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ARQUITECTURA EN MESOPOTAMIA

 ARQUITECTURA MONUMENTAL
Templos y palacios van a ser las construcciones monumentales que caracterizan la
arquitectura mesopotámica desde sus primeros tiempos. Considerando la importancia
que adquiere el elemento religioso como fundamento de la cohesión social de esta
civilización, y su implicación con el poder político, no es de extrañar que las primeras
edificaciones monumentales se refieran a estos dos ámbitos. Como por otra parte, ya
se ha comentado que la expresión artística tiene una clara intención propagandística, es
una consecuencia lógica que la arquitectura adquiera un carácter colosal y de apariencia
grandiosa, con el que exteriorizar de cara al pueblo el poder atesorado por la clase
dirigente y la importancia de la religión. Resultarían por tanto especialmente
espectaculares en el entorno cultural del momento las construcciones palaciegas,
existentes desde los primeros tiempos, pero aún mucho más los templos, sobre todo los
zigurats, auténticas montañas artificiales en medio del paisaje, capaces de sobrecoger
el ánimo de cualquiera.
En cuanto a la arquitectura funeraria, no adquiere la importancia que alcanza en otras
civilizaciones, como en la egipcia, por ejemplo, aunque en época del Imperio persa, las
tumbas de sus reyes también logran un cierto protagonismo arquitectónico.
Los materiales más utilizados son la arcilla y el ladrillo, frente a la piedra y a la madera,
que casi no se utilizan. Hay una cierta evolución. Las primeras construcciones ya de
finales del IV milenio son de cañizo que se recubren, pero que duran muy poco.
Posteriormente realizan construcciones de barro sin conformar, más tarde adobe y por
último el ladrillo. Se trata de ladrillos alargados y estrechos que ya en época babilónica
se vidrian, lo que permite policromar y hacer relieves. Se unen con argamasa. Se
construye sobre terrazas para evitar la humedad. Los muros son en principio gruesos,
lisos y verticales (no en talud), pero van a tener unos salientes a modo de contrafuertes,
para reforzar y evitar la caída de la lluvia. Como elemento de soporte se usan pilares
sencillos, cuadrados, y también columnas, aunque más con un carácter ornamental.
Están hechas con materiales pobres recubiertos con piedrecitas a modo de mosaicos
geométricos y de colores. Esto a veces también se hace en el interior de los muros.
Conocen el arco y la bóveda, que van a ser la forma más utilizada, especialmente en los
edificios más nobles; sin embargo, las casas estarían adinteladas. Los mesopotámicos
construían sin mortero, y cuando un edificio ya no era seguro o no cumplía su tarea se
derribaba y volvía a construir en el mismo emplazamiento, o se rellenaba y se construía
encima. A lo largo de los milenios esta práctica dio lugar a que las ciudades
mesopotámicas se encontrasen elevadas en suaves colinas sobre el territorio que las
circundaba; a estos promontorios se les llama tells.
 ZIGURATS.
Fueron construidos como torres escalonadas, se construyeron con una determinada
simbología que los configuraba como una escala luminosa entre el cielo y la tierra, los
zigurats son partes de los templos. Por eso se recubrieron exteriormente de cerámica
vidriada de distintos colores según cada una de las terrazas, que proporcionaba una
luminosidad brillante cargada de reflejos. Desde lejos, esta imagen luminosa resultaría
espectacular y para muchos habitantes de la zona, realmente sobrenatural. Es posible
que los siete pisos con sus distintos colores pudieran simbolizar los siete dioses o siete
planetas conocidos, con su significado, pues, de carácter cósmico. El zigurat se
desarrolló en la época neosumeria, el zigurat pues, un solo un procedimiento para
acercar el templo al cielo. En cuanto a su finalidad, se ha aludido a razones prácticas,
como la observación astronómica, pero su sentido autentico, de acuerdo con los textos
de la época, es religioso.
Se conserva sólo la parte baja, a la que se accede a través de tres escalinatas: una en la
parte central y dos en los laterales. Entre ellas quedan terrazas donde es probable que
hubiese vegetación. Tenía otras dos plataformas y estaba coronado por un templete. A
él se accedía por unas escalinatas que eran continuación de la central tras pasar por una
especia de vestíbulo cupulado en el que se unían las cuatro escalinatas y que tenía
entradas de arco de medio punto y remates en almena, al igual que el templete. Los
muros tienen una ligera inclinación.

