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La infancia es la época en la que los niños y niñas tienen que estar en la escuela y en los lugares
de recreo, crecer fuertes y seguros de sí mismos y recibir el amor y el estímulo de sus familias y
de una comunidad amplia de adultos. Es una época valiosa en la que los niños y las niñas deben
vivir sin miedo, seguros frente a la violencia, protegidos contra los malos tratos y la
explotación. Como tal, la infancia significa mucho más que el tiempo que transcurre entre el
nacimiento y la edad adulta. Se refiere al estado y la condición de la vida de un niño, a
la calidad de esos años.
Así, infancia se determina como un periodo de vida del ser humano, donde se tienen
características muy propias de éste periodo como las; Psicológicas, Sociales, Biológicas,
Cognitivas, etc.
Existen diferentes criterios para determinar cuál es el rango de edad para el concepto
“infancia”, algunos proponen de los 0 – 14 años, otros de los 0 – 18 años, etc.
Las representaciones sociales de la infancia son imágenes o percepciones que se tienen de niñas,
niños o adolescentes y que permiten una interpretación colectiva. Esta interpretación depende
además de los valores y creencias a través de los cuales se percibe la realidad social.
Las representaciones sociales que las personas adultas tienen de niñas y niños, pueden encasillar
el actuar en torno a estos y reducir la posibilidad de nuevas propuestas de interacción entre
adultos y personas menores de edad porque estas no son "socialmente aceptadas".
Cualquier acción o decisión que se tome en torno a las niñas, niños o adolescentes estará
mediada por las representaciones sociales, es decir por la forma de ver y entender a la infancia.
Las ideas que los padres tienen acerca del niño, especialmente del niño pequeño, son
determinantes para interpretar y prever sus pautas educativas y los sistemas de premios y
castigos que utilicen para su socialización. En cualquier caso estas ideas pueden estar muy
condicionadas social o culturalmente.
El discurso social sobre la infancia está impregnado de contradicciones entre las afirmaciones
teóricas (sobre los derechos, por ejemplo) y las actuaciones prácticas. Los artículos de la
Convención sobre los Derechos de los Niños y Niñas que conceden autonomía a los mismos
están peor valorados que los que se refieren a igualdad y juegos (Aguinaga y Comas, 1991). Los
niños son vistos muy frecuentemente bajo el prisma de la necesidad de control y de la
dependencia, contraponiendo a tales preocupaciones los muchos sacrificios que ello conlleva.
En esta misma investigación se evidencia que las actitudes generales hacia la infancia están
estrechamente ligadas a cuatro grandes coordenadas de la población adulta: nivel cultural, edad,
religiosidad y posici6n política.
Woodhead (1990) considera que existen como mínimo cuatro bases distintas para establecer las
necesidades infantiles:
Las necesidades como cualidad universal del bienestar psicológico en los niños. Esta
perspectiva pone el énfasis en el producto, emitiendo un juicio sobre su deseabilidad.
Desarrolla una aproximación patológica: determinadas experiencias tempranas, por
ejemplo, pueden desembocar en problemas de salud mental, por tanto hay que descubrir
procesos que puedan modificar, ampliar o aliviar el impacto de las experiencias negativas
tempranas.
Las necesidades como experiencias que contribuyen al ajuste social. Esta perspectiva
se preocupa también por el producto, pero reconociendo que la determinación de
necesidades depende de la particular constelación de relaciones del entorno social.
Algunas necesidades pueden tener validez universal, mientras que otras son normativas y
dependen de un juicio sobre procesos de adaptación cultural y ajuste social.
Las necesidades como prescripciones culturales. Esta perspectiva defiende que las
necesidades son una construcción cultural. Desde ella hay que contemplar
particularmente la relación entre los expertos o profesionales que realizan
pronunciamientos de autoridad, y 10s receptores de pronunciamientos, es decir, los
padres que tienen niños a su cargo, con sus trasfondos de valores y poder social.