Por tanto, escuche bien hermano: Solo tienen la autoridad de
decir “Así dice el Señor” aquellos que bajo al iluminación del
Espíritu Santo, cuidadosamente y esforzadamente, estudian el texto sagrado, extrayendo de el las verdades universales que se aplican para toda generación de todos los tiempos, con el único fin de exaltar a Cristo, humillar al pecador y edificar a la Iglesia. Fuera de eso, la predicación de la Palabra no tiene otro propósito.