 TEMPLOS Y PALACIOS
En cuanto a los palacios, al principio se asocian frecuentemente a los templos,
puesto que la autoridad civil y religiosa se confundían, pero ya se advierte la
generalización de una tipología que será constante desde entonces, y que vemos ya
en los ejemplos de Tell-Ashmar de época neosumeria; en el de Mari, de la primera
mitad del II Milenio, y en otros posteriores: un amplio patio central, que servía de
antesala protocolaria, y una sala rectangular transversal al patio, utilizada como sala
de recepción y cortesana. Alrededor, estancias de funciones diversas, desde talleres,
hasta viviendas, almacenes, etc. Más adelante la mayor impronta militar asumida
por los pueblos mesopotámicos dará lugar a la construcción de ciudadelas y
ciudades-palacio, fuertemente amuralladas, con torreones y robustos
contrafuertes, como el caso de Jorsabad en el imperio asirio, levantada por Sargón
II. El templo solía estar en terreno sagrado y cercano y tiene un gran número de
estancias con un carácter horizontal que sólo rompe el zigurat que destaca en
vertical. Para la construcción de la casa de los dioses o la morada de los soberanos,
en una zona donde la piedra escasea, se utilizó un nuevo tipo de material, el ladrillo,
superando de este modo las dificultades técnicas que la construcción con grandes
piedras implicaba, tal y como ocurrió en la arquitectura megalítica. El tipo de ladrillo
más utilizado era el crudo o sin cocer (adobe); el auténtico ladrillo cocido solía
emplearse en el revestimiento exterior de los edificios, más expuesto al deterioro
por las inclemencias climáticas; para su unión, en ocasiones, se hacía uso del betún.
Los elementos constructivos estaban compuestos por gruesos muros de carga
dispuestos en talud, y un sistema preferentemente adintelado y de cubiertas planas.
Sólo excepcionalmente se emplea el arco de medio punto y bóvedas como
cubiertas. Los templos, ya en época de los sumerios son denominados con el
nombre de eanna, que significa “casa del cielo”.
Su importancia simbólica y constructiva es pareja a la relevancia social del poder
religioso. Podemos distinguir dos tipos de templos: aquellos que están trazados con
una planta rectangular, y rodeados de murallas con un sentido de ciudadela militar,
en cuyo centro se edifica el templo propiamente dicho.
TEMPLO OVAL DE KAFADYE
Es de época sumeria y se trata de un gran recinto amurallado. A su alrededor hay
construcciones que serían la ciudad. Tiene una estructura claramente horizontal. El
templo está formado por dos partes: una primera muralla rodeando todo el recinto
con una sola entrada de arco de medio punto flanqueada por dos torres. En esta
primera parte hay un lugar para el ganado, estancias administrativas, etc. El segundo
recinto está amurallado y sobreelevado. Hay un gran patio alrededor del cual están
las estancias de los sacerdotes y en un extremo hay un santuario sobre una
plataforma. Todos los muros son lisos con los salientes a modo de contrafuertes.

TEMPLO DE ERIDU
También construido sobre una plataforma sobre la que se levanta una gran mole.
Tiene muros articulados con columnas adosadas y tendencia a colorear.
LA PUERTA DE ISHTAR.
La Puerta de Ishtar era originalmente una de las 8 puertas monumentales (14
metros de altura por 10 de ancho) de la muralla interior de Babilonia, a través de la
cual se accedía al templo de Marduk, donde se celebraban las fiestas propias del
año nuevo. El nombre de Istar lo recibe de la diosa del mismo nombre a la cual
estaba consagrada. Fue construida en el año 575 a. C. por Nabucodonosor II en el
lado norte de la ciudad. Se compone de numerosos ladrillos vidriados, la mayoría de
color azul debido al lapislázuli (lo que la hacía contrastar fuertemente con todos los
edificios de su alrededor), mientras que otros son dorados o rojizos. Éstos últimos
se disponen dibujando la silueta de dragones, toros, leones y seres mitológicos. La
parte inferior y el arco de la puerta están decorados por filas de grandes flores
semejantes a margaritas. La Puerta de Ishtar contaba también originariamente con
dos esfinges dentro del arco de la puerta, que se han perdido hoy en día. Los restos
de la puerta original fueron descubiertos en Babilonia durante las campañas
arqueológicas alemanas de 1902 a 1914. La mayoría se trasladó a Alemania, donde
se reconstruyó la puerta en el Museo de Pérgamo de Berlín, en 1930, que sigue
actualmente en exposición. Algunos de los relieves originales de leones, dragones y
toros se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico de Estambul, el
Instituto de Artes de Detroit, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el
Instituto Oriental de Chicago, el Museo de la Escuela de Diseño de Rhode Island y el
Museo de Bellas Artes de Boston.

