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BREVE INTRODUCCIÓN A

CLAUSEWITZ
Óscar Aranda Mora. Capitán de corbeta
INTRODUCCIÓN

No obstante la plena vigencia de la obra del general Carlos Clausewitz, como


lo demuestra el hecho de que sus conceptos básicos y el autor mismo sean citados
frecuentemente en la literatura militar contemporánea, su obra maestra " De la Guerra"
permanece siendo escasamente leída. Y es que prácticamente todo el que se haya
decidido a hacerlo, se ve enfrentado a un libro de carácter teórico, de naturaleza
abstracta y en el que algunas secciones además de haber perdido vigencia, son
francamente aburridas. Varios abrían preferido algo más adaptado a la "mentalidad
militar" : breve, con muchos ejemplos y reglas claras que permitan ganar guerras. Sin
embargo, "De la Guerra" es más bien todo lo contrario, ya que es un libro largo (sobre
todo para un estudiante, para el que el tiempo es un recurso escaso), ambiguo y
complejo. Y lo que es peor, no entrega reglas para ganar guerras, excepto algunas que
aparentemente sólo constituyen verdades obvias, como por ejemplo :

"La mejor estrategia es ser siempre fuertes, tanto en general como en el


punto de la decisión".

Desgraciada o afortunadamente el trabajo de Clausewitz permanece como el


clásico sobre la materia. Aún no se ha escrito otra obra que penetre tan profundamente
en la esencia misma de la Guerra en general y de la Estrategia Militar en particular y
como las características de "De la Guerra" hacen de su lectura una especie de "gusto
adquirido", su valor bien amerita un intento de darlo a conocer.
Este trabajo persigue dos propósitos : El primero es introducir al pensamiento
y la obra del General Clausewitz, con la esperanza de servir de punto de partida para un
estudio posterior de su obra. El segundo propósito es difundir sus conceptos principales,
pensando especialmente en aquellos cuyas obligaciones académicas y profesionales les
impiden dedicar tiempo al placer de leer la obra maestra relacionada con la guerra. Por
lo mismo es que se nutre principalmente de citas de "De la Guerra", de manera de
inducir al lector a una meditación personal acerca los párrafos que el autor de este
trabajo - modestamente - piensa son de mayor importancia.
Para cumplir con su propósito, es que este escrito consta de dos partes
principales. La primera pretende entregar elementos que faciliten la comprensión del
libro de Clausewitz, mientras que la segunda se sumerge en la tarea de interpretarlo. Al
respecto, una advertencia : parte de la riqueza de "De la Guerra" reside en las variadas
interpretaciones que su lectura permite, especialmente cuando se combinan conceptos
dispersos en la obra. Mal podría considerarse entonces como definitiva cualquier
interpretación de algún trozo o concepto del libro y bien se podría estar en desacuerdo
con lo aquí escrito, que necesariamente peca de excesiva brevedad.
Para la primera parte he considerado importante definir sucintamente el
ambiente en el que Clausewitz vivió, así como las ideas de algunos pensadores que
pudieran haber influido en él. Respecto a sus conceptos teóricos principales - que
conforman la segunda parte del trabajo - he elegido aquellos que a mi modesto juicio
constituyen las ideas centrales de su libro, una decisión evidentemente subjetiva. Por
supuesto que todos los conceptos elegidos permiten un desarrollo mucho más amplio.
Por ejemplo, de la naturaleza política de la guerra, el punto de partida de Clausewitz, se
podría escribir muchas veces todo lo aquí escrito, pero en aras de la brevedad y del
propósito de este trabajo e intentado reducir su extensión al máximo.
Viña del Mar, Febrero de 1999.
CAPITULO I
CLAUSEWITZ Y SU TIEMPO
A.- LA EPOCA DE CLAUSEWITZ.

1.- La Revolución Francesa.

La Revolución Francesa de 1789 tuvo repercusiones sociales que marcaron la


vida de Clausewitz y sus contemporáneos. En 1792, Prusia y Austria invadieron Francia
para restaurar la monarquía, puesto que la magnitud total de la Revolución Francesa
significaba una amenaza para los sistemas políticos monárquicos de toda Europa. El
resultado final de la invasión a Francia fue una declaración del gobierno francés
decretando la levée en masse, o conscripción : por primera vez un estado encararía la
guerra desde una perspectiva total. La carencia de oficiales competentes y las
deserciones habían provocado serios reveses militares al gobierno revolucionario y el
peligro al que la nación se enfrentaba era demasiado serio. Lo que se requería era un
gran ejército que peleara por la supervivencia de la nación - lo que hoy denominaríamos
un objetivo político ilimitado - y la respuesta del gobierno tuvo la forma del célebre
decreto del 23 de agosto de 1793 :

"A partir de este momento y hasta aquel en que todos los enemigos
hayan sido expulsados del territorio de la República, todo francés estará
permanentemente a disposición del servicio para los ejércitos. Los
jóvenes saldrán a pelear ; los hombres casados fabricarán armas y
transportarán material ; las mujeres construirán carpas y ropa, y
cuidarán de los enfermos en los hospitales ; los niños harán hilachas de
los trapos viejos. Los ancianos acudirán a las plazas públicas para
infundir coraje a los soldados y predicar el odio contra los reyes y en
pro de la unidad de la República. La levée será una levée general..."

El decreto significaba, en el fondo, una movilización total de la nación


francesa. El gobierno revolucionario anunció que la libertad política y el deber militar
irían de la mano y de este modo se proclamó el concepto de "nación en armas". El
Pueblo ya no lucharía para un rey o una aristocracia, ahora lo haría para sí mismo,
porque tenía participación en el destino de su país y el deber de proteger dicho destino.
Los recursos disponibles para que el gobierno dirigiera la guerra eran ilimitados
(estaban teóricamente representados por la totalidad del potencial nacional), lo que abrió
la posibilidad de librar guerras con objetivos ilimitados también.
Inspirados en sus convicciones, los ejércitos de Francia barrieron Europa. Eran
los mayores que se hubiera visto jamás, y se trasladaban más lejos y más rápidamente.
Mientras que antes los generales habían peleado con ejércitos de setenta mil hombres
como máximo, Napoleón disponía a menudo de más de un cuarto de millón. En 1805,
por ejemplo, cruzó desde Bolougne hasta Ulm en diez días, lo que para la época
constituía una especie de blitzkrieg que no se había experimentado antes. Los ejércitos
convencionales, reflejo de las sociedades aristocráticas, fueron derrotados por la fuerza
arrolladora del nacionalismo, un fenómeno que interesaría profundamente a Clausewitz
y otros reformadores alemanes.

2.- El ambiente cultural de Clausewitz.

La Ilustración.

En la época de la Ilustración (Siglos XVII y XVIII) se difundió una atmósfera


de cambio basada en el empleo de la razón más que la revelación como fuente del
conocimiento. En adelante, el hombre se basaría en su capacidad cognoscitiva para
acceder al entendimiento de la realidad. El movimiento de la Ilustración Francesa , uno
de los factores causales de la Revolución Francesa, se centraba en la idea de "ilustrar",
el racionalismo y cierto optimismo cultural. Estos ideales pronto traspasaron fronteras y
el racionalismo penetró fuertemente en Europa.
Racionalismo.
Este movimiento subraya el papel de la razón - especialmente cuando se viste
con números y elementos geométricos - para acceder al conocimiento, siendo Descartes
y Leibnitz sus principales teóricos. El ideal del conocimiento racionalista se puede
resumir en pocas palabras : Todo se puede saber si se aplica una cantidad suficiente de
talento.
Por supuesto que la Guerra también fue un objeto de estudio para los
racionalistas. Es más, la necesidad de mantener el status de la profesión militar en
Prusia exigió un estudio racional de la guerra. En la época de la razón era necesario
contar con una teoría que explicara la guerra, de otra manera todos los nobles prusianos
habrían visto su descender su profesión a la categoría de un oscuro arte manual. Esta
necesidad fue pronto satisfecha por el General Von Bülow, quien asoció el éxito de las
operaciones militares a elementos geométricos, salvando así el prestigio de la profesión
militar. Clausewitz intentó devolver las cosas a su sitio. Estaba de acuerdo con la
necesidad de desarrollar una teoría científica de la guerra, pero basada en un estudio
social del fenómeno y no intentando aplicar elementos extraños que permitieran derivar
Principios o Reglas exactas de la conducción de la guerra.

B.- VIDA DE CARLOS CLAUSEWITZ

1.- Su origen.

Carlos Clausewitz (sin el "von") nació en Prusia en 1780, quinto hijo de un ex-
oficial del Ejército Prusiano que a causa de su falta de nobleza había sido separado del
servicio después de la Guerra de los Siete Años. Gracias a algunos contactos familiares,
Carlos - como los otros hermanos - fue admitido a los doce años en el prestigioso 34°
Regimiento de Infantería y antes de un año participó en su primera campaña contra
Francia. Aunque finalmente los Clausewitz lograron que se les reconociera el von en su
apellido - y el anhelado status de nobleza - existe evidencia de que las discriminaciones
sufridas a causa de su origen burgués contribuyeron crear en Clausewitz un carácter
introvertido, tímido y algo arrogante.

2.- El Ejército Prusiano.


Clausewitz ingresó al ejército prusiano moldeado por Federico el Grande, que
estaba perfectamente adaptado al ritual de guerra pre-napoleónica del siglo XVIII. Este
ejército se caracterizaba por ser capaz de entregar una máxima concentración de fuego
en combate, por el dominio de la infantería (formada linealmente en la batalla) y por la
dependencia de sus líneas de comunicaciones para abastecerlo de munición, alimentos y
forraje. Además, estaba compuesto por "voluntarios" provenientes de levas, a los que
los oficiales y suboficiales no podían descuidar por temor a la deserción y sólo podían
controlar gracias a una disciplina férrea. La carencia de caminos adecuados, de un
cuerpo logístico apropiado y lo onerosas de mantener de estas fuerzas regulares, hacían
que la guerra sólo se librara en los veranos y cuidando evitar las grandes bajas humanas.

3.- Formación.

