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Imágenes en acción

El uso de las imágenes religiosas en


la religiosidad popular latinoamericana
Imágenes en acción
El uso de las imágenes religiosas en
la religiosidad popular latinoamericana

Victorino Zecchetto, sdb.

Abya-Yala
1999
IMÁGENES EN ACCIÓN
El uso de las imágenes religiosas en
la religiosidad popular latinoamericana
Victorino Zecchetto, sdb.

1a. Edición Ed. Abya-Yala


12 de Octubre 14-30 y Wilson
Casilla: 17-12-719
Teléfono: 562-633 / 506-247
Fax: (593-2) 506-255
E-mail: admin-info@abyayala.org
editorial@abyayala.org.
Quito-Ecuador

Autoedición: Abya-Yala Editing


Quito - Ecuador

Impresión Docutech
Quito - Ecuador

ISBN: 9978-04-

Impreso en Quito-Ecuador , 1999


Índice

Introducción .......................................................................................7
EL VERANO DE LAS IMÁGENES RELIGIOSAS ................................................. 7

I.- Rasgos de la religiosidad en América Latina ............................ 9


1.– EL SINCRETISMO RELIGIOSO DEL CRISTIANISMO
LATINOAMERICANO ................................................................. 9
2.– LA RELIGIOSIDAD INDÍGENA Y AFROAMERICANA ....................... 12
a) Evangelización y religiones autóctonas ........................ 12
b) La religiosidad afroamericana ....................................... 17
c) Ritos y costumbres religiosas ........................................ 18
3.– EL CRISTIANISMO POPULAR DE LOS POBRES DE LAS CIUDADES .. 20
4.– LA RELIGIOSIDAD DE LA CLASE MEDIA URBANA ........................ 24
a) Los católicos tradicionales ............................................ 24
b) Los católicos progresistas .............................................. 25
5.– LA ONDA DE LA NUEVA ERA ................................................... 27
6.– RELIGIOSIDAD POPULAR Y SECULARIZACIÓN ............................ 33
7.– EL SINCRETISMO Y LA CUESTIÓN DE LA VERDAD ....................... 36
Notas ..................................................................................... 38

II.- La tradición católica de venerar imágenes ................................ 43


1.– EL SÍ Y EL NO A LAS IMÁGENES ................................................ 43
2.– LA TRADICIÓN LATINOAMERICANA .......................................... 47
Notas ..................................................................................... 59

III.- La imagen institucional y la imagen vivencial ........................... 63


1.– LAS IMÁGENES INSTITUCIONALES ............................................. 63
a) Sentido y funciones de la imagen institucional............ 64
b) Por templos y santuarios ............................................... 65
c) La necesaria renovación ................................................ 79
2.– LAS IMÁGENES VIVENCIALES .................................................... 82
a) Imagen religiosa e identidad cultura ............................. 83
b) Imágenes de devoción e impetración ........................... 89
6 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

c) Las creencias, el sentimiento religioso y el sentido


de lo sagrado ........................................................................ 92
Notas ......................................................................................... 98

IV.- Posibilidades pastorales ............................................................... 101


1.– QUERER PONERSE EL PROBLEMA .............................................. 101
2.– INTERVENIR COMO UN IR AL ENCUENTRO ................................ 102
3.– Y ENTONCES ¿QUÉ IMÁGENES? ............................................... 104
a) Imágenes “comprensibles” ............................................ 104
b) Imágenes que comuniquen a Jesús y su mensaje ........ 106
c) Imágenes para la comunidad ........................................ 109
d) Imágenes que evoquen la vida ..................................... 112
e) Comprender y respetar las experiencias primordiales 116
CONCLUSIONES PROVISORIAS ........................................................... 122
Notas ..................................................................................... 125
Introducción

EL VERANO DE LAS IMÁGENES RELIGIOSAS conceptos que utilizaremos, las modalida-


des y pretensiones de estas breves reflexio-
me ocurre pensar que la imagen reli-
S egiosa es a la fe como el verano es a las
nes.
❍ El término “popular” referido a la reli-
vacaciones. La imagen no es la fe, ni el vera-
giosidad, al catolicismo o incluso a las
no son las vacaciones. Sin embargo, a la fe le
imágenes (“populares”), lo entendemos
sientan bien las imágenes, así como el vera-
en un doble sentido. Primero con un sig-
no es la estación propicia para las vacacio-
nificado democrático para indicar a la
nes. Puede haber imágenes bellas o feas,
población o ciudadanía en general, sin
prolijas o toscas, excepcionales u ordinarias,
exclusiones sociales. Sin embargo al re-
cada una a su modo refleja alguna experien-
ferirnos a la “población en general”, pri-
cia de fe. También los veranos pueden ser vilegiamos al grupo social que constitu-
homogéneos o dispares, secos o lluviosos, ye la mayoría de América Latina, el pue-
frescos o calurosos, nublados o radiantes, y blo pobre y creyente, pues este estudio
cada uno va indicando estilos de vacacio- mira la situación de la religiosidad de
nes. La fe, en sí misma, no exige necesaria- nuestro continente.
mente las imágenes, ni tampoco las vacacio- En segundo lugar, es “popular” también
nes piden obligatoriamente el verano (hay todo lo relacionado con el fenómeno de
también vacaciones invernales), pero tanto la comunicación de masas, que se carac-
las imágenes como el verano se unen por teriza porque toda clase de mensajes lle-
connaturalidad a la fe y al verano respecti- gan a un vasto público, a nivel regional,
vamente, constituyendo el marco adecuado, nacional o continental, sin distinción de
unas para las expresiones de fe, y otro para clases sociales. Hoy la tecnología permi-
el gozo de días de descanso. Son como pare- te la multiplicación y difusión de millo-
jas de enamorados que van de paseo toma- nes de imágenes de toda clase, digamos
dos de la mano... que, como producto “masivo”, la imagen
Esta sencilla comparación ilustra el sen- se ha hecho “popular”.
tido que tienen las imágenes en relación con ❍ Al hablar de “sincretismo religioso” o
la religiosidad popular latinoamericana. Las “sincretismo cristiano” no deseamos
páginas que siguen tratan de aportar ele- emitir un juicio de valor condenatorio
mentos para demostrar un poco esta tesis. sobre el mismo, sino tan sólo constatar
Por razones de claridad nos parece con- un fenómeno común entre los católicos
veniente puntualizar de entrada algunos de América Latina. Es un modo históri-
8 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

co de aproximarse al tema, sin asumir paso a veces, hacemos referencias o alu-


una postura esencialista. dimos a ellos.
Tomamos nota de este hecho muy co-
Hay muchos estudios sobre esos temas,
rriente, y que desborda las intenciones o
nuestro interés tiene que ver con las moda-
deseos pastorales de las autoridades reli-
lidades de recepción de la imagen sagrada y
giosas. Sin embargo, como veremos, es
sus usos. Por este motivo relatamos también
preciso también someter el sincretismo
algunas experiencias personales vividas en
a juicios de discernimiento crítico, como
varias zonas del continente.
suele hacerse en la pastoral cristiana y
Percibimos mucha fragmentación en el
católica en particular.
modo de creer, de sentir y de vivir la expe-
❍ Al referirnos a las “imágenes sagradas y
riencia religiosa. Ella puede vivirse a través
religiosas” pensamos en aquellas que es-
tán expuestas en los templos, santuarios, de grandes sueños, de apacible integración
capillas, lugares de culto, colegios, hos- al sistema eclesial o en rebeldía contra él;
pitales y otros lugares públicos (plazas, hay quienes (los menos) tienen místicas ele-
caminos, aldeas...); pero aludimos tam- vaciones espirituales, y otros (cada vez más)
bién a aquellas imágenes que los fieles y les toca luchar en medio de continuas tor-
creyentes poseen, compran y usan para mentas de fe y de dudas interiores.
sus devociones o creencias personales o En cualquier caso, esos estados del alma,
grupales. A veces nos referiremos a “las se reflejan en el modo como los creyentes se
obras de arte religioso” debido al carác- relacionan con las imágenes, las actitudes
ter y el “status artístico” que tienen mu- que asumen al venerarlas y usarlas. Suele to-
chas de ellas. marse como válida la frase: “Dime qué imá-
❍ La bibliografía al final de cada capítulo genes tienes y te diré cuál es tu fe.” Pero es-
suple el trabajo de tener que repetir lo to no es completamente exacto, porque la
que ya otros han investigado o dicho. imagen no abarca la totalidad de la respues-
Las citas, en este sentido, no debieran ta de fe religiosa, tan rica en inusitadas ma-
constituir un estorbo para la lectura, si- nifestaciones y experiencias. Y sin embargo
no indicar solamente que nuestras afir- las imágenes están ahí, impregnadas de sen-
maciones, a veces muy concisas, han si- timientos ocultos que las convierten, al mis-
do objeto de investigaciones anteriores, mo tiempo, en un manantial de incesantes
aunque somos conscientes de que varios vivencias de fe cristiana, o bien de fantasías
temas plantean interrogantes y están religiosas patológicas. Ellas son como un
abiertos a ulteriores estudios. verano que invita a tomar sol...excepto
❍ Por último advertimos que el propósito cuando el cielo se cubre de oscuros nuba-
de este breve estudio es pastoral y educa- rrones y cae la tormenta.
tivo, en consecuencia hemos dejado de
Victorino Zecchetto sdb.
lado los análisis semióticos, psicoanalíti-
Buenos Aires, 1998
cos y estéticos de las imágenes, si bien de
I.- Rasgos de la religiosidad en América Latina

1.– EL SINCRETISMO RELIGIOSO DEL del bienestar intramundano. Pero es una


CRISTIANISMO LATINOAMERICANO religión que se afirma en la trascendencia,
no en un agregado de supersticiones y
L agenes
comprensión del sentido de las imá-
religiosas debemos ubicarla en
magia.”2
Está demostrado que el actual cristia-
el contexto de la religiosidad popular del nismo popular de América Latina, aun
los pueblos latinoamericanos. La noción manteniendo el núcleo esencial de la fe
de religiosidad popular suele ser descripti- cristiana, es fruto de un proceso sincrético
va y no esencialista. En la reflexión pasto- desarrollado a lo largo de su historia y que
ral y en los documentos del Magisterio tuvo inicio con la conquista y coloniza-
eclesial se utiliza para dar cuenta de ese fe- ción del continente en el siglo XVI. Se tra-
nómeno religioso en nuestro medio. Es ta de un proceso religioso evolutivo y di-
aceptable la descripción que da el pastora- námico que continúa hasta el presente con
lista J.L. Idígoras: “Entendemos por reli- el aporte de nuevas expresiones culturales
giosidad popular la religión tal como la vi- modernas. Esta tesis la sostienen pacífica-
ve el pueblo en forma espontánea y varia- mente etnólogos, historiadores, investiga-
ble, ligada a ritos y costumbres, a fiestas y dores de sociología religiosa y estudiosos
folklore, como una parte de la cultura tra- de pastoral cristiana. Conviene, sin em-
dicional. En nuestros países esta religiosi- bargo, aclarar mejor el significado del sin-
dad popular es cristiana, aun cuando se cretismo.
trate de un cristianismo popularizado y La antropología define el sincretismo
sincrético, en el que entran viejos residuos como la amalgama o mezcla de ideas,
ancentrales y elementos culturales diver- creencias o prácticas religiosas provenien-
sos.”1 tes de culturas diferentes. Esta mezcla
Hay que agregar que este cristianismo puede darse con mayor o menor profun-
popular es, en su núcleo central, un pathos didad, en diferentes niveles de creencias, o
cultural del pueblo latinoamericano. bien como síntesis parciales de los siste-
Coincidimos con la opinión que expresa mas religiosos. Hay quienes prefieren ha-
que la religión popular “nos habla de una blar de “trenzado de religiones”, de “reli-
religión de la vida, antes que de una reli- giosidad polireligiosa”, de “intereligiosi-
gión de la ética o de la razón. Una religión dad”, para referirse a los sistemas religio-
del rito y del mito, de los sueños y de la sos sincréticos de numerosas comunida-
sensibilidad, del cuerpo y de la búsqueda des latinoamericanas.3
10 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

En el plano pastoral cristiano interesa podemos admitir que toda práctica del
conocer también qué dirección toma un cristianismo es sincrética ya que la conver-
sincretismo religioso, ya que no resulta sión al evangelio (que es un proceso de
funcional asumir el concepto amplio e in- cambio cultural) no acaba sino con la
determinado de la antropología cultural. muerte.”
En efecto, para la práctica educativa y reli- Por otro lado, la teología distingue en-
giosa, interesa conocer y discernir los uni- tre el sincretismo propiamente dicho, en
versos simbólicos y las formas de las expe- el que permanecen relativamente intactos
riencias sincréticas, ya que es en ese terre- los elementos de la otra religión y los del
no donde le toca también actuar a la pas- cristianismo, por un lado, y por otro lado
toral. la síntesis más propiamente llamada sim-
L. Jolicoeur (1996), afirma que el con- biosis, en la que los elementos de la reli-
cepto cultural de sincretismo, al ser neutro gión ajena al cristianismo han sufrido un
y general, no causa problema a la pastoral. cambio por influencia del cristianismo, y
No estoy seguro si de veras esto es así, to- los elementos del cristianismo han sido
da vez que una situación histórica reclama enriquecidos por una expresión y vivencia
ser interpretada también antropológica- cultural local, resultando de allí una nueva
mente. De todos modos me parece correc- criatura, o sea una tercera realidad. Esto es
to lo que dice Jolicoeur cuando afirma que propiamente la inculturación: un cristia-
no debe olvidarse el concepto teológico de nismo auténtico y a la vez cultural y lo-
sincretismo, sobre todo en el campo pas- cal.”4
toral: Es obvio que el cristianismo tiene nu-
“En teología el concepto de sincretismo es merosas expresiones sincréticas, no sólo
mucho más restringido y más preciso. Se en sus manifestaciones estructurales o ri-
refiere solamente a una combinación de tuales, sino también en sus contenidos
creencias y prácticas que son teológica- dogmáticos. No hay que pensar que “la
mente incompatibles entre sí, o sea creen- verdad cristiana” existe en forma pura.
cias y prácticas incompatibles con el men- Ella se expresa obligatoriamente con cate-
saje cristiano, y considera que se trata real- gorías humanas, asumiendo lenguajes y
mente de sincretismo sólo cuando se da en formas de pensamiento correlativo a algu-
un proceso acabado o terminal. Teológica- na cultura. Creer que es posible transmitir
mente, el sincretismo como producto aca-
“una verdad en sí”, equivale a suponer que
bado, cuando se da y si es que se da, es ina-
se puede entregar contenidos sin “conte-
ceptable por ser una forma de cristiano-
paganismo. Pero, en cuanto que significa nedores”. No hace falta detenerse más en
una etapa en un proceso inacabado y no este punto. En cambio, es preciso prestar
terminal, el sincretismo es algo inevitable, atención a las significaciones profundas
porque refleja leyes psicológicas relaciona- que se derivan de un fenómeno de sincre-
das con el cambio cultural. En este sentido, tismo religioso. El cristianismo propone
IMÁGENES EN ACCIÓN / 11

significados orientadores de la existencia A lo largo de los siglos, el criterio fun-


humana, y para ello dialoga con las cultu- damental que ha tenido la Iglesia para
ras, pero no sólo desde la perspectiva de zanjar el problema, se ha definido en rela-
éstas, sino también desde los aconteci- ción con lo que ella sostuvo ser “la doctri-
mientos fundadores de la propia fe. Hay na” o el “depósito intangible de la fe”. De
un conjunto de “hechos” que definen tam- hecho no se prestó mucha atención para
bién la naturaleza de la fe cristiana, y que discernir si esa doctrina de la fe es real-
tienen una implicancia en la forma de ex- mente tal, o si, por el contrario, se trata de
plicitar la propia identidad. Podemos afir- una forma también cultural de expresarla.
mar que cualquier forma sincrética de Hubo poco diálogo abierto y sin prejui-
cristianismo es soportable en la medida en cios con la realidad y las ciencias antropo-
que no provoque un cambio radical de las lógicas.6
significaciones fundamentales del Evange- En la historia del cristianismo casi
lio, y que se refieren al papel de Jesucristo nunca se ha verificado una “incultura-
en la historia humana, a su visión de la ción” de la fe en igualdad de condiciones.
persona y al sentido de su mensaje para el En general, los misioneros cristianos ha si-
destino de la humanidad. En consecuen- do gente perteneciente a medios cultura-
cia, aún aceptando la necesidad y/o bene- les “más fuertes”; ellos han transmitido la
ficios de algún tipo de sincretismo para la fe con mucha abnegación y espíritu de
fe cristiana, ésta siempre pondrá límites a servicio, pero al mismo tiempo haciendo
las creencias o vivencias religiosas que valer el poderío de la propia cultura. El ca-
considera incompatibles con los requeri- so más vistoso entre nosotros se ha dado
mientos esenciales del evangelio. Realizar con la evangelización del continente ame-
mayores precisiones sobre este punto es ricano, donde la transmisión de la fe estu-
papel de la hermenéutica teológica, cate- vo acompañada de una brutal violación
quística y pastoral.5 cultural. No sólo a causa de los intereses
El cristianismo sostiene, además, que el económicos y políticos que enmarcaron la
núcleo de su mensaje es transcultural, en dominación colonial, sino porque la teo-
el sentido de que cualquier grupo humano logía y el derecho que manejaban los eu-
lo puede asumir sin por ello experimentar ropeos carecían de un pensamiento libe-
la ruptura alienante del propio ser, aun- rador que reconociera los valores de las
que a veces el evangelio pida que se renun- culturas nativas y no sólo de las personas
cie a ciertos parámetros culturales. ¿Cuál en sí. La fe cristiana se identificó con las
es la justa medida para efectuar una “in- formas culturales europeas y nadie pensó
culturación” del evangelio que sea libera- que podría ser distinto. En la actualidad,
dor para los individuos y los grupos? Este aunque las investigaciones teóricas han
es un debate práctico casi infinito, y el lu- adelantado enormemente en el campo de
gar de todas las disputas en el momento la teología y de la antropología, sin embar-
de concretizar las opciones pastorales. go, la práctica es muy indecisa cuando se
12 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

trata de revisar posturas pastorales obso- sas que se usan en el ambiente latinoame-
letas y de dudosa “ortodoxia”. Basta obser- ricano.
var los miedos oficiales en relación con los
anticonceptivos, la negación a que las mu- 2.–LA RELIGIOSIDAD INDÍGENA Y
jeres asuman roles directivos en la Iglesia, AFROAMERICANA
la organización monárquica de la autori-
dad, etc. Nos referimos a los creyentes cristianos
Hoy tenemos mejores instrumentos de indígenas campesinos, cuya mayoría se
discernimiento, y podrían usarse con más profesa católica, y a los descendientes de
audacia evangélica.7 raza negra traídos a América, que mantie-
En síntesis, la expresión “sincretismo nen una vivencia religiosa influenciada
religioso” la utilizamos sin connotaciones por prácticas tradicionales, muchas veces
peyorativas. En un primer momento sirve heredadas del tiempo colonial. En estos
para destacar en el cristianismo popular, grupos tienen gran importancia, desde la
la presencia de elementos religiosos diver- vertiente cristiana, los ritos sagrados, las
sos, fruto dinámico de elaboraciones y devociones, las fiestas religiosas, las proce-
mezclas de fe cristiana, con creencias, ritos siones, las promesas a Dios, a la Virgen o a
y tradiciones religiosas precolombinas, los santos. Las imágenes sagradas juegan
africanas y, en la actualidad, con nuevas un rol importante entre los creyentes de
ideas, creencias y expresiones religiosas o este modelo religioso tradicional. Además
culturales modernas. abarca un gran número de cristianos del
Después, cuando nos refiramos a la continente.
práctica pastoral con las imágenes, volve- Conviene, entonces, analizar breve-
remos a tomar en cuenta el fenómeno sin- mente esta forma de religiosidad en pers-
crético, pero con criticidad, tratando de pectiva histórica.
discernir los elementos válidos para la
persona humana, de los que –nos parece– a) Evangelización y
obstruyen el camino del crecimiento y del religiones autóctonas
desarrollo de la fe más auténtica. En los siglos de la conquista y coloni-
A continuación vamos a referirnos a zación de América por parte de España y
algunas expresiones del cristianismo cató- Portugal, las religiones originales de los
lico, que constituye la mayoría de la pobla- indígenas americanos, sufrieron el violen-
ción latinoamericana. Asumimos una cla- to impacto de un cristianismo que, casi
sificación de “modelos religiosos católi- siempre fue impuesto por la fuerza. La
cos” que circula entre estudiosos de pasto- predicación de la fe y la enseñanza de las
ral y que resulta cómoda para nuestro prácticas cristianas hecha en forma com-
propósito, de modo especial en vista al pa- pulsiva, fue recibida por los indígenas “a
pel que desempeñan las imágenes religio- su manera”. La mayoría de ellos se sometió
IMÁGENES EN ACCIÓN / 13

(1) (2)
La Pachamama (1) pintura contemporánea del artista argentino Miguel Ángel Biazzi: es la santa ma-
dre tierra que cría y alimenta al pueblo indígena. Con la llegada del cristianismo su figura fue asumida
por María, y así tenemos “La Virgen Pachamama” (2) cuadro del pintor boliviano Manani.

a la religión del blanco por temor y asu- tud de elementos antiguos de las religio-
mió los elementos del cristianismo inte- nes autóctonas que nunca desaparecieron
grándolos a sus sistemas religiosos, pero del todo y que afloran, aún hoy, con ma-
sin renunciar a ellos. De este modo se ini- yor o menor intensidad, según el grado y
ció un largo proceso sincretista que fue profundidad de la evangelización llevada a
transformando el mundo religioso indí- cabo por los misioneros, y que se visibili-
gena. za en ciertas formas de culto, en las devo-
La nueva matriz es ahora la fe y la or- ciones y en las costumbres religiosas. En-
ganización católica, pero con una multi- tre los indígenas andinos, por ejemplo,
14 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Dios maya del maíz (piedras de Tikal-Peten, Guatemala). Uno de los mitos del Popol-Vuh narra: “A con-
tinuación los progenitores entraron en diálogo acerca de la creación y la forma de la primera madre y padre. De maíz
amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamen-
te masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados.” Este mito tiene pun-
tos de contacto con el del Génesis 2.

permanece viva la presencia de la “Pacha- to de Bachué, para fundamentar su espe-


mama”, la Madre Tierra. Ella es la repre- cial veneración por el agua: “La razón es
sentación femenina de Dios, así como “Vi- que del agua salió la diosa Madre de los
racocha” es la mención masculina del ser hombres, y a ella regresó después de haber
supremo Creador de todas las cosas, igual poblado la tierra mediante su exuberante
que el Dios cristiano. La Pachamama se- fecundidad.”8 Los indígenas la consideran
gún un antiguo mito, existe desde el ori- “madre sagrada o intermediaria de Dios,
gen del universo, es la Santa Tierra, la que que alimenta a los hombres.”9
de veras vive, la que cría y alimenta, es ma- Para los pueblos centroamericanos
dre del campesino. (maya-quiché) la Madre (Alom), una de
Los antiguos muiscas del sur de la Sa- las divinidades que hicieron aparecer en la
bana de Bogotá (Colombia) tenían el mi- tierra el maíz, con el cristianismo pasó a
IMÁGENES EN ACCIÓN / 15

En el antiguo panteón tolteca estaba el dios


Quetzalcóalt (“sepiente quetzal”). Era un dios
benévolo y creador de los hombres. A él se le
hacían ritos de fertilidad y era venerado como
el dios del agua y de la vida.
Cuando los aztecas conquistaron México,
este dios dejó lugar a los nuevos dioses, en es-
pecial a Huitzilopochtli. Un conjunto de le-
yendas narra que Quetzalcóalt fue vencido
por el dios Tezcaltlipoca ( dios nocturno) que
lo expulsó de sus tierras. Quetzalcóalt se mar-
chó hasta perderse en el horizonte, pero un día
debía retornar victorioso y reconquistar su
reino. Cuando los españoles llegaron a Te-
nachtitlán, el rey azteca Monctezuma II creía
que se trataba de la vuelta de Quetzalcóal y
por eso los acogió. Pero los conquistadores
arrasaron con el imperio azteca y destruyeron
su panteón religioso. Había ganado el dios ve-
Quetzalcoatl, estatua de basalto. Ciudad de Méjico,
nido de fuera.
Museo Nacional de Antroplogía

ser la Virgen María: “La Virgen salpicó la toras y considerarlos como lugares de en-
Tierra con leche de sus senos y a las gotas cuentros sagrados.11 Los conquistadores
les salieron hojas y raíces, y se convirtieron pensaban que estas creencias eran idola-
en papas... de su collar roto se crean los trías y por lo tanto debían ser extirpadas.
frijoles, y los chiles (akíes) surgen de la El cronista indio y cacique Felipe Huamán
sangre del talón del Padre Sol.”10 Poma de Ayala (Ayacucho, Perú 1550-
Los habitantes andinos practicaban 1615), quien contó acontecimientos pre-
también la devoción y el culto al espíritu senciados por él mismo, dice que cada año
de los cerros (Apus). Esto es comprensible el Virrey de Lima acordaba con el Señor
para gente de mentalidad sagrada que vi- Arzobispo enviar jueces visitadores para
vían entre imponentes montañas y rodea- castigar a los indios idólatras y destruir to-
da de grandes cerros; no podían menos de dos los signos de sus creencias (huacas,
ver encerrados en ellos las misteriosas mallquis), exigiéndoles además confesio-
fuerzas del mundo, las divinidades protec- nes públicas de fe cristiana. “Desde enton-
16 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

El padre dominico D.Durán escribió


“Historia de las Indias de Nueva Espa-
ña”.
En ella se halla este grabado represen-
tando una procesión con ofrendas en
honor del dios azteca Huizlopochtli. Su
culto a menudo era sangriento y con sa-
crificios humanos, que horrorizaron a
los españoles que arrasaron con su es-
plendoroso templo.

ces, por temor, los indios, con sus hechice- coincidente con el solsticio de verano (21
ros, realizan sus ritos, ceremonias e invo- de junio), a partir de la colonización espa-
caciones a escondidas, en lugares aparta- ñola se convirtió en festividad religiosa ca-
dos de los pueblos e (invocaban así a los tólica de San Juan y San Pedro, y coinci-
Apus): dente con la época de las cosechas. Hoy la
“¡Padre Cerro, danos fuerza! ¡Que tu fiesta es religioso-social (con la “Rama de
corazón vuelva, que tu tiempo vuelva! ¡Pa- gallos”, la Diabluma, la gran comida de la
dre cerro, Señor rico, Señor grande !”12 Fiesta etc.), para reforzar la cohesión étni-
Entre los indígenas mayas de México, ca campesina con elementos de resistencia
existe la creencia en Dios creador, llamado a la sociedad blanco mestiza.14
Padre Sol que aparece cada día para ver La creencia en los santos es general en-
cómo van las cosas y luego se va por la no- tre los diversos grupos indígenas y campe-
che, cuando aparece la santa Madre la Lu- sinos de América. Pero cada grupo étnico
na. M. Marzal cita al etnógrafo Vogt asumió la enseñanza católica sobre los
(1973): “bajo la influencia del catolicismo santos mezclándola o modificándola a
español los zinacatecos han llegado a aso- partir de sus mitos sobre el origen del
ciar al Sol con Dios y a la Luna con la Vir- mundo, del hombre y las concepciones re-
gen María”.13 ligiosas de los seres intermediarios. Así,
El culto al sol, muy extendido también ciertos grupos mayas llaman “santos” a
entre los pueblos del imperio incaico su- muchos objetos religiosos que están en sus
frió una transformación con la llegada del iglesias, y también denominan santos a la
catolicismo. En la región de Cayambe Virgen María y a Jesucristo que veneran
(Ecuador) el Intiraymi o Fiesta del Sol que como sepultado.15
se celebraba con esplendor entre los incas,
IMÁGENES EN ACCIÓN / 17

“Según el mito de Santo Entierro, que tierra-sin-mal. La realidad y el significado


es una imagen de Cristo en el sepulcro, el de esta tierra no sólo han sido objeto de
Señor fue apresado por unos demonios en estudios antropológicos sino tema fasci-
Zinacatan y lo amarraron a la cruz, pero nante para sociólogos, historiadores, teó-
cuando los demonios se fueron a comer, él logos y poetas.
se bajó de la cruz y tirando una piedra De este modo, una experiencia indíge-
azul al vacío, creó el cielo azul. Al volver na se vuelve ejemplar y paradigmática pa-
los demonios, lo volvieron a poner en la ra pensar y trabajar una realidad más am-
cruz donde murió por nuestros peca- plia y general cual sería el proyecto –la
dos.”16 utopía– de una sociedad más solidaria y
En el Paraguay, cuna del pueblo guara- humana.” 19
ní, hallamos profundas creencias religio-
sas y experiencias místicas aún antes de la b) La religiosidad afroamericana
llegada del cristianismo. “Los guaraníes
creen en un Dios (nuestro Padre Naman- Las creencias religiosas sincretistas son
du) de quien surgieron todos los demás aún más evidentes entre los negros de
dioses por quienes fueron creados el hom- Brasil, como sucede en las comunidades
bre y la naturaleza.”17 Es interesante notar “candomblé” en el Estado de Bahía. Re-
cómo el pueblo guaraní tuvo siempre un cordemos que los esclavos traídos de Afri-
aprecio y un culto sumo por “la palabra” a ca sufrieron una despiadada explotación.
través de la cual expresó sus mitos y expe- La religión que enseñaban los misioneros
riencias propias. Un estudioso observa: “Si no tuvo un arraigo profundo, sea por evi-
los Guaraní se manifiestan como místicos dentes razones situacionales (el cristianis-
y teólogos, no es consecuencia de influen- mo era la religión de sus crueles amos),
cias cristianas.” El hombre guaraní tiene sea también por motivos lingüísticos y
“como ideal el ser poseído por la Palabra y culturales. Los negros venían de diversas
ser dicho por ella, en la oración ‘ñembo`é’. regiones de Africa, donde se hablaban len-
¿No será cada guaraní, en el estado actual guas diferentes.
en que lo vemos desenvolverse religiosa- Los misioneros encontraron enormes
mente, una ‘conciencia de divinidad’, ver- dificultades para comunicarse. José Com-
daderos ‘hombres-dioses’?18 Otro aspecto blin, pastoralista y teólogo que ha vivido
importante de la vida religiosa guaraní es muchos años en Brasil llega a decir: “Los
la búsqueda de la ‘tierra sin mal’. “Hoy no negros nunca vieron reconocida su cultu-
se puede hablar de los Guaraní sin hacer ra africana. La Iglesia hasta ahora no hizo
una referencia explícita a su búsqueda de ni siquiera una adaptación a la cultura ne-
la ‘tierra sin mal’. Del Guaraní ha sido am- gra. Esta es simplemente negada.”20 Y
pliamente divulgada la imagen de quien Paulo Suess concluye un estudio sobre la
busca, incansable y proféticamente, esa esclavitud negra en Brasil, afirmando: “La
conciencia histórica eclesial de aquel en-
18 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

tonces estaba de acuerdo, básicamente, A su vez, en Cuba la población afrocu-


con la esclavitud de los negros”.21 bana tiene también creencias sincréticas,
Las comunidades negras por su parte, una mezcla de elementos religiosos africa-
se refugiaron en sus creencias y ritos afri- nos y católicos. Pero aquí lo que se desta-
canos para resistir culturalmente a la ex- ca como distintivo es la figura del “santo”
plotación y al genocidio. cuyo rasgo típico consiste en ser una sim-
En el centro de sus creencias están los biosis entre las deidades africanas y algún
“Orixás”, es decir, los espíritus ancentrales patrono del santoral católico.23
que dirigen la vida, vigilan las acciones de
sus devotos, premian, castigan, protegen, c) Ritos y costumbres religiosas
realizan actividades de verdaderos inter-
mediarios entre los fieles y el Dios supre- Tanto en los grupos indígenas como
mo llamado “Olorún”, ser eterno, Creador entre los negros, se nota además de la va-
del mundo, padre de todos, identificado riedad de creencias, un abundante “sincre-
con el Dios cristiano. Los “orixás” tienen tismo ritual”. Los ritos y costumbres reli-
su equivalente católico en los santos, se giosas de unos y otros, vienen de lejos. Los
identifican con ellos y se yuxtaponen unos conquistadores y misioneros no lograron
con otros. Por ejemplo, “Oxalá” es el Señor extirpar todas las costumbres de las reli-
del Buen fin, el Niño Jesús o Santa Ana; giones autóctonas, especialmente aquellas
“Iemenjà” es la Virgen María de Lourdes o relacionadas con los ritos que marcan los
la Candelaria, “Irako-loko-katende” es San momentos importantes de la vida huma-
Francisco, San Sebastián, San Lorenzo, na, el nacimiento, el matrimonio, la muer-
San Juan, la Virgen de los Navegantes. te. La Iglesia trajo los sacramentos para
“Ifa Orumila” es el Santísimo Sacra- sustituir los ritos que ella consideraba pa-
mento y también San Francisco. “Oxocé” ganos, y de ese modo se realizó otro pro-
(dios de la caza) es San Jorge o el Ángel ceso sincretista. Los indígenas evangeliza-
san Gabriel (que son santos guerreros). La dos aceptaron los nuevos ritos cristianos,
lista es larga, pero estos ejemplos son sufi- pero sin abandonar el significado de los
cientes.22 suyos anteriores. Hasta el día de hoy el
En cambio, netamente “católico” es Sâo bautismo para millones de campesinos la-
Benedito, hermano franciscano humilde y tinoamericanos, no tiene únicamente una
generoso con los pobres. Era un negro na- significación cristiana, sino que indica
cido en Africa, vivió en Italia un tiempo y también, según las regiones, a Dios que
luego fue enviado a Brasil como francisca- rescata el alma del niño de los duendes
no. Encarna la cultura negra y es muy po- que lo quieren dañar, es protección para la
pular. Su fiesta se celebra en los primeros madre, y, no menos importante, es un rito
días de abril. que señala los nuevos lazos sociales que se
establecen mediante el “compadrazgo” y
IMÁGENES EN ACCIÓN / 19

Dos imágenes icónicamente semejantes, pero de procedencia y contenido diferente.


En ambos casos, sin embargo, su dulzura rivaliza con la fuerza terrible de lo sagrado, generalmente
identificado con lo masculino.