LOS JARDINES COLGANTES DE BABILONIA.


Los Jardines Colgantes de Babilonia Los Jardines Colgantes de Babilonia son
considerados una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y fueron construidos
en el siglo VI a. C. durante el reinado de Nabucodonosor II en la ciudad de Babilonia
(la Babel de los textos bíblicos), a orillas del río Éufrates. Hacia el año 600 a. C.,
Nabucodonosor II, rey de los caldeos, quiso hacer a su esposa Amytis, hija del rey
de los medos, un regalo que demostrara su amor por ella y le recordara las hermosas
montañas de su florida tierra, tan diferentes de las grandes llanuras de Babilonia.
Según una leyenda, en cambio, los jardines habrían sido construidos en el siglo XI a.
C. Pero entonces reinaba en Babilonia Shammuramat, llamada Semíramis por los
griegos, como regente de su hijo Adadnirari III. Fue una reina valiente, que conquistó
la India y Egipto. Pero no resistió que su hijo conspirara para derrotarla, y terminó
suicidándose. Pertenece a la Mesopotamia antigua y es parte de las siete maravillas
del mundo antiguo. Con la decadencia de Babilonia y el fin del Imperio
neobabilónico, los jardines fueron abandonados progresivamente. Cuando
Alejandro Magno llegó a la ciudad en el siglo IV a.C., los jardines ya estaban
parcialmente en ruinas y totalmente abandonados. Finalmente, los jardines fueron
destruidos por el rey Evemero en el año 125 a.C
Los jardines estaban situados junto al palacio del Rey, precisamente al lado del río,
para que los viajeros los pudieran contemplar ya que el acceso estaba prohibido al
pueblo. Desde la más alta de las terrazas se situaba un depósito de agua desde el
cual corrían varios arroyos. Los Jardines Colgantes de Babilonia probablemente no
"colgaban" realmente en el sentido de estar suspendidos por cables o cuerdas. El
nombre proviene de una traducción incorrecta de la palabra griega kremastos o del
término en latín pensilis, que significa no justamente "colgar" pero si "sobresalir",
como en el caso de una terraza o de un balcón. El geógrafo griego Estrabón, quién
describió los jardines en el siglo I a. C., escribió: “Éste consta de terrazas abovedadas
alzadas unas sobre otras, que descansan sobre pilares cúbicos. Éstas son ahuecadas
y rellenas con tierra para permitir la plantación de árboles de gran tamaño. Los
pilares, las bóvedas, y las terrazas están construidas con ladrillo cocido y asfalto.”

 LAS TUMBAS
Las tumbas Las construcciones funerarias no son muy habituales en el arte
mesopotámico, hasta la llegada de los persas, que sí desarrollarán una arquitectura
funeraria propia. Solían estar junto o cerca de la ciudad. Eran muy sencillas, sólo
fosas excavadas. En su interior se colocaba el cadáver y si era noble se enterraba
con algunos de sus bienes u otros atributos. Las tumbas de los reyes eran las más
importantes y se trata de tumbas de corredor: se excavaba un corredor que
desemboca en una o varias cámaras abovedadas
La primera conservada corresponde al rey Ciro el Grande, el fundador del imperio,
y se haya en Pasargada. Se trata en este caso de una tipología muy sobria y sencilla:
Sobre alto basamento escalonado se hallaba la tumba propiamente dicha, en forma
de casa cuadrangular con techo a doble vertiente. Más adelante el modelo de
construcción funeraria varía y regresa a la tipología del hipogeo, es decir, de la
tumba excavada en una roca. Así lo hizo el rey Darío que eligió el paredón rocoso de
Naksh-i Rustán, en las cercanías de Persépolis, para diseñar un tipo de tumba en
forma de cruz griega, cuyos brazos están excavados. Un pórtico tallado en la parte
ancha de los brazos permite el acceso a la cámara funeraria, decorándose con
relieves simbólicos en la parte superior. Una tipología que repetirían
frecuentemente sus sucesores.

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