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Trabajo de Investigación #1
Profesor: Estudiantes:
Se ha visto que la ley exige que las empresas den condiciones laborales
adecuadas a sus empleados. Para lograr este objetivo, la mayoría de las empresas
tienen un programa de seguridad formal y, de manera típica, el departamento
de recursos humanos es responsable de aplicarlo. Si bien su éxito depende en gran
medida de gerentes y supervisores, por lo general dicho departamento coordina los
programas de comunicación y capacitación en temas de seguridad, mantiene los
registros de seguridad requeridos por OSHA y trabaja de cerca con los supervisores y
gerentes, en un esfuerzo de cooperación para lograr un programa exitoso.
Quizá la función más importante de un programa de seguridad sea motivar a
los gerentes, supervisores y subordinados para que estén conscientes de las cuestiones
de seguridad.
Enfermedades ocupacionales
Se entiende por enfermedad ocupacional, los estados patológicos contraídos o
agravados con ocasión del trabajo o exposición al medio en el que el trabajador o la
trabajadora se encuentra obligado a trabajar, tales como los imputables a la acción de
agentes físicos y mecánicos, condiciones disergonómicas, meteorológicas, agentes
químicos, biológicos, factores psicosociales y emocionales, que se manifiesten por
una lesión orgánica, trastornos enzimáticos o bioquímicos, trastornos funcionales o
desequilibrio mental, temporales o permanentes. Se presumirá el carácter ocupacional
de aquellos estados patológicos incluidos en la lista de enfermedades ocupacionales
establecidas en las normas técnicas de la presente Ley, y las que en lo sucesivo se
añadieren en revisiones periódicas realizadas por el ministerio con competencia en
materia de seguridad y salud en el trabajo conjuntamente con el ministerio con
competencia en materia de salud."
En Venezuela ocurren 2.760 muertes cada año producto de los accidentes de
trabajo. Lamentablemente no se manejan aún cifras exactas del número de muertes
por enfermedades ocupacionales.
Entre las enfermedades ocupacionales, las afecciones músculo esqueléticas,
fundamentalmente de columna, las lumbalgias y hernias discales se han convertido en
el principal problema de salud que aqueja a los trabajadores venezolanos. También la
sordera profesional por la exposición al ruido de las máquinas, las dermatosis
(específicamente las dermatitis por contacto) y las enfermedades respiratorias como
el Asma Ocupacional y la Neumoconiosis, continúan ocupando un lugar
preponderante.
Por otra parte están las afecciones de la esfera mental, como el estrés laboral,
la fatiga ocupacional, el burn out (Síndrome de Agotamiento Profesional) y el
mobbing (acoso psicológico) que a su vez pueden producir trastornos
gastrointestinales e hipertensión arterial. Otros males que se convierten en desafíos
para la salud, higiene y medicina ocupacional en Venezuela son el cáncer
ocupacional, y los efectos del trabajo sobre la reproducción (abortos,
malformaciones).
Sin embargo, con la puesta en marcha del Instituto Nacional de Prevención,
Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel), por primera vez el país contará con un
sistema de vigilancia y control de las condiciones de trabajo que prestará atención
integral a los trabajadores y trabajadoras venezolanas.
El Inpsasel, instituto autónomo adscrito al Ministerio del Trabajo, es el
organismo encargado de ejecutar las políticas del Estado en materia de salud y
seguridad en el trabajo.
Materiales de insumo
El aluminio es un elemento químico, de símbolo Al y número atómico 13. Se
trata de un metal no ferromagnético. Es el tercer elemento más común encontrado en
la corteza terrestre. Los compuestos de aluminio forman el 8% de la corteza de la
tierra y se encuentran presentes en la mayoría de las rocas, de la vegetación y de los
animales.1 En estado natural se encuentra en muchos silicatos (feldespatos,
plagioclasas y micas). Como metal se extrae únicamente del mineral conocido con el
nombre de bauxita, por transformación primero en alúmina mediante el proceso
Bayer y a continuación en aluminio metálico mediante electrólisis.Este metal posee una
combinación de propiedades que lo hacen muy útil en ingeniería mecánica, tales como su baja
densidad (2.700 kg/m3) y su alta resistencia a la corrosión. Mediante aleaciones adecuadas se
puede aumentar sensiblemente su resistencia mecánica (hasta los 690 MPa). Es buen conductor
de la electricidad y del calor, se mecaniza con facilidad y es relativamente barato. Por todo ello
es desde mediados del siglo XX2 el metal que más se utiliza después del acero.
Fue aislado por primera vez en 1825 por el físico danés H. C. Oersted. El
principal inconveniente para su obtención reside en la elevada cantidad de energía
eléctrica que requiere su producción. Este problema se compensa por su bajo coste de
reciclado, su dilatada vida útil y la estabilidad de su precio
El hierro o fierro (en muchos países hispanohablantes se prefiere fierro) es
un elemento químico de número atómico 26 situado en el grupo 8, periodo 4 de la
tabla periódica de los elementos. Su símbolo es Fe (del latin fĕrrum) y tiene una masa
atómica de 55,6 u.