La Virgen María con la advocación católica Iemanjá considerada protectora que vive sobre las
Stella Maris (Estrella del mar). A ella se diri- ondas del mar, recibe una devoción similar a la que
gen los creyentes para pedirle resplandor en se tributa a la Virgen María, pero se trata de un ser
la noche y destellos de paz después de las tor- mítico. Cada 2 de febrero sus devotos depositan una
mentas. ofrenda en las playas ( flores, cosméticos...).

que va a marcar profundamente la vida muerto; iba a depositarlo bajo la sombra


parental de las familias.24 de un frondoso árbol para que, durante la
Ciertos ritos en ocasión de enfermedad noche, se le fueran los malos espíritus. Al
o de muerte expresan también una mezcla día siguiente llamó al cura para pedirle
de cristianismo y otras creencias. He visto que hiciese la misa y el funeral.
en una zona indígenas de la sierra ecuato- El rito matrimonial tiene igualmente
riana de la provincia del Cotopaxi, a un formas y significaciones diferentes en mu-
padre de familia que llevaba en brazos, en- chas regiones del continente. Podemos de-
vuelto en una sábana blanca, a su hijito cir que el “matrimonio civil” tiene una
20 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

importancia secundaria al lado de las ce- turas ubican a Dios más en el cosmos y
remonias previas o posteriores al mismo: menos en el trajinar histórico, y también
ceremonias de petición y entrega formal atribuyen a la divinidad tanto la maldad
de la novia, (en ciertos grupos étnicos de como la bondad, el castigo como la bendi-
Venezuela hay un rito de rapto simbólico ción del pobre.”25
de la novia basado en antiguos mitos), Tal vez a causa de estas “desviaciones”
transacciones sociales y económicas entre la Iglesia mira con desconfianza el sincre-
las familias de los futuros esposos, una tismo y lo considera negativo para la fe
etapa de convivencia de la pareja para ma- cristiana. En la última Conferencia Gene-
durar su proceso de estabilidad, y final- ral del Episcopado Latinoamericano reali-
mente, la ceremonia del rito católico que zado en Santo Domingo (República Do-
fija en forma definitiva la vida matrimo- minicana, 1992), se pide a los evangeliza-
nial. dores que a las religiones afroamericanas y
Los campesinos del altiplano de Boli- de los pueblos indígenas les ofrezcan “el
via tienen institucionalizadas etapas o pa- anuncio integral del evangelio, evitando
sos antes del matrimonio formal: el “Tan- cualquier forma de sincretismo religio-
tanaku” consiste en juntarse o vivir en pa- so”.26
reja de manera más o menos libre; el “Sir- Es evidente que más allá de las inten-
wiñakuy” es un acuerdo posterior entre ciones evangelizadoras de la Iglesia, la rea-
familias para que la muchacha sirva al va- lidad concreta no es la de religiones indí-
rón a modo de prueba, y dura más o me- genas o afroamericanas por un lado, y la
nos dos años. Al cabo de ellos se establece religión cristiana por otro, sino que existe
un matrimonio de facto y más estable que la población latinoamericana (con indíge-
a menudo llega hasta el sacramento cris- nas, negros, mestizos, mulatos y blancos)
tiano. que cree y practica el cristianismo de ma-
En todas estas creencias y ritos existe nera sincretista, en mayor o menor grado
una “matriz sagrada” que, en su esencia no según los lugares y los grupos sociales. Es
contradice lo fundamental del dogma dentro de este complejo sistema donde se
cristiano del Dios Creador y Padre que ve- sitúan el sentido y la función comunicati-
la sobre el destino de cada persona y la lla- va de las imágenes religiosas, como señala-
ma a la felicidad mediante la acción de Je- remos más adelante.
sucristo.
Vistas así las cosas, “los sincretismos 3.– EL CRISTIANISMO POPULAR DE LOS
aportan a una mejor captación del Dios POBRES DE LAS CIUDADES
vivo y verdadero, gracias a culturas indoa-
mericanas con fructíferos diez mil y más En América Latina existen los vastos
años y, recién con unos 500 años de sin- conglomerados de creyentes que habitan
cretismo. A la vez, es claro que dichas cul- en las grandes o medianas ciudades, sobre
todo en los populosos barrios pobres don-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 21

Procesión con la imagen de Santa Teresi-


ta en la Fiesta patronal de una parroquia
de barrio.
La religiosidad popular es más que ritos,
costumbres y folclore. Es una visión del
mundo y un modo de enfrentar la preca-
riedad de la vida. La imagen es vivencia-
da como portadora de fuerza sagrada en
beneficio de sus devotos.

de viven millones de ciudadanos que nun- Sin embargo la ciudad atrae. Los que
ca alcanzan a levantar cabeza, afligidos llegan a ella sienten el hechizo de todos los
por carencias crónicas de todo tipo: vi- atractivos del consumo, de la tecnología, y
vienda, trabajo, educación, salud, propias según los casos o la suerte, de nuevas po-
de un sistema económico-social que los sibilidades de estudio, de superación eco-
excluye eternamente del festín del progre- nómica, de contactos humanos más am-
so. Muchos de ellos son emigrantes del plios, de placeres y diversiones urbanas, de
campo o descendientes de ellos. Viven en mayor comunicación a través de los me-
la ciudad, a veces en metrópolis gigantes- dios masivos.
cas con sus reglas de juego basadas en la Estos millones de pobres que viven en
competencia económica despiadada, en las ciudades de nuestro continente, en ge-
situaciones de violencia, en el anonimato, neral son creyentes que adhieren al catoli-
la soledad. cismo o a otras denominaciones cristianas
22 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

y aceptan los puntos centrales del credo En este contexto, acudir a los poderes
cristiano. divinos de Dios, la Virgen o los santos, las
La mayoría también pide algunos sa- ánimas o los espíritus, resulta una com-
cramentos y ritos (Bautismo, Primera co- pensación simbólica que ayuda a vivir.
munión, matrimonio, funerales, misas). “Así, la religiosidad de las masas en la ur-
No suelen ser “practicantes” en el sentido be se transforma en una suerte de estrate-
sociológico del término, y sin embargo se gia simbólica de supervivencia que contri-
mantiene aferrados a ciertas devociones o buye a la reproducción del sentido de la
prácticas religiosas tradicionales. En oca- vida...”29
sión de las grandes fiestas de la Virgen o de Viviendo en ambientes urbanos y en
un Santo patrono, acuden a los santuarios, condiciones muy duras, la gente pobre en-
participan en procesiones, hacen prome- cuentra en la religiosidad cristiana un mo-
sas e intervienen en ceremonias y en va- do de interpretar y de ritualizar los hechos
riados ritos oficiales, en suma, expresan de su vida, percibiendo el sentido global y
una real fe religiosa.27 sagrado de su existencia. Tal vez muchos
Pero es preciso agregar que este cristia- desean también manipular los eventos fa-
nismo (y catolicismo) tan extendido entre miliares para equilibrar los miedos y espe-
los sectores populares urbanos que viven ranzas de cada día. Estos factores explica-
en condiciones de pobreza o de miseria, rían, al menos en parte, la proliferación de
expresa también una forma de defensa es- devociones y cultos espontáneos a Jesu-
piritual. A los pobres les toca subsistir in- cristo, la Virgen y a los santos entre los in-
tegrados (o desintegrados) a una sociedad migrantes de las grandes ciudades. Así por
liberal y capitalista que los rechaza. ejemplo, en la ciudad de Lima (Perú) “la
Buscan en la religión tradicional las aparición de estos cultos ha seguido una
creencias y los ritos indispensables para curva ascendente notable: los cuatro cul-
darle un sentido global a su existencia. tos iniciales de los años 40 llegaron en la
Son las grandes masas pobres que se agol- década del 50 a 16, en la década de los 60
pan en los barrios marginales de las ciuda- a 29, en la década de los 70 a 49 y en lo que
des, que tienen poco nivel de instrucción, va de los 80 (hasta 1986) a 64. Este dina-
son las más explotadas de Latinoamérica y mismo prueba que la organización de cul-
sistemáticamente olvidadas por todos los tos a la cruz y a las imágenes religiosas no
gobiernos.28 es un simple rezago del pasado, sino la res-
A nivel religioso, estos grupos mues- puesta cultural más importante de los in-
tran semejanzas con el de los indígenas o migrantes para satisfacer sus necesidades
afroamericanos, sobre todo si se trata de religiosas en el nuevo hábitat urbano. De
inmigrantes. Ellos viven la incertidumbre los 64 cultos, 19 están dirigidos a una
cotidiana del trabajo, de la subalimenta- cruz, 6 a una advocación de Cristo, 17 a
ción, de carencias de toda clase. una de la Virgen y los 22 restantes a algún
IMÁGENES EN ACCIÓN / 23

Grupo de danzantes bolivianos ante la imagen de la Virgen María en un popular barrio de Buenos Ai-
res (1993). Estos inmigrantes conservan sus ritos y costumbres religiosas no sólo como expresión de fe
cristiana, sino también porque son un elemento de cohesión y de identidad para una comunidad que, le-
jos de su tierra siente la precariedad y el aislamiento en la gran metrópoli.

santo. Es notable la importancia de la cruz Como ya señalamos, un elevado nú-


como símbolo de culto religioso entre los mero de habitantes que pueblan los ba-
inmigrantes. Esto se explica no sólo por el rrios pobres de muchas ciudades latinoa-
lugar de la cruz en el culto católico, sino mericanas, son de origen campesino.
porque ella es símbolo de ocupación de Conservan aún tradiciones y rasgos reli-
un territorio, tanto en la tradición hispá- giosos rurales.
nica de la conquista como en la tradición En las periferias urbanas y en un con-
eclesial de los concilios limeños, que man- texto donde abundan los estímulos de la
daban poner una cruz sobre los cerros y ciudad, fueron asumiendo valores y ex-
adoratorios prehispánicos.”30 presiones de vida nuevos, transformando
Esta forma de cristianismo es, pues, también poco a poco, la conciencia reli-
también una fuente generadora de lazos giosa, dando origen a un modelo de “cato-
de unión y de solidaridad y, en consecuen- licismo popular” muy difundido en esos
cia, un muro de contención ante las conti- barios. Es una religiosidad que comparte
nuas amenazas de inestabilidad e incerti- ancentrales creencias y ritos católicos, a
dumbre de los pobres. los que se han incorporado algunos ele-
mentos híbridos del ambiente de ciudad.
24 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Es a esta gran masa urbana a la que tradicional” abarca diversos perfiles. Aquí
alude especialmente, la teología pastoral deseamos referirnos a dos de ellos que
latinoamericana, cuando habla de “pueblo consideramos los más representativos.
pobre y creyente”, asignándole además
❍ En primer lugar están los “católicos
cierta identidad colectiva a ese conjunto
tradicionales devotos”. Son aquellos cris-
católico. Identidad que entraña la consti-
tianos practicantes que asisten regular-
tución de un “corpus” de expresiones sim-
mente a la misa, reciben los sacramentos y,
bólico-cristianas, entre las que está la de-
a ritmo diverso, participan de la vida de
voción a Jesucristo, a la Virgen María, a los
las parroquias. En general, acatan sin
santos, y la veneración de sus correspon-
cuestionar la doctrina y las normas oficia-
dientes imágenes.
les de la Iglesia, viven sumisos a los sacer-
Las numerosas investigaciones socio-
dotes y guían su vida de acuerdo a una fe
religiosas realizadas en varios países del
sencilla y llana, expresada en categorías
continente, incluyen este dato devocional,
tradicionales (antes del Concilio), sin
como elemento de autoidentificación reli-
preocuparse por amoldarse (¿pueden ha-
giosa, y como rasgo que se asocia a la afir-
cerlo?) a las renovaciones traídas por el
mación de la fe católica. Es impensable,
Concilio Vaticano II. No se apartan de las
entonces, el “catolicismo popular”, sin la
devociones heredadas: la Virgen, Sagrado
fórmula estructurante de esta “creencia
Corazón, visitas a santuarios y otras devo-
colectiva” y su repertorio de santuarios,
ciones particulares. Su sentido de perte-
imágenes, promesas, devociones, y fiestas
nencia eclesial está anclado en las iglesias
patronales, “el ritual popular es expresivo,
o lugares de culto favoritos. Digamos que
emotivo, icónico y festivo”.31
este grupo refleja la religiosidad popular
tradicional, en el sentido positivo del tér-
4.– LA RELIGIOSIDAD DE LA CLASE MEDIA mino. Es gente sencilla y buena, que aca-
URBANA para la mayor porción de tiempo de los
Los creyentes de las diversas clases me- sacerdotes de las parroquias urbanas, los
dias de América Latina, no forman un cuales deben dedicar su trabajo, sobre to-
grupo homogéneo y uniforme. Una tipo- do, para atender a los pedidos de los sacra-
logía aproximada, no demasiado arbitra- mentos y otros servicios cultuales. De esta
ria porque tiene el peso contundente de la porción de católicos de clase media suelen
experiencia diaria en nuestros países, po- provenir los miembros de los “grupos
dría ser la siguiente: apostólicos” tradicionales: Acción Católi-
ca, Legión de María, las vicentinas, y otras
asociaciones parroquiales.
a) Los católicos tradicionales
❍ En segundo lugar están los católicos
Tomamos con flexibilidad esta termi- que denominaremos “tradicionales ideo-
nología, ya que el llamado “catolicismo lógicos”. Conforman este grupo algunos
IMÁGENES EN ACCIÓN / 25

sectores de clase media alta y la “clase rica”. gica, y aspiran a que la Iglesia y los cristia-
El nombre de “tradicionales ideológicos” nos sean capaces de entablar un diálogo
es el apropiado para indicar a aquellos sincero y sin prejuicios con el mundo y la
creyentes que utilizan la religión en clave cultura. Tienen inquietudes formativas y
ideológica, es decir, para enmascarar inte- participan en grupos de reflexión bíblica y
reses económicos y sociales. Se caracteri- doctrinal, como asimismo en tareas apos-
zan por ser políticamente conservadores y tólicas y pastorales donde se exprese una
de derecha, de mentalidad poco democrá- Iglesia dialógica y más democrática.
tica, muy complacientes con los gobiernos En general conforman el ala política y
de política neoliberal que los protegen; y socialmente abierta y de avanzada de la
también apoyen, cuando ven peligrar sus Iglesia, algunos son militantes activos en
intereses, a los golpes militares, como lo partidos políticos que trabajan para una
hicieron en Chile, Argentina, Brasil, Cen- mayor concreción práctica de la “doctrina
tro América.... Son muy críticos con la Je- social de la Iglesia”. Otros participan acti-
rarquía de la Iglesia cuando ésta les cues- vamente en agrupaciones civiles de Dere-
tiona sus ambiciones y pone de relieve las chos Humanos, o en asociaciones análo-
injusticias sociales que provoca el “capita- gas en las que buscan espacios políticos
lismo salvaje”. En el fondo, piden a la Igle- para ampliar y proyectar socialmente su fe
sia que sea muy conservadora en materia cristiana. Estos grupo de creyentes católi-
social, y muy progresista en asuntos de éti- cos son críticos frente a ciertas posturas de
ca privada (sexo, matrimonio...). Este sec- la jerarquía eclesiástica, especialmente
tor, además del prestigio que le otorga el cuando ésta se retrae y esquiva los com-
poder económico, se siente seguro en sus promisos sociales en apoyo de las clases
convicciones religiosas, porque están ava- más pobres. En las dos últimas décadas del
lados ideológicamente por grupos de reli- siglo XX no pocos de estos laicos se han
giosos de neto corte conservador, tales co- sentido decepcionados por la marcada in-
mo el “Opus Dei” y “Los Legionarios de volución eclesial ocurrida en América La-
Cristo”, entre otros.32 En este medio la tina, y por el avance y el espacio que le ha
manipulación de ciertas imágenes sagra- otorgado el Vaticano a la corriente eclesial
das es realmente impresionante. opuesta al Concilio.
Dentro de la Iglesia y en los niveles de
b) Los católicos progresistas mando han llegado a dominar los grupos
políticamente más conservadores que lo-
Denominamos así al grupo, relativa- graron asentarles duros golpes a la “teolo-
mente restringido, de creyentes que están gía de la liberación” y a todo el movimien-
comprometidos con la línea de renova- to laical que se inspiraba en ella. Numero-
ción eclesial de acuerdo a los caminos sos teólogos fueron prácticamente pros-
abiertos por el Concilio Vaticano II. Sue- critos de la comunidad eclesial, se clausu-
len tener una aceptable formación teoló-
26 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

raron revistas y centros de reflexión. En tólicos y sectores universitarios. Pero se ha


medio de este triste cuadro muchos “cató- estudiado poco la realidad religiosa de los
licos progresistas” se han retirado o aban- barrios. La información recogida proviene
donaron la Iglesia. Otros continúan en la especialmente de experiencias directas de
brecha, luchando y esperando otro tiempo gente que viven en zonas populares: curas
del Espíritu, y como dijo un teólogo mi- párrocos, agentes de pastoral, dirigentes
rando el panorama después de 25 años de de sindicatos, agrupaciones de mujeres,
teología de la liberación: “Por eso hoy, comunicadores populares, asistentes so-
veinticinco años después, me atrevo a ciales.34
concluir: creo en Dios y he querido dedi- Un dato frecuente que emerge de mu-
car toda mi vida a su causa y a la que Jesús chos de esos testimonios es que en la “reli-
llamaba su reinado. Pero, si en estos mo- giosidad popular urbana”, convergen tres
mentos, se me convenciera de que el rei- tipo de creencias: las cristianas, las de an-
nado de Dios no tiene nada que decir so- tiguas tradiciones autóctonas y las nuevas
bre la situación de miseria creciente y el ideas o creencias que aparecen en las ciu-
sistema demoníaco de este mundo, por- dades y que circulan sobre todo a través de
que sus leyes son autónomas y éticamente los medios de comunicación social y de la
neutras; y que Dios sólo tiene que ver con acción de los grupos.
una experiencia entre intimista, estética y ¿Qué perfiles asume este tipo de cris-
metafísica, de paz o de silencio, y no tiene tianismo popular urbano?
nada que ver con el afán por cambiar la si- En las ciudades la gente es casi toda
tuación descrita, entonces creo que ten- “católica” (nos referimos sólo a la estadís-
dría que dejar mi fe en ese dios por solida- tica de bautizados, o sea a la “mayoría de
ridad con mis hermanos sufrientes. Como la población”). Esta masa de creyentes, en
San Pablo deseó ser anatema por sus her- general se mantiene adherida a la Iglesia y
manos.”33 llevan a cabo las prácticas religiosas con-
Este esquema en tres grupos, según los cernientes a los momentos del nacimiento
casos, debe ser matizado, porque en la (el bautismo es pedido por la mayoría de
práctica viva de la sociedad confluyen la gente), el matrimonio (casarse en la
además otros movimientos subculturales iglesia otorga cierto carácter de estabilidad
de inspiración religiosa y católica. Por y firmeza a la pareja), y la muerte (se pide
ejemplo, cabe preguntarse: ¿cuál es la reli- el funeral cristiano, misas por difuntos,
giosidad “cristiana” de todo el mundo ju- responsos en los cementerios). Puede apli-
venil urbano, sobre todo obrero y estu- carse a este contexto lo que registró la
diantil? En América Latinas no hay estu- Conferencia de Santo Domingo: “La reli-
dios empíricos abundantes sobre este te- giosidad popular es una expresión privile-
ma. Se han hecho algunas investigaciones giada de la inculturación de la fe. No se
religiosas sobre la juventud de colegios ca- trata sólo de expresiones religiosas sino
IMÁGENES EN ACCIÓN / 27

En nuestras sociedades “pluralistas y li-


bres”, algunas denominaciones cristianas
fundamentalistas de proveniencia nor-
teamericana, colocan grandes carteles en
sitios estratégicos de muchas ciudades de
América Latina. Sus mensajes apocalíp-
ticos vienen acompañados de imágenes
de estética “verista” y tradicional. No son
“imágenes religiosas”, sino más bien “fi-
guras publicitarias religiosas”. Llama la
atención que hoy el discurso apocalíptico
nos llegue de grupos religiosos imperia-
les, que atribuyen los males que sufren
los pobres a fuerzas malignas ajenas a la
voracidad del imperio y del libre merca-
do transnacional.

también de valores, criterios, conductas y plosión en América Latina a partir de la


actitudes que nacen del dogma católico y mitad de la década de 1980 y parece un fe-
constituyen la sabiduría de nuestro pue- nómeno que va declinando, por lo cual al-
blo.”35 gunos sociólogos lo califican de “moda
cultural” destinada a pasar una vez que
5.– LA ONDA DE LA NUEVA ERA aparezca otra.
El movimiento “Nueva era” (New age)
Otro aspecto del sincretismo religioso es de carácter esotérico-astrológico y tuvo
moderno está relacionado con el fenóme- inicio hacia los años 60’ en California y de
no de la “Nueva Era”, que se ha desarrolla- ahí se extendió por todo el mundo occi-
da y difundido en los medios urbanos en- dental. A lo largo de estas décadas su de-
tre la clase media y también en el mundo pósito ideológico se enriqueció con una
juvenil, sobre todo estudiantil y universi- gran variedad de ideas provenientes de las
tario. La Nueva Era tuvo su afiebrada ex- más diversas fuentes.
28 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

En primer lugar la “Nueva era”, como Esto enlaza perfectamente con las en-
su nombre lo indica, se refiere a la “era del señanzas orientales (tao, zen, tantra, kar-
acuario” que ahora estamos iniciando. Es- ma...) según las cuales el hombre puede
tos son los años claves de un cambio de entrar en una dimensión trascendente si
paradigma según el cual la civilización hu- agudiza la percepción de su mundo inte-
mana y los individuos van transformando rior, si capta el espíritu del universo, si lo-
sus conciencias en dirección a una era de gra transformar su conciencia para parti-
paz y armonía; la meta es la integración de cipar de la conciencia cósmica. La armo-
la humanidad. Mientras en la era anterior nía entre la forma de vida interior y las ac-
(piscis), dominaba el machismo, la violen- tividades externas puede lograrse perfec-
cia y la religión cristiana, ahora con la tamente cuando la persona realiza la expe-
edad del acuario, nos encaminamos hacia riencia de la “inmersión”, para que su yo,
un mundo dulce, ecológico, femenino y acoplado con el principio de la vida, al-
con un nuevo espíritu religioso, sin dog- cance la sabiduría inconsciente, una ilu-
mas e imposiciones morales.36 minación no conceptual, sino intuitiva.
La “Nueva era” no tiene personajes Dentro de este campo de transforma-
fundadores, sino que asume distintas en- ción personal, la música juega un papel
señanzas de algunos pensadores, sabios y importante. Ella es un catalizador para un
científicos cuyos postulados han dado ins- proceso de vivencias espirituales nuevas.
piración al movimiento. Por eso la doctri- La “música cósmica”, la música de la “new
na de la “new age” recoge ideas de la cien- age”, procura hechizarnos y colocarnos en
cia astrofísica, de la psicología, de la filoso- continuidad con las ondas y la energía que
fía humanista, de la teosofía y sobre todo vibran en el espacio. Igualmente la expe-
de la mística-esotérica del Oriente. riencia religiosa halla en la música y el
Algunos científicos de astrofísica acari- canto momentos de calidad mística, un
cian el espíritu de la “Nueva era”. Según al- potencial de comunicación con el ser uni-
gunos (por ejemplo Fritjol Capra) el cos- versal, de oración y de contacto con
mos y el espacio son fuentes inagotables Dios.37
de energía que como una luz radiante nos Testimonio de esto son ciertas escenas
invade con sus ondas benéficas para ha- de culto cristiano (protestante o católico),
cernos participar de la dulce danza cósmi- donde se ven a grupos carismáticos “casi
ca de donde ha de surgir una nueva hu- en trance”, al compás de instrumentos y
manidad más unida y feliz. canciones cautivadoras, con fuerte carga
Los principios de la psicología de Karl emotiva.
Jung y Abraham Maslow, según la “new A nivel estético y artístico la Nueva Era
age”, ayudan para que los sueños y aspira- recibe el influjo del arte oriental indio, ba-
ciones de la gente se cristalicen en una vi- sado en el continuo retorno del movi-
da de sosiego y armonía interior. miento creador inmanente de la naturale-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 29

La simbología de la Nueva Era asume también imágenes cristianas, sea como adorno del vestuario pa-
ra la moda y el consumo, o bien como objetos de autoayuda, sin referencia a ninguna Iglesia.

za. Por eso, la imagen artística es un acto ser....Dios es la matriz organizante, que
comunicativo que de por sí no tiene un fin podemos experimentar, pero no describir;
práctico, pero permite realizar la sustan- experimentar como aquellos que anima la
cial función de lograr un singular estado materia.”38
de beatitud, de conocimiento intuitivo de En resumen, para la “nueva era” la ex-
la belleza, de placer estético. periencia religiosa se ubica en el espectro
La experiencia religiosa ocupa un lugar total de las realidades del mundo, donde
importante en la “nueva era”. Ella valoriza también nosotros nos hallamos partici-
de modo especial las expresiones orienta- pando de la vida de Dios.
les y esotéricas, todo aquello que ayuda al “La sociedad cuyo valor cardinal es la fe-
individuo a unirse al ser, a la naturaleza, licidad de masa, es arrastrada ineluctable-
con el fin de obtener la armonía y unidad mente a producir y consumir a gran escala
globales. En medio de esas vivencias “Dios signos adaptados a ese nuevo ethos, es decir
es experimentado como un fluido, como mensajes alegres, felices, aptos para propor-
una totalidad, como un caleidoscopio in- cionar en cualquier momento y para la ma-
finito de la vida y de la muerte, como la yoría una prima de satisfacción directa.”39
causa última, como el fundamento del
30 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Un teólogo católico observa: “Un con- preocupan de la cábala mística, de las téc-
cepto holográfico de la conciencia (y cier- nicas de proyección astral, de la polaridad
tamente un concepto holográfico de todo armoniosa del yin y el yang, de la alquimia
el universo) es tal vez en lo que más puede para la autotransformación, de la limpieza
acercarse la física a la mística, sin que nin- de la propia aura (emanación espiritual)
guna de las dos pierda su identidad.”40 mediante las irradiaciones de los chakras
Entre los jóvenes encontré frecuente- (fuentes de luz), o del equilibrio y bienes-
mente un gran aprecio por esta nueva es- tar por medio de la gran pirámide o la ex-
piritualidad, apta para todo el mundo, por periencia mística del Tantra. Es una verda-
encima de la diversidad de religiones, las dera pasarela o vidriera espiritual, donde
cuales, en vez de unir, a menudo dividen a cada cual elige lo que mejor le gusta y le
los hombres. “La new age” es una espiri- calza... lo importante es sentirse bien con
tualidad que pretende ser universal, para uno mismo y en armonía con la sociedad
ayudar a la autorealización de cada perso- y el mundo.
na, dándole armonía a la vida tensa que Es abundantísima la literatura sobre
tenemos en la sociedad actual. Se trata de estos aspectos de la “nueva era”. La idea
una experiencia religiosa global, de uni- que sus fautores repiten constantemente
dad con lo divino de la creación y con to- es que muchas de las técnicas o caminos
do lo positivo que hay en el mundo y en la sugeridos, son “caminos cristianos”, que
gente. denominan con el término “cristianismo
Es una espiritualidad que gusta en la esotérico”.
cultura urbana actual, por su estilo senci- Los mensajes de la “nueva era” forman
llo y claro, porque es ecológica y es opti- parte de una mentalidad muy difundida,
mista respecto al futuro del mundo; ade- un modo de pensar y de ser, ampliamente
más sostiene una imagen de Dios fluida, aceptado. ¿Cómo juzgar críticamente este
no dogmática. Piensa a Dios como el espí- fenómeno del punto de vista teológico y
ritu del cosmos, como la energía transfor- pastoral? Hay teólogos que ven el sentido
madora e inmanente al mundo. 41 profundo de este movimiento: “Está
En el flujo de esta gran ola cultural ha- emergiendo el ideal de una sinergia (ac-
llamos expresiones visibles de sincretismo ción común) entre lo divino, lo humano y
sumamente diversificadas unas de otras: lo cósmico que implica una nueva con-
cristianos que consultan los horóscopos, cepción de la realidad. Todo ello explica
la numerología, la quiromancia, la geo- fenómenos como el sincretismo religioso,
mancia, el zodíaco y el mensaje de las es- la crisis de las iglesias tradicionales, la bús-
trellas, el mandala astrológico. O bien acu- queda confusa de la juventud.”42
den a videntes, a espiritistas, usan amule- El principio de unidad de ese ideal se-
tos y talismanes, buscan la curación práni- ría el factor cosmo teándrico. “El principio
ca a través de cristales y piedras; otros se cosmoteándrico podría enunciarse así: lo
IMÁGENES EN ACCIÓN / 31

La “Nueva Era” es una espiritualidad para la sociedad desacralizada. Es una forma “casi-religiosa” de
ayuda espiritual frente a las angustias de vacío. Su atmósfera subjetivista propicia y sacraliza nuevas
imágenes con poder liberador. El esoterismo ofrece experiencias de autoayuda, y muchos buscan en él
amparo, para alcanzar armonía de sí mismos, y “sentirse bien” ante las tensiones de la vida.

divino, lo humano y lo cósmico son tres tinuidad que existe entre la espiritualidad
dimensiones reales y diferentes que cons- cristiana y la “new age”, aún reconociendo
tituyen la realidad. (...) es la relación entre los aspectos positivos de ésta con su bús-
unidad y triplicidad que expresa la consti- queda de vida interior basada en una ex-
tución última de la realidad. (...) Toda periencia espiritual e incluso mística, sus
existencia real es un único nudo de esta sinceros deseos de fraternidad y paz uni-
triple red. (...) Semejante intuición no es versal, su amor a la naturaleza y a la crea-
alcanzable analíticamente, sino que brota ción. De todos modos uno se interroga so-
de una experiencia mística.” Y dicho autor bre la pérdida de relevancia de fe cristiana
termina afirmando: “Sin duda está emer- en aquellos que van detrás de la “nueva
giendo en todo el planeta una forma nue- era”44
va de conciencia que es eminentemente Más incisivamente un grupo de Obis-
religiosa en el sentido estricto de la pala- pos católicos advierten: “Al margen de una
bra, ya que no se satisface con aspectos multitud de elementos que requieren un
parciales...”43 discernimiento para ver hasta dónde pue-
Creemos que no es posible considerar den ser rescatables, hay en el núcleo con-
la “nueva era” como un fenómeno unifor- ceptual propio de la Nueva Era, una cos-
me, sino muy diversificado. Por eso hay movisión y un concepto de Dios y su obra
que notificar y mostrar también la discon- que son en todo incompatibles con la fe
32 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Uso mágico y esotérico de la imagen.

Puede darse un sincretismo “débil” en el uso de ciertas imágenes religiosas. Pero a veces apare-
cen también expresiones “fuertes” y francamente mágicas, ajenas a toda devoción cristiana.
He aquí un ejemplo de la imagen de san Cayetano, utilizada para un ritual mágico mediante el
cual se espera obtener “dinero y trabajo”. Lo sugiere una revista de esoterismo, y asegura que se
trata de un “rito en el cual depositar la fe”. Debe colocarse en un plato una porción de azufre tri-
turado con dos cucharadas de sal gruesa. Y a continuación el rito sigue así:

Coloque sobre la Rodee la estampa de San


unión de Cayetano con las siete
la sal y el monedas
azufre cuidando de que
resultantre la las mismas
estampilla de queden
San Cayetano dispuestas al
borde del plato

El rito debe realizarse un día miércoles. Posteriormente debe colocar el plato –tal como quedó tras
completar todos los pasos– debajo de la cama. Al octavo día (el jueves de la semana siguiente),
ubique toda la preparación en un frasco de vidrio y tápelo bien. Luego entiérrelo boca abajo en una
maceta y sitúe a la derecha de la puerta de entrada. De esta manera la prosperidad respecto al tra-
bajo y al dinero estarán de su lado.
(Revista Astros - nº 4, sept. 1998, Buenos Aires)

cristiana, por lo tanto inaceptables para término “new age” ha pasado a ser despec-
un fiel católico).”45 tivo.
Un estudioso de este fenómeno, pre- En ciertos casos, ya se ha optado por
senta la Nueva era como un mito en deca- abandonar esa denominación, reempla-
dencia: “El movimiento parece haber en- zando “Nueva Era” por “Vida plena”
trado en acelerada decadencia desde co- (whole life). Estos indicadores parecen au-
mienzo de esta década, por lo menos en torizar a que un estudioso escriba sobre
Estados Unidos. (...) Un sondeo reciente “la caída de la nueva era”. (...)
(1992) realizado por la City University En América Latina, el fenómeno “Nue-
de Nueva York, estimaba en solamente va Era” se siente casi exclusivamente en las
28.000 los adeptos declarados del movi- ciudades. Algunos de los elementos que lo
miento (...). hacen atractivo para el público latinoame-
Los libros de la Nueva Era ya no ocu- ricano “es su exultación del indigenismo,
pan los mejores lugares en las librerías y el de los cultos afrobrasileños y del curande-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 33

rismo folklórico.”46 Los cambios que pue- nal y socio-político. En principio la secu-
da sufrir la sociedad, y que pueden causar larización no es “anti” religiosa, tan sólo
la desaparición de la Nueva Era, no signi- subraya que la conducta personal y la pra-
fica que ella no haya cumplido un rol de xis no dependen del mundo religioso o sa-
satisfacer las necesidades de tanta gente: “ grado.48
Aunque admitamos que la Nueva Era tu- “La Iglesia asume el proceso de secula-
vo el carácter de una moda sostenida por rización en el sentido de una legítima au-
poderosos intereses, su decadencia no im- tonomía de lo secular como justo y desea-
plica que hayan desaparecido las necesida- ble según lo entienden la GS y la EN
des espirituales que le dieron origen... Me- (Cfr.GS 36;EN 55). Sin embargo, el paso a
nos aún podemos desconocer la influencia la civilización urbano industrial, conside-
que ha ejercido sobre la nueva sensibili- rado no en abstracto sino en su real proce-
dad religiosa, y los rastros que dejará en so histórico occidental, viene inspirado
las actitudes religiosas.”47 por la ideología que llamamos ‘secularis-
mo’”.49 El término “secularismo” se ha
6.– RELIGIOSIDAD POPULAR Y impuesto, pues, para indicar los aspectos
SECULARIZACIÓN negativos de la secularización, su oposi-
ción a los valores cristianos y la tendencia
A este punto debemos mencionar el a corroer las actitudes religiosas auténti-
papel importante de la secularización en cas.50
la sociedad moderna, que le da otra confi- ¿Qué suerte corre la religiosidad popu-
guración a la religión y, al parecer, debilita lar en los ambientes modernos seculariza-
el núcleo de la religiosidad popular y sus dos? Un sociólogo de la religión ve así los
expresiones simbólicas. Los efectos de la efectos de la modernidad en la religión la-
secularización se dejan sentir en el ámbito tinoamericana: “Aunque no existe acuerdo
de la vida religiosa en general, especial- en que deba preservarse a la religiosidad
mente en los sectores de las zonas urba- popular como fuente de resistencia a la
nas. modernidad, como afirman algunos, sí
Sería caer en posturas ingenuas no re- existe acuerdo en que su desaparición im-
conocer este fenómeno y pensar que la plica el grave riesgo de pérdida de identi-
modernidad, de la cual la secularización es dad popular, identidad que hay que soste-
parte integrante, no repercute en la esfera ner.
religiosa. La secularización tiene sin duda Así, la modernización, aunque cuestio-
aspectos positivos, porque significa auto- naría formas caducas de dominación, pro-
nomía de la esfera humana y social del duce pérdida de identidad popular en su
ámbito religioso. En consecuencia ella dimensión religiosa.”51 Prácticamente son
ayuda a purificar la sociedad (y la reli- unánimes las quejas de los pastores de la
gión) de las escorias de modelos míticos o Iglesia en contra de la acción deletérea del
sagrados que impiden el desarrollo perso- secularismo sobre la religiosidad popular.
34 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Véase por ejemplo lo que han escrito los a veces, la manera de expresarlos aparezca
Obispos de Guatemala para su país con al- desusual. Son muchas las personas que
to porcentaje de población campesina: “La hacen uso de tales imágenes o creándose
religiosidad popular que ocupa un lugar ambientes visuales en consonancia con
tan grande en la vida religiosa del país, ha sus deseos, inquietudes y búsquedas reli-
sufrido varias influencias en estos últimos giosas. También el arte, la fotografía, el ci-
años. Por una parte esta forma de religio- ne y otras creaciones plásticas presentan
sidad, en algunos ambientes se debilitó “propuestas religiosas nuevas” al público,
por el impacto del secularismo y el mate- pero se trata de producciones artísticas
rialismo superficial y degradante de la so- que, en sí mismas, no tienen una finalidad
ciedad de consumo. fuera de sí mismas. Por eso, a menudo,
Por otra parte en cambio, se ha purifi- esas obras aparecen extrañas a los ojos y a
cado de elementos extraños, transformán- la mente del gran público.
dose así, en una realidad de vital impor- En una galería de arte de Buenos Aires,
tancia para el sostenimiento de la fe...”.52 he visto un cuadro del artista Federico
Sin duda que la secularización y el se- Klemm titulado “Crucifixión” (1993),
cularismo van unidos al fenómeno del ca- donde se ve el pintor reposando sobre el
pitalismo, el cual no simpatiza mucho con regazo de su madre, como la figura de
el respeto a los débiles. En cierto modo el Cristo representada en “La Pietá” de Mi-
secularismo es la ideología de los fuertes guel Angel y todo puesto en un espacio de
de occidente que así justifican su explota- flotación astral. Es una típica obra de arte
ción del Tercer Mundo en nombre de la surrealista que no tiene cabida fuera de un
negación de Dios. Vemos, por ejemplo museo o en una colección privada. No in-
que los atropellos ecológicos de las empre- teresa aquí discutir las posibles interpreta-
sas transnacionales en numerosas zonas ciones religiosas que puede suscitar esa
indígenas de nuestro continente van uni- pintura; sólo deseo afirmar que la fractura
dos también a la destrucción de las etnias. que operó el artista del sistema temático
Es cierto entonces lo que afirma Paulo tradicional (sólo se ve él mismo), hace que
Suess: “El capitalismo es intrínsicamente esa obra no sirva para “una comunidad de
antagónico a la sobrevivencia de los pue- creyentes” que viven en referencia a preci-
blos indígenas.”53 sos contenidos de fe cristiana.
Pudiera pensarse que las imágenes reli- Si en cambio, tomamos una pintura
giosas funcionan mal en este duro contex- campesina de la crucifixión de Jesús, he-
to cultural secularizado. Sin embargo no cha en La Mar (Ayacucho, Perú 1991), de
es así. La simbología religiosa a través de estilo “naïf ”, podemos observar otra pers-
figuras, estatuas o cuadros sigue propo- pectiva, porque allí se potencia al máximo
niendo los interrogantes milenarios y la unidad espacio-temporal y social. Se
siempre actuales, acerca del destino hu- trata de un artista andino que pintó un
mano, del dolor y de la esperanza, aunque Cristo crucificado colocado en el centro
IMÁGENES EN ACCIÓN / 35

