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ARTE Y CULTURA UNIVERSAL

Y DEL ECUADOR

LIC. STALIN ABRAHAM MENDOZA PIN

ALUMNA:

JENIFFER ADRIANA CHAGUAY MENDOZA

CURSO:

3 SEMESTRE/A JORNADA NOCTURNA


ENRIQUE GIL GILBERT

Nació el 8 de julio de 1912, en Guayaquil, Ecuador. Hijo de Enrique Gil


Quezada y Mercedes Alejandrina Gilbert Pontón.

Metafórico, impresionista, lírico y técnico. Huérfano de sólo siete años,


aún niño, escribió el libro de versos Iris, al que dio su aprobación la
poetisa María Piedad Castillo de Leví. Enseguida se tropezó con la
tierra que es siempre más áspera que la poesía y en la heredad paterna,
montado a pelo y totalmente desnudo, bejuco en mano arreaba en las
vacaciones de invierno al ganado; más, ese muchacho bárbaro, ese arreador, era un
poeta.

Cursó la primaria en el Colegio Cristóbal Colón y la secundaria en el Vicente Rocafuerte.


En 1928 se destacó como deportista ganando la carrera de cien metros planos y por su
color trigueño le decían La Mona Gil, hizo más versos y dedicó uno a la Madrina Criolla
de ese año, que publicó en la Revista Ocaña Film bajo el seudónimo de Max Bert.

OBRAS

Los que se van (1930, junto a Demetrio Aguilera y Joaquín Gallegos Lara)Los que se
van es un libro escrito en 1930 por los escritores ecuatorianos Demetrio Aguilera Malta,
Joaquín Gallegos Lara y Enrique Gil Gilbert quienes pertenecieron a la sociedad literaria
conocida como el Grupo de Guayaquil. La obra es una recopilación de 24 relatos breves
donde los autores plasmaron una muestra de la vida del campesino costeño del
Ecuador. Ambientada en el campo de la costa ecuatoriana, los cuentos narran la historia
de varios personajes que representan al montubio y al cholo en su diario vivir en la
pobreza y su relación con su entorno como lo son su familia y el campo.

Nuestro Pan (1942): Nuestro Pan relata las vivencias de campesinos y “terratenientes”
mientras el “arroz”, su cultivo, si ciclo, se abre paso en la historia ecuatoriana llevándose
en sus vericuecos a los humildes, triturando las ansias de ensueño y romance.

La cabeza de un niño en un tacho de basura (1967): Tanto en Nuestro pan como en Los
relatos de Emmanuel, Gil Gilbert muestra (más en el segundo que en el primer título
mencionado) formas expresivas que lo sitúan en el lenguaje metafórico, en
contraposición al lenguaje metonímico, tradicionalmente considerado como más idóneo
para la narrativa. En otras palabras: utiliza ordenaciones paradigmáticas e integrativas
en los dos libros, no se limita solo a lo distribucional y sintagmático, que hace prevalecer
la historia o fábula (diégesis) sobre los otros elementos del discurso y es lo que
caracterizó al realismo ecuatoriano en sus inicios.
JOSÉ DE LA CUADRA

(Guayaquil, 1903-1941)

Escritor ecuatoriano cuyos cuentos figuran entre los más


importantes de la narrativa de su país. Formó parte del Grupo de
Guayaquil o Grupo de los Cinco, acaso el más significativo
movimiento del siglo XX para la evolución de la prosa en Ecuador.

Hay que reconocer el discurso hegemónico liberal de principios del


siglo XX, el cual recrea una imagen ‘higienizada’ de la ciudad en
álbumes fotográficos como Guayaquil a la Vista, en sus dos
ediciones (1910 y 1920), donde abundan alusiones al grado de modernidad alcanzado
y la intención de mostrar la cara ‘presentable’ de la ciudad, así como de ocultar lo que
pueda ser tomado como índice de atraso.

OBRAS

Los Sangurimas: Entre Cien años de soledad y Los Soprano, Los Sangurimas relata con
extraordinaria crudeza la saga de una familia que se enfrenta al Estado, imponiendo su
propia ley, anclada a los ritos de la vida montubia.

Nacido de la violencia y abocado hacia ella, Nicasio Sangurima es el patriarca en torno


al cual orbitan los personajes de este universo anacrónico, cuyo destino sirve al tiempo
de alimento para saciar su hambre de poder. Es el terrible fundador de uno de los más
sugerentes espacios imaginarios de la literatura americana, La Hondura, un vergel
surgido del lodo y cuyo nombre evoca el abismo. Un mundo donde la magia convive con
una realidad violenta y trágica: muertos que regresan y pactos con el diablo, incesto y
parricidio, mafia o caciquismo… Corrupción, venganza y muerte.

