3.

Los topoi o garantes de los encadenamientos argumentativos

Se ha pasado de una relación argumentativa binaria a una configurada mediante los

llamados ‘’topos’’. Nos da la garantía del encadenamiento argumentativo: los topos
aparecen en tercer tiempo y el autor los utiliza para alcanzar, por medio del enunciado una
conclusión.

Los topoi, por su parte representan los trayectos que obligatoriamente deben
tomarse con el fin de alcanzar, a través de un enunciado, una conclusión. Se les define
como la correspondencia entre dos escalas graduales llamadas ‘’metapredicados’’ o
‘’predicados tópicos’’, P y Q. A apartir de ellos, es posible construir dos topoi según si las
recorremos en el mismo sentido T1 o sentido inverso T2. El primer caso refleja
consecuencia y en el segundo un argumento en contra.

Si asociamos al sentido de la escala antecedente un sentido determinado de la

escala con secuencia o viceversa, podríamos ver que el topos aparecer bajo dos formas
tópicas conversas y equivalentes.

Lo vemos con el siguiente ejemplo (1) Hace calor. Vayamos a la playa.

Decimos que el autor de este encadenamiento declara como válido el topos T1 que
presenta el calor como factor de placer para el baño. Pero de ese mismo topos también
aparece en: (2) No hace calor. No vayamos a la playa.

El topos es el mismo en ambos casos, lo que cambia es su forma tópica bajo la que
se conforma. También tenemos la idea contraria en cuanto esa gradación del calor que
sería T2, la idea de que T2’ ‘’cuanto mayor es el calor, peor se está’’ o su correspondiente
T2’’: ‘’cuanto menor es el calor, mejor se está’’. Es normal que coexistan un topoi y su
contrario, al igual que hay refranes contradictorios. Como el T1’ Y T1’’ son equivalentes, si
aceptas uno aceptas los dos.

3.1. Propiedades de los topoi

O. Ducrot atribuye tres características principales al topos: la universalidad, la

generalidad y la gradualidad. Por universalidad, entendemos que el topos es presentado
como aceptado por una colectividad lingüística más o menos grande y constituida
mínimamente por el locutor y su alocutario. La segunda característica del topos es que se
trata de un principio general, es decir, que el principio utilizado para argumentar es
presentado como válido en todas las situaciones. En este sentido, la generalidad es una
consecuencia de la universalidad. Por último, la gradualidad. Esta noción, recorre las dos
ideas siguientes: los topoi ponen en relación dos “escalas argumentativas” P y Q, y la
relación que une esos dos predicados dentro del topos es, a su vez, gradual.