Además, cabe destacar que la televisión es la forma más directa de incidir en los ciudadanos en el

ejercicio de su democracia por cuanto el medio televisivo permite tanto a quienes son afectos a los
gobiernos de momento, así como a sus detractores, la posibilidad de manifestar sus ideas, posiciones e
inquietudes a través de las pantallas de los televisores, para lo cual no sólo podrán ser escuchados, sino
vistos de modo que puedan influir de esta forma en aquellos que le siguen.

No obstante, la televisión no sólo representa un medio de expresión libre de la democracia, puesto que
también puede representar un medio de represión de la democracia, si son censurados sus contenidos
en consideración a intereses políticos, o de particulares que enmarcan la opción televisiva a que se
ajuste solo a la conveniencia de unos pocos. Por ejemplo, tal es el caso de canales de televisión que no
permiten el acceso a protagonistas o líderes políticos o sociales que no estén alineados con tendencias
políticas del gobierno que presida a una nación, para lo cual se anula a quienes opinen en contra o se
restringen sus opiniones al guión de lo que deben decir, sin permitir la diversidad de criterios.

En tal sentido, en lo que respecta a la restricción y censuras de la televisión cabe mencionar lo

concerniente a los movimientos sociales, debido a que el enfoque de tales movimientos para efectos
de este ensayo, se relaciona con la posibilidad de que surjan movimientos sociales en señal de protesta
y desacuerdo por los efectos nocivos que puede tener la televisión en el libre ejercicio de la
democracia. Es decir, los movimientos sociales en este caso, pueden surgir por descontentos de las
masas ante una situación irregular de un medio de influencia tan importante.

Ahora bien, otra forma de relacionar los movimientos sociales con la televisión es a partir del hecho en
el cual dichos movimientos son inducidos y propiciados por incidencia mediática para lo cual se usa una
programación contentiva de mensajes subliminales o directos emitidos de manera constante y
repetitiva que buscan transformar el pensamiento de los ciudadanos hacia la aceptación de verdades
preparadas por aquellos quienes persiguen como objetivo ganar seguidores hacia sus ideales.

Para finalizar, los movimientos sociales no solo surgen a través de la influencia televisiva, sino que
también se forman por iniciativa de organizaciones sociales que tienen como denominador común el
interés de transformar de manera responsable y mediante la autogestión la realidad de su entorno,
para lo cual pueden gestionar la creación de su propia televisión con espacios y programaciones que
respondan a las necesidades locales más inmediatas, y lo que es más importante ajustadas a la
normativa que regula el uso de la televisión. Siendo esta situación una forma de englobar la
interrelación entre democracia, movimientos sociales y televisión, ya que hoy en día la democracia
puede ser ejercida por los movimientos sociales que crean su propia televisión, ya que hoy en día la
democracia puede ser ejercida por los movimientos sociales que crean su propia televisión