El Cristo Negro, “imagen mi-


lagrosa” muy venerada en Pa-
namá. Está expuesta en la
Iglesia de San Felipe en Porto-
belo. Cada año es sacada en
procesión el 21 de octubre pa-
ra festejar el aniversario de su
aparición en 1658.
Las imágenes de tantos “Cris-
tos sufrientes” venerados en
América Latina, por un lado
son la expresión de la negación
de la providencia de Dios que
sigue dejando que los pobres
aumenten cada día, y por otro,
manifiestan que Dios en Jesús
se pone de parte de los excluí-
dos y martirizados

del cuadro y hacia él convergen la natura- ¿A qué vienen estas comparaciones?


leza, la historia y la vida del pueblo cam- Pretenden tan sólo objetar los juicios pre-
pesino. Es una “pintura popular” hecha cipitados que suelen darse cuando se ha-
evidentemente con el fin de ser vista por el bla del uso popular de la imagen religiosa,
pueblo; de hecho así sucedió, se reprodujo sobre todo de la que es utilizada en actos
en estampas y se usó en la liturgia, y no de oración y devoción comunitaria. En
para exponerla en una galería de arte. efecto, desde la modernidad algunos se
Hemos citado dos imágenes religiosas preguntan si al pueblo que sigue detrás de
contemporáneas, representando ambas a esas imágenes, puede todavía llamarse
Cristo muerto, pero de manera completa- “creyente” o si, por el contrario, no es más
mente diversa. La primera de carácter sub- que un portador pasivo de tradiciones ob-
jetivista (es decir, como obra de arte no soletas y sin sentido. Esta objeción libres-
busca una finalidad ad extra), y la otra, de ca o ilustrada se vaporiza apenas uno sabe
naturaleza comunitaria, destinada a ser que los que veneran las imágenes religio-
usada por gente creyente. sas son los campesinos masacrados por
36 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

*los militares de América Central, los in- Frente a este tipo de dificultades, algu-
dígenas eternamente explotados de las sie- nos han introducido la noción de “verdad
rras andinas o en México, las familias sin existencial” según la cual se considera vá-
esperanza que viven en los suburbios mi- lida sólo la conducta moral correcta del
serables de Lima, en las favelas de Río de individuo, sin tomar en cuenta sus convic-
Janeiro, los negros de Haití y los sin tierra ciones religiosas personales. Porque si, de
del noreste del Brasil. una manera u otra, todas las religiones ha-
blan de “salvación”, pareciera que lo más
7.– EL SINCRETISMO Y LA CUESTIÓN DE LA importante es estar en la salvación y no
VERDAD tanto estar en la verdad. Pero esta postura
Es ineludible plantearse el problema de no convence a la perspectiva cristiana que
la verdad religiosa, sobre todo en el fenó- considera “la salvación como verdad y el
meno del sincretismo, donde se mezclan ser en la verdad como salvación.”54
creencias de diverso valor de verdad en re- El uso de las imágenes encierra implí-
lación con lo que afirma el conjunto de la citamente también algún enunciado de
fe cristiana. Creo que hemos dicho con su- verdad religiosa. Para los criterios de la
ficiente insistencia que el sincretismo es verdad cristiana, no es suficiente que exis-
ante todo un dato sociológico y no una ta una relación con Dios o con la “Reali-
postura afirmada doctrinalmente, al me- dad Ultima y Trascendente”, es necesaria
nos desde la vertiente católica. Sabemos también una afirmación de contenido ob-
que la cuestión de la “verdad religiosa” jetivo de aquello que se cree, ya que toda
comporta serios problemas teóricos, y por representación del Misterio es imperfecta
eso hoy se tiende a eludir el debate, afir- y necesita ser esclarecida de tal manera
mando que, en el fondo, los criterios de que se diga qué referente está indicando.
verdad de una religión sólo son válidos El temor de quedarse sólo en el nivel feno-
para ella, pero no para las demás religio- menológico o cultural de las afirmaciones
nes. Siendo, pues, muy intrincada la ma- de fe, es constante entre el Magisterio ca-
deja, pareciera que la postura más sensata tólico, preocupado de que la verdad doc-
sería la de dejar flotando la cuestión de la trinal no dependa tan sólo de criterios an-
verdad y afirmar sencillamente que “todas tropológicos de una época o de una moda,
las religiones son iguales”, pero esto equi- y no de la Revelación.55
valdría a decir que todas también son fal- Constatamos, entonces, que muchas
sas. imágenes deben ser reforzadas de conti-
Si un cristiano, reza ante una imagen nuo con las expresiones lingüísticas a fin
de Cristo crucificado para pedir perdón de darles un contorno de verdad que las
de sus pecados, ¿es lo mismo que la invo- hagan aceptadas “con las debidas licen-
cación de una persona budista que ante la cias”. Un pluralismo de imágenes religio-
estatua de Buda, invoca la energía trascen- sas, atentaría contra la exclusiva preten-
dente para purificar la propia aura? sión de verdad que reivindica el cristianis-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 37

mo. ¿A quién va dirigida la oración de uno religiosas, cada vez que existe un uso am-
que mira la imagen de Iemania, o de el plio, diversificado y pluralista de las mis-
Ekeko o de san Pantaleón o de la Virgen mas. Las imágenes institucionales tienden
del Carmen? precisamente a ser presentadas con los re-
“Puede darse una oración politeísta di- quisitos de integridad doctrinal para disi-
rigida al verdadero Dios; en cuanto acto par cualquier confusión que puede dar lu-
salvífico puede darse también a través de gar el sincretismo de creencias.
una mediación errónea, pero esto no sig- Opinamos que, si bien es legítima la
nifica el reconocimiento objetivo de tal preocupación de cuidar la “pureza de la
mediación religiosa como mediación sal- doctrina”, sin embargo, vemos que a me-
vífica...”56 nudo hay una desproporción de energías
El asunto se hace aún más complejo si gastadas para mantener claro y transpa-
pensamos que en el cristianismo el pro- rente el dogma, en detrimento de su efec-
blema de Dios está conectado con la cues- tividad histórica. Ha sucedido en América
tión cristológica. En efecto, el mayor obs- Latina que altos personeros eclesiásticos
táculo que hallan ciertas personas frente a han perseguido a los teólogos de la libera-
la fe cristiana, tiene que ver con la “encar- ción porque sus expresiones eran reduccio-
nación de Dios”, es decir, con la afirma- nistas y no hablaban adecuadamente de la
ción de Jesucristo como único y universal “liberación integral”, pero por otro lado
salvador de la humanidad. ¿Pueden existir esos mismos funcionarios de la Iglesia no
otros mediadores? Si Jesucristo es el único les inquietaba en absoluto que los opreso-
salvador, ¿qué valor salvífico tienen las de- res “cristianos” practicaran la reducción del
más religiones? mensaje cristiano en detrimento de los
Estas preguntas no son para ser res- hermanos más pobres e indefensos del
pondidas aquí, sino en un ensayo teológi- continente.
co, pero las reportamos para señalar que ¿Las imágenes no correrán el mismo
están implícitas en el tema de las imágenes riesgo?
38 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Notas que ante los avances sociales y tecnológicos que


hoy sacuden Africa, la brujería es un factor de
1 J-L. Idígoras: Vocabulario Teológico desde nues- inmobilismo social y cultural. Coincidimos
tra realidad. Ed.Centro de Proyección cristiana, también con Diego Irarrázaval (op. cit. Trenza-
Lima 1979, pág. 287. Sobre el mismo tema, aun- do de religiones,), cuando afirma que el proble-
que no desde una perspectiva exclusivamente ma eclesial en torno a las religiones debe sus-
latinoamericana, es valiosa y completa la obra tentarse en un marco teológico, y a falta de ello
en tres tomos de AA.VV.: La religiosidad popu- “no hay una interacción con los catolicismos
lar. Ed. Antropos, Barcelona 1989. del pueblo, ni un discernimiento del caminar de
2 Parker Cristian: Otra lógica en América Latina. Dios en medio de los pueblos andinos”. p. 117.
Religión popular y modernización capitalista. 6 Obras como Credo y Proyecto de una ética mun-
Ed.Fondo de Cultura Económica,México, Chi- dial de Han Küng (Edit. Trotta, Madrid 1994 y
le, 1993, p. 192. 1995), son un claro intento de ampliar el diálo-
Este libro analiza en profundidad el fenómeno go antropológico y teológico. En América Lati-
de la religión popular; aconsejamos leer al me- na cabe destacar en ese mismo sentido el traba-
nos el capítulo 5: Fe popular y sentido de la vida, jo de Juan Luis Segundo El dogma que libera
p. 153-202, pero toda la obra es digna de ser (Edit. Sal Terrae, Santander, 1989).
consultada. 7 Para citar tan sólo el campo de la moral, son
3 Irarrázaval Diego: Trenzado de religiones. En la sintomáticas los últimos escritos polémicos de
“Revista de ciencias religiosas”, Universidad Ca- Häring Bernhard: Mi experiencia con la Iglesia,
tólica Bals Cañas. PS Editorial, Madrid, 1989, y Perché non fare di-
Instituto de Ciencias Religiosas. Santiago de versamente?, Edit.Queriniana, Brescia 1993. Pa-
Chile. Vol.V, 1998 - p. 109. Este teólogo pastora- ra el autor, tantas experiencias pastorales positi-
lista da la impresión que evita el término “sin- vas hay que preservarlas del anmohecimiento.
cretismo”, tal vez por su connotación peyorati- 8 Beltrán Francisco P.: Los muiscas. Pensamiento y
va, y prefiere hablar de “trenzado de religiones”. realizaciones. Edit.Nueva América, Bogotá,
Sostiene que en el tema de la religiosidad popu- 1993,p. 71 (Primera edición de 1980).
lar (sobre todo andina), la Iglesia oficial (católi- 9 Marzal Manuel M.,”El sincretismo iberoameri-
ca), necesita superar la contradicción de hablar cano”. Coytec y Pontificia Universidad Católica
de inculturación en el mundo indígena (y ne- del Perú. Lima, 1985. Esta obra es un punto
gro), pero sin moverse de sus posturas. obligado de consulta, por las valiosas referen-
4 Jolicoeur Luis, “El cristianismo aymara. ¿Incul- cias y análisis del tema.
turación o Culturación?” - Edic. Avya-Yala, 9 Irarrázaval Diego, “Sincretismo indígena, ne-
Quito, 1996, pág. 209. gro, mestizo, en la religión mariana.” En la re-
5 Para citar el caso de Africa, la Conferencia de vista “Páginas”, Cep, Lima, Perú, 1992, número
Obispos Centroafricanos, intervino con una 116.
carta pastoral para elucidarle a los católicos el 10 AA.VV. “Rostros indios de Dios. Los amerin-
significado ambiguo y peligroso que tiene toda- dios cristianos.” Coedición CRT-Christus, Abya
vía la práctica de la brujería en la cultura tradi- Yala, Quito, 1991. Ver el interesante capítulo de
cional. El documento titulado La verdad os ha- Marzal Manuel: “La religión quechua surandina
rá libres. Carta pastoral sobre la brujería. (Ban- peruana.”
guy, enero 1997, apareció traducido en la revis- 11 Figueroa Nelson A., “El mundo al revés. Adap-
ta “Il Regno”, enero 1998 nº. 806), condena la tación de Nueva crónica y buen gobierno.” Cen-
práctica de la magia que lleva hasta a la ejecu- tro de Producción y Documentación Radiofó-
ción de personas. Además los obispos advierten nica ‘El Día del Pueblo’, Lima, Perú 1991, p. 120.
12 Marzal M. “El sincretismo...” p. 42.
IMÁGENES EN ACCIÓN / 39

13 AA.VV., “Año por año. Las fiestas de San Pedro los indígenas nativos. Cfr. el estudio de Barros
en Ayora-Cayambe”, Edic. Abya-Yala, Quito, Roque Laraia: “Los indios del Brasil”. Ed.Map-
1991. fre, Madrid 1992 y Ed.Abya-Yala, Quito 1995,
Es interesante también la obra de AA.VV.: Mú- sobre todo el estudio sobre los indios “tupiyam-
sica, danzas y más cosas en los Andes. Raúl R.Ro- ba”, antiguos habitantes del litoral brasileño,
mero Editor. Pontificia Universidad Católica pág. 68 ss.
del Perú. Instituto Riva Agüero, Lima 1993. En En relación con el tema del sincretismo, es es-
este libro el estudio de Cánep Gisela R.. Másca- clarecedor el trabajo de AA.VV. (Editores, Bár-
ras y transformación: la construcción de la iden- bara Bondewijnse, André Droogers, Frans
tidad en la fiesta de la Virgen del Carmen en Pan- Kamsteeeg: Algo más que opio. Dei, S.José, Cos-
cartambo, afirma que dicha fiesta no es sólo re- ta Rica, 1991.
ligiosa, sino que es utilizada especialmente por Al referisrse al cumbandá, Allard W. Westra,
los mestizos para expresar la propia identidad, sostiene: “Los fieles no necesitan, según los líde-
diferenciándose de los indios. (Págs. 339-340). res del Cumbandá, hacer una opción exclusiva
14 AA.VV. y Marzal Manuel M. (compilador): El por la religión propia.” (p. 130).
rostro indio de Dios. P.U.C.P. - Fondo Editorial, 22 Lachatañeré Rómulo: “El sistema religioso de
Lima, 1991. Tomando diversos grupos indíge- los afrocubanos.” Edit. Ciencias Sociales, La Ha-
nas de América, desde México hasta Paraguay, bana, p. 97
los autores analizan los sistemas religiosos sin- 23 Subirats Eduardo, “El continente vacío. La con-
créticos que se fueron plasmando en la fe cris- quista del nuevo mundo y la conciencia moder-
tiana de los nativos. na”. Siglo XXI Edit., Madrid, México 1994. El
15 Marzal M. “El sincretismo...” p. 53. autor hace referencia a prácticas religiosas sin-
16 AA.VV., “Religiones Amerindias”, Ediciones créticas en San Juan Chamula (San Cristóbal,
Abya-Yala, Quito 1992, En el vol.I, Rojas Daniel, Chiapas, México), pág. 13 - 20.
“La religión en la cultura guaraní”. 24 Irarrázaval Diego, op.cit. ib.
17 De AA.VV.Rostros...., Meliá Bartolomeu, “La ex- 25 Documentos de Santo Domingo, Conclusiones
periencia religiosa guaraní”, pág. 303. nº 138.
Abundantes datos sobre la religión guaraní 26 Gustavo Gutiérrez ha dado una lectura teológi-
aporta también la ya citada obra de Luis Joli- ca a este fenómeno socio-religioso: “Hay una
coeur. gran experiencia espiritual colectiva, popular,
18 Meliá B. Op.cit, pág. 304. Desde una perspecti- de ese encuentro con el Señor en el seno de las
va teológica analiza el mismo fenómeno Politi luchas históricas de los condenados de la tie-
Sebastián: En busca de la Tierra sin males. En re- rra.”
vista “Voces”, abril 1992, nº. 25, Buenos Aires, En: “Teología desde el reverso de la historia”.
p. 31-35. Cep., Lima, Perú 1972, pág. 52
19 Comblin J. Cultura, reflexiones a partir del ma- 27 En ese contexto debemos entender rol de las
gisterio. 1991, p. 94. CEBs. en tantas barriadas latinoamericanas,
20 Paulo Suess: El “Etiope resgatado”. Acerca de la que desde la fe cristiana, aportan la defensa y la
historia de la esclavitud y de la liberación de los liberación de los pobres. Ver de AA.VV. “Fé e
esclavos en participaçao popular”, Ed.Paulinas, Sâo Pau-
Brasil. En: AA.VV.: “Desarrollo de la Teología lo,1984, p. 65.
india” - Colecc. Iglesia,pueblos y culturas. 28 AA.VV. (Hoberman Louisa S., Socolow Susan
Nº 48- Edit. Abya-Yala, Quito, 1998, pág. 144. M., compiladoras): “”Ciudades y sociedad en
21 Marzal M. “El sincretismo...” p. 124. La religio- Latinoamérica colonial”, Edit. Fondo de Cultu-
sidad de los negros de Brasil, es interesante ver- ra Económica, México 1983
la también en relación con la que practicaban
40 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

29 Ib.: Ciudades y sociedad...., en el art. de Johnson dad alternativa. (Edit. CCS., Madrid, 1997), sos-
Lyman: “Gremios y cofradías con sus santos pa- tiene que la Nueva Era es una “religiosidad sin
tronos”, pág. 262. Dios”. Ver el capítulo 15 de este libro, pág. 318
30 Parker Cristian, op. cit. p. 197. y ss.
31 Un agudo análisis de esta clase de católicos ha- 41 Pannikar Raimon: La visión cosmoteándrica: el
ce Girardi Julio en La túnica rasgada, Edit.Sal sentido religioso emergente del Tercer milenio. En
Terrae, Santander 1991. A lo largo de todo el li- “Selecciones de teología”, Barcelona, 1991,
bro hay alusiones a ellos y a las situaciones que nº. 125, p. 63.
crean en la Iglesia. 42 Ibid. p. 71.
Recientemente se ha creado el movimiento “So- 43 Gibellini, op. cit.
mos Iglesia” (IMWAC: International Movement 44 Comisión Episcopal de Fe y Cultura, de la Con-
We Are Church), que reúne a grupos de católi- ferencia Episcopal Argentina: “Frente a una
cos de todos los continentes. Su objetivo es tra- Nueva Era”. Buenos Aires, 1993, p. 42.
bajar por la renovación de la Iglesia de acuerdo 45 Capanna Pablo. “El mito de la Nueva Era. Vino
al espíritu del Concilio Vaticano II. Sobre todo viejo en odres descartables.” Edic. Paulinas,
busca un ecumenismo que ayude a la unidad Buenos Aires, 1993, pág. 93.
eclesial y que por lo tanto, sacuda ciertas estruc- 46 Ib. pág. 112.
turas autoritarias y obsoletas de la Iglesia que se 47 Sobre la securalización ver el panorama históri-
desdicen con el evangelio. co que presenta Winling Raymond: La teología
32 González José Ignacio Faus en el artículo: Vein- del siglo XX. Ed. Sígueme, Salamanca, 1987,
ticinco años de la teología de la liberación: teolo- p. 180-213. Hay sociólogos que no ven en la se-
gía y opción por los pobres. En “Revista latinoa- cularización un fenómeno ineluctable para
mericana de teología”, Universidad Centroame- nuestra sociedad, ella no sería, pues, una situa-
ricana José Simeón Cañas, San Salvador, El Sal- ción definitiva. Así opina Peter L.Berger en su
vador, nº 42, 1997, p. 44. La validez y actualidad fascinante trabajo: Rumor de ángeles. Ed. Her-
del enfoque de la teología de la liberación apa- der, Barcelona 1975.
rece también en: AA.VV. ¿Qué es optar por los 48 IIIª Conferencia General del Episcopado La-
pobres? Ed. Paulinas, Bogotá, 1994. tinoamericano, 1979 - Documento de Puebla,
33 Informaciones dispersas se hallan en artículos nº 434.
de revistas de pastoral como “Encuentro” (Co- 49 Ver también Puebla nº 435 y Evangelii Nuntian-
lombia), “Christus” (México), “Vozes” (Brasil), di nº 55.
“Onda joven” (Costa Rica), “Páginas” (Perú), 50 Guell Pedro y Claudio Rammsy: El problema de
etcétera. la Iglesia frente a la modernidad. En la revista
34 Documentos, Conclusiones nº 36. “Nuevo Mundo, Edic. Castañeda, Buenos Aires,
35 Gibellini R.: “La dolce svolta”, en revista “Il Reg- 1989, nº 38.
no”, Bologna,1991, nº. 14. 51 Carta Pastoral, 1992.
36 Burnim M.: “Interpretación de la música gospel 52 En la obra de AA.VV.: Hacia una teología de la
negra como transformación”, en revista “Conci- inculturación. Edic. Abya-Yala, Quito, 1993; ver
lium”, Madrid 1992, nº. 222. el artículo: “Culturas indígenas y evangeliza-
37 Marilyn Ferguson, citada por Gibellini, op. cit. ción.”
38 Lipovetsky Gilles: “La era del vacío”, Ed. Ana- 53 “Comisión teológica internacional” sobre el te-
grama, Barcelona, (7ª edición), 1994, p. 154. ma: El cristianismo y las religiones, publicado
39 González Ruíz José Mª.:”Del cubo de la basura”, por la Congregación para la doctrina de la fe” el
Edit. Kairos, Barcelona 1989, p. 94. 30 de septiembre 1996, I.3, en la revista “Il
40 Por eso, José Luis Sánchez N. en su voluminoso Regno”, Documenti, 3/1997, p. 77 Nosotros se-
estudio La nostalgia del eterno. Sectas y religiosi- guimos en parte, las líneas de esta reflexión.
IMÁGENES EN ACCIÓN / 41

54 La encíclica “Fides et Ratio” de Juan Pablo II quien acepta la revelación cristiana. Pero resul-
(octubre 1998), plantea claramente la estrecha ta dudoso afirmar que la búsqueda de la verdad
unidad existente entre antropología (filosofía, carece de consistencia sin referencia a la revela-
razón) y teología, y afirma: “La venida de Cris- ción, como sucede con tantas personas ajenas a
to ha sido el evento salvífico que redimió la ra- la fe cristiana.
zón de su debilidad, liberándola de los cepos en 55 Comisión Teológica Internacional sobre el te-
los que ella misma se había encarcelado.” ma: El cristianismo y las religiones. Ib. I.5, p. 77.
(nº 22). Esto es válido, obviamente, sólo para
II.- La tradición católica de venerar imágenes

1.– EL SÍ Y EL NO A LAS IMÁGENES prohibía la Escritura: “No te hagas esta-


tuas ni imagen alguna de lo que hay arri-
la historia del cristianismo el uso de
E nimágenes religiosas comenzó muy
ba en el cielo, abajo, en la tierra, y en las
aguas debajo de la tierra. No te postres an-
temprano. te esos dioses...” (Ex.20,4-5). Esta norma
En una minuciosa investigación Bel- se justificaba con el objeto de evitar la ido-
ting H. se pregunta por qué la Iglesia deci- latría entre el pueblo. La Iglesia rompió
dió hacer visible en imágenes al Dios invi- esa tradición e introdujo las imágenes.
sible, y no sólo eso, sino que también em- Belting explica esa nueva postura debi-
pezó a rendirle veneración pública a tales do al contexto de las prácticas culturales
iconos.1 en la sociedad pagana donde se desarrolló
El origen de las representaciones figu- el cristianismo. La representación de la
rativas del Señor, de la Virgen y de los san- Virgen como Madre de Dios heredaba ras-
tos, no tiene en primer lugar, motivos de gos de la “madre de los dioses” de los pa-
carácter doctrinal, sino razones contex- ganos, las imágenes de los santos se com-
tuales históricas en la Iglesia bizantina y prenden en referencia a la tradición de los
occidental. De hecho el uso de las imáge- retratos funerarios romanos, y finalmente,
nes, muy corriente desde el siglo V, fue an- los iconos de Cristo, adquieren significado
terior a las explicaciones estéticas o teoló- si se piensa en la costumbre antigua de ex-
gicas que comenzaron a darse hacia el si- poner públicamente la imagen imperial,
glo VIIIº, durante las duras luchas y ata- hasta en las monedas.
ques iconoclastas. Pero algunos creyeron ver en esa nueva
La Iglesia oficial, tanto bizantina como costumbre una ilícita concesión al paga-
romana acabó por no poner reparos al uso nismo. Además en el uso de imágenes ha-
de imágenes religiosas, costumbre que se bía abusos y supersticiones.
difundió por todas partes. Fueron princi- A esto hay que agregar las acerbas lu-
palmente los monjes de oriente, jefes espi- chas entre el imperio de Oriente y Occi-
rituales del pueblo, los que propagaron dente en los siglos VII y VIII.2
entre los fieles la práctica de la devoción a La controversia por las imágenes y la
las imágenes. Sin embargo no tardaron en lucha iconoclasta, se convirtió en un com-
surgir voces de protesta contra tal usanza, bate también político. Hubo fanatismos
porque, como se sabe, en el judaísmo no durante el reinado de los emperadores bi-
se representaba a Dios con imágenes, lo zantinos León III y sus hijos Constanti-
44 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Este famoso icono, La Virgen de las 3 manos, que


hoy se conserva en el Monasterio serbio del Mon-
te Athos, es símbolo de la controversia sobre las
imágenes del S.VIII entre el emperador iconoclas-
ta León III y el teólogo San Juan Damasceno que
defendía la legitimidad de las mismas, argumen-
tando: “Puesto que el Incorpóreo se hizo hombre por ti,
entonces con toda evidencia, tú tendrás la posibilidad de
reproducir su imagen humana.”

no V y León IV (siglo VIII). Los tres eran nes. Se podía, pues, tributarle culto de de-
iconoclastas y la teología adversa a las vota veneración (“timetiqué proskune-
imágenes se llegó, incluso, a hacerla apro- sis”) a las imágenes de Cristo, de la Virgen,
bar como “doctrina eclesiástica” en un de los Angeles y santos. Pero tal venera-
concilio realizado en Hiereia el año 754. ción no va dirigida a la figura en sí misma,
Pero la emperatriz Irene (780-802), devo- sino al prototipo, o sea, a las personas re-
ta de las imágenes, convocó el Concilio de presentadas en ellas. En cambio la “adora-
Nicea II (año 787), considerado como ción” propiamente dicha (“aletiné la-
séptimo Concilio Ecuménico, y allí los treia”) le es debida sólo a Dios. Por lo tan-
obispos volvieron a aceptar los iconos, por to –afirmó el Concilio– es lícito y bueno
considerarlos un elemento integrador de exponer imágenes de Jesús, María, de los
la palabra anunciada en la Biblia, y no se- ángeles y santos: “En las santas iglesias de
parado de ella. Dios, en los vasos sagrados, en las paredes
Sobre la base de la tradición cristiana y en cuadros, en las casas y en los cami-
oriental de los siglos anteriores, Nicea II nos...”3
declaró legítima la devoción a las imáge-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 45

La razón fundamental que hasta hoy, “Ahora que Dios se ha hecho hombre y
da la Iglesia para legitimar la veneración que ha vivido con los hombres, puedo ha-
de imágenes, es la “encarnación del Ver- cer una imagen de lo que he visto de
bo”. Dios invisible se hace visible a través Dios...”.4
de la presencia histórica de Jesús de Naza- Dentro de la Iglesia oriental e imperial
ret, “El es la imagen del Dios que no se de Constantinopla, se volvió, pues, a crear
puede ver.” (1 Col.15). y a venerar las imágenes sagradas. Pero al
El gran paladín y defensor de las imá- mismo tiempo, la producción de iconos
genes fue Juan Damasceno (700-753). Va- estuvo sujeta a estrictos cánones y reglas,
rias décadas antes del concilio niceno II, que debían reflejar adecuadamente el mo-
había desarrollado una amplia teología de delo solemne y cultual de la liturgia bizan-
las imágenes. No hubo reparo entonces, en tina. Hasta el presente en la tradición cris-
aceptar su principio teológico que decía: tiana oriental ortodoxa, de Grecia a Rusia,

Crucificción del Señor: detalle de la puerta de madera de la iglesia de Santa Sabina en roma (siglo V)

En los primeros siglos del cristianismo no se hacían imágenes de Jesús crucificado a causa de la con-
notación escandalosa que provocaba en los ambientes y sociedades no cristianas la fe en un Dios
muerto en el patíbulo. Sólo empezó a circular su imagen cuando la religión cristiana pudo gozar de
seguridad pública en el imperio romano.
46 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

los iconos están íntimamente unidos a la Bajo formas y expresiones diversas, es-
praxis litúrgica y ocupan un lugar destaca- tas argumentaciones han acompañado las
do en la temática teológica y en la vida es- ininterrumpidas discusiones en torno a
piritual.5 las imágenes religiosas en la Iglesia.9
Al mismo tiempo, los iconos bizanti- En el siglo XVI los reformadores pro-
nos marcan su diferencia respecto al arte y testantes vuelven a levantar su voz contra
al uso de las imágenes que se fue dando en el uso y el abuso de imágenes, porque eran
la iglesia romana occidental, cuya pintura evidentes las formas de superchería con
religiosa siempre estuvo más entregada a que se utilizaban. La Iglesia católica repli-
la libertad y subjetividad de los artistas. cará con las mismas razones que acaba-
Y Gregorio Magno (+ 604) defiende el mos de exponer.
uso de imágenes diciendo: “No hacemos Parece que el fenómeno iconoclasta
daño al querer mostrar lo invisible a través tiene raíces profundas en el espíritu hu-
de lo visible”. 6 Al mismo tiempo expone mano, porque la imagen toca fibras suma-
un motivo pedagógico-práctico en una mente delicadas del corazón. “La fase ico-
exhortación a un Obispo para que no re- noclasta en la historia de las artes, sobre-
tirara las imágenes del templo: “Las imá- viene cada vez no ya, como se cree gene-
genes deben usarse en los templos para ralmente, bajo forma de mero y brutal
que los iletrados puedan al menos apren- episodio destructivo, sino por el contra-
der viendo en los muros lo que no pueden rio, como elemento equilibrador, al final
leer en los libros.”7 de cada período en que las imágenes se
Esta postura la mantendrá la Iglesia a han cargado de contenido real (y, por con-
lo largo de los siglos. Santo Tomás de siguiente, de facultades emocionales) en
Aquino (+1274), en un célebre texto, resu- una forma excesiva y sobre todo desorde-
me de esta manera los argumentos en fa- nada y arbitraria. (...)
vor de las imágenes y que ya circulaban en A los protestantes que querían con-
la Iglesia desde el tiempo de los Padres: templar a Cristo sólo en espíritu, los cató-
“Hay tres razones para que la Iglesia licos les responden suprimiendo cierto
acepte oficialmente la existencia de imáge- grupo de imágenes y multiplicando las de-
nes: la primera es la instrucción de los más, creando nuevos significados, nuevos
analfabetos, que pueden aprender en ellas valores, nuevos centros de meditación, a
como en los libros; segunda, el misterio de los fines de una pedagogía perenne, tal
la Encarnación y los ejemplos de los san- cual ha sido desde los siglos tempranos del
tos que perduran más firmemente en cristianismo. ‘Si fuésemos ángeles –había
nuestra memoria viéndolos representados escrito el español Cano– no tendríamos
ante nosotros a diario; y tercera, las emo- necesidad ni de iglesias, ni de culto, ni de
ciones que se estimulan más eficazmente imágenes, pero no somos sino hombres...
con cosas vistas que con cosas oídas.”8 Es necesario por consiguiente que las imá-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 47

genes impresas sobre los muros del tem- 2.– LA TRADICIÓN LATINOAMERICANA
plo nos recuerden continuamente el cami-
no de la redención’”.10 En América la veneración de imágenes
El Concilio Vaticano II (1962-1965) religiosas proviene del tiempo mismo de
reafirma la validez de las imágenes tal co- la conquista y colonización. Pero antes de
mo hizo la Iglesia en tiempos pasados: “El la llegada de los europeos ya había abun-
sacrosanto Concilio enseña expresamente dancia de imágenes sagradas entre los
esta doctrina católica y amonesta al mis- pueblos autóctonos. Se conservan hasta
mo tiempo a todos los hijos de la Iglesia ... hoy imágenes talladas en piedra del dios
que observen religiosamente aquellas co- del maíz en Tikal-Peten (Guatemala). En
sas que en los tiempos pasados fueron de- Teotihuacan, la ciudad de los dioses, (Mé-
cretadas acerca del culto de las imágenes xico) hay pinturas del dios Tlaloc y del
de Cristo, de la bienaventurada Virgen y dios Quetzalmariposa (siglos V d.C.);
de los Santos.”11 siempre en México hay también otras fi-
Y al referirse a las imágenes en los tem- guras de dioses aztecas, especialmente del
plos el Vaticano II puntualiza: “Manténga- dios Huitzilopochtli que vieron los con-
se firmemente la práctica de exponer en quistadores a su llegada a Tenochitlan en
las iglesias imágenes sagradas a la venera-
ción de los fieles, hágase, sin embargo, con
moderación en el número y guardando
entre ellas el debido orden, a fin de que no
causen extrañeza al pueblo cristiano ni fa-
vorezcan una devoción menos ortodo-
xa.”12

Esta imagen de madera tallada se la conoce con el nom-


bre del “Idolo de Pachacamac” y data del siglo XII después
de Cristo.
El término “ídolo” es sumamente ambiguo y europeo. En
la mente de los habitantes del valle del Rimac (Perú) de
aquellos tiempos, no evocaba “un dios falso”, sino que era
el símbolo mismo del equilibrio del tiempo y del mundo.
¿Cómo se establece el límite entre el atributo simbólico
de la imagen y su efectiva potencialidad unitiva del “pat-
hos” de un pueblo?
48 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

el siglo XVI. Coatlicue “diosa de la Tierra, y a veces las figuras, para nuestra mirada
representa el principio de la generación occidental, se tornan pornográficas. Algu-
primordial. ..... Es también la gran des- nos antropólogos piensan que servían pa-
tructora, principio y fin de todo ser terre- ra ritos sexuales-religiosos, pero figurati-
nal.”13 vamente expresan una desbordante ale-
En las ruinas de la ciudad de Pachaca- gría del vivir.15
mac (Perú) puede verse el ídolo de la cul- Desde los inicios de la evangelización
tura Wari-Ichimai (siglo XII d.C.). Es una en tierras americanas, la preocupación
figura humana de madera, bifronte de po- pastoral de los misioneros de desterrar la
sible significado andrógino, por tratarse idolatría, los condujo en primer lugar a
de un dios creador y mantenedor de todas hacer desaparecer las imágenes nativas.16
las cosas. Tiene dos caras que indican su Para suplantar las figuras idolátricas la
poder de oráculo para leer el pasado y es- Iglesia presentó las imágenes cristianas
crutar el futuro. Esta imagen llamada “el que ilustraban la vida de Jesucristo, de los
ídolo de Pachacamac”, según los expertos, santos y los dogmas de la fe. La domina-
“representa una cosmovisión del mundo ción religiosa fue acompañada artística-
andino del siglo doce. Es una especie de mente por el barroco español y portugués,
axis mundi y árbol de la vida. ... Su capa- con su arquitectura grandiosa y su halo de
cidad de Oráculo se evidencia en poder triunfo y poderío. Los templos, las esta-
mirar a contrapuestas direcciones para tuas y las pinturas, además de los ritos y
auscultar el pasado y avizorar el porvenir las solemnes celebraciones de las fiestas
sin necesidad de moverse.”14 ¿Quién no ve cristianas, transparentaban la fuerza in-
en esto cierta similitud con tantas imáge- conmovible de la nueva religión y su ori-
nes cristianas hechas sobre la matriz del gen divino.
simbolismo teológico, por ejemplo el Pan- Los indígenas viendo la magnificencia
tocrator bizantino o la forma de represen- de tales signos se sentirían más atraídos
tar la Trinidad en ciertas iglesias? Estamos hacia la fe. Tales eran los deseos de la Igle-
en el campo de lo simbólico, y el símbolo sia. El Tercer Concilio Limense (1582-
es un signo de la presencia, y no un indicio 1583) observa: “es cosa cierta y notoria
de la ausencia de alguna esencia interna de que esta nación de indios se atraen y pro-
las cosas. vocan sobremanera al conocimiento y ve-
Hasta las cerámicas eróticas (los hua- neración del Sumo Dios con las ceremo-
cos Moche), de la cultura Mochica proce- nias exteriores y aparato del culto divi-
dente de la costa norte del Perú, y cuya an- no...17
tigüedad data del siglo tercero antes de Los misioneros no tuvieron, pues, difi-
Cristo, probablemente tuvieron un senti- cultad alguna para usar las imágenes en su
do simbólico-mágico religioso. Esos hua- acción evangelizadora y pastoral. Con ese
cos representan la vida íntima de la pareja fin, los jesuitas seguían la sexta regla que
IMÁGENES EN ACCIÓN / 49

Pintura del artista Daniel Cisneros (Perú) que representa la procesión de “Corpus Christi” en la ciudad antigua del
Cusco colonial.