Este metal de transición es el cuarto elemento más abundante en la corteza
terrestre, representando un 5% y, entre los metales, sólo el aluminio es más
abundante. Igualmente es uno de los elementos más importantes del Universo, y el
núcleo de la Tierra está formado principalmente por hierro y níquel, generando al
moverse un campo magnético. Ha sido históricamente muy importante, y un período
de la historia recibe el nombre de Edad de Hierro.
El acero es una aleación de hierro y carbono, donde el carbono no supera el
2,1% en peso1 de la composición de la aleación, alcanzando normalmente porcentajes
entre el 0,2% y el 0,3%. Porcentajes mayores que el 2,0% de carbono dan lugar a las
fundiciones, aleaciones que al ser quebradizas y no poderse forjar —a diferencia de
los aceros—, se moldean.
La Ingeniería Metalúrgica trata al acero a una familia muy numerosa de
aleaciones metálicas, teniendo como base la aleación hierro-carbono. El hierro es un
metal, relativamente duro y tenaz, con diámetro atómico dA = 2,48 Å (1angstrom Å =
10-10 m), con temperatura de fusión de 1.535 °C y punto de ebullición 2.740 °C.
Mientras el carbono es un metaloide, con diámetro mucho más pequeño (dA = 1,54
Å), blando y frágil en la mayoría de sus formas alotrópicas (excepto en la forma de
diamante en que su estructura cristalográfica lo hace el más duro de los materiales
conocidos). Es la diferencia en diámetros atómicos lo que va a permitir al elemento
de átomo más pequeño difundir a través de la celda del otro elemento de mayor
diámetro. El acero es el más popular de las aleaciones, es la combinación entre un
metal (el hierro) y un metaloide (el carbono), que conserva las características
metálicas del primero, pero con propiedades notablemente mejoradas gracias a la
adición del segundo y de otros elementos metálicos y no metálicos. De tal forma no
se debe confundir el hierro con el acero, dado que el hierro es un metal en estado puro
al que se le mejoran sus propiedades físico-químicas con la adición de carbono y
demás elementos.
La definición anterior, sin embargo, se circunscribe a los aceros al carbono en
los que este último es el único aleante o los demás presentes lo están en cantidades
muy pequeñas pues de hecho existen multitud de tipos de acero con composiciones
muy diversas que reciben denominaciones específicas en virtud ya sea de los
elementos que predominan en su composición (aceros al silicio), de su susceptibilidad
a ciertos tratamientos (aceros de cementación), de alguna característica potenciada
(aceros inoxidables) e incluso en función de su uso (aceros estructurales). Usualmente
estas aleaciones de hierro se engloban bajo la denominación genérica de aceros
especiales, razón por la que aquí se ha adoptado la definición de los comunes o "al
carbono" que amén de ser los primeros fabricados y los más empleados,2 sirvieron de
base para los demás. Esta gran variedad de aceros llevó a Siemens a definir el acero
como «un compuesto de hierro y otra sustancia que incrementa su resistencia».3
Por la variedad ya apuntada y por su disponibilidad sus dos elementos
primordiales abundan en la naturaleza facilitando su producción en cantidades
industriales, los aceros son las aleaciones más utilizadas en la construcción de
maquinaria, herramientas, edificios y obras públicas, habiendo contribuido al alto
nivel de desarrollo tecnológico de las sociedades industrializadas. Sin embargo, en
ciertos sectores, como la construcción aeronáutica, el acero apenas se utiliza debido a
que es un material muy denso, casi tres veces más denso que el aluminio
(7.850 kg/m³ de densidad frente a los 2.700 kg/m³ del aluminio).
La madera es un material ortotrópico encontrado como principal contenido del
tronco de un árbol. Los árboles se caracterizan por tener troncos que crecen cada año
y que están compuestos por fibras de celulosa unidas con lignina. Las plantas que no
producen madera son conocidas como herbáceas.
Como la madera la producen y utilizan las plantas con fines estructurales es
un material muy resistente y gracias a esta característica y a su abundancia natural es
utilizada ampliamente por los humanos, ya desde tiempos muy remotos.
Una vez cortada y secada, la madera se utiliza para muchas y diferentes
aplicaciones. Una de ellas es la fabricación de pulpa o pasta, materia prima para hacer
papel. Artistas y carpinteros tallan y unen trozos de madera con herramientas
especiales, para fines prácticos o artísticos. La madera es también un material de
construcción muy importante desde los comienzos de las construcciones humanas y
continúa siéndolo hoy.
En la actualidad y desde principios de la revolución industrial muchos de los
usos de la madera han sido cubiertos por metales o plásticos, sin embargo es un
material apreciado por su belleza y porque puede reunir características que
difícilmente se conjuntan en materiales artificiales.
La madera que se utiliza para alimentar el fuego se denomina leña y es una
de las formas más simples de biomasa.
