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Rev Cubana Obstet Ginecol v.26 n.2 Ciudad de la Habana Mayo-ago. 2000
Obstreticia
La hipertensión que aparece por primera vez durante la gestación a partir de las
20 semanas, en el trabajo de parto o el puerperio y en la que la presión se
normaliza después de terminar la gestación.
El embarazo que acaece en mujeres con hipertensión crónica esencial o
secundaria a otra enfermedad.
La presión arterial de las embarazadas sufre cambios durante el día (ritmo circadiano)
y a través de todo el embarazo.5,6
Se han hecho algunos estudios que describen los cambios de la presión arterial
durante todo el embarazo y se acepta de una forma general que la presión arterial
comienza a disminuir a finales del primer trimestre, alcanza su nivel mínimo en el
segundo trimestre y aumenta de nuevo al comenzar el tercero, para alcanzar su punto
máximo al término del embarazo.7 La magnitud del incremento tensional en el tercer
trimestre depende además de otros factores tales como la posición de la mujer; ruido
de Korokoff que se considere; stress; momento del día en que se mide la TA y así, los
demás factores planteados por Sibai.8
Preeclampsia-eclampsia
Hipertensión crónica
Hipertensión crónica con preeclampsia-eclampsia sobreañadida.
Hipertensión gestacional o transitoria del embarazo.
Durante los últimos años han ocurrido progresos notables en los conocimientos de la
fisiopatología de esta enfermedad, que por costumbre se le había clasificado como
enfermedad hipertensiva de la gestación, quizás por la importancia clínica del
componente hipertensivo. Sin embargo, el énfasis que se le concedió a tal componente
hizo que se prestara poca atención a otros factores patógenos, tal vez más
importantes Friedman16categoriza la preeclampsia como un síndrome complejo que
puede afectar a todos los órganos y sistemas y la hipertensión sólo es una
manifestación de tal cuadro.
Sibai17 caracteriza la preeclampsia como un trastorno vascular multisistémico, en el
cual la hipertensión constituye un rasgo secundario de un desorden circulatorio
básico, James M Roberts18 se refiere a la preeclampsia como un trastorno vascular
multisistémico, cuyas manifestaciones más relevantes, la hipertensión y la proteinuria,
son sólo 2 aspectos de un complejo proceso fisiopatológico que se acompaña además
de edema, hiperuricemia y consumo de plaquetas y más adelante plantea que en las
mujeres con preeclampsia la perfusión de todos los órganos incluyendo la placenta,
está disminuida; existe una activación de la cascada de la coagulación, aumento de la
sensibilidad a agentes presores y disfunción del endotelio vascular.
Hay una serie de signos y síntomas cuya aparición de uno o varios clasifica a la
preeclampsia como "grave", independientemente de las cifras de hipertensión arterial y
de la proteinuria.22
La incidencia de hipertensión es igual en las mujeres sin edema que en casos en que
tienen edemas al inicio o al final del embarazo.
La preeclampsia con edema (85 %) o sin edema (15 %) llamada preeclampsia seca,
está asociada con una alta mortalidad materna y fetal.
El edema por lo tanto no define un grupo de riesgo, por lo que no debe ser usado
como un signo para definir las alteraciones hipertensivas de la gestación (Screening for
preeclampsia in effective care in pregnancy and childbirth.24
La eclampsia puede ocurrir en la paciente con preeclampsia, aun cuando las cifras
tensionales y los parámetros clínicos para su diagnóstico no se correspondan, de
manera que Sibai23 y Friedman16 reportan el 20 a 25 % de las mujeres con eclampsia
cuyas elevaciones de la TA han sido ligeras.
El edema pulmonar puede ser cardiógeno o no cardiógeno, según los mecanismos que
intervienen.
La aminofilina a veces es útil para el edema refractario por sus efectos inotrópicos,
positivos, diurético leve y broncodilatador.
De ese modo el trofoblasto con deficiente riego constituye la fuente del agente o
agentes que desencadenan la enfermedad.
El daño del endotelio vascular ha sido demostrado en la preeclampsia, lo cual activa los
mecanismos de agrupaciones plaquetarias, los neutrófilos y el sistema de coagulación.
A su vez, la activación plaquetaria y de los neutrófilos aumenta la lesión endotelial. La
lesión endotelial se acompaña de disminución importante en la síntesis de
prostaciclina.