La suplantación de los ritos religiosos incaicos, se hizo mostrando el esplendor de las ceremonias cris-
tianas, especialmente en las procesiones en las que desfilaban las imágenes de la Virgen y de los santos
para que la multitud viera el poder de la nueva religión.

dio San Ignacio “para sentir con la Igle- Cristo, rinden culto a sus ídolos. (...). Ya ha
sia”: “Alabar reliquias de santos, haciendo sucedido que, cuando según la costumbre
veneración a ellas, y oración a ellos; ala- de la fiesta de Corpus, llevaban los fieles
bando estaciones, peregrinaciones, indul- sus imágenes en las andas, los indios ocul-
gencias, perdonanzas, cruzadas y candelas taban entre las imágenes sus ídolos.”18
encendidas en las iglesias.” Quince años A propósito de esta lucha en contra de
antes del Tercer Concilio limense, el Con- la idolatría, dice un historiador: “No po-
cilio Provincial de Lima (1567), ponía en demos dejar pasar por alto un aspecto
guardia contra las imágenes idolátricas: muy importante cuyas consecuencias se
“Los indios...con el pretexto de celebrar dejan sentir aún hoy en día en la religiosi-
nuestras fiestas y fingiendo el Cuerpo de dad popular. Nos referimos al culto a las
50 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

imágenes, que en cierta manera hicieron Virgen María, y a los otros santos que
derivar los cultos idolátricos de culturas están en el cielo, pidiendo su favor. Y
necesitadas de manifestaciones visibles de las mismas imágenes reverencias no
la divinidad, hacia los santos, representa- por lo que son, sino por lo que repre-
dos en cuadros, pinturas, estatuas, meda- sentan.”21
llas, etc.(...) El apuro por no dejar rastro
Parece, sin embargo, que la costumbre
de culto idolátrico llevó a los predicadores
indígena de fabricarse ídolos no se detuvo.
a una simple sustitución que sembró aún
A este propósito señala Gruzinski: “La fa-
mayor confusión entre los indígenas,
bricación de los ídolos no se interrumpió
quienes confundían a los santos con Dios,
con la conquista, ni siquiera en el caso de
según lo atestiguan algunos catequistas de
los de grandes dimensiones”.22
la época.”19
Por su parte, el arte cristiano fue
El Catecismo del Tercer Concilio de Li-
puesto al servicio de la evangelización y
ma (1584-1585), hay una “Instrucción
allí las imágenes tuvieron un papel impor-
contra las ceremonias y ritos que usan los
tante.23 Los aportes de lo ibérico se mez-
indios conforme al tiempo de su infideli-
claron con la creación de los artistas crio-
dad”, y el capítulo sexto habla de los erro-
llos que pusieron su cuño propio a las
res contra la Fe Católica en que suelen
obras que realizaban, pero sin apartarse de
caer algunos Indios.” Uno de ellos es: “Que
los cánones establecidos.24 En efecto, des-
como los cristianos tienen imágenes y las
de el Concilio de Trento (1545-1563), se
adoran, así se pueden adorar las ‘guacas’, o
fueron dictando en América una serie de
ídolos, o piedras que ellos tienen. Y que las
normas para regular la actividad artística
imágenes son los ídolos de los cristia-
religiosa. “Todavía en 1782 se publicaban
nos.”20 Por este motivo el Catecismo Ma-
instrucciones para los artistas reiterando
yor “para los que son más capaces”, se
las resoluciones del Concilio en materia
preocupa de esclarecer el verdadero signi-
de iconografía y fijando normas exactas
ficado que tiene la devoción a las imáge-
sobre el grado de desnudez permisible pa-
nes sagradas. La pregunta 200 dice:
ra cada santo, la edad que debía tener y los
– P. “¿Por qué los cristianos adoran las gestos que debía realizar.”25
imágenes de palo y metal, si es malo Le correspondía a la Inquisición con-
adorar a los ídolos? trolar la creación de imágenes religiosas y
– R. No adoran los cristianos las imáge- otras para diversos fines. Un historiador
nes de palo y metal por sí mismas co- señala:
mo los idólatras. Ni piensan que en “La Inquisición no sólo contrató artis-
ellas mismas hay virtud y divinidad. tas para pinturas devocionales y de retra-
Mas mirando lo que representan, ado- tos, sino también para una clase que po-
ran a Jesucristo en la cruz y en su ima- dríamos llamar de retratos de reos, una es-
gen, y reverencian a nuestra Señora la pecie de pintura judicial, ahora desconoci-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 51

da por haber sido destruida. En Lima se La imaginería religiosa de la cristian-


encontraban expuestos en el pasaje que dad colonial, reprodujo fundamental-
conduce de la Catedral al Sagrario”.26 mente las figuras europeas, salvo algunas
“Los inquisidores de Cartagena sen- adaptaciones del vestuario y del ambiente
tenciaron a abjurar de levi a un marinero geográfico. El modelo corporal fue siem-
porque echó al mar una imagen de papel pre el hombre y la mujer europeas tal co-
de Nuestra Señora, que seguramente era mo eran pintados en los cuadros de en-
un grabado (Medina s/f); a uno de los as- tonces. ¿Por qué las imágenes de los perso-
trónomos que fueron a medir el meridia- najes bíblicos nunca asumieron caracte-
no de Ecuador (siglo XVIII) quitaron una rísticas físicas nativas de América? ¿Cuán-
pintura de papel de mujer; y de España re- to habrá influido en todo esto “las imáge-
cibieron la orden de aprehensión contra nes mentales” que se hizo Europa de los
uno que retenía pinturas indecentes (Me- nativos americanos?28
dina s/f, 185).27

Cuadro de la serie sobre la vida de la santa que se halla en el monasterio de Sta. Catalina (Córdoba).

Las “imágenes edificantes” como esta transmitían aspectos concretos del dogma católico y, al narrar un
milagro “catequizaba sobe la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía
52 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

También los conventos de frailes o reli- sionante, por ejemplo, el convento de San-
giosas, albergaban una profusión de imá- ta Catalina en Arequipa (Perú); en el
genes sagradas. Cuando hoy se visitan “claustro de los naranjos” hay 25 grandes
ciertos conventos de la época colonial en cuadros alegóricos sobre el perfecciona-
cualquier parte del continente, llama la miento espiritual que han de perseguir las
atención el rol destacado que allí tuvieron religiosas profesas; luego está la serie de 27
las imágenes didácticas. cuadros (siglo XVII y de autor anónimo)
Suelen ser secuencias de cuadros ha- que narran la vida de Santa Catalina de
giográficos sobre la vida de grandes san- Siena, todos con una leyenda escrita abajo,
tos: san Agustín, san Francisco, santa Cla- y algunos con filacterias a modo de “globi-
ra, santa Catalina de Siena, san Ignacio, tos”, que salen de la boca de los personajes,
santo Domingo, etcétera, generalmente un verdadero anticipo de “historieta edifi-
enmarcados en los muros de los corredo- cante” pintada en los muros. Esos lienzos
res de los claustros, para que sus morado- sobre la vida de la santa, son de la misma
res tuvieran siempre a la vista esos mode- escuela pictórica de los que se hallan en
los de santidad. Córdoba (Argentina) y en el Cuzco, don-
No faltaban tampoco las imágenes ale- de existen conventos similares dedicados a
góricas que recordaran a los religiosos y Santa Catalina.29
religiosas las grandes verdades de fe y las Cabe mencionar también el uso de
virtudes que debían practicar. Es impre- imágenes en los catecismos destinados a la
enseñanza religiosa del pueblo en los si-
glos de la colonia.
Felipe Guamán Poma de Ayala (1550-
1615) fue un cronista indígena que escri-
bió “El Primer Nueva Crítica y Buen Go-
bierno”. Su obra iba acompañada de imá-
genes que ilustraban sus diversos capítu-
los. Muchas de ellas estaban destinadas a
enseñar la Doctrina y la moral cristiana,
como estas que, además, tenían un texto
escrito para explicarlas:

La Santísima Trinidad

“La Santísima Trinidad. Dios Padre, dios Hijo, Dios


Espíritu Santo, un solo Dios verdadero que crió y redi-
mió a los hombres y al mundo, a su madre, la Virgen
Santa María y a todos los santos, las santas y ángeles
del cielo.”
IMÁGENES EN ACCIÓN / 53

Contra la hechicería

“Hechicero de zueños.
Llula Laica Umu (hechiceros y brujas mentirosos).
Hichecero de fuego. Hichecero de chupa.
Hicheceros falsos.”

Esos libros ilustrados ya que servían “al las manos juntas y arrodillada ante su hijo
manejo cotidiano a la labor catequética y Jesús recién nacido; a su lado está San Jo-
pastoral ‘in situ’, naturalmente terminaban sé vestido de dominico.
consumiéndose con el uso; los pocos que Vale la pena citar también el “Catecis-
lograron salvarse constituyen verdaderas mo pictórico de la doctrina cristiana”, he-
joyas literarias...”30. Este recopilador cita cho asimismo en México por Pedro de
por ejemplo, el primer libro impreso en Gante ofm. hacia el 1550. Esta pequeña
América. Era un devocionario para ense- obra está llena de dibujos simples que ser-
ñar el rezo del santo rosario. Su autor, un vían para enseñar la simbología cristiana y
dominico anónimo, lo escribió e impri- las verdades de fe.
mió en México en 1532-34? Cada uno de Durante el período colonial surgieron
los quince misterios del rosario venía las cofradías y las “mayordomías” con el
acompañado de una estampa que lo ilus- fin de promover la piedad y la práctica sa-
traba, al pie de la cual estaba escrito en le- cramental. Esas asociaciones se organiza-
tra gótica su contenido, por ejemplo, “Ter- ban en torno al culto que se rendía a una
cero gozo que fue el nacimiento del hijo determinada imagen. Sin embargo eran
de Dios”. La imagen presenta a María con cofradías que practicaban la caridad y
54 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

funcionaban como verdaderas sociedades A menudo los misioneros observaban


de mutuo-socorro.31 cuáles eran las creencias “paganas” de los
Hasta al presente en el mundo andino, nativos, para luego buscarle una imagen
esas agrupaciones católicas siguen mante- suplente. He podido recoger el testimonio
niendo una prolija organización y distri- de un cura que trabaja en la comarca
bución de cargos para celebrar sus fiestas montañosa de Lares (región del Cuzco,
religiosas en las cuales la imagen del santo Perú). En esas alturas, el cielo nocturno es
patrono tiene una especial relevancia. Aún muy brillante y límpido, se ve nítida la
hoy “sólo en San Pedro (pequeña ciudad Cruz del Sur, que los indígenas veneraron
en la región Carcha, Guatemala) y sus al- desde tiempos inmemoriales. Los prime-
rededores, hay más de 45 cofradías. Todas ros misioneros católicos introdujeron la
están formadas alrededor de una estatua devoción a la Cruz y además establecieron
del Señor, de la Virgen María o de algún la celebración de Corpus para sustituir las
santo.”32 festividades estacionales incaicas.

Procesión de Cristo sufriente en Guatemala.


Las cofradías religiosas creadas en la colo-
nia mantienen hasta hoy su devoción a la
imagen y la exhiben en la solemne proce-
sión anual.
IMÁGENES EN ACCIÓN / 55

Sin embargo esas nuevas devociones de arte en diferentes zonas del continente.
cristianas recibieron también su contribu- Baste recordar pintores de la talla de Mi-
ción indígena. En efecto, hasta el presente guel de Santiago, autor quiteño cuyo esti-
en la procesión de Corpus se llevan en an- lo hizo escuela; 33 Melchor Pérez Holguín
das 14 estatuas de santos para recordar a y Gaspar Miguel de Berrío (siglo XVII, de
los 14 jefes Incas que gobernaron el Impe- la escuela de Potosí) cuyas obras tienen la
rio del Tahuantinsuyo, hasta la llegada de frescura de las costumbres sociales y reli-
los españoles. La Cruz (del sur), era tam- giosas locales, como se ve el cuadro de la
bién signo de la protección divina sobre el Virgen del Cerro, que representa la coro-
hijo del Sol, el Inca. nación de María por la Santísima Trini-
Estas costumbres cristianas (pero con dad, y en medio de su manto está el cerro
presencia de antiguos elementos religiosos de plata de Potosí hacia el cual dirigen su
indígenas), durante un proceso de cinco mirada reyes, papas y la entera cristian-
siglos han ido forjando la cultura religiosa dad.
latinoamericana, también en lo referente
al arte religioso popular.
En los siglos coloniales han proliferado
los artistas y surgieron verdaderas escuelas

Del abundante santoral católico el pueblo creyen-


El barroco americano introdujo el tallado de los te manifestó su predilección por aquellos santos
marcos dorados con filigranas imitando follajes y que se destacaron por su caridad hacia los pobres
frutas. Este modo de dar realce a la imagen le y enfermos.
otorga no sólo un estatuto de excelencia, sino que Las imágenes -como esta de San Juan de Dios-
es además un recurso para hacer valer su poder los representan en actitud de servicio, llevando a
sagrado. un enfermo.
56 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Relevantes han sido también las escue- las imágenes predilectas de las devociones
las de pintura de Lima, de México, de San- populares. Las imágenes juegan el papel
ta Fe de Bogotá. Cabe destacar además, las de protectoras de la familia, pueblos, pro-
obras de pintores mestizos que supieron vincias y países. Casi todas tienen fama de
imprimirle al estilo que provenía de Euro- obrar milagros en favor de sus devotos.”36
pa, motivos y elementos tradicionales au- A partir del siglo XIX, con la vida repu-
tóctonos dando origen a un arte popular blicana y los profundos cambios socio-
que perdura hasta el presente. El docu- económicos y culturales, comienza el des-
mento de Santo Domingo reconoce que el moronamiento de la época de cristiandad,
proceso de mestizaje cultural: “también es decir, de aquella situación que definía la
(es) perceptible en múltiples formas de re- vida de la Iglesia en sintonía institucional
ligiosidad popular y de arte mestizo”.34 con las estructuras públicas de la socie-
Se verifica también en América Latina dad. Sin embargo, la ruptura del paradig-
lo que observó A.Hauser al hablar del arte ma de cristiandad no significó la desapari-
popular: “Hay fenómenos culturales que ción de la fe religiosa. Continuó la adhe-
pasan de una región a otra, que son obje- sión masiva de la población a la Iglesia y se
to de recepción, imitados y sometidos a mantuvieron, en general, las normas y las
modificaciones. ... La mayoría en cambio, costumbres cristianas, a pesar de que el
representan formas mixtas, en las que se lento y constante proceso de seculariza-
entrecruzan formas recibidas e invención ción inherente a la modernidad, iba anti-
espontánea.”35 cipando los radicales cambios religiosos
El hecho es que las imágenes se han de la sociedad contemporánea.
instalado en el corazón del pueblo creyen- América Latina, de tradición ibérica,
te como un sacramento de Dios, de lo sa- recibió los golpes culturales que se verifi-
grado. A través de ellas, miles de personas caban en Europa y concretamente en una
manifiestan sentimientos de esperanza, de España decadente. El arte sufrió un duro
súplica, de fuerza ante la adversidad. Para sacudón, como también la iconografía y el
muchos las imágenes inspiran confianza y arte cristiano en general. La situación de
suscitan deseos de buscar algo más en la España y su repercusión en América, la
vida. Refiriéndose al culto a las imágenes describe de la siguiente manera un inves-
en la religiosidad andina, escribe un autor: tigador de la materia:
“La profusión de imágenes, bien sea en ta- “La ruptura ideológica de los patrones
llas, cuadros, estampas o medallas, es ex- artísticos, la destrucción de los retablos y
traordinaria. Las imágenes pueblan la geo- otras manifestaciones barrocas, la imposi-
grafía andina desde las iglesias, las casas, ción del cambio degusto por una adscrip-
las calles, las plazas, los mercados, hasta las ción clasicista vacía de contenidos y senti-
encrucijadas de caminos y carreteras. En mientos, y finalmente la destrucción de la
todo lugar aparecen las hormacinas con base económica de la organización de los
IMÁGENES EN ACCIÓN / 57

talleres gremiales, significaría la resultante Opino que el fenómeno religioso me-


de este esfuerzo despótico de una ilustra- recería mayor atención de parte de los es-
ción metropolitana que no pensó en Amé- tudiosos e investigadores sociales latinoa-
rica más que como una colonia que habría mericanos. Echando una mirada de con-
de contribuir al resurgimiento de la me- junto al siglo XX creemos que hubo en
trópoli europea.”37 América Latina tres modos de juzgar la re-
Actualmente ya a fines del siglo XX, la ligiosidad popular:
sociedad industrial, tecnológica, con una
❍ En primer lugar la posición de los inte-
infinita explosión de información y de
lectuales y políticos conservadores (en
medios masivos, pluralista, política y so-
general católicos). A estos se les critica
cialmente ubicada dentro del marco de los
su congénita incapacidad de percibir
Derechos Humanos Universales, trae nue-
los cambios profundos que se gestaron
vos cuestionamientos para el cristianismo.
en el seno de la sociedad latinoameri-
Pero en América Latina la religiosidad po-
cana. La mayoría de esa gente, manipu-
pular sigue viva también en este tipo de
ló la religión y la Iglesia a su gusto, ha-
sociedad secularizada hecha de progresos
ciendo aparecer el cristianismo como
y contradicciones, en donde el arte, en ge-
el promotor (por voluntad de Dios) de
neral, abandonó los temas de carácter reli-
los intereses económico-sociales y cla-
gioso.38
ramente discriminatorios con los po-
Sin embargo, el catolicismo popular la-
bres. En este contexto un estudioso
tinoamericano sigue comunicándose a
mexicano llega a afirmar que la imagen
través de un lenguaje religioso muy rico
religiosa católica es “un ejemplo del
en expresiones simbólicas, entre las que se
uso de la religión con fines políticos y
cuenta el uso abundante y extendido de
estéticos conservadores.”39
las imágenes religiosas. Se trata de un fe-
❍ En segundo lugar están los intelectua-
nómeno digno de ser tomado en cuenta.
les y los políticos de izquierda (antes
Mirándolo en profundidad, los investiga-
marxistas). A estos se les debe repro-
dores descubren en él, un testimonio del
char su estrechez ideológica que les
sentido religioso de la existencia. Incluso
impidió (y también les impide ahora,
en esta época secularizada, no parece que
tal vez por ignorancia), darse cuenta
el signo católico de las imágenes haya per-
del potencial revolucionario que puede
dido vigencia. Recuerdo a un serio profe-
tener la religiosidad popular cristiana.
sional (médico) que buscaba una imagen
Aunque durante largos años los mar-
de la “Virgen de la Guardia” a la que tenía
xistas tuvieron sobradas razones (prác-
especial devoción desde pequeño. Me pre-
ticamente en todos los países de Amé-
guntó si yo podía procurarle una, pues de-
rica Latina), para ver en el cristianismo
seaba “esa imagen” y no otra.
un cuento romántico que frenó los
cambios estructurales de la sociedad,
58 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

sin embargo, sus posiciones teóricas (y des Cristianas de Base que operan en-
sus prejuicios contra la religión), le tre los sectores humildes, existe un
quitaron buenas tajadas de cristianos gran potencial religioso para las trans-
comprometidos con los cambios, y que formaciones sociales y la justicia. En
hubieran colaborado con gusto en la las manifestaciones masivas igualmen-
lucha revolucionaria, si hubiesen sido te se están rescatando elementos sim-
tratados con más respeto y con menos bólico-religiosos para incorporarlos
desprecio.40 con “mirada creyente”, a un proceso de
❍ Por último hay que nombrar al grupo cambio social y político.41
de cristianos comprometidos con los
Teniendo en cuenta este complejo y
movimientos de base (sostenidos teó-
pintoresco cuadro socio-religioso y cultu-
ricamente por la “teología de la libera-
ral, nuestro estudio del significado de las
ción”) y que intentan recuperar las ri-
imágenes religiosas, apunta como meta fi-
quezas de las expresiones religiosas po-
nal, a hacer algunas propuestas coherentes
pulares en un contexto de liberación
para que sirvan a la acción pastoral.
cristiana. Sobre todo en las comunida-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 59

Notas sea, la Encarnación del Verbo y la “apófasis” (di-


vinización del hombre). La encarnación del
1 Belting Hans nacido en 1935, fue catedrático de Verbo, icono viviente del Padre, introduce el le-
historia del arte en Heidelberg, en Munich y en gítimo deseo creyente de pintar el rostro de
Karlsruhe, y regularmente enseña también en Dios en la tierra.
Estados Unidos. En 1990 publicó su volumino- 10 Fulchignoni Enrico: La imagen en la era cósmi-
so trabajo: Bild und Kult (Imagen y culto), que ca. Edit. Trilla, México, 1991, p. 41 y 43.
es ya casi un clásico sobre el tema de los iconos 11 L.G. nº 67.
religiosos. Nosotros hemos consultado la tra- 12 S.C. nº 125.
ducción francesa: Image et culte. Ed. Du Cerf, 13 Westheim Paul: Arte antiguo de México. Edic.
Paris, 1998. Págs. 800. Era, México, 1970, p. 369-370. Este autor repor-
2 Ver la síntesis histórica que hace Mario Righet- ta una gran cantidad de datos sobre las creen-
ti sobre el culto a las imágenes, en su obra: His- cias precolombinas de México a partir de las fi-
toria de la Liturgia. BSC, Madrid, 1955, Vol. 1, guras y tallas de piedra.
pág. 937-942. 14 s/a: Guía Arqueológica de Pachamac. Lima,
Para un tratamiento más hondo, histórico y 1988, p. 12.
teológico de la disputa en torno a las imágenes, 15 Un estudio de Marc Augé: Dios como objeto.
ver el estudio de Hans Küng: “El cristianismo”. (Gedisa Editorial, Barcelona, 1996), aborda el
Edit. Trotta, Madrid, 1997, p. 238-249. tema de la idolatría. El autor se pregunta: “¿Có-
3 DS, 600. mo es posible adorar la madera y la piedra?” La
4 Imag. I,16. respuesta, según numerosos etnólogos, se halla-
5 El estudioso de iconos ortodoxos René Latour: ría en el hecho de que los creyentes indígenas
Iconos. (Ultramar Editores, Barcelona 1997) di- toman a Dios como “un cuerpo”, y por lo tanto,
ce: “Para los creyentes ortodoxos el icono es una identifican su imagen con el dios, según el trío
ventana en el límite de nuestro mundo y el más “dios símbolo, dios cuerpo, dios materia”
allá”. (p. 18). (p.12).
En Europa a partir de los años 80’ hubo un “re- 16 Cervantes Fernando en su estudio sobre La idea
vival” de iconos rusos y bizantino, y proliferó su del demonio y el problema del indio (en la revis-
uso en muchos grupos de oración y en lugares ta “Iglesia, pueblos y culturas, nº 39, julio-di-
de culto católico romano. Gaetano Passarelli ciembre 1995, p. 35-83), hace un análisis antro-
publicó entre 1990 y 1992 una serie de 20 libros pológico del fenómeno demonio como elemen-
explicando la forma y el contenido espiritual de to interpretativo de la idolatría y costumbres de
numerosos iconos rusos y orientales. Ver la tra- los indios, usado por los conquistadores y mi-
ducción española publicada por Ediciones Cla- sioneros. El A. sostiene que el nominalismo
ret de Madrid, 1990 y 1992. eclipsó la idea de Tomás de Aquino sobre la na-
6 Carta LXX. turaleza y la gracia, por eso en los siglos de la
7 Carta IX. conquista, la realidad americana fue interpreta-
8 Comm. Super Lib.Sent.:Comm. In lib.III, da más demónicamente de lo que la tradición
dist. 9, a 2, q. 2. cristiana permite. Como ejemplo, analiza sobre
9 Cada cierto tiempo aparecen reflexiones histó- todo la postura del jesuita José de Acosta (1540-
rico-dogmáticas para darle validez a las imáge- 166) y su obra Historia natural y moral de las In-
nes sagradas, como el libro de Bernardi P.: L’ico- dias (1590).
na. Estetica e teologia. (Ed.Cittá Nuova, Roma 17 Facultad Pontificia y Civil de Teología de Lima:
1998; el A. analiza la obra del iconólogo ruso Tercer Concilio Limense 1582-1583, Lima 1982.
L.A.Upenskij. Demuestra que la clave de lectu- Sesión Cuarta, cap. V.
ra de los iconos ha sido siempre la “katáfasis”, o 18 Constitución 95.
60 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

19 Rivera Jorge P.: Dominación y catequesis en 25 Rojas Miguel Mix: El Angel del Arcabuz o el Ba-
América Latina (siglos XVI y XVII). Cidoc, rroco Americano. En La Nación, Buenos Aires,
Cuernavaca, México, 1971, p. 4/13. Es igual- 18 de enero de 1998, Sección E pág. 32.
mente esclarecedora la investigación de Grimes 26 Martínez Alonso Rosales: La Inquisición en el
Ronald L.: Símbolo y conquista. Rituales y teatro Nuevo Mundo y el Arte: México, Lima y Cartage-
en Santa Fe, Nuevo México. Ed.fondo de Cultu- na. En la obra de AA.VV. (Compiladora Gabrie-
ra Económica, México, 1981. la Ramos): La venida del Reino. Religión, evan-
20 Durán Juan Guillermo: “El Catecismo del III gelización y cultura en América. Siglos XVI -XX.
Concilio Provincial de Lima y sus complemen- Centro de Estudios regionales Andinos “Barto-
tos pastorales (1584-1585) - Estudios prelimi- lomé de las Casas”. Cusco 1994, p.310.
nares, Textos, Notas “. Publicación de la Facul- 27 Ib. p. 318.
tad de Teología de la Universidad Católica Ar- 28 Un studio de Aurodio Emanuele: Formas de al-
gentina, Buenos Aires, 1982 - III, Cap. VI, nº 5. teridad. (Construcción y difusión de la imagen
21 Durán Juan Guillermo, ib. p. 404. del indio americano en Europa durante el primer
22 Gruzinski Serge: La guerra de las imágenes. De siglo de la conquista de América) Edic.Abya.Yala,
Cristóbal Colón a Brade Runner (1492-2019). Quito, 1993, reporta curiosas imágenes que
Edit. Fondo de Cultura Económica, México, ilustran el concepto, el uso y el contenido que le
1995, p. 64. Este investigador afirma también dieron los europeos a su imagen de los indíge-
que las imágenes cristianas, según la interpreta- nas americanos, y sus costumbres culturales,
ción que le daban los indígenas, eran considera- como la sodomía y el canibalismo. El libro re-
das como figuras vivas (p.175). Este hecho se produce un grabado de Theodor de Bry (1595)
conectaría con la tesis indicada por M.Augé que representa a indígenas acusados de sodo-
(cfr. citaa nº 15). mía y condenados por Vasco Núñez de Balboa a
23 Gruzinsky Serge: La colonización de lo imagina- ser devorados por perros (figura20, p.169).
rio. Sociedades indígenas y occidentalización en el Otra xilografía de Johannes Grüninger describe
México español, siglos XVI - XVIII. Ed.Fondo de una escena de indígeneas donde, junto con el
Cultura Económica, México, 1991. El autor de- canibalismo, se señalas costumbres locales (mo-
muestra como en las familias y gente particular do de orinar, ir desnudos...), Figura15 p.153. De
abundaba el uso de imágenes, a las que acudían la imagen “cultural” a la física hay un paso. En
vecinos e indígenas para pedir favores y gracias. 1992 en ocasión de los “500 años del descubri-
Ver p.193s. miento de América” se hicieron en Europa nu-
24 En 1582 el cardenal Gabriele Paleotti publicó en merosas exposiciones. En Roma visité una
Bolonia su Discorso intorno alle immagini sacre muestra sobre “Iconografía colombiana. Imma-
e profane,que, entre otras cosas, señalaba los cri- gini del Nuovo Mondo”, (abril 1992), en la que
terios que debían guiar la creación de imágenes se exhibían mapas y figuras de América (siglos
sagradas. Afirmaba además que las imágenes es- XV-XVII), pintados por gente europea. Había
tán sujetas a una lectura universal, por eso son algunos dibujos del mismo Theodor de Bry so-
muy aptas para los analfabetos y el pueblo hu- bre nativos del Brasil que aparecían como
milde; sin embargo ellas persiguen la misma fi- monstruos acéfalos, con los ojos y la boca en el
nalidad de los libros, o sea, están para conven- pecho. Un libro editado en Bolonia en 1642 del
cer y persuadir sobre algún tema. El influjo del autor Ulisse Aldrovandi se titulaba “Mostrorum
pensamiento del Cardenal Paleotti fue notable historia”, y mostraba una imagen del “Rex apud
en la Iglesia hasta el siglo pasado, y se sintió cannibalis” completamente repugnante.
también en el ambiente eclesiástico de América 29 Sobre este argumento ver el apreciable trabajo
Latina. iconográfico realizado por un grupo de especia-
listas en el convento de santa Catalina de Cór-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 61

doba: Una serie de pinturas cuzqueñas de Santa roamérica siglos XIX y XX. Edit. Cátedra, Ma-
Catalina: historia, restauración y química. Fun- drid 1997, p. 15.
dación Tarea, Argentina 1998. 38 En la voluminosa obra de AA.VV., edición de E.
30 Vázquez Isaac Janeiro, ofm.: Caeli novi et terra Sullivan: Arte latinoamericano del siglo XX. Edi-
nova. La evangelización del nuevo mundo a tra- torial Nerea, Madrid 1996, se muestra práctica-
vés de libros y documentos. Biblioteca Apostólica mente un siglo XX carente de arte religioso. En
Vaticana, 1992, p. 9 La obra es una valiosa reco- 1998 he visitado en Buenos Aires una gran
pilación de raros catecismos y otros documen- muestra de arte (pintura y escultura), donde se
tos utilizados por los misioneros en América exhibieron miles de obras de artistas latinoame-
durante los siglos coloniales. ricanos del siglo XX; he visto sólo dos cuadros
31 Johnson L. 1993. Para una visión más amplia e con temática religiosa, uno muy irónico sobre
histórica de las hermandades y cofradías con- la figura del papa Benedicto XV, y otro del au-
sultar el Tomo 3 de la ya citada obra de AA.VV. tor cubano Rubén Alpiziar de una original plás-
La religiosidad popular. Ed. Antropos, Barcelona tica para recordarle al hombre de hoy que sigue
1989. siendo imagen y semejanza de Dios.
32 Pacheco Luis: La religiosidad contemporánea 39 Acha Juan: El consumo artistico y sus efectos.
Maya-Kekchí. Edic. Abya-Yala, Quito s/f.p.187. Editorial Trillas, México 1988, p. 257.
Ver también el interesante estudio de Arze Silvia 40 Desaparecido el comunismo a fines de la déca-
y Medinaceli Ximena: Imágenes y presagios. El da de 1980, los movimientos revolucionarios
escudo de los Ayaviri, Mallkus Charcas. Hisbol, internacionales perdieron la brújula. La victoria
La Paz, Bolivia 1991. del pragmatismo neoliberal dejó el campo libre
33 De este pintor cabe destacarse los cuadros que para el saqueo de los pobres. La visión cristiana
hizo para ilustrar la Doctrina Cristiana (siglo de la sociedad y de la economía para el bien co-
XVII); cfr.: Vargas José María:Miguel de Santia- mún no tiene eco y, por el momento carece de
go y la doctrina cristiana. Edit. Royal, Quito, eficacia histórica. La justicia social dejó de nue-
1981. vo el lugar a la resignada limosna.
34 IV Conferencia General del Espiscopado Lati- 41 En América Latina la Teología de la Liberación
noamericano Santo Domingo,1992. Nº 18. ha recibido duros golpes de parte los grupos
35 Hauser Arnold: Introducción a la historia del ar- cristianos con poder eclesiástico y económico.
te. Edic. Guadarrama, Madrid 1961, p. 136. Sin embargo se muestra todavía como la postu-
36 González Justo: Evangelización de la religiosidad ra más coherente con la utopía evangélica. Ver
popular andina. Edic. Abya-Yala,Quito,1990, de Tamayo Juan José: Presente y futuro de la teo-
p.127. logía de la liberación. Ed.San Pablo, Madrid,
37 Gutiérrez Rodrigo Viñales y Gutiérrez Ramón 1994.
(coords.): Pintura, escultura y fotografía en Ibe-
III.- La imagen institucional y la imagen vivencial

todas las imágenes religiosas se


N ocrean con una misma finalidad, e in-
ver con el uso, las expectativas y las res-
puestas de la gente, a menudo hecha de
cluso, una vez que circulan, los individuos prácticas muy individuales. Se trata de dos
pueden apropiarse de ellas y darle el uso puntos de vista, la del emisor y la del per-
que quieren, sin tomar en cuenta la inten- ceptor.
cionalidad de sus autores o patrocinado-
res. Este es un simple dato empírico y ob- 1.– LAS IMÁGENES INSTITUCIONALES
servable. Pero hay otros aspecto de las
imágenes religiosas que es preciso tomar Llamamos “imágenes institucionales” a
en cuenta. aquellas que están expuestas en templos,
Distingamos estos tres tipos de imáge- santuarios, capillas u otros lugares de cul-
nes según los ámbitos de uso: las imágenes to y que la Iglesia acepta oficialmente para
masivas (las que lanzan los grandes me- que sean veneradas por los fieles. Estas
dios de difusión: prensa, televisión....), las imágenes llevan implícitas las interpreta-
imágenes comunitarias (son las que se ciones que les da la autoridad eclesiástica.
usan en grupos y comunidades, como por Una estatua o un cuadro colocados en un
ejemplo, las iglesias cristianas), las imáge- templo se supone que representan el pun-
nes individuales (las usadas individual- to de vista oficial sobre lo que muestran, o
mente con finalidades privadas). sea, una verdad de fe enseñada por la Igle-
Aquí nos referiremos a las dos últimas. sia sobre Jesucristo, la Virgen María, los
Estas, a su vez, proponemos clasificarlas santos, y cuyo sentido comúnmente es
de esta manera: imágenes institucionales” aceptado por los fieles.
e “imágenes vivenciales” para referirnos a A menudo, la Iglesia institucionaliza
dos modos de concebirlas y de aproximar- imágenes que han surgido de tradiciones
se a ellas, y pensando siempre en las de ca- antiguas y que se han impuesto entre el
rácter religioso. pueblo por fuerza histórica, con tal que no
No existe una correspondencia total sean contrarias a la fe. A veces, la Iglesia
entre ambas tipos de imágenes (las insti- pide que se catequice a los fieles, para que
tucionales y las vivenciales), pues la ima- comprendan y capten su verdadero signi-
gen institucional responde más a las in- ficado.
tenciones de las autoridades de la Iglesia,
mientras que la imagen vivencial tiene que
64 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

a) Sentido y funciones de la imagen La finalidad de la imagen institucional,


institucional aún si se trata de una obra de arte, es ser-
vir al culto y la educación de la fe de los
La imagen institucional, está destinada creyentes. A diferencia de las imágenes de
a presentar una verdad o un modelo de vi- los museos que están allí sólo para su con-
da, por eso apunta al referente; se la hace templación estética, las figuras religiosas
resaltar, sea simbólicamente, como a me- de las iglesias tienen un objetivo práctico y
nudo sucede con las imágenes litúrgicas o apuntan a una respuesta de fe de parte de
alegóricas, o bien, con formas realistas o los fieles. Debemos partir de esta reflexión
naturistas como vemos en la mayoría de básica, para referirnos a las imágenes de
ellas. La Iglesia suele descartar aquellas los templos, a todas ellas y que, por cierto,
imágenes excesivamente subjetivas o sim- revisten formas artísticas muy diversas.
bólicas que no comunican claramente el El arte religioso cristiano, se hizo pre-
mensaje bíblico o la enseñanza eclesial. sente de un modo diferente en los templos
Podemos decir que la imagen institucio- de occidente y de oriente. La tendencia oc-
nal tiene tendencia a reflejar el texto escri- cidental fue más subjetiva y realista, en
to, tanto bíblico como magisterial. cambio en Oriente se impuso la imagen
religiosa simbólica, litúrgica y teológica,
donde el autor sencillamente desaparece
para que sólo resplandezca el contenido
objetivo del misterio cristiano, como lo
muestran esos iconos plasmados para fi-
nes cultuales, y responder a las exigencias
imperiales bizantinas. Si observamos por
ejemplo, un icono bizantino de la Virgen
María, representada como una reina vesti-
da espléndidamente, distanciada en el ges-
to, incluso ausente, percibimos que falta
todo lo subjetivo y emocional. Trasluce un
espíritu y una presencia autoritaria y ante

