HENRI LEHMANN ‘a
_ LAS CULTURAS ~
PRECOLOMBINAS ~Titulo de la obra original:
LES CIVILISATIONS PRECOLOMBIENNES INTRONS
Presses Universitaires de France, Parts, 1953
LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS
Traducida de la segunda edicién, 1958, por
MARIANA PAYRO DE BONFANTI :
La revision técnica estuvo a cargo de
PEDRO KRAPOVICKAS
Desde la iniciacién del siglo xv1, cuando se difun-
i6 por toda Europa la noticia del descubrimiento
le un nuevo continente, se produjo gran curiosidad
1r los objetos que los primeros navegantes traian de
janas tierras. Esas piezas se hallaban, sin embargo,
an alejadas de las formas convencionales de la épo-
a que apenas se vio en ellas otra cosa que un extra-
cagante derroche de materiales preciosos en chuche-
jas de salvajes.
El primer europeo que aprecié su valor puramente
rtistico fue el famoso pintor aleman Durero. En
1520 tuvo ocasién de contemplar en Amberes el
“tesoro” que el jefe azteca Moctezuma habia envia- _
a Hernan Cortés con destino al Soberano de la
istiandad y que éste —Carlos V— dispuso se
Imostrara a sus vasallos de las diversas ciudades del
“Himperio. Durero escribe al respecto en su diario:
También he visto los objetos que fueron traidos al rey des-
el nuevo pais del oro: un sol todo de oro, de una tocsa-
ancho; asimismo, una luna toda de plata, de igual aio;
Decimoprimera edicién: febrero de 1977
IAL UNIVERSIT, ;
i Economia eet DE BUENOS AIRESi
Armas, escudos, bombardas, sorprenden. |
‘uriosas vestiduras, atavior de noche y |
ypulares objetos de diverso wso, mucho mi |
amis lo fueron objetos sorprendentes. Lay |
‘cosas eran todas preciosas, habiéndoselas estimado ey
florins, En mi vida he visto nada que haya ref
‘tanto mi corazin como estas cosas. Pues he contem. —
maravilloos objetos artificiales y me ha asombrado ql
sutil de los hombres de los paises extrafos.
as
2
08 y artistas que rindieron homenaje a los indios
‘América. Sin embargo, no existe en francés mis
ue una sola obra donde se trata de manera extensie
"ya la arqueologia precolombina: la de Beuchat. Pue
~ blicada en 1912, se la consideré en su momento obra
tan necesaria como monumental, Sin embargo,
Ihabiendo cesado de progresar los estudios sobre
materia, el manual de Beuchat se encuentra hi
) A partir de la época de Durero son muchos fap |
tl fin de despojarlas del metal precioso que pudieran
=
Trabajos arqueolégicos
trabaioe srqueoligicos realizados en América durante
‘ximos treinta afot han promovido una reforma total de
to fronologia cortespo Niente a las cultura precolombi
s Gocto de vn siglo de 1 vestigaciones. En México, por ejem-
imye denomina ahora “medias” 0 “de formacién” a las eul-
pio gique en otro tiempo se calificaba de arcaicas, Em América
Su Sor resulta atin mis elocwente el caso de Ia culeura de
Siahusnaco: hace algunos afior se la tenia por una de las
fos 6
| jnis antiguas del continenté; en la actualidad se sabe que no
Florecié sino hasta poco antes de la conquista incaica, vale
deci, hacia el siglo x1 de nuestra era,
Estas nuevas concepciones no deben inducirnos a subesti-
mat el esfuerzo de nuestros predeccsores; tanto mis cuanto
fque ain hoy trabajamos sobre la base de sus clasificaciones.
En un comienzo, por ser totalmente deficientes fos datos hir-
tricos, la nica fecha cierta era la de la conquista, Gradual-
mente se ha logrado jalonar la prolongady historia de Am
con puntos de referencia cada vex mis orectws. Los deses
brimientos contemporaneos acerce de 1a r.diactividad de ma~
| terias orginicas tales como el carbén vegetal, la madera 0 las
‘otamentas, permiten inclusive revisar, quizis definitivamente
en esta oportunidad, Ia determinaciér de la edad de los monu~
mentos. Se ha ensayado el método en construcciones egipcias
fechadss; el resultado ha sido satisfactorio. Como todo nuevo
método, éste ain se halla sujeto a un margen de error; cuan-
do se lo determine en forma estricta permiticd una aprecia~
cién cientificamente exacta de la situacién en Ami Ie
La bisqueda de vestigios precolombinos comenz6 ya en la
fpoca espafola, pero no guiaba a los primeros excavadores ¢l
de Ia ciencia. Al referir la costumbre india de enverrat
# lov jefes con sus fabulosos tesoros, los cronistas suscitaron
Is codicia de los aventureros, que se dedicaron ‘
Mente a localizar antiguas tumbas de Colombia y Pert
tener, También en México, alli los
pese a que