Los datos de un estudio longitudinal que utilizó ultrasonido Doppler para medir el gasto
cardíaco reportó aumento del gasto cardíaco durante todo el embarazo y el puerperio
en mujeres con preeclampsia.32
Cambios renales: Como consecuecia del aumento de la volemia y del gasto cardíaco en
el embarazo normal, el flujo plasmático por riñones aumenta en 75 % y la filtración
glomerular aumenta 50 % en relación con las cifras de la mujer no embarazada. Como
resultado de la mayor filtración glomerular disminuyen significativamente en el
segundo trimestre las concentraciones séricas de nitrógeno ureico, creatinina y ácido
úrico, y persisten hasta el término del embarazo, excepto el ácido úrico que vuelve al
nivel que tenía antes de la gestación. La depuración de creatinina que se utiliza en
clínica para calcular la filtración glomerular aumenta aproximadamente 50 % en el
segundo trimestre y persiste elevada hasta el término.
Las cifras de creatinina normales para las embarazadas son de 0,4 a 0,8 mg/dL (44 a
88 umL/L).12,16
Algunos autores destacan que hasta el momento no existe ninguna medida capaz de
prevenir la preeclampsia y que un control prenatal adecuado y periódico sólo ofrece la
ventaja del diagnóstico temprano y en consecuencia un tratamiento oportuno.
Primigesta.
Edad: igual o menor que 16 años; mayor que 35 años.
Herencia: madre o hermana con historia de preeclampsia.
Embarazo gemelar.
Obesidad.
Diabetes.
Hipertensión crónica.
Inhibidor lúpico.
Prevención: Las acciones de salud dirigidas a modificar factores de riesgo tales como
embarazo en edad temprana o en edad tardía, obesidad, enfermedad materna (riesgo
preconcepcional) o la modificación de factores durante el embarazo tales como el
aumento de más de 1 kg semanal en el tercer trimestre, o el edema de aparición
brusco, pueden contribuir a una disminución en la incidencia de la enfermedad. El
conocimiento de la fisiopatología y de las formas atípicas de la enfermedad pueden
contribuir a la disminución de la evolución hacia formas graves, muertes materna y
perinatal.
Recientes investigaciones con el uso de aspirina para prevenir la preeclampsia han sido
desalentadores.39,40
Proteínas totales
Fondo de ojo
Urocultivo
Valoración del estado fetal
Crecimiento fetal
Volumen del líquido amniótico
Grado de madurez placentaria
Perfil biofísico fetal
Antihipertensivos en la preeclampsia leve.
Se discute el punto hasta el cual deben ser llevadas las cifras tensionales. Cunninghan
et al recomiendan mantener los valores diastólicos entre 90 y 110 mmHg.12 El Manual
de Diagnóstico y Tratamiento en Obstetricia y Perinatología recomienda su uso cuando
la PAD sea superior a 95 mmHg.4
Los antihipertensivos más usados durante el embarazo son alfametildopa tab a la dosis
de 750 mg a 2 g/d y la hidralacina tab. 25 a 50 mg 1 a 4 veces al d, dosis máxima de
200 mg en 24 h, nifedipina 30-120 mg/d, atenolol 50-100 mg/d.
Reposo absoluto
Dieta normosódica
Peso diario
Diuresis diaria
TA cada 4 h
Reflejo patelar cada 4 h
Signos vitales cada 6 h
Vigilancia de signos de gravedad: visión borrosa, cefalea intensa, epigastralgia,
hiperreflexia, oligoanuria.
Análisis de laboratorio: proteinuria, hematócrito, plaquetas cada 48 h,
creatinina, depuración, enzimas hepáticas semanal, ionograma, ECG, fondo de
ojo según evolución.
Vigilancia fetal: perfil biofísico, ILA cada 3 días /semanal.
La dosis de 20 mg inicial alcanza niveles terapéuticos a los 30 min y tiene una vida
media de 2 h. Pueden indicarse dosis adicionales de 10-20 mg cada 4-6 h. sin pasar de
180 mg en 24 h. Según algunos investigadores el medicamento mejora la función renal
y disminuye la proteinuria en la preeclampsia.
Prichard publicó 154 casos consecutivos de eclampsia tratados sin muerte, la serie se
extendió hasta 179 antes que se produjera al primera muerte (supervivencia materna
incorporable en la historia de la eclampsia).49
El medicamento se excreta por la orina y administrado por vía EV abandona el torrente
circulatorio en 15 min. Atraviesa la barrera placentaria y los niveles de concentración
del feto son semejantes a los de la madre. La excreción de sulfato de magnesio en el
RN se completa generalmente a las 36 y 48 horas del nacimiento y pocas veces se
observan efectos adversos.
