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Frankfurter Studien zur Iberoromania und Frankophonie 7 Frankfurter Studien zur Iberoromania und Frankophonie
Alvarado Borgoño
Analogías estéticas y comprensión transcultural
Miguel Alvarado Borgoño
mente transdisciplinario y juega en los límites de las formas
de escritura: usa formas discursivas del canon científico, y
también echa mano de las estrategias textuales de la litera-
tura. Ofrece, particularmente a lectores interesados en los
cambios culturales de Latinoamérica, una visión profunda
Analogías estéticas
que descifra y no solo describe, la novedad cultural produ-
cida en el “Sur del Mundo”; nos habla de: antropología
y comprensión
literaria, también nos describe replanteamientos de la teo-
logía de la liberación y fundamentalmente desarrolla una
transcultural
teoría respecto de los modos de la comprensión cultural de
América Latina, para ello desarrolla teóricamente el con-
latinoamericana
cepto de "analogía estética”. Esta obra es parte de una
nueva forma de escritura que conecta la literatura y las cien- El vuelo de la Calandria
cias humanas de forma transdisciplinaria y transcultural.
Así, este texto es una expresión de las búsquedas de muchos
intelectuales latinoamericanos en tránsito entre la cultura
europea y la “periferia” latinoamericana, sin perder de vista
su fundamento en América del Sur. De este modo la perife-
ria pasa a ocupar el centro desde una reflexión y una escri-
tura innovadora.
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Analogías estéticas
y comprensión
transcultural
latinoamericana
El vuelo de la Calandria
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Umschlagabbildung: Mauricio Bravo: Sin título („Muelle“), de la serie „Je ne suis pas
Francis Alÿs. Archivos para pensar nuestra derrota“.
Fotoperformance. Residencia en Casa Nekoe, Valparaíso, 2014.
Este libro fue escrito en el contexto del desempeño del autor como Profesor Titular
del Instituto de Filosofía de la universidad de Valparaíso, adscrito como investigador
jornada completa de Convenio de Desempeño en Artes, Humanidades y Ciencias
Sociales de la misma Universidad. El financiamiento de la investigación respectiva
corresponde a la ejecución del proyecto aprobado por la Deutscher Akademischer
Austauschdienst (D.A.A.D), titulado: ”Anthropological literature in Chile. A hybrid
language for intercultural communication”
Das Werk einschließlich aller seiner Teile ist urheberrechtlich geschützt. Jede Verwer-
tung außerhalb der engen Grenzen des Urheberrechtsgesetzes ist ohne Zustimmung
des Verlages unzulässig und strafbar. Das gilt insbesondere für Vervielfältigungen,
Übersetzungen, Mikroverfilmungen und die Einspeicherung und Verarbeitung in
elektronischen Systemen.
Gedruckt auf chlorfrei gebleichtem und säurefreiem Werkdruckpapier.
Internet: http://www.narr.de
E-Mail: info@narr.de
Printed in Germany
ISSN 1868-1174
ISBN 978-3-8233-6930-1
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Frankfurter Studien zur Iberoromania und Frankophonie 7 Frankfurter Studien zur Iberoromania und Frankophonie
Alvarado Borgoño
Analogías estéticas y comprensión transcultural
Miguel Alvarado Borgoño
mente transdisciplinario y juega en los límites de las formas
de escritura: usa formas discursivas del canon científico, y
también echa mano de las estrategias textuales de la litera-
tura. Ofrece, particularmente a lectores interesados en los
cambios culturales de Latinoamérica, una visión profunda
Analogías estéticas
que descifra y no solo describe, la novedad cultural produ-
cida en el “Sur del Mundo”; nos habla de: antropología
y comprensión
literaria, también nos describe replanteamientos de la teo-
logía de la liberación y fundamentalmente desarrolla una
transcultural
teoría respecto de los modos de la comprensión cultural de
América Latina, para ello desarrolla teóricamente el con-
latinoamericana
cepto de "analogía estética”. Esta obra es parte de una
nueva forma de escritura que conecta la literatura y las cien- El vuelo de la Calandria
cias humanas de forma transdisciplinaria y transcultural.
Así, este texto es una expresión de las búsquedas de muchos
intelectuales latinoamericanos en tránsito entre la cultura
europea y la “periferia” latinoamericana, sin perder de vista
su fundamento en América del Sur. De este modo la perife-
ria pasa a ocupar el centro desde una reflexión y una escri-
tura innovadora.
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Frankfurter Studien zur Iberoromania und Frankophonie 7 Frankfurter Studien zur Iberoromania und Frankophonie
Alvarado Borgoño
Analogías estéticas y comprensión transcultural
Miguel Alvarado Borgoño
mente transdisciplinario y juega en los límites de las formas
de escritura: usa formas discursivas del canon científico, y
también echa mano de las estrategias textuales de la litera-
tura. Ofrece, particularmente a lectores interesados en los
cambios culturales de Latinoamérica, una visión profunda
Analogías estéticas
que descifra y no solo describe, la novedad cultural produ-
cida en el “Sur del Mundo”; nos habla de: antropología
y comprensión
literaria, también nos describe replanteamientos de la teo-
logía de la liberación y fundamentalmente desarrolla una
transcultural
teoría respecto de los modos de la comprensión cultural de
América Latina, para ello desarrolla teóricamente el con-
latinoamericana
cepto de "analogía estética”. Esta obra es parte de una
nueva forma de escritura que conecta la literatura y las cien- El vuelo de la Calandria
cias humanas de forma transdisciplinaria y transcultural.
Así, este texto es una expresión de las búsquedas de muchos
intelectuales latinoamericanos en tránsito entre la cultura
europea y la “periferia” latinoamericana, sin perder de vista
su fundamento en América del Sur. De este modo la perife-
ria pasa a ocupar el centro desde una reflexión y una escri-
tura innovadora.
Miguel Alvarado Borgoño 5
Índice
Dedicatoria
La misma Calandria de fuego que sobrevoló Mendoza cuando María Borgoño fue
detenida en 1974, la siempre joven militante que murió hace unos días, es la
Calandria de la ira que sobrevuela mi Valparaíso con sus muertos y sus raudales
de casas incendiadas: indudablemente para ellos debe ser este libro1.
Frankfurt/ Valparaíso 2014
Agradecimientos
Agradezco a las personas que confiaron en este libro, que lo intuyeron, que
sacrificaron algo por él; todo libro es producto de la lengua colectiva y de la buena
intensión de personas específicas, gracias principalmente a: Andrea Gremels,
Beatriz Klein, Roland Spiller, Arpe Caspary, Paloma Bravo, Elizabeth Alvarado,
Vanessa García, Paulina Lacalle, lector@s amoros@s, colegas leales, alemanes y
sudakas, cuya caridad y gratuidad del gesto me asombran.
1
Ästhetische Analogien und transkulturelles Verstehen in Lateinamerika Der flug
des Calandria
Frankfurt del Meno
Herausgegen von Roland Spiller
Deutschland
10 El vuelo de la Calandria
Miguel Alvarado Borgoño 11
parece una tarea utópica y Miguel Alvarado nos hace darnos cuenta desde
el principio que el término cultura ya no nos sirve, que se ha convertido en
un significado vacío, sobreusado, diciendo mucho sin decir nada, tanto
como el concepto de identidad que se ha vuelto un delirio discursivo. Pero
simplemente dejar de hablar de cultura sería un desafío, asimismo utópico
para un antropólogo. ¿Entonces, cómo salir de este vacío? ¿Pensarlo en
plural, “las culturas” y así correr el riesgo de caer en la trampa de un
relativismo posmoderno que ignora las contradicciones y fronteras
existentes? ¿Reemplazarlo por otros conceptos, pero cuáles?
Cuando Miguel Alvarado dice que la comunicación intercultural es
imposible, porque cada intento de realmente estudiar y entender al otro
“tiene que fracasar”, no solo hace referencia al debate de la crisis de la
representación etnográfica que se llevó en la antropología a partir de los
años 70 (“writing culture debate”), sino que plantea una ética transcultural
que permite un acercamiento a lo inaccesible, insondable e indeterminado
que conllevan los encuentros y las cruces entre las culturas. Por lo tanto,
una ética transcultural se constituye por medio del deseo que no busca
cumplimiento, que deja lugar a la “opacidad” en el sentido de Edouard
Glissant, que se inclina hacia los “huecos vacíos” del proceso hermenéutico
–las famosas Leerstellen, según el crítico literario Wolfgang Iser y su teoría
de la estética de la recepción. Es una manera de salir de la limitación de
producir un sentido único y objetivo al (d)escribir las culturas para indagar
en lo “polimorfo” de la práctica antropológica y explorar lo “polisémico”
del lenguaje que transforma este libro científico en un ensayo literario.
Es evidente que un erudito chileno que plantea una disciplina emergente,
a la que llama “antropología literaria”, debe ser considerado decididamente
interdisciplinario. Sin duda, lo sugerente de este planteamiento
interdisciplinario radica en la indisciplina. A veces analítico, a veces
anecdótico, a veces filosófico y ante todo literario este ensayo recorre las
distintas disciplinas con habilidad, para al fin transgredir y superar todas
reglas impuestas para escribirse más allá de cualquier disciplina. Esto
cuenta también por la autoría que se construye a través de estrategias
narrativas, de semióticas diversas y diversificadas, y de posicionamientos
constantemente alteritarios. “Decir yo ya es decir otro”, el antropólogo
literato es por ello un sistema de heteronimias”, como dice Miguel Alvarado
(capítulo III). Por lo tanto, no solo reflexiona sobre las metalenguas
latinoamericanas, sino que se entrega a la creación de una metapoética
reflexiva, que cuestiona, abre y perfora el acto de escribir a través de una
indisciplina intencionada. En este contexto destaca el cuarto capítulo sobre
la Teología de la Liberación, este movimiento de gran impacto
sociohistórico, teológico y político en América Latina. Nuestro autor
analiza el hecho de que uno de sus representantes más destacados, el
brasileño Leonardo Boff, que estudió teleología en Alemania, fue silenciado
por la Iglesia Católica bajo el mando del excardenal alemán Joseph
14 El vuelo de la Calandria
2
Todo el mundo conoce el mito de Sísifo y su imperturbable «todo está bien»
cuando la pesada piedra encumbrada en la loma cae para volver a ser empujada
interminablemente, pero poca gente, incluso en Chile, sabe del soberbio Lonko
Kilapan, el líder mapuche que dirigió la última rebelión importante contra la
ocupación militar de la Araucanía, y se lanzó con armas de mano y a caballo contra
las modernas armas occidentales, y sabía que sería derrotado, pero debía lanzarse
y tocar el cielo, a la manera de los profetas y guerreros delirantes del Antiguo
Testamento.
16 El vuelo de la Calandria
3
La banda chilena Los Tres, que estuvo en el escenario por cerca de 1 hora 50
minutos el año 2007 en el Festival de Viña del Mar. La banda, rearmada durante
2006 tras años de separación, presentó una selección de sus mejores temas y
algunos de su última placa, en medio de un show cargado con mensajes de
características políticas: mientras cantaban, se mostraron imágenes que hablaban
sobre el aborto y la píldora del día después, las que no fueron transmitidas a través
de la televisión, y al final de «Tu cariño se me va» fue presentado un extracto de la
grabación del discurso de Salvador Allende durante el Golpe de Estado de 1973.
Miguel Alvarado Borgoño 17
4
En su sigla en lengua inglesa A.A.A.
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5
Sea este prólogo un homenaje y celebración de mi amistad con la gran lingüista y
pensadora brasileña Eni Orlandi, tomaré partes de una recensión que una vez hice
a un libro suyo, porque siento hoy que mis libros son un hipo texto, de alguna
manera, y en algunas dimensiones, de los libros de Eni, por nuestra amistad fundada
en los valores comunes y también en sus desbordantes búsquedas expresivas.
Seremos siempre el palimpsesto del palimpsesto.
20 El vuelo de la Calandria
6
Me queda la palabra decía el poeta Rafael Alberti.
7
Aunque sé que este libro mío solamente será leído por algunos amigos y por
colegas exóticos.
8
A decir de Roland Barthes.
Miguel Alvarado Borgoño 21
suficientemente nostálgico en Alemania como para que yo lo cargue con los anhelos
de mi sangre.... solo quería contárselo...9
La muerte (como cualquier muerte, como la muerte de mi amiga) es
siempre una íntima conversación que queda trunca, y sueño que la
radicalización de la escritura romántica/barroca de la “analogía estética”
inserta en los afanes de la Antropología Literaria, sea una nueva forma de
dialogar transculturalmente y así alargar la llegada de la hora necesaria
del dejar de ser: sea todo este libro un arma estética e ineluctablemente
política contra la muerte.
9
Carta envida el año 2009 por la psicóloga chilena Marcela Palacios Bachler, colega
fallecida el año 2013: esta carta respondía a mi eterna pregunta por la comunicación,
y la publicación de este fragmento es del mismo modo mi homenaje como mi
certidumbre de su permanente escucha.
Miguel Alvarado Borgoño 23
Juan Cameron
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Miguel Alvarado Borgoño 25
CAPITULO I
ESTÉTICA DE LA COMPRENSIÓN
(La Calandria y la esperanza del abrazo)
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Miguel Alvarado Borgoño 27
Cuando no es posible apoderarse de la totalidad del deseo del otro para así
dominarlo, florecen: el alcohol, la droga, la escuela, los vidrios luminosos,
o, si todo aquello fracasa aparece el arma de fuego. Aunque no lo registremos
son inseparables estos recursos, y en muchos casos ferozmente simultáneos;
dispositivos eficientes y sádicamente legitimados para contener,
invisibilizar y generar plusvalor. Se constituyen en dimensiones del
engranaje histórico que “dan sentido” desde el etnocentrismo occidental.
La historia de la dominación en contextos coloniales, y sin duda en América
Latina, es la historia de unos lugares físicos y mentales donde se ha
recurrido a múltiples maneras de dislocación simbólica y de sometimiento
físico, para apropiarse de territorios, historias, narraciones y goces.
Como en el proceso de “homerización” de Platón al que se refiere José
Lezama Lima10, el surgimiento y consolidación de la racionalidad moderna
en estas costas sudamericanas, ha necesitado del concepto de ciencia como
una base sobre la cual ubicar las distintas comprensiones paradigmáticas
que han influido a su vez en distintos procesos sociales; podemos decir
que en América Latina múltiples estilos de comprensión han definido la
interpretación y la práctica social por parte de la elite. Se encuentran aún
en signos de interrogación las fuentes culturales, estilos de vida,
sensibilidades y sensualidades, que nos han permitido la reinterpretación
de estos “modelos culturales exógenos”, en tanto desconocemos los
elementos culturales que han confluido en la manera como se reinterpreta
un modelo cultural o científico en el contexto específico de nuestra
Latinoamérica: la que aún reza a Jesucristo y habla las lenguas peninsulares
y romances11.
En este libro intentaremos identificar una dimensión de las fuentes de
aquellas categorías estético literarias que nos han permitido reconocer
nuestro entorno sociocultural durante los últimos dos siglos y que,
asociadas a distintas posiciones epistemológicas, ya sea desde la
suposición de la identidad entre la estructura y el valor o desde un
culturalismo que supone una ruptura entre ethos y logos, han nutrido la
comprensión científico-social latinoamericana de elementos significativos
de su escenario cultural, en este caso desde una fuente artística, toma de la
estética y especialmente de la literatura, para definir prácticas sociales que
han estado íntimamente relacionadas con el problema del poder en nuestro
10
Lezama Lima, José. La dignidad de la poesía. Barcelona: Ediciones Versal, 1989, 263.
11
A Roosevelt: ¡Es con voz de Biblia, o verso de Walt Whitman, que habría que llegar hasta
ti, Cazador! ¡Primitivo y moderno, sencillo y complicado, con un algo de Washington y
cuatro de Nemrod! Eres los Estados Unidos, eres el futuro invasor de la América ingenua
que tiene sangre indígena, que aún reza a Jesucristo y aún habla en español. Rubén Darío.
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12
Nacimiento de los dioses del paganismo y relato en que se expone, del griego
.
