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Cdad. de México, 23 de octubre del 2018.

Proyecto “Lengua, literatura y teatro en la Nueva España”

PAPIME [PE407318].

Leliteane.filos.unam.mx

Finalmente, quiero decirte unos versos que se me han venido a la memoria, que los oí en
una comedia moderna, que me parece que hacen al propósito de lo que vamos tratando.

Quijote, I, 33 (Curioso impertinente)

El 20 de agosto del 2017 me comprometí como colaborador del proyecto denominado

“Lengua, literatura y teatro en la Nueva España. Fomento al estudio de textos y discursos

desde una perspectiva multidisciplinar”, bajo la responsabilidad de la Dra. Aurora González

Roldán, propuesto en la convocatoria 2018 del Programa de Apoyo a Proyectos para la

Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza.

Yo no sabía que poco después, pasado el entusiasmo, vendría el segundo temblor de

un 19 de septiembre. En la Facultad de Filosofía y Letras se realizó un simulacro para

recordar el primero, el de 1985, que se convertiría en conmoción, sorpresa y una

recordatorio de la fragilidad de mi existencia. Todo lo que yo quería hacer, en ese

momento, se vio afectado. El Papime, lo que se planteaba en él se convirtió en el centro de

mis actividades.
En el Colegio de Literatura Dramática y Teatro empezaba a dar una clase de

Dirección, en la que 15 entusiastas estudiantes empezaban a trabajar textos clásicos. Fue

entonces que pensé que podíamos trabajar obras de corto formato (entremeses, sainetes,

jácaras…). Podíamos revisitar el teatro novohispano en el escenario, reconocer su

funcionamiento, pensarlo espectacularmente, no sólo como parte de nuestra historia y

nuestra literatura.

Simultáneamente planeé un dossier para la revista especializada en teatro, Paso de

Gato, para difundir ensayos que nos conectaran con el proceso de construcción dramática

desde el “encontronazo” de las culturas mesoamericanas con los conquistadores europeos.

Colaboradores de los Colegios de Letras Hispánicas y de Literatura Dramática y Teatro

como la Dra. Aurora González Roldán, el Dr. Óscar Armando García, el Dr. Aurelio

González, el Mtro. Emilio Méndez, la Dra. Dolores Bravo, la Dra. Eugenia Revuletas, entre

otros conformamos los documentos que planteaban una revisión de lo que investigadores

como José Rojas Garcidueñas, Juan José Arrom, Othon Arróniz, Humberto Maldonado,

María Sten, Sergio López Mena, Eduardo Contreras Soto, Fernando Horcasitas, Humberto

Maldonado Macías, Armando de Maria y Campos y Germán Viveros habían planteado en

este campo anteriormente.

El estudio y la investigación académicos estaban así planteados. La práctica se

estaba llevando a cabo. Había que asegurar que además de las publicaciones, los estudios

filológicos y las prácticas escénicas, el Papime tuviera como resultado una muestra

práctica: el compromiso central que había formulado con la Dra. Aurora era convocar a dos

estudiantes del Colegio de Literatura Dramática y Teatro, Pilar Martínez y José Carlos
Parra, para que se unieran al proyecto como directores de dos entremeses (que pronto se

convertirían en tres), que me parecía, podían ser del gusto del público universitario: “Los

tamalitos” de autor anónimo, “El alcalde chamorro” atribuido a José Macedonio Espinoza,

y “Los payos hechizados” de Ramón de la Cruz. Mientras hago la lectura de este texto esas

tres “obritas” están siendo grabadas por TV UNAM para ser transmitidas en su

programación y después poderlas exhibir en línea en la página electrónica diseñada para

ofrecer a todos los interesados los resultados obtenidos en este proyecto:

leliteane.filos.unam.mx

Conforme avanzaba el 2017 me pregunté: ¿por qué no agregar el trabajo de los

estudiantes de dirección y ampliar la oferta teatral a las metas antes planteadas? 11 obras,

11 directores de escena, 93 actores convocados estaban trabajando obras del periodo. Era

un trabajo gigantesco el que se estaba produciendo. La tenacidad de la Dra. Aurora, de la

Dra. Ana Tsutsumi y de los estudiantes del Colegio de Literatura Dramática y Teatro

consiguieron sus frutos: además de la grabación de las tres obras que está siendo realizada,

otras 7 representaciones teatrales han sido producidas y todas se exhibirán en una gira por

las Facultades del campus central de Ciudad Universitaria:

“El desposorio espiritual entre el pastor Pedro y la Iglesia Mexicana” de Juan Pérez

Ramírez; “Lo mucho y lo poco que puede los infernales ardides” de Juan Manuel San

Vicente; ”La sobrina del tío Bigornia”, “El mulato celoso” y “El alcalde chamorro”,

atribuidos a José Macedonio Espinoza; “Los payos hechizados” de Ramón de la Cruz; el

entremés anónimo “Los tamalitos”, recuperado y editado por Antonio Alatorre; “Don

Bonifacio o el ranchero de Aguascalientes” de Manuel Eduardo de Gorostiza; y “El último


capítulo” de Manuel José Othón (estas dos últimas obras producto del México ya

independiente) se presentarán en los foros y escenarios del Palacio de Medicina, de la

Facultad de Administración, de la Facultad de Ciencias Políticas, de la Facultad de

Arquitectura y de la Facultad de Filosofía y Letras.

Era central para mí que el estudio del texto dramático, parte del fenómeno de

nuestro quehacer escénico fuera abordado no sólo con una aproximación literaria,

dramatúrgica, filológica; quería que se provocara una investigación escénica y que los

resultados obtenidos se convirtieran en lo que alguno de estos estudiantes pudiera convertir

en tesis, informes académicos, conocimiento para apoyo de lo que ahora representa un

estudio integral del fenómeno escénico que conocemos como teatro. Los textos

espectaculares, las referencias a la puesta en escena, los conceptos tiempo y espacio, las

marcas de la construcción ficcional incluidas en el texto dramático, a veces concebido,

construido y mantenido como bitácora, documento o partitura, según la concepción de

García Barrientos, debían quedar al descubierto y como parte esencial de la aproximación

al conocimiento del Teatro.

El seminario creado por este mismo proyecto está trabajando, bajo la dirección de la

Dra. Aurora y de la Dra. Ana Tsutsumi, para lograr estos objetivos que cumplirán

cabalmente, en lo que a la parte del Teatro Novohispano se refiere, a ofrecer herramientas

para un mejor desarrollo de la educación formal de nuestros estudiantes, y cumplir con los

objetivos de un proyecto Papime.


Agradezco la confianza de la Dra. Aurora González Roldán que me invito a este

viaje que, a pesar de todas las contrariedades y los imprevistos a los que nos enfrentamos

día a día, ahora llega a dar sus primeros resultados. Ojalá provoque una nueva generación

de estudiosos, de hacedores, de profesionales que mantengan la memoria de un quehacer

que construye nuestra identidad, que mantiene nuestras prácticas culturales que, estoy

seguro, ayudan a construir una comunidad universitaria y una sociedad más sana, más

consciente de su pasado, más comprometida con su futuro.

En espera de una renovación de este proyecto Papime, estoy seguro que nosotros,

sea cual sea el resultado, seguiremos trabajando antes de que nos vuelvan a “menear el

tapete” en este territorio movedizo en el que vivimos.

De verdad gracias.

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