La Campaña de 1793 finalizó dos años después - no muy favorablemente para


Prusia - y Clausewitz pasó luego un período de cinco años de guarnición en Neuruppin,
donde aprovechando la excelente biblioteca del Regimiento, prácticamente devoró todos
los libros a su disposición. En Prusia se desarrollaba una suerte de revolución
educacional, que impulsaba la educación de los soldados en escuelas regimientales,
siendo el 34° de Infantería uno de los primeros regimientos en organizar su escuela, a la
que asistían Cabos, Subtenientes y ocasionalmente Tenientes. Clausewitz, que había
logrado ciertos conocimientos científicos, participó en esta escuela, quizás como
instructor o en su administración.
En 1801 Clausewitz fue aceptado en la Academia de Guerra de Berlín, ahora a
cargo del distinguido coronel de artillería Gerhard Scharnhorst, (quien tampoco era el
típico oficial prusiano noble de infantería) iniciándose una relación intelectual y
profesional duradera entre ambos, que introduciría a Clausewitz al selecto círculo de los
reformadores del ejército prusiano. Scharnhorst, uno de los gigantes de la unificación de
Alemania, había deducido correctamente que los éxitos militares de Napoleón se debían
a los cambios sociales ocurridos Francia, especialmente a la emergencia de una nación
francesa en armas. Para neutralizar la amenaza francesa, no era suficiente entonces
estudiar sus nuevas tácticas o la organización de su ejército, sino que había que
considerar la dimensión social del cambio y el contexto general en el que se combatía.
Por eso es que el curriculum de la Kriegschule incluía, además de ramos técnicos y
militares, otras ciencias sociales que le otorgaban una perspectiva amplia a sus
egresados, entre los que Clausewitz ocuparía el primer lugar de su promoción en 1803.
El joven oficial fue nombrado ayudante del Príncipe Augusto, hijo del Príncipe
Fernando, Comandante del 34° de Infantería y conoció - en casa de su jefe - a María
Von Brühl, con quien contraería matrimonio sólo siete años después a causa del rechazo
de su familia por la falta de nobleza de Clausewitz. Durante los dos años siguientes,
Clausewitz escribió prolíficamente y participó activamente en el movimiento de reforma
militar. Los escritos que luego dieron forma a "De la Guerra" se originaron en sus
trabajos de esta época.

4.- Guerra contra Francia y cautiverio.

Al estallar la guerra contra Francia en 1806, el Príncipe Augusto recibió el


mando de un batallón y junto a Clausewitz -ascendido a capitán- participó en su primera
gran batalla napoleónica y en la catastrófica retirada que le sucedió. Clausewitz
experimentó de primera mano el cambio radical que había operado en la guerra y cuan
diferente era ésta ahora a las ordenadas maniobras y marchas de su niñez.
Eventualmente, el Príncipe y su ayudante fueron hechos prisioneros y trasladados a
Francia hasta 1808, mientras otros militares prusianos adquirían fama en la guerra,
destacando Scharnhosrt y Gneiseau.
Durante su fácil cautiverio en Nancy, Clausewitz advirtió la profundidad de
los cambios sociales de Francia y su impacto en el método de guerra francés. Además,
apreció la necesidad de cambios similares en Prusia, aunque acordes a la cultura
alemana, para lograr establecer un sentimiento nacional arraigado y conseguir un
ejército de carácter nacional.

5.- Movimiento de Reforma.

En 1808, el recién liberado Clausewitz se reúne con Scharnshorst en


Könisberg - lejos del ocupado Berlín - y participa en el proceso de reforma militar
prusiano, del que este último se había transformado en líder, empleando para esto a sus
antiguos discípulos del la Academia Militar de Berlín, entre los que se encontraba el
célebre Gneiuseau.
Al ser nombrado Scharnshorst Ministro de Guerra, designó a Clausewitz Jefe
de Gabinete, puesto que desempeñó hasta 1810, cuando fue nombrado profesor en la
nueva Academia de Guerra de Oficiales de Berlín. En este puesto tuvo directa relación
con la definición de las curricula de los alumnos, impartió clases y continuó sus escritos
durante dos años.

6.- Servicio en Rusia.

Cuando el Rey de Prusia firmó en 1812 una alianza con los franceses que
Clausewitz tanto detestaba, éste renunció a su comisión de oficial prusiano y dejando a
su esposa se puso al servicio del Emperador Alejandro I de Rusia, justo cuando Francia
y sus ejércitos satélites (entre los que se contaba el Prusiano) invadían las fronteras
rusas.
Aunque no hablaba ruso, a Clausewitz se le encomendaron variados trabajos
como oficial de estado mayor, participando en la Batalla de Borodino y en la
persecución del ejército Francés. En Diciembre de 1812, cuando el Comandante del
Cuerpo de Ejército Prusiano al servicio de Napoleón decide cambiar de causa,
Clausewitz hizo de intermediario y colaboró a establecer un bastión de resistencia
prusiana en Könisberg. Finalmente, en 1813, el Rey de Prusia abandonó a Francia y
Clausewitz volvió a Berlín a trabajar con Scharnshorst en la reorganización del ejército.

7.- Berlín.

La deslealtad de Clausewitz a su rey no sería olvidada pronto. Sólo en 1815


fue readmitido en el ejército prusiano y nunca le sería confiado el mando de una unidad
de línea en combate. Además, por la reputación de reformadores radicales y ciertamente
de pensadores independientes que perseguía a Clausewitz, Gnieseau y otros, fueron
destinados principalmente en Berlín, donde podían ser controlados por el Rey. En 1816
Clausewitz fue nombrado Director de la Academia de Guerra, un puesto administrativo
que le permitió continuar sus escritos hasta 1830, con la colaboración de su esposa
María. Durante este período Clausewitz trató, en vano, de conseguir un nombramiento
diplomático y en general adoptó una actitud bastante pesimista respecto de sus
perspectivas futuras.
8.- Breslau.

Como a raíz de los alzamientos en Polonia y Francia, y de el brote de una


epidemia de cólera en Europa la situación de Prusia se complicara, Clausewitz - que
había solicitado un puesto más operativo - fue nombrado Comandante de una formación
mayor de artillería (uno de los tres grupos, en los que se organizaba la artillería
prusiana) con sede en Breslau. Antes de dedicarse a sus labores de mando, ordenó sus
escritos inconclusos de "De la Guerra" y los guardó lacrados esperando reiniciarlos
luego. Cuando el peligro de guerra pasó y el cólera se transformó en la principal
amenaza a Prusia, se le ordenó formar un cordón sanitario en Breslau para impedir el
avance de la plaga hacia Berlín. Desgraciadamente contrajo la enfermedad y murió en
veinticuatro horas el 16 de Noviembre de 1831. La obra maestra de Clausewitz fue
publicada en forma póstuma por su viuda, que le había servido como colaboradora para
su redacción.
CAPITULO II
EL MÉTODO DE CLAUSEWITZ
Para comprender De la Guerra es necesario conocer las vertientes del
conocimiento del autor, especialmente del filosófico. En este aspecto, cabe recordar que
Clausewitz no sólo fue un autodidacta y un apasionado lector, sino que además vivió en
una época en la que Prusia se convirtió en el centro del pensamiento europeo. Así,
Clausewitz puede definirse como el producto militar de las principales corrientes de
pensamiento predominantes en Europa y Prusia específicamente, entre los siglos XVIII
y XIX.
Probablemente Clausewitz sufrió influencias directas de aquellos autores tanto
clásicos como contemporáneos que estudió e influencias indirectas de aquellos
pensadores que definieron el ambiente cultural imperante en Prusia mientras Clausewitz
vivió.

A.- LOS FILÓSOFOS CLÁSICOS.

En el método de Clausewitz es posible identificar ciertos elementos de


filosofía clásica, cuya comprensión contribuye a un mejor entendimiento de su obra y de
la influencia que habrían de tener en él otros pensadores posteriores.

1.- Sócrates (470 - 399 a de C.)

De este filósofo es posible identificar la idea de que el entendimiento es un


logro personal, al que es necesario arribar empleando la propia razón. Así, enseñar, más
que transmitir conocimientos, es iluminar el camino a su comprensión por el propio
alumno. Este concepto fue revitalizado en las teorías pedagógicas alemanas del siglo
XVIII y su adopción significó una reforma educacional de la que el mismo Clausewitz
sería partícipe, impulsando una revisión del método de enseñanza en la Academia de
Guerra (Allgemeine Kriegschule) en el año 1819. Este es el método pedagógico
subyacente en "De la Guerra", obra sin carácter prescriptivo que pretende guiar el
raciocinio del estudioso de la guerra.

2.- Platón (427 - 327 a. de C.)

Platón consigue solucionar la antigua dicotomía existente entre Parménides y


Heráclito, al declarar que la realidad esta dividida en dos mundos : El Mundo de los
Sentidos, y el Mundo de las Ideas. Del primero, sólo podemos conseguir conocimientos
incompletos, empleando nuestros sentidos, de por si imperfectos. En este mundo
subjetivo nada permanece, por el contrario, todo fluye, ya que se trata de un mundo
material. La contraparte al Mundo de los Sentidos es el Mundo de las Ideas, sobre el
cual podemos conseguir conocimientos ciertos mediante el empleo de la razón. Las
ideas son eternas e inmutables y lo que percibimos como la manifestación externa de
ellas es entonces sólo una apreciación subjetiva.
Un ejemplo, algo burdo, puede aclarar lo anterior : Con los sentidos podemos
percibir dos duraznos, aunque quizás con algún grado de desacuerdo entre los
observadores en cuanto a su color y sabor. A la larga, estos duraznos desaparecerán, ya
que pertenecen al Mundo de los Sentidos, pero no ocurrirá lo mismo con las ideas de
"durazno", o de "dos", que pertenecen al Mundo de las Ideas.

B.- Pensadores Contemporáneos a Clausewitz.

1.- Immanuel Kant (1724 - 1804)

Este filósofo prusiano intentó solucionar el conflicto existente entre la


corriente racionalista y la empirista, en cuanto a si la base del conocimiento yace en la
conciencia del hombre o en sus percepciones. De una manera ecléctica, Kant opinaba
que tanto la percepción como la razón juegan un importante papel en la comprensión del
mundo, ya que aunque todos nuestros conocimientos son originados por percepciones,
la razón en cierta manera condiciona la manera en la que captamos el mundo,
contribuyendo a determinar el nuestro concepto de éste. Así, por ejemplo, un rayo para
el aborigen que lo contempla puede constituir una manifestación de la ira de los dioses,
mientras que para otro observador, sólo un fenómeno meteorológico. Debido a lo
anterior es que, en el fondo, nunca podremos estar plenamente seguros de cómo es el
mundo en sí, (ya que como dijimos la razón condiciona nuestra percepción) lo que
origina una diferencia entre cada cosa en sí ("das Ding an sich") y la cosa para mi ("das
Ding fur mich"), esto es entre cada idea y su manifestación externa, como diría Platón .
Es necesario aclarar que, a diferencia de los Clásicos - que seguramente fueron
estudiados por Clausewitz en su infancia o en el período de guarnición en el 34°
Regimiento de Infantería - no existe evidencia de que Clausewitz haya leído las Críticas
de Kant. Sin embargo, en el ambiente intelectual de Clausewitz sus obras se
encontraban perfectamente asimiladas e incluso en la Kriegschule uno de sus discípulos
impartía clases.