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13
Frank, Manfred: Der kommende Gott. Vorlesungen über die Neue Mythologie. Frankfurt
a. M. 1982. “…Wenn Sie in den letzten Jahren und Monaten die Wochenend-
Feuilletons unserer großen deutschen Zeitungen durchgeblättert haben, wird Ihnen
im Rahmen der Kulturkritik ein Thema immer häufiger begegnet sein: das-jenige
der Aufarbeitung, der Wiederaufrichtung mythisch-religiöser Sinnzu-sammenhänge,
und zwar vom sozialen Leben selbst bis hin zum Film. Vom sozialen Leben selbst,
sage ich, und meine damit, daß die Gesellschaft, das Gesamt der Beziehungen
zwischen den
Miguel Alvarado Borgoño 31
14
Hauser, Arnold Sozialgeschichte der Kunst und Literatur. Ungekürzte Sonderausg. in 1
Bd. Erschienen: München: Beck, 1973.
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15
En Hauser la historia aparece según esta lógica como una esfera dominada por
fuerzas anónimas, como un substrato de ideas más altas, las cuales en los fenómenos
históricos individuales se expresa solo de manera imperfecta. Y esta metafísica
platónica encuentra expresión no solo en las teorías románticas, pasadas de moda
ya del espíritu popular, la épica popular, las literaturas nacionales y el arte cristiano,
sino también todavía en el concepto de la “intención artística” (Kunst-wollen)”.
Hauser, Arnold. Soziologie der Kunst. München: Beck, 1988 (Traducción libre).
16
Para Hauser la ilustración se basa en la idea de que la historia revela el despliegue
de una razón inmutable y de que la evolución se dirige hacia una meta discernible
de antemano. Hauser, Arnold. Soziologie der Kunst. München: Beck, 1988.
Miguel Alvarado Borgoño 33
17
En la obra de Antonio Gramsci la imposición de categorías por parte de los grupos
hegemónicos sentido común se modifica en función de los grupos dominantes, y
por otra involucra “contra hegemonía” en tanto los grupos dominados reinterpretan
estas articulaciones otorgándoles un contenido nuevo el cual en muchos casos se
opone radicalmente a los valores de los grupos dominantes. Véase por ejemplo el
texto: Arte e folklore. Roma: Ed. Newton Compoton, 1976.
18
Gabayet, Jacques. “Populismo y romanticismo, hacia una nueva poesía nacional y
revolucionaria”. En: Hacia el nuevo milenio. Volumen II. México: Editorial Universidad
Autónoma Metropolitana, 1986.
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19
Esta multiplicación en la identificación de los actores ha sido demostrada en un
ensayo publicado por Néstor García Canclini en torno al sujeto popular
denominado...”De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular”. México:
Edit. G. Gili, S.A., 1987. Reformulación que hemos vinculado con la fragmentación
postmoderna en la comprensión cultural actual de las ciencias sociales
latinoamericanas, en nuestro ensayo...”Notas sobre el concepto de cultura popular”.
Estética AISTHESIS Revista Chilena de Investigación. Nº 27, 1994, 57-81.
20
La multiplicidad del sujeto cultural indígena se constituye en una alternativa de la
generalización propia de los estereotipos románticos del mismo, en un proceso en
el cual de la investigación empírica emerge una visión según la cual la variabilidad
cultural dentro de las culturas indígenas latinoamericanas es tremendamente grande,
de forma tal que toda generalización resulta forzada, evidencia que ha sido obtenida
gracias al trabajo etnográfico intensivo realizado durante todo el presente siglo.
21
En torno a esto podemos apreciar un hilo conductor entregado fundamentalmente
por el filósofo Franz Hinkelammert en su libro. Ideologías del desarrollo y dialéctica de
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26
En nuestra opinión supera la esfera epistemológica del positivismo durkheimneano
hasta llegar a ser un principio ordenador que aporta especificidad a las ciencias
sociales aún en la actualidad, precisando su objeto y edificando los principios de
su método.
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27
Estas categorías han sido desarrolladas en el conocido texto de Fredrik Barth (Los
grupos étnicos y sus fronteras. México: F.C.E., 1976) Sin embargo, Barth resguarda en
su análisis la consideración del valor que rasgos externos como las características
biológicas poseen en la constitución social de una identidad étnica.
Miguel Alvarado Borgoño 39
28
Es el caso del análisis de autores como Cliford Geertz.
40 El vuelo de la Calandria
32
Analogía, del griego (ana -reiteración o comparación- y logos, razón),
significa comparación o relación entre varias razones o conceptos; comparar o
relacionar dos o más seres u objetos, a través de la razón, señalando características
generales y particulares, generando razonamientos basados en la existencia de
semejanzas entre estos, aplicando a uno de ellos una relación o una propiedad que
está claramente establecida en el otro.
33
Montecino, Sonia. Madres y guachos. alegorías del mestizaje chileno. Santiago: Editorial
Sudamericana, 1996.
Miguel Alvarado Borgoño 43
34
…”Yo, personalmente, creo en la riqueza del castellano, pero juzgo que no hemos
de guardarla en haragana inmovilidad, sino multiplicarla hasta el infinito. Cualquier
léxico es perfectible, y voy a probarlo. El mundo aparencial es un tropel de
percepciones barajadas. (...)El lenguaje es un ordenamiento eficaz de esa enigmática
abundancia del mundo. Dicho sea con otras palabras: los sustantivos se los
inventamos a la realidad. Palpamos un redondel, vemos un montoncito de luz
color de madrugada, un cosquilleo nos alegra la boca, y mentimos que esas tres
cosas heterogéneas son una sola y se llama naranja. (...) Todo sustantivo es
abreviatura”... Borges, Jorge Luis. El tamaño de mi esperanza. México: Seix Barral,
1994, 46-47.
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35
Hinkelammert, Franz. Crítica de la razón mítica. Costa Rica: Editorial Arlekin, 2007.
Miguel Alvarado Borgoño 45
Octavio Paz sitúa la poesía en un tiempo escatológico, sin por ello negarle
su historicidad; por lo tanto, la búsqueda literaria y concretamente la poética
sería para Octavio Paz, una forma de reconversión de lo metasocial, una
averiguación tozuda respecto de lo sagrado. Frente al principio de
Durkheim37 de que un individuo pueda vivir sin religión, una sociedad no.
Reiteramos el punto de vista según el cual el fluir de lo estético, cuando se
intenta la separación funcional de lo artístico y lo religioso, queda este hilo
tensamente perseverante y este fluido que une a lo sacral, lo histórico y lo
poético.
Octavio Paz intenta construir una metalengua para la poesía de lengua
castellana y con ella lograr una teoría estética en diálogo con lo social; pero
no podemos olvidar que en la metalengua de Octavio Paz, está siempre
subyacente la idea de una “poesía pura”, lo que le llevó a un enfrentamiento
directo con el realismo social, por ello el pensamiento de Paz no intenta
dar cuenta de la historia, sino que intenta develar un tipo de historicidad
que no se circunscribe a lo cronológico, ni es homología de lo social.
Es interesante recordar la polémica entre Octavio Paz y Pablo Neruda,
que da lugar a dos contenidos fundamentales. El primero es sin duda, por
su importancia metateórica, “Respuesta a un cónsul”38, el segundo es un
texto sintomático de la postura nerudiana, pero no por eso menos importante
y es su “Nuevo canto de amor Stalingrado”39; en estos textos, Neruda alude
a Paz como el viejo joven transitorio y Paz, sin ser menos ofensivo, le responde
a Neruda que de él lo separan toda una concepción estética y también el
sueldo.
en un soneto barroco que en una epopeya popular o en una fábula, el tiempo pasa
de otra manera que en la historia o en lo que llamamos vida real. La contradicción
entre historia y poesía pertenece a todas las sociedades pero solo en la edad
moderna se manifiesta de una manera explícita. El sentimiento y la conciencia de la
discordia entre sociedad y poesía se ha convertido, desde el romanticismo, en el
tema central, muchas veces secreto, de nuestra poesía. En este libro he procurado
describir, desde la perspectiva de un poeta hispanoamericano, el movimiento poético
moderno y sus relaciones contradictorias con lo que llamamos “modernidad”.
Paz, Octavio. Obras completas II. Excursiones/Incursiones. Dominio extranjero.
Fundación y disidencia. Dominio hispánico. 2 ed. Barcelona: Galaxia Gutenberg/
Círculo de Lectores, 2000.
37
Durkheim, Èmile. Las formas elementales de la vida religiosa. México: Colofón, 1998.
38
“El señor Pablo Neruda, cónsul y poeta de Chile, también es un destacado político,
un crítico literario y un generoso patrón de ciertos lacayos que se llaman ‘sus
amigos’. Tan dispares actividades nublan su visión y tuercen sus juicios: su literatura
está contaminada por la política, su política por la literatura y su crítica es con
frecuencia mera complicidad amistosa. Y, así, muchas veces no se sabe si habla el
funcionario o el poeta, el amigo o el político” (Paz, Octavio. “Respuesta a un
cónsul”. En Letras de México, 15 de agosto, 1943, 5).
39
Yo sé que el viejo joven transitorio/ de pluma, como un cisne encuadernado/ por
mi grito de amor a Stalingrado/ Yo pongo el alma mía donde quiero/Y no me
nutro de papel cansado/ adobado de tinta y de tintero./Nací para cantar a
Stalingrado. “Nuevo canto de amor a Stalingrado”. Pablo Neruda.
48 El vuelo de la Calandria
40
Indigenismo y universalismo - para una cultura total (José María Arguedas, Violeta
Parra, Quilapayún). In: Claudius Armbruster - Karin Hopfe (Hg.),
Horizontverschiebungen - Interkulturelles Verstehen und Heterogenität in der
Romania .Festschrift für Karsten Garscha zum 60. Geburtstag. Tübingen: 1998, S.
401-411. Se publicó también en: Diana Kiss - Daniel López - Eduardo Castro
(eds.), Universidad, cultura y sociedad - Reflexiones en torno al Desarrollo Regional
- Actas del Segundo Seminario Universidad y Desarrollo Regional, Osorno, Chile,
noviembre 1997. Osorno: Fondo de Publicaciones Red UREL 1998, S. 269-281.Der
Film als gesellschaftliche Kraft -1925-1944, Frankfurt/M. 1991 S. 204-218.
41
Lienhardt, Martin. La voz y su huella: Estructura y conflicto étnico-social en América
Latina (1492-1988). La Habana: Casa de las Américas, 1990.
Miguel Alvarado Borgoño 49
42
Soy el último poeta de la aldea, /mis cantos son humildes como un puente de
madera. /Asisto a la misa final entre abedules/que inciensan el aire con sus hojas/
Se extinguirá la dorada llama/de este cirio de cera humana/y el remoto reloj de la
luna /gruñirá mi postrer campanada/ Pronto saldrá el huésped de hierro/ al
sendero del campo azul/ sus negras manos recogerán/la avena derramada por la
aurora. “Soy el último poeta de la aldea”. Serguei Esenin.
43
Alvarado Borgoño, Miguel. El espejo rápido. Interculturalidad y prevaricaciones
discursivas. Valparaíso: Editorial Punta Ángeles, 2005.
44
“…Los vencidos, si no sucumben en el combate, son muertos y comidos por los
vencedores. (…) las mujeres, devoran los brazos y el pecho: los hombres se alimentan
con las piernas; y el tronco es arrojado al mar”. Por aparte de este canibalismo que
podemos llamar guerrero, los fueguinos comen la comen humana por hambre. En
50 El vuelo de la Calandria
La estética burguesa de la corte de los milagros ¿En qué cree cuando cree
la pequeña burguesía?46
A la manera de la pregunta de Gonzalo Rojas; en Chile hoy, una vez que
pasó la juventud y frente al predominio capitalista, surge otra estética, esta
invierno, cuando les faltan otros alimentos, devoran a las mujeres viejas. Un viajero
preguntó a uno de esos isleños por que en tales circunstancias no preferían comerse
a sus perros. “Los perros cazan las nutrias, contestó el salvaje, y las viejas no cazan
nada. Y enseguida comenzó a contar como se les daba muerte, poniendo en el
límite de sus fogatas la cabeza de la víctima, para sofocarla antes de comenzar a
distribuirse sus miembros, e imitaba riendo las contorsiones y 10s gritos de esas
infelices”. Por horrible que sea semejante muerte, dada por la mano de sus parientes
y de sus amigos, observa Darwin, es más horrible aun el pensar en el terror que debe
asaltar a las viejas cuando comienza a hacerse sentir el hambre. Se nos ha contado,
agrega, que ellas se fugan a las montañas, pero los hombres las persiguen y las
arrastran a1 matadero, que es su propio hogar”... Barros Arana, Diego. Historia
general de Chile. Tomo I. Santiago: Editorial Universitaria, 2000, Segunda Edición,
25.
45
Fernández Retamar, Roberto. “Calibán”. En Casa de las Américas, nº 68, septiembre-
octubre de 1971.
46
¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de mi vida/ o la luz de la
muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué/es es: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su
hondura, sus rosas, sus volcanes, /o este sol colorado que es mi sangre furiosa
cuando entro en ella hasta las últimas raíces? Rojas, Gonzalo. Contra la muerte,
1964.
Miguel Alvarado Borgoño 51
47
Colección de libros de Antropología Poética.
Miguel Alvarado Borgoño 53
La quimérica pureza:
48
Un mito y un halo de terror han rodeado la casa en que Mariana Callejas vivió
desde 1975 hasta los 90 en Lo Curro. Primero con Michael Townley, quien preparaba
desde ese secreto cuartel de la DINA acciones terroristas que estremecerían al país
mientras Callejas desplegaba sus talleres literarios y en sus patios se ensayaban
gases letales y se hacían fiestas con disputas memorables. Como la que protagonizó
Nicanor Parra para un “18”. Hablan los protagonistas más cercanos a Callejas en
esos años, “mis chiquillos”, como los llamaba: los escritores Gonzalo Contreras,
Carlos Franz y Carlos Iturra. En 1975 Mariana Callejas recibió dos reconocimientos.
El primero con motivo de su cuento “¿Conoció usted a Bobby Ackermann?”, que
obtuvo el primer lugar del concurso Rafael Maluenda del diario El Mercurio. El
segundo reconocimiento consistió en una casa en Lo Curro, en el barrio alto capitalino,
en retribución a los servicios que prestó y seguiría prestando junto a su marido en
la DINA. Según quedó establecido en el proceso judicial que la condenó a veinte
años de cárcel en primera y segunda instancia, sentencia rebajada el pasado 8 de
julio a 5 años por la Corte Suprema, en septiembre de 1974 había viajado a Buenos
Aires junto a Michael Townley para dar muerte a Carlos Prats y su esposa, Sofía
Cuthbert, mediante una bomba activada a control remoto.La propiedad tenía tres
pisos, casi mil metros cuadrados construidos y cinco mil de terreno. Carlos Iturra,
en el cuento autobiográfico “Caída en desgracia”, la describirá como “una
voluminosa masa cúbica de concreto, más bien fea, con algo de orfanato, hospital
u otro edificio público”. Legalmente no era de ellos, pues había sido adquirida por
el entonces mayor de ejército Raúl Eduardo Iturriaga Neumann y un abogado de la
DINA fallecido en 1976 en extrañas circunstancias, bajo identidades falsas. Pero
en los hechos lo era, tanto así que Mariana Callejas siguió viviendo ahí hasta
mediados de los 90. http://ciperchile.cl/2010/07/09/mariana-callejas-ii-las-dos-
vidas-de-su-casa-cuartel-en-lo-curro.
49
Olivares, Juan Carlos. El Umbral Roto. Escritos en antropología poética. Santiago:
Fondo Matta, 1995.
54 El vuelo de la Calandria
ANEXO Y DIDASCALIA I
50
Secretario General del Partido Socialista (Partido del presidente Allende) al momento
del golpe de Estado en Chile, 1973.
Miguel Alvarado Borgoño 55
vendían nuevos, y que era la primera vez que los libros estaban en los
kioscos al alcance de cualquiera que fuese capaz de “leer de corrido”.
Así, si no le hubiese creído a Altamirano, si le creo a Allende cuando
dijo “que todos los niños iban a tomar leche, y que los libros iban a estar al
alcance de todos”, en el jardín infantil me dieron de esa leche, y los libros
estaban al alcance de todos, incluida la reliquia que tengo entre mis manos.
