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= | area Ce ee) ee Be Fs Se oa A S A Dia: REVOLUCIOS MEXICAN vi is Tk alee a noe ee yo estaba muy bonita Antonia Alvarez Sanchez. 95 afios. Ciudad Victoria. En tiempos de la revolucién las soldaderas parian y nosotras les amarra- bamos el ombligo con pita! o con un paliacate; con un cerillo quemaba- mos las puntas de ixtle y ya quedaba amarrado el ombligo del chiquillo;? a veinticuatro horas estaban montadas en los caballos bien horqueta- . Antes de irme a la revolucién, yo ya trabajaba en el hospital de Ciudad Victoria. La primera brigada de enfermeras correspondid al afio novecien- tos. . . (no recuerda la fecha exacta). Entonces el hospital era un tejaban de palmas, noms; cosa horrible. Esto fue cuando la fiebre amarilla. Yo estaba con mis compajieras Maria Aldape, Francisca Martinez, Nau Coro- nado, Pascuala Maldonado, Maria Pérez; éramos unas doce, y el nuevo administrador era Justino Garcia. No recuerdo en qué aiio entré al hospi- tal; cuando yo entré, la revolucién ya estaba en boga. La vida de la soldadera era muy laboriosa. Cuando el general Caba- Herot dio la orden de que los enfermos por parte del contrincante que hubiera en el hospital? fueran trasladados a Tampico, pusieron un tren muy largo y en uno de los carros nos metieron a nosotros, a mi mamé a siete hermanitos y a mi; se metié un colchén, un candil, cuatro almoha- das, y Ilevabamos un nifio de quince dias de nacido, hermano mio, el tiltimo de mi mama. Noms habia cinco carros para familias, los demas * Comiinmente se le denomina ast a un tipo de palma que abunda en el sur del estado de Ta- maulipas. La hoja de esta planta es utilizada para el techado de casas. 2 La sefiora Antonia Alvarez ha sido partera por més de sesenta afios, por lo-que es comin escucharle dichas frases. Se ha dedicado a la prictica de la medicina tradicional. 3 Coincide con testimonios que no se inchuyen en este volumen por no pertenecer al tema en cuestién, que describen la radera y valentia de las soldaderas quienss, se dice, eran mujeres muy mal vestidas y poco aseadas, pero capaces de enfrentarse a quien fuera por salvar su causa. En ocasiones, las mujeret se convertian en soldaderas porque en la bola mataron a su pareja o para seguir al lado de su compaftero en los duos combates. : © Se reficre al general Luis Caballero Vargas, quien nacio en Santander Jiménez, ‘Tamaulipas, en 1877. En 1909 fue presidente municipal de su lugat natal; renunci6 al cargo por afiliarse al antirree- leccionismo maderista, Después del asesinato de Madero se incorpor6 a las fuerzas constitucional de Lucio Blanco con setenta y cinco hombres, con el grado de mayor. Participéen el ataque y toma de Matamoros los dias $ y 4 de junio de 1913. Ascendié a general. Gobernador y comandante militar de Tamaulipas del 18 de noviembre de 1913 al 26 de julio de 1916, Venustiano Carranza to nombrs gencral de brigada, Siempre le fue fiel a &te. Luego del asesinato de Emiliano Nafarrete en Tampico, se levanté en cemas en el centro del estado; dicha rebelidn se extendi6 hasta enero de 1920, y eso le valig ser amnistiado y designado embajador de México en Guatemala. Falleciéel 7 de ocwbre de 1982 én Santander Jimener. Vease Zorrilla, Juan Fidel, y Carlos Gonadles Salas, Diccionario Biogréfico de Tamaulipas, Trovit de Investigaciones Histéricas de la Universidad Auténoma de Tamaulipas, Ciudad Victoria, 1984. © Se refiere a los hospitales que se montaba durante algtin combate, 13,

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