Manejo de la eclampsia: Los principios básicos para tratar la eclampsia incluyen las
siguientes medidas:26
Medidas generales:
Control de las convulsiones: En los Estados Unidos el fármaco más utilizado para tratar
y evitar convulsiones es el sulfato de magnesio por vía parenteral. Una de las ventajas
de su utilización es que no causa depresión del sistema central; durante su
administración la mujer está consciente y alerta. Las pruebas publicadas en la
literatura han indicado que el sulfato de magnesio es el anticonvulsivante ideal en la
preeclampsia-eclampsia. Debe ser indicado durante el trabajo de parto de toda
gestante con preeclampsia y mantener por lo menos 24 h del puerperio.
El comienzo del proceso del parto se considerará una vez que se ha logrado la
compensación materna y se aceptará un período de 4 h después de la última
convulsión.
El manejo de los líquidos durante el trabajo de parto y el puerperio debe ser muy
minucioso; no se deben exceder de 150 mL/h en los casos de grandes pérdidas
durante el parto.
Los valores para delimitar entre presión arterial normal y alta se han establecido
considerándose para el adulto normal una diastólica inferior a 85 mmHg y entre 85 y
89 se encuentra en el límite alto de la normalidad; entre 90 y 104 es una hipertensión
leve; entre 105 y 114 hipertensión moderada; 115 o más es una hipertensión grave.
Cuando la presión diastólica es inferior a 90 mmHg, una presión sistólica inferior a 140
mmHg significa una presión arterial normal.
Cuando se sospecha una hipertensión debe medirse la presión arterial como mínimo 2
veces durante 2 exámenes separados después de la detección inicial.
Diagnóstico
Población general %
Hipertensión esencial
92-94
Hipertensión renal:
Parenquimatosa
Vascular
2-3
1-2
Hipertensión endocrina:
Hiperaldosteronismo primario
Síndrome de Cushing
Feocromocitoma
Otras
0,3
< 0,1
< 0,1
2-4
0,2
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1
Profesora Auxiliar.
Rev Cubana Obstet Ginecol v.25 n.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 1999
Resumen
Se realizó un estudio de 64 pacientes con hipertensión arterial durante el embarazo en
el año 1997, donde fueron analizados los principales factores epidemiológicos. La
preeclampsia leve representó el 6,1 % del total de pacientes con hipertensión inducida
por el embarazo (HIE). Del total de pacientes hipertensas hubo 61,1 % con factores de
riesgo y de ellos, la obesidad ocupó el primer lugar (54,5 %). La mayoría de las
pacientes con HIE fueron adolescentes (85,7) y el 64,9 %, nulíparas. Además se
demostró que el 52,8 % de las HIE se diagnosticaron después de las 34 semanas.
Por considerarse esta enfermedad uno de los principales factores causales del
incremento de la morbimortalidad materna y perinatal nos decidimos a realizar una
revisión con la finalidad de conocer algunos factores epidemiológicos de la hipertensión
en el embarazo.
Métodos
Se realizó un estudio retrospectivo de las pacientes con hipertensión arterial durante el
embarazo en el año 1997, en el hospital docente ginecoobstétrico de Guanabacoa.
Fueron excluidas de nuestro grupo 2 pacientes: una de ellas por un aborto tardío, la
otra fue una paciente a la que se le indicó la interrupción de la gestación con 23
semanas por comprobarse que existía una malformación congénita fetal.
Para una mejor valoración incluimos la hipertensión arterial transitoria en el grupo con
HIE. Se recogieron datos del expediente clínico, que incluyeron: edad materna,
paridad, factores de riesgo, clasificación de la hipertensión y edad gestacional al
diagnóstico de la enfermedad.
Resultados
En la tabla 1 analizamos cómo se comportó la hipertensión arterial según la
clasificación que se estableció.
Tabla 1. Clasificación de la hipertensión arterial
Clasificación No. %
HTA transitoria 8 22,2
HIE preeclampsia leve 22 61,1
Preeclampsia severa 5 13,9
Eclampsia 1 2,8
Subtotal 36 56,2
HTA crónica 22 34,4
HTA crónica + HIE 6 9,4
Total 64 100,00
Fuente: Expedientes clínicos.
En total hubo 64 pacientes hipertensas y de éstas 56,2 % fueron HIE. Si a este grupo
se le adiciona hipotéticamente las hipertensas conocidas a quienes se les sobreañadió
la preeclampsia, el porcentaje se eleva a 65,6 %.
Del grupo de HIE el 61,1 % tuvo preeclampsia leve, seguida de la hipertensión arterial
transitoria con 22,2 %, la preeclampsia severa el 13,9 % y sólo el 2,8 % desarrolló
eclampsia.
En estudio realizado por Lloret2 de 521 pacientes con enfermedad hipertensiva durante
el embarazo, encontró que 413 pacientes tenían HIE y de este grupo ocupó el primer
lugar la preeclampsia con 246 casos, lo cual coincide con nuestros resultados.