Otro recuerdo me viene por el lado de mi suegro, un viejo caballero
proletario que me contó una escena siniestra; él era obrero de “La papelera”,
la empresa arquetípica del viejo Alessandri (ex Presidente derechista de
Chile) y se acuerda de un día de garúa en que, por la mañana, muy
temprano, casi cuando el turno de las 6 estaba recién instalándose en las
máquinas, apareció una columna de camiones militares, unos traían
conscriptos, muchachos de barrio cargados de los nuevos fusiles
automáticos (sic) de fabricación israelí, que en algunos casos se veían más
altos que los propios soldados, los conscriptos a la voz de sus suboficiales
se desplazaron a lo largo del trecho que iba entre los camiones y los hornos
de reciclaje de “La papelera”, cuando estuvieron desplazados, me cuenta
mi suegro, apareció algo que por el sigilo y la protección con la que era
transportado podrían haber sido los restos de la nave de Roswell del área
51 o alguna carga radioactiva altamente virulenta, pero era otra cosa: eran
los mentados libros de la Editorial Quimantú que fueron llevados a ser
quemados con el “fuego purificador” de nuestras Fuerzas Armadas porque
ciertamente: si se queman diez libros, y uno incita a la subversión, es justo,
es santo y es bueno quemar los otros nueve; lo que me parece más macabro
de esta escena es que la protección militar no tenía por finalidad esconder
el hecho de la quema, todo lo contrario, la quema fue pública y sin amago
de culpa, la protección militar respondía a la imperiosa necesidad de que
ningún obrero salvara alguno de esos libros del fuego; probablemente algún
papel higiénico fue producto de esa santa inquisición de lo escrito, y si
bien es cierto que no le hubiera creído a Altamirano con su absoluta
inutilidad para usar algún arma respecto de los futuros heroicos Vietnam,
sí le creo al general Pinochet cuando dijo que en Chile “no se movía una
hoja sin que él lo supiera”, porque había dos tipos de hojas cuando este
libro se desenterró: las hojas que transmitían órdenes -en esos tiempos ni
soñábamos con los computadores-, y las hojas de los libros, las cuales eran
rápidamente incineradas; entonces yo que no creo en brujos y siempre he
creído que la historia no es racional debo reconocer la coherencia entre el
libro destartalado de Manuel Rojas, la quema de libros de la papelera, el
temor de mi padre y mi último despido de la última universidad privada,
donde he tenido la peregrina idea de hacer clases de literatura, el libro y yo
somos material de desecho en el fondo de una extrema fragilidad pero, por
alguna extraña razón, con una rara capacidad para la sobrevivencia,
aunque debo confesar que el recuerdo es como las hojas de este libro que se
van resquebrajando cada vez que se recorren y que probablemente yo me
Miguel Alvarado Borgoño 57
CAPITULO II
EL EXPERIMENTO ANTROPOLÓGICO LITERARIO
(de los terremotos a la búsqueda textual)
Opus Nigrum:
51
Carta a Karl Jaspers en su octogésimo cumpleaños (a pesar del dolor del
distanciamiento entre ambos maestros luego del fin de la Segunda Guerra Mundial
y la adhesión de Heidegger al nacional socialismo).
60 El vuelo de la Calandria
Miguel Alvarado Borgoño 61
52
Aquello que Mercedes López Balart ha llamado un viaje a la semilla, donde desde
la literatura a instalado la pregunta antropológica cultural, no desde una
antropología de la literatura, sino desde un modo de leer antropológicamente,
ampliando la mirada con el lente literario: “Hemos emprendido, de la mano de un
puñado de nuestros mejores escritores del siglo XX un viaje a la semilla que nos ha
devuelto el gesto fundacional de la traducción de culturas que inaugura el camino
literario de la América mestiza. Desde este viaje a la semilla, deseamos en este libro
escribir y dar pistas para escribir desde una antropología que es del mismo modo
experimental”. Para decir al otro. Literatura y antropología en nuestra América. Madrid:
Iberoamericana - Vervuert, 2005, 475.
López-Balart inició y sistematizó algo que en este libro se desarrolla de un manera
inversa, es decir desde la antropología metateórica hacia la literatura, en virtuoso
campo de tensión.
62 El vuelo de la Calandria
Esta crisis de las ciencias se define por generar en los constructores del
saber una actitud crítica hacia los discursos tradicionales aprendidos en
Latinoamérica e incluso en postgrados en el extranjero; tales no logran
reconstruir en plenitud la experiencia que el investigador necesita reunir
para desarrollar su estudio, el inicio de programas de doctorado
disciplinarios o temáticos en Latinoamérica es quizás el más agudo desafío
que estas ciencias intentan, pues no pueden ser réplica de los postgrados
extranjeros, pero aún no se estructuran unos marcos epistémicos que los
articulen entre la especifidad y la colonialidad. Se vive una crisis en el
ejercicio de la “traducción cultural” (por utilizado que ya sea este concepto),
en tanto los códigos no solo son diversos a nivel universal, sino que en
Latinoamérica se pierde la confianza en la posibilidad de la representación,
los signos viven un ambigüedad, primordialmente por un temor pusilánime
a dar significado y sentido a la realidad social, crisis de compromiso con la
razón y por tanto, crisis de interpretación y de traslación cultural: el acuerdo
redemocratizador es también un modo de negación a interpretar, un miedo
a la ideología en un pánico equívoco al propio oficio intelectual en
Latinoamérica.
Los practicantes de las Ciencias Humanas, junto a su reflote social,
paulatinamente comienzan a perder confianza en la veracidad de los
discursos teóricos y por ello en los signos discursivos. Se trata de un
cuestionamiento mismo del concepto de verdad, en la aproximación del
devenir de la experiencia, así, casi por inercia, se asume lentamente una
actitud ontologizadora, que se aparta de la suposición de identidad entre
razón - dato sensible - verdad; ello posiblemente por la evidente y punzante
crisis del desarrollismo, desde las variadas ópticas de los megaproyectos
asociados que prometían el paraíso en la tierra y fueron desestructurándose
por el peso del capitalismo salvaje a decir (paradójicamente) de Milton
Friedman: no se logra el desarrollo, y tampoco se logra comprender todo
este estado confuso de cosas. Son solamente los economistas neoliberales
y sus violentas políticas de shock, los únicos que toman la historia en sus
manos y concretan su utopía, por supuesto desde una ética que sacraliza
los costos sociales de los valores, una verdadera ética revolucionaria
respecto de normas burguesas precedentes, que para justificar los medios
por el fin, habla tan solo de costo oportunidad.
Frente a la crisis de certidumbre queda solo la escritura como oficio que
cohesiona las distintas formas de los saberes en un tejido de
contracolonialidad y de indiferenciación. En ciencias sociales la economía
es el instrumento técnico legitimado políticamente a inicios de este siglo, lo
otro (lo nuestro) es solamente una escritura en las ciencias de la cultura,
una escritura con menor poder de incidencia social que la literatura misma.
El inicio del cuestionamiento al interior de las ciencias sociales y
humanas se relaciona directamente con la denominada Postmodernidad,
período entendido por Lyotard en su libro La condición postmoderna. Informe
Miguel Alvarado Borgoño 63
Puerta Dorada
J’ai choisi ma demeure près des remparts rebatis de ma mémoire/
à la hauteur des remparts
L.S. Senghor53
53
Escogí mi morada junto a las murallas reedificadas. De mi memoria, a la altura de las
murallas. Cantos de Sombra, 1990, 10.
54
Las acciones de arte en Chile tuvieron su génesis en los años 50, cuando Enrique
Lihn y Alejandro Jodorowsky desarrollaron una serie de happenings en los cuales
rebautizaron estatuas públicas consideradas como íconos del simbolismo nacional.
Luego, en los años 60, Jodorowsky realizó “Efímeros pánicos” en México y París,
acciones de arte caracterizadas por una dimensión política, subyacente a una
cualidad orgiástica y hedonista. Raúl Zurita recogió de estas acciones un elemento
performativo extralinguístico y lo introdujo en su proyecto estético. La
autoflagelación del poeta al quemar con un fierro caliente su mejilla, la utilización
de amoníaco puro en sus ojos y la masturbación pública en una galería de arte de
Santiago, son recursos extra poéticos difíciles de codificar racionalmente. Estos
“gestos” se enmarcan en las acciones del grupo CADA. En 1979, Fernando Balcells,
Juan Castillo, Diamela Eltit, Lotty Rosenfeld y Raúl Zurita fundaron el Colectivo
de Acciones de Arte (CADA). Sus acciones de arte expresaban el deseo de un
cambio socio-político y se fundamentaban en el propósito de intervenir el espacio
urbano santiaguino con imágenes que cuestionaran las condiciones de vida del
Chile dictatorial. Se trataba de una concepción de la ciudad como un museo, de la
sociedad como un grupo de artistas y de la vida como una obra de arte, la que es
factible de ser corregida. Su concepción del arte, basada en las nociones democráticas
de la estética, buscaba ante todo crear acción al hacer arte en el espacio urbano de
Santiago de Chile.
66 El vuelo de la Calandria
Observo a doña Rosa Tuta, es maciza, y ella enterraba un palo en la arena, está
sujetándolo con las manos y empieza a mover los talones, hendiendo la arena, y al
mover los talones, se mueven las caderas, y al moverse las caderas se mueven los
codos y los brazos, y los hombros, y es una danza… y se convierte en una gran
bailarina, con mucha gracia, y de repente se agacha, saca una macha, mucho más
grande y más bonita… y la echa al quíñimo55.
55
Saco o bolsa para transportar mariscos, hecha generalmente de materias vegetales.
56
Http://anthropological-balance.blogspot.de/2013/05/configurando-un-pueblo-
de-mar-una.html
Miguel Alvarado Borgoño 67
ANEXO Y DIDASCALIA II
Es continuidad y ruptura
Hay algo de ejercicio colonial y culpógeno en el proceso de generar una
originalidad en la contracolonialidad de escritores y antropólogos
latinoamericanos preocupados de la alteridad, donde la propia alteridad
se preocupa de sí misma. Es un ejercicio tortuoso y de difícil auto
reconocimiento, allí es donde la antropología demuestra sus afluentes, sus
alternativas, sus múltiples replanteamientos periféricos, pero nunca
deberemos confundir el experimento antropológico literario sudamericano,
con los experimentalismos metateóricos y ontologizantes de la antropología
europea y norteamericana; nada especialmente nuevo muestran Geertz,
Carpanzano, Tyler y los muchos antropólogos metateorizantes y
experimentales que están descubriendo la pregunta por la comprensión
intercultural o la respuesta en su negatividad, desde los desarrollos de la
hermenéutica europea, que ya se encontraban presentes en la hermenéutica
romántica del siglo XIX.
La persistencia de la diversidad, tanto a manera de temática científica,
como en su dimensión de problemática social, se expresa de manera
persistente en planos fundamentales para el mundo contemporáneo como
el religioso, el étnico o el racial; lo cual hace aparecer la pregunta respecto
del modo de narrar estas diversidades, tanto en el ámbito de la generación
de conocimiento como en el de los mecanismos necesarios para generar
comunicación intercultural, como un vértice esencial para la racionalidad
moderna, especialmente en el actual contexto de reivindicación de la
particularidad, requerimiento paralelo y contrapuesto respecto de la
globalización. Estas formas de narrar viven un sistemático proceso de
especialización en occidente, desde los viajeros y los colonizadores
asombrados, pasando por los literatos rigurosos y creativos en su
Miguel Alvarado Borgoño 71
57
En nuestra opinión, el libro fundamental para comprender el diálogo entre estética
literaria y ciencia antropológica a nivel mundial es Writting Culture. The Poetics and
Politics of Ethnography de James Clifford y George Marcus, publicado en 1986. Este
libro es una colección de nueve ensayos enfocados, sustancialmente, sobre la
“construcción de textos etnográficos”, en el contexto de producción de la
antropología cultural norteamericana.
58
El antecedente más remoto del postmodernismo antropológico a nivel mundial es
Writing Culture: The Poetics and Politics of Ethnography, publicada en 1986,
compilación de estudios realizada por James Clifford y George Marcus, texto, a
decir de Carlos Reynoso, iniciador en el contexto del postmodernismo
norteamericano, de las formas de innovación textual, particularmente etnográfica,
que se ha denominado “Antropología Postmoderna” -2000-. Este camino es
continuado por Clifford Geertz en Works and Lives: The Anthropologist as Author. En
este mismo contexto, resulta interesante la publicación en 1990, por parte de Stephen
Tyler, del texto The Poetic Turn in Postmodern Anthropology: The Poetry of Paul
Friedrich, antecedido en 1988 por In Other Words. The Other as Inventio, Allegory, and
Symbol, obras en las cuales se desarrolla un concepto de poesía extraído de la
literatura -Marcus y Fischer 1986-, el cual, no obstante, es paralelo a los desarrollos
del concepto de poesía propio de la Antropología Poética Chilena. En el caso
europeo, el representante actual más destacado de una forma de comprender y
desarrollar la antropología es el antropólogo francés Marc Augé, quien da
continuidad a lo realizado por Claude Lévi-Strauss en Tristes Trópicos. Augé, sin
embargo, desarrolla una reflexión más sistemática respecto de su quehacer
antropológico-literario con obras tales como La traversée du Luxembourg (1985), y
Un ethnologue dans le metro (1986).
72 El vuelo de la Calandria
... ¿qué busca el investigador?, y si busca al otro, ¿quién es entonces el otro? (...) En
apariencia el otro está afuera, exterior al observador. Sumergirse en estas
profundidades implica conocer si la supuesta exterioridad del objeto es algo tan
seguro, o más bien si la exterioridad es muy problemática59.
59
Augé, Marc. El oficio de antropólogo. Barcelona: Gedisa, 2007, 13.
60
Augé, Marc. El oficio de antropólogo. Barcelona: Gedisa, 2007, 13-14.
61
Poblete, Sergio. “De la representación a la ficción”. Revista Cinta de Moebio. Facultad
de Ciencias Sociales. Universidad de Chile. Cinta de Moebio No. 6. Septiembre de
1999. http://rehue.csociales.uchile.cl/publicaciones/ moebio/06.
Miguel Alvarado Borgoño 75
más que otros en sus propios términos son otros en nuestros términos. Los
editores hablan de la “poética y política de la representación cultural”,
entendiendo por “poética” a la construcción retórica -persuasiva- y trópica
-metafórica- de toda realidad. Los textos etnográficos aparecen así como
juegos de lenguajes retóricos, que buscan persuadir al lector de que lo
dicho respecto a lo representado es una verdad empírica fundada en el
hecho de que el etnógrafo realmente estuvo allí. Por “política de la
representación cultural” se entiende a los contextos de desigualdad de
poder, tanto en el plano local como mundial, así como las formaciones
institucionales, dentro de los cuales son producidos los textos etnográficos.
Un texto etnográfico, en este sentido, no es un producto inocente del
conocimiento científico, sino una construcción interesada en producir
determinados efectos sobre el cuerpo social y sus representaciones. El
antropólogo chileno Sergio Poblete sintetiza la postura postmodernista en
antropología, diferenciando sus tópicos esenciales en el plano concreto de
la narración etnográfica, los que para nosotros representan la columna
vertebral de los intentos de diálogo entre literatura y antropología a nivel
mundial.
El autor de un texto etnográfico postmodernista, generalmente, tiende a
desaparecer en tanto persona que narra. La escritura semeja hablar por sí
misma, o mejor dicho, la realidad semeja hablar a través del texto; de esta
manera toda descripción es parcial. Nunca se puede capturar la totalidad
a partir de fragmentos experienciales, los cuales están condicionados
histórica, social e institucionalmente. También Poblete sostiene que estos
textos antropológicos postmodernistas no son autosuficientes, siempre
remiten a otros textos. Por tal razón, se habla de “transtextualidad”, algo
así como convenciones y códigos ya establecidos de comunicación. Por
otra parte nuestro autor nos plantea que no se puede desatender o ignorar
el hecho de la “traducción cultural”, presente en toda comprensión de la
diferencia y, en consecuencia, en todo texto que se refiera a otra cultura, lo
cual incide de forma determinante en estos textos de corte postmoderno.
En el plano específico de la influencia de las formas literarias, Poblete
afirma que estos textos etnográficos innovadores son tan literarios en su
construcción como lo es una novela. Simplemente cambia la expectativa
que da sentido a una u otra forma de escritura. La metáfora y otros “tropos”
son algo natural y común en nuestro lenguaje y, por tanto, impregnan
todas nuestras convenciones de habla. Por último, en el plano de la
experimentación Sergio Poblete señala que para esta forma de escritura
antropológica es conveniente buscar nuevos modos de escritura que den
cuenta de la naturaleza interpretativa de nuestra experiencia de la realidad,
que se plasma en nuestras representaciones. Asimismo, es fundamental
que el “otro” tenga la posibilidad de hacer escuchar “su voz” en el texto,
sin represiones o limitaciones impuestas por el etnógrafo.
76 El vuelo de la Calandria
67
Lévi- Strauss, 71.
68
Lévi- Strauss, 77.
69
Lévi- Strauss, 142.
70
Lévi- Strauss, 86.
71
Lévi- Strauss, 88.