Los Monos Enloquecidos (1931): Se aprecia aun un rezago del modernismo por las
imágenes pulidas y veladas. Sin embargo, ya se nos muestra un hermoso y violento
retrato de dos paisajes: el mar y el monte de la costa. Es la novela póstuma, inconclusa,
de José de la Cuadra. Ha pasado fundamentalmente inadvertida; un buen número de
escritos del mismo de la Cuadra le han hecho sombra. Hoy por hoy, sin embargo, es
quizás la obra que más se presta a mayores posibilidades de lectura, la que mejor
trasunta la crisis y los varios derroteros que reclamaron la atención de su autor, la que
mejor capta el paradigma de la época.
DEMETRIO AGUILERA MALTA

Escritor ecuatoriano nacido en la ciudad de Guayaquil, en


el año 1909 y fallece en la ciudad de México, pasó su
infancia en San Ignacio, una isla del Golfo de Guayaquil;
se presume que allí descubrió al "cholo", personaje
recurrente de su escritura. Tenía veintiún años cuando,
junto con Joaquín Gallegos Lara y Enrique Gil Gilbert,
publicó el volumen de relatos Los que se van (1930),
considerado el primer texto moderno de la literatura de
Ecuador.

El año 1930 fue una fecha clave para su vida y la cultura


del país. Ecuador se debatía frente a la crisis económica
causada por la caída de los precios del cacao y la ruina de los cacaoteros. El Estado
estaba en un proceso de fortalecimiento de sus instituciones luego de la Revolución
Juliana, mientras amplios sectores sociales irrumpían reclamando espacios en la
sociedad. En este marco, Aguilera Malta junto a dos jóvenes guayaquileños, Enrique Gil
Gilbert y Joaquín Gallegos Lara, publicó el libro de cuentos Los que se van, recopilación
de relatos del cholo y el montubio, obra fundamental y revolucionaria en nuestra
literatura, que sorprendió al medio cultural por la utilización de un lenguaje castizo y por
la toma de partido por el hombre de campo como protagonista.

OBRAS.

La Isla Virgen

Llegan a constituir la primera parte del entorno narrativo de su obra, teniendo como eje
central al cholo, su vida, sus costumbres, su entorno, su cosmovisión en sí, todo su
mundo. En esta novela tanto como en la de Don Goyo, se puede notar la presencia de
mitos, leyendas así como también la vida personal y colectiva de cada de uno de los
personajes que constituyen la trama narrativa.

Los que se van

La obra es una recopilación de 24 relatos breves donde los autores plasmaron una
muestra de la vida del campesino costeño del Ecuador. Ambientada en el campo de la
costa ecuatoriana, los cuentos narran la historia de varios personajes que representan
al montubio y al cholo en su diario vivir en la pobreza y su relación con su entorno como
lo son su familia y el campo.

Don Goyo

Presenta un breve texto en la contraportada, pero apenas sirve para hacernos una
idea del tema de la obra.
En la desembocadura del río Guayas hay un grupo de islas e islotes habitado por una
comunidad de cholos. Estos montuvios se dedican a cortar leña de los manglares para
venderla en la capital. Desde tiempos inmemoriales esta comunidad está dirigida por
un personaje enigmático, don Goyo, el primer habitante de estas tierras, de quien se
dice que tiene un pacto con el diablo.
ALFREDO PAREJO DIEZCANSECO

(Guayaquil, 1908)

Escritor ecuatoriano. Miembro del grupo de Guayaquil, es


autor de una vasta obra narrativa marcada por el realismo
y vinculada a la historia de su país (El muelle, 1933;
Hombres sin tiempo, 1941; Las tres ratas, 1944). En el
ciclo Los nuevos años, iniciado en 1956 e integrado por
La advertencia (1956), El aire y los recuerdos (1959) y Los
poderes omnímodos (1964), se ha propuesto describir la
evolución de la sociedad ecuatoriana desde 1925. Con
posterioridad, ha publicado la novela Las pequeñas
estaturas (1970). Es autor de los ensayos Thomas Mann
y el nuevo humanismo (1956) y Ensayos de ensayos
(1981).

El muelle El muelle, de Alfredo Pareja Diezcanseco, es una de las más bellas novelas
de nuestro realismo social, Fernando Diez de Medina, refiriéndose a su aparición,
expresa: “América ya tiene novelistas: Eustacio Rivera, Rómulo Gallegos, Ricardo
Güiraldes y Pareja Diezcanseco”. De esta manera Pareja nos situó en “lo mejor del
realismo social”, anticipando incluso algunas de las virtudes que lo llevarían a una
evolución siempre ascendente en la profundi zación de su organización
discursiva, desde Don Balón de Baba (1939), hasta Las pequeñas estaturas (1971), su
incorporación más válida y lograda a la actualidad narrativa latinoamericana, como lo
señalé en Los grandes de la década del 30 (El conejo, Quito, 1984).