La obesidad se situó en primer lugar con 45,5 % seguida de la enfermedad renal que
representó el 27,3 %. Aunque la relación entre la obesidad y la HIE es discutida por
algunos autores, para otros esta incidencia aumenta aparejada de la severidad de la
hipertensión.2 Además, la presencia de embarazos gemelares contribuye a la aparición
de la HIE, aunque para nosotros el embarazo gemelar representó el 4,5 % de las
pacientes con factores de riesgo.
El 50 % de las pacientes estudiadas tenía entre 20 y 29 años (tabla 3) seguida de las
de 30 años o más 39,1 % y en último lugar las adolescentes para el 10,9 %. Sin
embargo, al realizar el análisis de las HIE, las adolescentes ocuparon el primer lugar
con 85,7 %, lo cual no fue de esta forma en el resto de las pacientes hipertensas.
Hubo diferencias significativas entre las nulíparas, 57,8 % y las que tenían
antecedentes de 1 a 3 partos, 42,2 %.
En la mayoría de las pacientes con HIE, (52,8 %) esta apareció tardíamente (más de
34 semanas) y en el 66,6 % de las hipertensas crónicas a las que posteriormente se
les asoció la preeclampsia, su enfermedad fue diagnosticada antes de las 20 semanas.
Lloret señala que los grupos de HIE se diagnosticaron muy poco antes de las 28
semanas, y que se registró una mayor incidencia de aparición de los primeros
síntomas a partir de la semana 37, lo cual corresponde con los resultados de nuestro
estudio.2
Por tanto, concluimos que la preeclampsia leve representó el 61,1 % del total de HIE,
la que ocupó el primer lugar con 56,2 % del total de hipertensas estudiadas. Hubo el
61,1 % de pacientes con factores de riesgo y de ellas el principal fue la obesidad 54,5
%, seguida de la enfermedad renal con 27,3 %. En el grupo con HIE, las adolescentes
prevalecieron con el 85,7 %. El 64,9 % de los HIE fueron nulíparas. La mayor
incidencia de HIE fue después de las 34 semanas con el 52,8 %.
Summary
A study of 64 patients arterial hypertension during pregnancy was conducted in 1997.
The main epidemiological factors were analyzed. Mild pre-eclampsia accounted for 6.1
% of the total of patients with hypertension induced by pregnancy (HIP). Of all the
hypertensive patients, 61.1 % had risk factors, among which obesity was in the first
place (54.5 %). 85.7 % of the patients with HIP were adolescents, whereas 64.9 %
were nuliparous. It was also proved that 52.8 % of the HIP were diagnosed after the
34 weeks.
Subject headings: PREGNANCY COMPLICATIONS CARDIOVASCULARES/ epidemiology;
HYPERTENSION/epidemiology; HYPERTENSION/complications; PRE-
ECLAMPSIA/etiology; RISK FACTORS.
Referencias bibliográficas
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en el Hospital Chu-Tokoin Lome entre 1990 y 1992. Rev Fr Obstet Gynecol
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6. Comino R. Diagnóstico diferencial de los estados hipertensivos del embarazo.
En: Acién P. Enfermedades hipertensivas del embarazo. Clin Ginecol
1982;6(2):65.
1
Especialista de I Grado en Ginecoobstetricia.
2
Especialista de I Grado en Ginecoobstetricia. Instructora del ISCMH.
3
Especialista de II Grado en Ginecoobstetricia. Profesor titular del ISCMH.
Rev Cubana Obstet Ginecol v.30 n.2 Ciudad de la Habana Mayo-ago. 2004
Resumen
La terapia intensiva tiene un rol determinante en la reducción de la mortalidad
materna, por ello se actualizan aspectos importantes de la enfermedad hipertensiva
del embarazo que tiene alta incidencia en la morbilidad y mortalidad materna, sobre
todo lo relacionado con la preeclampsia grave/eclampsia con énfasis en aquellos
aspectos que se refieren a la atención de la paciente grave en este tipo de unidad y los
fármacos más frecuentemente utilizados. Se incluyen, además, aspectos clínicos de la
enfermedad. El surgimiento de las salas de terapia intensiva para la atención al
paciente grave ha permitido minimizar la mortalidad y las complicaciones mediante la
monitorización invasiva o no y el empleo de modernas técnicas diagnósticas y
terapéuticas en estas unidades.