80 El vuelo de la Calandria
72
Lévi- Strauss, 337.
Miguel Alvarado Borgoño 81
73
Lenz, Rodolfo. “Estudios Araucanos”. En Anales de la Universidad de Chile, XC-
XCVIII, 1895 - 1897.
74
Carrasco Muñoz, Hugo. “Rodolfo Lenz y el conocimiento y estudio de la
etnoliteratura mapuche”. En Cuadernos de lengua y literatura. Homenaje al Dr. Rodolfo
Lenz. Temuco: Ediciones Universidad de la Frontera. Facultad de Educación y
Humanidades, 1988, 35.
Miguel Alvarado Borgoño 85
Drieu, invitado por Sur (yo) a una gira de conferencias. Naturalmente, la presenté
a mis amigos, entre otros a Alfred Métraux y Borges. Este último le contó no sé qué
anécdota sobre uno de los dictadores o caudillos abundantes en América del Sur.
Drieu viajó a las provincias del norte de nuestro país y llegó hasta Bolivia, en
compañía de Métraux”, escribe Victoria Ocampo en su Autobiografía. Métraux
(de quien la editorial El Cuenco de Plata acaba de publicar “Antropofagia y
cultura”), era un antropólogo que se había instalado en la Argentina a estudiar la
civilización Inca y sus desinencias locales en 1928, al punto de fundar una sociedad
etnográfica en Tucumán. Sur publicó en 1940 su estudio, “Vudú” después de su
regreso a París. Interlocutor de Claude Lévi-Strauss, Michel Leiris, Roger Caillois y
Georges Bataille, Métraux estudió la cosmogonía inca, su mitología y sus ritos. Sin
las formalizaciones matemáticas del autor de “Tristes trópicos”, se adelantó al
estructuralismo: privilegió el sistema de relaciones y oposiciones por sobre los
“contenidos” generales, y coincidió con sus amigos contra la idea de un inconsciente
colectivo como el de Carl Gustav Jung… desde las páginas de Sur (Revista Ñ, S/
A) 75.
Sin duda Métraux significó una suerte de interpelación permanente para
la intelectualidad más europeizada en Argentina, la que de alguna manera
tuvo una acogida en la obra de autores como Jorge Luis Borges; si Métraux
reprochaba a Borges el no conocer la pampa, en sus eternas caminatas por
Buenos Aires establecían una frontera física entre los límites de la ciudad
con la aparición de la “llanura salvaje” (crítica ya señalada en el primer
capítulo y que reproduce sin duda la crítica del etnógrafo clásico, y en
ocasiones del activista del terreno que no reflexiona sino que se contenta
con registrar lo que ve, al escribidor de teoría antropológica o de literatura).
En este sentido existe una relación compleja entre Métraux y la
antropología chilena en tanto orienta a Carlos Munizaga Aguirre en la
elaboración de su texto Vida de un araucano que paradójicamente serán las
memorias del poeta mapuche Lorenzo Ayllapan y surge justamente la duda
hoy respecto del autor empírico de ese libro fundador de la antropología
profesional chilena, el incipiente antropólogo Munizaga, el poeta mapuche
Aillapán o el etnólogo Métraux. Más allá de las hipótesis respecto de la
causa del suicidio de Alfred Métraux, vemos en él a un autor de dos orillas
que a la manera de Borges vivía entre la Europa del siglo XX, y toda su
tradición cultural, y una Latinoamérica que como etnólogo intentó
descubrir en lo más profundo: una metáfora de ello es la carta que deja al
suicidarse escrita en francés pero que termina diciendo en lengua
castellana… “Adiós Alfred Métraux”.
Examinar el itinerario de la etnología y la literatura europea nos hace
explicable la aparición de Tristes Trópicos pero también nos explica la
simultaneidad entre dos agrupaciones textuales que se reubican en cánones
distintos, por una parte la Noveu Roman escrita fundamentalmente por
75
http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/Cartas_entre_Victoria_Ocampo_
y_Pierre_Drieu_La_Rochelle_0_624537754.html
Miguel Alvarado Borgoño 87
Carlos Munizaga
Carlos Munizaga Aguirre, discípulo chileno del etnólogo Alfred Métraux
en FLACSO durante la década de los 60, sentó las bases del texto etnográfico
desarrollado por chilenos y su propuesta tiene profundos efectos en autores
posteriores, en especial en la Antropología Poético Literaria. Munizaga
colabora con Métraux básicamente en el proceso de investigación que tuvo
como resultado “Le chamanisme araucan, dans magies et religions
indiennes de l´Amérique du Sud” 76, lo cual constituye su escuela
fundamental durante la década de los 60.
Las razones de su esfuerzo por crear una antropología institucional en
Chile son diversas y su investigación postgradual corresponde más bien a
un estudio en el ámbito de la sociología de la ciencia; no obstante, Munizaga
tiene una sensibilidad un tanto distinta a la de otros científicos sociales
(politólogos, economistas, sociólogos) para desarrollar enfoques
metodológicos y teóricos, prácticamente desconocidos en el país.
Este autor es el primer antropólogo que, en un espacio universitario
institucional, ocupa una cátedra de antropología social en Chile y, lo que
es socialmente más importante, es uno de los pilares en la fundación del
Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, continuador
de la línea del Centro de Estudios Antropológicos fundado en la década
del 50 en esa misma universidad. En ese departamento, por primera vez, se
da una carrera de pregrado conducente a una licenciatura en antropología
social:
... En dicho Centro se produce una profunda actividad para beber en las fuentes de
ideas y materiales aportados por los fundadores de la ciencia en Chile. Así, por
ejemplo, las colecciones dejadas por el gran formulador de la Arqueología Andina,
Max Uhle, permanecieron encajonadas, pero muy bien preservadas durante más
de 40 años (entre 1917 y 1953) y solo en esta última fecha comienzan a ser
estudiadas por miembros del CEA. El Centro revisa las aportaciones del
norteamericano J. Bird y las confronta con las de Uhle, incorporándose el CEA en el
concierto académico internacional. Martín Gusinde conoce y opina sobre algunos
trabajos, y los sucesores como Cornely e Iribarren se incorporan, revisan sus
76
Métraux, Alfred. “Le chamanisme araucan”. En Religions et magies indiennes
d’Amérique du Sud. Paris: Ed. Gallimard, 1967.
88 El vuelo de la Calandria
producciones y publican, codo a codo, con los nuevos investigadores del CEA. La
otra tarea valiosa del Centro es que, junto a lo anterior, se establecen grandes
marcos generales teóricos y metodológicos para la orientación del futuro de
investigación antropológica, con un criterio nacional, regional, americana y universal.
Este sello de unidad de los campos de la Antropología gravitó sobre la forma de
desarrollo de la disciplina en la Universidad de Chile y en las demás universidades
chilenas que recibieron esta orientación. Cuando años después el CEA se convirtió
en Departamento de Antropología y se organizó la docencia, con una carrera de
Antropología, esta orientación unificadora de la Antropología se hizo presente en
los programas de enseñanza y perdura hasta hoy en día77.
La importancia de Munizaga en lo que respecta a la institucionalización
de la disciplina antropológica en Chile es fundamental; no obstante, nos
parece también de particular importancia referirnos al libro Vida de un
araucano: El estudiante mapuche Lorenzo Ayllapán el que, constituye la
base del testimonio que se reproduce y amplía dentro de nuestra
antropología, en autores que usan la historia de vida testimonial en sus
obras; como Sonia Montecino y Pedro Mege. Este libro abre a las ciencias
sociales de nuestro país al uso sistemático exhaustivo de métodos
cualitativos de corte etnográfico. Munizaga es el primer investigador en
presentar, en el ambiente académico nacional, un estudio exclusivamente
cualitativo, el cual tendrá profundas repercusiones en el tratamiento de la
sociedad chilena hacia el mundo mapuche. La narración recorre la vida de
Lorenzo Ayllapán, desde su nacimiento en 1940 y su condición de huérfano;
su enculturación en el contexto de una comunidad indígena de la IX Región;
el inicio de su ingreso en el mundo occidental con su escolarización iniciada
tardíamente a los diez años de edad; lo complejo de su contacto con la
sociedad occidental proceso que continua a los 15 años con su entrada al
Liceo de Nueva imperial y, finalmente, su viaje a Santiago; sus estudios
nocturnos, su trabajo y -por sobre todo- su participación en organizaciones
mapuche.
El relato se origina en dos causalidades muy distintas que le confieren
un tipo de hibridez en su posterior elaboración; por una parte, responden
a la intención del antropólogo de dar cuenta de fenómenos de conflicto y
resistencia cultural, particularmente, expresados en la historia de
organizaciones activas en este plano, vistas desde la perspectiva de sus
dirigentes. Ello queda demostrado en la importancia que posee en el relato
el período de 1964 a 1968, período de mayor participación del historiado
en estas organizaciones. Por otra parte, el relato posee una dimensión más
subjetiva, existiendo una evidente intimidad en el texto entre Munizaga y
Ayllapán. Los criterios de selección del informante son ambiguos, en los
propios términos que se plantean en el texto; esto debido a su proximidad
77
Citado por: Berdichewsky, Bernardo. “Alejandro Lipschutz y el Desarrollo de las
Ciencias Antropológicas en Chile”. En Cuadernos Americanos 42 (6):160-194, México,
D.F., 1983.
Miguel Alvarado Borgoño 89
las esencias americanas. Me dediqué largos años a leer todo lo que podía de América,
desde las cartas de Cristóbal Colón, pasando por el Inca Garcilaso hasta autores
del siglo XVIII (...) América se me presentaba como una enorme nebulosa...78.
Y en otro texto señala...
... podríamos decir que si debo algo al surrealismo es el deseo de ver las realidades
que se ocultan tras las realidades. El surrealismo fundamentalmente me había
enseñado a ver la belleza de las cosas que existían independientemente de una
voluntad de creación estética. Es decir aquello que Lutréamont había dicho en una
frase que sirvió de catecismo al surrealismo: El encuentro fortuito de un paraguas
y una máquina de coser sobre la mesa de disección (...)... y, hallándome en un
continente barroco por la geografía, barroco por la vegetación (no hay que olvidar
tampoco que la arquitectura que más espléndidamente floreció en América Latina
fue la barroca, que es ahí donde alcanza su desarrollo máximo), pensé que la visión
del novelista debía ser una visión barroca(...) me dije que había llegado el momento
de encontrar el vocabulario y las palabras para nombrar las cosas de América; y en
esa tarea me encuentro79.
En el ámbito de la sociología, el chileno Pedro Morandé nos plantea que el
centro de la identidad cultural latinoamericana es el barroco como
fenómeno social y estético. Para Morandé, la primera fuente de la tradición
popular latinoamericana es la que se origina en la matriz precolombina.
Esta matriz posee como toda cultura “arcaica” un centro que este autor
define como “Dramático-Sacrificial”, y es poseedor también de un carácter
“cosmocéntrico”, expresándose todo lo anterior en la esfera de lo ritual
expresivo; es decir, por una parte, el drama y el sacrificio vinculado con
éstas, son aspectos substanciales en el curso histórico de estas culturas, en
tanto los procesos históricos, y, dentro de ellos, la cotidianidad está marcada
por cuotas de “dolor” en el sentido social del término, que configuran una
sucesión interminable de quiebres y rupturas, las que más que interrumpir
el devenir histórico, se transforman en aquello que lo define. Por otra parte,
lo cosmocéntrico es el modo en el que el sujeto articula algún tipo de
“comprensión de la historia”, que se mueve más bien en el ámbito de la
escatología que de la cronología. El tiempo escatológico propio de lo
cosmocéntrico nos refiere a una historicidad atemporal, al tiempo de los
dioses, imposible de ser medido dentro de los parámetros de nuestra
temporalidad -reloj o calendario-. Sin embargo, la historia de este tiempo
puede ser contada, siendo el rito el lugar donde se presenta este relato; este
último, al ser una reactualización del mito escatológico, revive y, por lo
tanto, “recuenta la historia”, actualizándola. Este rito es expresivo porque
78
Leande, Cesar. “Confesiones sencillas de un escritor barroco”. En: Homenaje a Alejo
Carpentier. variaciones interpretativas en torno a su obra. New. York: Las Américas
Publishing Co, 1970, 71.
79
Carpentier, Alejo. “Entrevista a Alejo Carpentier”. En Campra, Rosalva. América
Latina: La identidad y la máscara. México: Siglo XXI Editores, 1987, 143-144.
98 El vuelo de la Calandria
80
“El reconocimiento de la fe como un criterio de lectura e interpretación del sentido
de la vida e historia del hombre, ha sido una fuente antigua de inspiración para
diversas ideas y opciones de ordenamiento social y político especialmente en aquellos
pueblos y culturas en que la Iglesia ha logrado consolidar su presencia institucional”.
Morandé, Pedro. “Cultura y modernización en América Latina”. En Cuadernos del
Instituto de Sociología. Santiago: UC, 1984, 46.
Miguel Alvarado Borgoño 99
81
“Leonel Lienlaf nos miraba desde su distancia y desde su comprensión, Carlos
Aldunate y yo lo observábamos con objetividad: ¿Podríamos entender su poética?
La poesía de su gente. Este trabajo nace de un complemento entre una estética, la
poesía mapuche, y un esfuerzo de comprensión, la etnología araucana. Es la poesía
que recogió Leonel, tradujo y explicó a los etnólogos. La responsabilidad
interpretativa y formal de este texto me pertenece y pudo adquirir más lucidez
gracias a la mirada atenta de Carlos Aldunate, sin embargo, el producto final es
mérito de Leonel Lienlaf”. Mege, Pedro. La imaginación araucana. Santiago: Fondo
Matta, 1997, 45.
Miguel Alvarado Borgoño 101
82
Lenz, Rodolfo. “Estudios Araucanos, materiales para el estudio de la lengua, la
literatura y las costumbres de los indios mapuche o araucanos”. En Anales de la
Universidad de Chile, Tomo XCVII, Santiago: Imprenta Cervantes, 1895-1897.
104 El vuelo de la Calandria
83
Clifford, James. Dilemas de la cultura postmoderna. España: Gedisa, 1995, 21.
84
Clifford, James. Dilemas de la cultura postmoderna. España: Gedisa, 1995, 189.
Miguel Alvarado Borgoño 105
85
Pike, Kenneth L. Phonemics. A technique for Reducing Languages to writing. Ann Arbor:
The University of Michigan Press, 1947.
106 El vuelo de la Calandria
86
Boon, James A. Other Tribes, Other Scribes: Symbolic Anthropology in the Comparative
Study of Cultures, Histories, Religions, and Texts. Cambridge: Cambridge University
Press, 1982.
110 El vuelo de la Calandria
88
Olivares, Juan Carlos. El umbral roto. Escritos en Antropología Poético Literaria - Literaria.
Santiago: Fondo Matta, 1995.
89
Mercado, Claudio y Luis Galdames. De todo el universo entero. Santiago: Fondo
Matta, 1995.
90
Jeria, Yuri. Ritos de muerte en la Isla Lemuy. Santiago: Ediciones Fondo de Desarrollo
de las Artes y la Cultura, Ministerio de Educación, 1997.
91
Gallardo, Francisco. Antropología. Cruzando a través (desde el otro lado). Santiago:
Fondo Matta, 1995.
92
Mege, Pedro. La imaginación araucana. Santiago: Fondo Matta, 1997.
Miguel Alvarado Borgoño 113
93
Benjamin, Walter. Discursos interrumpidos. Barcelona: Planeta, 1994.
94
Olivares, 24.
114 El vuelo de la Calandria
95
Olivares, 21.
96
Gallardo, 95.
Miguel Alvarado Borgoño 117
97
García Canclini, Néstor. La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte.
Colombia: Siglo XXI, 1994, pág.45.
98
Valenzuela, Ivonne y Juan Pablo Loo. Atacameños del siglo XX. Antofagasta: Ediciones
Fondo de Desarrollo de las Artes y la Cultura, Ministerio de Educación, 1997, 43.
99
Van Dijk, Teun. La ciencia del texto. Un enfoque Interdisciplinario. Buenos Aires:
Paidós, 1989.
100
Definición dada por Lévi-Strauss para la ciencia antropológica, desarrollada
particularmente en su texto El lugar de la etnología en las ciencias sociales donde
desarrolla su planteamiento respecto de la antropología: “como ciencia del otro o
ciencia de la diferencia, surgida cuando arbitrariamente occidente convierte al resto
de la humanidad en su objeto de estudio”. Antropología Estructural. Barcelona:
Atalaya, 1997, 298.
