticos.

4. Gaia en última instancia está sometida a la dictadura


benévola del sol que se mueve a 70.000 km/hr por el universo.
En sus sueños más fríos y oscuros sueña con escaparse de su
órbita y vagar libre por el universo. En sus sueños de
hegemonía nuclear y calorífica busca comenzar su plan de
dominación por el control de la nave-sistema-solar como en la
escala de Kardashov. En su sueño mas benévolo-perma-
cultural piensa en una relación infinita y estable con el sol, el
cierre de un sistema-nave-solar, o a gran escala, el cierre de un
sistema-universo que ponga fin a la catástrofe. Ya sea esta
catástrofe el fin del sol o el de la creación. Anarquía-Reinado-
Metaestabilización.

5. La catástrofe es siempre una catástrofe relativa. Incluso


la catástrofe absoluta, el fin de la creación, es temporal. La
infinitud del tiempo garantiza que todo vuelve a la vez que todo
es posible. Alégrate espíritu compañero, el mundo es nuestro, la
tierra somos nosotrxs. Lo mejor para ella, es lo mejor para
nosotrxs.
MANIFIESTO DE LA ASOCIACION
DE ASTRONAUTAS AUTONOMOS
Las agencias espaciales gubernamentales son incapaces de
organizar programas de exploración espacial exitosos. La
NASA es un dinosaurio monolítico, dogmática y de mente
estrecha y en última medida condenada a la irrelevancia por ser
incapaz de formar parte de la evolución humana.

No tiene sentido que un grupo “élite” de Astronautas


Autónomos llegue al espacio, nuestras trayectorias deben estar
abiertas para todxs.

No poseemos un mapa del futuro que esperamos tomar del


estante cuando sea el momento. Tenemos una idea limitada de
como se verán las comunidades espaciales en sus comienzos,
ni siquiera avizoramos como serán cien años después de haber
sido establecidas. Descubrir es generalmente la mejor parte, el
gran punto de nuestros juegos. Nos preocupamos por las
posibilidades y la experimentación, no nos importa estar en la
“línea correcta”, o tener razón en retrospectiva.

La dificultad reside en la necesidad de ir más allá de las


nociones tradicionales de viaje espacial sin rechazar los
conceptos más relevantes. No alcanza con entender que la
NASA y sus contrapartes europeas no tienen relación alguna
con lo que intentamos alcanzar. Es necesario comprender que
cosas han cambiado en los últimos 60 años y que aspectos de
su tecnología pueden ser adaptados a la luz de la situación
presente.

Las comunidades de gravedad cero están al alcance de la


mano, sólo la inercia de la sociedad previene que sean
formadas, pero su base ya está creada y nosotrxs
desarrollaremos la propulsión necesaria.
La red de grupos de la AAA es un reflejo de este paso. Toda
persona que esté leyendo esto puede contribuir. Hemos sido
condicionados por la prensa a través de los últimos 70 años
para poner nuestras esperanzas en el espacio exterior, pero
solo la AAA ha tomado en serio este reto. Como individuos
estamos aislados, atomizados. Hemos sido estafados, guiados
a que los gobiernos y las fuerzas armadas lleguen al espacio a
expensas nuestras. Ocasionalmente ellos nos otorgan
pequeños trozos de este viaje, como “vida en Marte” o “hielo en
la Luna”, pero no desean cambiar la realidad. Resulta evidente
que sus intereses están en contraposición con los nuestros.
Ahora es el tiempo para todxs, para que todxs lo hagamos por
nosotrxs mismxs y por lxs demás.

Cada hombre y cada mujer es un Astronauta Autónomo


4GW. LA DOCTRINA DE GUERRA
IMPERIAL.
Empecemos por una introducción clásica. La guerra de cuarta
generación (Fourth Generation Warfare – 4GW) es una doctrina
de guerra que vive una popularidad creciente en estados como
China, EEUU, Israel o Venezuela y que en movimientos
sociales/antagonistas ha venido a generalizarse bajo el
concepto de “guerra global permanente”. Igualmente guarda
similitudes con los términos de guerra asimétrica, guerra
cibernética, conflicto de baja intensidad, guerra contra el
terrorismo, etc. La discusión acerca de la guerra de cuarta
generación se inicia en 1989 con la publicación de El rostro
cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación por William
Lind (ejercito EEUU). Así, y originalmente, la guerra de cuarta
generación se basa en una hipótesis de conflicto post-guerra
fría, es decir, en el “fin de la historia” (Fukuyama) y la época del
Imperio global (Negri, Tiqqun, etc). Por anteriores generaciones
de la guerra se entienden:

Guerra de primera generación. Arranca con la aparición de


las armas de fuego y el monopolio de los estados sobre el uso
de la violencia, alcanzando su máxima expresión en las guerras
napoleónicas. Las formaciones lineales y el “orden” en el campo
de batalla constituyen sus principales rasgos y el
enfrentamiento entre masas de hombres, su esencia.