Algunos grupos como el Australian Society for the Study of Hypertension in Pregnancy
and Canadian Hypertension Society hacen algunas recomendaciones al respecto
señalando: eliminar el edema de los criterios diagnósticos, usar sólo los cambios en la
tensión arterial diastólica y añadir la proteinuria como marcador diagnóstico.6
I. Preeclampsia y eclampsia.
II. Hipertensión arterial crónica.
III. Hipertensión arterial crónica con preeclampsia sobreañadida.
IV. Hipertensión arterial transitoria.
I. Preeclampsia y eclampsia
El universo de trabajo objeto de análisis para este estudio estuvo conformado por
mujeres con diagnóstico confirmado desde meses anteriores (en su mayoría) que
llegaron con complicaciones propias de este estado; por esta razón se precisan las
definiciones de preeclampsia grave y eclampsia.
Tensión arterial sistólica mayor o igual a 160 mmHg y/o tensión arterial
diastólica mayor o igual a 110 mmHg registrados en 2 ocasiones con intervalos
no menor de 6 h y en estado de reposo o tensión arterial diastólica mayor o
igual a 120 mmHg aunque sea en 1 ocasión o incremento de la tensión arterial
sistólica de 60 mmHg o de la tensión arterial diastólica en 30 mmHg sobre la
tensión basal.
Proteinuria mayor o igual a 500 mg / 24 h.
Disfunción hepática o renal severa.
Trastornos cerebrales o visuales.
Dolor epigástrico.
Edema pulmonar o cianosis.
Clonus.
Trombocitopenia de 100 000 plaquetas o menos.
Ácido úrico mayor o igual a 7 mg/dL. Aparición de crecimiento intrauterino
retardado y / o oligohidramnios.
El corazón
Usualmente no afectado en la preeclampsia, la disminución en el desempeño cardíaco
es el resultado del fracaso ventricular contra una poscarga marcadamente aumentada,
lo que será más frecuente en presencia de una enfermedad cardíaca pre-
existente. 6 Sin embargo, la lesión vascular miocárdica siempre es un posible riesgo en
la preeclampsia. Los cambios encontrados en la microvasculatura del corazón son
similares a los encontrados en el endotelio del lecho placentario, los vasos limítrofes
uterinos y los glomérulos renales; así como los recientes cambios en la estructura
mitocondrial celular del músculo liso de pacientes con preeclampsia pueden hallarse
también en las células musculares del corazón; esto aclara que no toda la
fisiopatología del fallo congestivo en la preeclampsia es resultado de un aumento de la
resistencia vascular periférica o de una administración excesiva de líquidos. 25
El sistema de la coagulación
El hígado
Los cambios patológicos hepáticos en la preeclampsia han sido descritos por Sheehan y
Lynch; estos incluyen hemorragia periportal, lesiones isquémicas y trombos de fibrina
en los capilares portales con focos de necrosis hemorrágica periférica y aún
hemorragias subcapsulares y rotura hepática.6,26 El espectro clínico puede ir desde
las manifestaciones clínicas asociadas a una necrosis hepatocelular ligera con
anormalidades enzimáticas séricas en los marcadores enzimáticos (aminotransferasas
y deshidrogenasa láctica) al síndrome de HELLP. 6
Exámenes de laboratorio
Mujeres en las que las cifras elevadas de tensión arterial se detectaron por primera vez
pasada la mitad del embarazo, sin proteinuria, son clasificadas como con hipertensión
gestacional. Se trata de un término poco específico que puede incluir a mujeres con
preeclampsia que todavía no han manifestado proteinuria como mujeres que no tienen
el síndrome. La hipertensión puede ser acompañada por otros signos del síndrome lo
cual influiría en su manejo.
Se define como la hipertensión que está presente antes del embarazo o que es
diagnosticada antes de la semana 20 de la gestación. La hipertensión que se
diagnostica durante el embarazo y que no resuelve después del parto también clasifica
como tal. 6
Como quiera que el universo de trabajo estuvo constituido por pacientes portadoras de
preeclampsia grave y eclampsia, que son el grupo de pacientes con enfermedad
hipertensiva del embarazo que ingresa en la unidad de cuidados intensivos, se
expondrán brevemente algunos aspectos relacionados con la terapéutica.
Reposición de la volemia.
Tratamiento del vasoespasmo.
Tratamiento del metabolismo ácido-básico y de las alteraciones electrolíticas.
Corregir los trastornos de la coagulación.
Reducir la irritabilidad del SNC.
Control de la hipertensión arterial.
Intentar disminuir o erradicar los posibles efectos adversos de la medicación
antihipertensiva.
Prevenir y combatir la hipoxia.
Prevenir y combatir las infecciones.
Reposo en cama.
Dieta normosódica e hiperproteica, de ser posible la vía oral; sino, valoración
individual según complicación que exista.
Signos vitales de periodicidad variable: cada 15 ó 30 min, 1 h según situación
de la paciente. Control diario de peso, balance hídrico estricto cada 8, 12 ó 24
h.