2.- Georg Wilhelm Friederich Hegel (1770 - 1831)

Este filósofo alemán - contemporáneo de Clausewitz - señaló que la


adquisición del conocimiento es un proceso dinámico y progresivo, condicionado en
cierta manera por las características del ambiente (la filosofía de Kant, sería "más
verdadera" que la de Platón por ejemplo, aunque ambas estarían condicionadas por el
estado de la humanidad en sus respectivas épocas). Así, el pensamiento avanza en una
dialéctica de negación-síntesis, en la que cada idea es confrontada con su contraria para
producir una síntesis más completa y próxima a la verdad. Este concepto hegeliano está
presente en toda la obra de Clausewitz, que a menudo analiza dos conceptos contrarios
para determinar - en síntesis - alguna característica esencial de la guerra.

C.- EL PROPÓSITO DE CLAUSEWITZ, SU PROBLEMA Y EL MÉTODO.

Para entender "De la Guerra" conviene considerar tanto el propósito que


Clausewitz perseguía al escribir su obra, como las peculiaridades de su método
analítico. Sólo así el lector podrá sortear en cierta medida la complejidad del trabajo, sin
buscar en éste elementos ajenos a su finalidad ni confundirse en el proceso de
razonamiento dialéctico.

1.- Propósito.

Al escribir su obra maestra, Clausewitz pretendía desarrollar una teoría de la


guerra que tuviera validez permanente. Por so se aparta de muchos otros escritores
militares en cuanto a que no entrega "recetas" para ganar guerras, sino que herramientas
para el análisis de cada guerra particular, para realizar lo que él mismo denomina :

"...el primer acto de juicio, el más importante y decisivo que incumbe a


un estadista y al general en jefe [... que ] es conocer la guerra que
emprende." (L.1°- C.XXVII)

Por eso es que en el Capítulo II, "Sobre la teoría de la Guerra", critica los
"Esfuerzos para fijar una Doctrina Positiva", especialmente si la limitan a cuestiones
materiales tales como la superioridad numérica, aspectos logísticos o consideraciones de
índole geométrica (en una clara crítica a la obra de Jomini y Von Bulow). La teoría de
la Guerra a desarrollar debe considerar necesariamente las fuerzas morales, ya que estas
- y Clausewitz veterano de varias campañas bien lo sabía - son tan importantes como los
aspectos físicos y además le dan a la guerra su dimensión social. En síntesis, Clausewitz
perseguía desarrollar una teoría de la guerra, que considerando los factores morales
posibilitara la comprensión del fenómeno y permitiera concebir cada conflicto en
particular, tanto a los involucrados como a aquellos estudiosos posteriores.

2.- El Problema

Aceptar la preponderancia de las fuerzas morales complicó enormemente la


tarea de formular una teoría de la guerra, que además considerara la reacción vital de los
contendores - empeñados en una dialéctica violenta - y la incertidumbre a la que se ven
sometidos. Lo anterior, además de hacer imposible una teoría positiva que indique como
conducir guerras exitosamente (al estilo de la "Aproximación Indirecta" de Liddel Hart),
obliga a desarrollar herramientas para educar el juicio crítico del Comandante o del
estudioso de la Guerra, de manera de concebir cada guerra, convirtiéndose :

"... en guía de quien por libros [o sea mediante la teoría] quiera


familiarizarse con la guerra, le ilumina el camino por todas partes ,
facilita sus pasos, educa su juicio y le preserva del error. " (L. 2° - C.II-
XXVII)

3.- El Método.

Satisfecha la búsqueda del propósito de la obra de Clausewitz, queda aún por


comprender su método. La complejidad de la guerra como ser social y la interrelación
de sus factores componentes hacen imposible aplicar el método cartesiano para su
estudio, ya que al descomponer el fenómeno en sus partes, se pierde la posibilidad de
comprender su compleja naturaleza. Por otra parte, el método histórico - deductivo,
consistente en determinar constantes del estudio de casos anteriores, tampoco satisfizo a
Clausewitz, ya que por su naturaleza era necesariamente probabilístico. El método
empleado por Clausewitz - denominado por algunos "abstracción fenomenológica" -
consistió en buscar la esencia de las cosas, aquellas propiedades que definen su
naturaleza. Para esto basta con examinar una sola manifestación del fenómeno y variar
sus condiciones hasta determinar las propiedades que le son esenciales.
Lo anterior hace todavía más necesario trabajar con el todo, aun tratándose de
una actividad de infinita complejidad en la que intervienen múltiples factores. Para
solucionar este problema, Clausewitz sustituyó el racionamiento lineal y exhaustivo
propio del análisis cartesiano por uno circular, en el que los mismos hechos son
analizados repetidamente, cada vez con mayor profundidad, incorporando nuevos
elementos y a menudo empleando la dialéctica hegeliana de los opuestos.
Aunque la adopción del método citado hizo factible la obra de Clausewitz, lo
complejo de su raciocinio ha sido también la fuente de numerosas malinterpretaciones,
ya que transita continuamente entre los diferentes niveles de la conducción de la guerra
y los distintos tipos de guerra, obligando al lector a preguntarse continuamente a qué
nivel o situación pertenece una determinada conclusión o idea. Además, quizás sin
pretenderlo, la mente analítica de Clausewitz haya caído en una trampa, puesto que cada
revisión del trabajo lo llevaría a nuevas conclusiones, impidiéndole terminarlo o
considerarlo definitivo, tal como en la práctica sucedió.
CAPITULO III
ALGUNOS CONCEPTOS CLAVE
Tal como hemos indicado, el razonamiento de Clausewitz es dialéctico en el
sentido de que juega con parejas de ideas opuestas. Por eso es que al explicar varios de
sus conceptos clave lo hagamos presentando ideas opuestas, de manera de que el lector -
al referirse luego a la Obra - pueda seguir el razonamiento dialéctico original con mayor
facilidad.

A.- LA NATURALEZA DE LA GUERRA

1.- La Guerra es un acto Político.

a) La Fórmula.

La clásica fórmula atribuida a Clausewitz ("La guerra es la continuación de la


política por otros medios") es repetida por innumerables militares y políticos, los que
muchas veces no comprenden sus reales implicancias. La primera consideración a tener
es repetir la fórmula tal como su autor la creó:

"La guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero


instrumento político, una continuación de las relaciones políticas, una
gestión de las mismas con otros medios".
(1° - I - XXIV, el destacado es nuestro)
"...la guerra no es sino la continuación de las transacciones políticas,
llevando consigo la mezcla de otros medios. Decimos la mezcla de otros
medios, para indicar que este comercio político no termina por la
intervención de la guerra" (8° - VI B)

Ambas son, sin dudas, demasiado extensas como para repetirlas de memoria,
pero debiera respetarse al menos el sentido del autor al indicar que la guerra es la
continuación de la política con otros medios. Esta sutil diferencia ("con" es vez de
"por"), recalca la naturaleza política de la guerra y permite deducir que :

1. El Objetivo Político de Guerra (su "fin político", según Clausewitz) es rector y


determina la aceptabilidad de la guerra y las acciones que la constituyen.
2. El Conductor Político debe verificar que las acciones efectuadas durante la
guerra no tengan repercusiones negativas al interés nacional.
3. La victoria militar y las acciones militares durante la guerra deben ser
políticamente aceptables, considerando que el propósito de la guerra reside en la
paz posterior.
4. Las imposiciones del nivel político al nivel militar delimitan el área de
aceptabilidad de empleo de la herramienta militar y constituyen, más que
"interferencias", las exigencias que le dan sentido a la acción militar, ya que
ninguna estrategia se satisface a sí misma.

2.- La Trinidad.

"...la guerra [...] en relación a sus tendencias dominantes constituye una


maravillosa trinidad, compuesta del poder primordial de sus elementos,
del odio y la enemistad que pueden mirarse como un ciego impulso de la
naturaleza ; de la caprichosa influencia de la probabilidad y del azar, que
la convierten en una libre actividad del alma ; y de la subordinada
naturaleza de un instrumento político, por la que recae puramente en el
campo del raciocinio"
El primero de estos aspectos es más bien propio de los pueblos ; el
segundo de los generales y sus Ejércitos ; y el tercero, de los gobiernos.
(1° - I - XXVIII)

El modelo trinitario de Clausewitz constituye su mejor aproximación a la


definición de la naturaleza de la guerra mediante el análisis de los factores esenciales
que definen su carácter. Este modelo, que sorprende por su simpleza, emplea tres
fuerzas morales - asociadas a tres actores - que definen el carácter de cada guerra.
Para Clausewitz estas variables están presentes en todas las guerras, por eso es
que no pueden excluirse del análisis de ninguna de ellas y son - entonces - esenciales a
su naturaleza. Lo anterior no impide que en ciertos casos existan otras variables de
interés, tales como la tecnología, la economía, la geografía, etc., pero su mismo carácter
eventual permite excluirlos de un modelo general.

FUERZA MORAL ACTOR


PASIÓN :La violencia primordial, el El Pueblo.
odio y la enemistad.
VALOR : Que se opone a la fricción Las Fuerzas Armadas (El General y su Ejército)
al actuar contra un adversario
inteligente.
RAZON :El Fin Político de la guerra El Gobierno.
que representa el interés del
Estado.
Cuadro 1

Es preciso destacar que las fuerzas morales descritas adoptarán diferentes


magnitudes en cada caso, definiéndose así la particular naturaleza de cada guerra,
naturaleza que podrá incluso variar durante su transcurso. Clausewitz define la
variabilidad de la naturaleza de la guerra de la siguiente manera :

"Estas tres tendencias [...] tienen su raíz en la íntima naturaleza de las


cosas, y son, además, de variable magnitud. La teoría que descuidara de
una de ellas, o que las quisiera ligar por arbitrarias relaciones, se pondría
instantáneamente en tal oposición con la realidad, que tal causa bastaría
para anularla.
El problema consiste en mantener la teoría gravitando entre estas tres
tendencias como entre tres polos de atracción" (1° - I - XXVIII)

3.- La Naturaleza de la Actividad Militar.

