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AUTOEFICACIA Y AUTOREGULACION

CONCEPTO DE AUTOEFICACIA
El constructo de autoeficacia, que fue introducido por Bandura en 1977 representa un
aspecto nuclear de la teoría social cognitiva (Bandura, 1982,1997). De acuerdo a esta
teoría, la motivación humana y la conducta están regulados por el pensamiento y estarían
involucradas tres tipos de expectativas: a) Las expectativas de la situación, en la que las
consecuencias son producidas por eventos ambientales independientes de la acción
personal, b) Las expectativas de resultado, que se refiere a la creencia que una conducta
producirá determinados resultados y c) Las expectativas de autoeficacia o autoeficacia
percibida, que se refiere a la creencia que tiene una persona de poseer las capacidades
para desempeñar las acciones necesarias que le permitan obtener los resultados deseados
(Bandura, 1995).
De acuerdo a la teoría e investigación, la autoeficacia influye en cómo la gente siente,
piensa y actúa. Respecto a los sentimientos, un bajo sentido de autoeficacia está asociado
con depresión, ansiedad y desamparo (Bandura, 2001). Las creencias de eficacia influyen
en los pensamientos de las personas (au-toestimulantes y autodesvalorizantes), en su
grado de optimismo o pesimismo, en los cursos de acción que ellas eligen para lograr las
metas que se plantean para sí mismas y en su compromiso con estas metas (Bandura,
2001). Un alto sentido de eficacia facilita el procesamiento de información y el desempeño
cognitivo en distintos contextos, incluyendo la toma de decisiones y el logro académico
(Bandura, 1997). Referencias
(http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-95532007000100002)

AUTOREGULACION
El tema de la autorregulación ha sido abordado desde distintos campos del saber, entre
ellos la filosofía, la psicología y la biología; siendo uno de los contextos más fértiles de su
estudio el del aprendizaje. El concepto de la autorregulación puede encontrarse en una
amplia gama de estudios psicológicos, ello, a decir de González (2001), ha dado origen a
una mezcla de metáforas interpretativas que no siempre resultan del todo compatibles.
González refiere que tanto Karoly como Kuhl han recogido una gran cantidad de términos
que, a través de numerosos escritos e investigaciones han sido expresados como
sinónimos de la capacidad de regulación, entre los cuales se encuentran “libertad,
autonomía, responsabilidad, madurez, firmeza personal, fuerza de voluntad, autocontrol,
elección, resolución, autodirección, actividad voluntaria, autosuficiencia, moralidad,
conciencia, independencia, consciencia, autodisciplina, acción intencional, auto
intervención, motivación intrínseca, autodeterminación y volición” (p. 33).
González (2001) realiza una amplia revisión del proceso de autorregulación, enfocado
desde el aspecto psicológico. Con apoyo en la extensa revisión de autores realizada por el
mencionado autor, se asume como concepto de autorregulación la definición de
Zimmerman que establece que, en términos actuales, un estudiante autorregulado es aquel
que–desde los puntos de vista metacognitivo, motivacional y conductual– es un participante
activo en su propio proceso de aprendizaje. Referencias (http://polis.revues.org/5846)
EJEMPLO:
1. Autoeficacia, en mi vida cotidiana se presenta en el momento que me empieza a ir
notablemente bien, cuando empiezo a participar en una clase, después de eso, me
empiezo a creer que soy buena para esa materia, por ende, entro más motivada a
la hora de ver esa clase y participo cada vez más.
2. Autorregulación, puede presentarse, cuando por alguna razón me fue mal en un
examen de una materia, tras obtener la respuesta que no deseaba, reconozco que
algo no está bien, y me “castigo” realizando tiempo extra de estudio en cierta
materia, para reforzarla, sacrificando mis fines de semana, hasta conseguir el
resultado deseado según mis criterios cual sea.

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