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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
PROGRAMA DE FORMACIÓN DE GRADO DE ESTUDIOS JURÍDICOS

Caracas, 29 de octubre de 2018.


Unidad Curricular: Estado, Ética y Servicio Público Facilitador: Abog. Héctor Flores
Trayecto 2-Tramo 6 Sección: 01NOC-DEM
Elaborado por: Meily Milagros Pérez Núñez C.I.: V-13.992.174

¿Cómo podría afectar "el pensamiento abismal" el funcionamiento del estado y el


establecimiento de una ética del servidor público en Venezuela?
El pensamiento abismal, es el pensamiento occidental moderno, que consiste en un sistema de
distinciones visibles e invisibles, donde las distinciones invisibles son establecidas a través de líneas
esenciales que dividen la realidad social en dos universos, en donde uno de ellos desaparece como
realidad, se convierte en no existente, en ninguna forma relevante o comprensible de ser, en
consecuencia es radicalmente excluido porque se encuentra más allá del universo de lo que la
concepción aceptada de inclusión considera. Fundamentalmente lo que más caracteriza al
pensamiento abismal, es la imposibilidad de la copresencia de los dos lados de la línea de
pensamiento. El lado de la línea prevalece en la medida en que ajustada al campo de la realidad
relevante.
En Venezuela a raíz del auge petrolero abrió las puertas a la inversión de capital extranjero,
incrementando el interés en la participación de las empresas trasnacionales y condicionando la
dinámica nacional de los modos de producción hasta transformarla con lo establecido por el
pensamiento occidental moderno. Desde entonces, Venezuela habría dejado de ser un país agrícola
y que se transformaría al pasar de los años, en un país 100% dependiente del rentismo petrolero.
Este hecho no sólo afecto el sector económico, sino que también influenció en lo social, político y
especialmente en la cultura. Como consecuencia de ello, la desigualdad social se acentúo, fueron
cedidos derechos sobre los recursos y sobre las tierras a los intereses imperiales, que por años
extrayendo la materia prima a muy bajos costos a cambio de productos procesados a muy altos
costos; condenando y sometiendo a Venezuela a la dependencia de las grandes potencias,
instaurando como única realidad la línea de pensamiento del mundo moderno como la vía al
desarrollo.
En 1999, con la llegada de la Revolución Bolivariana, liderada por el Presidente Hugo
Chávez, se inicia un proceso de refundación republicana anti-imperialista con acciones estratégicas
bien definidas, entre ellas la formación de un hombre nuevo, que se refería a reeducar a la
ciudadanía para que creara una nueva conciencia y rescatar los valores históricos y nacionales que
permitieran deslastrarse de la dinámica pasada.
Esos nuevos valores debían reorientar a una nueva dinámica social que influyera en el cambio
sobre los modos de producción.
La ética debe constituir el componente esencial de toda actividad humana, y con más razón,
de la sagrada conquista de la Revolución Bolivariana, y debe ser el hilo conductor en el proceso de
su implantación, consolidación y desarrollo mediante la acción política colectiva.
“Moral y luces son los polos de una República; moral y luces son nuestras primeras
necesidades”, es una de las joyas que componen el inmenso patrimonio ideológico y moral que,
como un tesoro, nos lego Bolívar.
El conjunto de principios y preceptos que conforman la ética bolivariana ha sido extraído de
los más valiosos ejemplos de la vida de nuestro Libertador, y de la experiencia de las luchas por la
emancipación de la humanidad entera, y los asumimos con honor y compromiso en la obra colectiva
y nobles objetivos del ser humano, como la reafirmación de la dignidad y la libertad, la búsqueda de
la verdad, la bondad y la belleza, el desarrollo pleno de su potencial creador en función de la
felicidad, la justicia y la solidaridad entre iguales, esencia y fin de del ideal bolivariano. Son estos
los valores que debería regir la ética del servidor público actual en Venezuela.

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