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AGROINDUSTRIAL
Ciclo: VI (2018-II)
TARAPOTO – PERU
2018
DEDICATORIA
nuestras vidas
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AGRADECIMIENTOS
desarrollo de la investigación.
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ÍNDICE
DEDICATORIA ........................................................................................................................ 2
AGRADECIMIENTOS ............................................................................................................. 3
ÍNDICE ...................................................................................................................................... 4
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 5
CONCLUSIONES ................................................................................................................... 29
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS..................................................................................... 30
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INTRODUCCIÓN
Este trabajo consta de 4 capitulos el cual el primer capítulo nos relata habla sobre el
relación y diferencias que hay en el idealismo y materialismo. El segundo capítulo nos relata
sobre los filósofos que compartieron o añadieron conocimiento sobre esta corriente. Por ultimo
con esto se espera que el trabajo nos de una idea de materialismo de lo importante y repercutivo
que ha llegado a ser para los seres humanos en el aspecto social.
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CAPITULO 1. EL IDEALISMO Y EL MATERIALISMO
Existe una diferencia entre idealismo y materialismo, dos sistemas filosóficos que se han
entrecruzado a lo largo de la historia. Por eso, estas filosofías fueron representadas por Platón,
quién hizo la postulación de la existencia de las ideas y Demócrates que afirmó la existencia
única de la materia, reduciendo así todo lo demás a ésta. Por ello, estas filosofías han pasado
por la Edad Antigua, Edad Media y la Edad Moderna.
1.1. El idealismo.
Fue utilizado para caracterizar la filosofía de Platón, la cual establecía que la realidad
consiste en ideas. Por consiguiente, es una manera de idealizar la realidad, afirmando
que esta idea viene desde la mente del hombre o bien de seres sobrenaturales. Como
resultado, Fichte decía que el idealismo ve que la realidad deriva de las ideas, el espíritu
y la conciencia. Además, en la actualidad ha avanzado el idealismo al mismo ritmo del
avance de las ciencias y las tecnologías.
El idealismo apela a una idea básica de relación entre la mente y el cosmos. Se basa en
la idea de que nosotros los humanos somos capaces de elaborar concepciones de la
naturaleza y el ser de Dios, mediante la mera reflexión. De acuerdo con esta concepción,
el mundo y la mente humana existen con independencia, uno de otra. En contraposición
al empirismo y sus derivados (el positivismo y el realismo, por ejemplo), para descubrir
las características fundamentales del mundo no sería necesario examinarlo, sino que
bastaría con la reflexión, privilegiando así, las ideas sobre la experiencia como fuente
de conocimiento.
El idealismo supone que los objetos no pueden tener existencia sin que haya una mente
que esté consciente de ellos. Para poder conocer las cosas, se debe tomar en cuenta la
conciencia, las ideas, el sujeto y el pensamiento.
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-Platón
-Renato Descartes
-Godofredo Leibniz
-Jhoann Fichte
-Georg Freidich
-Inmanuel Kant
–Absoluto: afirmaba que para que el sujeto pensante, conozca su objeto debe existir una
identidad de ser y pensamiento.
–Trascendental: establece que el conocimiento exige que hayan dos elementos, el sujeto
y su propio sujeto.
Idealismo objetivo
El idealismo objetivo dice que las ideas existen por sí mismas y que solo
podemos aprenderlas o descubrirlas mediante la experiencia. Para el idealista
objetivo los demás son ideas sin cuerpo material. Algunos representantes del
idealismo objetivo son Leibniz, Hegel, Bernard Bolzano, Dilthey.
Idealismo subjetivo
El idealismo subjetivo sostiene que las ideas solo existen en la mente del sujeto:
que no existe un mundo externo autónomo. Para el idealista subjetivo los demás
son ideas que solo existen en su propia mente. Representantes del idealismo
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subjetivo son: Descartes, Berkeley, Kant, Fichte, Mach, Cassirer y
Collingwood.
