Respecto al tema en sí, me parece interesante que dentro de la aplicación
de la Psicología haya enfoques tendientes a la protección de la fuerza laboral y su salud mental, aunque difiero en el hecho de dimensionar el mobbing como un problema a corto plazo como se enfocó en la charla, ya que las implicaciones pueden llegar a afectar no sólo el espacio laboral sino las relaciones en otros entornos debido a que la persona ve minada su autoestima, seguridad y su sentido de productividad. Me refiero a que se hubiese enfocado también hacia las esferas interpersonales. Y me hubiera gustado que se hubiese compartido material netamente guatemalteco para ver la realidad de la problemática en nuestro propio entorno.
Pienso que este fenómeno de acoso en el trabajo va a afectar a cierto tipo de
perfiles: una persona vulnerable será quien no ha desarrollado de forma óptima un autoconcepto o quizás no ha madurado en cuanto al autoconcepto. Pienso que para llegar al punto de soportar tales vejámenes es porque no se tiene el carácter para defender los derechos inalienables. Una persona con autoestima bien plantada, con un enfoque real y equilibrado de su entorno y de su capacidad de paz interior aún a pesar de las circunstancias que le rodean, puede generar tal fuerza interior que no permite que menosprecios le afecten en grave manera. Cuando las personas dependen mucho del qué dirán o basan su valía en la opinión ajena, pueden llegar a ser vulnerables ante el acoso mientras que quienes son seguros de sí mismos y saben e interiorizan su autoconcepto y valor más allá de la opinión ajena, son personas fuertes de espíritu y que incluso los demás los perciben tan seguros, que no los hacen blanco de críticas porque saben que van a caer en tierra infértil. Por lo común los abusadores eligen a sus víctimas entre personas inseguras, tímidas. En las investigaciones sobre mobbing. Se repite un factor: los afectados son personas a veces muy inteligentes pero sin herramientas adecuadas de socialización y resiliencia. Todos hemos pasado más de alguna vez en la vida algún tipo de burlas o avisos en las oficinas pero algunos lo toman como bromas o lo ignoran porque su enfoque está en sus capacidades, sus metas de vida y profesionales que superan la percepción que tengan otros acerca de ellos. Y me recuerda al famoso libro de Viktor Frankl, en donde él relata que su decisión de decidir quién le hiere, fue el trampolín hacia su fortaleza interna para sobrevivir al campo de concentración. En lamayoría de veces no está en nuestras manos cambiar las circunstancias pero sí el decidir la actitud que tomaremos o cuánto permitimos que nos afecte o a quíen le entregamos las llaves de nuestras emociones y sentimientos. Pero para llegar a ese modo de pensamiento se debe llegar a un nivel alto de espíritu, en donde la propia interioridad es la clave de ña seguridad. Lamentablemente en la actualidad las personas han desarrollado una necesidad incongruente de llamar la atención, de recibir halagos para sentiese bien o de codepender de una pareja para sentirse felices y en parte se lo debemos a las redes sociales: mil “likes” implican autoestima y de aquí parte los famosos retos ridículos en donde las personas hasta exponen su vida con tal de obtener fama en la web. Y volviendo al tema del mobbing, me parece que las personas tienen que alcanzar un nivel de paz interna y de equilibrio con su yo interior, que nada ni nadie dentro de un trabajo pueda desequilibrarlo con palabras o acciones negativas.
Me surge la idea que si en vez de enfocarse en el mobbing, los psicólogos
se enfocaran en darle a las personas vulnerables las herramientas necesarias para fortalecer sus emociones y autoconcepto y aprender a ser resilientes y volcaran esa energía en empoderar a las personas para que dependan de su propio poder interior creador y no de las palabras o actitudes negativas de otros.