118 El vuelo de la Calandria
101
Lévi-Strauss, 298.
Miguel Alvarado Borgoño 119
102
Montecino, Sonia. Sueño con menguante. Santiago: Sudamericana, 1998, 15.
120 El vuelo de la Calandria
103
Olivares, 6.
Miguel Alvarado Borgoño 121
104
Gallardo, 39.
122 El vuelo de la Calandria
105
Mege, Pedro. La imaginación araucana. Santiago: Fondo Matta, 1997, 13.
Miguel Alvarado Borgoño 123
106
Marca de incorrección. Elicitar. Adaptación innecesaria del verbo inglés to elicit,
que aparece a veces en textos de psicología con el sentido que corresponde a los
verbos españoles provocar, suscitar u obtener, según los casos: Marca de
incorrección. “Tuvimos éxito con el procedimiento de elicitar discusiones maritales
reales y lograr el interés de las parejas en la conversación” (Psicología [Chile] 2002);
Marca de incorrección. “Información elicitada de los estudiantes en vez de
administrada a los mismos” (Becoña/Palomares/García Tabaco [Esp. 1994]); en
el primer caso debió decirse provocar o suscitar discusiones y, en el segundo,
información obtenida. Diccionario panhispánico de dudas ©2005. Real Academia
Española
107
“Era 22 de mayo (de 1960) y como a las cuatro más o menos sería... un poquito
antes, se sintió un temblor despacio y después vino el más fuerte… Salimos
caminando cuando vino el temblor grande, el terremoto; entonces uno no podía
estar de pie porque se caía, se sujetaba en el cerco pero igual se iba…y empezó así
a abrirse la tierra, parecía como culebrita, unas más ancha, otras más chiquititas
(Nelly Gallardo, 73 años).
Estaba haciendo siesta cuando improvisadamente empieza un movimiento brusco
de la construcción de madera (Residencial Toledo)… esto es un terremoto hace 3
minutos que está temblando... Resulta que el terremoto, el movimiento sísmico
duró 7 minutos y con un grado bastante intenso, nos vestimos rápidamente y
salimos a la calle y con la intención, yo tenía mi familia radicada al otro lado del río,
tenían tierra ahí vivían ahí, con la intención de irme con otros y cruzar el río, y
mientras corríamos desde la plaza del pueblo hasta el embarcadero no dejaba de
temblar, corríamos e iba temblando; alcancé a ver nítidamente las oscilaciones de
unas casas de dos pisos y medio que llegaban casi pasado mucho la vertical, hasta
quizás que ángulo y volvían a su posición y la gente huyendo en la calle invocando
a Dios, unos tratando de salvar enseres que probablemente le ayudaría o no, unos
llevaban en sus brazos gatitos, una estampa de la virgen, de la virgen María, otros
crucifijos, algunas ropas sin saber cuánto iba a durar… pues hemos llegado hasta
uno de los embarcaderos que se llama la rampa y hasta ese momento del recorrido
no había cesado el movimiento, habíamos encontrado en la calle gente arrodillada
pidiéndole clemencia a Dios…” (Rubén Gómez, 77 años).
Alejandro Retamal Maldonado. Nadir: rev. electron. geogr. Austral, Año 3, n° 2
junio-octubre, 2011.
Miguel Alvarado Borgoño 129
108
“Mi relato de lo mismo: Cada noche nos acurrucábamos siendo niño con mi abuela
Zoila, ella tenía muchas ganas de contármelo y yo de escucharlo, una y otra vez el
mismo relato, Cauquenes en el suelo, sus parientes muertos, los heridos, la forma
de conseguir agua y comida, el miedo, la alegría del encuentro con la familia y los
amigos que habían sobrevivido. Ahora ya a muchos años de que mi abuela ha
muerto me pregunto por esa fascinación de contar en ella, y esa fascinación de
escuchar en mí, y, sí, funcionalmente era una forma inconsciente de prepárame
para el nuevo terremoto ineludible; pero mi fascinación frente al relato, tenía que
ver con el asombro y por ello con el deseo de un espanto guarecido, tenía que ver
con lo grato de una forma de intimidad filial: lo monstruoso existe pero en la
acogida al niño, en las palabras que lo arrullan, se nos dice cuando somos más
vulnerables, que la cercanía del adulto amado demuestra que sí hay una salvación,
y eso es el cobijo absoluto, el arraigo del arrullo, que de la narración del horror
trasmuta la seguidilla sintagmática: en ternura, en protección, en acogida: nunca
más me volví a sentir tan seguro”.
130 El vuelo de la Calandria
ANEXO Y DIDASCALIA IV
LA OTRA ECONOMÍA
(Los materiales primigenios de una Antropología Poético Literaria)
…Pero así fueron los hechos. La machi, junto a su hermana Juana, al abuelo del
menor, Juan José Namuncura Paiñao, y Juan Paiñao, quien habría lanzado al niño
al mar, y otros participantes del cruento ritual, fueron detenidos y condenados. El
fallo fue dictado por el entonces juez subrogante Ricardo Aylwin, primo de don
Patricio, según el ahora jubilado secretario del juzgado, Carlos Torres, quien
conoció el caso. Cumplieron su condena en la cárcel de Imperial. Ahora todos están
muertos.
Pero está viva la madre del niño, Rosa Painecura Marile (…).
En una humilde vivienda de la isla Huapi, a unos 12 kilómetros al sur de
Puerto Saavedra, la aún atribulada mujer llora al recordar aquellos obscuros
momentos en que un tío, una semana después, le avisó que habían asesinado a su
pequeño. Ella, madre soltera, trabajaba en Santiago. Nunca se explicará por qué su
padre entregó a su nieto para que lo mataran. Domitila Castro, quien conoció de
cerca el caso, dice que los mapuche primero arrojaron la sangre del niño al mar y
luego el cuerpo.
- Mi padre lo entregó a la machi. Parece que bailaron... purrún, cosas, brujería,
no sé, allá en el cerro- , dice. Conmueven sus desgarradores sollozos.
- ¿Y se calmó el mar...?
- No sé si habrá calmao, o calmó solo. Cómo hacer eso con un niño... tirar su
sangre, su cuerpecito al mar- , expresa en lenguaje entrecortado, tratando de ordenar
sus pensamientos.
No recuerda muchos detalles. Solo que desde ese momento quedaron rotas para
siempre las relaciones con su padre, quien murió sin ser perdonado. Lo Supo en
Sueños.
La noche que mataron a José, Rosa tuvo un sueño en Santiago. Presintió que
algo había pasado. Un pájaro me había llevado un pollo, y yo gritaba y gritaba que
se llevaban un pollo, y así veía cosas extrañas, personas como sombras... El niño
era, pues. Días después, su tío Segundo Marinao Painecura, quien denunció el
hecho y le ayudó en todo, le avisó y la trajo de regreso a la isla, de la que nunca más
ha salido. De eso hace 41 años.
Del cadáver de su hijo nunca supo. El mar no lo entregó, o si lo hizo, nadie se
percató, o a nadie le importó. Su madre dice que por más que fue al lugar, nunca vio
nada de su pequeño. No fue sepultado. Su cuerpo desapareció. Al recordar y pensar
en ello, rompe en desconsolado llanto.
Domitila Castro dice que quienes supieron de este acto de barbarie cuentan que
el niño, cuando lo llevaban al altar del sacrificio, rogaba que no lo mataran, y lo
mataron, porque no tenía papá; tendría, pero la juventud no hace caso de estas
cosas. El papá no reclamó nada, no se le vio por ninguna parte ni en el juzgado,
nada.
Miguel Alvarado Borgoño 131
Rosa vive ahora en isla Huapi, junto a Antonia Llaima, quien la acogió como si
fuera familiar. La hace pasar por prima. Aquí estará conmigo hasta que muera,
asegura…
El niño inmolado
Recolección de Arturo Zúñiga
Excurso:
Los antropólogos Carlos Munizaga, Alejandro Lipschutz y Grete
Mosny, de la Universidad de Chile debieron atestiguar como expertos
en este caso: se trata del primer caso de antropología aplicada
ocurrido en Chile, que con repercusiones internacionales desató la
polémica y urgió una respuesta antropológica… más allá de la
respuesta desde el sentido y la función del rito sacrificial ¿con qué
palabras hoy a sesenta años de los hechos narraríamos y
explicaríamos lo mismo? Se trata entonces de una antropología
literaturizada de vigente necesidad y de “utilidad demostrable”.
132 El vuelo de la Calandria
Miguel Alvarado Borgoño 133
CAPITULO III
¿POR QUÉ UNA ANTROPOLOGÍA LITERARIA? Entre
el realismo delirante y la quimera de lo intercultural
“No he querido expresar mi pensamiento sino plantear desde la indistinción lo que
tú mismo piensas”.
Teoría de la religión
George Bataille
Para el Ángel que sin ser el de la Historia tampoco es el de la cultura, más bien su identidad
consiste en tener las alas maltrechas por la asechanza de que es víctima debido a la pasión
de los vientos alisios…
134 El vuelo de la Calandria
Miguel Alvarado Borgoño 135
109
Creador de las teorías de la Relación y de la créolisation, así como de los conceptos
de antillanidad y Todo-Mundo, su pensamiento buscó desmontar los resortes de la
esclavitud y del colonialismo, fomentando la solidaridad de los pueblos y el respeto
a la diversidad, lo que complementó con un intenso activismo cultural. Profeta,
escribidor, negro, maestro, adivinador, dramaturgo, filósofo, poeta, héroe del
pensamiento, visita insospechada a mis palabras, hoy amigo invisible, murió el
año 2011.
136 El vuelo de la Calandria
buscar entre los muertos a quien vive”. La Pascua de Glissant ahora habita
en mi palabra, y el ángel que me comunicó su muerte es la autoridad
vigilante de esta resurrección, sintagma tras sintagma.
110
El 18 de mayo de 1969, en el Tercer Diario (que interrumpe como los dos anteriores
la novela El zorro de arriba y el zorro de abajo), un Arguedas que confiesa estar
“otra vez en el pozo, con el ánimo en casi la nada” escribe: “desde la grandísima revista
norteamericana Life, Julio Cortázar, que de veras cabalga en flamígera fama, como sobre un
gran centauro rosado, me ha lanzado unos dardos brillosos. Don Julio ha querido atropellarme
y ningunearme, irritadísimo, porque digo en el primer diario de este libro, y lo repito ahora,
que soy provinciano de este mundo, que he aprendido menos de los libros que en las
diferencias que hay, que he sentido y visto, entre un grillo y un alcalde quechua, entre un
pescador del mar y un pescador del Titicaca, entre un oboe, un penacho de totora, la
picadura de un piojo blanco y el penacho de la caña de azúcar: entre quienes, como Pariacaca,
nacieron de cinco huevos de águila y aquellos que aparecieron de una liendre aldeana, de una
común liendre, de la que tan súbitamente salta la vida. Y este saber, claro, tiene, tanto como
el predominantemente erudito, sus círculos y profundidades”.
Miguel Alvarado Borgoño 139
111
... “Partí de Huillahue con los sentidos desbordados de signos y abrazos, y con el sobrenombre
de colilonko, pelo claro, el tren me trasladaría más al sur, un poco antes de que se desmembrara
el continente”. Montecino, Sonia. Sueño con menguante. Santiago: Editorial
Sudamericana, 1999, 31.
112
A manera de inicio, es importante y justo destacar que el esfuerzo antropológico
literario se remonta al experimentalismo estético francés ochenta años antes de la
aparición de la Antropología Poética Chilena, aunque fuera desconocido para la
mayoría de los sudamericanos y llegara su vínculo intertextual más por la literatura
que por la ciencia antropológica: “Hacer el retrato mejor ejecutado, el más afín al
personaje que yo era (como algunos pintan de manera fulgurante paisajes ingratos
o utensilios cotidianos); no dejar que un cuidado artístico interviniese más que en
lo concerniente al estilo y a la composición: tal era mi propósito, como si hubiera
descontado que mi talento de pintor y la lucidez ejemplar que me proponía exhibir
compensarían mi mediocridad como modelo, y como si, sobre todo, un
enriquecimiento de orden moral debía resultar de cuanto había de arduo en una
empresa semejante, ya que —a falta de la eliminación de algunas de mis
debilidades— me hubiera mostrado, al menos, capaz de esa mirada sin
complacencia dirigida hacia mí mismo. Desconocía que en la base de toda
introspección hay placer de contemplarse; y en el fondo de toda confesión, deseo de
ser absuelto. Mirarse sin complacencia era todavía mirarme, mantener mis ojos
fijos en mí en lugar de llevarlos más allá, para trascenderme, hacia algo más
ampliamente humano. Manifestarme ante los otros, pero hacerlo en unas páginas
que deseaba bien redactadas y arquitecturadas, ricas en apreciaciones y
conmovedoras, era procurar seducir a los otros a fin de obtener su indulgencia,
limitar —por todos los medios— el escándalo, dándole una forma estética. Creo,
pues, que si bien hubo riesgo y cuerno de toro, no fue sin algo de duplicidad como
me aventuré en ello: cediendo, por una parte, una vez más a mi tendencia narcisista;
pretendiendo por la otra, encontrar en los demás no tanto un juez como un cómplice.
Parejamente, el matador que parece arriesgar el todo por el todo cuida su estilo y
confía en su sagacidad técnica para triunfar del peligro”. Leiris, Michel. “La literatura
considerada como una tauromaquia”. En: Edad de hombre. Pamplona: Laetoli,
2006, 24.
Miguel Alvarado Borgoño 141
113
El concepto de “cruce” asume metalingüísticamente trata del cruce en un sentido
polisémico que da cuenta de dos dimensiones metalingüísticas esenciales, su texto
visionario de la antropología literaria da cuenta de la necesidad de buscar caminos
nuevos , y con ellos se refiere a la experimentación literaria, con el fin de dar cuenta
del cruce étnico cultural que da como resultado el mestizaje, es decir, su literatura
antropológica es una literatura de cruce de grupos étnico-culturales que en el
mestizaje se amalgaman, pero este proceso no invalida la reformulación de pautas
culturales arcaicas o vernáculas; agregaríamos nosotros que Montecino abre un
etalingüístico particularmente interesante al momento de no confundir sincretismo
con mestizaje, y por lo tanto no confundir al cruce de elementos con la fusión de
estos; Montecino en el plano del género sexual y la literatura nos señala:…
“Movimiento de espejos que se van reflejando uno a otro para dar cuenta del peso
crucial de lo femenino, en tanto categoría simbólica, en nuestra cultura. Si la cultura
construye las diferencias entre los géneros, éstos a su vez tejen y retejen con sus
sentidos el ethos y las producciones de signos. En el caso que hemos tocado se trata
del género femenino entrelazado con la literatura y la antropología: lo femenino
materno como productor de un habla que luego se hace escritura; después, el gesto
de la antropología con el surgimiento del testimonio como producto ‘degenerado’.
Así, géneros literarios y géneros sexuales se rozan, se imbrican, se alimentan”.
Montecino, Sonia. Palabra dicha. Escritos sobre género, identidades, mestizajes. Santiago:
Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Sociales. Serie: Estudios, 1997, 4.
142 El vuelo de la Calandria
114
El filólogo Iván Carrasco junto al autor de este libro, en el proyecto FONDECYT
“Literatura antropológica en Chile” hablan de la aparición de una “literatura
antropológica”, no obstante, en coherencia con este tipo de problemáticas pensamos
que la superación de la antropología poética se constituye en la Antropología
Literaria, una antropología aún en conformación, que se inicia con la reflexión de
Néstor Gracia Canclini en: “Cortázar una antropología poética”, y que, aún en
desarrollo, se perfila como un género híbrido, aunque en nuestra opinión no como
una forma de literatura, una faceta distinta es el proceso de literaturización que
engloba una antropología poética ya otras formas de antropología literaturizada y
a obras que pueden ser consideradas preliminarmente como literatura.
115
Carrasco M, Iván. La antropología poética como mutación disciplinaria. Estud. filol.,
2003, no.38, 7-17.
116
Corpus básico de fuentes primarias consideradas para la elaboración de este
capítulo, respecto de las antropologías poética y literaria son:
Balada de un niño y el perro y Pueblos de mar. Relatos etnográficos de Andrés Recasens
I. Crónicas de la otra ciudad de Carlos Piña
II. Diarios de campo/ de viaje, y Etnografías Mínimas, de Daniel Quiroz (ed.)
III. El umbral roto. Escritos en antropología poética de Juan Carlos Olivares
IV. La revuelta, Luna con menguante. Biografía de una machi y La olla deleitosa. Cocinas
mestizas en Chile de Sonia Montecino.