Clausewitz no solamente indica, en su modelo trinitario, una representación de


la guerra al nivel de la Gran Estrategia. También explica el carácter del combate, al
analizar las propiedades de la Acción Guerrera. Así como la guerra, en el nivel de la
Gran Estrategia, puede representarse por el modelo trinitario, la naturaleza del combate
- en el nivel de la estrategia militar - puede representarse por la interacción de otros tres
factores : Las Fuerzas Morales, la Reacción Vital y la Fricción.

a. Las Fuerzas Morales :

Clausewitz recalca la importancia de las fuerzas morales, toda vez que el


objeto de la guerra reside en el convencimiento del enemigo (con un propósito
político). Al analizar la resistencia del enemigo (esto es su poder militar) lo expresa
como el producto de los medios existentes y la firmeza de su voluntad.

PODER MILITAR
Potencias Morales POR Medios Físicos
(Firmeza de Voluntad) (Logística)
Cuadro 2

b) La Reacción Vital.

El combate se caracteriza por la oposición violenta de un adversario


inteligente, que se manifestará en especial en la pérdida de validez de los Planes de
Guerra, dejando lugar a la improvisación a todo nivel. Esta reacción vital es lo que el
General Beaufre denomina "la dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza". La
Reacción Vital se opondrá a todas nuestras intenciones, tendiendo a arruinar nuestras
intenciones.

"... la guerra consiste en una constante influencia recíproca de ambos


contendientes."
(2° - XXII)

c) La Fricción.

Es el tercer elemento constitutivo de la naturaleza de las acciones militares, en


especial debido a la incertidumbre, su fuente principal. La Fricción dificulta la
realización de operaciones militares, haciendo difícil lo aparentemente fácil.
Cabe destacar que los tres elementos que definen la naturaleza del combate y
la naturaleza variable del modelo trinitario normalmente impedirán planificar una guerra
desde inicio a fin. La reapreciación continua de la situación en un ambiente de
incertidumbre será la labor propia de los Estados Mayores en combate.

B.- FUERZAS MORALES Y FUERZAS FÍSICAS.


1.- Generalidades.

Clausewitz es reconocido, incluso por algunos de sus detractores como Liddel


Hart, como el escritor que introdujo en la teoría militar la noción de Fuerzas Morales. El
mismo Clausewitz, en el Libro Segundo (Teoría de la Guerra) indica que lo escrito
anteriormente por otros autores adolecía de una gran deficiencia, ya que :

"Dirigen sus razonamientos solamente a factores materiales, mientras


que el acto guerrero resulta de causas y efectos de origen moral." (2° -
XXII)

Así como en el nivel de la Gran Estrategia, el Modelo Trinitario representa


adecuadamente la importancia de las Fuerzas Morales, ahora analizaremos el efecto de
los Factores Morales en los niveles Estratégico y Táctico. Es conveniente destacar que
para Clausewitz el odio nacional por el enemigo - un sentimiento colectivo de
enemistad hacia la nación adversaria - sustituye al odio personal, y no tardará en
aparecer al iniciarse las hostilidades. (2° - XVII).

2.- El Factor Moral en el Nivel Táctico.

El Combate es la actividad característica del Nivel Táctico y es definido por


Clausewitz como : "... la medida de las fuerzas morales y materiales por medio de estas
últimas" (2° - I). Apreciamos entonces que las destrucción física es un medio para
alcanzar la supremacía moral, toda vez que no es posible interactuar empleando
solamente fuerzas morales. La destrucción física del enemigo persigue entonces la
destrucción de su moral :

"Al hablar de destrucción de fuerzas enemigas hemos de observar que


nada nos obliga a limitar este concepto simplemente a las fuerzas físicas,
sino que, por el contrario, deben comprenderse en ellas, necesariamente,
las morales, pues que ambas se penetran hasta en sus más pequeñas
partes, y por tanto, son en absoluto inseparables." (1° - II)

La victoria - finalidad del combate - es entonces consecuencia de la


capitulación moral del enemigo y será el resultado de :

1° El incremento de la pérdida física del adversario. [mediante el


combate]
2° El incremento de la pérdida moral. [como resultado del combate]
3° La confesión pública de estas desventajas, manifestado por el
abandono del primitivo proyecto. [la capitulación o derrota] (4° - III)

Resulta necesario reiterar una vez más que la destrucción física sólo es un
medio para alcanzar un fin más elevado, representado por la capitulación moral. La
moral del enemigo es, en el fondo, el objetivo último.

3.- El Factor Moral en el Nivel Estratégico.


En este nivel los Factores Morales afectan directamente la capacidad
combativa de las Fuerzas Armadas, toda vez que su Poder Militar resulta del producto
de sus Potencias Morales por los medios físicos a su disposición ( tal se expresa en el
Cuadro 1). Cabe destacar que las fuerzas morales se expresan en el Genio Guerrero del
Comandante y en la Virtud Militar del Ejército. (3° - V), lo que resulta aplicable a toda
unidad militar.

PODER MILITAR DEL EJÉRCITO


Medios Físicos Potencias Morales
Los recursos materiales a su disposición. COMANDANTE EJÉRCITO
Logística Genio Guerrero Virtud Militar
Cuadro 3

En el nivel Estratégico, la destrucción del ejército enemigo tampoco es un fin


en si mismo, sino que un medio para conseguir un Objetivo Estratégico que satisfaga el
Fin de la Guerra, de carácter político.
En el caso de una guerra ilimitada, la destrucción del ejército, sólo persigue
posibilitar la conquista del país con el propósito de violentar la voluntad enemiga (1° -
II), nuevamente la destrucción persigue - finalmente - anular una Fuerza Moral.
En el caso de una guerra limitada, y cuando las partes no sean absolutamente
desproporcionadas, el reducido valor del Objetivo Político actuará como freno en alguna
de ellas, sin que sea necesario pasar por las tres etapas mencionadas anteriormente.
Cuando las partes se encuentran en absoluta desproporción, el agresor - más fuerte -
podría pasar por ellas con un esfuerzo relativamente reducido, como en la invasión de
Panamá por los EE.UU. Sin embargo, aún en este último caso la elección de una
estrategia adecuada por el débil puede impedir su derrota, tal como en Vietnam o
Somalia, casos que confirman la preponderancia de las Fuerzas Morales.

C.- EL CONCEPTO UNIFICADO DE FRICCIÓN GENERAL

Como el "Concepto Unificado de Fricción General" [PARET, 1985], o


simplemente la Fricción, es un concepto complejo, su explicación no atenderá su
opuesto, sino que sus fuentes o elementos constitutivos.

1.- Generalidades.

El "Concepto unificado de Fricción General " constituye una de las creaciones


teóricas más características de Clausewitz , madurada largamente tras mencionarla por
primera vez en una carta a su futura esposa en 1806. Para definirla según sus propias
palabras :

"Todo en la guerra es muy sencillo, pero lo más sencillo es difícil. Estas


dificultades se amontonan y determinan una fricción que nadie que no
haya visto la guerra puede representarse felizmente . [...] Fricción es el
sólo concepto que corresponde a la diferencia entre la guerra real y la
guerra en el papel. [...] La fricción, o lo que así denominaremos es, pues,
lo que dificulta lo aparentemente fácil" (1° - VII, el destacado es
nuestro).

En realidad todo aquel que haya intentado empresas militares de cierta


magnitud, aún en la paz, ha experimentado el desalentador efecto de la Fricción, pero
este efecto se multiplica en la guerra, debido a que sólo en esta actividad aparecen, con
su mayor fuerza, todos los elementos constitutivos de la Fricción General.

2.- Taxonomía de la Fricción General.

En los Capítulos III y VIII del Libro 1° de "De la Guerra" pueden encontrarse
dos relaciones parciales de las fuentes de la Fricción :

CAPÍTULO III CAPITULO VIII


1. Peligro 1. Peligro
1. Esfuerzos y fatigas físicas 1. Exigencias físicas
1. Incertidumbre 1. Informaciones
1. Azar 1. Fricción
Cuadro 4

Comparando dichas relaciones podemos construir una relación general de


fuentes de Fricción, que configuran el Concepto Unificado de Fricción General :
Peligro, Exigencias Físicas, Incertidumbre, Azar y Fricción Particular.

a. Peligro.

(La guerra es la comarca del peligro y, por lo tanto, el valor la primera


y más importante propiedad del guerrero.)

Clausewitz, veterano de varias campañas, desde su infancia había sentido el


efecto de la exposición al peligro en combate y nos advierte que : "Antes de conocerlo
se tiene comúnmente una idea de él, que más bien atrae que espanta" (1° - IV), para
agregar luego de una vívida descripción del campo de batalla que "[...] sería un hombre
extraordinario quién no perdiera la capacidad de una decisión inmediata al recibir esas
impresiones [...]"
El peligro entonces es una fuente de fricción, que debilita la capacidad de
pensar y actuar de los combatientes a todo nivel que se ven expuestos a la posibilidad de
muerte o mutilación.

b. Fatigas Corporales.

(La guerra es el campo de los esfuerzos y sufrimientos físicos.)


El efecto de la exigencia física sobre los combatientes es análogo al del
peligro, y afecta tanto a los subalternos como al Jefe, que debe poseer el "valor de
exigirlas y el arte de mantenerlas" Las fatigas corporales tienden a dificultar tanto el
pensamiento correcto y oportuno en los comandantes, como la acción rápida y decidida
en los subalternos, lo que lo convierte en otra fuente de fricción.
c. La Incertidumbre.

(La guerra es la comarca de la incertidumbre.)


La incertidumbre es "la dificultad de ver claramente, que constituye una de las
más potentes fricciones en la guerra, [ y ] hace que las cosas aparezcan con visos
distintos a lo que habíamos imaginado" (1°- VI.) Además, a la incertidumbre referida a
las acciones del enemigo, no pocas veces se une cierta carencia de informaciones sobre
las fuerzas propias y la tendencia natural - observada por Clausewitz - al pesimismo, ya
que en la guerra "Generalmente nos inclinamos más a creer lo malo que lo bueno, a
exagerarlo [...] sin visible causa." (1° - VI)
Solamente las cualidades personales del comandante (su genio) pueden
sobreponerlo a esta fuente de fricción, que siempre se experimentará, aunque la
doctrina, el entrenamiento y algunas ventajas tecnológicas pueden conferir a un bando
cierta ventaja en el grado de incertidumbre en el que desarrolla sus operaciones con
respecto a la otra parte.

d. El Azar.

