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RESEÑA HISTÓRICA

La pólvora es la más antigua de las sustancias explosivas conocida, que consistía en una mezcla
formada por salitre, azufre y carbón; aunque se tiene conocimiento que entre los años 221 y 207 a.c., los
chinos ya usaban el salitre (nitrato de potasio) en la fabricación de fuegos artificiales.

Figura 1.1 Fuegos artificiales

Se piensa que su descubrimiento fue casi accidental, pues era pretensión, de los alquimistas de la
época, el fabricar oro a través de la solidificación del mercurio, para lo cual en alguna ocasión, un monje,
mezclo en un recipiente: azufre, salitre y carbón; lo colocó al fuego y...EXPLOSIÓN.

Figura 1.2 Invento accidental de la pólvora

Sin embargo, y debido a que en la edad media se manejaba al interior de conventos y monasterios
variadas fórmulas y experimentos de forma secreta por creerse de origen demoníaco, no se tiene
precisión en cuanto al origen mismo de la pólvora y así su invención se le ha atribuido a chinos, árabes e
indostánicos e incluso a los antiguos alquimistas que ya conocían las propiedades de la mezcla del
salitre, el azufre y el carbón de leña.

La fórmula de la pólvora, con instrucciones detalladas para su fabricación, aparece en el siglo XII, en los
escritos del monje inglés Roger Bacon; Es probable que la pólvora se introdujera en Europa procedente
del oriente medio.

Figura 1.3 Roger Bacon

Berthold Schwarz, un monje alemán, a mediados del siglo XIV, puede haber sido el primero en utilizar la
pólvora para impulsar un proyectil; desde esto y hasta nuestros tiempos la pólvora ha sido usada en
armas de fuego.
Sin embargo ya se pensaba que los árabes lo hubiesen utilizado anteriormente, mientras Europa
atravesaba el periodo post-Romano, con fines bélicos, al encontrarse un grabado en el cual un guerrero
con una antorcha trata de encender lo que pudiera catalogarse como una especie de cañón con una
flecha para ser expulsada contra una puerta de un castillo.

Figura 1.4 Cañón árabe

Tiempo después el salitre es sustituido por clorato de potasio lo que hace la pólvora más potente; años
más tarde también se uso en reemplazo del salitre el nitrato de sodio conocido como Nitro de Chile,
dado su origen.

La pólvora, a no ser por su necesidad de oxígeno, podría estar constituida tan solo por carbón y azufre;
sin embargo, dada su condición de ser un explosivo combustible requiere proveerse de oxígeno para
estallar en un barreno; esta provisión la toma de la tercera sustancia que bien puede ser el clorato de
potasio o el nitrato de sodio quienes al calor se descomponen desprendiendo oxígeno. Una aplicación
de ésta característica se aprecia en los juegos artificiales como los cohetes o voladores que se elevan al
cielo, en donde la pólvora solo esta compuesta por carbón y azufre para que se queme lentamente la
parte expuesta al aire del combustible mientras sube el cohete. El primer intento de utilización de la
pólvora para minar los muros de las fortificaciones se llevó a cabo durante el sitio de Pisa en 1403.

En la segunda mitad del siglo XVI, la fabricación de pólvora en la mayoría de los países era un
monopolio del estado, que poco a poco fueron reglamentando su uso.

Inicialmente se uso, y por varios siglos, como único explosivo, la pólvora negra, hasta el año 1846
cuando el italiano Sobrero descubrió la nitroglicerina, sustancia explosiva muy potente, la cual empezó a
ser utilizada y llamada como el “aceite explosivo”, dada su apariencia, dando mayores ventajas
energéticas sobre las proporcionadas por la mezcla de carbón de madera y sales oxidantes de nitrato de
potasio de los explosivos primarios.