La imagen del Sagrado Corazón representa insti-


tucionalemte una devoción a Jesús propuesta por
la Iglesia desde el Siglo XVIII.
La expresión “Sagrado Corazón en Vos confío”, deno-
ta la fe eclesial que ya se acomodó a una imagen
institucional cuyos atributos icónicos hoy nos re-
sulten “tradicionales”.
IMÁGENES EN ACCIÓN / 65

ella los fieles celebran su dignidad, que no 1) Imágenes para ilustrar la fe; se tra-
procede del pueblo, sino que se opone a ta de cuadros, pinturas y estatuas hechas
éste en la altivez de sus comportamientos, con un objetivo catequístico, didáctico e
propios de la corte imperial de aquellos si- instructivo; muestran episodios bíblicos y
glos.1 evangélicos, o enseñan las verdades de fe
La Iglesia Católica desde los inicios de cristiana.
su historia, asumió y aceptó las imágenes 2) Imágenes para el culto: a ellas se les
religiosas, a pesar de las encarnizadas lu- asigna una funcionalidad cultual y devo-
chas iconoclastas de los siglos VII al IX. cional. Representan un discurso religioso
El Concilio Vaticano II (1962-1965) ra- institucionalizado y ritualizado (ej. una
tificó la praxis secular de venerar las imá- imagen de María, de Jesús, de un santo pa-
genes: “ Manténgase el uso de exponer en trono o cualquier otra imagen “milagro-
las iglesias las imágenes sagradas para la sa”).
veneración de los fieles.”2 Esta postura se 3) Imágenes evocativas: su papel es
basa en la convicción de que las imágenes suscitar sentimientos de imitación a Cris-
instruyen a los fieles y estimulan su fe, to, a la Virgen y los santos. Tienden a evo-
además de servir también de decoración y car y recordar la santidad a las que Dios
ornato del templo. Si la vida cristiana con- nos llama a través de esos modelos.
siste en la imitación de Jesucristo, las imá- 4) Imágenes para decoración y ornato
genes que ilustran su vida y sus enseñan- de los lugares de culto o sitios sagrados
zas, constituyen un adecuado instrumento oficialmente reconocidos. A menudo esta
de formación. Lo mismo dígase de las función decorativa se combina con alguna
imágenes de la Virgen María y de los san- de las anteriores, excepto con la 2) que
tos, pues ellos se han destacado por sus suele ser autónoma y exclusiva.
virtudes evangélicas: “El sacrosanto Con-
En este contexto la Iglesia legitima el
cilio enseña esta doctrina católica y exhor-
uso de imágenes, pues ellas “están destina-
ta a todos los hijos de la Iglesia a que pro-
das al culto católico, a la edificación, a la
muevan generosamente el culto, especial-
piedad y a la instrucción de los fieles.”4
mente el litúrgico, de la Virgen María ... y
observen todo lo que en el pasado ha sido
establecido acerca del culto de las imáge- b) Por templos y santuarios
nes de Cristo, de la Virgen y de los san- Si visitamos los templos y santuarios
tos.”3 de América Latina, podemos observar que
Es claro, pues, que la Iglesia le asigna a las imágenes religiosas, de muy variados
las imágenes religiosas objetivos y funcio- estilos, van cumpliendo, cada una a su
nes precisas, que podemos nombrar de la manera, las funciones “institucionales”
siguiente manera: que hemos señalado.
66 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

❍ Significado de los templos barrocos Francisco, perteneciente al convento de


coloniales los franciscanos. (...) Los preciosos azule-
jos portugueses del siglo XVII abundan en
El estilo y las imágenes de los templos la Igleja de Sao Francisco. Como abunda
coloniales barrocos de América Latina, re- el porque envuelve al templo, uno de los
flejan el triunfo de la Iglesia y su decisión monumentos barrocos más famosos del
de comunicar públicamente la fe cristiana. mundo.”6
El barroco nació después del movimiento Un historiador ecuatoriano al referirse
de reforma protestante.” La curia romana a las iglesias coloniales y barrocas de la
tuvo que crear un ‘arte popular’ para la ciudad de Quito, observa: “No hay retablo
propaganda eficaz de la fe católica amena- mayor en Quito que no se corone con la
zada. ... El carácter aparatoso y triunfalista representación de las Personas de la Trini-
de la iconografía religiosa barroca respon- dad. El templo de San Francisco, de me-
dió, por tanto, a las orientaciones de la diados del siglo XVI,ofrece en su retablo
Iglesia católica a raíz de la contrarrefor- mayor, una síntesis de la Doctrina Cristia-
ma.” 5. na. En el zócalo aparecen sedentes las imá-
Las imágenes barrocas del templo de genes de los Evangelistas; en los nichos del
Nuestra Señora de la Concepción (Ouro cuerpo del altar se distribuyen los Apósto-
Preto, Brasil), las de la iglesia de la Com- les; en el capitel, sobrepuestas al frontón
pañía (Quito, Ecuador), la iglesia de la truncado, descansan yacentes las figuras
Terciaria en Bogotá, sólo para citar algún alegóricas de las virtudes. No debió ser di-
ejemplo, son al mismo tiempo ornamen- fícil insinuar, a través de esas imágenes, la
tales y exaltantes, poseen un sensacionalis- verdad acerca de la Trinidad, la Inmacula-
mo teatral y una explosión de riqueza tal da Concepción, el valor de los Evangelis-
que impresionan a cuantos las miran. Jor- tas, la función de los apóstoles, la misión
ge Amado, el conocido escritor brasileño, de Cristo, la trascendencia de las virtu-
describiendo la ciudad de Bahía, afirma: des.”7
“Bahía se enorgullece de sus iglesias cató- Tampoco podemos dejar de nombrar
licas, suntuosas, monumentos arquitectó- a los numerosos y admirables monumen-
nicos realmente admirables, algunas muy tos barrocos mexicanos, los de estilo chu-
lindas, otras muy ricas, varias receptoras rrigueresco, con las profusas ornamenta-
de una especial devoción popular. (...) ción de Cristos, Vírgenes y santos en las
La iglesia más célebre de Bahía, de fa- fachadas de los templos, como el de la
ma mundial, cuyas fotografías se han pu- Santísima Trinidad, el templo de la Profe-
blicado por todas partes, que es obligato- sa (de la Compañía de Jesús), o el templo
rio visitar para todo turista, vanidad de la de la Enseñanza. Pero también son admi-
ciudad religiosa, asombro para los ojos rables los templos de Zacatecas, Guana-
con su oro por las paredes, las columnas, juato o de la ciudad de Puebla. Además de
el techo y los altares, es la ‘Igleja de Sao sus fachadas, resuelto desafío de la Refor-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 67

Altar Mayor de la Iglesia de la Compañía, Quito.


El barroco en todo su esplendor, propio de una Iglesia que muestra su triunfo religioso.

ma católica, en sus interiores esas iglesias Los retablos tienen estatuas de solem-
conservan gran número de imágenes que ne tallado destinadas a la veneración po-
ilustran el proceso evangelizador instala- pular a Jesús (los Cristos doloridos), a Ma-
do en tierras americanas. ría (la Dolorosa) y a los santos. Las pintu-
ras en cambio, se inspiran más en la Biblia
68 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

y tratan de documentar los principales he- voción, ante los cuales los fieles rezan y pi-
chos del Nuevo y del Antiguo Testamento. den favores. Las imágenes “más importan-
Así, en la iglesia jesuita de la Profesa, tes” se llevan en procesión en las grandes
abundan las ricas pinturas bíblicas (La festividades. Es el marco devocional pro-
Transfiguración, Jesús calmando la tem- pio de las “imágenes milagrosas”. ¿Qué re-
pestad, etc.) de artistas como los herma- quisitos debe tener una imagen para cum-
nos Juan y Nicolás Rodríguez Juárez. En plir con la función de hacer milagros? El
cambio en la iglesia de la Enseñanza diri- investigador David Freedberg (1992) estu-
gida por la Orden de María, y cuyo espíri- dió este fenómeno y describió algunas ca-
tu fundamental era “educar la juventud en racterísticas fundamentales de ese tipo de
las letras y en la doctrina cristiana”, se ha- imágenes.9
llan representados santos educadores co-
❒ Ante todo la imagen milagrosa debe
mo San Andrés Abelino o San Cayetano,
tener rasgos figurativos propios, es decir,
San Felipe Neri, San Juan de Dios, San Ig-
debe distinguirse de las demás por su ges-
nacio de Loyola.
to, rostro, postura, adornos, modo de ves-
Una investigadora resume así el senti-
tir o algún otro detalle que la caracterice.
do de estas obras artísticas en el contexto
A veces el mismo parecido (pero con pe-
evangelizador de ese tiempo: “La actividad
queñas diferenciaciones) con otras imáge-
docente de la Compañía de María signifi-
nes conocidas por sus poderes, le otorga a
có un valioso intento durante la época co-
una imagen un estatuto milagroso. En de-
lonial en el campo de la cultura,; se encar-
finitiva la figura (cuadro o estatua) mila-
gó de la redención femenina a través de la
grosa debe poseer una fuerza visual pro-
educación. Así, la iglesia de La Enseñanza,
pia, distinta de otras.
en muchos de sus detalles formales, nos
habla de ese espíritu renovador que infor- ❒ En segundo lugar la imagen milagro-
mó a la institución”.8 sa generalmente se destaca porque tiene
Hasta el presente, el estilo barroco in- un origen inesperado, a veces desconoci-
vade las nuevas expresiones religiosas, pa- do, o bien milagroso. Así la imagen de la
ra mostrar que la religión debe triunfar, o Virgen de Guadalupe apareció portento-
al menos, que ella es portadora de un po- samente estampada en el poncho de Juan
tencial de energía renovadora para los in- Diego, la imagen de Nuestra Señora de la
dividuos y los pueblos. Caridad del Cobre (Cuba) fue traída por
las olas del mar hasta una playa de la bahía
de Nipe donde fue hallada por dos herma-
❍ Las imágenes milagrosas
nos indígenas en 1608; la imagen de la
En los santuarios y en muchas iglesias Virgen de Altagracia (República Domini-
y templos, se ven imágenes consideradas cana) primero fue vista en sueños por la
“milagrosas”. Se trata de iconos sagrados hija de un noble y piadoso señor de Icaya-
destinados a funciones cultuales y de de-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 69

Coronación papal de la Virgen de Chapi en Arequipa, Perú, 1983.


Las entronizaciones de las imágenes, su coronación, su exaltación pública consolidan ante el pueblo su
poder milagroso.

gua y tras infructuosa búsqueda la trajo guardián de los moradores de los pueblos,
un misterioso peregrino hacia 1635. aldeas y haciendas. A este aparecimiento
Todos los santuarios poseen narracio- divino siguió la devoción, el culto y las ro-
nes acerca del origen de la imagen que allí merías.”10
se venera, y eso explica también su poder
❒ Finalmente la eficacia de una imagen
taumatúrgico y su calidad milagrosa. To-
sagrada depende también del reconoci-
memos como ejemplo, la imagen del Cris-
miento público que tenga. Generalmente
to crucificado de Esquípulas, venerado
debe estar consagrada, adornada y coloca-
desde el siglo XVI por toda la gente de esas
da en un marco especial. Esta apariencia
regiones maya-kiché. Hay numerosas le-
externa le da status y elevación.
yendas alrededor del color negro de ese
Cristo. Un historiador refiere así la “corona-
“Existe además un mito mayor que se ción” de la estatua de la Virgen de Andaco-
trasmite por el poderío de la fe en la mila- llo (Chile) en 1901: “Celebróse el tríduo
grosa imagen y afirma que el Cristo de Es- con pompa inusitada y entusiasmo indes-
quípulas nadie pudo esculpirlo. Apareció criptible. El templo estaba adornado de
de súbito una noche de tormenta y terre- gran gala interior y exteriormente. Bande-
moto. La divina providencia lo colocó cer- ras de todas las naciones ceñían la elevada
ca del río del pueblo para que fuera el cúpula, vistosos escudos rodeaban las to-
70 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

rres, y en medio de ellas se destacaba un nocimiento colocando junto a la imagen


rosario colosal de cuentas plateadas cuya algún objeto que indique el beneficio reci-
cruz caía en el pórtico principal. Resaltaba bido (por ejemplo un recuerdo de la en-
también en el frontispicio una banda cir- fermedad de la cual han sido curados), o
cular donde se leía en gruesos caracteres: bien un cuadro o una pintura que repre-
‘Chile corona a su Reina’. (...) Las naves y senta el milagro realizado, (la liberación
tribunas (del templo) eran impotentes pa- de un accidente, el éxito de una delicada
ra contener la muchedumbre ansiosa de operación quirúrgica, y así por el estilo).
aclamar a su Madre en el día de su triun- Las imágenes milagrosas se ven embelleci-
fo. (...) Después del evangelio (el obispo) das por una gran cantidad de exvotos que
subió a las gradas y colocó en las frentes expresan el agradecimiento de los fieles y
sagradas de las imágenes sus respectivas al mismo tiempo recuerdan a la multitud
insignias ... En ese instante los suspiros el poder y la eficacia de la imagen y las
comprimidos y las lágrimas silenciosas, se obras portentosas que realiza continua-
desahogaron en un grito unánime. Un mente.
!’Viva la Virgen de Andacollo’ repercutió
en la basílica, en el valle y en la monta- ❍ Las imágenes catequísticas
ña.”11
Y a continuación este mismo autor na- El grupo de cuadros y pinturas de ca-
rra numerosos milagros relacionados con rácter catequístico o parenético, aunque
la devoción “pública” a esa imagen. no escasea en los templos, no es el más to-
Los atributos milagrosos de una ima- mados en cuenta. En general nuestras
gen conducen a la comunidad a enrique- iglesias tienen imágenes catequísticas, pe-
cerla y a adornarla cada vez más profusa- ro son pinturas antiguas y ciertamente na-
mente. Un cronista dominico del siglo pa- cieron con una clara finalidad didáctico-
sado, describe así el tesoro de la sagrada religiosa, hoy sin embargo, no pocas están
imagen de la Virgen del Rosario en Lima desfasadas de la sensibilidad actual. En la
en el año 1818: “sólo la corona de la Vir- antigua iglesia de los Dominicos en San-
gen tenía 102 diamantes, 102 rubíes, 150 tiago de Chile, sobre el altar mayor hay un
esmeraldas, y tres tembleques de brillan- cuadro de 1841. Representa a Dios que
tes. La custodia tenía 1304 diamantes, 522 acaba de crear a Adán y Eva. En un recua-
rubíes, 1029 esmeraldas, 45 amatistas, 2 dro inferior y dentro del cuadro mismo
topacios y 121 perlas finas. Además, entre está escrito: “El fin del hombre. Para qué
lámparas, hacheros, blandones, andas, fue criado: Dios nos crió que lo amemos,
trono de la Virgen, frontales, etcétera, ha- ‘sirbamos’ en esta vida y después gocemos
bía 2572 marcos de plata”.12 de su Reino por toda la eternidad.” Esta
Por su parte, los fieles y devotos que re- era, en efecto, una de las primeras ense-
ciben milagros y favores expresan su reco- ñanzas del catecismo de esa época. Hoy
esa misma verdad se formularía pictórica
IMÁGENES EN ACCIÓN / 71

y literariamente de un modo muy diverso, Típicas son las series de figuras angéli-
por tanto esa pintura tiende a ser mirada cas en la iglesia de Calamarca (Bolivia, si-
más como una pieza histórica de arte que glo XVIII), donde las pinturas representan
como un mensaje actual. una tipología personificada de los seres
Igual juicio merecen las pinturas de los celestiales, vestidos como príncipes y no-
ángeles de la época virreinal americana. Se bles de la época, con espadas y arcabuces
trata de una iconografía estrechamente preparados para luchar contra los enemi-
vinculada al barroco y a una teología cris- gos de Dios y de los hombres.14
tiana basada en la “Jerarquía Celestial”. Hoy ciertamente la sensibilidad eclesial
En los países centrales andinos los mi- es muy distinta, y nadie haría una icono-
sioneros jesuitas propagaron y populari- grafía antropomórfica semejante, para re-
zaron la devoción a los ángeles, con la fi- presentar los roles y el poder de los ánge-
nalidad de suplantar las creencias indíge- les, pues ahora hasta el contenido ha cam-
nas en seres superiores que identificaban biado. Por eso sería conveniente una reno-
con los astros y los fenómenos naturales. vación más decidida del lenguaje icónico
Por eso los ángeles fueron relacionados
con funciones cósmicas: el ángel príncipe
del granizo, del rayo, de las estrellas, el án-
gel de la noche, de la lluvia, del viento, de
los cometas, etc.
“De algún modo los religiosos de Amé-
rica en los siglos XVI y XVII, supieron de
esta relación ángel-fenómeno celeste, y
crearon las series angélicas con los citados
nombres para sustituir cristianamente la
idolatría de los astros. ... Todo hace pensar
que los indígenas se sintieron identifica-
dos con las series angélicas a las que trata-
ron de dar vida en su folklore...”13

Angel arcabucero: Iglesia de Calamarca, Bolivia, 1680.


El barroco americano ha dado “forma cristiana” a
la creencia precolombina en seres intermedios so-
brenaturales. En los personajes arcabuceros la
iconografía angelical desarrolla un realismo al ser-
vicio de la protección de la Iglesia y del control so-
cial. Era una catequesis sobre los ángeles y la Igle-
sia, en el marco de una sociedad de cristiandad.
72 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

religioso para expresar la fe y para cate- misterio mariano y en perspectiva cristo-


quizar en la actualidad. lógica.
Un ejemplo de la necesidad de darles En una iglesia moderna de Santiago de
nuevas formas figurativas a ciertas verda- Chile, construida en 1992, detrás del altar
des de fe que en la actualidad se perciben mayor, ocupando toda la gran pared del
desde una experiencia distinta de la de an- fondo, está la pintura de Cristo, en actitud
tes, tiene que ver con la Virginidad de Ma- del crucificado-resucitado, como el Señor
ría. En muchas iglesias he visto cuadros de la nueva creación. El entorno lo consti-
sobre la “Sagrada familia”, algunos de pin- tuye la naturaleza, sin animales y con ras-
tores muy famosos. Pues bien, en ellos gos bastante abstractos, además están las
María es siempre una graciosa muchacha, figura de una mujer y un hombre, ambos
con la mirada generalmente puesta sobre de pie. Ella tiene rasgos locales y altivos,
el niño Jesús e ignorando totalmente a Jo- mientras el hombre cabizbajo con som-
sé. Este aparece indefectiblemente como brero en la mano, infunde un sentimiento
un hombre de edad, calvo y con barba de humildad. De los mismos parroquia-
blanca, apoyado en un bastón, relegado a nos he recogido controvertidas interpreta-
un segundo plano. Si esta fue una manera ciones de ese cuadro religioso.
para interpretar la frase de María “No co- Ciertamente rompe los códigos de la
nozco varón”, hoy resulta obsoleta y de pintura religiosa tradicional, y habrá que
mal gusto. Por cierto que sería más atrac- esperar aún algunos años antes que se
tiva otra forma de expresar hoy el sí virgi- acepte un estilo así en el ámbito cultual.
nal de María...pero claro, eso exige tam- Permanece sin embargo, abierto el proble-
bién otra teología. ma del mejor camino pedagógico a em-
En las iglesias modernas hay imágenes plearse para introducir nuevas formas icó-
catequísticas nuevas y que reflejan mejor nicas adherentes al sentir de la fe popular.
la fe eclesial actual. He visto, por ejemplo, ¿Puede haber “arte de vanguardia” en las
en la catedral de Talca (Chile) una hermo- imágenes religiosas? Sí y no. La respuesta
sa pintura de la Asunción de la Virgen he- es “no” si por vanguardia se entiende imá-
cha en 1952 por el artista Rubio Dalmati. genes que presentan una ruptura total con
Asemeja a un tríptico. Al centro se ve la los contenidos esenciales de la fe cristiana.
Virgen que “resucita” gloriosamente (se- La respuesta es “sí”, si la imagen de van-
mejante a la Resurrección de Jesús), abajo guardia es una propuesta estética y de
se ve su tumba y la loza sobre la que está contenido orientados a arrojar nuevas lu-
escrito el nombre “María”. A los costados ces sobre el modo de comprender y de es-
están todas las escenas marianas del evan- timular la fe para la comunidad. Las imá-
gelio pintadas con trazos estilizados y con genes de vanguardia expresan siempre –de
colores suaves. El conjunto es una invita- alguna manera– una protesta y una ruptu-
ción a la contemplación serena de todo el ra, por eso suelen rechazarse al inicio. Los
que las critican dicen que son “experimen-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 73

tos” o “imágenes de laboratorio”, para así tura icónica basada en códigos de carácter
neutralizar y bloquear su novedad, y remi- fático, con el claro propósito de invitar a
tir al futuro su lenguaje inventivo y crítico. los fieles a dar respuestas cristianas claras.
Pero a veces son necesarias para introdu- Se espera de la gente que las contemplan,
cir modos diversos de contemplar la fe. una reacción definida que no tolera nin-
Creemos que la renovación antropoló- guna subjetividad. Las imágenes propo-
gica, teológica y bíblica impulsada por el nen modelos o expresan virtudes y estilos
Concilio Vaticano II, exige de los artistas de vida para ser imitados. El fenómeno de
cristianos expresiones nuevas en las imá- la mímesis sostiene esta clase de imágenes.
genes que crean. En efecto, las personas pueden transfor-
marse y cambiar mediante la imitación de
❍ Las imágenes evocativas y los Via ejemplos que les son colocados delante.
Crucis
Las imágenes evocativas son aquellas
que tienden a mover a los destinatarios a
la acción, a asumir actitudes de conver-
sión, de cambio, de anhelo de santidad. A
menudo esas imágenes tienen una estruc-

Una imagen nueva para representar el sentido más pro-


fundo de la vida de san Pablo y su misión de apóstol que
consistió en viajar anunciando el evangelio con la voz de
su palabra y con sus cartas.
Esta imagen que recuerda con claridad la frase
del profeta Isaías: “¡Que lindo es el caminar de los que
anuncian la Buena Noticia!”
74 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

He aquí un ejemplo de imagen evocativa del


pintor holandés Gerard David (1460-1523).
Este artista ilustró escenas de la vida de San
Nicolás. En este retablo se ve al joven Nicolás
en la ventana dejando una bolsa de dinero en la
casa de un vecino pobre, y sin que este se dé
cuenta. En las iglesias de entonces, esta clase de
imágenes evocaban las virtudes cristianas de
los santos como ejemplos para ser imitados.

Todo modelo es portador de sentido, y las obras de misericordias y otras ense-


la imagen que muestra y revela gestos con- ñanzas del evangelio. Bajo este aspecto,
cretos de santidad en sus más variadas for- hay notables contrastes entre las iglesias
mas (servicio al prójimo, oración, compa- nuevas y las antiguas.
sión, perdón, donación de sí, justicia... Es un hecho comprobado que los cris-
etc.), ayuda a darles contornos reales al tianos debemos convivir con una mezcla
mensaje del evangelio y estimula a los fie- de estilos arquitectónicos, figurativos y re-
les a asumir posturas más coherentes con ligiosos, pertenecientes a diversos siglos.
su fe. Un caso muy singular de este contraste se
No hay muchas imágenes evocativas en puede observar en la ciudad de México,
nuestros templos. Abundan más en las donde hay dos templos contiguos, pero de
iglesias coloniales donde se ven antiguos arquitectura totalmente diferente, dedica-
cuadros alegóricos o escenas que ilustran dos a la Virgen de Guadalupe: la moderna
IMÁGENES EN ACCIÓN / 75

iglesia ovalada, con vitrales e imágenes de Nuestras viejas iglesias latinoamerica-


estilo contemporáneo, y a su lado el her- nas todavía tienen algunas bellas imágenes
moso templo colonial con las pinturas de evocativas del mensaje cristiano, pero
esa época. Al parecer los fieles no reparan otras muchas y muy significativas, han si-
mucho en esos contrastes, pues en casi to- do relevadas y confinadas en museos. En
das las ciudades latinoamericanas se ven el museo de arte colonial de La Paz hay un
iglesias antiguas y nuevas y su uso es “in- hermoso cuadro del año 1718, pintado
tercambiable”. La religión es siempre por Melchor Pérez H. y cuyo tema es la
“nueva” para quien la vive, aunque sus raí- “Virgen lavandera”. Representa a María la-
ces, como el caso cristiano, sean muy anti- vando ropa junto al río; viste una mantilla
guas. Pero la tarea de las imágenes religio- indígena y un sombrero alto de Potosí. Su
sas es presentar la perenne novedad del rostro muestra serenidad y altivez campe-
evangelio para la gente de hoy. sina. Es todo un programa de fortaleza

Este cuadro, aún manteniendo un estilo pictóri-


co más bien tradicional, es de contenido diná-
mico, evocativo y catequístico: Jesús es Pan de
vida, que abre nuevos surcos de esperanza y
fortaleza.
Nuestros templos aún son tímidos para aceptar
en su interior este nuevo tipo de figuras que,
por el momento, circulan casi exclusivamente
en forma de estampas.
76 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

cristiana para las mujeres no sólo de en- abundan las “devociones” a Jesús dolorido
tonces, sino para muchas campesinas in- y martirizado. Son numerosas las estatuas
dígenas de actuales de ese país que fácil- antiguas, como el “Cristo caído”, “Jesús de
mente se identifican con esa figura. la agonía”, Jesús azotado, Cristo crucifica-
No podemos dejar de citar las imáge- do, Jesús en la tumba. Escasean las imáge-
nes del “Via crucis” que se ven en el inte- nes de Cristo Resucitado.
rior de todas las iglesias. Los Via Crucis re- Se ha dicho que el pueblo pobre y ex-
presentan la entrega total de Cristo, y sus plotado de América Latina se identifica
figuras son también una evocación de la mejor con el Cristo doliente que con el Se-
fuerza del amor de Dios por encima de la ñor triunfante. Es cierto. Pero, habría que
destructividad humana del odio. En la ac- manifestar la fuerza liberadora de la
tualidad se hacen intentos por recuperar muerte de Jesús unida a su Resurrección.
icónicamente el mensaje de la pasión de Es la Pascua la que “hace nueva todas las
Jesús y ponerla en claves actuales. cosas”, y no sólo a nivel individual sino
Aunque la proclamación de la pasión y también social e histórico.
muerte de Cristo siempre estuvo al centro Hay iglesias que renovaron los cuadros
de la predicación y de la catequesis eclesia- del Via Crucis, para mostrar su sentido de
les, sin embargo las figuras de la pasión “memoria de la pasión para el pueblo.”
adquirieron gran importancia en el perío- Recuerdo una tarde de Cuaresma en una
do de la “Devotio moderna” (siglos XIV y capilla de un barrio popular de una gran
XV), cuando se insistió e inculcó la imita- ciudad. celebraba con los fieles el Via cru-
ción de Cristo15 y la necesidad de seguirlo cis con las imágenes del pintor y Premio
en el camino de la cruz. Un modo concre- Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
to de avivar ese sentimiento, era ver a Je- Esos cuadros representan las etapas tradi-
sús en las imágenes de su pasión hasta la cionales del camino de la cruz, pero actua-
muerte en cruz. La imagen mueve los de- lizadas con figuras del pueblo latinoame-
seos, suscita emociones, afectos, reaccio- ricano que sufre con Cristo la crucifixión
nes. Todo eso ayuda a mover la voluntad de la injusticia, la explotación, la persecu-
para seguir e imitar a Jesucristo. Con este ción y el martirio. El texto que explicaba
fin se han colocado los cuadros del Via cada imagen aludía a la doble pasión de
crucis en los templos. Sin embargo, la ma- Jesús, ayer bajo Poncio Pilatos, y hoy bajo
yoría de los que actualmente se ven en las las numerosas formas de hacer sufrir y
iglesias cumplen tan sólo una función or- matar a los débiles e inocentes. Al final de
namental. En general son viejos, descolo- la ceremonia un obrero se me acercó y di-
ridos, poco iluminado y colocados fuera jo: “ !Qué cerca de nosotros está Jesús que
de la dirección habitual de las miradas. En sufre!” Dos años después un nuevo párro-
esas condiciones es difícil que desempe- co quitó ese Via Crucis por otro más tra-
ñen un rol educativo para la fe. En cambio dicional porque “no representaba adecua-
damente la pasión del Señor.”
IMÁGENES EN ACCIÓN / 77

Señor de la Soledad -
Patrón de Huaraz, Perú.

Desde el inicio del cristianismo en América,


las imágenes de Cristo crucificado han sido
las más pintadas, esculpidas y veneradas. Por
eso son tan numerosas en nuestras iglesias.
En cambio se ven pocas imágenes del Señor
Resucitado.

Via Crucis
del pintor boliviano
Severino Blanco,
1991.
Interpretación con-
temporánea de la caí-
da de Jesús bajo el
peso de la cruz du-
rante su camino ha-
cia el Calvario:
“Si alguno quiere venir
conmigo, tome su cruz
cada día y sígame.”

(Lc. 9,23)
78 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Severino Blanco: La Resurrección del Señor.


La Resurrección es el reverso de la cruz. La imagen evoca la utopía del pueblo latinoamericano que en
medio del martirio cotidiano de la cruz cree en la validez de la existencia humana; porque Cristo vive y
nos acompaña.
IMÁGENES EN ACCIÓN / 79

En América Latina hay pintores sensi- significa que los fieles y los responsables
bles que desean representar la pasión de pastorales les den más importancia. De
Jesús, como un tema de palpitante y an- hecho en las entradas de las iglesias y de
gustiosa actualidad. Es grandiosa la obra los santuarios se venden y circulan las es-
del pintor boliviano Severino Blanco que tampas, las medallas y las estatuitas de ca-
hizo una “Passio gloriosa” con una pictó- rácter devocional, y no otras más repre-
rica impactante, de vivaz colorido y con fi- sentativas de una vida de fe relacionada
guras que recuerdan constantemente có- con “modos de vida evangélicos ”. Además,
mo Jesús sigue sufriendo y muriendo has- los cuadros o figuras de carácter más cate-
ta el presente en el pueblo. Al final, como quístico y evangelizador que se hallan en
última escena, (igual que en el Via Crucis las iglesias, carecen de “realce pastoral”.
de A.Pérez Esquivel), hay un cuadro so- Esto demuestra que se aprecian especial-
lemne de Cristo Resucitado, rodeado de su mente las imágenes con fines cultuales o
pueblo humilde, sencillo y creyente que lo devocionales. No extraña entonces que
aclama triunfante y victorioso, porque las muchas iglesias de nuestros países parez-
cadenas del sufrimiento y de la muerte can verdaderos panteones, con sus nume-
han sido rotas. La liberación ha llegado. rosos altares llenos de imágenes de todo
La creación de obras como esta, revela tipo, sin ningún orden ni jerarquía y para
que la elección de un tema para la imagen las devociones más diversas. He aquí unas
religiosa, refleja las condiciones sociales de pocas muestras observadas por noso-
la comunidad creyente, de modo que a un tros.17
argumento religioso antiguo, es posible En el templo de los mercedarios en La
darle una asombrosa actualidad. En la his- Paz (Bolivia), he contado 73 estatuas ex-
toria del arte se ha visto que un contenido puestas a la veneración de los fieles. En Li-
nuevo “determina formas nuevas”, en ma (Perú) la iglesia de los dominicos tiene
nuestro caso el contenido de la pasión de 112 estatuas y la de San Francisco 122; en
Cristo es nuevo, no como hecho histórico, la iglesia de San Francisco de Quito conté
sino en su proyección en la conciencia de cerca de 200 imágenes, además de otro
muchos cristianos.16 centenar de carácter ornamental; en la ba-
sílica de la Merced, también en Quito, hay
c) La necesaria renovación 128 imágenes, además de 62 ángeles y put-
ti ornamentales. Una veintena de cuadros
❍ Los panteones cristianos grandes figuran en las naves laterales y en
ellos se ilustran milagros de la Virgen, al
En general, en los templos antiguos y pie de cada uno está el año en que aconte-
aún en los modernos, los cuadros y pintu- ció y una frase con una explicación, por
ras catequísticas y evocativas, son numéri- ejemplo: “1755. Libres del terremoto
camente superiores al de las estatuas u nuestros padres, nuevamente te juran por
otras imágenes para el culto. Pero esto no patrona, con fiesta de precepto y con vigi-
80 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

lia.”; “1720. Tu imagen tocó el pecho del ❍ Una nueva teología


difunto y levantóse sano y bueno al pun-
to.” La “renovación de la pastoral de las
En la catedral de esa misma ciudad, un imágenes” depende con frecuencia, de la
templo de estilo barroco del siglo XVI, hay mentalidad renovada que posean los res-
25 grandes óleos de hermosas escenas bí- ponsables de las comunidades.
blicas, pero cumplen más una función de Para que los espacios religiosos y las
adorno que de catequesis, la mayoría tiene imágenes que los acompañan, sean conce-
poca iluminación y está en las arcadas de bidos como lugares donde se transparente
las naves. Igualmente, en el templo fran- una “comunidad cristiana”, es preciso dar-
ciscano de Bogotá he contado 146 imáge- le a la evangelización un claro perfil “cris-
nes, pero sólo estaban iluminadas las esta- tocéntrico y trinitario”, que la Iglesia se
tuas devocionales, los demás cuadros (en conciba como comunidad en el Espíritu
su mayoría escenas bíblicas) están en luga- Santo y no una institución piramidal, que
res oscuros y tras las rejas donde no pue- la fe sea entendida como “seguimiento del
den acercarse los fieles. En la iglesia colo- Señor Jesús, que la Sagrada Escritura está
nial de San Agustín de La Paz (de 1668), al centro como la palabra principal de
hay una docena de “imágenes milagrosas”, educación de la fe.
cada una con exvotos colgados a los costa- En este contexto resultará más fácil lle-
dos. Aquí, sin embargo, los frailes están var a cabo una “pastoral icónica” que me-
haciendo un esfuerzo para “evangelizar” jor se adecua a un estilo de comunicación
esas expresiones y han puesto carteles en y de vivencia de la fe según un modelo de
las columnas del templo con frases para Iglesia surgida de la renovación conciliar.
recordar a los fieles los valores importan- Se entiende, entonces por qué el Con-
tes que deben ser vividos. He leído, por cilio Vaticano II pidió a los responsables
ejemplo, estos letreros: “La justicia y el pastorales que allí donde “se hubiesen in-
amor valoran más que prender velas”, filtrados abusos, excesos o defectos, se es-
“Amor por los más pobres y necesitados”, fuercen para eliminarlos o corregirlos, y
“Vive el evangelio”, “Busca la unidad de la que todo se restablezca para una alabanza
familia”, “Da testimonio de Dios”. más plena a Cristo y a Dios. Enseñen, por
Citar tantos otros ejemplos, resultaría tanto a los fieles, que el verdadero culto a
fastidioso y aburrido, pero los he visto en los santos no consiste en la multiplicidad
Panamá, Guatemala, México, Colombia, de actos externos, sino en la intensidad de
Argentina, Paraguay y Brasil... en cuyos nuestro amor concreto...”18
templos hay también numerosos bellos Más concretamente pide el Concilio
cuadros con escenas bíblicas, pero escasa- que las imágenes se expongan” con mode-
mente iluminadas y en lugares insólitos, ración en el número y guardando entre
donde nadie se detiene para mirarlos. ellas el debido orden, a fin de que no cau-
sen extrañeza al pueblo cristiano ni favo-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 81

rezcan una devoción poco recta.”19 Esta “la capacidad de expresar la fe en un len-
admonición pastoral la recogió algunos guaje total que supera los racionalismos
años después el nuevo Código de Derecho (canto, imágenes, gesto, color, danza).”23
Canónico: “Debe permanecer firme la Sin embargo, también en Puebla los obis-
práctica de proponer a la veneración de pos vuelven a reconocer como elemento
los fieles imágenes sagradas en las iglesias, negativo una “valoración exagerada del
sin embargo, serán expuestas en número culto a los santos con detrimento del co-
moderado y en orden conveniente, a fin nocimiento de Jesucristo”. Y a continua-
de que no provoquen la extrañeza del pue- ción recuerdan la “inclinación, en algunos
blo cristiano ni den lugar a una devoción lugares, al sincretismo religioso.”24
menos recta.”20 Resumiendo, digamos que la imagen
La Iglesia latinoamericana en Medellín institucional es aquella que está estrecha-
(1968), aun reconociendo los valores de la mente vinculada al acto comunicativo ofi-
religiosidad popular, advirtió: “No se ha cial de la Iglesia, que es su “fuente emiso-
de suponer fácilmente la existencia de la fe ra”. Ese tipo de imagen es portadora de
detrás de cualquier expresión religiosa una legitimidad propia, derivada de su
aparentemente cristiana. Tampoco ha de aceptación en el marco oficial que la hace
negarse arbitrariamente el carácter de ver- moralmente verdadera, correcta y apro-
dadera adhesión creyente y de participa- piada a los ojos de los cristianos. El desti-
ción eclesial real, aun cuando débil, a toda no razonable de la imagen institucional es,
expresión que manifieste elementos espú- entonces, facilitar en los fieles el contacto
reos...”21 A continuación, una de sus reco- con Dios (devoción, culto), promover la
mendaciones pastorales fue: “que se revi- imitación de las virtudes cristianas, y ser al
sen muchas de las devociones a los santos mismo tiempo, un instrumento de ense-
para que no sean tomados sólo como in- ñanza del mensaje de la fe.
tercesores, sino también como modelos de En este espacio comunicativo oficial,
vida de imitación de Cristo.”22 van y vienen imágenes que luego se en-
Sabemos que después de Medellín re- frentarán con las condiciones de recep-
corrió el continente una racha de iniciati- ción de los usuarios.
vas pastorales tendientes a “purificar” los
templos de imágenes superfluas. Muchas La fuerza de arraigo que puede tener
estatuas y cuadros fueron eliminados de una imagen institucional en el alma popu-
iglesias, capillas y santuarios, a veces justi- lar, depende más de su capacidad de res-
ficadamente y otras sin mucho respeto ponder a las expectativas y deseos de la
por la sensibilidad popular. Tal vez por es- gente, que a su promoción oficial.
to se entiende la revalorización que hace
Puebla (1979) de ciertas expresiones de la
religiosidad popular, como por ejemplo:
82 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

En Perú la figura de San Martín de En la Argentina la imagen de Jesucristo de


Porres no encontró dificultades en “El Greco” (1548-1614) fue escogido por
convertirse en imagen institucional la jerarquía eclesiástica como el rostro
ampliamente aceptada por el pueblo oficial (institucional) del Señor, para
cristiano, debido a su origen mulato, exhibirlo en Congresos Eucarísticos, Jornadas
humilde, y a su vida de servicio misioneras y otros eventos eclesiales. La
compartido con los pobres. Tuvo todos imagen es aceptada por los cristianos, pero
los rasgos de la identidad cultural de las no asumida como representativa de un Cristo
mayorías de los habitantes del Perú. cercano a la propia vida e identidad cultural.