(La guerra es la comarca del azar.)


No obstante todas las previsiones que los estados mayores puedan adoptar, la
suerte - el azar - hará sentir sus efectos en las operaciones militares. Condiciones
meteorológicas atípicas y adversas, fallas en el material e imprevisibles de todo tipo,
afectarán el desarrollo de las operaciones. Clausewitz nos advierte que los planes - para
ser realistas - deben dejar espacio al azar, ya que su efecto unido al de la incertidumbre,
"...hacen que en la guerra aparezcan sin cesar las cosas de manera distinta a como se las
esperaba..." (1°- III)

e) Fricción Particular.

Una de las fuentes de la Fricción General es la resistencia unitaria que,


voluntaria o involuntariamente, pueden ejercer los múltiples componentes de un
ejército :
"La máquina militar, el ejército y cuanto a el pertenezcan es en el fondo
bien sencillo, y parece, por lo tanto, fácil de manejar. Mas reflexionando
se ve que ninguna de sus partes está compuesta de una sola pieza ; que
todas están compuestas de individuos, cada uno de los cuales conserva
en todas partes su propia fricción" (1° - VII)

La sumatoria de cada una de las infinitesimales fricciones que aportan los


miembros de un ejército constituye otra fuente de fricción general, que denominaremos
Fricción Particular.

3.- Reflexiones acerca de la Fricción General.

a) Otras Fuentes de Fricción.

Ciertos autores han querido incorporar otros elementos como fuentes de


Fricción General, en especial el fin político de la guerra, los elementos moderadores de
la guerra y otros. [WATTS, 1996] Al respecto no podemos concordar, ya que es preciso
diferenciar - como luego analizaremos - entre la guerra como ser absoluto (la guerra en
sí misma) y sus manifestaciones, necesariamente políticas, aunque en su forma teórica
(en el papel) no aparezca aún la fricción general. Sólo al experimentarse la guerra real,
en el terreno, aparecerá con toda su fuerza la fricción, destrozando aquellos planes y
previsiones que no la consideraron, así como a los jefes incapaces de combatir con ella.
(Ver el tema : "Guerra absoluta, Teórica y Real")

b) ¿Como paliar la Fricción ?

Como la Fricción es propia de la naturaleza de la guerra, estará siempre


presente en las operaciones militares de combate, aunque la doctrina, el entrenamiento
duro y realista, la iniciativa y en cierta manera la ventaja tecnológica, pueden disminuir
su intensidad en combate. Quizás lo más difícil sea asegurar que los comandantes de los
diversos niveles de la conducción posean las virtudes necesarias para sobreponerse a los
efectos de la fricción, lo que requiere entrenamiento realista y una educación que
privilegie la toma de decisiones bajo riesgo y presión, proceso que indudablemente es
incompatible con una política excesivamente conservadora o de intolerancia al error.

D.- GUERRA ABSOLUTA, TEÓRICA Y REAL. (Guerra Limitada)

En los párrafos precedentes analizábamos la Fricción , descrita por Clausewitz


como "el sólo concepto que corresponde a la diferencia entre la guerra real y la guerra
en el papel." Queda claro entonces que para el Maestro, existen, al menos dos
expresiones de la guerra : una "Real" y otra "Teórica", propia "del papel".
Aunque en los cinco primeros párrafos del Capítulo I del Libro 1° Clausewitz
desarrolla la "Guerra Absoluta", también indica que la guerra no es un absoluto, a lo que
denomina "una quimera lógica". Entonces en total es posible diferenciar tres
expresiones de la guerra : Una "Absoluta", una "Teórica" y una "Real".

1.- Guerra Absoluta.

Corresponde a la expresión abstracta de la guerra, inexistente en la realidad,


aquella perteneciente a la "cosa en si" de Kant o al "Mundo de las Ideas" de Platón. Esta
abstracción, que no se debe confundir con la "Guerra Total", se caracteriza por
constituir una acción que se libra de una sola vez - sin detención - con el empleo
máximo de la fuerza y aislada de toda consideración externa de índole política. Aunque
la guerra absoluta no existe en la práctica, mientras mayor sea la importancia del fin
político, mayor será la tendencia de la guerra a aproximarse a su expresión absoluta.

2.- Guerra Teórica.

Como la guerra es un acto político, desarrollado dentro de una situación


política, y librada con medios materiales, su expresión distará de la guerra absoluta. Así,
en ella existirán numerosas detenciones, no se empleará al máximo el poder nacional
(ya que el valor del Objetivo Político determinará el esfuerzo a desarrollar) y se verá
sometida a condicionantes relacionados con el contexto político en el que se desarrolla.
Esta sería la guerra en el papel, la teórica y desprovista tanto de fricción como de
pasión. Una ficción a la que alegremente se entregan aquellos que pierden de vista la
tragedia de la guerra real, o pretenden soluciones que prometen la victoria con facilidad
o pretenden encontrar las causas de las guerras sólo en factores racionales propios de los
gobiernos.
Aunque en ninguna parte de su obra Clausewitz se refiere a una "Guerra
Teórica", a menudo menciona los nefastos resultados de esta forma de ver la guerra, al
denunciar lo desacertado de considerar la guerra como un acto meramente racional de
los gobiernos, "una especie de álgebra de la acción" (1°- III) o cuando se lamenta de la
existencia de generales que pretendan una victoria sin derramamiento de sangre.

3.- Guerra Real.

Al presentarse el fenómeno guerra, inmediatamente aparece la fricción y la


pasión, y la guerra se presenta con su verdadero aspecto. Todos aquellos cálculos que
no consideraron el papel de estos factores demostrarán pecar de un excesivo optimismo
y sólo el papel del Estadista, junto al valor del conductor militar y el ejército pueden
sobreponerse a su efecto.
Mientras mayor sea el valor del objetivo político, mas se aproximará la guerra
real a su expresión absoluta.

4.- Guerra Limitada.

"Tan pronto como el despliegue de fuerzas que exija, sea tan grande que
no se encuentre equilibrado con la importancia del fin político, debe
abandonarse éste y seguir la paz." (1°- II)

a) Aspectos generales.

La Guerra Limitada es aquella Guerra Real en la que el relativamente reducido


valor del objetivo político reduce apreciablemente la magnitud del esfuerzo a realizar
para conseguir la victoria en ambos beligerantes. En palabras de Clausewitz :

"...el mismo fin político como motivo originario de la guerra nos dará la
medida así para el resultado que pretende alcanzarse por medio del acto
guerrero, como para los esfuerzos que deben realizarse" (1° - I - XI)

En otras palabras, el parámetro para definir la aceptabilidad del esfuerzo bélico


total es el valor asignado al objetivo político de guerra y éste es un cálculo de nivel
político, ya que la guerra misma es un acto político.
Excepto cuando se trate de la destrucción de un Estado, la naturaleza de la
Guerra corresponderá a su expresión limitada. Asimismo es fácilmente comprensible
que bastará que un beligerante asigne un valor reducido al Objetivo Político para que
éste eventualmente suspenda las hostilidades y posibilite la victoria de su rival.

b) Limitaciones al Concepto.

Sin embargo, la relación de correspondencia entre el Objetivo Nacional y el


Fin de la Guerra tiene algunas limitaciones :

1. La primera limitación está dada por una lógica correlación entre los objetivos
deseados y los medios disponibles :
"Pero el Objetivo Político no es un tirano, debe adaptarse a la naturaleza de los
medios, y por ello puede ser alterado con frecuencia, más siempre debe
atenderse a el preferentemente" (1°- I - XXIII)
2. Una vez fijado el objetivo político de una guerra, este es variable, debe ajustarse
permanente :
"Ya que los primeros propósitos políticos varían mucho en el curso de la guerra
y al final pueden ser completamente distintos, justamente por que están
determinados por los resultados y por la probabilidad de los acontecimientos"
(1° - II)
3. Por último, el factor pasión - propio del pueblo - puede exigir continuar o cesar
la lucha de manera diferente a lo originalmente supuesto, modificando los
cálculos del gobierno :

"Cierto que en muchos casos pudieran ser éstas [las fuerzas morales y las
pasiones de los combatientes] excitadas en forma tal que sólo con trabajo
pudiera apartárselas del camino político." (1° - I - XXV)
" De aquí se desprende cuán desacertados estaríamos en considerar la
guerra de los civilizados como la ejecución de un acto meramente
racional de los gobiernos, y cada vez más desprovisto de todo
apasionamiento, tal que finalmente no serían necesarias las fuerzas
físicas, sino sólo sus relaciones : una especie de álgebra de la acción" (1°
- I - III)

5.- Guerra Ilimitada.

Como resulta sencillo apreciar, "Guerra Ilimitada" no es entonces sinónimo de


"Guerra Absoluta". En la práctica, "Guerra Ilimitada" significa que al menos para uno
de los beligerantes el valor atribuido al Objetivo Político de Guerra es máximo, por lo
que empeñará todo su potencial nacional antes de aceptar la derrota, aunque la Fricción
le impedirá utilizarlo totalmente. Este fue el caso de Alemania en la Segunda Guerra
Mundial o de Paraguay en la Guerra del Chaco. Generalmente las guerras de liberación
nacional y aquellas en las que un estado ve amenazada su subsistencia son de naturaleza
ilimitada.

E.- OFENSIVA Y DEFENSIVA.

Quizás donde mejor se advierte de mejor forma el carácter dialéctico de


Clausewitz es en su análisis de la Defensiva y la Ofensiva. (Libros SEXTO y SÉPTIMO
respectivamente) Las explicaciones de ambos conceptos se apoyan en su opuesto, al que
complementan, aun constituyendo polos opuestos.

1.- La Defensiva. ( "Beati sunt possidentes")

¿Cual es la idea fundamental de la defensa ? Es la de parar un golpe.