La principal característica del idealismo subjetivo es que todo gira alrededor del
sujeto cognoscente (ser pensante que realiza el acto del conocimiento). Y
existen, a su vez, dos variantes. La versión radical sostiene que el sujeto
construye el mundo: no existen cosas por sí mismas sino que solo existen cosas
para nosotros (constructivismo ontológico). Según esta concepción, la
naturaleza no tiene existencia independiente. En cambio, la versión moderada
«afirma que las cosas son del color del cristal con que se miran».
El simple aserto de que las ideas son importantes no lo califica de idealista. Casi
todos los materialistas y realistas admiten la existencia e importancia de las
ideas, solamente niegan su autoexistencia.
1.2. El materialismo.
Según Es una corriente o escuela filosófica que afirma que todo es materia y que los
seres vivos se hallan sujetos a las mismas leyes físicas y químicas que gobiernan los
átomos. Por consiguiente, se le dio el nombre de materialismo, ya que, reconoce
solamente las sustancias materiales y que niegan a la espiritualidad e ideas.
Seguidamente, Fichte decía que, el materialismo ve que las ideas, conciencia y espíritu
derivan de la materia, no existe o se reduce simplemente a la materia. Por tanto, esta
corriente se opone al idealismo; esto lo sustentan al postular que la materia es lo primero
y que la conciencia y el pensamiento son consecuencias de ésta. Por eso, el mundo
material es la prioridad en la corriente materialista.
Algunos de sus representantes son: Karl Marx, Frederick Angels, Ludwing Fenerboach.
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1.2.1. Clases de materialismo.
pública.
IDEALISMO MATERIALISMO
NO SE PUEDE MEDIR, TOCAR O ES TODO LO QUE OCUPA UN LUGAR
PALPAR. FÍSICAMENTE.
ES ABSTRACTO. ES CONCRETO
SE REFIERE AL ALMA, ÁNGELES Y SE REFIERE NETAMENTE AL SE
DIOS. HUMANO.
PARA LA TEORÍA LO PRIMERO ES LA LO PRIMERO PARA LA TEORÍA ES LA
IDEA O ESPÍRITU. MATERIA.
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CAPITULO 2. FILOSOFOS MATERIALISTAS
Desde comienzos del siglo XIX, por influencia del materialismo histórico, el término pasa a
usarse también en contexto de las ciencias sociales. En ese sentido el materialismo se refiere a
varios marcos teóricos que buscan las causas de los procesos históricos y el cambio cultural en
causas materiales. Para este materialismo de tipo histórico las causas últimas de los fenómenos
sociales están determinadas por factores materiales y rechaza explícitamente las explicaciones
en las que intervienen factores sobrenaturales, tomando como un hecho la irrelevancia
científica de Dios, de espíritus y de una supuesta inteligencia del mundo en el devenir histórico.
De acuerdo con el materialismo, las causas últimas deben buscarse en factores medibles o
aprehendibles empíricamente.
Tales de Mileto Según la doctrina de Tales, el agua es el principio de todas las cosas;
todo procede del agua y todo se convierte en agua.
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Heráclito de Éfeso en 530-470 a. C. es otro filósofo griego que hizo grandes aportes a
la doctrina materialista el cual tomó como sustancia primaria el fuego. Sostenía la
existencia en la eternidad del mundo, independientemente de cualesquiera de las fuerzas
sobrenaturales, como un fuego eternamente vivo, que con orden regular se enciende y
con orden regular se apaga. Subrayaba la idea del movimiento y cambio constante del
mundo, de la contradicción como fuente de movimiento, de la posibilidad de
transformación recíproca de los contrapuestos. Expresó ideas sobre los principios
dialécticos, que reflejan de una u otra manera el estado verdadero de las cosas, aunque
no sostenidas por conocimientos científicos.
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2.2. Materialismo en la Edad Media.