V. Registro fotográfico y Etnográfico. Fotografía y Poesía. Atacameños del siglo XX, de
Ivonne Valenzuela y Juan Pablo Loo.
VI. Gracias por el favor concedido. Las Animitas de Evaristo Montt , Elvira Guillén y
Juana Guajardo de Ivonne Valenzuela
VII. Antropología. Cruzando a través de Francisco Gallardo
VIII. De todo el universo entero de Claudio Mercado; La Imaginación Araucana de
Pedro Mege
IX. Ritos de muerte en la Isla de Lemuy de Yuri Jeria.
Miguel Alvarado Borgoño 143
117
…todo ello en un ambiente que destile un respeto al otro, que es un fundamento
también ético y metalingüístico: “He buscado crear ambientes propicios, ocasiones para
conversar con los pescadores artesanales sobre su relación con él, y la que existe entre ellos y
sus familias, para escuchar lo que me cuentan sobre sus vidas y sus proyectos; en fin, sobre
variados aspectos que me han servido para construir relatos y otras formas de dar algunas
pinceladas que me configuren sus modos de vida.” (Recasens, 2003, 24).
144 El vuelo de la Calandria
118
Asumimos aquí a Ezra Pound por su postura poética y por tanto metalingüística
de crítica radical al capitalismo.
Miguel Alvarado Borgoño 145
119
Cruce marcadamente lingüístico, cómo lo representa Sonia Montecino en La Revuelta:
“El Kau Kau, ayudado por el Menoko acarreaba del pelo el cuerpo a un resonante
del emperador. Lo ubicaron en medio del lugar que habían designado los huachos
con una rama de araucaria. El kau Kau tocó cuatro veces su cuerno de carnero. Al
primer llamado acudió la María Cariqueo ataviada con su traje de machi; al segundo,
Noemí salió de la ruca de pontros. Luego maura y Amelia se apresuraron en correr
desde el alero. Amelia descendió presa de la excitación, por fin estaría con sus
hermanos invisibles, los guachos de los bosque, primos de la cría chumpai.” (1988,89)
120
Acerca de los términos Apolíneo y Dionisiaco, Ruth Benedict dice: “No todo lo
descrito por Nietzsche acerca del contraste entre lo apolíneo y lo dionisíaco se
aplica al contraste entre los Pueblo y las gentes circundantes… Al usar términos
tomados de la cultura griega en la descripción de las configuraciones culturales de
146 El vuelo de la Calandria
121
… es de suma utilidad descubrir el libro: Cortázar, una Antropología Poética de
Néstor García Canclini, ello para reconocer las fuentes de sus desvelos, no por que
constituya un hipertexto replicado, sino que la pregunta sobre la forma de unir lo
literario y lo antropológico resulta aquí antigua y manifiesta, de forma tal que es
posible encontrar en este texto un punto de partida para la conformación de una
Antropología Literaria, que no se confunda con la literatura ni coquetee
permanentemente con la poesía”. Alvarado Borgoño, Miguel. “Cortázar como
Antropólogo Literato. Lecturas de Cortázar, una antropología poética”. En Telos,
Vol. 11, Núm. 1, 2009, 102-118. Universidad Rafael Belloso Chacín Venezuela.
148 El vuelo de la Calandria
124
Lacan, Jacques. Escritos I y II. México: Editorial Siglo XXI, 1984.
125
Eco, Umberto. Lector in fábula. La cooperación interpretativa en el texto narrativo.
Barcelona: Editorial Lumen, 1981.
126
Clifford, James and George E. Marcus (eds). Writing Culture: The Poetics and Politics
of Ethnography. Berkeley: University of California Press, 1986.
Miguel Alvarado Borgoño 151
130
Nos referimos al fin del gobierno del presidente Sebastián Piñera y el inicio del
gobierno de Michelle Bachelet.
131
Concepto en alemán que da cuenta de la polaridad de paradojas múltiples y
frecuentemente contradictorias dentro de un espacio campo cultural; según me
explica mi colega filóloga alemana Andrea Gremels.
156 El vuelo de la Calandria
132
Carrasco, Iván. “La antropología poética como mutación disciplinaria”. En Estudios
Filológicos 38, 2003, 7-17.
Miguel Alvarado Borgoño 157
133
Barthes, Roland. El placer del texto. España: Siglo XXI, 1993.
134
Porque los hechos hablaban por sí mismos y lo que se debía hacer era ‘escucharlos’
y transmitir lo que éstos decían”. En: Recasens, Andrés. Pueblos de mar. Relatos
etnográficos. Santiago: Ediciones Departamento de Antropología, Facultad de
Ciencias Sociales. Universidad de Chile. Bravo y Allende Editores, 2003, 31.
135
Bachelard, Gastón. La formación del espíritu científico. México: Editorial Siglo XXI,
1987.
158 El vuelo de la Calandria
138
Borges, Jorge Luis. Antología. España: Bruguera, 1995.
162 El vuelo de la Calandria
139
Encuentro más reciente sobre Interculturalidad y Educación, desarrollado en la
Universidad de Concepción, organizado por la Central Unitaria de Trabajadores
(CUT), en el año 2013.
140
Alvarado, Miguel. Aculturaciones. El vacío de la cultura o el delirio de la realidad.
Santiago: Editorial Cuarto Propio, 2013.
141
Harris, Marvin. Teorías sobre la cultura en la era posmoderna. España: Editorial Crítica,
2004.
142
“Creo que yo tengo más suerte al contar con un mar más amplio que aquel en que
pensaba Castoriadis. Tan amplio como el mundo. Y donde esté escrito puede
navegar con más rapidez que el vehículo más veloz que se haya inventado a la
fecha. Lo pondré en una botella-web en la red Internet. Y dejaré abierto mi puerto-
Miguel Alvarado Borgoño 163
Email y estaré atento a los mensajes de respuesta que pueden venir de playas de
cualquier parte del mundo” (Recasens, 2003, 238)…”Me refiero a esa compulsión
inevitable por nombrar aquellos acontecimientos materiales que experimentamos
con una palabra que los contenga no solo en su forma o sustancia, sino también en
toda su maravilla y esplendor.” (Recasens, 2003, 17).
164 El vuelo de la Calandria
143
Lacan, Jacques. Escritos I y II. México: Editorial, Siglo XXI, 1984.
144
Augé, Marc. La guerra de los sueños: ejercicios de etnoficción. España: Gedisa, 1997.
Miguel Alvarado Borgoño 165
ANEXO Y DIDASCALIA IV
El absoluto de la memoria
punto medio fuese una llave para los consensos comunicacionales (nunca
comunicativos) así; se asume neuróticamente que el concepto de verdad
no es un orden discursivo de la microfísica del poder, sino un asunto de
resentidos y neuróticos que la idea de futuro deslegitima. Hoy en el discurso
político oficial suele no haber futuro para la memoria; y la memoria, se
transforma en una suerte de leprosa habitando las inmediaciones de la
comunidad, donde se le arroja alimentos como expresión de una culpa
muy bien canalizada, una culpa, que es una cuerda más dentro de una
armonía que mantiene el ritmo histórico, por injusto que este rito lo
mantiene. No es la ética de la memoria lo que prima hoy sino la
funcionalidad del olvido, y el remedio de la memoria es un espacio hueco
de sentido, una alegoría sin peso perlocutivo, es un visitante incomodo
pero recurrente, como el demente que es enviado a su casa el día de fiesta
¿Puede la antropología de frontera ser un aporte para este estancamiento
en el procesamiento de la memoria?
Miguel Alvarado Borgoño 167
ANEXO Y DIDASCALIA V
Entrar en el canon:
Gracias por el favor concedido. Las Animitas de Evaristo Montt, Elvira Guillen y
Juana Guajardo de Ivonne Valenzuela y Juan Pablo Loo es un libro de poesía
antropológica, en el contexto de lo que yo denomino arbitrariamente como
Antropología Literaria, es decir, de textos literarios de carácter poético que
se refieren a elementos culturales, situaciones, sujetos, reconocidos en el
campo de las ciencias humanas como objetos de estudio, temas o problemas
de las disciplinas reconocidas como antropología; desde una perspectiva
más amplia, forma parte de los textos derivados de la mutación disciplinaria
que conforma vastos sectores de las textualidades y culturas
contemporáneas, en estricta relación con los fenómenos característicos de
la interculturalidad textual, la intermedialidad y las estrategias textuales
de la literatura.
Gracias por el favor concedido... es el resultado de la creación conjunta
entre una poeta y antropóloga profesional y un fotógrafo. De los dos, Ivonne
Valenzuela ha logrado mayor experiencia y reconocimiento, ha participado
en talleres literarios y revistas universitarias de creación literaria y sus
poemas han sido publicados en libros de poesía y antologías varias. Sus
textos actúan sobre las fotografías de Loo, confiriéndole al volumen su
145
Carrasco, Iván. Reseña de “Gracias por el favor concedido. Las Animitas de Evaristo
Montt, Elvira Guillén y Juana Guajardo” de Ivonne Valenzuela V. y Juan Pablo Loo
O. En Revista Austral de Ciencias Sociales, 2009, Disponible en: <http://
www.redalyc.org/articulo.oa?id=45921647008> ISSN 0717-3202
146
Carrasco, Iván. Gracias por el favor concedido. Las Animitas de Evaristo Montt, Elvira
Guillén y Juana Guajardo. Antofagasta: Imprenta Ercilla, 2008.
168 El vuelo de la Calandria
Infidencia:
Miguel,
Creo que la Antropología Poética / literaria está muy de la mano con la
intuición y su expresión a través del lenguaje, claramente es
interdisciplinaria ya que expresa a través del escritor/a su propia carga y
entendimiento del “ser” en una cultura determinada con su cúmulo además
de experiencias emotivas y lógicas.
Creo que al estar atravesado el gesto antropológico con el poético se da
ese destello, ese click que se abalanza de repente como cuando encontramos
un recuerdo perdido, pero esta vez es una expresión que permite construir
esta metalengua (que es propia y colectiva, compartida además por aquellos
que sienten placer en el texto literario).
Miguel Alvarado Borgoño 169
Querida Ivonne:
Mientras nieva en Gotinga y no se puede ni salir del departamento, asumo
que hay preguntas que no pueden ser respondidas, pero, preguntarse por
la muerte de otro siempre será en nuestra Antropología Literaria un ejercicio
de introspección, una expresión de duda desbocada, y de respeto: un
homenaje al enigma en el que lo sagrado se hace cercano. Como dice el
poeta español Leopoldo María Panero: coquetearemos con la muerte, sin
comprometernos pero siempre considerándola; diríamos nosotros… debido
a que ella es santa y meretriz (como la Iglesia Católica para la Teología de
147
En Chile las animitas de carretera constituyen una expresión de religiosidad popular,
que fuera de todo marco canónico, pretende brindar cierta canonización popular a
uno a varios individuos que han fallecido en trágicas circunstancias. Las Animitas
cumplen la función de memoriales o santuarios populares, que son edificados
mayoritariamente con materiales sencillos, en los costados de las carreteras,
demarcando con estos monumentos el lugar donde aconteció un accidente
automovilístico, en la mayoría de los casos, o bien un asalto con homicidio. De
arquitectura sencilla pero variada, conforme a la zona geográfica donde son erigidas,
encontramos que emulan casas, iglesias, edificios, automóviles e incluso oficios de
la persona fallecida. Generalmente se tiende a olvidar el nombre de la persona
fallecida, de la misma forma que el hecho que le arrebató la vida se pierde y
confunde con el relato oral, muchas veces transformándose en leyenda. A pesar de
que la Iglesia Católica, y otras confesiones religiosas, rechazan el culto a las ánimas
de carreteras, éstas se encuentran enraizadas en la religiosidad popular, producto
de la unión del culto animístico de los pueblos originarios de Chile, con la fe traída
por los conquistadores, por lo cual se puede observar al ánima de carretera como
una muestra clara del sincretismo religioso latinoamericano. Es común que se le
atribuyan al ánima poderes milagrosos tanto como a los santos católicos; dichos
favores deben ser retribuidos con ofrendas florales, o la quema de velas, postura de
placas u otros bienes ofertados por el devoto a la ánima en cuestión. Las animitas
también son levantadas por grupos no religiosos ni vinculados con la religión
católica (ésta siempre ha rechazado esta forma de adoración) ya que en Chile se
pueden encontrar animitas a asesinados durante el Régimen Militar. En este caso
grupos de activistas pro Derechos humanos (laicos por definición) y partidos
políticos de izquierda (tradicionalmente anticlericales y ateos) usan la animita
como un cenotafio. Aparte de las ánimas de carreteras, existen las ánimas de
cementerios.
170 El vuelo de la Calandria
148
En la poesía de Ezra Pound la polisemia no es un obstáculo, sino que por el
contrario es la base de sus registros transculturales, Pound nunca abarca una
cultura, simplemente la rosa, tomando algún elemento expresivo para construir la
figura retórica que confía será atingente. Su programa escritural es una pulsión en
tanto es un deseo no consumado, porque intenta la comunicación total, pero no la
logra, y por otra parte es una fuerza intuitiva que tiende hacia la consumación de
su deseo desde el desorden de los registros; su modo de asumir las diversas
culturas es aleatorio, capcioso e indudablemente cuestionable, no obstante, es esa
misma búsqueda de comunicación, y lo implícito de la banalidad de la búsqueda
misma, lo que convierte su obra en una de las más grandes expresiones poéticas del
siglo XX, quizás la más grande, y paradojalmente, la más inconclusa, concentrada
en la usura, pero abierta a la totalidad de lo sociocultural... Never inside the
country to raise the standard of living, but always abroad to increase the profits
of usurers (Canto LXXIV)
Miguel Alvarado Borgoño 173
Estimada Ivonne, cada una de mis lecturas de tus animitas son mimesis
insolentes, como proceso de tomar un texto abierto, una biografía que se
prolonga más allá de la muerte. Tus textos también lo son, son tu particular
mimesis, intertextualizadas por palabras de devotos y cometarios de
personas de cada época, pasas raudamente de la antropología de la religión
a una hermenéutica del texto, y esta hermenéutica es en primer lugar una
epopeya, se completa con un enaltecimiento del sujeto sagrado
embelleciendo su vida y sacralizando su muerte; como en San Agustín se
trata de dos tiempos, la biografía estetizada y sintetizada es un “distentio”,
un devenir cronológico pero aleatorio, donde dispones de pinceladas
biográficas para hacer un trazado que permita el otro ejercicio, el de
comprender a los devotos: tú, yo y cada devoto completamos la biografía y
pasamos a lo que Agustín llamó el “intentio”, la eternidad, que es un tiempo
sin tiempo en tanto es tiempo de lo sagrado, que no es cronología sino
narración, por lo tanto tus textos son eso, la expresión de una hierofanía,
un completar la historia con una narración intemporal, que es, insisto,
biografía, pero que no es vida, tampoco es muerte, es la otra vida, lo sacral,
que también tiene historia pero carece de tiempo.
Pound diría que la transacción con lo sagrado carece de la usura, aunque
se entregue dinero u objetos en la manda no se negocia, no hay ni plusvalor
ni ganancia por medio del interés, vemos una economía simbólica de lo
sacral, pero esa economía se rige por otra lógica del valor, el valor es signo
y semiosis del signo, el significante es polisémico, pero no hay una economía
monetaria, se trata de una instancia inviolada por el capitalismo: una capilla
diminuta, un exvoto, velas, flores, no tienen un valor monetario, no se
prestan a ningún interés a plazo, así como la muerte del personaje animita
es una transacción con lo sagrado, la petición sellada en el exvoto es una
transacción profundamente económica, pero una transacción con lo
sagrado; así en la lógica capitalista es una dilapidación, un derroche, en el
entendimiento antropológico es un sacrificio, en la lógica de la Antropología
Literaria es la posibilidad de abrir una historia vital y exteriorizar los
miles de modos en que tanto el antropólogo(a) literato(a) reconstruye la
experiencia del sujeto sacral, más a la manera del creyente que del etnógrafo
clásico. Quizás, colega, esta sea la consumación del émic y tu texto bien
logrado sea el favor concedido: cada uno de tus textos son un exvoto149 que
continúa la narración sin tiempo.
Con afecto
Miguel
Göttingen, Febrero 2009.