¿Por qué señal se distingue ? Se distingue porque en ella se espera el
golpe que se debe parar. (6° - 1)

La Defensiva se caracteriza - para Clausewitz - por su actitud de espera, por


ceder la iniciativa del ataque al enemigo y también porque sólo intenta conservar. Una
guerra defensiva, es aquella que intenta mantener el statu quo ante.
¿ Por qué entonces adoptar esta actitud ?. Porque es la forma más fuerte de
guerra, debido al desgaste propio de la ofensiva (ver "Punto Límite de la Ofensiva") y la
existencia de factores que juegan a favor del defensor :

• El terreno, generalmente se combatirá dentro del terreno del defensor, o al


menos en su dispositivo defensivo.
• El tiempo (cronológico), ya que a menudo el ofensor tiene líneas de
comunicaciones más largas, cuya mantención lo desgasta.

Sin embargo Clausewitz advierte que una defensa absoluta - en cualquier nivel
de la guerra - es contraproducente aunque sea la forma más fuerte de la guerra :

"Una guerra en la cual las victorias solamente sirven para parar los
golpes y donde no hay ninguna intención de devolverlos, sería tan
absurda como una batalla en la cual la defensa más absoluta (la
pasividad) prevaleciese en todas las partes y de todas maneras." (6° - II)

Sun-Tzu concluye al respecto de manera idéntica : "La invencibilidad reside


en la defensa, la posibilidad de victoria en el ataque".
El análisis anterior es válido para dos formas de Defensiva : La Estratégica
(asociada a las victorias en la guerra) y la Táctica (relacionada con una batalla). En
ambas, lógicamente, la defensiva - si pretende conducir a la victoria - no puede
significar la pasividad absoluta. A nivel táctico y estratégico es necesario atacar cuando
se presente la oportunidad favorable, solo así las ventajas inherentes a la Defensiva son
aprovechadas para obtener un desenlace favorable :

"Pero para que el que se defiende haga también la guerra, debe asestar
golpes, es decir dedicarse a la ofensiva. Así la guerra defensiva
comprende actos ofensivos [...que] forman parte de una defensiva de un
orden más o menos elevado..." (6° - I)
"Un rápido y vigoroso cambio hacia la ofensiva - el relámpago de la
espada vengadora - es lo que constituye los más brillantes episodios de la
defensa." (6° - V)

La defensiva Táctica persigue aprovechar las ventajas del terreno propio para
destruir ahí al enemigo después de soportar el golpe inicial. La defensiva Estratégica
pretende igualar potenciales a nivel estratégico, antes de tomar la iniciativa y atacar. En
este caso, la Campaña sustituye al Combate y el Teatro de Guerra a la Posición. (Ver
Cuadro 3)

LA DEFENSIVA
" No es más que una forma ventajosa de guerra, por medio de la cual se desea procurar la
victoria para poder, con ayuda de la preponderancia adquirida, pasar al ataque, es decir a
un objeto positivo." (7° - V)
ESTRATÉGICA TÁCTICA
Escenario : El Teatro de Guerra Escenario : La posición
Actividad : La Campaña Actividad : El Combate
Cuadro N° 3
2.- La Ofensiva.

Constituye la antítesis de la Defensiva, siendo desventajas de la Ofensiva las


ventajas de que goza su opuesta. Pero además la Ofensiva cuenta con méritos propios :

• Goza de la iniciativa.
• Significa un incremento a la moral, al menos inicialmente.
• Es convergente. Todos sus esfuerzos apuntan a un objetivo acordado. La
defensiva, de carácter divergente, debe desgastarse en proteger objetivos que no
serán atacados.

No obstante estas ventajas, en general la Ofensiva constituye una forma de


guerra más difícil que la Defensiva y desgasta en mayor medida.
Así como la Defensiva lleva consigo el germen de la Ofensiva, esta última
también debe recurrir a la Defensiva. La Ofensiva exige pausas, en las que se impone
una actitud defensiva :

"El acto de ofensiva consiste siempre en la guerra, y sobre todo en la


estrategia, en una alternativa y una combinación continua del ataque y la
defensa." (7° - II)

3.- Ofensiva y Defensiva.

Pero a diferencia de la Defensiva, que se privilegia de la ofensiva cuando la


situación lo permite, la Ofensiva no puede tomar ventajas equivalentes de su contraria,
porque el tiempo en general transcurre en su contra y el ofensor sólo puede tomar
ventajas disminuidas del terreno conquistado. Justamente en los instantes en los que el
ofensor adopta una precaria defensiva, es cuando el defensor ve brillar su oportunidad
de triunfo. El ataque, además, es siempre idéntico : busca la decisión, cualquier cosa
diferente de la victoria sólo significará un derroche inútil de medios. La defensa, por el
contrario, tiene gradaciones : puede adoptar una forma tenaz, aceptando la decisión ; o
bien una forma flexible, cambiando espacio por tiempo mientras desgasta al enemigo.
En la Defensa, la destrucción gradual de las fuerzas enemigas conduce a la
ofensiva. En la Ofensiva, la destrucción del enemigo conduce a la ocupación de
territorio, lo que varía desde ocupar una plaza hasta la totalidad del país enemigo,
definiendo el nivel de la ofensiva. A nivel táctico se tratará de una posición, mientras
que en el estratégico, del teatro o sus puntos claves. Evidentemente, la magnitud de las
fuerzas a reducir varía proporcionalmente.
Cabe destacar que en este punto el análisis de Clausewitz es totalmente
terrestre. En Estrategia Marítima el territorio es sustituido por los objetivos de la
Estrategia, no siempre de carácter geográfico (aunque uno de ellos sea, justamente, el
"territorio"). La destrucción de fuerzas navales enemigas permite luego actuar contra la
Posición, las LL.CC.MM. o el Territorio enemigo. La destrucción de fuerzas sólo
adoptará un carácter estratégico cuando signifique la destrucción de la Fuerza
Organizada enemiga, cualquiera sea la forma que ésta adopte.

F.- PUNTO LIMITE DE LA VICTORIA Y PRINCIPIO DE LA CONTINUIDAD


Estos conceptos tienen relación con la mantención de una actitud ofensiva y
sus efectos, manteniéndose en constante tensión entre ellos : Mientras uno aconseja
pasar de una actitud ofensiva a una defensiva ; el otro recomienda mantener la ofensiva
para explotar sus efectos.

1.- Punto Límite de la Victoria.

a. Factores Básicos.

El ataque (que materializa la Ofensiva, sin ser lo mismo) se caracteriza por


poseer una fuerza decreciente, debido principalmente a :

• El desgaste propio de la mantención de la actividad de combate con las


desventajas de la ofensiva.
• La necesidad de proteger las líneas de comunicaciones - cada vez más largas -
desviando medios de combate para esto.
• El alejamiento de la base de operaciones.
• El efecto de las mayores pérdidas.
• El relajamiento de los esfuerzos.
• La posible defección de aliados.

Este decrecimiento en las fuerzas materiales del atacante hace que la


mantención de la ofensiva suponga pagar un precio mayor que aquel pagado por el
defensor, por lo que si la ofensiva se mantiene por un lapso prolongado, la relación de
fuerzas (físicas y morales) se tornará favorable al defensor, originalmente más débil.
Dicho instante es denominado "Punto Límite (o culminante) de la ofensiva" y en éste el
defensor debiera pasar al ataque.

"Un rápido y vigoroso cambio hacia la ofensiva - el relámpago de la


espada vengadora - es lo que constituye los más brillantes episodios de la
defensa." (6° - V)

b) Efecto de la Dialéctica.

El concepto de Punto Culminante de la Victoria se puede asociar también,


como Luttwak lo explica, a la reacción propia de una oposición inteligente, denominada
por Clausewitz "la reacción vital y la influencia recíproca que ella origina" (2°-II-
XXIII). En efecto, entendida la estrategia como una dialéctica que emplea la fuerza con
inteligencia, la mantención de cualquier curso de acción exitoso generará una reacción
destinada a neutralizarlo de una magnitud proporcional a su éxito. Sólo en los casos de
una superioridad indiscutida podrá mantenerse un curso de acción hasta conseguir una
victoria aplastante.
Las ofensivas deben evitar traspasar su Punto Límite, ya sea limitando de
antemano su extensión o procurando descansos, en una actitud defensiva, que permitan
restablecer la ventaja inicial de fuerzas. (Tal como es el caso de las Campañas de
EE.UU. en el teatro del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial)

2.- Principio de la Continuidad.


" De este modo el tiempo es más a propósito para suministrar incidentes
favorables al vencido más bien que al conquistador" (8° - IV)

En concepto de Punto Límite de la Victoria está en permanente tensión con su


opuesto hegeliano : El Principio de la Continuidad. Tal como verificamos, el tiempo
generalmente resulta favorable al defensor, desgastándolo en un grado menor que al
ofensor. Por eso, después de una victoria el ofensor debe intentar explotar
inmediatamente la situación para conseguir los resultados beneficiosos que ésta le
ofrece : Si el objeto fue neutralizar una fuerza , por ejemplo, después de una victoria
inicial en combate deben perseguirse las fracciones enemigas en retirada hasta
conseguir un grado adecuado de destrucción ; si el objeto consistía en controlar un
territorio, deben ocuparse los puntos relevantes de éste apenas destruidas las fuerzas
que se oponían, etc. En síntesis, las acciones deben continuarse, aún después del
combate, hasta asegurar el efecto deseado.
Teóricamente, lo anterior significaría que las operaciones sólo se suspenderían
cuando el bando con superioridad lograra una victoria definitiva. Como hemos visto, en
la Guerra Absoluta lo anterior es cierto, pero en la Guerra Real - debido a la
superioridad de la ofensiva sobre la defensiva, a la incertidumbre y a la tendencia
natural al pesimismo - existen continuas detenciones del combate.
La aplicación del Principio de Continuidad muchas veces implica mantener
una actitud ofensiva imponiendo exigencias adicionales a las Fuerzas, asumiendo
aparentemente el riesgo de traspasar el punto límite de la victoria. La verdad es que al
meditar la adecuación de las fuerzas asignadas frente a la misión, el Comandante no
sólo debe considerar las acciones del encuentro principal, sino que además aquellas
posteriores que le asegurarán el efecto perseguido, de la misma manera que, conocedor
del propósito de su misión y de su punto límite, no debe vacilar en continuar las
operaciones si la victoria (y la relación final de fuerzas) le brinda la oportunidad de
contribuir adicionalmente a la misión del superior. En todo caso debe considerarse que
la superioridad de fuerzas sólo es un medio :

" Según esto, la preponderancia que se posee o adquiere en la guerra es


un medio, no el fin, y debe ser sacrificada a este último. Pero es preciso
conocer el punto que sirve de límite para no rebasarlo y recoger, en lugar
de ventajas nuevas, la vergüenza de un fracaso"
(7° - XXI)

G.- FINES Y MEDIOS (TÁCTICA, ESTRATEGIA Y POLÍTICA)

Tal como hemos visto, la guerra no es más que un medio para un fin, fin que
reside en la paz posterior. La relación Táctica - Estrategia - Política es una relación
derivada del encadenamiento de sus objetivos : Las victorias tácticas contribuyen a la
Estrategia, la que a su vez pretende contribuir al Fin Político de la Guerra.