En ese sentido, los materialistas afirman que lo universal no puede existir en la realidad
y tanto menos antes de lo singular. En la realidad existen solo las cosas singulares y lo
general es solo denominación que no refleja nada y por eso no existe en la realidad. A
esta corriente materialista se le denominó nominalismo.
Al mismo tiempo en los siglos III y IV en China perdió rápidamente el papel la ideología
confuciana, propagándose el misticismo religioso de la secta taoísta y penetró cada vez
más el budismo en la India.
Fan Zhen (siglo V a VI) propagaba la idea de que no existe el mundo del más allá y que
el alma del hombre es una forma de existencia del cuerpo y desaparece al morir el
hombre.
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conclusiones metafísicas. Señalaba que todas las cosas se hallan condicionadas
recíprocamente y en interconexión; el proceso de desarrollo de los fenómenos toma dos
formas -graduales y repentinas-; que todo proceso acontece en la contienda de fuerzas
contrapuestas: el principio activo y el principio pasivo; pero concluía que el resultado
final de la lucha entre esas fuerzas opuestas es su conciliación.
Hacia los siglos XVII y XVIII los postulados materialistas cobran mayor desarrollo y
fundamentación más profunda en filósofos como Wang Chuanghan (1619-1692) y Dai
Zhen (1723-1777) que fundamentan y desarrollan las ideas materialistas acerca de la
naturaleza y las leyes del desarrollo pero que en cuestiones sociales no avanzan más
allá que sus precursores.
En la India por su parte en dicho periodo adquieren la mayor influencia los sistemas
ortodoxos nyaya, vaisesika, sankhya, yoga, mimansa y vedanta y los heterodoxos
charvaca-lokayatamanta, jainismo y budismo, integrado este por cuatro escuelas:
vaibhasika, sautrantika, madhyamika y yogacara. De ellos solo mantuvieron una
tendencia materialista coherente los charvakas, en los demás coexistían elementos
materialistas e idealistas o eran idealista consecuentes.
Italia fue el primer país en el que comenzaron a desarrollarse las relaciones capitalistas.
Desde el punto de vista económico, la región más desarrollada era el norte, con sus
repúblicas marítimas comerciales de Venecia y Génova, y la industrial de Florencia. En
el centro de la atención de los pensadores avanzados de la época quedó la persona
humana. Los ideólogos de la burguesía ascensional que necesitaba la libertad de
desplazamiento, la libre empresa y la libertad de comercio, soñaban con liberar al
hombre del despotismo feudal.
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Esta nueva dirección de la cultura fue denominada «humanismo» (del latín humanus,
‘humano’). La vieja sentencia de «soy hombre y nada humano me es ajeno» se convirtió
en la divisa de los humanistas. La particularidad del pensamiento filosófico del
Renacimiento es su carácter antiescolástico. Debe tenerse en cuenta que la escolástica,
tanto por el lado de la Iglesia como del Estado, fue durante toda la Edad Media la
filosofía oficial y se impartió en la mayoría de las universidades. A diferencia de la
escolástica, la filosofía de los humanistas dejó de ser sirvienta de la teología. En
oposición a la escolástica y a la teología de la Edad Media comenzó a desarrollarse en
Italia la filosofía materialista.
Por sus ideas avanzadas fue acusado de herejía y excomulgado. Viose obligado a huir
de Italia y, durante largos años, tuvo que vagar por Suiza, Francia, Inglaterra y
Alemania, difundiendo en todas partes su concepción materialista del universo.
En 1592 regresó a Italia, donde fue capturado por la Inquisición y arrojado a la cárcel.
Pese a las torturas que sufrió, no se retractó de sus convicciones, siendo condenado a
muerte. «Tenéis más miedo al pronunciar mi sentencia que yo al escucharla», dijo
Bruno dirigiéndose a sus verdugos. Finalmente, el 17 de febrero de 1600 fue quemado
vivo en la Plaza de las Flores (en Roma).