Guerra de segunda generación. Comienza con el


advenimiento de la Revolución Industrial proporcionando la
capacidad de desplazamiento de grandes masas de personas y
el desarrollo de maquinaria bélica. El enfrentamiento de
potencia contra potencia y el empleo de grandes recursos,
constituye el rasgo esencial de esta generación. La Primera
Guerra Mundial es su ejemplo paradigmático y el ejercito
clockwork (como mecanismo de relojería, al igual que en una
fábrica) su forma característica. Al autor le gusta definirla como
“carne para la picadora”.

Guerra de tercera generación. Se caracteriza por la


búsqueda de neutralización de la potencia del enemigo
mediante la detección de flancos débiles con la finalidad de
anular su capacidad operativa, sin necesidad de destruirlo
físicamente. La Guerra de Tercera Generación fue desarrollada
por el Ejercito Alemán en la segunda guerra mundial y es
comúnmente conocida como “guerra relámpago” (Blitzkrieg).
No se basa en la potencia de fuego, sino en la velocidad, la
maniobrabilidad y la sorpresa.

Hasta aquí la explicación clásica. A la hora de definir la guerra


de cuarta generación nos encontraremos con más problemas
debido a la cantidad de autores que participan hoy en día en el
debate. El autor de este texto intentará dar su propia definición
basada en la de los actores que ya participan de esta guerra.
Así, las principales características que definirían la guerra de
cuarta generación serían:

1. Asimetría. Por asimetría entendemos un conflicto en que sus


actores cuentan con diferentes objetivos -que pueden ya no
pasar por la ocupación o anexionamiento de un territorio que
caracterizaba a las otras guerras, incluso situarse fuera de
reinvidicaciones propias de la modernidad- y recursos. En el
caso que enfrenta ejércitos estatales con tropas irregulares (que
es el paradigmático de la guerra de cuarta generación) esta
asimetría resulta especialmente ilustrativa. Ejemplo, el ejercito
estatal necesitará por su lado los tremendos recursos
económicos de los que dispone para movilizar sus tropas -al
igual que puede contar con el apoyo que le ofrece la legalidad-
mientras que las tropas irregulares contarán con el apoyo de las
poblaciones locales o el conocimiento del espacio como uno de
sus principales recursos.
2. Biopolítica. Por biopolítica entendemos un gobierno sobre
las poblaciones que se preocupa más por “hacer vivir y dejar
morir” que por la vieja expresión soberana de “hacer morir y
dejar vivir” (Foucault). Un giro -por explicarlo brevemente- que
tiene su base en que la vida es puesta ahora a producir, es
decir, entra dentro de los circuitos de valorización capitalista. Lo
que se pone en conflicto, por lo tanto, son los “modos de vida”
(del griego bios). La biopolítica vendría a lo largo del siglo XIX y
XX a ocupar una posición central en el ejercicio del poder a
través de diversos mecanismos (de nuevo, Foucault) que
inicialmente podrían incluir instituciones disciplinarias (escuela,
familia, ejercito, psiquiátrico, cárcel, etc) pero progresivamente
se desplazan hacía dispositivos llamados de control (gestión del
riesgo y seguridad). Así esta biopolítica vendría a ser una pieza
fundamental de la guerra de cuarta generación, donde ahora ya
no cuenta tanto el enfrentamiento armado (armas de fuego o
destinadas a “dar muerte” se entiende) como otro tipo de armas
destinadas a modular -y producir en lo posible- los modos de
vida (desde los medios de comunicación -gestión de la
información- hasta la policía), pensemos por ejemplo en el
american way of life. De ahí -por ilustrativo- la importancia
creciente de miembros procedentes de las ciencias humanas,
traductores y policías militares en los ejércitos regulares
contemporáneos.

3. Nuevas tecnologías. Por nuevas tecnologías entendemos


los medios digitales y la “forma red”. Más importante -aún- que
las novedades introducidas por los sistemas digitales en la
gestión de la información son estas nuevas formas de
organización en “red”. Frente a las estructuras jerárquicas, los
grandes bloques y los “modos de propagación” lineales que
caracterizan los ejércitos clásicos -y a sus posibles oponentes-
la guerra de cuarta generación tiende a privilegiar la autonomía,
las alianzas y la comunicación en red -viral (Negri y Hardt).
4. Guerra civil/total. Todo ello nos lleva a dos conclusiones,
por un lado la importancia creciente de la población civil en el
conflicto que ya no es capaz de huir de este y que por lo tanto
sufre igualmente sus efectos -viéndose obligado a participar de
ella hasta tal punto que la distincción civil/militar tiende a
desaparecer. Por otro lado, la extensión del espacio de guerra a
todo el territorio en conflicto y no simplemente a una linea del
frente. Si quisiéramos poner un símil con los juegos de guerra,
la 4GW privilegia el go sobre el ajedrez.