Figura 1.5 Ascanio Sobrero

Este primer desarrollo se tradujo en mayor energía y por ende en mayor rendimiento, pero a su vez
generó nuevas dificultades de manejo por ser la nitroglicerina una suspensión líquida, aceitosa, muy
sensible al choque, al roce o la llama y muy difícil de cargar en un barreno; condición que la hacía
demasiado peligrosa. Alcanzó a ser usada como reemplazo de la pólvora en voladuras pero dada su
peligrosidad se suspendió su uso.
Figura 1.6 Alfred Nobel

A partir de la síntesis de la nitrocelulosa en 1846, Alfred Nóbel en 1865, descubre la solución para el uso
de la nitroglicerina, primero mezclándola para ser absorbida en material sólido poroso como tierra de
infusorios o diatomáceas (similar al polvo de ladrillo) y posteriormente dándole consistencia gelatinosa al
mezclarla con la nitrocelulosa. Se abre así paso a las dinamitas, las cuales son usadas y mejoradas a
partir de éste concepto primario.

De la proporción de Nitroglicerina y material inerte depende su poder explosivo, siendo el porcentaje de


Nitroglicerina el que determina la fuerza relativa del explosivo. También fue Nóbel quien inventó disolver
algodón en Nitroglicerina y las primeras dinamitas gelatinas.

El empleo de la dinamita inicialmente se vio limitado en el uso de minas de carbón debido a la presencia
de gas metano, que provocaba explosiones en forma incontrolada. Esta situación se superó mediante el
desarrollo de un explosivo conocido como dinamita permisible (Antigrisú), el cual ofrecía mejores
condiciones de manejo y detonación en condiciones especiales.

Ante los inconvenientes de uso de explosivos, en ambientes de temperaturas extremadamente bajas, se


desarrollaron con posterioridad las dinamitas anticongelantes, con la adición a la mezcla original de un
producto depresor del punto de congelamiento de la nitroglicerina llamado nitrato de etilenglicol.

En el uso práctico de la dinamita se encontraron nuevos factores adversos como su alta sensibilidad al
calor, la fricción y el impacto, lo que produjo muchos accidentes. Incluso dentro de éstos factores
adversos se resaltaba su bajo período de almacenamiento pues presentaba el fenómeno de la
exudación o separación de la nitroglicerina en forma líquida haciéndola aún más sensible y peligrosa;
adicionalmente se tenían otra serie de inconvenientes con su efecto vasodilatador que producía fuertes
dolores de cabeza en quienes la manipulaban.

Igualmente demandaba para su fabricación una gran infraestructura con elevados índices de seguridad
por los riegos en que se incurría en su proceso de elaboración. Estos factores adversos provocaron
infinidad de accidentes principalmente en Francia y en Estados Unidos quienes, por tanto, promovieron
investigaciones que llevaran a superarlos. Quedaría así enmarcada la primera generación de
explosivos. En ésta primera generación de explosivos se tenía el concepto que el poder explosivo de las
dinamitas era aportado por los compuestos nitrados presentes.

Habría faltado un accidente, en el año de 1947, cuando, en Estados Unidos, un barco cargado con
nitrato de amonio tipo fertilizante, estallo al mezclarse éste fertilizante con el aceite combustible del
barco, para que los investigadores desviaran sus estudios al efecto explosivo de las mezclas de
sustancias oxidantes, como el nitrato de amonio, con combustibles, fuel oil.

Durante los últimos años el nitrato de amonio ha desempeñado un papel cada vez más importante en los
explosivos. Inicialmente se uso como ingrediente de la dinamita para posteriormente ser usado en una
mezcla sencilla y económica con el diesel revolucionando así la industria de los explosivos cubriendo
actualmente cerca del 80% de las necesidades de los explosivos.

Es así como nace y se inicia el desarrollo del explosivo ANFO, por las siglas en ingles de Amonium
Nitrate and Fuel Oil, denominados de segunda generación. Este compuesto, conformado con base en un
prill de nitrato de amonio, en un 94% y ACPM, aceite combustible para motores, en un 6%, resulta muy
seguro de operar y bastante económico en su fabricación.