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Sus obras principales son: La cena de las cenizas (1584), De la causa, principio y uno
(1584), Del infinito, del universo y los mundos (1584), Del triple mínimo y de la medida
(1591), De lo inmenso y de los innumerables (1591), De la mónada, del número y de la
figura (1591). En su libro titulado La expulsión de la bestia triunfante (1584)
desenmascara al papado y a la religión católica. Su obra El misterio de Pegaso, con el
anexo del asno de Killen (1586), constituye una brillante y cáustica sátira contra los
escolásticos y teólogos medievales.
La naturaleza es infinita;
El Sol no es el centro del universo sino tan solo el centro de nuestro sistema planetario;
Admite los grados del conocimiento que había establecido Nicolás de Cusa: los
sentidos, el entendimiento y la razón. Aunque le otorga la prioridad a la razón;
La cuestión (Galileo Galilei, Francis Bacon, Thomas Hobbes, Pierre Gassendi, John
Locke, Baruch Spinoza).
Uno de los principales filósofos de esta corriente fue Francis Bacon (1561-1626), quien
criticó duramente la filosofía idealista, empezando por la Antigüedad y llegando hasta
el Medioevo, por haberse convertido en sirviente de la teología y haber llegado a
fundamentar sus tesis con dogmas religiosos, por su carácter especulativo, la vacuidad
y la inconsistencia de sus postulados. Bacon consideraba la experiencia como
fundamento del proceso de conocimiento si se libraba al hombre y a su conciencia de
todo tipo de prejuicios. Defendía el mundo material infinito y eterno siendo una de sus
propiedades fundamentales el movimiento, que Bacon reducía a unas cuantas formas.
Bacon llamó a esta manera de abordar el verdadero saber “la experiencia con
interpretación racional”. Para lograr hacer un verdadero cambio de mentalidad,
propuso una nueva lógica experimental que debe tener la tendencia “a dominar
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la naturaleza mediante el obrar.” “El fin de nuestra ciencia- decía- es encontrar
no argumentos, sino artes…, no razones, probables, sino proyecto de obras.”
Pese al hecho de que Hobbes fue uno de los filósofos relevantes del siglo XVII,
habiéndose relacionado con Bacon, Gassendi, Descartes (a quien realiza serias
objecciones a sus Meditaciones) y habiendo conocido personalmente a Galileo,
es decir, a los más significativos filósofos que procuran el paso del pensamiento
a la modernidad, no goza entre nosotros de gran consideración su filosofía, lo
que no es de extrañar, si tenemos en cuenta que nos hallamos ante un pensador
materialista hasta la médula, muy lejos de las concesiones metafísicas de
Descartes, y resuelto a aplicar al análisis del ser humano y de la sociedad los
mismos presupuestos que al estudio de la Naturaleza. No ha ocurrido así con su
pensamiento político, más conocido entre nosotros, del que ofrecemos un
resumen a continuación.
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que podemos encontrar en su pensamiento le ligan más a la reacción anti-
aristotélica de los filósofos renacentistas y a la filosofía "empirista" de Francis
Bacon, que a sus propios maestros. Hay que tener en cuenta, además, la
influencia de Descartes y, aún en mayor medida, la de Gassendi; pero también
el carácter antidogmático y "experimental" de la física y la química nacientes,
(Locke entabló relaciones amistosas con R. Boyle y su círculo de amistades),
así como de la medicina (con T. Sydenham). Por lo que respecta a su
pensamiento político, Locke es considerado el principal teórico del liberalismo
moderno, teoría política que se identifica con los intereses político-económicos
de la burguesía, en expansión, de la época, en cuya lucha contra el absolutismo
monárquico participó activamente.
