Alumna:

 Gennevith Solangee Cruz Ortiz 31751327

Docente: Lic. Arita

Clase: Ética Psicológica

Sección: 1429

Fecha: 20/10/2018
Marco Teórico, Desarrollo de Guía

1. ¿Cuándo se puede hablar en las organizaciones de un trabajo éticamente bueno

o malo?
Cuando permite el desarrollo humano de quien lo realiza, por contribuir a su propio bien
y al de los demás. Se califica bueno o malo en la medida en que contribuye a la propia
mejora como persona humana.
2¿Qué es un código científico-técnico del trabajo?
Son ciertos principios científicos, reglas, de acuerdo con las cuales este debe ser hecho.
3. ¿Es posible hablar de organizaciones éticamente enfermas y éticamente sanas?,
¿Que las caracteriza? ¡y a las organizaciones éticamente excelente?
Se puede afirmar que una organización éticamente enferma es la que contribuye, en
mayor o menor medida, al empobrecimiento humano de sus miembros, de las personas
implicadas en el logro de su misión, y de los afectados por su actividad y al contrario
una organización éticamente sana es aquella que contribuye, en mayor o menor medida,
al enriquecimiento humano de sus miembros, de las personas implicadas en el logro de
su misión y de los afectados por su actividad.
4. ¿Es lo mismo tener potestad que tener autoridad en el trabajo directivo?
La potestad constituye «la capacidad de una persona para premiar o castigar a otras
personas» A diferencia de la potestad, la autoridad se basa en la libre aceptación, por
parte de quienes obedecen, de aquellas órdenes que formula la persona que tiene
potestad, que tiene el mando.
5. ¿De qué modo se pierde o se gana la autoridad en el trabajo directivo?
¿Cómo se gana autoridad? Pérez-López responde diciendo: «un directivo va ganando
autoridad en la medida en que va usando rectamente el poder del que dispone».
¿Cuándo se pierde la autoridad? Ésta es una cuestión que, tras la exposición hecha más
arriba, puede ser respondida de modo inmediato: se pierde autoridad cuando se utiliza o
se transmite mal el poder formal.
6. ¿Qué caracteriza el trabajo de los mandos intermedios éticamente hablando?
Los mandos intermedios, es decir, aquellas personas a las que toca obedecer y mandar a
la vez en la organización, tienen la oportunidad de convertir su trabajo en un bien en la
medida en que sigan la norma de utilizar correctamente lo que aprenden, lo enseñen y
creen nuevas oportunidades para la generación de conocimiento. Por la naturaleza de su
trabajo, estas personas deben fomentar en su comportamiento especiales cualidades
éticas o virtudes, como la integridad, honradez, prudencia, veracidad, humildad o
capacidad de diálogo.
7. ¿Qué papel corresponde al mando intermedio como constructor de confianza y
compromiso organizativo?
El papel del mando intermedio se convierte en la clave para la generación de confianza
en sus dimensiones científico-técnica, psico-afectiva y ética. Como catalizadores de
confianza se encuentran ante un reto del que depende el compromiso calculado, afectivo
y ético de los miembros de la organización.
Bibliografía

• Guillén, M. (2006). Ética en las organizaciones. Construyendo confianza. Madrid:

Pearson Educación, S.A.