Sin embargo presenta algunas limitaciones como su baja sensibilidad, por lo que requiere de un
multiplicador para ser iniciado especialmente en barrenos mayores de 3 pulgadas y su poca o ninguna
resistencia al agua. Presenta como ventajas, además de las ya mencionadas, buen balance de oxígeno,
buena generación de gases para el logro de resultados satisfactorios en fragmentación de roca, no
reacciona al calor, a la fricción o al impacto y no produce malestar en quien lo opera pues en su
formulación carece de nitroglicerina.

Con el advenimiento de la minería, la necesidad de manejo de mayores cantidades de explosivo, las


desventajas de manejo y producción de las dinamitas y las limitaciones del ANFO, se crea la necesidad
de nuevos desarrollos, y es así como Melvin Cook en asocio con otros científicos encuentran la manera
de elaborar un material, también a base de nitrato de amonio preparando una solución saturada,
logrando ensayos positivos desarrollando de esta manera el primer SLURRY en el año de 1960.

Los explosivos de geles de agua, a base de nitrato de amonio con sensibilizadores como los nitratos de
amina, el trinitrotolueno TNT y el aluminio, y con agentes de gelificación y otros materiales, para
proporcionarles su grado de sensibilidad, a diferencia de la mezcla de nitrato de amonio y diesel, son
resistentes al agua y pueden prepararse según fórmulas de elevadas velocidades de detonación.

Ya que no contienen Nitroglicerina, los geles de agua son menos peligrosos que la dinamita en su
fabricación, transporte, manipulación y empleo. Dado este menor grado de peligrosidad y a su
flexibilidad han declinado el empleo de la dinamita.

Estos slurries, obtienen su carácter de resistencia a la humedad por un sistema de engomado en medio
acuoso cuyo gel o gele reticulado no permite el paso de agua hacia el compuesto. Esta idea fue
patentada por la firma Canadian Industries Limited, Hydromex.

Las investigaciones no pararon aquí y es así como en 1967, la Atlas Power Company desarrolla las
primeras emulsiones explosivas en que, al contrario de los slurries, la solución oxidante o solución
acuosa saturada de nitrato de amonio, se dispersa en una solución combustible, mezcla de aceites, los
cuales son insolubles entre si, pero que son enlazados por un compuesto emulsificante, mediante una
intensa y continua agitación. Su resistencia al agua la aporta ésta en su repulsión por la fase continua de
aceite.

Con estos nuevos desarrollos de slurries y emulsiones se da paso a la tecnología de punta o tercera
generación la cual es usada en la minería actual, que en grandes volúmenes de explotación, la utiliza
mediante cargue mecánico desde camiones que los bombean a los barrenos en forma de matriz
previamente fabricada en planta y almacenada en silos y solo en el momento de cargue del barreno se
sensibiliza como explosivo, logrando así una máxima seguridad de operación.

Junto con el ANFO, estas emulsiones, se inician con multiplicadores ya que no son sensibles al
detonador Nº 8 característica que los cataloga como agentes de voladura.

De ésta tercera generación se han hecho muchas mejoras, hasta el punto de lograr explosivos slurry y
emulsiones sensibles al detonador Nº8, encartuchados en pequeños diámetros, reemplazando
completamente a las dinamitas y permitiendo su uso en la minería y obras civiles subterráneas.

Los productos explosivos de uso actual, cuentan con la particularidad de reunir las máximas condiciones
de estabilidad y especificidad de aplicaciones, siendo también sumamente seguros en cuanto a la
operación. Los hidrogeles y emulsiones han desplazando casi por completo, en Colombia, el empleo de
la dinamita dado sus superiores grados de seguridad en su manejo y empleo. Como ventaja adicional su
fabricación es comparativamente más sencilla.
En Colombia se produjeron dinamitas en la Industria Militar desde 1967, importando la gelatina
explosiva, gel de nitroglicerina y nitrocelulosa, y produciendo nitroglicerina desde al año 1983, hasta
1993 cuando se reemplazaron completamente por slurry tipo hidrogel aluminizado, del cual se inicio su
desarrollo en 1989 con producción en caliente a base de nitrato de mono metil amina y posteriormente
con producción en frió a base de nitrato de examina, tecnología que actualmente continúa en practica
por sus ventajas frente a la producción en caliente.