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ideas, estableciendo su relación con la experiencia. En el tercero, ("De las
palabras"), analiza la relación entre pensamiento y lenguaje, a partir de la crítica
de la idea de "sustancia". En el cuarto, ("Acerca del conocimiento y la
probabilidad"), estudia los tipos de conocimiento y fija los límites y las
diferencias entre conocimiento y opinión.
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comprensión del total error por inversión del anterior idealismo alemán llevó
necesariamente al materialismo, pero, cosa digna de observarse, no al
materialismo meramente metafísico y exclusivamente mecanicista del siglo
XVIII" (Engels, Anti-Dühring). Se opone, pues, a la concepción que había
predominado en la ciencia en el siglo XVIII y que lo seguiría haciendo en los
siglos XIX y XX. Es propia del idealismo hegeliano la afirmación de un final
feliz de la historia, de una reconciliación de la realidad consigo misma en el
Espíritu Absoluto, como resultado mismo del movimiento dialéctico, una
finalidad que no desaparecerá del materialismo dialéctico, al conservar, como
lo hace, la dialéctica hegeliana para explicar el movimiento en la naturaleza.
Y así hemos vuelto a la concepción del mundo que tenían los grandes fundadores
de la filosofía griega, a la concepción de que toda la naturaleza, desde sus
partículas más ínfimas hasta sus cuerpos más gigantescos, desde los granos de
arena hasta los soles, desde los protistas hasta el hombre, se halla en un estado
perenne de nacimiento y muerte, en flujo constante, sujeto a incesantes cambios
y movimientos. (F. Engels, Dialéctica de la naturaleza. Introducción)
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2.5.2. Las formas de conciencia
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aparente arbitrio entre posibilidades de decisión diversas y contradictorias
prueba con ello su propia ilibertad, su situación de dominada por el objeto al que
precisamente tendría que dominar. La libertad consiste, pues, en el dominio
sobre nosotros mismos y sobre la naturaleza exterior, basado en el conocimiento
de las necesidades naturales; por eso es necesariamente un producto de la
evolución histórica. (F.Engels, Anti-Dühring, XI, Moral y derecho. Libertad y
necesidad )
Las leyes según las cuales la materia se mueve y se transforma son leyes
dialécticas. Al igual que ocurre con la dialéctica hegeliana, que es
simultáneamente un método y la expresión misma del dinamismo de la realidad,
la dialéctica de Marx y Engels encerrará ese doble significado. No se puede
convertir, sin embargo, la dialéctica en un proceso mecánico, en el que se
suceden los tres momentos del movimiento (tesis, antítesis y síntesis), como se
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hace a menudo con Hegel, en un esquema mecánico sin contenido alguno. "La
dialéctica no es más que la ciencia de las leyes generales del movimiento y la
evolución de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento", dice Engels
en el Anti-Dühring.
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menos para nosotros, de las generaciones, en el progreso indefinido. (Engels,
Anti-Dühring, XII. Dialéctica. cantidad y cualidad.)
Entre los argumentos que se aportan para justificar esta explicación predominan
los procedentes de las ciencias (Física, Ciencias naturales, Matemáticas,
Economía), pero también de la Historia y de la filosofía. Entre las parejas de
contrarios puestas como ejemplos podemos citar: atracción y repulsión,
movimiento y reposo, propiedades corpusculares y ondulatorias, herencia y
adaptación, excitación e inhibición, lucha de clases, materia y forma, cantidad y
cualidad, sustancia y accidentes.
Hemos visto ya antes, a propósito del esquematismo universal, que con esta
línea nodal hegeliana de relaciones dimensionales en la que, en un determinado
punto de alteraciones cuantitativas, se produce repentinamente un cambio
cualitativo, el señor Dühring ha tenido la pequeña desgracia de que en un
momento de debilidad la ha reconocido y aplicado él mismo. Dimos allí uno de
los ejemplos más conocidos, el de la transformación de los estados de
agregación del agua, que a presión normal y hacia los 0º C pasa del fluido al
sólido, y hacia los 100º C pasa del líquido al gaseoso, es decir, que en esos dos
puntos de flexión la alteración meramente cuantitativa de la temperatura
produce un estado cualitativamente alterado del agua.