2.– LAS IMÁGENES VIVENCIALES


reacción del “destinatario” y no la inten-
Son las que el pueblo acepta, asume y ción del “emisor” (la autoridad eclesiásti-
utiliza concretamente para expresar sus ca). La imagen vivencial desborda los cá-
vivencias religiosas. Pueden o no ser imá- nones de la legitimidad oficial, porque ella
genes institucionales, pues aquí lo que se sitúa en el plano “del mundo vital”, de
cuenta, es la condición de recepción y la las necesidades de las personas, y no en el
IMÁGENES EN ACCIÓN / 83

plano del mensaje o doctrina anunciada y tá relacionada con la experiencia simbóli-


formulada por la fuente eclesiástica. Para ca de la identidad cultural, y la segunda
ser más exactos, la imagen vivencial está con la vivencia devocional y de impetra-
condicionada por el tratamiento y el uso ción.
que le da la gente, y entonces funciona co-
mo una negociación pragmática. a) Imagen religiosa e identidad cultura
Se prevé que los usuarios la someterán
a diferentes interpretaciones. Con esto no Al mencionar la imagen religiosa en re-
estamos diciendo que existe necesaria- lación con la vivencia de identidad cultu-
mente una dicotomía entre la lectura de la ral, nos referimos al imaginario religioso
imagen institucional y la de la imagen vi- compartido por vastos estratos del pueblo
vencial, o que los fieles usen exclusiva- que vibran emotivamente con ciertas imá-
mente la imagen religiosa a espaldas de la genes porque ellas evocan la presencia de
intencionalidad de la Iglesia. Ya hemos Dios o de la Virgen en medio del pueblo
mencionado las fervientes devociones que “desde tiempos antiguos”. A menudo se
se demuestran ante muchas imágenes ins- trata de imágenes surgidas en un contexto
titucionales en iglesias, santuarios, ermi- campesino o marginal, pero que hoy tam-
tas, etc. Esto es indiscutible, y en la mayo- bién siguen convocando al pueblo, provo-
ría de los casos sucede así. can un consenso y una identidad nacional.
Simplemente observamos que el modo La imagen es en cierto modo, su símbolo
de usar las imágenes religiosas que tiene el religioso-cultural, un aglutinante de re-
pueblo, desborda las reglas de la doctrina cuerdos, sentimientos, tradiciones e ima-
o de la liturgia oficiales; la imagen es vi- ginarios religiosos que dan forma a la
venciada en ritos y costumbres particula- identidad popular. Así, la figura de Cristo,
res, donde se interpreta el mensaje cristia- pero más comúnmente la de la Virgen
no añadiéndoles “excedentes” y significa- María, son el signo sagrado de la unidad
ciones nuevas. No resulta incorrecto afir- “religiosa y nacional” en casi todos los paí-
mar que en el cristianismo hay un uso sin- ses de América Latina.
crético de las imágenes. A menudo es también el signo de
La pregunta entonces es la siguiente: “identidad de clase social”. Detengámos
¿qué manejo le da el pueblo creyente de por ejemplo, a considerar la imagen de la
América Latina a las imágenes? ¿Qué vi- Señora de Guadalupe estampada “mila-
vencia religiosa expresa la Iglesia popular grosamente” en el manto del humilde in-
a través de ellas? dígena Juan Diego. En el siglo XVI ese he-
Parecen ser dos las formas fundamen- cho (más allá de su estricta veracidad his-
tales de apropiación de las imágenes en la tórica), fue inmediatamente interpretado
religiosidad popular –y teniendo además– por la gente marginada, como un signo
consentimiento y aprobación de la Iglesia, claro del oráculo divino que anunciaba un
en la mayoría de los casos. La primera es- tiempo mejor para ella. Por eso los indíge-
84 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

nas festejaron y aclamaron con entusias- da por criaturas celestes podía significar
mo la imagen de la Virgen morena. Hasta dos cosas, no necesariamente contradicto-
hoy los mexicanos veneran la Virgen de rias. En primer lugar, que la Virgen venía
Guadalupe como la protectora del pueblo, por sí misma y no había sido traída por los
de los pobres, de los que desean justicia, españoles. En segundo lugar, los indios
bienestar y paz. Así lo siente y vivencia el creían que cada período de tiempo estaba
pueblo devoto. Cada detalle de la imagen sostenido por un dios. Representaban
no nació al azar, sino que surgió desde una simbólicamente esta creencia mediante
cultura cargada de elementos simbólicos. una criatura de segundo orden que lleva-
Un autor, al estudiar el significado de la ba a sus espaldas la era en cuestión. La Se-
imagen de la Virgen de Guadalupe, escri- ñora que era llevada por criaturas celestes
be: “La Señora se apareció en la colina sa- indicaba la aparición de una nueva era. La
grada de Tepeyac, uno de los cuatro luga- Señora llevaba ceñida a la cintura una
res principales de sacrificios de la América banda negra de maternidad, signo de su
Central. Era el santuario de Tonantzin, la embarazo. Ofrecía así su hijo al Nuevo
virgen-madre del panteón indio. El vesti- Mundo. La Señora era mayor que el más
do era de un rojo pálido, el color de la san- grande de los dioses indios, ya que oculta-
gre derramada de los sacrificios y el color ba al sol, aunque sin extinguirlo. El dios
también de Huitzilopopchtli, el dios que sol era la principal divinidad y la Señora
daba y conservaba la vida. La sangre de los más fuerte que él. Era también mayor que
indios había sido derramada en suelo me- el dios luna, pues estaba en pie sobre la lu-
xicano y había fertilizado a la madre tierra na, sin aplastarla. Sin embargo, por gran-
para que produjera ahora algo nuevo. Ro- de que fuera esta Señora, no era una dio-
jo era también el color del este, la direc- sa. No llevaba máscara, como los dioses
ción de la que sale el sol victorioso des- indios, y su rostro radiante y compasivo
pués de haber muerto durante la noche. El indicaba a cualquiera que la mirase que
color predominante del cuadro es el verde era la madre misericordiosa.”25
azulado del manto, que era el color regio Un análisis histórico-cultural de la Vir-
de los dioses indios. (...) Uno de los presa- gen de Guadalupe nos lleva a descubrir la
gios proféticos que los sabios nativos ha- significación patriótica de sus símbolos.
bían interpretado como un signo del fin Un estudio ha mostrado como están vin-
de su civilización fue la aparición, diez culados “con el simbolismo de la tradición
años antes de la conquista, de una conste- azteca donde el águila triunfa sobre la ser-
lación de estrellas en el cielo. Así como las piente”.26
estrellas habían sido uno de los signos del Se comprende, entonces, por qué cier-
fin, así ahora las estrellas del manto anun- tas imágenes, como en este caso la de Gua-
ciaban el comienzo de una nueva era. El dalupe, encierran un profundo mensaje
hecho de que la imagen estuviera sosteni- de esperanza para el pueblo sufriente, y se
IMÁGENES EN ACCIÓN / 85

Desde México hasta el Brasil, las imágenes de la Virgen María descuellan por ser portadoras de los
mitos de la unidad nacional en los países de América Latina.
Desde el siglo XIX los pueblos latinoamericanos vivencian la devoción a la Virgen como un símbo-
lo de identidad de la propia nación, por encima de la fragmentación religiosa, política o socio econó-
mica que pueda existir en sus países. Sin embargo el rol unitario de la figura de María no incluye las
mismas interpretaciones para los creyentes pobres que para los grupos de poder. Los pobres acuden
a la Virgen en espera de redención, y en contra un orden vigente que le niega pan, trabajo, salud,
oportunidades de futuro, educación y justicia. En cambio los grupos de poder (económico, político,
militar), fácilmente manipulan a la Virgen María para encubrir el propio autoritarismo, buscando in-
tegrar a las masas a su proyecto socio político y económico.

La Virgen de Guadalupe es la más conocida de to- La devoción a esta Virgen tuvo origen en el siglo
das las devociones marianas de nuestro continente XVIII cuando unos pescadores de Itaguaçu “pes-
americano. El surrealismo mexicano sabe armoni- caron” la imagen de la Santa. A raíz de algunos mi-
zar perfectamente el laicismo oficial (anticlerical y lagros acaecidos junto a esa imagen, su populari-
descreído), con las más tiernas y populares mani- dad se extendió por todo el país. El fervor popular
festaciones de cariño a esta Virgen, cuya historia la hizo que en 1830 el Papa Pio IX proclamará a
ha convertido en el máximo símbolo de la identi- Nossa Senhora aparecida como la Patrona del
dad del pueblo mexicano. Brasil. Actualmente hay unas 350 parroquias en
ese país dedicadas a la Santa Aparecida.
86 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

convierten en el símbolo de la resistencia observa: “La razón prevalente y más origi-


frente al mal y la muerte. Prácticamente nal en América Latina no es la razón ins-
todos los pueblos latinoamericanos po- trumental o la socialista, sino la razón
seen tradiciones sobre apariciones o ha- simbólica, propia de culturas oprimidas,
llazgos milagrosos de imágenes de la Vir- amerindias y afroamericanas. Aunque
gen que, en diferentes lugares, acude en muchas veces se entremezclan en una fu-
ayuda de los humildes: La Virgen de la Ca- sión sincrética; el minero que ofrece sacri-
ridad del Cobre en Cuba, La Virgen de ficios al dios incaico de la mina, es marxis-
Montserrat de Puerto Rico, Nuestra Seño- ta en el sindicato y va a la misa católica los
ra de los Angeles en Costa Rica, Nuestra días de fiesta.”28
Señora de Coromoto en Venezuela, La También para la imagen religiosa es vá-
Virgen de Chiquinquirá y la de Las Lajas lida esta aseveración, si pensamos que ella,
en Colombia, la Virgen del Quinche en sobre todo en las fiestas patronales popu-
Ecuador, la Virgen del Carmen y de Anda- lares, expresa toda su carga simbólica, pa-
collo en Chile, Nuestra Señora de Luján y sional y vitalista convirtiéndose en una
de Itatí en la Argentina, la Virgen de Caa- real fuerza integradora de la comunidad.
cupé en Paraguay, Nuestra Señora de Co- Así la imagen desarrolla múltiples funcio-
pacabana y la Virgen de Urcupiña en Boli- nes: “El valor del icono, la talla policroma-
via, la Virgen de Belén en Perú, la Virgen da de los santos y vírgenes, y el recargo de
de los 33 orientales en Uruguay y la Virgen figuras plásticas y ornamentaciones (por-
Aparecida en Brasil. Poco importa la exac- que lo que importa es el santito de yeso)
titud o los precisos fundamentos históri- reside precisamente en que es un símbolo
cos de tales hechos o tradiciones. 27 Su va- concreto de una realidad mediadora hacia
lidez proviene de las utopías o de los mi- lo trascendente, símbolo en torno al cual,
tos que encierran. de manera sensible y corpórea, es posible
Hoy como ayer el mito ejerce una fun- volver la fuerte carga de sentimientos que
ción trascendental en las expresiones fun- la experiencia mística popular va acumu-
damentales de la vida humana (nacimien- lando para expresar en la fecha precisa de
to, amor, muerte), y a él se vinculan tam- la fiesta patronal. En verdad poco importa
bién los orígenes de un pueblo, su identi- la vida del santo, ni siquiera se conoce la
dad y sus perspectivas utópicas. El origen dimensión ética... Lo que importa es el
del mito no necesita justificación y es inú- icono y su capacidad catalizadora de sen-
til tratar de incluirlo en un orden lógico timientos y deseos en un tiempo-espacio
racional. El mito va adelante con la vida, preciso (lo maravilloso de la fiesta y el ri-
es vivenciado y expresado a través de la fe tual) y su capacidad mediadora, símbolo
y de los ritos. Los pueblos usan símbolos eficaz de la acción trascendente hacia los
para manifestarlos, variados y hasta apa- vivos: que sea milagroso.”29
rentemente contradictorios. Un estudioso
IMÁGENES EN ACCIÓN / 87

Las imágenes de Cristo, de la Virgen y imágenes de la Virgen María para defen-


de ciertos santos, tienen la fuerza simbóli- der sus intereses y legitimar golpes de es-
ca de los mitos de la fe y de la utopía de to- tado y sangrientas represiones contra el
do un grupo social. Esa fe se visualiza en la pueblo. Hoy existen todavía, imágenes
“imagen” llevada en procesión y aclamada cristianas que son baluartes religiosos de
en la fiesta religiosa, porque a través de las fuerzas armadas reaccionarias.
ella viene la protección divina y la espe- Sin embargo la mayoría del pueblo se
ranza del retorno del paraíso. En este mis- mantiene fiel al sentido primero y libera-
mo contexto se entiende el significado de dor de las más relevantes imágenes histó-
las peregrinaciones a los santuarios. Ellas ricas, y los santuarios populares conti-
expresan el “caminar al encuentro de la núan siendo lugares donde la gente senci-
imagen”, ir a colocarse bajo el influjo de su lla acude para depositar al pie de las figu-
acción benéfica y protectora. Los peregri- ras del Señor y de la Virgen sus deseos y
nos van en romería caminando “para ir a esperanzas.
ver” a Cristo, a la Virgen o al santo. Además de las “imágenes principales”,
A menudo, ya próximos a la entrada, o sea, de las que responden a vivencias na-
hacen el último tramo de rodillas hasta el cionales, existe el repertorio de imágenes
pie de la imagen. Luego la miran, le rezan menores, que responden a experiencias
y si es posible, la tocan y acarician. En al- culturales más regionales y locales. A veces
gunos lugares existen, cofradías encarga- están marcadas por deseos de “oposición”
das de “vestir” a la Virgen o al santo. En un cultural a grupos, a modas o fenómenos
santuario comprobé que una Virgen tenía sociales que se quieren rechazar. Los usua-
disponibles 365 vestidos, uno para cada rios de esas imágenes se sienten portado-
día del año. res de un mensaje que debe ser afirmado
Los líderes de las Revoluciones de la en un contexto negativo o contrario. En
Independencia a inicios del siglo XIX, en- cierta manera se trata de imágenes religio-
tendieron el sentido profundo de la reli- sas usadas como expresión de “contra cul-
giosidad del pueblo, por eso no dudaron tura”, si empleamos este término en el sen-
en ponerse bajo la protección de la Virgen tido amplio de negación del presente o de
María y llevar su estandarte, como símbo- algunas de sus formas de vida. Es notable
lo de dignidad y estímulo de lucha popu- el pluralismo en este campo. Para limitar-
lar por la justicia y la libertad. Casi todas nos sólo al ámbito del cristianismo, se ven
las campañas por la independencia de circular imágenes religiosas que expresan
América Latina llevan el sello religioso de sentires opuestos entre sí, sin orden, en un
alguna imagen de la Virgen. Después sin juego infinito de deseos y pretensiones no
embargo, con el pasar de los años, lasti- tanto religiosas, sino más bien de doloro-
mosamente, las elites conservadoras y los sos malestares espirituales. La imagen se
militares se adueñaron de ciertos títulos e presta para manifestar simbólicamente to-
88 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

das las crisis del siglo. Ella tiene un len- continente tiene sus Vírgenes protectoras
guaje que acompaña de manera ejemplar para cumplir funciones muy poco evangé-
todos los valores o contra-valores que licas. En cambio, hay otros grupos que
emergen sobre nuestra escena histórica. asumen la imagen de María con un senti-
No es casual que los integristas de do humano y cristiano, por ejemplo, cier-
“Tradición, familia y propiedad” enarbo- tas asociaciones de promoción y defensa
len sus estandarte medievales para añorar de los Derechos Humanos, o algunas ins-
“esos buenos tiempos idos”. Los intereses tituciones cristianas de voluntariado, o
económicos e ideológicos marcan tam- grupos cristianos con objetivos ecológicos
bién las preferencias religiosas. Y allí la y de servicios humanitarios.
imagen habla mucho. La Virgen de Fátima He conocido una comunidad rural
asume significados distintos para gente muy pobre del altiplano andino fundar su
distinta, no sólo por razones individuales unidad e identidad religiosa sobre una
(psicológicas, familiares...), sino porque es imagen muy desdibujada del Señor, pero
vivenciada por grupos con discursos so- toda su riqueza de fe estaba reflejada allí,
cio-religiosos contrapuestos. No es lo mis- porque esa imagen era de su tierra y de su
mo el discurso dominante que el margi- historia.
nal. Cada Fuerza Armada de los países del

Uno de los casos donde mayormente se nota la


manipulación ideológica de la imagen religiosa, es
la Virgen de la Merced honrada como “Virgen
Generala” y protectora de las Fuerzas Armadas,
de varios países de América Latina.
El argumento que más demuestra la contradic-
ción de darle a María el título de “generala” y
guía de los ejércitos, es la existencia de los pobres
(marginados, indígenas, negros), que en nuestros
continentes fueron siempre víctimas de los abusos
y violencias de sus ejércitos, que están al servicio
de los poderosos y de los intereses de los ricos.
Justamente lo contrario de lo que dijo María:
“Dios derribará de sus tronos a los poderosos y
dejará a los ricos con las manos vacías.”
Cuando el sentido de la imagen se pervierte, aun-
que sea imagen sagrada, se hace imagen obscena.
IMÁGENES EN ACCIÓN / 89

Otras veces resulta más difícil aún, re- se de un contrato muy simple: el trueque,
componer la lógica de ciertos usos de las el intercambio, alimentado a veces por la
imágenes. En una ciudad de Colombia he creencia en el valor mágico del rito. Sus
visto afiches religiosos protestantes, senci- formas son también muy diversas.”30
llos, compuestos de una imagen y una fra- En el cristianismo popular acudir a
se. Dios, a Jesucristo, a la Virgen y a los santos
Lo anacrónico era el enlace de esos dos quiere decir invocarlos para solicitar toda
lenguajes. Las imágenes de los afiches eran clase de bendiciones y pedirles socorro en
personajes sacados de las tiras cómicas las necesidades humanas. La tenencia de
que publican los diarios, mientras las fra- imágenes para muchos creyentes es un
ses eran de contenido religioso. Una de signo de vinculación con el ser divino con
esas figuras representaba al vikingo Olaf y el fin de implorar sus dádivas. Observa-
abajo estaba escrita esta frase: “Cristo re- mos sin embargo, que este aspecto viven-
sucitó. Tú lo puedes sentir. Es real. Recìbe- cial de la religiosidad popular, no es un
lo en tu corazón”. De veras es una propa- bloque unívoco ni uniforme. Al contrario,
ganda cristiana tan mediocre que más val- se configura con ilimitados matices y for-
dría no hacerla. mas sincréticas. Hay personas profunda-
La ambigüedad y el mal gusto en la que mente cristianas que rezan ante una ima-
se mueven a veces las expresiones simbóli- gen de Cristo o de la Virgen, pensando que
cas religiosas como la de este caso, podrían Dios es Padre y Providencia amorosa, y pi-
interpretarse como una reacción apologé- de favores con sencillez y confianza. En
tica con el fin de preservar una identidad otro extremo hallamos gente, que usan
agredida en el anonimato de las grandes imágenes (cristianas o no), con una débil
ciudades. Lo cuestionable, sin embargo, es o incluso ajena referencia cristiana, llegan-
el modo de dar la respuesta. do hasta manipularlas como si fuesen
realmente objetos mágicos en el sentido
fuerte del término, es decir, identificando
b) Imágenes de devoción e impetración
la realidad con su representación, otor-
La otra forma de relacionarse con las gándole a la figura un poder superior.
imágenes consiste en venerarlas para fines Aquí la imagen es considerada como una
devocionales y de impetración. Este modo cosa numinosa que tiene energía en sí
vivencial de usar imágenes está ligado a la misma, y es portadora de poderes prodi-
naturaleza misma de toda religión, la cual giosos capaces de lograr lo que no está a
incluye la práctica de oraciones y ritos pa- nuestro alcance: sanar una enfermedad,
ra pedirle a Dios favores y gracias. Obser- conseguir riquezas, obtener una buena co-
vando la devoción religiosa en nuestras secha, solucionar un conflicto familiar,
agitadas ciudades contemporáneas, un hallar un buen marido o una buena mu-
teólogo acota: “ No podemos negar que la jer, etc. La religiosidad popular está llena
religión, en general, funciona sobre la ba- de estas actitudes. En la fiesta de la Virgen
90 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

de Urcupiña en Quillacollo (Bolivia), he “ También es patente que la religiosidad


visto a centenares de personas comprando popular es predominantemente ritualista
toda clase de pequeños objetos (una casi- y mágica.
ta, un autito, una muñeca, paquetes de dó- Predominan los gestos y ritos exterio-
lares impresos en papel común, etc.) para res por los que se pretende conseguir el fa-
ir a depositarlos al pie de la Virgen y pe- vor de Dios. (...) La actitud personal es
dirle que le otorgue lo que esas cosas sim- siempre algo secundario. Lo esencial es
bolizaban. Sin embargo sería una superfi- que los ritos se hagan en forma digna y
cialidad juzgar estas actitudes como si fue- conveniente. Y los efectos que se esperan
sen sólo gestos supersticiosos. Las imáge- son de algún modo mágicos, dan una se-
nes (Virgen, el Señor, los santos), sintoni- guridad numinosa y ayudan de esa mane-
zan con la profundidad de la celebración ra a vivir sin las angustias del destino.” 32
de la vida donde hay mezcla de miedos, te- Este modo de juzgar la religiosidad popu-
mores, esperanzas y utopías festivas.31 lar tiene ciertamente su dosis de verdad,
El sincretismo en el uso de imágenes pero necesita ser completado positiva-
religiosas no deja, pues, de ser frecuente. mente tomando en cuenta también el sig-
La oración frente al cuadro del Sagrado nificado simbólico-religioso más profun-
Corazón, puede ir a continuación de un do que tienen los ritos y gestos para las
rito ante la imagen de Iemanya, la diosa personas que los realizan. Vistas las cosas
del mar, para pedir por el marido que está sólo del punto de vista de un observador
navegando. La fe cristiana en Dios Padre de mentalidad demitificada aparecen co-
que ama y protege a sus hijos, no se ve que mo desviaciones enfermizas, y no se perci-
esté reñida con la observancia de otros ri- be su carga de visión trascendente y reli-
tos que requieren objetos o imágenes reli- giosa de la existencia, aunque a veces sus
giosas de dudosa ortodoxia. Se piensa que, manifestaciones sean toscas y deficientes.
si Dios no concede lo que se le pide, en- Los modos de expresar la devoción con
tonces es oportuno buscar otros caminos. imágenes está condicionada no solamente
Para obtener bienes y evitar malas se echa por la fe, sino además por la mentalidad
mano de signos, por ejemplo una imagen, socio-cultural y religiosa de cada situación
que atraigan el poder sagrado, superior y histórica y que no siempre son coinciden-
eficaz capaz de garantizar la obtención de tes con los contenidos de la fe. Esto hace
la gracia impetrada. No es raro, entonces, que las imágenes religiosas sean también
ver a fieles usar una gran variedad de imá- un signo de una función social.
genes, tanto institucionales como otras
muy locales o extrañas al culto cristiano. Dos pinturas diferentes sobre el hecho bíblico
de la visita de María a su prima Isabel que está
Esta manera de relacionarse con las imá-
encinta aguardando el nacimiento de Juan Bau-
genes muestra otra faceta del carácter sin- tista.
cretista del cristianismo popular y que, a El contexto histórico y cultural determina la
menudo, recibe críticas como la siguiente: forma y los elementos icónicos de la escena.
IMÁGENES EN ACCIÓN / 91

La Visitación. Pintura de Fra Angelico (1387 - 1455).


Las figuras humanas, las vestimentas, el paisaje y la arquitectura, son un espejo del “400 italiano”.

La Visitación. Cuadro de Jaime Colán, 1992 (peruano).


Gente y ambiente campesino. Un toque “näif” hace resaltar la alegría popular mientras María
canta el “magnificat” (Lc. 1, 46-55)
92 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Tal situación se evidencia al considerar dos tan diferentes de recepcionarlas y de


la evolución que han sufrido ciertas imá- relacionarse con ellas: “Hasta hoy perso-
genes de Jesucristo a lo largo de la historia. nas de la misma religión viven en paradig-
La época triunfalista de Constantino hizo mas diferentes, son influenciadas por con-
al Cristo Pantocrator. En cambio, en los si- diciones básicas y sometidas a determina-
glos de epidemias de peste y de guerras re- dos mecanismos sociales. En lo que con-
ligiosas, abundaron las figuras de Jesús cierne al cristianismo, hasta hoy hay cató-
agonizante. Entre los pobres y desampara- licos que espiritualmente viven en el siglo
dos de América Latina se instaló Jesús su- XIII (junto con Santo Tomás de Aquino,
friente y dolorido, mientras que los hip- los papas medievales y la orden eclesiásti-
pies norteamericanos hicieron al “Gods- ca absolutista. (...) Es importante notar
pell”, o sea, a un Jesús festivo y sonriente, y que justamente ese perdurar, esa persis-
los sectores de cristianos latinoamerica- tencia y concurrencia de paradigmas reli-
nos más comprometidos con la justicia, giosos antiguos en el día de hoy, es una de
prefieren la imagen de Jesús profeta-social las principales causas de los conflictos
que le grita a los explotadores del pueblo. dentro de las religiones y entre las religio-
En los años de la década de 1970 la edito- nes. El que quiera servir a la paz no podrá
rial católica San Pablo también publicó la evitar el análisis de los paradigmas”.33
imagen del Cristo burgués con saco y cor- Proyectando esta reflexión al tema que
bata, apto para los ambientes seculariza- nos ocupa, diríamos que hoy la produc-
dos. Pero la autoridad eclesiástica lo hizo ción de imágenes cristianas, debería so-
retirar de la circulación. meterse a los criterios del “paradigma
Cada generación habla de Jesucristo y conciliar”.
de la fe según los modelos culturales de
que dispone. Es evidente que hoy el plura- c) Las creencias, el sentimiento religioso
lismo cultural –muy visible en nuestras y el sentido de lo sagrado
grandes ciudades latinoamericanas– de-
bería propiciar también imágenes religio- Lo que se manifiesta en la mayoría de
sas diversificadas, tomando en cuenta que las formas de expresar la fe cristiana, y por
en nuestra sociedad conviven individuos tanto en el modo de usar imágenes, de
con esquemas y modelos de fe distintos. realizar ritos, de practicar devociones, etc.,
Ello no debiera impedir un legítimo “diá- es a nuestro entender, la presencia de tres
logo icónico” (lo que equivale a decir, diá- elementos: las creencias, el sentimiento re-
logo cristológico, mariológico, eclesiológi- ligioso y el sentido de lo sagrado.
co...etc.).
Lo que un teólogo afirma con respecto ❍ Las creencias
al problema más vasto y hondo de la paz,
lo podemos aplicar igualmente a las imá- Son constitutivas del modo de practi-
genes, para comprender por qué hay mo- car la fe y de usar las imágenes. Por “creen-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 93

cias” entendemos las convicciones que recta (eso sería un saber, un conocimien-
fundamentan nuestra comprensión de las to), sino en una comprensión mediatizada
cosas (del mundo, del yo, de los demás, de de las cosas, como sucede con las creencias
la divinidad), y que condicionan nuestras religiosas u otras de sentido común. Las
reacciones frente a ellas. Las creencias son creencias regulan nuestras expectativas
un “efecto de sentido” instalado en la base frente a cuanto nos rodea, permitiéndo-
misma de nuestra vida. Ellas pueden com- nos asumir las actitudes correspondientes.
pararse a un mirador desde el cual se con- En la vida cotidiana en general, no se ar-
templa un panorama. Es “la idea en la ca- gumenta sobre la validez de las creencias,
beza” con la cual se parte para considerar se aceptan sin cuestionarlas. Se suponen
algo, o dicho de otra manera, son las con- verdaderas, o sea, que están relacionadas
diciones iniciales de la mente en el instan- con la verdad y que por lo tanto tienen un
te de enfrentarse a las cosas. carácter verosímil, fundado en razones ex-
En las creencias van incorporadas las ternas al sujeto que cree y que acepta una
cuotas de verdad y de certeza que las sos- afirmación como si fuese verdadera. Es
tiene y nos disponen a actuar de una ma- considerada verdadera la creencia en el
nera o de otra. Son contenidos de con- pecado original porque me lo enseñó la
ciencia para entender algo, por eso no se catequista, pero también acepto como
fundamentan sobre una experiencia di- verdadero lo que dice sobre el origen del

La figura del Ekeko está difundida sobre todo en los


países andinos.
Representa a un minero sonriendo tras haber burla-
do a sus crueles adversarios que no podían creer que
se hiciera rico por sus propios medios, trabajando y
ayunando.
Entre el pueblo pobre, esta imagen se usa como amu-
leto y recuerdo constante de que todos tenemos dere-
cho a surgir y poseer riquezas.
94 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

mal “El Indio Amazónico” (sabio-curan- Dios por parte del sujeto creyente. Con ese
dero que tiene un templo en Bogotá). La Ser Superior uno se reconoce unido por
gente tiene un estado disposicional a ac- lazos de dependencia. El sentimiento reli-
tuar de acuerdo a sus creencias. Cuando se gioso es el espacio de la dimensión inte-
presenta la ocasión, el individuo tiende a rior y profunda, donde la persona se sien-
comportarse como si ese algo en lo que te remitida a la trascendencia. Es el reco-
cree, fuera realmente verdadero.34 nocimiento de esa “realidad última” con la
El uso de imágenes siempre expresa cual nos hallamos vinculados en el hori-
ciertas creencias, cristianas o no; ellas son zontes fundamental de la vida, al experi-
consideradas rectoras de algún aspecto de mentar la limitación de cualquier plena
la vida. El que coloca a la entrada de su ca- realización intramundana. Podríamos de-
sa la imagen de San Jorge, cree que va a ser cir con propiedad que el sentimiento reli-
el defensor y protector de su hogar; o la gioso nace del “inconsciente espiritual”, de
persona que acude a rezarle a la imagen de esa carga que llevamos en la profundidad
Santa Catalina de la rueda, traduce su de nuestro ser y que nos empuja a relacio-
creencia de que recibirá justicia. narnos (aunque inconscientemente) con
La creencia en el poder de la imagen lo trascendente, con Dios.
está vinculada a la convicción previa de La dimensión de la realidad humana
que la realidad puede ser cambiada por el que llamamos religión no es, entonces, un
influjo sobrenatural de Dios o de los san- fenómeno psicológico, aunque tenga re-
tos. percusiones visibles en la psicología de las
Por otra parte el uso de imágenes no personas. Desde la vertiente antropológica
expresa la totalidad de las creencias de una consideramos acertado lo que afirman en
persona, ni el modo de expresarlas. Al- general los especialistas en materia de psi-
guien puede tener una imagen del culto cología religiosa, en el sentido de que a es-
Cumbanda y al mismo tiempo acudir a ta disciplina (la psicología) no le corres-
san Antonio para pedirle que le ayude a ponden propiamente emitir juicios de va-
encontrar una novia, o bien hacerse leer el
lor filosófico sobre los fenómenos de ca-
destino por una vidente y después ir a co-
rácter psicológico, porque “la cuestión de
mulgar muy devotamente. La dimensión
la naturaleza profunda y del sentido últi-
religiosa contiene creencias, pero no se
mo (de la religión), no es un problema de
agota en ellas. Hay algo más: el sentimien-
to religioso orden psicológico, sino de orden metafísi-
co o teológico.”35
La veneración que otorga el devoto a la
❍ El sentimiento religioso imagen religiosa, traduce un contenido de
Con este término nos referimos al nú- conciencia que no es sólo cognitivo, sino
cleo fundamental de la experiencia reli- que abarca el sentido totalizante que surge
giosa que consiste en el reconocimiento de de la “re-ligación” del sujeto con lo tras-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 95

cendente, aunque a menudo, los modos de cia. Esto se evidencia principalmente en


esas expresiones religiosas nos parezcan las narraciones del origen sobrenatural de
“primitivos”. Por eso, “los elementos alie- muchas imágenes “sagradas”. Hemos di-
nantes de la religión popular, cuando los cho ya que todas las reseñas históricas de
hay, no lo son nunca por esencia, sino por los santuarios marianos, proporcionan
existencia concreta, social e históricamen- tradiciones de carácter milagroso o ex-
te situada”.36 traordinario, que explican la presencia de
La experiencia de lo religioso puede la imagen de la Virgen en ese lugar. Insis-
aparecer ambivalente, porque su simbolo- timos en este fenómeno, porque expresa,
gía nunca es totalmente transparente que además, un aspecto sagrado de “hierofa-
nos permita interpretar la plenitud de los nía”. Citemos ahora el relato sobre el ori-
sentimiento de las personas que la vive. gen del santuario de la Virgen de Chapi
Pero sería falsear la comprensión del sen- (Arequipa, Perú), para ilustrar con un
tido religioso presuponer de modo cons- nuevo ejemplo lo que acabamos de afir-
tante que sus expresiones (por ejemplo, en mar. Se cuenta que un día de 1798 un gru-
las imágenes) denotan alienación. El con- po de parroquianos estaban trasladando
tenido fundamental de todo sentimiento al pueblo de Solgay la imagen de la Virgen
religioso y que sostiene los múltiples mo- candelaria que había donado un párroco.
dos de manifestarlo, consiste en la con- Mientras estaban tomando un descan-
ciencia que tiene el ser humano de su ra- so por el camino, cayó una lluvia de arena
dical finitud y contingencia, y el corres- que les hería la cara. En vista de esta ines-
pondiente deseo de superarla. perada lluvia, determinaron continuar el
viaje, pero cuando se dispusieron a mar-
char y quisieron levantar la sagrada efigie,
❍ El sentido de lo sagrado
no lo lograron por más esfuerzos que hi-
Unido al sentimiento religioso se halla cieron. Intentaron varias veces arrastrarla,
también el “sentido de lo sagrado”, es de- pero todo fue en vano. Al no poder dar un
cir, la percepción de que hay fuerzas divi- paso más adelante, comprendieron e in-
nas y misteriosas que invaden el hombre y terpretaron que la voluntad de la Virgen
el mundo. Ante el poder sagrado el hom- era quedarse en ese lugar, Chapi. Ante es-
bre se siente inclinado a temer, a orar y a te hecho portentoso, considerado como
realizar ritos y sacrificios. Lo sagrado se milagro, de inmediato la feligresía se dis-
manifiesta en las “hierofanías”, o sea, en puso a levantar en ese sitio una capilla, pa-
manifestaciones del poder divino en luga- ra honrar con devoción la imagen sagrada
res, objetos o acontecimientos. Por este de la Virgen.
motivo, todas las religiones, en su tradi- Hay niveles diferentes en la compren-
ción, tienen algunas “apariciones” que sión y expresión del sentido de lo sagrado.
convalidan la base sagrada de su existen- En no pocas religiones el poder sagrado
96 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

produce temor, y ante él los individuos das por los devotos. A veces se notan vene-
tratan de dominarlo mediante artes mági- raciones que traslucen sentimientos reli-
cas o ritos especiales. El cristianismo en- giosos y sagrados donde predomina el
tiende lo sagrado como poder divino, miedo y el temor frente al misterio. Eso fa-
trascendente, pero personal y amoroso vorece el empleo mágico y fetichista de las
que desea nuestro bien. En la experiencia imágenes para congraciarse el poder sa-
cristiana el lenguaje sagrado se define co- grado. Quien, en cambio, cree en Dios co-
mo adoración filial a Dios y servicio res- mo Aquel que viene a nuestro encuentro a
ponsable al prójimo. través de Jesucristo, venera las imágenes
El poder sagrado de las imágenes, se como expresión de acogida de su presen-
evidencia en los modos como son venera- cia salvadora. Tanto las creencias como el

La vivencia de la imagen de la Cruz (el Crucificado), está condicionada por factores di-
versos: conocimiento del evangelio, las experiencias personales de la vida cristiana, expe-
riencias religiosas comunitarias, etc. Hoy la cultura mediática (revistas de astrología, fil-
mes sobre la fuerza diabólica, el exorcismo, etc.), ha hecho de la cruz sobre todo un obje-
to de poder sagrado para ahuyentar los males. Diferente es la postura de quien vivencia
la cruz como la máxima expresión de la entrega de Jesús. Su imagen, entonces, es vene-
rada no como si fuese un objeto de “poder sagrado”, sino como el recuerdo plástico del
amor de Cristo al Padre Dios, y su solidaridad concreta con la gente pecadora, pobre, ex-
cluida.