149
Un exvoto es una ofrenda que los gentiles hacían a sus dioses. Estas ofrendas se
depositaban en santuarios o lugares de culto y podían consistir en figurillas
representando personas o animales, armas, alimentos, etc. El ofrecimiento de exvotos
tiene su origen en las civilizaciones egipcias y mesopotámicas. En España destacan
los procedentes de excavaciones iberas del siglo III a.C., encontrados en el sur y el
180 El vuelo de la Calandria
sureste peninsular, los exvotos iberos suelen tratarse de figuras que representan
guerreros, jinetes o animales, normalmente elaborados en bronce. Posteriormente el
símbolo fue tomado por el catolicismo y el exvoto pasó a ser una ofrenda dejada
por los fieles que habían recibido un don o curación como ofrenda y recuerdo.
Pueden verse actualmente en centros de peregrinación, apoyados sobre las paredes
o colgados del techo objetos tales como muletas, ropa, ruedas de autos y todo tipo
de cosas que representen el hecho desafortunado del que se habían recuperado.
Miguel Alvarado Borgoño 181
CAPITULO IV
EN EL SILENCIO PARA PENSAR A PARTIR DE TIERRA
EXTRAÑA: el vuelo de las Calandrias150
de los indios tristes151
“Odiaremos más que cuanto tú odiaste
amaremos más de lo que tú amaste
con amor de paloma encantada, de calandria
Tranquila espera, con ese odio y con ese amor sin sosiego y sin límites,
lo que tú no pudiste lo haremos nosotros”152.
José María Arguedas
150
Milonga de Calandria. Música: Juan Sosa, Letra: Jorge Luis Borges (fragmento).
Servando Cardoso el nombre/ y No Calandria el apodo; / no lo sabrán olvidar/ los
años, que olvidan todo. /
No era un científico de esos/ que usan arma de gatillo; / era su gusto jugarse/ en
el baile del cuchillo.
151
Gracias a Fraü Dra.Gremels por su caritativa lectura de este capítulo: a la manera
para mí desconocida y exótica de una filóloga, luterana, alemana.
152
Arguedas, José María. Páginas escogidas. Lima: Editorial Universo, 1972.
182 El vuelo de la Calandria
Miguel Alvarado Borgoño 183
ANEXO Y DIDASCALIA153 VI
153
La didascalia en Atenas, era la “enseñanza” de un ditirambo, comedia o tragedia
al coro y a los actores que iban a representar una obra, dirigida por el dramaturgo
(o su representante). La palabra se usó para designar el registro oficial de una
representación dramática, donde constaba el nombre del festival en el que la obra
se representaba y el del arconte epónimo; (“mando” o “dirigencia”), en el caso del
teatro, los nombres de los dramaturgos en orden de éxito (el teatro era siempre una
competición), y de las obras que cada dramaturgo registraba; los nombres de los
protagonistas, el mejor actor y el corego de la obra ganadora; en caso de concursos
de ditirambo el nombre de la tribu victoriosa (cada diez tribus aportaban un coro)
y el mejor flautista. Es sinónimo de acotación. Actualmente, la palabra se utiliza
para denominar las acotaciones de una obra de teatro o las instrucciones dadas por
el autor o por el director a los intérpretes, siendo también otro de los nombres con
que se designa a la cartela o cartucho de las historietas.
154
ladino, na
1.adj. Astuto, sagaz, taimado:
al final, el ladino de él la ha convencido. También s.
2. amer. Mestizo, especialmente el que solo habla español.
3. m. Lengua hablada en la antigua Retia.
4. Dialecto judío español hablado por los sefardíes.
155
“El libro en los años transcurridos seguía igual a sí mismo, pero que yo estaba vivo
y por consiguiente cambiando y avanzando gracias a experiencias, a observaciones
recibidas, lecturas y discusiones. Ante su insistencia le pregunté si hoy escribiría él
a su esposa una carta de amor en los mismos términos que 20 años atrás; me
respondió que no, pero reconoció que su cariño permanecía… Mi libro es una carta
de amor a Dios, a la Iglesia y al pueblo a los que pertenezco. El amor continúa vivo,
pero se profundiza y varía la forma de expresarlo”. Gutiérrez, Gustavo. Teología
de la Liberación. Perspectivas. Lima: edición CEP, 1988, 60.
184 El vuelo de la Calandria
156
Forma en que continuamente el teólogo Gustavo Gutiérrez se refiere a los oprimidos
y silenciados.
157
“El Zorro de arriba y el zorro de abajo” (1971) José María Arguedas. Citado en:
José María Arguedas. Quepa Wiñaq… Siempre literatura y antropología. Colección
el fuego nuevo. Textos recobrados. N° 6 Vertuert, 2009, Frankfurt am Main.
158
La selección de los textos es absolutamente arbitraria, de responsabilidad del autor
y por supuesto, es totalmente capciosa. Fuente: http://media.elnuevoherald.com/
images/redesign/elnuevo_logo240.png
186 El vuelo de la Calandria
159
Sin duda este capítulo tiene tres fuentes, mi vínculo como miembro de una familia
católica popular en Chile, el haber estudiado con los Jesuitas y la lectura, y
comentario, del gran libro de Eni Orlandi: As Formas do silencio. No movimento
dos sentidos. Fuentes diversas que hoy son parte de mi itinerario vital y no solamente
de mi reflexión académica.
Miguel Alvarado Borgoño 187
160
Este es el modo en que los indígenas mapuche designan a la lengua española o
castellana.
161
Fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y
Humanidades en el año 2003, en palabras del jurado, “por su coincidente
preocupación por los sectores más desfavorecidos y por su independencia frente a
188 El vuelo de la Calandria
Poética de lo atendido
En el silencio162, en el no decir, en el murmurar, en el festinar, en el pensar,
en el soñar y en el obviar, es una forma mestiza y “sudaka”163 de pensar, el
paso a la escritura es un proceso comunitario; no hay poesía (en un sentido
amplio) pura, hay siempre líricas colectivas que se hacen vida en lenguajes
que como dice Ernesto Cardenal 164 atraviesan los poemas de amor y las
constituciones. El escribidor no es un iniciado, sino una suerte de canal en
que el silencio se acumula a borbotones y se va haciendo vida, para elaborar,
más allá de la conciencia autónoma, un horizonte metasocial y escatológico.
No se debe nunca confiar en la supuesta vacuidad de lo no dicho, en la
eficiencia de las órdenes de callar, en los silencios obligados, porque es
justamente en ese espacio de subordinación y supresión de la voz, desde
donde se fraguará aquella escritura que sorpresivamente cambiará la
168
En su original: Orlandi, Eni. As Formas do Silêncio (1a. edição: 1992, Ed. da
Unicamp; Prêmio Jabuti 1993). 6. ed. Campinas-SP: Editora da Unicamp, 2007.
169
Pensemos a la manera de Vicente Huidobro en su Altazor “Canto Primero”:
“Silencio/ se oye el pulso del mundo como nunca pálido/ / la tierra acaba de
alumbrar un árbol”.
Miguel Alvarado Borgoño 195
170
Canción (o De qué callada manera). Nicolás Guillén - Pablo Milanés
196 El vuelo de la Calandria
171
Una de las leyendas que cubre fuertemente el legado del general Carlos Ibáñez del
Campo, ex Presidente de la República y fundador de Carabineros de Chile, es la de
los “fondeos” que se realizaron en las costas chilenas durante su gobierno, es la
historia del famoso “Barco del General”, el cuál poco a poco fue acabando con
homosexuales, gitanos, indigentes, etc. ¿Es una mentira para opacar la imagen del
único presidente que pudo agrupar tanta gente bajo su ideología?, ¿o en verdad el
dictador usó su poder para poder expresar su homofobia y odio hacia las minorías?
¿Son verdaderas las historias de las razias ocurridas durante el gobierno de Ibáñez?
La historia nos da una respuesta: Sí, es verdad la historia del Barco del General
Ibáñez. Antes de explicar la historia es necesario saber qué es un fondeo y qué es
una razia: Un “fondeo” es la práctica de acabar con personas o cadáveres
lanzándonos al mar, normalmente con pesos para llevarlos al fondo del mar, de ahí
el nombre “fondeo”. A la vez una “razia” es el término usado para referirse a
ataques sorpresa, emboscadas o acoso a diversos grupos sociales o étnicos con el
fin de molestar, capturar o matar a los “perseguidos”. También se vieron razias en
Chile durante los gobiernos de Pinochet y González Videla. Una de las principales
historias que opaca el gobierno del general Ibáñez es la siguiente: siempre se ha
comentado que el “General del Pueblo” poseía una fuerte homofobia y repudió a
todo lo que representará a la homosexualidad, pero no era el único, la gran mayoría
del pueblo chileno de esa época repugnaba las actitudes homosexuales, a diferencia
de la aristocracia y la bohemia artística chilena las cuales ya se habían “abierto de
mente” ante aquellos temas.
Miguel Alvarado Borgoño 197
siglo en Europa: eran indígenas de Tierra del Fuego172, o son los huesos
embalsamados por la sal del desierto de los detenidos desaparecidos de
nuestros días: la tarea es descubrir los mecanismos en que el silencio
convirtió los cuerpos vivientes en huesos y en ausencias.
Si la muerte es el fin de una conciencia individual (como Sartre sostenía)
nunca deberemos olvidar que la conciencia no es un fenómeno autónomo,
sino que es ante todo el lenguaje transmutado en percepciones; de nada
podríamos ser conscientes si no hay signos que signifiquen el mundo. La
muerte es un no significar, es una larga conversación que se interrumpe y
queda convertida en el monólogo del sobreviviente que recuerda y del
fallecido que tanto habló como calló. Pero la muerte más que la interrupción
de los signos es una interfaz del silencio, es la interrupción del silencio
cargado de sentido, así morir es abandonar el silencio que exuda lenguaje.
La muerte es el silencio supremo, pero en la realización de la experiencia
vital ese silencio puede quedar circulando en los otros; para ser rescatado
este silencio debería liberarse de la metafísica de la presencia, para asumir
que el sujeto objetivo de la acción social no es un ente material sino que es
el signo y el silencio acompasados en un sintagma infinito. La Teología de
la Liberación no es una teología de los que demandan, es por el contrario
una teología de los sin voz, en medio del desierto lo único que existe es
silencio, pero en esa mudez todo el desierto florece.
172
En un subterráneo, como congelada en el tiempo y escondida de la mirada de los
visitantes del Museo Etnográfico Luigi Pigorini, en Roma, se ubica uno de los más
fascinantes hallazgos que los realizadores del documental “Calafate, Zoológicos
Humanos” encontraron en Europa: una canoa yagán con data de 1896, traída
desde Tierra del Fuego hasta Italia y en perfecto estado de mantención. ¿Qué hace
ahí? ¿Cómo llegó a ser parte de su inventario? Christian Báez, historiador, y Hans
Mülchi, realizador audiovisual, aunaron fuerzas y recursos en torno a documentar
una de las historias más desconocidas de la Patagonia y Tierra del Fuego, y que
tiene estrecha relación con el descubrimiento de la nave de los desaparecidos
habitantes originarios del extremo sur: el viaje obligado de decenas de indígenas a
tierras europeas para ser exhibidos como rarezas. Calafate entre ellos. La trama se
basa precisamente en la historia de este pequeño selk’nam de 8 años quien fue
llevado a Europa en 1889, junto con otras nueve personas de ese pueblo originario,
para formar parte de una feria científica que recorrió varias capitales y en el que
fueron tratados como animales, falleciendo seis de sus integrantes. “Encadenados
como tigres de bengala, dice Gusinde, los lleva a París un comerciante belga, los
expone y les tira carne de caballo cruda porque, según él, son caníbales”, explica
Mülchi. Calafate viajó por las principales capitales europeas en donde junto a sus
compañeros de infortunio, fueron expuestos en teatros y parques. “Calafate fue
llevado a Londres, exhibido en el Royal Aquarium. Voces religiosas se levantaron a
favor de los indígenas, como por ejemplo la Sudamerican Society, cuya queja
termina en un conflicto a nivel diplomático y humanitario entre la South American
Missionary Society, la Embajada de Chile en Francia y el Consulado chileno en
Londres. Salieron hacia Bélgica donde fueron mostrados dentro de un Museo de
Cera, llegó la policía y Calafate se fue preso por indigencia”, agrega el director. El
viaje duró 12 meses. http://deperalilloasantiago.blogspot.de/2009/10/8.html
198 El vuelo de la Calandria
173
Diario El País, Juan Arias (desde Roma) 10 mayo 1985.
174
J.C. Scannone (1931- ), a partir de su tesis doctoral “Sein und Inkarnation”, defendida
en Friburgo y Munich, y de retorno en Argentina, inaugura las Semanas Académicas
de la Universidad de El Salvador. Junto a E. Dussel, Carlos Cullen, Dina Picotti,
Enrique Marenque, o europeos como Josef Reiter, Marco Olivetti, Klaus Kienzler o
Emmanuel Levinas (por mencionar algunos), organizará años después un coloquio
en París sobre el tema que tratará con especial dedicación: Sabiduría popular,
símbolo y filosofía (1984). Entre los pensadores que influyen en su pensamiento
filosófico, básicamente se encuentran Paul Ricoeur, Rodolfo Kusch y Emmanuel
Levinas. Entre sus obras de madurez podemos mencionar: Nuevo punto de partida
de la filosofía latinoamericana (1990). En efecto, hay dos momentos importantes
en el desarrollo de su pensamiento filosófico: la estructuración ontológica del proceso
de liberación como aporte a la filosofía de la liberación, y el desarrollo de una de
sus líneas, a saber: la histérico-cultural, en filosofía de la religión.
Miguel Alvarado Borgoño 199
178
Ernesto cardenal. Cántico Cósmico. Cantiga I, “El Big Bang”.
Miguel Alvarado Borgoño 201
179
Kuhn, Thomas. “Los Paradigmas Científicos” En: Estudios sobre Sociología de la
Ciencia. Madrid: Alianza Editorial, 1980, 79-103.
180
El devenir de los distintos paradigmas corresponde a un proceso característico,
que tiene un correlato sociológico que Kuhn relaciona con hechos específicos que
ocurren al interior de la sociedad donde la ciencia se realiza. Por un lado algunos
miembros de la comunidad científica, comienza a tomar conciencia de carencias en
el paradigma imperante. Esto va asociado también con cierto nivel de presión de la
sociedad total que exige mayor precisión y eficiencia a la ciencia misma. Es así
como algunos científicos se ponen al margen del paradigma oficial y dirigen sus
esfuerzos hacía una nueva forma de hacer ciencia tanto en el plano teórico como en
el metodológico.
181
Gutiérrez, Gustavo. “Evangelio, Praxis y Liberación”. En: Fe cristiana y cambio
social en América Latina. Salamanca: Editorial Sígueme, 1973, 193.
202 El vuelo de la Calandria
182
Sobrevivencia en el tiempo como fenómeno que mantiene su consistencia e
integridad.
183
Hinkelammert, Franz. Ideologías del desarrollo y dialéctica de la historia. Chile:
Ediciones Nueva Universidad, 1970.
184
Morandé, Pedro. “Cultura y modernización en América Latina”. En Cuadernos del
Instituto de Sociología. Santiago: PUC, 1984.
185
“No hay lugar… donde se cante con más fe, esperanza y alegría al Dios vivo que en
el mundo popular. No, no es un canto fácil. o ‘¿Cómo cantar a Dios en tierra
extraña?’ (Salmo 137,4), se preguntaba un pueblo sometido a la cautividad de
babilonia. Y se lo pregunta también hoy el pueblo pobre… en exilio en su propia
tierra, pero que al mismo tiempo se halla en éxodo hacia su rescate. Pregunta
lacerante, cuestionamiento difícil a la fe en un Dios liberador. Interrogante que
nace de la vida real y que se niega a respuestas fáciles. Ella nos cambia las
perspectivas y nos coloca ante un nuevo rostro del Señor, ante la gratuidad y la
exigencia de su amor, ante su presencia en el corazón mismo de los esfuerzos por
establecer lo que la Biblia llama ‘la justicia y el derecho’”. Gutiérrez, Gustavo
(1978) EN: La densidad del presente. Salamanca. Editorial Sígueme, 2003.p. 111-
112.
Miguel Alvarado Borgoño 203
186
Gutiérrez, Gustavo. Compartir la Palabra. Lima. Editorial CEP, 1995.
187
Rahner, Karl. Curso fundamental sobre la fe. España: Editorial Sígueme, 1976, 160
188
Rahner, 97.
204 El vuelo de la Calandria
193
Gutiérrez, 1973, 242.
208 El vuelo de la Calandria
y valores, de forma tal que sólo el cambio social será palanca del cambio
cultural.