Habríamos podido aducir en apoyo de esa ley cientos más de hechos tomados
de la naturaleza y de la sociedad humana. Así por ejemplo, toda la cuarta sección
de El Capital de Marx -producción de la plusvalía relativa en el terreno de la
cooperación, división del trabajo y manufactura, maquinaria y gran industria-
trata de innumerables casos en los cuales la alteración cuantitativa modifica la
cualidad de las cosas de que se trata, con lo que, por usar la expresión tan odiosa
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para el señor Dühring, la cantidad se muta en cualidad, y a la inversa. Así, por
ejemplo, el hecho de que la cooperación de muchos, la fusión de muchas fuerzas
en una fuerza total, engendra, para decirlo con las palabras de Marx, una "nueva
potencia de fuerza" esencialmente diversa de la suma de sus fuerzas
individuales. (F.Engels, Anti-Dühring , XI, Moral y derecho. Libertad y
necesidad.)
Tengo, pues, que establecer la primera negación de tal modo que la segunda siga
siendo o se haga posible. ¿Cómo? Según la naturaleza especial de cada caso
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particular. Si muelo un grano de cebada o aplasto un insecto, he realizado
ciertamente el primer acto, pero he hecho imposible el segundo. Toda especie
de cosas tiene su modo propio de ser negada de tal modo que se produzca de esa
negación su desarrollo, y así también ocurre con cada tipo de representaciones
y conceptos. (F.Engels, Anti-Dühring , XIII. Dialéctica. Negación de la
negación.)
Una vez alcanzado este estadio del movimiento nos encontramos ante una nueva
realidad que entrará de nuevo en otro ciclo de transformación dialéctica, dando
lugar, así, al desarrollo progresivo de la Naturaleza, de la sociedad humana y del
pensamiento. Un desarrollo que se dirige hacia formas más completas, más
perfectas, más integradoras, de la realidad.
Mario Bunge sostiene que el materialismo moderno debe ser "lógico y científico"
considerando como inadecuadas las definiciones más difundidas del concepto de
materia ofrecidas en el pasado. La "nueva ontología" se caracterizaría por
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simultáneamente ser exacta, sistemática, científica, materialista, dinamista,
emergentista y evolucionista cuya denominación más adecuada sería la de materialismo
científico.
La primera década del siglo XX fue un periodo de aumento de la influencia del pensamiento
de Marx, tanto es así que Leszek Kołakowski denomina con acierto esta época “la edad de
oro”. Fue realmente la edad de oro del pensamiento marxista en el sentido de la importancia de
la gente que escribió siguiendo a Marx, pero no en términos de influencia global. El
pensamiento de Marx no se introdujo en el mundo anglosajón (la primera traducción de Das
Kapital -que todavía, extrañamente, se refiere por su título en alemán- fue en 1887, es decir
veinte años después de su publicación original). Y en Europa del Sur, incluida Francia, fue
eclipsado por anarquistas y “socialistas pequeñoburgueses”.
Aquí es donde las cosas tendrían que haber terminado si no se hubiera producido la Gran
Guerra. Creo que la influencia de Marx habría desaparecido cuando los socialdemócratas
alemanes se movieron hacia el reformismo y el “revisionismo”. Su imagen quizá habría
permanecido junto a los maîtres à penser de la socialdemocracia alemana pero no habría
conservado una buena parte de su influencia, ni en la política ni (probablemente) en las ciencias
sociales.