El cobre (del latín CŬPRUM, y éste del griego Kýpros), cuyo símbolo es Cu,
es el elemento químico de número atómico 29. Se trata de un metal de transición de
color rojizo y brillo metálico que, junto con la plata y el oro, forma parte de la
llamada familia del cobre, se caracterizada por ser de los mejores conductores de
electricidad. Gracias a su alta conductividad eléctrica, ductilidad y maleabilidad, se
ha convertido en el material más utilizado para fabricar cables eléctricos y otros
componentes eléctricos y electrónicos.
El cobre forma parte de una cantidad muy elevada de aleaciones que
generalmente presentan mejores propiedades mecánicas, aunque tienen una
conductividad eléctrica menor. Las más importantes son conocidas con el nombre de
bronces y latones. Por otra parte, el cobre es un metal duradero porque se puede
reciclar un número casi ilimitado de veces sin que pierda sus propiedades mecánicas.
Fue uno de los primeros metales en ser utilizado por el ser humano en la
prehistoria. El cobre y su aleación con el estaño, el bronce, adquirieron tanta
importancia que los historiadores han llamado Edad del Cobre y Edad del Bronce a
dos periodos de la Antigüedad. Aunque su uso perdió importancia relativa con el
desarrollo de la siderurgia, el cobre y sus aleaciones siguieron siendo empleados para
hacer objetos tan diversos como monedas, campanas y cañones. A partir del siglo
XIX, concretamente de la invención del generador eléctrico en 1831 por Faraday, el
cobre se convirtió de nuevo en un metal estratégico, al ser la materia prima principal
de cables e instalaciones eléctricas.
El cobre posee un importante papel biológico en el proceso de fotosíntesis de
las plantas, aunque no forma parte de la composición de la clorofila. El cobre
contribuye a la formación de glóbulos rojos y al mantenimiento de los vasos
sanguíneos, nervios, sistema inmunológico y huesos y por tanto es un oligoelemento
esencial para la vida humana.
El cobre se encuentra en una gran cantidad de alimentos habituales de la dieta
tales como ostras, mariscos, legumbres, vísceras y nueces entre otros, además del
agua potable y por lo tanto es muy raro que se produzca una deficiencia de cobre en
el organismo. El desequilibrio de cobre ocasiona en el organismo una enfermedad
hepática conocida como enfermedad de Wilson.
El cobre es el tercer metal más utilizado en el mundo, por detrás del hierro y
el aluminio. La producción mundial de cobre refinado se estimó en 15,8 Mt en el
2006, con un déficit de 10,7% frente a la demanda mundial proyectada de 17,7 Mt
El estaño, cuyo símbolo es Sn (del latin Stannum), es un elemento químico de
número atómico 50 situado en el grupo 14 de la tabla periódica de los elementos.
Es un metal plateado, maleable, que no se oxida fácilmente y es resistente a la
corrosión. Se encuentra en muchas aleaciones y se usa para recubrir otros metales
protegiéndolos de la corrosión. Una de sus características más llamativas es que bajo
determinadas condiciones forma la peste del estaño. Al doblar una barra de este metal
se produce un sonido característico llamado grito del estaño, producido por la fricción
de los cristales que la componen.
El estaño puro tiene dos variantes alotrópicas: El estaño gris, polvo no
metálico, semiconductor, de estructura cúbica y estable a temperaturas inferiores a
13,2 ºC, que es muy frágil y tiene un peso específico más bajo que el blanco. El
estaño blanco, el normal, metálico, conductor eléctrico, de estructura tetragonal y
estable a temperaturas por encima de 13,2 ºC.
El hormigón, también denominado concreto en algunos países de
Iberoamérica, es el material resultante de la mezcla de cemento (u otro
conglomerante) con áridos (grava, gravilla y arena) y agua. La mezcla de cemento
con arena y agua se denomina mortero.
El cemento, mezclado con agua, se convierte en una pasta moldeable con
propiedades adherentes, que en pocas horas fragua y se endurece tornándose en un
material de consistencia pétrea.
La principal característica estructural del hormigón es que resiste muy bien los
esfuerzos de compresión, pero no tiene buen comportamiento frente a otros tipos de
esfuerzos (tracción, flexión, cortante, etc.), por este motivo es habitual usarlo
asociado al acero, recibiendo el nombre de hormigón armado, comportándose el
conjunto muy favorablemente ante las diversas solicitaciones.
Además, para poder modificar algunas de sus características o
comportamiento, se pueden añadir aditivos y adiciones, existiendo una gran variedad
de ellos: colorantes, aceleradores, retardadores de fraguado, fluidificantes,
impermeabilizantes, fibras, etc.
Cuando se proyecta una estructura de hormigón armado se establecen las
dimensiones de los elementos, el tipo de hormigón, los aditivos, y el acero que hay
que colocar en función de los esfuerzos que deberá soportar y de las condiciones
ambientales a que estará expuesto.
Su empleo es habitual en obras de arquitectura e ingeniería, tales como
edificios, puentes, diques, puertos, canales, túneles, etc. Incluso en aquellas
edificaciones cuya estructura principal se realiza en acero, su utilización es
imprescindible para conformar la cimentación.
Introducción