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EL EVANGELIO DE SAN MARCOS

Marcos fue el primero en escribir un evangelio. Mateo y Lucas escriben sus obras
sobre la base de éste.

¿Historia o Teología?

Cuando Marcos escribe su evangelio, ¿trataba de hacer una presentación fidedigna de


los hechos históricos que vivió Jesús o, por el contario, se despreocupó de los datos
históricos y acentuó solo la concepción teológica que la fe cristiana iba adquiriendo
con el correr del tiempo?
Vemos que los evangelistas han agrupado sus materiales con un cuidadoso orden de
sucesión. Si miramos el Evangelio de Marcos no podemos negar que el orden aparece
como una secuencia biográfica o cronológica. Pero, ese orden, responde a la realidad
histórica o es pura ficción literaria? Podemos decir que en el decurso histórico de la
actividad pública de Jesús, desde Juan el Bautista hasta la pasión y resurrección,
Marcos ofrece una historia interpretada teológicamente.
En efecto, Marcos presenta cierta evolución en la actividad pública de Jesús, según el
siguiente orden:
- Juan Bautista, Bautismo de Jesús, Tentaciones en el desierto
- Actividad en Galilea
- Viaje a Jerusalén
- Pasión, muerte y resurrección
Parece que la sucesión de los acontecimientos, considerada en su conjunto,
corresponde a la realidad histórica. Pero al mismo tiempo la forma en que se agrupó el
material es histórica, solo aparentemente. Marcos editó y sistematizó teológicamente
el material que recibió de la tradición. En los evangelios historia y teología se
fundamentan recíprocamente.
Marcos hizo una labor de redacción para hilar las distintas etapas con sumarios para
introducir o concluir grupos o episodios narrativos. Indicamos algunos ejemplos:

- La agrupación de los 5 diálogos polémicos que tuvieron lugar en Galilea (Mc


2,1-3,6): están agrupados para mostrar un in crescendo en las reacciones que
provoca el comportamiento de Jesús, desde la oposición muda (2,6) y las
preguntas capciosas de los escribas (2,16) hasta el reproche (2,18) y la
denuncia abierta de su proceder (2,24) para terminar con el propósito
homicida contra su persona (3,6).
- Del mismo modo, parece que los diálogos polémicos de Jerusalén (Mc 11,27-
12,40) han sido agrupados según un criterio sistemático y no cronológico. En
efecto, en esa sección aparecen en un solo día y como en un desfile
intencionado todos los oponentes de Jesús.
- También la agrupación de parábolas en el capítulo 4 responde a criterios
sistemáticos.

En otro plano, algo parecido puede decirse del relato de la Pasión (Mc14,1 ss.). Todos
los investigadores están de acuerdo en que: a) Marcos recibió ya este relato de la
tradición como una unidad compacta, aunque en su estado actual sea muy difícil

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distinguir entre lo recibido y los aportes propios de Marcos; b) el orden de sucesión de
los acontecimientos del relato de la Pasión responde globalmente, más que ninguna
otra parte del evangelio, a la realidad histórica; lo favorece la naturaleza misma de los
acontecimientos que se narran: un espacio de tiempo breve, el carácter oficial-judicial
de los procesos y, además, la facilidad de recuerdo de un hecho extraordinario, que
sobresale del acontecer diario, como es la muerte.
Pues bien, aun reconociendo el gran apoyo histórico que tiene, también el relato de la
Pasión está contado como historia de la salvación. Basta con hacer un elenco de las
referencias al Antiguo Testamento, más o menos explícitas, que en el relato se
encuentran para probar esta afirmación.
El interés de Marcos de recuperar la historia de Jesús, no responde por tanto, a
intereses historicistas sino teológicos. Por esta razón no informa de todos los hechos
de la vida de Jesús sino solo de aquellos que más le interesan para su propósito de leer
teológicamente la historia de Jesús.

Estructura

1) PRÓLOGO (Mc 1,1-13)


- Título de la obra (1,1)
- Juan Bautista (1,2-8)
- Bautismo de Jesús (1,9-11)
- Tentaciones de Jesús (1,12-13)

2) PRIMERA PARTE: Jesús Mesías


Revelación progresiva del mesianismo de Jesús. Se descubre a Jesús por lo que El hace
o por lo que otros dicen de El.