1.- Táctica y Estrategia.

Clausewitz, criticando pensadores militares anteriores, produce una de las


primeras definiciones conceptuales de táctica y estrategia (como arte) :

"De aquí se deduce la existencia de dos acciones completamente


distintas : la disposición y conducción de estos combates y el
combinarlos entre si para el fin de la guerra. La primera constituye la
Táctica, a la segunda la llamamos Estrategia." (2° - I)

De la definición anterior se deduce la diferencia de medios y fines existente


entre la Táctica y la Estrategia :

MEDIOS Y FINES
NIVEL MEDIO FIN
TACTICO Combate Victoria
ESTRATEGICO Resultado de los Combates Fin Político de la Guerra

Asimismo se puede concluir que la victoria táctica es sólo un medio que


emplea la estrategia para conseguir el fin político de la guerra. Incluso algunos autores
han ido más allá, indicando que a veces la Estrategia se sirve mejor con una situación de
virtual empate que con una cara victoria táctica.
También aparece aquí una fuente de tensión entre el nivel táctico y el
estratégico : El primero, por su naturaleza buscará siempre la victoria, mientras que el
segundo sólo la perseguirá en las ocasiones y lugares donde ésta contribuya a lograr el
Fin Político de la Guerra. Sólo una correcta aplicación del principio de economía de los
medios evitará derrochar medios en victorias tácticas estratégicamente inútiles,
constituyendo ésta la justificación conceptual del nivel Operativo.

2.- Estrategia y Política.

Así como la Táctica sirve a la Estrategia, esta última sirve a la Política. Pero el
propósito de la Política escapa al ámbito de la guerra, trascendiendo a la paz que la
sucede, ciertamente una paz distinta para cada uno de los beligerantes. Las acciones de
la guerra deben atender entonces a sus repercusiones políticas, tanto por su naturaleza
política, como porque se desarrolla en un escenario político que se pretende modificar
favorablemente :

" Para llevar a feliz término toda una guerra o cada una de sus actos más
importantes, que denominamos campañas, precisa un profundo criterio
en altas razones de Estado. Dirección de la guerra y política obran de
consuno, y el general en jefe se hace también estadista." (1° - III)
" Es cierto que la cuestión política no penetra profundamente en los
detalles de la guerra ; no se colocan los centinelas, no se conducen las
patrullas según las consideraciones políticas. Pero la influencia del
elemento político es tanto mayor, cuando se hace el plan de toda la
guerra, de la campaña y a menudo también de una batalla" (8° - V)

Los párrafos anteriores explican muy bien la influencia de la política sobre la


conducción estratégica y como su efecto trasciende los niveles de la conducción militar.
A la Política debe la Estrategia subordinarse, pero rara vez la Estrategia puede conseguir
el Fin Político de la Guerra. Por eso es que este Fin Político es representado por el
Objetivo Estratégico :

" Esto es aplicable a los esfuerzos determinados en ambos Estados por el


fin político y el objetivo que el mismo confía a la acción guerrera.
Algunas veces el mismo fin político puede ser también ese objetivo ; por
ejemplo la conquista de una provincia. Otras, [ el fin político] no es
apropiado para indicar el objetivo de una acción guerrera, y en este caso
debemos elegir un objetivo que le sea equivalente y que pueda
representarlo al hacerse la paz." (1° - I - XI)

Como Liddel Hart parafrasearía más tarde : "El objeto de una guerra es un
mejor estado de paz, aunque sea sólo desde el punto de vista propio. [...] La historia
demuestra que obtener una victoria militar no equivale realmente a obtener el objetivo
de la política. "Victoria", en su más ajustada acepción, significa que la las perspectivas
de una nación después de una guerra son mejores que si no la hubiera librado. Pero
como la mayoría de los conceptos de la guerra provienen de militares, ha habido una
tendencia muy natural a perder de vista el objetivo nacional básico identificándolo con
el objetivo militar. En consecuencia, demasiado frecuentemente, al estallar una guerra,
la política ha sido a menudo gobernada por el propósito militar, y esto ha sido
considerado un fin en sí, en lugar de un medio para llegar a un fin"
Un aspecto primordial a considerar al elegir el Objetivo Estratégico es la
naturaleza de la guerra, fijada por el valor atribuido al Objetivo Político de Guerra :

" Cuanto más importante y de mayor entidad sean los motivos de la


guerra, cuanto más afectan a los intereses vitales de los pueblos, [...] con
mayor empeño se tratará de derribar al adversario, entonces tienden a
confundirse objetivo guerrero y fin político y la guerra aparece menos
política y más puramente guerrera" (1° - I - XXV)

El Objetivo Estratégico representa al Fin Político, sustituyéndolo en cierta


forma. Pero Clausewitz es claro al manifestar que como siempre debemos considerar la
oposición del ejército enemigo, muchas veces la destrucción de las fuerzas que se
oponen será la manera más eficaz de contribuir al logro del Fin Político.
Destruidas las fuerzas opuestas, el logro del objeto se hace más fácil y seguro.
Una situación análoga se presenta en Estrategia Naval : La destrucción de la Fuerza
Organizada enemiga, si la situación se presenta, puede considerarse la manera más
eficaz de asegurar un grado de libertad de acción que permita actuar luego sobre los
otros Objetivos Estratégicos de la Estrategia Marítima.

H.- CENTRO DE GRAVEDAD.

El concepto de Centro de Gravedad , desarrollado por Clausewitz, ha sido


redescubierto por el establishment militar de los EE.UU. y es mencionado en la
literatura militar contemporánea. La expresión "centro de gravedad" es a menudo
empleada en nuestras fuerzas armadas, aunque - como veremos - otorgándole un
significado distinto al que Clausewitz le diera.

La Importancia de los Centros de Gravedad.


Sólo la correcta identificación de los Centros de Gravedad enemigos y de sus
eventuales vulnerabilidades criticas asociadas permitirán a los Comandantes de nivel
Operacional y Estratégico desarrollar una planificación conveniente y que considere
correctamente el principio de economía de los medios. Por lo anterior, la importancia de
la comprensión del concepto de Centro de Gravedad no puede ser exagerada, ya que
constituye una herramienta vital para el desarrollo de la planificación de operaciones de
combate.

El Concepto de "Centro de Gravedad".

"...es necesario no perder de vista jamás las relaciones predominantes de


los Estados beligerantes. Los intereses que con ellos se relacionan
formarán un centro de potencia y movimiento que arrastra todo lo demás.
Es contra este centro de gravedad contra el que debe ser dirigido el
choque colectivo de todas las fuerzas." (8° - IV)

El párrafo anterior deja claro que para Clausewitz el Centro de Gravedad


constituye una fuente de fortaleza, tanto física como moral, (como hemos visto para
Clausewitz lo físico y lo moral eran elementos inseparables), que "arrastra todo lo
demás".
Clausewitz opina que existen tres objetivos que pueden ser identificados, en
forma genérica, como centros de gravedad , puesto que constituyen fuentes de fortaleza
moral y física a nivel estratégico:

" [...] no obstante, distinguiremos aquí tres cosas, que como objetos
generales comprenden todo lo restante y que son : las fuerzas militares,
el país y la voluntad del enemigo.
Las fuerzas militares deben ser anuladas, esto es puestas en tal estado
que no puedan continuar la lucha. [...]
El país debe ser conquistado, pues con el se podría formar nuevos
elementos de combate.
Conseguidos estos dos extremos, la guerra, esto es la tensión hostil y la
acción de medios hostiles, no puede creerse hayan cesado mientras la
voluntad del enemigo no sea violentada, es decir, sometidos su Gobierno
y aliados a firmar la paz o subyugados los pueblos ; " (1° - II, el
destacado es del mismo Clausewitz)

Por supuesto que estos Centros de Gravedad identificados por Clausewitz


ameritan un análisis caso a caso : Por ejemplo, el ejército, o mejor dicho las FF.AA. de
un país, podrían o no constituir un centro de gravedad, dependiendo de su capacidad
para mantener el sistema político, irradiar voluntad de lucha a la población y constituir
un factor estratégico relevante.

¿Uno o varios Centros de Gravedad?

"Así, cuando se trata de un proyecto de guerra, el primer punto de vista


tiene por objeto investigar los centros de potencia del enemigo y
reducirlos en lo posible a uno solo".
(8° - IX)
Para Clausewitz es factible la existencia de más de un Centro de Gravedad. A
nivel Político-Estratégico se pueden identificar varios centros de gravedad, tales como
un gobierno fuerte y popular, riqueza en recursos, un aliado fuerte, etc. A nivel
Estratégico, un ejército poderoso o un mando capaz constituyen Centros de Gravedad.
Lo importante es identificarlos correctamente, así como las relaciones existentes entre
ellos, de manera de concentrar el esfuerzo aplicando correctamente el principio de
economía de las fuerzas :

" ...dos principios fundamentales comprenden todo el plan de guerra y


dominan todo lo demás.
El primero consiste en reducir la potencia enemiga a un número lo más
reducido posible, a uno si se puede, y, en todos los casos reducir a un
mínimo el número de choques contra esos centros , y si es posible a uno
solo." (8° - IX)

En cuanto a la Estrategia Marítima, normalmente la Fuerza Organizada puede


considerarse como un Centro de Gravedad del Poder Naval. El mismo Poder Naval,
puede en ciertos casos como el de Gran Bretaña del siglo XIX constituir un Centro de
Gravedad a nivel Político - Estratégico.

Vulnerabilidades Críticas.