Pero entonces se produjo la Revolución de Octubre (el segundo evento). Esto transformó
totalmente la escena. No solo porque se la atribuyó la gloria, exclusivamente por parte de los
científicos sociales, de ser el responsable ideológico único de un cambio tan crucial en un país
grande y en la historia global, sino porque el socialismo, gracias a su atractivo mundial,
“catapultó” la fama y el pensamiento de Marx. Sus ideas, sean buenas o pobres, se hicieron
inevitables en buena parte de Europa, entre intelectuales, activistas, líderes sindicales y
trabajadores comunes. Las escuelas sindicales estudiaban sus escritos; los líderes políticos,
debido al giro dogmático que habían tomado los partidos comunistas, planearon sus estrategias
y las explicaron a partir de referencias de los, hasta hace poco, desconocidos textos históricos
de Marx.
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Entonces, mientras el Comintern abandonaba su eurocentrismo y se involucraba en batallas
antiimperialistas en el Tercer Mundo, la influencia de Marx se expandió hacia áreas que nadie
podría haber predecido. Se convirtió en el ideólogo de nuevos movimientos de revolución
social y liberación nacional en Asia, África y América Latina. Marx les influyó,
independientemente de si los líderes políticos fueron fieles a sus preceptos o los abandonaron
(como hizo Mao al colocar al campesinado en vez de a los trabajadores en el rol de la clase
revolucionaria), y es esta referencia a él la que explicaba sus políticas.
Gracias a Trotsky y Stalin en Rusia, los republicanos de izquierdas en España, el Frente Popular
en Francia, Mao en China, Hồ Chí Minh en Vietnam, Tito en Yugoslavia, Castro en Cuba,
Agostinho Neto en Angola, Nkrumah en Ghana, Mandela en Suráfrica, Marx se convirtió en
un influencer global. Nunca antes un científico social había tenido una influencia global así.
¿Quién podía imaginar que dos alemanes barbudos del siglo XIX podrían adornar la Puerta de
la Paz Celestial en Pekín?
Y no solo tenía influencia global, sino que su influencia trascendía clase y profesiones. He
mencionado ya los líderes revolucionarios, los políticos y sindicalistas. Pero su influencia se
extendió a la academia, a los institutos; influyó tanto a aquellos que se opusieron a él como a
quienes lo alabaron. Esa influencia iba desde el marxismo elemental que se enseñaba a los
estudiantes de institutos hasta los sofisticados tratados filosóficos de “marxismo analítico” en
economía. La publicación de los manuscritos de Marx de 1844-46 descubrió a un joven y
desconocido Marx que movió la discusión a un plano superior: había ahora una batalla
filosófica entre el Marx joven y el clásico.
Nada de eso hubiera ocurrido sin la Revolución de Octubre y el giro decisivo desde el
eurocentrismo al Tercer Mundo, que transformó a Marx en una personalidad global, no solo un
pensador alemán y europeo.
Cuando los crímenes del comunismo comenzaron a conocerse, y se le atribuyeron cada vez
más a Marx, y los regímenes comunistas, junto a sus ideólogos más ignorantes, balbuceaban
frases predecibles, el pensamiento de Marx sufrió un eclipse. La caída de los regímenes
comunistas dejó a Marx en su punto más bajo.
Pero entonces -el tercer evento- el capitalismo globalizado que muestra todas las características
que Marx elocuentemente describió en Das Kapital, y la crisis financiera global, recuperaron
su pensamiento. Ahora está asegurado en el panteón de los filósofos globales, sus obras
existentes están publicadas, sus libros están disponibles en todos los idiomas del mundo, y su
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estatus, aunque está aún sujeto a los caprichos del tiempo, es seguro, al menos en el sentido de
que ya no podrá caer nunca más en la oscuridad y el olvido.
CONCLUSIONES
Por último el Materialismo fue de gran impacto para el ser humano sobre todo por el
marxismo, ya que abre un monton de corrientes sociales, políticas, etc; tales como el
comunismo, el neosocialismo,etc.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
3. PÉREZ, D., LÓPEZ, M. (2002). Sobre el libre albedrío. Dos únicas opciones: dualismo
o materialismo, El Catoblepas, Madrid.
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