Entonces los abusadores ya no encontrarían un blanco para sus actitudes
de ataque. Abusadores siempre habrá pero si no encuentran a quién puedan afectar, no seguirán con los abusos. Recuerdo el adagio popular que mi madre recordaba constantemente hace unos años que a la letra dice: “El frío sabe dónde se arrima” y justamente un abusador envidioso detecta y percibe las personalidades vulnerables y creo que una estrategia para vencer el mobbing sería empoderar a los vulnerables en vez de enfocarse en el drama que ocasionan. Y por ello mismo estoy en una encrucijada porque por un lado quisiera seguir en la carrera de Psicología Industrial pero por el otro me gustaría hacer el cambio a Psicología Clínica porque sé que tratando a las personas que por diversas causas han desarrollado personalidades débiles e inseguras, se puede lograr que problemas como el mobbing se extingan pues ya no habrá personas a quienes les afecte tanto. El que a futuro se apruebe una ley que condene el mobbing, no hará que desaparezca del todo pero si logramos que el personal de una empresa logre llegar a un nivel óptimo de seguridad en sí mismos, el mobbing ya no tendrá efectos desastrosos.
En lo personal me considero una persona fuerte en el sentido que soy
sensible pero no me mantengo en un vaivén de emociones por la opinión de los otros y pareciera que esto lo detectan los demás y de allí nace el respeto. Pienso que hoy día se están creando adolescentes y adultos de cerámica, que se quiebran ante la primera adversidad, que no tienen fortaleza y resiliencia y por ello es alarmante la cantidad de intentos de suicidio, el quiebre emocional que sufren los empleados ante una burla o acoso. Inclusive hasta las actitudes negativas de un jefe se pueden revertir cuando la persona es firme y refleja seguridad. Las personas que somos de las generaciones anteriores estamos constituidas de fortaleza, valores, tenacidad. No nos quebramos ante la adversidad porque no nacimos con redes sociales y por ende aprendimos a salir adelante sin necesidad de publicar las emociones, buscar “likes” y atención. Somos gente que se forjó un alma fuerte y teníamos que luchar para alcanzar metas. Somos la generación que no se “traumaba” tan fácilmente. También es importante dejar la cultura del silencio, defenderse, hacer valer los derechos, poner a las personas en su lugar y establecer límites.
En cuanto a la forma en que se expuso la prevención del mobbing y
formas de frenarlo, no me pareció acertada la respuesta ya que se enfocaron en el hecho que no existe aún legislación pertinente pero el mobbing puede perfectamente trabajarse a nivel penal como delito de violencia psicológica contra la mujer, delito de amenazas. Lo importante dentro de la cultura de prevención no es sólo indicar los efectos negativos del mobbing sino empezar por crear una cultura de cero tolerancia a los abusos dentro de las organizaciones. Y aquí voy a concatenar el tema de la primera charla ya que la función del psicólogo industrial va más allá de reclutamiento efectivamente, ya que a este progesional le correspondería crear los mecanismos idóneos para capacitar en cuestión de tolerancia, relaciones interpersonales, etc. Como estrategia dentro de la Psicología Industrial para detener el mobbing y/o corregir conductas que lo promueven, es necesario crear programas para enseñar a los más vulnerables a confrontar al abusador, a desarrollar una autoestima sana, aprender a decir NO, de este modo las estrategias partirán desde los mismos empleados abusados, quienes serán agentes de cambio al no permitir ser blanco de burlas y acoso. Como dice el adagio popular: se debe enseñar a pescar y no sólo dar el pescado. Así mismo se debe trabajar también en promover una justicia distributiva dentro del ambiente laboral, ya que muchas veces el mobbing se origina cuando algunos empleados sienten que se favorece más a otros. Impulsar además actividades extra oficinas para conocerse más pero integrando en la organización de los eventos a quienes son los instigadores para que aprendan a servir a los demás y sean los mismos promotores de actividades en pro de la sana convivencia.
Por ello mismo es primordial que el psicólogo industrial no se quede en
una esfera de procesos de reclutamiento y selección únicamente sino que trascienda con creatividad y proactividad para crear los espacios necesarios de convivencia y cambio en el clima laboral, que promueva, proponga, motive, haga, busque, cambie, modifique.