Vigilancia estrecha por complementarios: hemoglobina, hematócrito, frotis de
lámina periférica, conteo de plaquetas, plaquetocrito y de ser posible y
necesario estudio funcional, tiempo parcial de tromboplastina (TPT), tiempo de
protombina (TP), retracción del coágulo, tiempo de sangramiento, tiempo de
coagulación, fibrinógeno cuantitativo y/o cualitativo, productos de degradación
del fibrinógeno (dímero D), prueba de paracoagulación, glicemia, ionograma
sérico y en orina, gases en sangre arterial, creatinina, aclaramiento de
creatinina, urea, ácido úrico sérico, proteínas totales y fraccionadas en sangre,
proteinuria cualitativa diaria, proteinuria cuantitativa semanal, perfil hepático
que conlleva: transaminasas, ganmaglutariltranspeptidasas, deshidrogenasa
láctica, bilirrubinas, fosfatasa alcalina. La indicación y periodicidad de los
mismos estarán determinadas por la gravedad y el tipo de complicación que
presente la paciente.
Abordajes invasivos de la paciente: venosos (periféricos y centrales), arteriales,
cateterismo pulmonar, intubación endotraqueal y/o traqueostomía, sonda
gástrica, sonda vesical, etc.; dependiendo de la gravedad y tipo de
complicación que presenta la paciente, siempre realizadas con las adecuadas
técnicas de asepsia y con la vigilancia y cuidados requeridos.
El magnesio puede tener un efecto local sobre el cerebral, por ejemplo puede causar
vasodilatación con reducción subsecuente de la isquemia cerebral, y / o bloquear algo
del daño neuronal asociado con la isquemia. Un posible mecanismo para la
vasodilatación es la relajación del músculo liso; entonces ha sido sugerido que el
magnesio pudiera tener un efecto generalizado sobre toda la musculatura lisa y la
uterina, de aquí la hipótesis de que pudiera tener efecto antihipertensivo y tocolítico,
sin embargo este efecto generalizado parece poco probable. Por otra parte se ha dicho
que el efecto del sulfato de magnesio en el control de las convulsiones pudiera ser en
parte o totalmente a través de su papel como bloqueador de los receptores de N-metil-
D-aspartato en el cerebro; estos receptores son activados en respuesta a la asfixia,
llevando a la entrada de calcio dentro de las neuronas, lo que causará lesión celular.
Se ha sugerido que el magnesio puede bloquear estos receptores, reduciendo la
entrada de calcio y protegiendo a las neuronas del daño.12
La dosis a utilizar es de 5 a 10 mg IV que puede ser repetido a los 10-15 min hasta un
total de 20 mg; este régimen puede ser repetido a las 2-4 h, pero no deberá
administrarse más de 100 mg en un período de 24 h, se usará por vía EV a no más de
5 mg/min. Puede usarse en perfusión con dosis que variará según el grado de
conciencia de la paciente (2 - 4 mg/h o 1,5 - 2 µ/kg/min).28,31
Otras benzodiazepinas: 3
Midazolam. A: 0,2 mg/kg (bolo EV).
M: 0,1 - 2 mg/kg/h.
Lorazepam. A: 0,05-0,2 mg/kg (ritmo de 0,004 mg/kg/ min)
M: 0,1 - 2 mg/kg/h.
Hay que señalar que existen datos que plantean que la actividad microsomal hepática
está aumentada durante el embarazo, lo cual modifica el metabolismo de los agentes
anticonvulsivantes Ej. la fenitoína se elimina más rápidamente durante el embarazo, y
con la administración de una dosis constante los niveles plasmáticos son menores que
en las mujeres no embarazadas (Lander y Eadie, 1991; Yerby y Devinsky, 1994). Se
supondría que este fenómeno aumenta el riesgo de convulsiones, pero en realidad este
efecto es contrarrestado durante el embarazo por un aumento del nivel plasmático de
fármaco libre o no unido a proteínas.31
Cuando se requiere tratamiento, la droga ideal será aquella que reduce la presión
sanguínea a un nivel seguro y rápido, no disminuye el gasto cardíaco, revierte la
vasoconstricción útero-placentaria y no produce efectos adversos maternos o fetales. 6
Los fármacos más frecuentemente utilizados según Australian Society for the Study of
Hipertension in Pregnancy consensus recomendations, son los siguientes:28
Siempre que las cifras de tensión arterial diastólica sean de 110 mmHg o más, o hallan
manifestaciones emergentes en órganos diana se comenzará con 5 mg intravenoso,
que se repiten cada 20 min, hasta una dosis máxima de 40 mg, si con esta dosis no
resuelve considere otra droga; si se alcanzan los resultados deseados se usará
después una infusión endovenosa continua a razón de 0,5-1 mg / min (dosis
respuesta). También algunos autores emplean 0,15-0,2 mg / kg cada 6 h endovenosa.