Démosle un par de vueltas más al asunto. La guerra de cuarta


generación, entendida estatal y gubernamentalmente, dirige
inevitablemente a la catástrofe. Me explico, muchas veces la
intelligentsia militar estadounidense la denomina como conflicto
de larga duración. Bajo su punto de vista es de larga duración
debido a las tareas de búsqueda que se tienen que dar dentro
de un territorio hostil, la dificultad de establecer un gobierno
estable en la región y a las maniobras de desgaste que la
insurgencia o las guerrillas producen. Mi punto de vista va por
otro lado y dice tal que así, “desde la ocupación de Europa del
Este por parte de de la URSS en el avance contra el tercer reich
(2ªGM) ningún estado-nación ha sido capaz de ocupar el
territorio de otro estado nación” y ello se debe,
fundamentalmente, a la caída de las mitologías modernas (y
universalistas) y a la paulatina descomposición de los estados-
nación (Negri y Hardt). Básicamente la guerra de cuarta
generación nos dice que es prácticamente imposible volver
gobernable un territorio tras su ocupación por parte de una
potencia extranjera. Esta linea de argumentación nos llevaría
directamente a una “ingobernabilidad global progresiva” -según
fueran surgiendo enemigos o intereses- que no favorecería, de
hecho, a los propios estados-nación. Se apoyaría así la
hipótesis de ciertos analistas del ejercito estadounidense que
ven en la guerra de cuarta generación la vuelta a una guerra y
política pre-moderna. Al igual que podemos prefigurar la imagen
de una “guerra global permanente” -aunque este concepto
(proveniente de los movimientos sociales) vaya más allá,
admitiendo que la guerra de cuarta generación es ya una guerra
global que se juega con diferentes intensidades a lo largo del
mundo. Podríamos decir: los estados-nación pierden la batalla
sí o sí.

No ocurre lo mismo con los aliados de los estados-nación.


Especialmente con los intereses económicos (empresas)
transnacionales. En Imperio, Negri y Hardt defienden que estos
estados-nación han perdido su papel como formación política
primaria para dejar lugar a un mecanismo global de poder
difuso y descentralizado compuesto por diferentes actores
constituidos en red, a ello es a lo que llaman, precisamente,
Imperio. Estos actores incluyen a los propios estados-nación, a
organismos como las ONGs y los medios de comunicación de
masas y a las mencionadas empresas transnacionales. Irak
quizá nos resulte el caso más visible de esta composición,
donde un ejercito regular (y fuertemente privatizado, hasta tal
punto que parte de el equipamiento de los propios soldados
tienen que comprarlo ellos mismos a las multinacionales; por no
hablar de los intereses que mueven estos ejercitos) colabora
con todo tipo de mercenarios (subcontratas de subcontratas de
subcontratas) y lleva, allí donde vaya, la ética y cultura
americana/neoliberal (biopolítica). Y en Irak precisamente se
confirma la hipótesis de que los estados-nación pierden y las
empresas transnacionales ganan, pues mientras que el primer
actor no consigue cumplir sus objetivos (ya sea la presunta
“lucha contra el terrorismo” o la instauración de un gobierno
democrático) y actúa únicamente como espectro, el segundo
consigue mantener el dinero fluyendo -y explotar “nuevos nichos
de mercado”. Un escenario distópico el que nos presenta la
guerra de cuarta generación bajo este punto de vista -que el
autor se permite suponer una tendencia importante dentro del
Imperio. Un mundo sumido en la guerra y la ingobernabilidad,
en el que una multiplicidad de actores se enfrentan -o “se
arrodillan buscando redención” (biopolítica) y devienen
ciudadanos del Imperio (Tiqqun)- a los intereses de
corporaciones y gobiernos títeres. Podríamos resumirlo en la
expresión “que el resto del mundo se hunda mientras nosotros
nos forramos, da igual”. Un futuro, por llamarlo de alguna
manera, ciberpunk.

Y la guerra apenas ha comenzado…


LECCIONES DE UR-POLITIKA
1. La historia no existe. No hay progreso ni conservadurismo
humano. No hay un “sistema político” (sic) mejor que otro.

2. El mal existe y existirá. La destrucción de regimenes


simbólicos esta implícita en los mecanismos de diferanciación.

3. El espacio de acción política humana es la inmanencia


de una vida. Ni mas ni menos. No hay “progreso” ni
“conservadurismo” más que relativo a estos limites.

4. Una vida no se reduce a un individuo humano sino a un


momentum de la creaccion declinado en un cuerpo
humano.

5. El espacio de acción política humana es


tremendamente limitado a la vez que permanece
vastamente inexplorado. Comprende toda la materia de la
creación (que puede reducirse a un punto infinitamente
pequeño) y sus motores de diferanciación.

6. El viaje de la acción política humana se dirige hacia las


estrellas y hacia el centro del átomo. Llegará a sus fronteras
al mismo tiempo. Así como es arriba es abajo.

7. Si existe una teleología política es justamente esta


comprensión y abarcamiento de los limites de la
creaccion. El mal, en su aspecto absoluto, es la negación
ultima de esta teleología y la destrucción de la creación.

8. De ahora en adelante solo queda


desearnos buena suerte compañerxs.

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