Pintura de Adolfo Pérez Esquivel (Iglesia de Riobamba, Ecuador).


IMÁGENES EN ACCIÓN / 97

sentimiento religioso y el sentido de lo sa- lidad religiosa (o ultraracional) es la ima-


grado, configuran un panorama de am- gen y el símbolo, sus tratamientos expresi-
plio sincretismo, incluso dentro del catoli- vos o rituales pueden ser ilimitados. Es es-
cismo popular. Si a esto le agregamos la to lo que constatamos en muchos usos de
cosmovisión gnóstico-religiosa de la “nue- imágenes. 37 A menudo no sabemos exac-
va era”, la realidad se hace aún más com- tamente a qué realidades ellas remiten. Pe-
pleja. En efecto, en la “new age” hallamos ro es indudable que para los fieles y cre-
formas sutiles de apropiación religiosa yentes, es más importante la función prác-
con continuos desplazamientos entre los tico-religiosa de las imágenes, que las con-
límites de lo propiamente religioso (reco- sideraciones teóricas y las explicaciones
nocimiento de la realidad infinita de que dan los funcionarios religiosos y los
Dios), y otras realidades intramundanas especialistas. Lo vivencial y el sentido co-
sucedáneas (ritos astrológicos, objetos mún lleva siempre la delantera, especial-
pseudo-mágicos, amuletos, etc.). Como la mente en la religiosidad popular.
forma apropiada para comprender la rea-
98 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Notas 16 Desarrolla bien este tema Fischer Ernst: La ne-


cesidad del arte. Edit. Planeta, Barcelona 1986,
1 Cfr. Halbfas Hubertus: Catequética fundamen- p. 168 y ss.
tal. Desclée de Brouwer, Bilbao 1974, pág. 17 Corresponden a visitas hechas entre 1995 y
205 ss. 1998.
2 S.C. nº 125. 18 L.G. nº 51.
3 L.G. nº 67. 19 S.C. nº 125.
4 S.C. nº 127. 20 C.D.C., 1983 - nº 1109.
5 Gubern Román: La imagen pornográfica y otras 21 Pastoral popular: 6,6.
... Ed. Akal Comunicaciones, Madrid, 1989, 22 Ib. 6,8.
p. 57. 23 Puebla nº 454 y cfr. Nº 912.
6 Amado Jorge: Bahía,, 1986. 24 Nº 914.
7 Vargas José María: La evangelización en el Ecua- 25 Elizondo V.: La Virgen de Guadalupe. En “Con-
dor. Ed. Abya-Yala, Quito, 1978, p. 35. cilium”, nº 122, 1977.
8 Sánchez Marta Marirú: Ciudad de México IX. 26 Lafaye Jacques: Quetzalcóalt y Guadalupe. La
Tres iglesias del siglo XVIII. En revista “Artes de formación de la conciencia nacional de México.
México”, nº 172, México, s/f. pag. 66. Ver tam- Ed.Fondo de Cultura Económica, México 1993
bién de Vargaslugo Elisa: México barroco. Salvat, (primera edición española de 1977), p. 346.
Barcelona, 1993, donde trata de modo especial El Libro IV de esta obra (p.303-419) es un aná-
la imaginería (pág. 118-120). lisis histórico y cultural de Guadalupe y su sig-
9 Freedberg, David: El poder de las imágenes. Ed. nificación patriótica.
Cátedra, Madrid 1992. Este estudio tiene el va- Ver también de Hoornaert Eduardo: Guadalu-
lor de analizar la imagen religiosa desde la pers- pe:Evangelización y Dominación. Cep - Lima,
pectiva de los usuarios. Esta obra es de impor- Perú 1974.
tancia por la perspectiva con que aborda las 27 Sólo para citar un ejemplo, resumimos la leyen-
imágenes, tomando en cuenta el uso concreto da de la aparición o hallazgo de la imagen de la
que le da la gente. Virgen en Costa Rica, narrada por Mons.Víctor
10 Herminio Gil Redondo: La devoción al Cristo M.Arrieta en: La Patrona de Costa Rica, San Jo-
crucificado de Esquipulas. En “Cristo crucificado sé, 1975.
en los pueblos de América Latina.” Edic. Abya- En 1635 una joven mulata fue a la selva a cortar
Yala, Quito, 1992, p. 331. leña y halló una sobre una gran piedra, una
11 Cepeda Félix Alejandro: América mariana, o imagencita de piedra como de una cuarta de al-
sea, la historia compendiada de las imágenes de to. Contenta se la llevó a su casa. Al día siguien-
la Santísima Virgen más veneradas en el nuevo te volvió a recoger leña y volvió a encontrar en
mundo. México - Barcelona, 1905, 2 tomos. pág. el mismo lugar la imagen de la vispera. Creyen-
58 tom. II. do que era otra imagen se la llevó a la casa. Pe-
12 Ib. tom. II, p. 197. ro en la canasta donde había puesto la imagen
13 De Mesa José y Gisbert Teresa: Angeles en los an- el día anterior no había nada. Entonces guardó
des. Prometeo Producciones, La Paz, Bolivia, bajo llave la nueva imagen. Al tercer día, vol-
1992, p. 25. viendo a la selva, por volvió a encontrar la ima-
14 Rojas Miguel M., op. cit. ib. gen. Corrió con la imagencita “negrita” a su ca-
15 El famoso librito de Thomas Kempis La imita- sa, abrió el cofre y constató que la otra ya no es-
ción de Cristo es por antonomasia representati- taba. Entonces corrió donde el cura y le entregó
vo de este período. la imagen. Este la guardó y al día siguiente qui-
so examinarla, pero ya no estaba. Fue al lugar de
la selva donde había sido hallada y allí esta de
IMÁGENES EN ACCIÓN / 99

nuevo la imagen. La tomó y esta vez la guardó religioso y cristiano es sólo una parte del con-
en el sagrario. Al día siguiente, cuando fue a dar junto de la fiesta, y vivido muy “sincrética-
la comunión, notó que nuevamente la imagen- mente”.
cita había huído. Después de la Misa acompa- 32 Op. cit. p. 280.
ñado de otros sacerdotes fue a la selva y allí es- 33 Küng Hans: Proyecto de ética mundial. Edic-
taba la Señora, porque Ella quería que allí mis- .Paulinas, Sao Paulo, 1992, p. 171
mo le levantaran la iglesia. 34 Sobre el tema de las creencias ver Dallera Osval-
Hoy el la ciudad de Cartago (a unos 20 kilóme- do: Comunicación y creencias. Fundación Uni-
tros de S.José de Costa Rica) está el santuario de versidad a distancia “hermandarias”, Buenos ai-
la Virgen. res, 1993. El tema de las creencias resulta funda-
28 Codina Víctor: Fe latinoamericana y desencanto mental para entender la dinámica del uso de
occidental. En AA.VV.: “Cambio social y pensa- imágenes. Ver también de Villoro Luis: Creer,
miento cristiano en América Latina.” Edit. Trot- saber, conocer”. Edit. Siglo XXI, México,1986; y
ta, Madrid, de Yáñez Cortés Roberto: Teoría de las creencias.
29 Parker C., op. cit, p. 196. Esbozo de una lógica de las paradojas.Ed. Catálo-
30 González José M.Ruíz: Del cubo de la basura. gos, Buenos Aires, 1988.
Edit. Kairos, Barcelona 1989 p. 96. 35 Vergote Antoine: Psicología Religiosa, Edt. Tau-
31 Parker C. En op.cit. observa que esas expresio- rus, Madrid 1975, p.18. Este mismo estudioso
nes de religiosidad responde realmente a un en 1993, volvió a repetir lo mismo al decir que
“sistema de necesidades superiores” que “reasu- existe “una confusión arraigada en muchos psi-
men lo humano”. p. 141. cólogos que piensan que la psicología debe ex-
Vuelvo a citar la festividad de la Virgen de Ur- plicar la religión, lo cual no tiene sentido. ... Hay
cupiña, porque un 15 de agosto asistí a esa fies- por lo tanto, una gran realidad supraindividual
ta. La participación masiva, sobre todo de jóve- que no es del orden de la psicología, pero que
nes, era para celebrar principalmente “la entra- compromete al hombre y lo determina psicoló-
da folklórica” a la plaza del pueblo, con desfiles, gicamente.”
bailes y las tradicionales danzas. La prensa local, 36 Parker Cristian, op. cit. p. 316.
publicó la primera plana con grandes fotos de la 37 También la experiencia de lo sagrado pasa a tra-
fiesta. El título era: “Urcupiña: un espectáculo vés de lo humano. Vistas así las cosas, es viable
alto nivel, pero deslucido” Y en el comentario la tesis que sostiene David Freedberg, según la
editorial decía: “No hay nada mejor que bailar y cual la respuesta que da el individuo ante una
sentirse libre, contagiando alegría a un marco imagen, expresa la forma como él se relaciona
humano ávido de nuevas sensaciones”. con la realidad, por consiguiente la percepción
(Diario “Los Tiempos”, Cochabamba, domingo mediática y la percepción de lo real son prácti-
15 agosto de 1993) Comprobé que el aspecto camente lo mismo. Cfr. Op. cit. p. 482-483
IV.- Posibilidades pastorales

1.– QUERER PONERSE EL PROBLEMA debieran ser la palabra silenciosa que con-
duce a admirar no sólo obras de arte, sino
E lsa”debate en torno a la “imagen religio-
no deja de tener interés pastoral si
también a percibir el sentido de trascen-
dencia que comunican.
pensamos en el caudaloso río de imágenes Una buena iniciativa pastoral debiera
en medio del cual navega el hombre con- consistir en encarar la cuestión de las imá-
temporáneo. Especial atención merece el genes con franqueza, y buscar pautas ade-
contexto religioso que enmarca las imáge- cuadas a cada contexto, para analizar el rol
nes sagradas, sobre todo en los lugares concreto que desempeñan al estar expues-
donde abundan las manifestaciones reli- tas en los lugares de culto. La aplicación de
giosas, como las iglesias, santuarios, capi- principios o de criterios pastorales, en es-
llas u otros centros de culto. te caso, no conducen inexorablemente a
Se trata entonces, en primer lugar, de una sola conclusión. Pero es claro que por
enfrentarse con el tema de las imágenes y encima de todo debe prevalecer el sentido
preguntarse acerca del significado que tie- evangelizador. En términos de convenien-
nen, de su uso por parte de los creyentes, cia evangélica, las imágenes no debieran
para luego emprender acciones pastorales ser la expresión de una comunidad atasca-
correctas. Quizá valga la pena subrayar da en posiciones litúrgicas anteriores al
una vez más, que la Iglesia considera legí- Concilio Vaticano II o en el nivel de inde-
timo educar la fe a través de las imágenes, finiciones y ambivalencias teológicas y
porque las percibe como parte de la pasto- pastorales. Las imágenes deben acompa-
ral de la palabra, es decir, como expresión ñar la evangelización y la catequesis, no
del anuncio del evangelio y un modo de ser un impedimento.
proclamar el mensaje de la fe en la comu- Por tanto la comunidad debiera tomar
nidad cristiana. Suena todavía actual la re- decisiones guiada por los valores que ex-
comendación de Juan Damasceno del si- presen ese servicio a la fe y, al mismo tiem-
glo VI: “Si un pagano viene a ti y te dice po, respetando la sensibilidad y necesida-
Muéstrame tu fe, llévalo a la iglesia y mos- des de la gente de hoy.
trándole sus decoraciones y ornatos, ex- No se sugiere tampoco que haya que
plícale lo que significan los santos iconos.” cuestionar en todo momento lo que em-
Hoy mucha gente –aún de escasa fe– entra prendemos. Sólo decimos que debemos
en las iglesias, a veces por curiosidad o va- tener la voluntad de ponerse el problema,
gos sentimientos religiosos. Las imágenes y dar razones para ingresar en un proceso
102 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

En ciertas capillas humildes de barrios de ciudad o en lejanos lugares del campo, los responsables pas-
torales no tienen miedo de pintar en las paredes cuadros copiados de libros bíblicos, como esta imagen
(estilo un poco naïf) y que representa la marcha del pueblo hebreo durante el éxodo de Egipto. Es pa-
ra recordar a la comunidad cristiana de que somos peregrinos, un pueblo que camina...

de renovación en la pastoral de las imáge- tranquila con la idea de que el pueblo en


nes. Lo deseable sería no enfrentar la ex- su conjunto posee ya la fe, (...) promueva
periencia en forma de dicotomías (correc- constantemente una reconversión y una
to-incorrecto), pero a veces pueden darse educación de nuestro pueblo en la fe a ni-
casos de conflictos entre “lo deseable pas- veles cada vez más profundos y maduros,
toralmente” y ciertas prácticas ambiguas siguiendo el criterio de una pastoral diná-
que sugieren una intervención más deci- mica.” (...) “Que se impregnen las mani-
dida y clara.1 festaciones populares ... de la palabra
evangélica. Que se revisen muchas devo-
2.– INTERVENIR COMO UN IR AL ENCUENTRO ciones a los santos... Que las devociones y
los sacramentales no lleven al hombre a
Ahora nos vamos a referir a lo que “de- una aceptación semifatalista, sino que lo
bieran hacer los agentes de pastoral” para eduque para ser concreador y gestor con
que las imágenes religiosas sirvan mejor la Dios de su destino.”2
tarea evangelizadora. Esta es una perspec- Recuerdo una vez, en una capilla de un
tiva institucional, pero encierra la idea bá- barrio popular, después de haber predica-
sica de mejorar el uso vivencial de las imá- do sobre el recto uso que deben darse a las
genes. Si el pueblo cristiano expresa su re- imágenes en la vida cristiana, más que
ligiosidad mediante devociones diversas, a nunca se me acercaron fieles para que les
veces ambiguas y dudosas del punto de bendijera estampas, cuadros, estatuillas...
vista doctrinal, es deber de los responsa- una muchacha también me pidió que le
bles ir a su encuentro con aquel espíritu bendijera una imagen de san Roque para
que ya señalaba Medellín (1968): “La Igle- colocársela al cuello de su mascota que es-
sia de América Latina, lejos de quedar taba enferma. Yo quedé atónito: ¿Había
IMÁGENES EN ACCIÓN / 103

predicado en forma defectuosa? ¿Qué co- logar, dejando también las puertas abier-
muniqué a los feligreses? Este tipo de ex- tas a muchas cuestiones sobre el tema que
periencias y otras análogas que tienen fre- necesitan todavía mayor observación y
cuentemente los agentes de pastoral, plan- análisis.
tean preguntas más de fondo, que sobre- Sin embargo, hay un fenómeno que me
pasan los casos particulares. Se trata de gusta llamar “feudalización de la imagen”
cuestiones generales como, por ejemplo, y que sería conveniente corregir. Me refie-
las siguientes: ¿Qué formas de comunica- ro a la asimetría que existe entre la palabra
ción son las más adecuadas para anunciar y la imagen, como si ésta tuviera que vivir
el evangelio? ¿Qué expectativas traen a la encapsulada en sí misma, sin necesidad de
iglesia la gente que acude a ellas? ¿Qué res- aquélla. Mientras la evangelización suele
puestas se dan a esas expectativas? Y en- hacerse por el carril de la palabra, (preci-
tonces: ¿Qué rol específico nos correspon- sa, clara y sin ambigüedades), la imagen va
den darles (en forma consciente) a las por el camino autónomo de su propia
imágenes que colocamos en las iglesias y “apertura semántica”, propia del código
capillas? ¿La disposición de imágenes en la icónico, generando en los “receptores”,
iglesia, capillas o salas catequísticas, se rea- con todo derecho, una connotación prag-
liza con criterios pedagógicos? ¿Qué me- mática construida desde su situación y
didas tomar ante evidentes exageraciones condición cultural. Esto da lugar a nume-
en la veneración de imágenes? ¿Cómo evi- rosas “interpretaciones aberrantes” (en el
tar ciertos abusos sin herir la piedad po- sentido semiótico de la expresión). Opino
pular? ¿Qué normas prácticos adoptar pa- que sería el caso de unir más la imagen
ra que el recinto de los santuarios no sea con los mensajes lingüísticos, no para “ce-
un mercado o una exposición de artículos rrarla”, sino para manifestar mejor su sen-
religiosos? ¿Qué indicaciones pastorales tido evangélico, de manera que eso ayude
pueden darse a los creadores de imágenes a complementar ambas dimensiones. Al
religiosas? ¿Las imágenes que se venden en tratarse de un asunto pastoral, me parece
las librerías católicas, están en consonan- que la decisión correcta consiste en “inves-
cia con una renovada evangelización y ca- tir de simpatía” a las imágenes mediante
tequesis de la fe cristiana, o se siguen exhi- textos escritos que las acompañen. Por
biendo materiales inadecuados, sólo por- otra parte, ni siquiera en el arte está total-
que “la gente los pide”, es decir, porque hay mente ausente la palabra, toda vez que un
que seguir la simple ley de la demanda y título de un cuadro acompaña –aunque
del mercado? sea de manera difusa– la lectura de la obra
Expuestas así en forma espontánea, es- pictórica.
tas pocas preguntas pueden estimular una Con razón observa un investigador:
discusión y un diálogo pastoral. Son sufi- “Palabras e imágenes están íntimamente
cientes para intuir hacia dónde apunta- conectadas y no hay duda de que las imá-
mos: ir al encuentro de los creyentes y dia- genes han precedido a los libros, aunque
104 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

son ellas las que tienen que seguir las ideas de los fieles. Al decir “imágenes compren-
y no pueden representar todo lo decible.” 3 sibles” corremos el riesgo de que se en-
tienda “ imágenes obvias”, pero no es así,
3.– Y ENTONCES ¿QUÉ IMÁGENES? sino que nos referimos a que la formali-
dad estética de las mismas, permita al co-
He aquí algunas reflexiones para ayu- mún de la gente realizar una decodifica-
dar a clarificar el sentido que ha de tener ción que no exija conocimientos de las
una praxis pastoral honrada en relación vanguardias estéticas.
con las imágenes religiosas. Citamos los La operación de comprensión de la
siguientes criterios pastorales. imagen religiosa debe ser necesariamente
referencial en relación con los temas del
a) Imágenes “comprensibles” contenido de la fe, porque no se trata de
leerla como si se estuviera en una exposi-
Las imágenes que se exponen para que ción de arte o ante una obra enigmática
sean vistas o veneradas en lugares religio- “demasiado adelantada a los tiempos”, si-
sos donde concurren ordinariamente los no frente a una propuesta visual que sur-
cristianos (templos, capillas, salones de ge de la comunidad eclesial, para expresar
oración, de catequesis,...etc.), debieran ser y alimentar la fe. Y esto no está reñido en
accesibles a la comprensión del promedio absoluto con la belleza, ni tampoco con

“Última cena” del artista co-


lombiano Fernando Botero.
Una pintura de “vanguar-
dia”. La ruptura de los có-
digos estéticos y de conteni-
dos en este tema religioso,
tradicional, ¿facilita o difi-
culta la comprensión y ac-
tualización del mensaje
evangélico sobre la Cena
del Señor? ¿Vendría bien
una pintura así en una igle-
sia?
IMÁGENES EN ACCIÓN / 105

los lenguajes simbólicos o alegóricos de En este ámbito suelen introducirse


creatividad artística, sino sólo con aque- nuevas formas estéticas.4 Lo cual no debe
llos virtuosismos estéticos exclusivamente extrañarnos, ya que sirven para actualizar
descifrables por el autor y unos pocos ini- el sentido que tiene el mensaje cristiano.
ciados “de ese tiempo”. Decimos, sin embargo, que la expresión
Los temas duraderos y tradicionales de innovadora de los estilos artísticos, debie-
tipo cristiano, pueden expresarse con for- ra “revelar” y no obnubilar la verdad cris-
mas nuevas, como vemos que aconteció a tiana en una época dada.
lo largo de la historia, por ejemplo, con las Las imágenes que se exhiben en los lu-
rupturas introducidas por Giotto en la gares de culto y oración, ciertamente han
pintura. Y viceversa, temas nuevos pueden de mostrar la belleza de las nuevas ten-
asumir formas antiguas. Pero general- dencias artísticas, pero también deben in-
mente un contenido nuevo determina terpretar los temas cristianos de modo
nuevas formas. Los temas cristianos bíbli- que los creyentes sientan y vibren con su
cos y doctrinales, provenientes de la tradi- mensaje.
ción, en sí mismos, no suelen prestarse Sabemos que frente a la imagen, el des-
mucho a innovaciones formales notorias. tinatario (los fieles cristianos que la mi-
Son más bien sus relaciones con los ran), realizan la tarea de comprensión, en
momentos culturales y espirituales de la primer lugar a partir de su mundo cog-
época las que inducen a buscar expresio- noscitivo, y luego mediante la actualiza-
nes innovadoras en las interpretaciones ción lingüística del contenido visual, es
temáticas. decir, de la intencionalidad expresada en

Cuadro del pintor argentino


Martín de la Rosa.5
Cristo se hace presente en el corazón de nuestras
metrópolis para ir al encuentro de los hombres y
mujeres de hoy. La búsqueda de una gráfica que
exprese la actualidad de la presencia del Señor, es
uno de los puntos sensibles que se notan en las
obras religiosas contemporáneas.
106 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

la imagen. Mirar una imagen es una tarea falta de criterios estéticos, sino porque la
pragmática, porque ella muestra siempre relación de los usuarios con ellas, se pro-
alguna cosa y esconde otras. El espacio duce a nivel afectivo-devocional y sin mi-
cognoscitivo del lector no depende sólo de rar los aspectos formales y semánticos. Es-
la preparación del sujeto para comprender to es decisivo para quien venera la imagen,
el texto visual, sino también de lo que la aunque se afirme que “cuando se intenta
obra misma proyecta visiblemente en el crear algo bello separado de la verdad el
“aquí-ahora” físico y conceptual de nues- resultado es el sentimentalismo”.6
tra cultura religiosa y cristiana. Por tanto Caso distinto es el uso de imágenes re-
el mirar es una actividad relacionada con ligiosas para ornato ambiental. Abundan
el “hacer”, especialmente si se trata de entre los fieles y en las familias cristianas
imágenes religiosas. imágenes “kitch”7, y en cambio están casi
Si la producción de la imagen condi- ausentes las obras religiosas bellas y más
ciona (al menos en parte) su lectura, los nuevas, que hablen de la fe en el presente.
iconos cristianos que se exponen, debie- A su vez, los “comerciantes de imágenes”
ran estimular a los fieles a involucrarse siguen la corriente...hasta que el mercado
–con mayor o menor fuerza– en el mensa- dure. El impulso renovador es más decidi-
je que ellos transmiten, en otras palabras, do en las imágenes de los libros religiosos,
debieran llevar a los “lectores” a captarlos especialmente aquellos de carácter bíblico.
como ambientes significativos, donde las 8 Poder ensamblar los criterios de belleza
modalidades expresivas (el marco visual) formal con mensajes cristianos transpa-
transmiten un tema cristiano que les hable rentes, es una de las metas que se debieran
a la vida y a la fe. lograr en la pastoral de la imagen reli-
Hasta aquí, nos hemos referido sola- giosa.
mente a las imágenes expuestas en los am-
bientes cristianos de uso público como b) Imágenes que comuniquen a Jesús y
son las iglesias. Pero existen también los su mensaje
demás acercamientos que suelen hacerse a
las imágenes religiosas,. Se compran para Al entrar en una iglesia o en una capi-
ponerlas a la entrada de la casa, en un lla, uno debiera percibir “visualmente”
cuarto, en un salón parroquial, en un aula que se trata de un lugar “cristiano” y que
de un colegio, en un hospital o clínica, o las mismas imágenes allí dispuestas, nos
simplemente para regalarlas. En estos ca- hablan de Jesucristo, de su vida y de su pa-
sos los márgenes de “gustos estéticos” sue- labra. Ya citamos el caso de iglesias que se
len ser mucho más fluidos. Pero creemos asemejan a panteones politeístas, con in-
que si aún persiste “el mal gusto” en mu- numerables estatuas e imágenes sin jerar-
chas imágenes religiosas que suelen usar quización en cuanto a su distribución e
los fieles, ello se debe sobre todo no a la importancia para la fe. ¿Los responsables
no cambian ese estado de cosas por respe-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 107

Dos escenas de la vida de Jesús


del pintor Guerino Pera

◆ La multiplicación de los panes,


◆ Jesús sana a un muchacho epiléptico.

Las imágenes que muestran la acción de Je-


sús (servicio, sanación), debieran abundar
más en las iglesias. Hacer memoria del Señor
no consiste sólo en la repetición de un relato
histórico, sino en captar la vigencia actual
que tienen sus gestos para la vida de la comu-
nidad creyente y para el mundo.

to a la religiosidad de la gente o por pere- lio, sino que también admira y le toma ca-
za pastoral? ¿No habrá que reflexionar so- riño a Jesucristo.
bre esto alguna vez? Ciertas iglesias tienen imágenes muy
Los fieles en general le tienen mucha antiguas de escenas evangélicas y que es-
devoción a la figura de Jesús, se debiera tán allí más como obras de arte que por
entonces potenciar sobre todo sus imáge- otras razones. Sería conveniente rescatar
nes, aquellas que nos cuentan su vida y “pastoralmente” las más adecuadas. Y
nos transmiten su palabra. Una imagen es donde hay carencias se pueden colocar
un modo de organizar un mensaje, una imágenes bíblicas nuevas. Una vez evalua-
experiencia y una presencia. Son altamen- da con serena objetividad la situación del
te educativas para la fe, las imágenes “be- recinto religioso, es necesario optar, a ve-
llas” que nos comunican la “experiencia de ces en detrimento de otras imágenes se-
Jesús”, sus gestos de servicio a los pobres, cundarias. Es un servicio que se hace a la
su perdón, sus parábolas. La gente las mi- evangelización y a la religiosidad popular.
ra y no sólo va conociendo más el evange- Después de todo es Jesucristo lo central de
108 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

la vida cristiana y es él, su vida y su men- expresión de fe”, de modo que aquellos
saje, lo que más deben reflejar las imáge- que contemplan las imágenes se sientan
nes religiosas. atraídos a la novedad del Señor y a lo tras-
A este punto surge de nuevo la pregun- cendente.
ta: ¿qué lugar debe ocupar la estética y el No olvidamos que el concepto de be-
arte en las imágenes religiosas? El “arte re- lleza está ligado al de cultura y por tanto
ligioso” ocupa un lugar importante en la tiene márgenes relativos, y eso lo demues-
historia cultural de occidente. De hecho tran los variados estilos artísticos que do-
muchas iglesias de América Latina están minan en las imágenes. En la práctica nos
llenas de obras de arte. Sin embargo –ya lo toca vivir y contemporizar con una multi-
hemos dicho– no todas esas obras artísti- plicidad de estilos de figuras religiosas. Pe-
cas son apropiadas a los fines litúrgicos o ro es aquí, precisamente, donde se suscita
pastorales. No pocas reflejan un estilo de la discusión acerca de qué es “lo bello”.
fe o de vivencias religiosas bastante ajenas En la designación de lo bello se dan, de
a nuestra época. Otras en cambio, aunque hecho, no criterios prácticos sobre la be-
están hechas según cánones estéticos que lleza, sino opiniones no operacionales
hoy no se usan, sin embargo son muy ri- desde los principios de la Estética. Pero és-
cas en significados bíblicos o alegóricos y ta, al querer hablar efectivamente sobre
deben mantenerse. Con ellas, de vez en “lo bello”, debe referirse “al arte”, es decir,
cuando, se puede catequizar a los fieles, a lo concreto no repetible, y sobre todo
explicando el sentido de su belleza y su realizar una tarea de “comprensión” de la
mensaje. Por cierto que el arte debe estar obra o de la imagen artística.10 Al com-
presente en la imagen religiosa ya que la prenderla, la “justifica”, y así se la juzga se-
belleza eleva el espíritu y despierta emo- gún determinados cánones. La Estética
ciones trascendentes. Los cuadros religio- pasa a ser la “guardiana del arte”, y colabo-
sos y bellos despiertan también senti- ra de ese modo, con los guardianes de la
mientos de fe: “El mundo en que vivimos sociedad que a veces también practican la
tiene necesidad de belleza para no caer en censura. De esta situación no escapa tam-
la desesperanza. La belleza igual que la poco la Iglesia cada vez que se deben acep-
verdad, pone alegría en el corazón de los tar o rechazar nuevas obras religiosas para
hombres, y es un fruto precioso que resis- uso institucional. Parece innegable, sin
te al desgaste del tiempo, une a las genera- embargo, que la presencia misma de imá-
ciones y las hace comunicarse en la admi- genes artísticas, por el mero hecho de es-
ración”9 tar allí, suscitan sentimientos de alguna
Tampoco hay que dejarse arrastrar por trascendencia. Por este motivo, un filósofo
el “estetismo” o por el espíritu de arqueo- contemporáneo plantea la pregunta de
logía. El ideal es poder alcanzar aquel de- por qué hoy no creemos en Dios y segui-
licado equilibrio y armonía entre “arte y mos amando el arte.11
IMÁGENES EN ACCIÓN / 109

Se ha observado, además, que no pocas munitaria, a la oración o a la contempla-


imágenes religiosas producidas por artis- ción. De esto nos vamos a referir en el
tas actuales, reflejan una estética de la “an- apartado siguiente.
ti-belleza”, (si entendemos la belleza como
armonía), como sucede con ciertas figuras c) Imágenes para la comunidad
de Jesús crucificado, hechas desde el senti-
La atmósfera visual del lugar religioso
do occidental que tiene la cruz. La lectura
debiera ayudar a participar en la liturgia, a
cristiana del evento de la cruz afirma que
rezar, a meditar en el evangelio y a sentir-
Dios se entrega al hombre no como idea,
se parte de una comunidad viviente. No
sino como corporeidad, es decir, como
debiera haber una ruptura entre liturgia y
imagen; esta experiencia del crucificado
devoción personal, ni entre celebración
comporta para nosotros una radical rede-
comunitaria y oración individual, sino ar-
finición del concepto de belleza. Lo bello
monía. Para ello ayudan también las imá-
no puede ser sólo formal. Hay que acer-
genes cuando están adecuadamente esco-
carse indefectiblemente al terreno del
gidas y colocadas. Ellas pueden reflejar
contenido. Es legítimo discutir si ciertas
una comunidad que celebra la fe, que vive
imágenes “religiosas” que niegan la espe-
la caridad situada en el tiempo. Una exi-
ranza, pueden o no ponerse en el espacio
gencia es dejar espacio físico para sustituir
donde se celebra la santa cena. No deci-
imágenes de acuerdo a las circunstancias.
mos que esas imágenes no tengan valor,
En algunas iglesias hay planchas colocadas
pero deben asumirse sólo por lo que pre-
a un costado del altar para fijar en ellas
tenden ser, una representación del destino
una gran imagen y una frase que ilustran
humano no rescatado ni redimido.12 En
una festividad litúrgica o un aconteci-
consecuencia, tomada con seriedad (tam-
miento eclesial. Otras comunidades po-
bién del punto de vista pastoral), la icono-
nen afiches, fotos y carteleras artísticas a la
grafía como modo para expresar la fe, exi-
entrada de la iglesia en ocasión de impor-
ge no sólo una educación a la decodifica-
tantes eventos comunitarios. El repertorio
ción y a la comprensión de las imágenes,
de imágenes fijas y permanentes (estatuas,
sino también un discernimiento crítico.13
cuadros...), hablan sobre todo de la me-
Está claro que los meros criterios estéticos
moria y de la tradición de la comunidad. Y
no son suficientes para juzgar la validez
por cierto que es útil ese recuerdo. Pero se
pastoral de una imagen o de una estatua
necesitan también otras imágenes que ha-
religiosa. Deben hacerse valer también
blen del presente, es preciso, entonces, po-
otros principios, como por ejemplo, las
der cambiarlas (bellos carteles religiosos,
marcas necesarias que semantizan los
grandes fotos etc.), que inspiren a seguir
contenidos bíblicos y de fe eclesial, la ca-
los acontecimientos y el ritmo actual de la
pacidad de la obra de comunicar una fe
vida comunitaria. Es posible hacer esto
compartida que incite a la celebración co-
con sentido artístico y religioso, especial-
110 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

Imagen hecha por Arthur Baker que


representa la alegría de los discípulos
al ver a Jesús resucitado nuevamen-
te entre ellos.
Las imágenes bíblicas ambientan las
fiestas litúrgicas.

mente en las ciudades, donde existe más mensaje y lo hace resonar al interior de los
sensibilidad frente a lo “actual” por el asi- creyentes disponiéndolos a vivir con fe las
duo contacto con los medios de comuni- festividades litúrgicas.
cación social.
El afiche litúrgico de tamaño grande y He aquí dos estilos de afiches litúrgicos
colocado en un lugar muy visible, es una utilizados en la conmemoración de dos
forma de expresión que ayuda a crear el fiestas cristianas.
clima para que la comunidad participe
mejor en las celebraciones del año cristia-
no. La armonía entre la imagen y la frase
adecuada, favorece la comunicación del
IMÁGENES EN ACCIÓN / 111