De todo lo anteriormente planteado sobre la obra de Gutiérrez, podemos
concluir que se trata de un aporte concreto que proviene de una valoración
de la ciencia social por parte de la teología, la cual escogió el análisis
marxista de la realidad social como paradigma específico para su análisis.
Alguna vez critiqué el pensamiento de Gutiérrez por no utilizar un
concepto de cultura atingente a nuestra Latinoamérica194, hoy me doy cuenta
de que él no debía hacerlo, que no era el camino un culturalismo extraviado,
por ello me admira su sabiduría de no caer en el culturalismo
autocomplaciente, sino raudamente extraer de su bagaje como cristiano,
un nuevo instrumento que es a la vez un fenómeno pre y post metafísico, y
ese es el de la espiritualidad, una búsqueda por la justicia atenta al silencio
y a las metáforas que decodifican los silencios. El maestro Gutiérrez afinó
la escucha cuando algunos le pedíamos más ciencias sociales él se volcó a
su fe y fue más adelante que nosotros.
194
Alvarado, Miguel. “Análisis cultural y teología de la liberación”. En Revista Presencia
Ecuménica. Caracas, Venezuela: Nº35. 2000, 3-11.
195
Es doctor honoris causa en política por la Universidad de Turín (Italia) y en Teología
por la Universidad de Lund (Suecia). Ha sido galardonado con varios premios en
Brasil y en el exterior por su lucha a favor de los débiles, oprimidos y marginados,
y por su defensa de los Derechos Humanos. El 8 de diciembre del 2001 le fue
otorgado en Estocolmo el Right Livelihood Award, conocido también como el
Nobel Alternativo.
Miguel Alvarado Borgoño 209
196
Boff, Leonardo. El rostro materno de Dios: ensayo interdisciplinar sobre lo femenino
y sus formas religiosas. Madrid: Paulinas, 1980.
197
Boff 1980, 36.
198
Boff 1980, 78.
210 El vuelo de la Calandria
199
Bigo, Pierre. Debate en la Iglesia. Teología de la liberación. Santiago: ILADES/
Edit. Salesiana, 1991, 130.
200
Boff, Leonardo. “Catolicismo popular: Que é catolicismo”. En Revista Eclesiástica
Brasileña, Nro.141, 1976, 19-54.
Miguel Alvarado Borgoño 211
203
Gutiérrez, Gustavo. Compartir la Palabra. Lima: CEP, 1995, 47-49.
214 El vuelo de la Calandria
Entre las calandrias…, hay un texto en que también reflexiona sobre Vallejo204,
pero para Gutiérrez, Arguedas es el amigo entrañable, es el hombre bisagra
modelo entre los indígenas pobres y la elite intelectual, pero también el
escritor de la metáfora perfecta, que incide en su propia textualidad
teológica; el desgarro de Arguedas y por tanto su poética se hace vida en la
médula de la teología de Gutiérrez: “Arguedas escribe a partir de una
estirpe capaz, tal vez, de darle unidad e identidad a un país dislocado y
desgarrado, estableciendo en él una fraternidad de los miserables”205.
Otros antecedentes sucintos pueden ser los títulos de los capítulos del
libro: ¿Escribiría así por ejemplo, un teólogo alemán?: “La luz que nadie
apagará”, “La fraternidad de los miserables”, “Con amor de paloma
encantada”, “Una gran esperanza”, “Sólo los limpios consolarán”,
“Limpidez e identidad nacional”, “La universalidad del provinciano”,
“Consolar es liberar”, “Aquel que se reintegra”, “Idolatría y asesinato del
pobre”, “El Dios Liberador”, “Desde el cuajo de su pueblo”.
En Boff se conjuga una experiencia esencial radical, el abandono del
orden sagrado y de sus votos, pensamos que particularmente el de
obediencia, luego de la humillación del silenciamiento, y de la
invisibilización de la Teología de la Liberación posterior al fin de las
dictaduras latinoamericanas, Boff se encuentra especialmente sitiado, y
resulta curioso este acoso considerando que el fundador del concepto
mismo de Teología de la Liberación no se vio empujado a abandonar la
condición sacerdotal, como en el caso de Boff a colgar el sayal franciscano;
no sabemos qué circunstancias personales obligaron a Boff a hacer ahora
su reflexión desde una condición laical, pero sí sabemos que fue a él a
quien el Vaticano silenció y no a Gutiérrez.
Independientemente de la subjetividad de una decisión personal, como
lo es el abandonar el orden eclesial, nos parece fundamental destacar aquí
el giro que hay primero desde el estructuralismo eclesiológico, hacia otro
de orden más culturalista, pero su opción culturalista se ve inundada de
una forma de poetización que, a nuestro entender guarda relación con una
opción por pensar desde una perspectiva más holística. Sin duda, Boff
siempre fue un pensador de frontera y nunca le temió a ocuparse de los
problemas más sofisticados de la teología cristiana. Pero desde antes de su
204
“Entiendo por dimensión religiosa de un texto, de un autor: lo que dice en referencia
directa a Dios. Todos sabemos, por ejemplo, que hay en Vallejo numerosas
referencias bíblicas, muchas más de las que los estudios nos recuerdan, porque las
más de las veces son implícitas. Sin embargo, me parece que estas referencias
bíblicas no adquieren sentido religioso si no vamos a lo que me he permitido llamar
el núcleo central. Por ello no llamaría dimensión religiosa a una mención bíblica si
ella no está sostenida por una actitud del autor ante Dios”. Gutiérrez, Gustavo.
“La concepción religiosa de Vallejo”. En Intensidad y altura de César Vallejo.
Autores Varios. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1993, 118.
205
Gutiérrez, Gustavo. Entre las calandrias. Un ensayo sobre José María Arguedas.
Lima: Instituto Bartolomé de las Casas, 1990, 3-4.
Miguel Alvarado Borgoño 215
208
“cuando en la catequesis empleamos el psicodrama, el teatro ï aún el género
novelístico para comunicar una verdad revelada y cristiana a nuestros oyentes de
hoy. ÁÉ hacerlo nos movemos dentro de un esquena propio de cada género sin que
con ello perdamos ï deformemos la verdad cristiana que pretendemos comunicar
ï testimoniar. La Biblia está llena de recursos como este. Nos alargaríamos si
quisiéramos presentar más ejemplos”. Boff, Leonardo. Hablemos de la otra vida.
Bilbao: Editorial Claret, 1985, 177.
218 El vuelo de la Calandria
pista frente al extravío del etnógrafo: parece ser que la presencia fundamental
desde la cual es posible comenzar a comprender es la presencia de la muerte,
pero una presencia que carece de ese dramatismo propio de nuestra muerte,
una muerte cercana, ritual, cotidiana. Un final que conecta con lo
sobrenatural pero amarrado al desierto, como una enredadera de flores
luminosas que da la forma a un muro destartalado.
En nuestra primera excursión, el fin de nuestro camino hacia el vehículo
que nos transporta estuvo acompañado de un remolino que nos persigue
toda una calle; nos acompaña y acosa un viento espeso y oscuro que
amenazó nuestro recorrido, pero no nos rodeó nunca. Y allí se presenta el
único diálogo real, intercultural y creíble sostenido con un lugareño; una
señora piadosa nos entregó la única certidumbre que tuvimos en toda esta
travesía... caballero, ese remolino es el diablo que persigue a los extraños -¿será
una forma de la teología del silencio que es anterior a las preguntas de
cualquier teología?-.
Cuesta creer en la existencia de este pueblo, pero si no nos rendimos a la
tentación de la poesía, deberemos seguir creyendo que el pueblito es cierto.
Lo que sí podemos hacer es creer que hemos comprendido algo de la
cadencia de su vida, y del modo en que la ausencia, la soledad, la pobreza
y la muerte organizan un devenir cotidiano, vida muy distinta a la del
etnógrafo que, sin dejar de estar extraviado, al menos comprende que no
comprende. Esta aceptación de la ignorancia significa una ruptura con el
campo y con el espacio cognitivo del observador, con ese modo de mirar ya
en nosotros configurado: es casi una alegoría de la incapacidad de aceptar
el silencio por parte del intelectual neurótico que confunde conocer con
comprender.
El desierto es un inmenso edificio, inteligente, autónomo, impresionante.
Nadie nos mira y no vemos a nadie en la carretera que nos conduce a este
lugar, y tristemente (silenciosamente también) nadie busca nuestra mirada
entre el calor de las montañas de cobre, y en medio de la nada. Entonces se
nos aparece este poblado donde el viento, la silicosis210 y la sequedad nos
hacen dudar si alguien sobrevive allí. Se trata de algo paradójico y nuestra
210
No son pocos los riesgos que rodean a los trabajadores en las faenas, ya sean en
minería, metalurgia, industria, construcción, etc. los accidentes laborales, la
exposición a sustancias peligrosas, el cansancio por los turnos que se pueden
traducir en errores fatales, etc. Sin embargo, hay otros riesgos más silenciosos y
difíciles de detectar. Uno de estos es la denominada Silicosis, enfermedad que se
desarrolla en los pulmones, provocando fibrosis, la que produce un exceso de
formación de tejido conectivo, lo que se tra¬duce en un proceso inflamatorio crónico
de los órganos afectados. Esta enfermedad, fibrósica - pulmonar irreversible, se
desarrolla por la inhalación continua de Sílice cristalina, esta sustancia química, se
encuentra en el polvo, y en las pequeñas partículas que entran a nuestro organismo
por las vías respiratorias, y que son las que desencadenan la fibrosis nodular de los
pulmones.
220 El vuelo de la Calandria
211
Canto de Machi (chaman femenina mapuche)
212
Género literario mapuche; se cuentan hechos históricos o veraces.
213
En su traducción literal peuma es Ilusión, también es: sueño, visión, espejismo.
Éxtasis de la machi (chaman femenina mapuche).
214
Elicura Chiuailaf Nahuelpán (Quechurehue, Provincia de Cautín, 1952) es un poeta
chileno, considerado uno de los más connotados escritores mapuche; su obra es
principalmente bilingüe, en mapudungun y español.
215
“Hay dos afirmaciones del amor. En primer lugar, cuando el enamorado encuentra
al otro, hay afirmación inmediata (psicológicamente: deslumbramiento, entusiasmo,
exaltación, proyección loca de un futuro pleno: soy devorado por el deseo, por el
impulso de ser feliz): digo sí a todo (cegándome). Sigue un largo túnel: mi primer
sí está carcomido de dudas, el valor amoroso es incesantemente amenazado de
depreciación: es el momento de la pasión triste, la ascensión del resentimiento y de
la oblación. De este túnel, sin embargo, puedo salir; puedo “superar”, sin liquidar;
lo que afirmé una primera vez puedo afirmarlo de nuevo sin repetirlo, puesto que
entonces lo que yo afirmo es la afirmación, no su contingencia: afirmo el primer
encuentro en su diferencia, quiero su regreso, no su repetición. Digo al otro (viejo o
nuevo): Recomencemos”. Fragmentos de un discurso amoroso. Roland Barthes
(Traducción de Eduardo Molina).
Miguel Alvarado Borgoño 223
Soy el mismo que se enfrentó y que fue humillado por el Papa. Aquel encuentro
no supuso tensión para mí. Estaba advertido por el nuncio de que Juan Pablo
II podía recriminarme mi compromiso revolucionario. Su deseo era que no
acudiera a recibirle al aeropuerto, pero el Gobierno me pidió que lo hiciera.
Luego supe que el Papa se arrepintió de aquello.
216
El primer gran crítico literario chileno Hernán Díaz Arrieta(1891-1984), que tomo el
seudónimo literario de Alone, adoraba a Proust y dialogaba póstumamente con
Saint-Beuve, tal como Leiris él también soñaba: Soñaba con una escuela superior de
bellas letras, con una academia, instituto o algo semejante donde un autor célebre se paseara
por vastos salones hablando de literatura, revelando los secretos del arte de escribir a
muchachos ávidos y silenciosos que le seguirían los pasos (…) Narciso Briones, erudito,
clásico, poseedor de términos raros, que me inspiró el horror a los “que” y me escribió una
carta pronosticándome que, si trabajaba bien y evitaba los relativos innecesarios, alcanzaría
“sin gran pena a escritar ameno y correcto”. Abrí el diccionario para ver si existía la palabra
“escritar”.Extractado del libro Aprender a escribir. Editora Nacional Gabriela Mistral,
1975. En El Mercurio, 29 Nov. 1992.
228 El vuelo de la Calandria
por esa luz que inicia el día en el avión en que regreso a Chile, elicitar lo
que estaba en la oscuridad; quizás sospechando la posibilidad de forjar
una ética del perdón, perdón (con sus gloriosas funas217 incluidas) por el
etnocidio, el genocidio y por el sistemático robo del habla, que podría
llevarnos a los girones, a los inicios de una ética transcultural, a la
comunicación intercultural: a ese amor al otro en el otro, que nos permita
ser felices; para que el gesto del abrazo sea: ritual, palabra y encuentro; una
ética transcultural, no de compartir autorías confesar limitaciones
metodológicas y teóricas, prácticas penitentes tan propias de la teoría social
contemporánea en Latinoamérica, en una escritura que opera a la manera
de quien se postra en un confesionario barroco en una lógica postmoderna
de remedo, sino en otra escritura obtenida desde una estética que se sueña
hoy en el arte experimental y también en el plano de lo que no se dice de lo
inexpresable, pero vivido lúdica y violentamente en estos lares.
En fin, hay una ética autora del perdón, una ética dionisiaca,
barroquismo del presente desborde y no del barroco esclerotizado: pero
simultáneamente romántica del tipo ideal en movimiento, acomodada
dialectalmente en una moral casuista del apolíneo y amoroso encuentro;
lo que en Michel Leiris significó un gozo en la humillación según Susan
Sontag218, hoy es solo honestidad y búsqueda a ciegas. Es, la verdad, mi
propia búsqueda a ciegas, pero felizmente soy y vivo en Sudamérica: donde
la confesión morbosa es rito y el rito es fiesta, una fiesta-proyector que
conciben todas nuestras limitaciones, nuestras rabietas, nuestros miedos.
Es el otro entendimiento, que no es tan “otro”, sino simplemente una
relectura honesta, una hermenéutica de la comprensión legitimante de la
diferencia, donde asumimos las limitaciones y de las bellezas de los
diferentes, una ética transcultural, no de la restricción, sino una ética del
deseo, que nos permita vislumbrar todo lo viable en el encuentro con los
ajenos: replanteamiento y no superación de la analogía estética.
217
¿Qué es una “funa” y cuál es su significado? La “funa” es un concepto bastante
chileno que implica un acto de denuncia, es desenmascarar, descubrir algo que está
solapado y se mantiene impune. Existe la sensación de que no habrá justicia para
el hecho que se cuestiona (escrito por Damaris Astete).
218
En 1961 ve la luz la primera edición de Contra la interpretación, de Susan Sontag
(como se puede apreciar, mucho antes de la avalancha aglutinante de los estudios
culturales) y ya aparecen en este libro conspicuo dos ensayos que deberían dejarnos
atónitos: uno dedicado a Lévi-Strauss, donde habla del antropólogo como “héroe”,
y otro sobre La era del hombre de Michel Leiris. El capítulo donde se encuentran
estos ensayo se titula paradójicamente El artista como sufridor ejemplar. Pensamos
que estos textos de Sontag sintetizan algo que debemos asumir como acto de fe:
todo programa científico en ciencias humanas es inevitablemente un proyecto
escritural, y sus éxitos paradigmáticos más bien se corresponden con su capacidad
seductora (al estilo del ritual que envuelve), y no con su capacidad de acumular
verdades. Nada nuevo, pero ello estaba claro hace más de cuarenta años para
Sontag.
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Analogías estéticas
y comprensión
transcultural
latinoamericana
El vuelo de la Calandria
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Umschlagabbildung: Mauricio Bravo: Sin título („Muelle“), de la serie „Je ne suis pas
Francis Alÿs. Archivos para pensar nuestra derrota“.
Fotoperformance. Residencia en Casa Nekoe, Valparaíso, 2014.
Este libro fue escrito en el contexto del desempeño del autor como Profesor Titular
del Instituto de Filosofía de la universidad de Valparaíso, adscrito como investigador
jornada completa de Convenio de Desempeño en Artes, Humanidades y Ciencias
Sociales de la misma Universidad. El financiamiento de la investigación respectiva
corresponde a la ejecución del proyecto aprobado por la Deutscher Akademischer
Austauschdienst (D.A.A.D), titulado: ”Anthropological literature in Chile. A hybrid
language for intercultural communication”
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E-Mail: info@narr.de
Printed in Germany
ISSN 1868-1174
ISBN 978-3-8233-6930-1