- Primera Sección: la llegada del Reino. Actuación de Jesús y respuesta de los


fariseos (Mc 1,14-3,6)
- Segunda Sección: el misterio del Reino. Actuación de Jesús y respuesta del
pueblo (Mc 3,7-6,6a)
- Tercera Sección: la extensión del Reino. Actuación de Jesús y respuesta de los
discípulos (Mc 6,6b-8,26)

ESCENA CENTRAL: CONFESIÓN DE FE DE PEDRO (Mc 8,27-30): “Tú eres el Mesías”

3) SEGUNDA PARTE: Jesús Hijo de Dios


El misterio del Hijo del Hombre. Se descubre a Jesús por lo que El dice de sí mismo.

- Primera Sección: El “camino” del Hijo del Hombre. Catequesis sobre la Pasión,
Muerte y Resurrección (Mc 8,31-10,52).
a- Primer anuncio de la Pasión (Mc 8,31-9,29)
b- Segundo anuncio de la Pasión (Mc 9,30-10,31)
c- Tercer anuncio de la Pasión (Mc 10,32-10,52)
- Segunda Sección: Revelación del Hijo del Hombre en Jerusalén. Prólogo a la
pasión (Mc 11,1-13,37)

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- Tercera Sección: Cumplimiento del misterio: Pasión-Muerte-Resurrección del
Hijo del Hombre (Mc 14,1-16,8)

ESCENA CENTRAL: CONFESIÓN DE FE DEL CENTURIÓN ROMANO (Mc 15,33-39):


“Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”

4) EPÍLOGO (Mc 16,9-20)


Apariciones y misión apostólica

Otros temas

* Esquema de los tres anuncios de la Pasión:


- Jesús anuncia su Pasión (Mc 8,31; 9,30-31; 10,33-34)
- Incomprensión de los discípulos ante estos anuncios (Mc 8,32s; 9,32-34; 10,35-
37)
- Instrucción de Jesús sobre el servicio-seguimiento (Mc 8,34-38; 9,35-37; 10,38-
45)
- Enseñanzas catequísticas Mc 9,1-29; 10,1-32; 10,46-52)

* La mayor parte de los milagros se encuentran en la Primera Parte del Evangelio. Los
milagros no son acciones portentosas ni demostraciones de poder. Son signos del
Reino de Dios que se realiza en Jesús. Los milagros son signos de que el Reino
instaurado por Jesús es capaz de vencer el mal. En la Segunda Parte hay solo dos: el
ciego de Jericó (Mc 10,46-52) y el de la higuera (Mc 11,12-23), que tienen un sentido
claramente simbólico.
En la Primera Parte es característico el mandato de silencio por parte de Jesús (Mc
1,25.34.44; 3,12; 5,42; 7,36; 8,30). Esto se conoce con el nombre de “secreto
mesiánico”: Jesús no quiere que se conozca su identidad como Mesías hasta que El no
lo diga explícitamente y muestre qué tipo de Mesías es, como sucederá en Mc 8,32.
Jesús impone silencio sobre algunos exorcismos y algunos milagros porque su
mesianismo no es el de un Mesías poderoso, sino el de un Hijo de hombre que tiene
que padecer mucho, ser rechazado y morir (Mc 8,31-33). Y este tipo de mesianismo es
impensable para el Pueblo de Israel. Jesús podría haber tenido una experiencia
triunfante, sin embargo eligió el camino de la humillación. De esta manera, para
Marcos, la cruz no es un mero acontecimiento histórico, sino un valor permanente.
Solo quien acepta este valor de la cruz puede entender y confesar que Jesús es Mesías
e Hijo de Dios.

* Títulos de Jesús en el Evangelio de Marcos:


- Hijo del Hombre
- Mesías
- Hijo de Dios
Estos títulos se verán en la materia Creer en Cristo I.

*Los Discípulos
*El final del Evangelio (Mc 16,9-20)

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* El Discipulado en Marcos

Para indicar la naturaleza del discípulo, Marcos usa frecuentemente el verbo “seguir”:
es discípulo el que sigue a Jesús (Mc 1,8; 2,14; 6,1; 8,34; 9,38). Otra expresión con el
mismo significado es “ir detrás de Jesús” (Mc 1,17.20; 8,33-34).
Se ve que el vocabulario define al discípulo desde la categoría del seguimiento. Esta
terminología está particularmente desarrollada en la Segunda Parte del Evangelio,
Primera Sección: El “camino” del Hijo del Hombre (Mc 8,31-10,52) ya que la palabra
camino se repite con particular insistencia en esta parte del evangelio. Pero Marcos no
entiende el camino solo en su aspecto material (hacia Jerusalén), sino sobre todo en su
significación teológica: el destino de pasión y cruz de Jesús, del que Jerusalén es
símbolo.
Así, el sentido del seguimiento de Jesús es aceptar su destino de pasión y cruz. Marcos
ilustra esta teoría con algunos ejemplos:

- Negativa es por ejemplo la actitud el joven rico (Mc 10,17-22). Todas las
exigencias que Jesús le plantea concluyen y se concretan en sígueme (Mc
10,21). La negativa del joven no es sino el rechazo del camino de cruz que Jesús
exige y del que la renuncia a las riquezas es un signo concreto.
- Frente a la actitud del joven rico, la del ciego de Jericó resulta paradigmática
(Mc 10,46-52): él es la imagen del discípulo perfecto, pues “le seguía por el
camino” (Mc 10,52), dispuesto a llegar con Jesús a Jerusalén, lugar de la cruz.

Aunque ya fuera de esta sección del camino, paradigmática es también la confesión


que a los pies de la cruz hace el centurión romano (Mc 15,39), el cual reconoce en
Jesús al Hijo de Dios, no a pesar de la cruz, sino precisamente en la cruz, como signo
privilegiado del camino seguido por Jesús.

*La nueva ética

Pero, ¿en qué consiste aceptar la cruz? ¿Cómo se expresa y se vive esta exigencia?
¿Qué tipo de opciones supone y qué clase de valores comporta?
Marcos responde con una serie de paradojas:

Mc 8,35 quien quiera salvar su vida la perderá ↔ quien pierda su vida por
mí, la salvará
Mc 9,35 si alguno quiere ser el primero ↔ que sea el último y el
servidor de todos
Mc 10,31 muchos primeros, serán los últimos ↔ y los últimos, los primeros
Mc 10,44 si alguno quiere ser grande ↔ sea vuestro servidor
quien quiera ser el primero sea siervo de todos

Estas paradojas significan un nuevo orden de valores: el de “según Dios”, frente al


otro: “según los hombres” (Mc 8,33). El modelo último de ese nuevo orden está en el
ejemplo del “Hijo del hombre, que no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su
vida en rescate por muchos” (Mc 10,45).

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Es el servicio el criterio definitivo de todas las exigencias que al discípulo se le
plantean. La razón de la cruz no es sufrir, sino servir. La cruz por la cruz es un mal, un
absurdo, un sinsentido. Por el contrario, la cruz se revela salvadora cuando es
expresión de servicio y de entrega. Vivir es des-vivirse hasta el punto de perder la vida
en el servicio de los otros. Por eso, la cruz de Jesús significa el culmen del amor y la
fraternidad (Jn 15,13).
La cruz inaugura, pues, una nueva ética, en la que el valor absoluto es el servicio y la
fraternidad especialmente con los marginados y “crucificados” de la tierra.

*El final del Evangelio (Mc 16,9-20)

Es una opinión comúnmente admitida que la sección final de Marcos (16,9-20) no


perteneció originalmente al evangelio. Y esto por varias razones:

- No es la continuación lógica del relato anterior (Mc 16,1-8), pues no narra,


como era de esperar, la aparición del Resucitado en Galilea que se había
anunciado en Mc 16,7. En Mc 16,9-20, las apariciones son en Jerusalén.
- El texto de las apariciones está armado a partir de las apariciones relatadas en
los otros evangelios.
- Si atendemos a la teología de Marcos, es coherente que Marcos no haya puesto
apariciones, ya que no quiere que su comunidad crea por signos milagrosos
sino en la cruz (de las persecuciones).

Así pues resulta claro que Mc 16,9-20 no se concibió desde un principio como
continuación de Mc 16,1-8, sino que es una síntesis, originalmente independiente de
las apariciones del resucitado.
Al parecer esta sección se añadió ya en el siglo II al Evangelio de Marcos en alguna
parte de la iglesia. En el siglo IV se impuso en toda la iglesia como parte final de este
evangelio.
En muchos manuscritos encontramos otros finales. Se ve que la iglesia antigua no
consideraba satisfactorio el final de Mc 16,8: las mujeres no dijeron nada a nadie
porque tenían miedo.
Hay que notar finalmente que las dificultades que plantea Mc 16,9-20 no cuestionan
en absoluto su carácter canónico e inspirado.

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