Hay que agregar también otra refle-


xión respecto de las imágenes “al servicio
de la comunidad”. A diferencia de los tex-
tos lingüísticos, la imagen tiene códigos
más abiertos y suele inspirar sentimientos
más indefinidos, favoreciendo asociacio-
nes diversas en la mente de las personas.
En la práctica las imágenes religiosas exce-
sivamente simbólicas constituyen un obs-
táculo para la liturgia y exigen continuas
aclaraciones que remitan explicaciones
verbales y a la Escritura.14 Por lo mismo, es
conveniente que las imágenes que se colo-
can con fines litúrgicos en las iglesias, po-
sean contornos bastante definidos en rela-
ción al “misterio” que celebra la Iglesia, sin
anular por ello la subjetividad. Queremos
decir que a través de ellas, las reacciones de
los fieles han de ser conducidas dentro de
los márgenes de la celebración comunita-
ria, de la oración y meditación.
Sabemos que el rol que desempeñan
los famosos iconos de la Iglesia ortodoxa
están orientados a este objetivo.15 Es
apropiada a este propósito la observación
de Romano Guardini en un conocido es-
crito sobre las imágenes de culto que data
de 1947, donde dice que ellas están vincu-
ladas con el “hálito del Espíritu”: “La ima-
gen de culto está, en un sentido especial
bajo la dirección del Espíritu, sirve a su
obra en la Iglesia...” Y agrega en seguida:
“De aquí proviene la peculiar impersona-
lidad que, aun con la más enérgica inter-
vención del propio yo, tiene la producción Pentecostés
de las grandes imágenes de culto.”16
Están también las imágenes de devo- Imagen sobria y simbólica de la irrupción del
Espíritu de Dios sobre la primera comunidad
ción a las que acuden los fieles para pedir cristiana.
a Dios gracias y favores. Estas deben ser
112 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

pocas y muy escogidas, dando preferencia cercanos a nuestra existencia, o si, por el
a las de Jesucristo o María. La devoción a contrario, tienden a alimentar un imagi-
los santos patronos y a sus imágenes, ha de nario religioso mágico, centrado en el po-
ir acompañada de una constante cateque- der milagrero del objeto icónico en sí mis-
sis con referencia al evangelio. Un ejemplo mo, pero sin conexión con la fe cristiana.
en este sentido, lo he visto en el santuario O simplemente, se trataría de imágenes
de San Cayetano (Buenos Aires), donde la que suscitan sentimientos de “sagrado te-
devoción a este santo, muy extendida en- rrible” que poco tienen que ver con la pa-
tre los obreros y la gente humilde, ha mo- ternidad de Dios.
vido al equipo responsable del santuario a En Chile, tras la canonización de Santa
realizar una intensa pastoral social con la Teresa de los Andes en 1992, se disemina-
clase trabajadora. Lo mismo sucede desde ron por el país cuadros y estatuas de esa
hace años en el santuario nacional de Mai- joven fallecida a los 20 años a inicios de si-
pú (Chile) dedicado a la Virgen María. El glo y al breve tiempo de haber ingresado al
equipo pastoral del lugar implementó una convento. Su vida de santidad cristiana la
obra evangelizadora de envergadura, sin forjó sobre todo en los años previos de su
perturbar la gran devoción que el pueblo ingreso a la vida religiosa. Pero al retratar-
le tiene a la imagen de la Virgen del Car- la con los hábitos de carmelita del siglo
men. pasado, en parte se fetichizó su imagen.
En numerosas naciones de América Sus virtudes juveniles, algunas muy signi-
Latina existe una pastoral de santuario ficativas también para la época actual,
conjunta, donde se dan la mano las devo- quedaron ocultas bajo los velos de monja.
ciones populares con una renovada praxis Un padre de familia me dijo: “Habría sido
evangelizadora. interesante para nuestras hijas, verla vesti-
da de muchacha laica, tal como fue hasta
d) Imágenes que evoquen la vida un año antes de morir.” Con el hábito reli-
gioso su imagen perdió inmediatamente
La mayoría del pueblo católico de el carácter de modelo cristiano juvenil y se
América Latina utiliza también indivi- convirtió en objeto de veneración sagrada.
dualmente imágenes sagradas. Le da un Propiciamos, entonces, un tipo de imá-
uso preferentemente devocional y utilita- genes religiosas que sean “representacio-
rista personal, como ya indicamos. Una nes de testimonios”, que favorezcan el en-
recta pedagogía religiosa sugiere que se cuentro con testigos cristianos que muevan
exhiban aquellas imágenes vivencias más a vivir la fe. La ventaja de estas imágenes
acordes con la vida cotidiana. para la educación religiosa, es doble: ante
Debiera verificarse si las figuras de Je- todo ayudan a concebir la fe como algo
sús, de la Virgen o de los santos que se distinto de la mera afirmación del yo, es-
proponen a la veneración de los fieles, re- tableciendo la diferencia entre la sola pro-
presentan “visualmente” modelos de vida
IMÁGENES EN ACCIÓN / 113

yección de conciencia sobre el mundo, y la deben ser practicadas: la justicia, la forta-


consistencia objetiva de la acción testimo- leza, el amor, la humildad.... o bien, retra-
nial, fuente que justifica esa experiencia; el tan vicios que deben evitarse: la envidia, la
testimonio propone lo infinito sin apar- avaricia, la gula, la lujuria.... o verdades
tarse del acontecimiento. En segundo lu- que han de recordarse: la fe, la muerte, el
gar, las imágenes representativas de testi- perdón de Dios, etc.
monios despojan al cristianismo de aque- Esta clase de imágenes requieren un
lla indefinición propia del discurso esen- tratamiento significante capaz de evocar
cialista, que a menudo suena como una las necesidades espirituales del hombre de
ilusión trascendental a causa de su falta de hoy, por eso su equivalencia iconográfica y
arraigo histórico.17 figurativa constituye un desafío constante
Evocadoras de valores y de situaciones para los artistas y creadores que quieran
vitales son también las imágenes religiosas decirle algo verdadero a la gente actual.
alegóricas. Ellas representan virtudes que

Las composiciones alegóricas siem-


pre fueron utilizadas en la pintura
cristiana para enseñar los conteni-
dos de la fe, o para ilustrar las vir-
tudes y los vicios.

La Avaricia, cuadro alegórico del pintor


medieval Taddeo di Bartolo (1396), en
San Giminiano.
La desnudez indica la total indefensión
del condenado.
En el infierno todos los vicios son casti-
gados: una advertencia para vivir las vir-
tudes en esta vida.
114 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

La Fe derrota a la Herejía, conjunto estatuario


de P.Legros en la “Chiesa del Gesú” de
Roma.

Esta alegoría religiosa respondía al clima


apologético de la reforma católica del si-
glo XVI.
Cada época construye sus propias imá-
genes alegóricas.

El bien y el mal: imagen alegórica contemporánea de Hugo Castro (Argentina 1988).


La alegoría expresa la utopía de que un día se rompan y desaparezcan los males que se abaten so-
bre los marginados de las grandes ciudades, y triunfe el bien, la justicia y la dignidad humana.
IMÁGENES EN ACCIÓN / 115

Hemos de referirnos también a las giosos, por demás casi siempre de mal
imágenes que se venden y que circulan pa- gusto o hechos con criterios ajenos a la fe
ra la devoción particular de los fieles. A cristiana. Sin embargo, la experiencia ha
nadie se le oculta que en este terreno exis- mostrado que en aquellos lugares donde
te una verdadero caos iconográfico-pasto- se da importancia a la evangelización y se
ral. Es cierto que a menudo la responsabi- ofrece nuevos tipos de imágenes, la actitud
lidad es de los comerciantes que abusan de la gente cambia.
con el tráfico de imágenes y objetos reli-

Imágenes según las necesidades particulares.


La preferencia por una u otra imagen religiosa, depende de las necesidades y expectativas subjetivas
de los devotos. La belleza y la estética de la imagen aquí no tienen importancia; tiene primacía abso-
luta la eficacia de la imagen para responder a los problemas de cada individuo. La vida trae diaria-
mente sus preocupaciones: de salud, de concordia familiar y conyugal, de trabajo, de búsqueda y de
éxito en el amor, de temor por el futuro de los hijos, de angustias personales, del tiempo que pasa y
nos acerca a la muerte.
Para cada problema hay una imagen. Y predominan las figuras de la Virgen María y de los santos.

En Brasil es venerada esta imagen de la Vir- Se está divulgando en América Latina la imagen
gen con una cabeza de cera en la mano; indi- importada de Alemania de la Virgen Desatanudos.
ca que ella auxilia a quienes le piden alivio Ante ella sus devotos imploran que los libre de las
para los que males físicos y mentales que ataduras y confusiones que entorpecen y hosti-
aquejan la cabeza. gan nuestra vida.
116 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

San Antonio es un santo muy popular.


Los jóvenes acuden a él para pedirle ayuda en los
problemas de amor, sobre todo cuando se trata de
hallar la pareja adecuada que los haga felices en
la vida amorosa.

e) Comprender y respetar las


Algunas librerías católicas están ha- experiencias primordiales
ciendo un serio esfuerzo para proponer
imágenes nuevas, con estilos artísticos re- La presencia de elementos sincretistas
novados y modernos, acompañadas de en la práctica devocional cristiana, es un
textos bíblicos significativos, cercanos a las llamado a percibir el alcance y el significa-
experiencias de vida actual. También las do de ciertas expresiones populares que
estampas conmemorativas del bautismo, reflejan profundas experiencias humano-
primera comunión, matrimonio, han me- religiosas. Es el caso de recordar aquí las
jorado notablemente. Su iconografía y investigaciones de Jung sobre la existencia
simbología cristiano-litúrgica están más de los arquetipos en el psiquismo huma-
en sintonía con toda la renovación ecle- no, o sea, de esas imágenes primordiales a
sial. La belleza figurativa se presenta enla- modo de esquemas de carácter colectivo y
zada con frases que tocan profundos sen- supraindividual que reflejan las grandes
timientos humanos de amor, encuentro, aspiraciones o ideales humanos.18
entrega, oración. Todas las culturas llevan en su seno
imágenes arquetípicas y las actualizan a
IMÁGENES EN ACCIÓN / 117

través de los mitos religiosos, las sagas y las tas “imágenes antiguas” son veneradas a lo
leyendas, pero además, mediante fenóme- largo del tiempo y recogidas en cada gene-
nos naturales interpretados en forma sim- ración por ser el símbolo de algún arque-
bólica. Es normal entonces que la religión típico; puede tratarse del arquetipo del
inspire también las imágenes religiosas y Dios providente y protector, de la Madre
que ellas reflejen los grandes arquetipos Tierra que nutre a sus hijos, de un santo
de un pueblo, más aún si están hechas con heroico que enfrentó el mal y lo derrotó,
sensibilidad artística. Los arquetipos sub- una santa que sana las heridas del amor,
yacen en el fondo del inconsciente colecti- etcétera.
vo, y afloran constantemente no sólo en Cuando en el noroeste argentino y a lo
los sueños, sino también en las expresio- largo de centenares de kilómetros, se ve
nes culturales que se trasmiten de genera- reiteradamente la imagen de la “difunta
ción en generación. Por este motivo, cier- Correa”, tan venerada por la gente de esa

La iconografía arquetípica tiene amplio consenso en las devociones populares.


Representa valores con capacidad de organizar imágenes y símbolos profundamente enraizados en
la cultura y en el alma de grandes grupos humanos.
He aquí dos ejemplos:

◆ La Difunta Correa: es la figura arquetípica de la mujer y madre abnegada, asociada al inconsciente


colectivo del ser femenino entregado al bien de los suyos.
El mito construido en torno a esa singular figura maternal, está vinculado a la idea compartida colectiva-
mente y cristializada en la conciencia del pueblo que ve en ella el símbolo de la mujer para la vida.
118 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

◆ San Cayetano es el símbolo del padre protector


que, en una cultura del desamparo, se alza co-
mo una bendición divina que asegura la subsis-
tencia de los pobres, proporcinándole “pan y
trabajo”. Su imagen representa el anhelo colec-
tivo de tener, al menos en el cielo, alguien que
nos escucha.
Alrededor de este núcleo simbólico pueden flo-
recer otras ideas sincretistas, a veces para nada
cristianas.

región, cabe interrogarse sobre el sentido mentarse en medio del desierto. Unos
arquetípico de tales manifestaciones de arrieros lo encontraron vivo. El amor fue
devoción. Un pastoralista conocedor del más fuerte que la separación, que el de-
alma popular, describe así ese hecho: sierto y que la injusticia. La vida nueva
“Deolinda Correa era una mujer pobre, triunfó.”19
recién casada, y tenía un hijito de pecho. En este ejemplo tenemos identificado
Sucedió en San Juan hace unos 120 años. el dinamismo de una experiencia primor-
A Deolinda Correa la separaron de su ma- dial y que el pueblo ve impresa en el gesto
rido, se lo arrancaron de su lado a la fuer- la “difunta Correa”. Su significación más
za; él debía servir de carne de cañón en honda es que el ser humano, en cualquier
una guerra injusta contra los hermanos lugar se encuentre, se rebela cuando ve pi-
paraguayos. Ella salió detrás del esposo, soteado lo más esencial de su vida, y el
con su hijito de pecho en brazos. Caminó amor anima su lucha por la dignidad de la
sola por el desierto; el desierto sin agua era persona. Es la búsqueda de este reconoci-
igual que ella sin el esposo. Deolinda Co- miento que cualifica tantos gestos huma-
rrea murió de sed, pero sus pechos queda- nos que se levantan como clamores pi-
ron frescos y su hijito pudo chupar y ali- diendo respeto por la vida de cada hom-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 119

bre, de cada mujer. Es un sentimiento uni- belleza le brota del interior, por eso nume-
versal que surge de las conciencias y que se rosas familias negras del noreste brasileño
manifiesta a través de múltiples y variados tienen su imagen en la casa.
lenguajes, entre los cuales hallamos éste de Volvamos a preguntarnos: ¿de qué se
connotación humano-religiosa. Sostene- alimentan las imágenes? ¿Cómo surgen y
mos que, más allá de los intereses secun- nacen? De la fantasía, de la imaginación y
darios o superficiales que pueden mani- de los sueños que pueblan nuestra vida. El
festarse en ciertas prácticas devocionales contacto continuo con el mundo visible,
(religiosas o “profanas”), hay un nervio su vivencia que impregna nuestro sentir
central que las recorre a todas, y es la con- cotidiano, y los acontecimientos de la his-
vicción que tiene el ser humano de sentir- toria que experimentamos a diario, son
se “persona” con dignidad y derechos, con los que despiertan miles de fantasías, de
sus deseos de amar, su búsqueda de la feli- visiones, y también de sueños que nos in-
cidad, sus reflexiones y posturas ante el vaden de noche. Ellos son un pozo de
dolor y la muerte. ¿Acaso no expresan la- donde brotan en forma inacabable, imá-
mento o añoranza las canciones folk de genes de todo tipo. Muchas de ellas, una
los negros? ¿No manifiestan rebelión ante vez cristalizadas en las obras de pintura o
la injusticia tantas películas? ¿No cuentan escultura, sobrepasan la contingencia del
los triunfos del amor las telenovelas? momento, quedan como paradigma de si-
¿No sueñan con la belleza, la armonía y tuaciones pasadas o bien se transforman
la felicidad los ritos de la “new age”? La ac- en visiones utópicas del futuro.
titud pastoral ante las variadas manifesta- Pero ninguna forma es ajena al sentir
ciones humano-religiosas presentes en la del mundo, porque toda imagen, de algu-
sociedad, debiera ser de apertura y no de na manera, brota de él. Consideramos
exclusión. Cuando se comprende el signi- acertada la reflexión de Taverna: “esta rea-
ficado que ocultan esas experiencias, es lidad es la que también late, cruje, en la
más fácil evitar la condenación indiscri- verdad religiosa, en sus símbolos, en sus
minada de cualquier sincretismo. Esto se prismas de colores. Realidad que puede
aplica también a las imágenes. Algunas de dar la más entera de las devociones, el re-
ellas revelan hondos sentimientos huma- cogimiento más espeso de silencios...”20
nos, como ciertos posters que los jóvenes La imagen religiosa pretende precisamen-
fijan en las paredes de su cuarto. te, ayudar a los fieles cristianos a colocar-
En Brasil mucha gente venera la esta- se en esta atmósfera propicia para la vi-
tua del “Preto belo”, o sea, del negro ancia- vencia de fe. Podemos aceptar lo que dijo
no, sentado en actitud serena y buena, Bateson (aunque él lo afirmó en un con-
símbolo del hombre sabio, que sabe escu- texto meramente científico-antropolótico
char, dar buenos consejos y “ sana el alma y sin referirse a la fe religiosa) acerca de la
“. En verdad es un “negro bello” porque su realidad inconsciente que creamos con
120 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

nuestro espíritu al mirar imágenes: “Veo, están con el mundo y son para el mundo.
por lo tanto ello existe. Ver es creer”...; “ba- La gloria de Dios no llegará a su plenitud
sar la creencia completa en la imagen es hasta que toda la creación sea finalmente
un acto de fe. Y esa fe es involuntaria e in- transformada (Rom.8,19-25).”22
consciente en todo espíritu normal y sa- Me parece que todavía hay grupos pro-
no.”21 En toda relación con la imagen, testantes aquí en América Latina (sobre
existen pues, expectativas interiores, algu- todo los evangélicos de origen norteame-
nas de tipo psicológico y otras propias de ricano), que no han asumido la tarea de
la fe y esperanza cristianas. reflexionar sobre la carga y la fuerza an-
La experiencia profunda de relaciones tropológica de la imagen. Su oposición a
humanas, a veces positivas y otras veces las imágenes sagradas denota estrechez in-
trágicas, la percepción de testimonios de telectual. No se dan cuenta de que la ima-
vida evangélica o los momentos de inten- gen, no es pura apariencia vacía, ni siquie-
sas decepciones o dolores personales, no ra en ciertos usos mágicos que se les da. Es
son ajenos a los temas o motivos de las portadora de “algo más”.
imágenes cristianas. Ellas pueden arrojar- Una vez visité un pequeño pueblo in-
nos más allá de la finitud y de los límites dígena en el páramo andino de Ecuador.
de los horizontes del mundo y expresar la En la capilla de la comunidad católica ha-
añoranza de una comunidad humana ple- bía, en el lado opuesto al sagrario la “ru-
na y fraterna. También las imágenes pue- mi-cruz”, o sea, “la cruz de piedra”. Se tra-
den abrir el corazón a la esperanza cristia- taba de una piedra de forma cuadrada
na. Pensemos en la imagen de un santo en muy irregular, de unos 30 centímetros y
la gloria del cielo; se la venera por su po- sobre la cual estaba esculpida en relieve
der taumatúrgico, pero esa veneración no una rústica cruz pintada de color verde.
deja de comunicar la nostalgia (o visión Un inexperto misionero destinado a tra-
utópica) de experimentar el poder divino bajar en ese lugar, quiso un día eliminar
presente en el mundo. Los santos no son de la iglesia esa piedra, pues la considera-
ajenos a nuestra existencia en la tierra. Es- ba un fetiche, a la que, sin embargo, los in-
te es el significado verdadero de la devo- dígenas le tributaban mucha veneración,
ción que se le tributa, y su base teológica la más que a la presencia eucarística de Jesús
podemos considerar segura. “Tal como en el tabernáculo. Una noche, a escondi-
aparece simbolizada en la predicación de das, el cura fue a la capilla y sacó la “rumi-
Jesús sobre el Reino de Dios, es la instau- cruz”. Al día siguiente, apenas se supo la
ración de una comunidad humana uni- noticia “del robo”, en el pueblo estalló una
versal de amor fundada en la comunión indignación general. Se había profanado
con Dios. En la piedad católica, incluso los el símbolo máximo del sentimiento reli-
santos marchan junto con el mundo. Pre- gioso de la comunidad, el venerado signo
cisamente porque están del todo con Dios, de una presencia divina, porque la rumi-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 121

cruz encerraba la memoria cristiana y los ceremonias paganas de fertilidad, con las
mitos sagrados de todo el pueblo. Era ne- que el cristianismo rompió de cuajo, a
cesario volverla a encontrar. Pronto se su- causa de los ritos religiosos que practica-
po que el cura era el responsable de la ini- ban y en los que se sacralizaba la sexuali-
cua desaparición. Fueron tales el tumulto, dad humana: “ Es con ese tipo de sacrali-
el alboroto y las amenazas que cayeron so- zación con lo que el judaísmo rompió. (...)
bre él, que el misionero no tuvo otra alter- Es por miedo a las religiones de la fertili-
nativa que volver a colocar en su lugar, dad por lo que el Antiguo Testamento se
también esta vez de noche y sin ser visto, niega a atribuir a la sexualidad un carácter
la “rumi-cruz”. ¿Acaso no era ella una ima- sacramental divino. Y el cristianismo, al
gen simbólica de un fe religiosa que des- aplicar al mito la misma negación, no ha
bordaba el mero signo material? podido dejar de ver en él un obstáculo a la
Al tratarse de imágenes que veneran fe. (...) El cristianismo no podrá respon-
los fieles, no es bueno tomar decisiones der a la llamada del hombre moderno si-
apresuradas guiadas sólo por criterios in- no reencontrando lo que el judaísmo ha-
dividuales. Es preferible el diálogo, a fin de bía excluido: la sacralización de la sexuali-
que sea la reflexión comunitaria la que es- dad por un retorno a los mitos antiguos,
tablece los criterios pastorales adecuados según los arquetipos que residen en las
al tiempo y al lugar; éstos debieran poseer honduras de nuestro ser”24
también un consenso suficiente que per- Ya conocemos las consecuencias nega-
mita a continuación, hacerlos operativos. tivas que acarreó a la vida humana social y
Además es necesario aquí cuestionar la cristiana de tanta gente, la práctica des-
total separación que a veces se establece tructiva de las culturas nativas aquí en
entre los ritos cristianas que rememoran América Latina durante los siglos de la co-
eventos históricos (salvíficos), y las expre- lonia. Es una admonición para no come-
siones religiosas no cristianas más ligadas ter los mismos errores. Si el Hijo de Dios
a la sacralización de los fenómenos natu- se ha hecho carne, quiere decir que pode-
rales, como todavía sucede en varios luga- mos ver su imagen en la diversidad cultu-
res de América Latina.23 ral, y en ella contemplar la única fe en el
No habría que volver a lo que ha suce- “Hijo unigénito del Padre”.25
dido antiguamente, por ejemplo, con las
***
122 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

CONCLUSIONES PROVISORIAS mujer de hoy. El diálogo y la tolerancia


son virtudes que nos abren al diálogo cul-
❒ Discernimiento de valores tural del siglo XXI. “La tolerancia es un
signo de la presencia de Dios.... presupone
Hoy han nacido nuevos mitos y nuevos
una dinámica que viene de Dios. (...) Pero
ritos en la sociedad laica occidental. El
la tolerancia presupone también un amor
mismo fútbol, por ejemplo, ha sido juzga-
incondicional, porque se corre el riesgo de
do como “una religión”, con sus sacerdo-
ser malentendido y de perecer en el empe-
tes, sus devotos, sus ritos y sus ídolos.... Lo
ño, antes de dejar sentadas las bases de un
mismo sucede con algunos espectáculos
auténtico entendimiento.”26
televisivos. Ciertamente llama la atención
El Concilio al referirse a la “unión ínti-
el parecido que existe entre esos ritos lai-
ma de la Iglesia con la familia humana
cos y las ceremonias religiosas. Ambos fe-
universal”, dice:” Los gozos y las esperan-
nómenos tienen una analogía icónica no
zas, las tristezas y las angustias de los hom-
despreciable. Y eso arroja luz para enten-
bres de nuestro tiempo, son a la vez gozos
der también otras expresiones religiosas
y esperanzas, tristezas y angustias de los
con mezcla de elementos culturales anti-
discípulos de Cristo. Nada hay de verdade-
guos y nuevos. Hombres y mujeres, seres
ramente humano que no encuentre eco en
rituales, manifiestan constantemente sen-
su corazón. ...
timientos trascendentes bajo formas iné-
La comunidad de los cristianos se sien-
ditas.
te íntima y realmente solidaria del género
Se impone, pues, el discernimiento
humano y de su historia....Por tanto es
adecuado para juzgar los valores que en-
importante conocer y comprender el
cierran las nuevas formas religiosas, a me-
mundo en que vivimos, sus esperanzas y
nudo empapadas de cristianismo. Sólo así
aspiraciones...”27
podremos saber qué significan en esos
Estas palabras no van en el sentido
contextos las imágenes religiosas que cir-
contrario a lo que dijimos sobre la necesi-
culan.
dad de purificar ciertas devociones popu-
Por de pronto, se impone una actitud lares, evitando incluso el uso de imágenes
tolerante hacia las expresiones que no son que distorsionan la fe o no edifican la co-
claramente contrarias al evangelio y a la munidad. Siempre será necesaria la pro-
dignidad humana, pero que poseen “nue- clamación explícita del evangelio para que
vas propuestas de vivencias humanas de la vivencia cristiana esté en sintonía con la
valores.. enseñanza de Jesús. Pero esto no impide
Todo aquello que manifiesta los dere- que estemos también en la onda de “las
chos humanos fundamentales (aceptados experiencias primordiales” que vibran en
como valores por la mayoría de las nacio- el fondo del ser humano y que se mani-
nes), es una manera de mostrar el rostro fiestan a través en los variados lenguajes
de Cristo, o sea, su amor al hombre y a la del mundo, donde los hombres, las muje-
IMÁGENES EN ACCIÓN / 123

res, los niños y los jóvenes, de mil maneras tad de expresión y acentuaron la autono-
hablan de la vida y de la muerte, o sea, de mía del mundo de los valores, teorizaron
lo que le interesa también a Dios. también su provocación y rechazo de la
En nuestra época, una fe sincera en tradición, alejándose voluntariamente del
Dios y en Cristo Jesús, no quiere decir gran público, del pueblo. Las fracturas fi-
necesariamente transparencia doctrinal losóficas se tradujeron en el arte que bus-
(aunque es deseable que ello se dé), sino có nuevos enfoques expresivos. El diálogo
reconocimiento de una presencia que nos entre la religión cristiana y los artistas se
es dada. En esa fe hay más dosis de “afini- volvió difícil y arduo, al menos durante
dad de onda” con Aquel que viene, que toda la primera mitad del siglo.
comprensión intelectual de su ser. La voz A partir del Concilio Vaticano II, la si-
de Dios pasa ciertamente por el texto de tuación ha mejorado en el mundo católi-
las Escrituras y por la palabra de la Iglesia, co, debido a la apertura de la Iglesia y su
pero también por los sonidos que nos lle- diálogo con la cultura. Muchas cosas han
gan de auténticas expresiones humanas, cambiado, aunque todavía la teología no
por las modulaciones de voces lejanas que presta mucha atención al mundo del arte
nos mueven a la conversión del corazón, y y de la cultura. Las nuevas obras de arte
por las imágenes de mil rostros que a dia- que promueve la Iglesia a menudo son de
rio nos hacen vibrar de solidaridad y de un nivel modesto o poco satisfaciente.
justicia. Gran parte de los artistas realizan obras
En definitiva, aquello que crea vínculos con motivos religiosos y cristianos sólo
de fe cristiana no son tanto las severas ex- por encargo. En general están más volca-
presiones lingüísticas, sino la fuerza del dos a expresar en el arte, las características
Espíritu que suscita continuas novedades de la modernidad y del sentir contempo-
de vida, en todo tiempo y cultura. Es el Es- ráneo, acentuando el individualismo, la
píritu que, a través de palabras e imágenes angustia existencial, o bien buscando for-
pasajeras, es capaz de anclar los corazones mas experimentales nuevas, pero, casi
en “lo Unico necesario”; ante El oramos siempre se trata de un arte que registra pa-
con el vivo deseo de conocerlo y amarlo sivamente la situación del mundo., sin
más, pero cuya imagen nunca acabamos proponer muchas respuestas. Esto lo
de dibujar en nuestra existencia. Y así nos constatamos en todo occidente, también
contentamos con verlo en el espejo deste- en América Latina.
ñido de otras imágenes. Opinamos que este “signo de los tiem-
pos” interpela a los cristianos. Los proble-
❒ Artistas creyentes y con amor al mas presentes acerca del diálogo entre la
pueblo Iglesia y los artistas y creadores de imáge-
nes siguen abiertos; tocan las relaciones de
En los primeros decenios del siglo XX identidad de unos y otros. Para la Iglesia
los artistas reivindicaron la absoluta liber-
124 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

se trata de la expresión y comunicación de Hemos dicho que la pastoral es una ta-


la fe. Para los artistas, es un asunto de au- rea práctica que mira al crecimiento de las
tonomía, de libertad para la creatividad. personas en su dimensión religiosa y cris-
Aquí igualmente es necesario el diálogo.28 tiana (en la fe, la esperanza y la caridad).
Creo que numerosos artistas cristianos La actividad artística se da a otro nivel y
debieran entender que pueden servir al tiene otro fin. ¿Pero son antagónicas estos
evangelio y al pueblo creyente, sin por ello dos quehaceres? Creemos que no. El diálo-
renunciar a la libertad creativa y a su ins- go es posible, porque son muchos los va-
piración interior. Pero la inspiración artís- lores de fondo en los que coinciden la
tica requiere alimentarse también del cari- Iglesia y los artistas. La historia muestra
ño hacia pueblo sencillo, de ese amor pue- que el significado sustancial del cristianis-
den brotar bellas imágenes religiosas que mo (el ser humano, su dignidad y la trage-
hablan a los sentimiento humanos y a la dia de su libertad redimida por Jesucris-
fe. Es difícil que surjan propuestas artísti- to), no ha estado reñido con el arte.
cas trascendentes, liberadoras y “popula- Expresamos el deseo de que ese diálo-
res”, de artistas confinados en su enmara- go continúe con sinceridad, apertura y
ñada subjetividad, con la mirada volcada respeto. Y pensamos sobre todo en los mi-
únicamente en sí mismos sin pensar en la llones de personas creyentes que necesitan
vida sonriente y sufriente de las masas po- también de la belleza para vivir su fe cris-
pulares del continente, que no sólo viven tiana. Las imágenes religiosas son para
de pan... eso, un destello de Dios para seguir vi-
viendo y esperando. Y esto no es poco.
IMÁGENES EN ACCIÓN / 125

Notas Nosotros hemos consultado esta traducción


francesa del original inglés.
1 Algunos pueden pensar que el asunto de las 12 A este propósito Steiner G. (en Reélles Présen-
imágenes es “menor y marginal” con respecto a ces....) observa que hoy el arte sufre el vértigo
otros más urgentes y graves que tiene la pasto- del hombre moderno que juega con la estética
ral. Nadie lo discute, pero recordamos que la para huir del misterio del sentido y abandonar-
educación cristiana del pueblo pasa por el con- se a la fascinación del vacío. Steiner defiende un
junto de detalles que, unidos, forman la unidad arte con sentido, y ese sentido debiera ser el de
armónica de la acción pastoral. un presencia real del rostro del otro.
2 Doc.de Medellín, 6,8.12. 13 Estas ideas las desarrolla Stefani Piero: Com-
3 Brusatin Manlio: Historia de las imágenes. Julio prendere le immagini, esprimere la fede. En la re-
Ollero Editor, Madrid 1992, pág. 75. vista “Il Regno”, nº 2, 1998, p. 22-25.
4 Ver las agudas observaciones que hace Fischer 14 Un estudio de E.H. Gombrich Imágenes simbó-
Ernst a este propósito: La necesidad del arte. Ed. licas (Ed.Alianza, Madrid, 1983) demuestra que
Planeta, 1986, p. 173 y ss. el simbolismo icónico sólo llega a ser plena-
5 Esta obra se llama “Al encuentro del alma” y fue mente transparente y comprensivo cuando el
expuesta en la VII Bienal de Arte Sacro en Bue- lenguaje verbal lo interpreta, ya que en sí mis-
nos Aires, en noviembre y diciembre de 1998. mo el símbolo permanece ambiguo. Esta obra
6 Harries Richard: El arte y la belleza de Dios. de Gombrich es esclarecedora respecto al tema
P.P.C., Madrid, 1995, p. 59. del símbolo.
7 El término “kitch” fue empleado por el semió- 15 Ver el iluminador ensayo de Nouwen H.J.M.:
logo italiano Gillo Dorfles en 1969 para desig- Contempla la bellezza del Signore. Pregare con le
nar los objetos hechos con mal gusto estético, icone. Ed. Queriniana, Brescia 1998. El autor, un
carentes de toda creatividad, siendo imitaciones conocido maestro de espiritualidad (fallecido
sin originalidad alguna. Por ejemplo, pequeñas en 1997), analiza algunos tradiciones iconos ru-
grutas de Lourdes, la imagen del Papa en una sos y muestra como alimentan la vida espiritual
concha marina, las estampas del Sagrado Cora- cristiana.
zón en marcos de plástico de vivos colores, etc. 16 Guardini Romano: Imagen de culto e imagen de
8 Entre 1996 y 1998 visitando numerosas librerías devoción. En “Obras de Romano Guardini”, to-
religiosas, hemos comprobado que la mayoría mo 1, Edit. Cristiandad, Madrid, 1981, p. 344
de los nuevos libros sobre e temas bíblicos de 17 Fe y filosofía.Problemas del lenguaje religioso.
difusión popular, en general contenían excelen- Edit. Alagesto / Docencia, Buenos Aires, 1990.
tes imágenes. 18 Jung Carl G. psicólogo y psiquiatra suizo (1875-
9 Mensajes del Concilio a la humanidad. En: En- 1961) discípulo de Freud del que después dis-
chiridion Vaticanum, Vol.II, EDB., Bologna, crepó y tomó un camino de pensamiento inde-
1985, nº 494. pendiente y personal. Ver su obra: Los arqueti-
10 Así sugiere J.Habermas cuando dice al referirse pos y el inconsciente colectivo publicada en varias
al arte moderno: “La obra de arte moderna está editoriales. Toda la obra de Jung, en inglés está
bajo el signo de la unión de lo auténtico con lo en 20 volúmenes: “The collected works of C.G-
efímero. Este carácter de actualidad funda tam- .Jung”, Bollingen series XX - Edit. H.Read M.
bién la afinidad del arte con la moda, con lo Fordham, G. Adler & Wm. Mc.Guire, Princeton,
nuevo, con la óptica del ocioso.” En op.cit. “El University Press, 1953-1979. En castellano el
discurso....”, p. 21. pensamiento conciso de Jung sobre los arqueti-
11 Steiner George: Reélles Présences, les Arts du pos se halla en: El hombre y sus símbolos. Biblio-
sens.” Gallimard, Paris 1991. teca Universal Contemporánea, Barcelona,
1984, p. 64 ss.
126 / VICTORINO ZECCHETTO, SDB.

19 Yorio Orlando: El espíritu y la vida en nuestro l’homme”, en “Etudes” nº 377 (1992), p. 539-
pueblo. En “Revista de pastoral”, Buenos aires, 543, y aparecido en la revista “Selecciones de
1992. Teología”, (España), nº 137 (1996), p. 64.
20 J.M. Taverna Irigoyen: Del arte religioso a lo re- 25 A este propósito señala la encíclica Fides et Ra-
ligioso en el arte. Edic. Fraternitas, Rosario 1990, tio: “Hoy, a medida que el evangelio entra en
p. 48. contacto con áreas culturales que han permane-
21 Bateson Gregory y Mary Catehrine Bateson: El cido hasta ahora fuera del ámbito de irradia-
temor de los ángeles. Epistemología de lo sagrado. ción del cristianismo, se abran nuevos cometi-
Gedisa Editorial, Barcelona 1989, p. 100. dos a la inculturación.” (nº 72).
22 Sacis Juan R: Resurrección o reencarnación. La 26 Jef Van Gerwen: Cristianismo e intolerancia. En
doctrina cristiana del purgatorio. En “Conci- “Selecciones de Teología”, 1991,nº 125,p.49.
lium, nº 29, 1993, p. 883-890. 27 Constitución sobre la Iglesia en el mundo ac-
23 En la II Consulta Ecumênica de Teologia e Cultu- tual. Introducción.
ras Afro-Americana e Caribenha, uno de los te- 28 Por iniciativa de Mons. Francisco Marchisano,
mas tratados tenía como título: “Religiôes afro- desde 1984 se organiza en Argentina la “Bienal
americanas: práticas demoníacas ou expressôes de Arte Sacro” de pintura religiosa, en la que
da cultura negra”; en Teologia Afro-Americana, participan artistas de América Latina. En 1998
op. cit. p. 64. fueron enviados a los organizadores de dicha
24 Drewerman E. Citado por Julien Philippe en su bienal, más de 1600 obras, de las cuales fueron
artículo: Drewerman devant l’angoisse de expuestas apenas unas 120 en Buenos Aires.

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