El uso oral se debe comenzar con 25 mg cada 6 h, e ir subiendo hasta alcanzar un
máximo de 300 mg/día. Como respuesta satisfactoria anteparto o intraparto se define
la reducción de la tensión arterial diastólica hasta 90-100 mmHg, pero no valores
inferiores que puedan comprometer la perfusión placentaria. Hay que recordar que la
hidralazina puede provocar distress fetal. 6,20, 28, 31
Atenolol. Dado a largo plazo tiene una incidencia del 25 % de retraso de crecimiento
fetal, posiblemente este hecho esté relacionado con la bajada de la tensión arterial por
disminución del gasto cardíaco pero las resistencias vasculares sistémicas permanecen
elevadas, por lo que habría una disminución del flujo uteroplacentario, razones por lo
cual no debe darse como droga de 1ra. línea en el tratamiento. Estas drogas pueden
disminuir aún más el bajo gasto cardíaco a la que está sometida la enferma. 6, 28
Urapidil. Este nuevo fármaco con acción bloqueante -1 y mínimo beta-1 y agonista de
receptores centrales de Ht-5, ha demostrado ser beneficioso en el tratamiento de la
hipertensión provocada por la preeclampsia, incluso ha demostrado ser de gran
beneficio en mujeres con preeclampsia donde la hidralazina no causa el efecto
deseado. Ha demostrado no disminuir el flujo sanguíneo placentario. Por su mínima
acción bloqueante beta-1 no produce la taquicardia que sigue a la administración de
otros vasodilatadores. Las dosis se comienzan con bolos de 25 mg en 2 min. Se puede
administrar otra dosis de 25 mg y otra de 50 mg; en perfusión pueden administrarse
dosis de 30 a 60 mg/h. 28, 31
Una vez que la tensión arterial está controlada el siguiente punto será la decisión de
terminar o no el embarazo y proseguir un tratamiento continuado de la hipertensión
arterial; no se puede esperar, una vez decidida la evacuación del útero se procederá a
la misma considerándolo como un elemento terapéutico esencial.
La preeclampsia grave que surge en el 2do. trimestre del embarazo tiene un mal
pronóstico materno-fetal por lo que autores como Sibaí 25 recomienda la interrupción
del embarazo en estos casos.
Para otros autores las indicaciones para terminación de embarazo según la edad
gestacional y madurez y tamaño fetal, son las siguientes:28
Absolutas
Relativas
Corrección de la volemia
Proceder
PCP baja + RV sistémica baja + gasto cardíaco elevado: esto puede ocurrir no
sólo por reducción del volumen intravascular efectivo, sino que al menos en
parte puede ser por el aumento del gasto cardíaco.
Conducta: aporte de volumen (de inicio) si no se asocia con aumento de la
presión arterial no se considera un resultado nocivo.
PCP normal + RV sistémica elevada +gasto cardíaco bajo.
Conducta: vasodilatadores (de inicio) + ajuste posterior con líquidos y
farmacológico de ser necesario para conservar dentro de lo apropiado la presión
arterial, el gasto cardíaco y la presión capilar pulmonar.
PCP normal + RV sistémica baja + gasto cardíaco elevado.
Conducta: representa un dilema terapéutico, si ha sido evacuado el útero, el
uso de betabloqueadores representaría la opción preferible (reduciría el gasto
cardíaco y el consumo de oxígeno); de no ser así puede comprometerse el riego
útero-placentario.
PCP alta + RV sistémica alta + gasto cardíaco bajo.
Cantidad y calidad
El manejo del aporte de líquidos durante el embarazo, así como durante y después del
parto de una paciente portadora de una preeclampsia-eclampsia requerirá de un
estrecho seguimiento clínico y de un concienzudo balance hidromineral que habrá de
realizarse en períodos de 8,12 y/o 24 h, 3 la presencia de un laboratorio capaz que
ofrezca información calificada (gases en sangre arterial, electrólitos séricos,
hemoquímica, etc.) es básico.