La cuarta generación de explosivos hace referencias a la utilización de energía atómica para fabricar
sustancias explosivas.

Paralelo al desarrollo y descubrimiento de nuevas sustancias explosivas se ha dado también el


desarrollo y evolución de una actividad al interior del uso de los explosivos, como es la perforación.

A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII donde ya los explosivos eran usados ampliamente, la
técnica de la perforación se encontraba en su nivel más bajo; se cincelaban a mano huecos de 15 a 20
milímetros de diámetro y de 0.5 a 1.0 metros de profundidad.

Por ésta época el incendio de la carga explosiva, pólvora, era igualmente muy rudimentario
practicándose con tizones de carbón que se arrojaban al hueco, con astillas, tubos y papeles enrollados
impregnados de pólvora, o con mechas de tela de combustión lenta impregnada de salitre. Eran muy
frecuentes los accidentes y las tragedias.

A mediados del siglo XIX se inventó un mecanismo de perforación accionado con vapor. Casi diez años
después aparecieron las perforadoras neumáticas y posteriormente las perforadoras operadas con
energía eléctrica; De éstas las de mayor acogida industrial fueron las neumáticas.

En los últimos años se han construido agregados de alta eficiencia para perforación por rotopercusión,
agregados con martillos de inmersión y de trépanos y comienzan a usarse montajes de perforación
térmica y combinada (percusión con martillos de trépanos).

Constantemente se mejoran las sustancias explosivas y los medios de explosión. Se han creado
detonitas que permiten usar barrenos de diámetros reducidos; los medios de explosión de micro-retardo
tienen aplicación universal.

El siguiente es un recuento cronológico de la historia de los explosivos (Escuela de Ingenieros Militares,


1996. p. 6):

1659 Gauber, preparó por primera vez el nitrato de amonio (NH4-NO3).

1771 Wonlff, descubre el ácido pírico, utilizado en el siglo XIX como carga rompedora para las
granadas de artillería.

1779 El ingeniero inglés Echoward, prepara el fulminante de mercurio con verdadero detonador.

1788 Berthod, cambia el salitre por clorato de potasio en la composición de la pólvora.

1832 H Braconnot, desarrolla la nitrocelulosa (mezcla de ácidos nítricos y sulfúricos).

1846 Ascanio Sobrero, químico italiano prepara por primera vez la Nitroglicerina. Un año más tarde,
1847, en Turín, Italia, crea un explosivo compuesto por Nitroglicerina, absorbidas por materias
porosas que contienen otros ingredientes generadores de energía; pero solo hasta 1865 el sueco
Alfred Nobel, descubrió que la Nitroglicerina podía utilizarse sin peligro una vez empapada por un
estabilizante llamado Kieselguhr (tierra de diatomeas). También consiguió solidificarla añadiendo un
8% de nitrocelulosa a fin de gelificarla; a estos famosos explosivos, se les llamó dinamita.

1867 Ohlsson y Norebin, incorporan el nitrato de amonio en una dinamita.

1875 Federick Abel, crea la dinamita goma (absorber la Nitroglicerina en algodón nitrado).

1876 Los suecos Johnson y Norvin, obtuvieron los explosivos de seguridad.

1882; Reid y Johnson fabrican la primera pólvora sin humo.

1884; Duttenhofer, fabrica la primera pólvora granulada totalmente gelatinizada.

1888; Nobel, consiguió la balístita, gelificando la nitrocelulosa con Nitroglicerina.

1889; Se fabrica, en Londres, la zordita a base de algodón pólvora.

1891; Tollens, descubre el PERN, pentaeritritetranitrato.

1897; se fabrica el primer explosivo utilizable a base de clorato, llamado Chedrita.

1899; El alemán Henning, descubre la ciclonita denominada también Exógeno, con elevada
velocidad de detonación y que combinada con TNT, muchos años después, dio origen al RDX, un
explosivo muy poderoso.

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