"A medida que recorramos las novelas de Pareja, veremos que son producto de una
personalidad sensible, inteligente y críticamente observadora que tiende a considerar
todos los fenómenos de la vida desde una perspectiva ética e histórica. La naturaleza
de su carácter, sumada a la variedad y originalidad de sus experiencias han hecho que
Pareja examinara continuamente sus juicios y, los modificara incluso, en determinados
casos. Así, el incesante proceso de cambio que se produce en el escritor se ha reflejado
en su obra, otorgándole un sentido evolutivo a su trayectoria".

OBRAS

Las pequeñas estatuas

Thomas Mann Y El Nuevo Humanismo

Hombres sin Timepo


JOAQUIN GALLEGOS LARA

Nació en Guayaquil el 9 de abril de 1909, Estaba entroncado


por línea paterna con personajes que habían destacado en la
medicina, el periodismo, la literatura y otras actividades
culturales, además de la militancia política en el liberalismo
radical. Y por la línea materna, con la familia del prócer
cuencano Abdón Calderón Garaycoa.

Nació con una deformación en las piernas por su inmovilidad


comenzó a leer con intensidad y gozo. Recibió clases de francés
y de italiano. En 1930, junto con Demetrio Aguilera Malta y
Enrique Gil Gilbert publicó el libro Los que se van, cuentos del
cholo y montubio. La obra se convirtió en piedra de escándalo
en la literatura nacional, por su lenguaje fuerte y castizo. Cada uno de los cuentos era
una oda al bravío habitante de los campos costeños, dotándolo de personalidad y
características propias.

La literatura ecuatoriana y los escritores de la época no solo se inspiraron en las


corrientes artísticas del momento. La política fue un factor determinante.

En lo exterior las luchas agrarias campesinas de la Revolución Mexicana junto a la


Revolución Rusa, de 1917, fueron hechos de trascendencia. Y en lo interno, las
conquistas sociales producidas por la Revolución Liberal Alfarista y la Juliana de 1925,
llevaron a una activa participación y radicalización de las clases medias, lo que permitió
formar una intelectualidad signada por el compromiso social y político. Surgieron en el
arte y en la literatura los movimientos del realismo social y el indigenismo.

OBRAS

Las Cruces sobre el Agua

Los Guandos

La Última Erranza
CINCO COMO UN PUÑO “LOS CINCO DE GUAYAQUIL”

Cinco jóvenes escritores, unidos por la misma ideología política y social, se unieron por
sus creencias y semejanzas literarias. Este grupo escribió sobre la vida del montubio, el
indio y el obrero ecuatoriano, como lo indica una de sus obras más famosas “Las cruces
sobre el agua”. También fueron llamados “Cinco como un puño”, debido a su
concordancia en ideales y escritura.

Las características de este grupo de escritores era el uso de la jerga popular costeña,
en sus obras se reflejaba la preferencia por el ambiente rural y el mensaje de sus obras
eran sobre conciencia social, expresaban sus quejas sobre la política.

El grupo inició con tres integrantes Enrique Gil Gilbert, Joaquín Gallegos Lara y Demetrio
Aguilera Malta. Este trio junta sus conocimientos y empiezan a crear cuentos del cholo
y el montubio, enfatizando en sus costumbres. Tiempo después se incorporan dos
escritores que ya tenían reconocimiento en Guayaquil: José de la Cuadra y Alfredo
Pareja Diezcanseco, este último era únicamente novelista. Su lema era “La realidad y
nada más que la realidad”.

Los escritores guayaquileños se ganaron un puesto merecido en la literatura


ecuatoriana, por esta razón existe un monumento en homenaje a los cinco literatos. El
nombre de este hace referencia a la metáfora que los diferenciaba del resto. “La realidad
y nada más que la realidad. Éramos cinco como un puño”. El monumento hecho en
bronce, presenta la imagen de un puño cerrado sobre un libro abierto, rodeado de lo
rostro los cinco escritores del Grupo Guayaquil. Está ubicado en el Malecón del Estero
Salado entre Boulevard 9 de octubre y calle Aguirre.

Es importante salvar la literatura ecuatoriana, reconocer a los escritores que han


aportado arte al país en general. Los cinco de Guayaquil son un ejemplo de cultura y
amor por la realidad de una ciudad que vivía duros momentos en otras épocas, la cual
fue llevada a grandes obras que merecen ser conocidas por los ecuatorianos.

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