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Introducción
I. Alabemos a Dios y sus obras para con nosotros (1-2). Este salmo comienza como un
himno, como lo hace el Salmo 18:2-3. El cantor es un soldado feliz porque ha recibido
muchos señales de la protección de Dios en el pasado (Terrier).
A. Tengamos una actitud de bendecir a Dios.
1. Bendito y bendecir (Barak) significa en el antiguo testamento reconocer de
manera completa (omnímodamente) a alguien en su situación de poder y
en sus títulos de majestad (Kraus, Salmo 144).
B. Por lo que Dios es. David usa de manera enfática el pronombre personal posesivo
“mío” y usa varias maneras para expresar lo que es Dios para él.
1. Es mi roca (es la cima, un peñasco firme).
2. Misericordia mía (v 2). La palabra hebrea es jesed, es amor de pacto, Dios
tiene un amor leal para nosotros. ¿Cómo está nuestra lealtad y
compromiso hacia Dios y su reino? Hesed es una palabra de pacto, de
relación de pacto suzeriano relación de soberano-vasallo.
3. Mi castillo o refugio -Vulgata (alcázar o fortaleza protectora, como los
edificios que encontramos en nuestro países latinoamericanos, eran
cámaras o lugares para protegerse del enemigo).
4. Fortaleza mía, la palabra fortaleza en hebreo significa literalmente “lugar
alto inaccesible e invulnerable. Sentido léxico: estar en lo alto. Un lugar
alto para defensa y protección.
5. Mi libertador.
C. Por lo que Dios hace (1-2, ver paralelos en 2 Sam. 33:35,, Salmo 18:34).
1. Adiestra mis manos y dedos para la batalla. Dios nos entrena para la
guerra espiritual *ancient commentary. Hay una guerra que las personas
están combatiendo dentro de si mismas, luchar contra el deseo malvado,
refrenar la codicia, aplastar el orgullo, sofocar la ambición, masacrar la
lujuria. Usted lucha con estos en secreto, y usted no las pierde en público.
Es por esta razón que sus manos son entrenados para la batalla y sus dedos
para la guerra.
2. Somete a mi pueblo
II. Reflexionemos sobre la realidad de nuestra vida (fragilidad y brevedad) v. 3-4 (ver
también Salmo 8:4-5). La transitoriedad no niega nuestro valor.
A. Dios nos considera y nos valora (3).
1. El salmista torna de su contemplación de la bondad de Dios a reflexionar
sobre la insignificancia y la transitoriedad del carácter del objeto de la
munificencia (generosidad espléndida) de Dios. Anchor Cometario.
2. El verbo conocer en el hebreo expresa: conocer de manera personal por
experiencia.
3. El verbo “estimar”, implica tanto estimar, planificación e intención.
4. El valor nuestro nos lo da Dios, no la sociedad, ni la educación, ni las
posesiones materiales.
B. La realidad de la brevedad de la vida.
1. Vanidad “un soplo”, el paso inhalación e expiración del aire por las vías
respiratorias.
2. Una sombra de pasa. Los rabinos decían: la sombre de un pájaro que
vuela.