Evidentemente, no basta con identificar los posibles Centros de Gravedad,


también es necesario determinar una vulnerabilidad de éstos contra la que podamos
dirigir nuestro esfuerzo militar. Las vulnerabilidades de los centros de gravedad
enemigos, constituirán los objetivos contra los que debemos concentrar nuestra acción,
denominándose vulnerabilidades críticas. En una democracia, el pueblo constituye un
centro de gravedad, pero a la vez el apoyo popular puede representar una
vulnerabilidad crítica. La capacidad de mando y control o el soporte logístico suelen
constituir vulnerabilidades críticas en el nivel estratégico y operacional.

Centro de Gravedad y Centro de Presión.

Tal como se puede apreciar el Centro de Gravedad es una característica del


enemigo, una fuente de su poderío moral y físico. Mal podemos hablar entonces de
"...hacer centro de gravedad" con las fuerzas propias, aunque resulta claro que el
resultado de nuestras acciones persigue actuar sobre la Vulnerabilidad Crítica de un
Centro de Gravedad. Para la terminología militar alemana, a un centro de gravedad
enemigo y más específicamente sobre una vulnerabilidad crítica de éste, debía
corresponder - en oposición - un Centro de Presión propio, el "Schwerpunkt", al que
concurren directa o indirectamente todos los comandantes involucrados en la acción.
Los comandantes, al planificar sus operaciones deberían indicar el Schwerpunkt, así
como aquellas unidades propias que iban a materializarlo.

I.- ANIQUILACIÓN Y MANIOBRA. (Información)

En la clásica dicotomía entre aniquilación y atrición, a menudo se ha


pretendido atribuir a Clausewitz una especie de apostolado de la segunda, privilegiando
sobre todo la búsqueda de la destrucción física del enemigo (uno de sus más célebres
detractores, Liddel Hart, lo denomina el "Mahdí de la masa"). En oposición, se suele
presentar a Sun Tzu como la antítesis de Clausewitz, por privilegiar la maniobra y la
dislocación del enemigo sobre su destrucción. La revisión profunda de los conceptos de
Clausewitz nos indica que las cosas no son tan absolutas y que su preferencia por la
anulación del enemigo no encierra necesariamente la búsqueda sistemática de su total
destrucción.

1.- Clausewitz y el Aniquilamiento.

Se suele emplear la expresión "aniquilamiento" como sinónimo de la completa


destrucción física del enemigo. Tal como hemos visto, para Clausewitz, el potencial de
una fuerza militar dependía tanto de factores físicos como morales. Con respecto a estos
últimos escribe :

"...los factores morales constituyen la cuestión más importante en la


guerra. [...] porque los efectos de las fuerzas físicas están completamente
fundidos con los efectos de las fuerzas morales, y no pueden separarse"
(3° - III)

Al atribuir una gran importancia a las fuerzas morales, Clausewitz


necesariamente debe referirse a ellas al definir la destrucción del enemigo :

" Al hablar de destrucción de fuerzas enemigas hemos de observar que


nada nos obliga a limitar este concepto simplemente a las fuerzas físicas,
sino que por el contrario, deben comprenderse en ellas, necesariamente,
las morales." (1°- II)

Como vemos, el concepto de destrucción clausewitziano comprende fuerzas


morales y físicas, atribuyendo una importancia capital a las primeras. Luego, al definir
"aniquilamiento", Clausewitz no menciona la destrucción física del enemigo, sino que
la anulación de su capacidad combativa, en lo que las fuerzas morales tienen primacía :

" Las Fuerzas Militares deben ser anuladas, esto es puestas en tal estado
que no puedan continuar la lucha. Haremos notar aquí que con la
expresión "aniquilamiento de los medios de combate enemigos" nos
referimos a la idea expuesta." (1° - II)

Definido el concepto de aniquilación, Clausewitz recalca su carácter


instrumental :

" Ahora, en el combate, toda la actividad, pues tal supone su concepto, se


encamina al aniquilamiento del contrario, o mejor dicho, de su
capacidad de combatir ; la destrucción de las fuerzas en combate es,
pues, siempre el medio para conseguir este fin del combate." (1° - II, el
destacado es de Clausewitz)

En síntesis, para Clausewitz lo esencial, el fin del combate es conseguir la


anulación del enemigo, no su destrucción - que sólo es instrumental, un medio - y la
anulación comprende principalmente las fuerzas morales.

2.- La Maniobra.
Primero que nada es preciso reconocer que Clausewitz adopta una postura
muy cautelosa respecto de la eficacia de las maniobras. Tal aproximación es coherente
con su cuerpo conceptual : la fricción general y el reducido valor de la inteligencia
conspirarán contra el éxito de la maniobra. La misma recomendación de concentrar la
fuerza propia contra los Centros de Gravedad del enemigo desaconseja emplear medios
para efectos de diversión. Sin embargo, esto no equivale a sugerir un choque frontal
contra el enemigo :

" Incurriríamos en gran equivocación si pretendiéramos sacar la


consecuencia de que la embestida ciega llevará siempre la victoria sobre
la comedida habilidad. La torpe acometida contribuiría a la destrucción
de las fuerzas propias y no de las contrarias ; no podemos en modo
alguno referirnos a ella." (1° - II)

La maniobra, además de requerir frecuentemente del empleo de fuerzas en


tareas de diversión, suele necesitar de un grado de libertad de acción que permita crear
las condiciones favorables, factores que generalmente escapan del alcance del débil,
para quién -paradojalmente - la maniobra es vital :

" Es claro que un adversario vivo, valiente y resuelto, no nos dejará el


tiempo para ejecutar combinaciones laboriosas de efecto lejano ; y sin
embargo, sería precisamente contra un tal adversario cuando tendríamos
mayor necesidad de ser sostenidos por el arte. Esto parece probar
suficientemente la superioridad de los resultados sencillos y directos
sobre aquellos que dependen de combinaciones complicadas." (4° - II)

La historia naval parece corroborar el razonamiento de Clausewitz : Durante la


Campaña del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial, sólo las excepcionales ventajas de
inteligencia norteamericanas les permitieron resistir el avance Japonés hasta la batalla
del Midway. Por otra parte, las elaboradas maniobras operativas japonesas tuvieron
resultados francamente contraproducentes . A contar del momento en el que los
norteamericanos fueron más fuertes, las maniobras japonesas fueron infructuosas y
aunque en el Golfo de Leyte estuvieron cerca de provocar una cantidad importante de
daño a los norteamericanos, la fricción finalmente predominó sobre la maniobra.
Definitivamente, la fuerza y los cursos de acción sencillos predominaron sobre
elaboradas concepciones operacionales. El Capitán de Corbeta Wayne Hughes arriba a
una conclusión similar : rara vez en la mar una fuerza menor derrotó a una mayor y sólo
circunstancias excepcionales tales como diferencias de inteligencia importantes otorgan
ventajas relevantes al más débil. Incluso en el nivel táctico de la Estrategia Naval el
papel de las fuerzas morales parece verse aparentemente disminuido : ¿ Cual es el efecto
de la moral cuando una fuerza más débil - pero de moral alta - se enfrenta a una más
fuerte ?. La respuesta debe buscarse en la historia. La retirada del Almirante Kurita en
Leyte se debe - justamente - a una decisión tomada bajo el efecto de la Fricción. Sin
embargo la moral NO constituye una panacea y es posible ser derrotado - con toda
dignidad por supuesto - por una fuerza mayor de moral menor. Ciertamente en los
niveles superiores de la Estrategia Naval el papel de las fuerzas morales es más notable,
pues repercute en la capacidad de desarrollar operaciones aún ante una situación de
desventaja aparentemente insuperable, tal como era el caso del Almirante Cunningham
y su Fuerza "H" en el Mediterráneo durante la Segunda Guerra Mundial.
La naturaleza misma del riesgo origina la denominada "Paradoja del Riesgo ":
Mientras mayor sea el riego que se corre, mayor la posible ganancia a obtener, así como
las pérdidas a enfrentar si la jugada fracasa. En la guerra - aparentemente más que en
otras actividades humanas - el efecto combinado de la Fricción y de la naturaleza
dialéctica, aconsejan una aproximación más bien conservadora hacia el riesgo.
Lo anterior no equivale a recomendar una actitud carente de toda osadía. Es
necesario actuar con valor, especialmente para vencer a la Fricción, puesto que la
parálisis es el peor de los cursos de acción. Tampoco significa desaprovechar las
oportunidades que se presenten, pero recuérdese la orden impartida a Spruance antes de
Midway : "Actúe según el principio del riesgo calculado", ¡ aún contando con indicios
claros de las intenciones enemigas ! . En palabras de Clausewitz :

" Nosotros no pensamos, pues, que el choque simple sea el mejor, sino
que la ventaja de las combinaciones debe restringirse según la seguridad
que presenten." (4° - II)

En una apretada síntesis de lo anterior podemos concluir que la Maniobra de


un comandante debe asociar los elementos Vulnerabilidad Crítica, Centro de Presión,
Fuego, Movimiento y Estratagema, para lo que requiere Información. El riesgo nace de
la diferencia existente entre las Fuerzas enfrentadas en distintas condiciones (que
pueden incrementar o reducir su potencial relativo) y las tareas que les son asignadas.

BIBLIOGRAFÍA
1. DE LA GUERRA. Carlos von Clausewitz. Ediciones Ejército, Madrid, 1980.
2. CENTERS OF GRAVITY & CRITICAL VULNERABILITIES. Dr. Joe
Stange. Marine Corps Association.
3. WARFIGHTING. Centro de Guerra de la Infantería de Marina. Washington,
1989.
4. MANUAL DE LA GUERRA DE MANIOBRAS. William S. Lind. Círculo
Militar. Buenos Aires, 1991.
5. MASTERS OF WAR. Michael I. Handel. Frank Cass, Londres 1996.
6. CLAUSEWITZ AND MODERN STRATEGY. Michael I. Handel, editor.
Frank Cass, Londres 1986.
7. STRATEGY The Logic of War and Peace. Edward LUTTWAK. The Belknap
Press of Harvard University Press. Boston, 1995.
8. CLAUSEWITZIAN FRICTION AND FUTURE WAR. Barry D. Watts.
McNair Paper N° 52. Air University Press U.S.A.F.
9. WAR. Editado por Lawrence Freedman. Oxford University Press. Nueva
York1994
10. LA PSICOLOGÍA DE LA GUERRA. Lawrence LeShan. Editorial Andrés
Bello, Santiago 1992.

Texto descargado de:


Centro de Estudios Euroasiáticos(CEE)
2007

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