Antes del parto el ritmo de aporte de líquidos no será superior a 125 mL/h, incluyendo
el líquido que se aporta por el sulfato de magnesio y la oxitocina; si cae el
funcionamiento renal-diuresis menor de 100 a 120 mL en 4 h o menor de 0,5 mL / kg /
h, se aportará un mayor volumen (500-1000 mL de solución salina) y se aportará
furosemida endovenosa, si después de esto, no mejora la diuresis no se debe hacer un
mayor aporte de líquidos; a partir del hecho de la contracción vascular previa, se
requerirá de un exquisito análisis clínico pues es real la posibilidad de desarrollo de un
fallo ventricular izquierdo, más aún si se sabe que estas pacientes habitualmente
tienen un exceso de líquido extracelular que se encuentra mal distribuido entre los
espacios intra y extravascular del compartimiento de líquido extracelular, se valorará la
posibilidad de un fallo renal , parco en el aporte de líquidos y de ser necesario, se
deben considerar otros métodos de depuración. 20, 29
Coloides
Dextrán 40. Dosis: 1-1,5 mL/kg. No dar más de 10 mL/kg en 24 h. Se conoce de sus
efectos beneficiosos en el ámbito de la microcirculación, así como su efecto
antiagregante plaquetario; mejora por tanto la microcirculación y la hemorreología.
Vigilancia
Las pacientes que requieren un mayor aporte de líquidos serán: las pacientes
hemoconcentradas (situación frecuente en la enfermedad hipertensiva del embarazo),
las pacientes oligúricas previa valoración cardiovascular y descartando la organicidad
del daño renal y las pacientes con presiones arteriales severas.
Alteraciones de la coagulación
Algunos señalan que la ventilación mecánica del fallo respiratorio durante el embarazo
deberá hacerse con las mismas técnicas que las usadas en la mujer no
embarazada.35 Sin embargo, se imponen algunas reflexiones:
La paciente grávida sufre una serie de cambios fisiológicos durante el embarazo que
predisponen al desarrollo de edema pulmonar. Las principales alteraciones que ocurren
en el embarazo serán incremento en el gasto cardíaco y en la frecuencia cardíaca y
reducción en la resistencia vascular sistémica así como en la presión coloidosmótica. A
su vez durante el parto hay importantes cambios hemodinámicos, particularmente en
el gasto cardíaco si bien estos cambios no se correlacionan directamente con el
desarrollo de edema pulmonar, esta constelación probablemente alterará el equilibrio
hídrico en el pulmón predisponiendo al desarrollo de edema pulmonar hidrostático;
esto parece ser el caso cuando se desarrolla el edema pulmonar después de la
terapéutica tocolítica adrenérgica. Lo cierto es que la mayoría exhibe marcada mejoría
al instalarse la fase diurética 24 h después del parto lo que sugiere sobrecarga de
volumen y establece las bases cardiogénicas para el edema pulmonar y de las
pacientes que no son admitidas en la unidad de cuidados intensivos, pocas requieren
de ventilación mecánica.39
Ahora bien la respuesta al SRIS es sólo parte de una respuesta dual. Está acoplada a
una respuesta inflamatoria en forma de síndrome de respuesta compensatoria
antiinflamatoria (CARS). Esta teoría dual (SRIS v/s CARS) se fundamenta en que
mucho de los mediadores pro-inflamatorios en concreto las interleuquinas que inducen
el SRIS, pueden inducir la actividad de las células B y T y del monocito/macrófago. Los
mediadores inflamatorios pueden inhibir su propia síntesis y estimular la de sus
antagonistas. Esta respuesta puede producir anergia e incrementar la susceptibilidad a
las infecciones. Tras la agresión puede aparecer una hiporreactividad que facilite la
sepsis, una hiperreactividad con SRIS incontrolado que conduce a la disfunción
multisistémica y una respuesta equilibrada entre SRIS y CARS, configurando un
síndrome de respuesta intermedia denominado MARS. El conjunto de las
consecuencias de estas respuestas combinadas ha sido denominado CHAOS
(cardiovascular shock, homeostasis, apoptosis, organ disfunction and inmune
suppression).40
Se ha demostrado que las embarazadas tienen una mayor susceptibilidad a los efectos
dañinos de las endotoxinas y otros autores señalan que la inmunidad mediada por
células está deprimida en el embarazo; sin embargo, en términos generales la
embarazada es inmunocompetente.
Síndrome de HELLP
Desde el punto de vista diagnóstico, 3 serán los hallazgos cardinales de este cuadro:
anemia hemolítica microangiopática, elevación de enzimas hepáticas y
trombocitopenia; pero no hay un consenso unificado en cuanto a criterio diagnóstico,
ni a valores de los indicadores de laboratorio, ni aún en cuanto al tratamiento. 42
La evolución en este síndrome es mala tanto para la madre como para el feto, según
algunas series la mortalidad materna puede ser hasta del 25 % debido sobre todo a las
complicaciones del fracaso multiórgano que caracteriza este cuadro. Entre las
complicaciones más graves se destacan CID, desprendimiento prematuro de placenta,
fallo renal agudo, edema pulmonar, hemorragias del sistema nervioso central,
síndrome de distrés respiratorio agudo, choque hipovolémico, así como problemas
hepáticos como hematomas, infarto y rotura hepática.20, 43
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